Fwd: [mesaK] [Mesa de Autoayuda K] Machete de invitación a la Cena de la MAK Merthiolate y Gasa
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Sergio Marino
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Nov 23, 2015, 11:03:47 AM11/23/15
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Uno de los comentaristas habituales del blog señala el game over del FPV.
Más allá del comprensible entusiasmo opositor, si algo demuestran los 30 últimos años de democracia es que la noción de game over son los padres. El peronismo estaba acabado en el 83 ("ahora sí lo podemos enterrar" me dijo la madre de una amiga, gorila confesa con exceso de optimismo) y volvió a estarlo en el 99; el radicalismo lo estuvo en el 2001, el kirchnerismo en el 2009 y tantas otras veces. La realidad parece ser más compleja.
Macri hizo una gran elección, luego de conservar por una pestaña su distrito histórico (donde acarició el famoso game over para muchos de sus opositores), obtuvo una inesperada victoria con una candidata que parecía soñada para el FPV (como decía socarronamente Lanata, "a Heidi se la van a devorar en el conurbano") aunque fue Aníbal quien terminó siendo su candidato demonizado ideal, y al final Macri se llevó el premio mayor.
Encontró el tono justo, fue obstinado en sus decisiones estratégicas pese a las críticas de sus socios (un gran ejemplo para quienes exigen líderes dialoguistas y elásticos) y zigzagueante en sus tácticas, cometió errores pero sobrevivió y tuvo apoyos muy poderosos que le facilitaron el camino. De la oposición frontal pasó al "cambio con continuidad". Los medios y la Justicia jugaron a su favor, lo que desnivela la cancha y agrega presión sobre el equipo rival aunque no garantiza el triunfo.
El FPV basó su estrategia en información que hoy entendemos errada. Ganaba tranquilo en la Provincia por lo que un stopper como Aníbal parecía una buena opción. En la Nación parecía más difícil y optó por alinear la tropa con una oferta pragmática. Se concentró en la gestión, en entregar un país en condiciones económicas aceptables en plena crisis regional, pero dejó de hacer política, en el sentido de ampliar la base, como sí lo logró Macri con radicales, indecisos, peronistas opositores e incluso progres. Scioli, por su lado, buscó consolidarse hacia adentro antes de buscar el voto indeciso. Pese a ser una Viuda del Chivo no creo que otro candidato hubiera hecho una mejor elección, pero Scioli no encontró (no encontramos) la mística, ese sueño nuevo que diferencia al candidato ganador del otro.
Quedan, por supuesto muchos errores oficialistas: Randazzo, la falta de apoyo a Scioli de muchos pesos pesados, los cortocircuitos internos y varios más. Históricamente nuestros grandes dramas no vinieron de gobiernos electos, o mejor dicho, de la política electoral, sino de las presiones de jugadores que actúan en política sin padecer los vaivenes electorales. Me refiero a los holdings más poderosos, a las asociaciones empresariales, a la Justicia o a los medios (estos últimos de manera más invisible y por eso más eficaz).
El sueño de un país "sin conflictos" es lo contrario del reformismo, que sabe que para avanzar inevitablemente los debe administrar, no eludir. No se podría haber eliminado las AFJP (lo que permitió el aumento de las jubilaciones y la AUH que hoy todos apoyan), por ejemplo, sin confrontar con los bancos.
Cual será la incidencia de aquel poder no electoral en el gobierno y la permeabilidad del Estado a sus demandas es lo que veremos en los próximos meses.
Como siempre después de una derrota, el peronismo entra en asamblea a los sillazos. Veremos en las próximas semanas y meses cómo evoluciona el FPV dentro de ese espacio derrotado pero con el poder necesario para asegurar la gobernabilidad (esa que pasó de ser un horror junto a la Escribanía a ser una virtud necesaria).
El FPV no gritó fraude ni deslegitimó al vencedor, como sí fue casi una costumbre entre sus opositores en cada nueva victoria K. Es un paso necesario para reconciliarse con el electorado al que deberá volver a seducir, además de consolidar el poder electoral del vencedor.
Vamos a ser opositores, algo extraño aún para quienes desde hace 8 años lo somos en la CABA o para quienes desde la MAK nacimos en plena adversidad de la 125. Pero así como reconocemos a nuestro nuevo presidente sin gritar fraude, no nos seducen las derrotas dignas, la oposición como vocación o la minoría intensa. Nos seduce la política. Como escribe el amigo Mendieta, "los balances se hacen de a poco. Lentamente, con el paso de los días,
con la atenta escucha de otros compañeros, con la lectura de los
analistas. Y con racionalidad." De todo eso proponemos hablar en la próxima Cena de la MAK Merthiolate y Gasa del miércoles 25 de noviembre. El lugar es el habitual, el ya legendario Salón Dorado Horacito Rodríguez Larreta del Círculo Salvavidas, ubicado en Cabello 3958, barrio carenciado de Palermo, a las 20:00. Con diálogo, consenso y sillazos, como nos pide la gente.
Foto: el General (en el centro, con mirada adusta) recibe al nuevo contingente de enfermeras de la MAK.