Cuanto más elevada
es la Sabiduría más torcido se camina porque, precisamente, la maestría del
caminante consiste en dar vuelta y poner de cabeza el camino. Si no fuera por eso no sería posible el rumbo
controvertido en el que participa el accionar trascendental de Tao.
Ya lo decía LaoTse en el TaoTeKing:
«“El Tao endereza lo que está torcido y tuerce lo que está derecho, pone al derecho lo que está dado vuelta y da vuelta lo que está al derecho, porque el Tao quita donde hay y pone donde no hay, y lo que está arriba al final lo ubica abajo mientras que lo que está abajo termina poniéndolo arriba”.»
Así que el sabio, buscando lo torcido, siempre encuentra lo derecho, mientras que el ignorante que se aferra a lo que está derecho termina siempre torcido.