Fw: camino del cuadrado
Carlos Seara
HOMÓNIMOS PLANIFICARON Y EJECUTARON EL CAMINO “DEL CUADRADO”
En el año 2011 a pocos días de su inauguración, junto a dos profesores de Geografía elaboramos un estudio que ahora sirve de base para este informe cuyo contenido demuestra con hechos comprobados que todo lo que se manifestó en aquella oportunidad no fue temerario.
INTRODUCCIÓN
La propaganda oficial declaraba que las sierras ya no serían un impedimento para la interconexión de los valles, pues con el camino del Cuadrado se lograría sortear esta dificultad territorial y geográfica.
Las notas de entonces, desconocían con total irresponsabilidad que los valles estuvieron vinculados con los caminos alternativos que, desde siempre, se abrieron al tránsito y sin lugar a dudas podíamos enumerar a riesgo de olvidarnos de algunos ya que por todos los rincones los habitantes de los distintos pueblos luego transformados en ciudades, buscaron la relación fraterna con “los del otro lado”: ya en tiempos del cura Brochero, pionero en el cruce de las sierras, existían pasos que a posteriori y con el transcurrir de los años se fueron habilitando para usos y modalidades donde el turismo tuvo mucho protagonismo y los rallys contribuyeron a sus respectivos deterioros.
Así referenciamos: el camino de la Estancia “El Rosario” y Cerro Sapo, entre La Cumbre y Río Ceballos; el ahora promocionado Camino del Cuadrado entre La Falda y Río Ceballos, hoy con la variante de alcanzar a Valle Hermoso con una traza que más adelante discutiremos tecnicamente; el camino del Cerro “Pan de Azucar” entre Cosquín y Villa Allende pasando por la Estancia La Reducción; el sendero de la “Cuesta de Argél” entre Mina Clavero y Alta Gracia, tantas veces utilizado por José Gabriel Brochero trasladando enfermos o en misiones pastorales; esa senda fue precursora del Camino de las Altas Cumbres en la actualidad, incorporado a la amplia red vial provincial; el camino que vincula a Falda del Carmen con el Río de la Suela pasando por Bosque Alegre; el camino entre el Cerro “el Quebracho” y la localidad de La Cruz, Dpto. Calamuchita, penetrando por la Sierra de las Peñas, etc.
La primera impresión causada cuando se escuchaban los spot publicitarios, era que el proyecto era único en sortear las sierras siendo que no es así, sin embargo, con la propaganda desfiguraros los contextos haciéndonos ver realidades inexistentes con el solo propósito de convencer a algún inadvertido sin versación en la historia provincial y la mecánica de su poblamiento.
De lo que se cuidaron y mucho, fue de destacar los desaciertos técnicos de la obra, y la carencia de adecuación de la misma a las condiciones geológicas, estructurales, litológicas y geomorfológicas de ella, en esa porción del cordón de las Sierras Chicas.
El viejo camino del Cuadrado finalizaba en la ciudad de La Falda y ello para la época de su construcción, fue una decisión acertada pues evitó enfrentarse a la problemática de la zona de Vaquerías, que hoy queda al desnudo cuando se propone finalizar la obra en Valle Hermoso, sin una razón técnica medianamente atendible y mucho condimento político que habla de intereses económicos de cierto caudillo zonal.
ASPECTOS GEOLÓGICOS
El basamento cristalino de los macizos serranos está conformado por rocas producto de un metamorfismo dinámico de alto grado que las transformó en filitas, esquistos, esquistos gnéisicos, esquistos tonalíticos-biotíticos , cuarcitas micáceas, paraanfibolitas y esquistos micáceos con la presencia de abundantes planos de esquistocidad, relictos de la estratificación litológica anterior.
