A la Opinión Pública
Maliciosa-mente, en las provincias de Neuquén y Río Negro, el petróleo avanza mediante y a costas del agua que habremos de beber y fructificar. En apariencia, la situación parece irreversible.
En lo personal, ya no encuentro palabras para definir la aberración natural, y por ende social, que tal actitud de resignar agua por petróleo ha de significar para nuestra vida y la de nuestras próximas generaciones.
Hoy por hoy seremos la generación cómplice del ecocidio, y ya no encuentro palabras para convocar a la reflexión social que detenga tal despropósito.
El agua es de la vida; y para la vida; y no más…
Elvio Mendioroz - Carmen de Patagones - Cuenca Currú Leuvú