Hola. Opino como tú. A mí me gusta mucho la democracia líquida, la razón que la hace muy complicada es que hace falta una masa crítica grande para que el sistema se demuestre a sí mismo que funciona. Si somos cuatro gatos, no funciona y por tanto es dificil atraer a más gente.
Creo, sin embargo que las mismas ideas pueden trabajarse en movimientos más transversales, en los que no se habla de democracia líquida... pero en los que suena muy bien la música de la democracia directa, de la puesta en cuestión del mandato representativo, de las iniciativas revocatorias. Si esos movimientos transversales tuvieran la referencia de una plataforma no electoral que defendiera todas estas cosas, y en especial, la democracia líquida: el trabajo de tal plataforma podría llegar de manera indirecta hasta las instituciones.
Es una gran idea, que precisamente creo que puede triunfar como movimiento social, y sobre todo si se integra en el resto de movimientos (es decir, se hacen cosas presenciales y no solo a través de internet).
De todas formas, esto se mueve si alguien hace que se mueva y es capaz de llevar una dinámica de trabajo que arrastre a otros a trabajar. Creo que es una época muy mala, la gente (entre ellos yo) estamos en iniciativas de cara a las elecciones y el PDI se ha quedado fuera de este ciclo electoral. Quizá el año que viene, en 2016 y sin elecciones se pueda repensar esto con algo más de calma. Y quizá sea útil, pues mucha gente habrá aprendido mucho de los procesos que están teniendo lugar en 2015.
Abrazos.