A ello debemos sumar la presencia de una falla regional –falla del pié occidental de la Sierra Chica- (también denominada falla de Punilla), perfectamente observable en las imágenes satelitales, que tiene como aspectos significativos ser una falla de carácter inverso, subvertical, que ha elevado el cordón serrano de manera asimétrica conformando del lado o vertiente oriental una “falda”, en tanto la vertiente occidental es una “cuesta” sumamente empinada, con riesgo permanente de desmoronamientos, deslizamientos o “deslaves”, más cuando como en el caso de esta obra, el camino está adosado a la montaña, a manera de “cornisa” con un pronunciado incremento en el “sobre empinamientos de la vertiente”. El estilo tectónico es predominantemente homoclinal con buzamientos entre 40º y 80º en dirección al este; el rumbo de la falla principal es de N / NO a S / SE, y se encuentra seccionada por otras transversales u oblicuas que la cortan con dirección ONO
A lo mencionado, la falla le aporta otros dos atributos: por ser regional es una prolongada fractura visible en más de 140 kms (desde el borde meridional del valle transversal de Dean Funes hasta las proximidades de Berrotarán); la segunda por tratarse de una falla tan extensa, ha afectado litologías diversas y cada una de ellas, a su hora, integraron bloques cuya respuesta a los esfuerzos dinámicos, a lo largo del plano de falla, resultaron muy dispares; el final, es lo que vemos –bloques o porciones de bloques ascendidos diferencialmente, a alturas diversas- donde se desconocía cual sería la respuesta a los micromovimientos producidos a partir de la habilitación de la obra, de la neotectónica regional propia de esta parte de las sierras, de la sismicidad habitual en los macizos pampeanos y la pluviosidad local que determinaría que muchos sectores por donde atraviesa el camino se transformaran en superficies lubricadas o planos de deslizamiento con marcada afectación de los terraplenes sobreimpuestos.
Hay que reconocer que la obra ha dejado a una de las caras de los poliedros formados, preparada para una caída libre que se intensifica como consecuencia de la esquistocidad de la roca y la longitud de los planos desarrollados a favor de la pendiente, jugando, también, en este sentido, la gravedad que en muchos casos tiene una influencia significativa.
En una secuencia regional para la zona se debe comentar que al basamento paleozoico (Lencinas 1971) le siguen conglomerados y areniscas de origen continental pertenecientes a las Formaciones “Casa Grande”, “Cosquín” y “El Pungo”, cuya correspondencia estratigráfica está vinculada con depósitos mesocenozoicos. El Cuaternario queda representado por fanglomerados constitutivos del pie de monte y estructurados a partir del Pleistoceno Superior, hasta el Holoceno. Un agregado particular para la traza es la existencia de un yacimiento de vermiculita, material sumamente deleznable, inconsolidado, proclive a la absorción de agua intersticial y su transformación en una superficie lubricada altamente deslizante. De esto, la Provincia contaba con antecedentes ya que la mina se hallaba registrada en la Dirección correspondiente además de datos que pueden ser consultados en Internet.
A la empresa Britos, ejecutora de la obra, hay que reconocerle una larga experiencia en el tema de caminos de montaña, voladuras y “precortes”, por lo que no se entiende bien porque no se han atenuado los riesgos, especialmente de desmoronamientos y deslizamientos, más si tomamos en consideración que la zona desde el punto de vista climático es de fuertes precipitaciones en el período estival, sujeta a incendios forestales durante las prolongadas sequías, (desde el punto de vista estadístico en el período l980/2000 se registran más de 600 incendios de campos en la zona de la Sierra Chica). Es temerario no haber previsto precortes y el desarrollo de bermas en la ladera con la finalidad de atenuar el riesgo proveniente del sobre empinamiento de la vertiente.
Estamos en presencia de una situación parecida a la ruta que vincula la ciudad de La Calera con el murallón del Dique San Roque.
La obra habilitada en el 2011 por el Gobernador Schiaretti el mismo que en la actualidad y en su campaña política, cuando se refiere a las críticas a esta ruta al igual que a la nueva terminal de ómnibus de la ciudad, habla de los “profetas de la inacción” y sigue sosteniendo lo que ochenta y cinco días de clausura al tránsito y los nuevos movimientos de tierra en el lugar, invalidan certificando el cúmulo de errores cometidos y la falta de criterio técnico para la materialización de la obra.
Tanto el gobierno provincial, la dirección provincial de Vialidad, la Secretaría de Ambiente y la propia empresa ejecutora no pueden argüir desconocimiento zonal y falta de antecedentes respecto de las características geológicas y geomorfológicas regionales, solo con apreciar los comportamientos del piedemonte serrano, con la coalescencia de los conos de derrubios, puede asegurarse la fuerte “remosión en masa”, en seco o en húmedo (descenso en manto), confirmado plenamente por los acontecimientos recientes.
