presionas para eso,
Cuando estás feliz como estás,
cuando estás satisfecho con cómo es el mundo, cuando
aceptas las cosas como son y no tratas de cambiar nada, de repente eres transportado a una dimensión
diferente de la existencia.
Te das cuenta de que las puertas siempre han estado abiertas. Nunca estuvieron
cerradas; no podrían estarlo. El misterio divino siempre ha estado cerca de ti. Nunca estuvo lejos; no podría
estarlo, pues tú eres parte de lo divino. Adondequiera que vayas, el misterio se desplaza contigo.
No es cuestión de buscar y perseguir. Se trata de quedarse en silencio y dejar que suceda.
Cuando buscas, te
pierdes, porque quien busca siempre es violento. Cuando lo buscas, no viene a ti, pues la mente que busca
está demasiado preocupada y no está disponible. Nunca está en el aquí y ahora; siempre está en algún punto
del futuro: cuándo se llevará a cabo el descubrimiento, cuándo finalizará la búsqueda, cuándo se completará la
investigación. Siempre está en otro lado, al final, no aquí. Lo divino está aquí, y nunca lo encuentras. Quien
busca nunca encuentra.
Eso no quiere decir que no debas buscar. Deberás hacerlo en un comienzo; no hay otra vía. Al comienzo,
debes buscar; debes buscar y hacer todos los esfuerzos que puedas. Sólo haciendo todos los esfuerzos y
transformándote en un fanático buscador llegarás a darte cuenta de que sólo se producirá cuando tengas una
mentalidad de no búsqueda
*.
A veces, mientras descanses, vendrá a ti.
*
A veces, mientras duermas, se te presentará.
A veces, mientras camines por la calle, allí estará
*.
A veces, mientras contemples el amanecer (sin hacer nada más que estar en una pasiva observación )
mientras mires el sol que se asoma o la luna que brilla en el lago en una noche fría, o una flor que abre sus pétalos.
y tú no eres más que una conciencia pasiva...
No es necesario nada de tu parte.
Cuando una flor se abre, no necesita que la ayudes.
osho