Amigxs de la Campaña de Paternidad Tu eres mi pap+a. MenCare América Latina, les compartimos esta interesante columna
Amor de padre
Columna por Clara Alemann
Fuente:
http://blogs.iadb.org/desarrolloinfantil/2013/02/14/amor-de-padre/
En los últimos 30 años se ha avanzado enormemente en la investigación
sobre la importancia del involucramiento de los padres en la crianza y
existe una masa crítica de literatura que establece importantes
tendencias respecto a cómo los hombres se relacionan con la paternidad y
los efectos que su participación tiene en el desarrollo de los niños
(ver ʻThe Effects of Father Involvement: A Summary of the Research
Evidenceʼ que presenta un buen resumen).
La evidencia es inequívoca: la paternidad responsable y comprometida
contribuye a un desarrollo infantil más saludable, a relaciones de
pareja más estables y armoniosas y asegura madres, padres y familias más
saludables. ¿Pero cuáles son los beneficios para los niños?
La presencia activa y positiva de un padre (o cuidador) en la vida de
sus hijos resulta en un mayor desarrollo cognitivo y emocional de estos
niños, una mayor capacidad de auto regulación, tolerancia ante la
frustración y el estrés, así como de resolución de problemas. Esto
también se refleja en un mejor desempeño y permanencia escolar, menor
agresividad y una mayor capacidad de desarrollar relaciones saludables
con sus pares. La participación paterna positiva actúa como un factor
protector para los niños y niñas a lo largo de su vida, reduciendo su
predisposición a conductas riesgosas como el abuso de drogas, la
delincuencia, la violencia de pareja y contra terceros. Se ha observado
que los niños de padres involucrados tienen el doble de posibilidades de
ir a la universidad y de encontrar trabajos estables, 75% menor
probabilidad de ser padres adolescentes, 80% menor probabilidad de
terminar en la cárcel y 50% menor probabilidad de sufrir de depresión
aguda.
En cuanto a adoptar hábitos saludables en la familia (alimentación,
lactancia, evitar el tabaquismo y el alcoholismo) los padres tienen la
capacidad de influir muchísimo, ya sea promoviendo u obstaculizando las
decisiones en este sentido.
Sin embargo, los hombres han estado invisibles de los servicios de salud
materna y neonatal, cuidado y desarrollo infantil. Las políticas
sociales han promovido el rol exclusivo de la madre como cuidadora.
Aquellos hombres que intentan acercarse sienten que pierden el tiempo, o
que no son bienvenidos (especialmente si son pobres, de baja educación,
jóvenes), cuando la enfermera/educadora/visitadora familiar habla
exclusivamente a la madre. En ocasiones, cuando se encuentra presente,
ni siquiera se dirige la mirada o se incluye al padre en la conversación
sobre sus hijos. La situación laboral no facilita la participación de
los hombres en consultas médicas, visitas de estimulación temprana o
actividades escolares. Tampoco ayudan los prejuicios que asocian las
tareas de cuidado con lo femenino y la sanción social por hacer “cosas
de mujeres”.
Es por esto que los servicios de salud materna y desarrollo infantil
temprano tienen que jugar un rol clave en concientizar y promover la
participación de los padres en el cuidado, la crianza y la vida
emocional de sus hijos. ¿De qué manera pueden hacer esto?
Preparando a los padres (ambos) para la ma/paternidad que es tan
importante como cuidar de la salud de la madre y del bebé. Las tensiones
aumentan significativamente entre la pareja en los primeros dos años
después del nacimiento de un bebé. Cuanto más aliento reciban los padres
para involucrarse durante el primer año en las tareas de cuidado de sus
hijos, y cuanto más lo hagan, es más probable que permanezcan
involucrados durante la vida de sus hij@s.
Promoviendo la participación del padre en los controles prenatales, el
parto y los controles de salud de su hij@, preparándolo para participar
en el parto, enseñándole y animándolo a que cambie, bañe y atienda a su
hij@. Para la madre, especialmente para las madres adolescentes, la
participación del padre es vital para su equilibrio emocional y el
vínculo con su bebé.
Capacitando al personal de salud, educación y desarrollo infantil
temprano sobre cómo involucrar a los hombres constructivamente. La Guía
de Paternidad Activa para profesionales del programa Chile Crece Contigo
es un recurso valioso.
Elaborando materiales específicos para padres: información sobre hábitos
saludables, desarrollo del niño, estimulación, servicios disponibles
para madres y padres después del parto. Un buen ejemplo es la Guía de
cuidados infantiles para una nueva paternidad.
Implementando programas para el desarrollo de competencias parentales
que promuevan modelos de paternidad afectuosa y la disciplina sin
violencia. Les recomiendo el Manual para sensibilización de padres,
madres y cuidadores de niños y niñas: Por el Fin del Castigo Físico y
Humillante
Promoviendo el derecho del padre a cuidar y estar presente después de una separación.
Incentivando la participación de los hombres en ocupaciones de cuidado
como educadores, visitadores familiares, enfermeros, acompañantes de la
tercera edad, etc.
La campaña global por la paternidad, MenCare, que tiene un capítulo e
iniciativas en nuestra región, es un recurso fantástico para
profesionales de la salud, la educación y el desarrollo infantil. Ahí se
puede encontrar literatura, propuestas y herramientas basadas en
evidencia sobre cómo crear ambientes más inclusivos para padres y
cuidadores hombres. Los resultados son tan alentadores, ¡vale la pena
promover estas estrategias con los gobiernos de nuestra región!
Clara Alemann es consultora de la División de Género y Diversidad. Su
trabajo se centra en el análisis de los determinantes sociales de la
pobreza, y la integración de un enfoque de género y diversidad en el
diseño e implementación de estudios y operaciones de protección social y
salud.
Amor de padre
Columna por Clara Alemann
Fuente:
http://blogs.iadb.org/desarrolloinfantil/2013/02/14/amor-de-padre/Campaña de Paternidad Tu eres mi papá. MenCare América Latina.