Antecedentes de este tipo se han producido en la zona, recuérdese a Los Cocos y La Cumbre, para los últimos tiempos.
PROBLEMAS EN LA QUEBRADA DEL ARROYO VAQUERÍAS
El arroyo Vaquerías es un pequeño curso de aguas que desciende por la vertiente occidental de la Sierra Chica y como todos ellos se distingue por la escasa cantidad de líquido que circula por su cauce. Esto es consecuencia de la reducida cuenca de recepción; también lo caracteriza la carencia de un valle fluvial por lo que la corriente ocupa la totalidad del cauce.
El curso transita una estrecha garganta que rápidamente se profundiza, con paredes abruptas vegetadas con especies autóctonas raleadas por actividad antrópica y muchas otras silvestradas: siempreverdes, moras, aguaribay, paraísos, etc.
Un monumental acopio de rocas voladas, (escombrera), se ha emplazado en la parte más elevada de la quebrada, dentro del área de competencia de la corriente de agua, con riesgo extremo de descenso rápido tipo “alud de rocas”, por la garganta sepultando bajo un espeso manto de derrubios uno de los más bellos paisajes de la zona la “Cascada de los Helechos”.
La recomposición es imposible con el tipo de maquinaria empleada, acumular el barro en las estrechas orillas del arroyo es un despropósito porque él, tarde o temprano volverá al cauce; además, con las características de la quebrada la restauración o remediación del daño hay que hacerlo de modo muy distinto: obreros con palas, escobillones de calle y carretillas, palas buey tiradas por caballos; que limpien de arriba hacia aguas abajo. Previo a ello, deberá procurarse la estabilidad de la escombrera si ello es posible, o de lo contrario el traslado de la misma a un lugar donde sus materiales puedan inmovilizarse de manera permanente y segura.
Una mención especial merecen los pasafaunas no construídos por olvido involuntario o desprecio sistemático por el medio ambiente. Argumentar, ahora, que se efectuará un seguimiento para localizar lugares de paso y que ello se realizará contabilizando la fauna muerta sobre el camino, es lisa y llanamente un atentado contra el medio ambiente y las leyes provinciales y nacionales que en la materia lo protegen.
La masa de desaciertos expuestos por la obra es demostrativo de un enorme conjunto de falencias que van desde la falta de la evaluación de impacto ambiental hasta la disposición de escombreras en zonas críticas.
Realizar un emprendimiento a “gusto y piaccere” de caprichosas decisiones de algún “iluminado”, sin marcos de referencia técnica en cuanto a las características de la obra, geología y geomorfología del sitio sin resguardos de carácter ambiental, tienen las consecuencias lamentables que todos los vecinos presagiaban y que hoy se transparentan con las evidencias que nadie puede ocultar.
CONCLUSIONES
- No existen estudios de evaluación de impacto ambiental de la obra;
- Tampoco hay evaluación del daño en la zona de la Cascada de los Helechos,
- El monto fijado para la reparación del deterioro de la obra (entre veinte y treinta millones), no surge de ningún estudio serio; es una suposición que de ampliarse el sector comprometido, insumirá mucho más y lógicamente más tiempo.
- tampoco se dice hasta donde se va a llegar con las tareas de remediación, en la Cascada de los Helechos y en el predio perteneciente a la Universidad Nacional de Córdoba
- nada se dice de la necesidad de un futuro traslado de la escombrera instalada aguas arriba de la Cascada de los Helechos,
- no se mencionan sanciones por lucro cesante a favor de la Universidad Nacional de Córdoba, por la no utilización del Paseo a la Cascada de los Helechos, la utilización de la zona de camping y del diquecito por parte de los miembros de la comunidad universitaria,
- no hay información de cual será el tratamiento a dar a la yacencia de la vermiculita y si existe el propósito de extraerla totalmente,
- no hay mención alguna que asegure quien se hará cargo de la reposición de la fauna natural hasta que entren en funciones los pasafaunas que en su momento no se construyeron,
- culpo al gobierno provincial, a la empresa constructora de la obra y a Vialidad Provincial de los accidentes e interrupciones que pudieran producirse a posteriori, a consecuencia de avalanchas, derrumbes, desmoronamientos, deslizamientos y deslaves que terminen por obstruír el normal funcionamiento de la carretera.
Dr. Carlos A. Seara
Geólogo