Hola María, me alegro que estés mejor. Los días malos los tenemos todos y la necesidad de desaparecer y tener nuestros momentos de soledad también, no es nada raro.
Lo que sí tienes que saber y tener muy claro es que las obligaciones son contigo misma, si? no con ninguno de los que estamos aquí. Así que si tú dijiste algo que después, por lo que sea, no ha podido ser, no pasa nada, de acuerdo? no tienes ni que sentirte mal, ni dejar de escribir, ni desaparecer ni sentir ningún tipo de verguenza. Todos los que estamos aquí somos o hemos sido fumadores, así sabemos cómo es esto. Es la ventaja que tiene María, que todos hemos hecho lo mismo.
Así que no tienes nunca que justificarte eh? esto es algo personal tuyo y de nadie más. Tú sabes cómo, cuándo y porqué.
Lo que si es bueno es no perder el contacto. Te voy a contar porqué.
Mira, hace un par de noches nos juntamos amigos que entre verano, vacaciones, trabajos etc etc etc andamos un poco desperdigados.
Celebramos el cumpleaños de alguno, la vuelta de vacaciones de otros, los que se van ahora. Pues verás María, de unos ocho años a esta parte todos tooooodos, excepto uno, hemos dejado de fumar. Antes, todos fumábamos menos uno, que el pobre se quejaba y rápido le hacíamos callar, y ahora no fumamos ninguno excepto uno. Fumadores, todos, de años y de cantidad de tabaco.
Curioso eh? Y sabes que pienso? que dejar de fumar es CONTAGIOSO. Te juntas y cuando fumas pero ves que los que han dejado de fumar están bien, tranquilos, comparten sobremesas normalmente y hacen una vida normal sin tabaco, como poco te planteas intentarlo. Piensas, "si ellos han dejado de fumar y están bien, porqué yo no?" Y entonces lo dejas.
Y así, es como una cadena, los que fuman se van animando cuando ven a otros dejar de fumar.
En el trabajo, tres cuartos de lo mismo, en mi departamento fumábamos casi todos y apenas quedan ya fumadores.
Pues aquí es igual María, déjalo cuando tú creas que puedes, sin agobios y sin compromisos, pero en contacto.
Beso grande.