Carnalidad En La Biblia

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Práxedes Jamal

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Aug 3, 2024, 4:57:34 PM8/3/24
to mokevachen

Existe algo como un Cristiano carnal, creyentes que persisten en desobedecer a Dios? Algunos dicen que no. Mientras que conceden que los Cristianos pueden y pecan, ellos niegan que los verdaderos creyentes van a persistir en pecar hasta el final de sus vidas fsicas. Ellos creen que la obra de Dios de salvacin en una persona garantiza la perseverancia en buenas obras y obediencia (Vea Apuntes de Gracia no. 49). Otros que creen en la realidad de los Cristianos carnales son acusados de darle a los creyentes una falsa seguridad de la salvacin (aunque estos acusadores pudieran tambin dar una seguridad falsa si el desempeo de uno es la medida de la salvacin). Aquellos que creen en la realidad de los Cristianos carnales tambin son acusados de promover una licencia para pecar (aunque sus acusadores normalmente estn de acuerdo que esos no promueven pecar a propsito). La palabra 'carnal' (sarkikos, pertenecer al campo de la carne pecaminosa) se usa aqu para denotar un comportamiento pecaminoso persistente. Qu dicen entonces la Biblia acerca de la carnalidad y los Cristianos?

No hay dos creyentes que experimenten la madurez y la santidad Cristiana de la misma manera. Existen muchas cosas que pueden influenciar la experiencia Cristiana, como la edad en que fue salvo, la exposicin y receptividad de la verdad, experiencias pasadas, la personalidad, el sistema mundial, la carne, y el diablo. Vemos estas experiencias en las Escrituras.

En la Biblia y en la vida real no existe una experiencia Cristiana del tipo de uno-para-todos, sino una gama de crecimiento, madurez, y obediencia. Hasta abajo de esta lista se encuentran los que viven carnalmente.

En resumen, el hecho de que la Biblia tiene exhortaciones en contra de pecar, advertencias de las consecuencias del pecado, instrucciones para la disciplina de la iglesia, y amonestaciones para la confesin y restauracin sera sin importancia si la persistencia en el pecado no es posible y real para los Cristianos.

Un solo ejemplo de un creyente que muerte en condiciones de pecado prueba la realidad de los Cristianos carnales. Aun as la Biblia tiene muchos ejemples junto con enseanzas acerca de cmo Dios exhorta, advierte, y disciplina a aquellos que persisten en pecar. Negar la realidad de los Cristianos carnales ignora la abundante evidencia bblica en favor de una falsa construccin teolgica que ensea que la salvacin se obtiene y se prueba al someternos a la voluntad de Dios y que la fe es el regalo de Dios que finalmente no puede fallar. Este punto de vista no puede ofrecer una total seguridad de la salvacin porque depende del desempeo de uno mientras que dure la vida, y nadie puede predecir el futuro. Tampoco se especifica cunto tiempo puede pecar una persona antes de que sea llamada carnal. Nos preguntamos cmo tratan esas enseanzas con la realidad del pecado en nuestras propias vidas y cmo pueden finalmente juzgar la salvacin de otros. Slo Dios puede juzgar. La Biblia, nuestras observaciones de otros Cristianos, y nuestra auto-examinacin muestra la continua realidad de la lucha del Cristiano con el pecado. Con razn tenemos el consuelo de la abundante gracia de Dios en Ro 5:20: '... mas cuando el pecado abund, sobreabund la gracia'. Ninguna cantidad de pecado puede agotar la admirable gracia de Dios.

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En el presente trabajo se interpretan los sentidos teolgicos de los trminos bblicos "carne" y "carnalidad" mostrando su carcter ambivalente que surge de binomios cargados tanto de connotaciones negativas como positivas. Se tratar de mostrar que las primeras parten de una interpretacin parcial del pensamiento de San Pablo que, con la influencia del helenismo, tender a solidificarse en la cristiandad, mientras que las segundas implican que la carnalidad es nada menos que el modo en que Dios se ha revelado en la persona histrica de Jess –"el Verbo fue hecho carne"– e implica, tambin, la necesidad de reivindicar el cuerpo y la sexualidad, y considerar la carnalidad como presupuesto a la secularizacin, tal como fuera anticipada por la filosofa de Hegel y la teologa dialctica, en la cual Barth, Gogarten, Bultmann y Bonhoeffer fueron algunas de sus figuras ms notables.

This paper seeks to interpret the theological meaning of the biblical terms "flesh" and "carnality," showing their ambivalent nature which results from the fact that they are terms coupled with both negative and positive connotations. The author tries to show that the former come from a partial interpretation of Paul's thought which, under the later influence of Hellenism, was prone to be incorporated in Christian thought, while the latter imply that carnality is nothing less than God's method for revealing Himself in the historical person of Jesus, "the Word made flesh," and also implies a need for rehabilitating the body and human sexuality, and for considering carnality as a presupposition to secularization, as it was brought forward by Hegel's philosophy and dialectical theology, in which Barth, Gogarten Bultmann and Bonhoeffer were some of its most remarkable exponents.

sarx puede significar no solamente el cuerpo carnal concreto, sino tambin "carnalidad" como el ser humano terreno en su humanidad especfica, es decir, en sus debilidades y limitaciones, o lo que es lo mismo, en su oposicin a Dios y a su pneuma
Rudolf Bultmann

Cmo somos ek-klesia, "los que son llamados", sin considerarnos unos privilegiados en el plan religioso, sino ms bien cmo perteneciendo plenamente al mundo?
Dietrich Bonhoeffer

La antropologa bblica –que debe distinguirse de la teologa sistemtica, la cual recibe la influencia helnica– muestra con suficiente claridad que los trminos con que designa al ser humano son yuxtaposiciones que apuntan a una unidad. Como demuestra Hans Walter Wolff en su Antropologa del Antiguo Testamento al referirse a la terminologa antropolgica de la Biblia: al traducirse los sustantivos ms frecuentes casi siempre por: "corazn", "alma", "carne" y "espritu", se ha dado lugar a graves malentendidos. Estos arrancaron ya de los LXX y llevaron equivocadamente a una antropologa dicotmica o tricotmica, en la que el cuerpo, el alma y el espritu se oponen mutuamente.1

Podramos describir dicha situacin diciendo que sarx, en su sentido neutro, es el hombre que vive en el mundo, mientras que, en su sentido pecaminoso, es el hombre que vive para el mundo: al permitir que su ser-en-el-mundo (en s mismo, dado por Dios) gobierne toda su vida y su conducta, el hombre se convierte en "hombre del mundo.4

Los captulos 7 y 8 de la carta a los Romanos constituyen un continuum sobre el tema carne y espritu. Se ha discutido mucho si lo que expresa Pablo all refleja su propia experiencia personal, si ella es anterior a su conversin a Cristo o posterior a ella o, simplemente, estamos en presencia de una visin universal de la situacin del ser humano que, deseando agradar a Dios, se siente frustrado porque apela a sus propias fuerzas "carnales".8 En lo que fue su ltima obra, La vida del Espritu, Hannah Arendt estudia el texto paulino desde la perspectiva filosfica, encontrando que "Pablo describe una experiencia interior, la experiencia de quiero-y-no-puedo. Esta experiencia, seguida de la experiencia de la misericordia divina, es abrumadora".9 Vinculando a la "carne" con la voluntad, dice: "la voluntad crece consciente de s misma slo al vencer la resistencia, y en la argumentacin paulina la carne (as como en su posterior disfraz de inclinacin) se convierte en la metfora de una resistencia interna".10 Para Arendt, al referirse a la voluntad, san Pablo ha abierto una verdadera caja de Pandora con preguntas que no tienen respuesta ya que la explicacin del apstol es relativamente simple: "el conflicto se produce entre la carne y el espritu y el problema es que los hombres son a la vez carnales y espirituales".11

Pero aunque los captulos 7 y 8 de Romanos hay que considerarlos como una unidad, no es menos cierto que hay un planteamiento que podramos denominar "dialctico" toda vez que mientras en el captulo 7 expone la desesperada situacin del ser humano que no puede agradar a Dios basndose en sus propios recursos ("carnales") y el Espritu brilla por su ausencia, en el captulo 8 muestra la salida a ese drama mediante la vida kata pneuma. Las oposiciones son claras y surgen de dobles opuestos:

El vivir kata sarka no debe ser reducido meramente a los pecados de naturaleza sensual y sexual. Bultmann explica bien que la expresin apunta, ms bien, a la esfera de lo natural-terreno, de lo corruptible del kosmoz y el pecado consiste en la actitud de abandono que el ser humano hace del Creador afirmndose a s mismo en su autoconfianza. "Porque la esfera de la sarzno es en absoluto nicamente la de la vida de los instintos, de las pasiones sensuales, sino tambin la de los esfuerzos morales y religiosos del hombre".12 Esta perspectiva amplia de lo que la carne significa, negativamente, estara corroborada por lo que dice el propio Pablo cuando enumera las obras de la carne (erga tes sarkoz): "inmoralidad sexual, impureza y libertinaje; idolatra y brujera; odio, discordia, celos, arrebatos de ira, rivalidades, disensiones, sectarismos y envidia; borracheras, orgas y otras cosas parecidas" (G 5,19-21).13 Puede percibirse que, si bien la lista comienza con "inmoralidad sexual", luego se extiende a otras manifestaciones de "la carne" como son odio, discordia, celos y rivalidades, confirmando as que "la carne" no es una referencia exclusiva a lo que se da en llamar "bajos instintos" que evoca, inmediata y unvocamente, a lo sexual, sino que alude a toda prctica que de alguna manera deshumaniza a la persona.14

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