Festival Petronio Álvarez 2025: La Casa Grande del Pacífico en Cali
Cada mes de agosto, Cali se transforma en el crisol donde palpita el corazón del Pacífico colombiano. En 2025, el Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez—ya en su XXIX edición—se celebró entre el 13 y el 18 de agosto, bajo el cálido lema “La Casa Grande del Pacífico”.
Un homenaje que canta, huele y sabe a vida
Desde el inicio, el festival fue mucho más que un encuentro musical. Situado en la icónica Unidad Deportiva Alberto Galindo, se convirtió en un espacio de encuentro para la comunidad afrocolombiana, visitantes y curiosos por igual.
Este año, el festival rindió homenaje a los manglares, guardianes de un territorio ancestral y símbolo de vida. A través de cinco pabellones temáticos, quienes asistieron vivieron un viaje de sabores, saberes y sonidos que cuentan la historia de un pueblo vibrante.
La música fue la columna vertebral: con modalidades como marimba y cantos tradicionales, chirimía de flauta y clarinete, violines caucanos y agrupación libre, más de 52 agrupaciones participaron en el concurso, con récord de seis grupos de chirimía de flauta—el doble que en la edición anterior.

Sabores que llevan memoria
Una visita al Petronio no está completa sin probar su cocina. Desde papas rellenas y empanadas (entre $7.000 y $10.000 COP) hasta platos como sudados, ataollados y arroces (entre $25.000 y $80.000 COP), la oferta gastronómica es tan diversa como deliciosa.
Entre las bebidas, el champús, lulada, borojó y otras joyas líquidas del Pacífico rondaron precios entre $10.000 y $15.000 COP — pequeñas pociones que cuentan historias de tierra y agua.
Movilidad que acompaña el ritmo
Para que nadie se quedara fuera del Petronio, el sistema de transporte MIO desplegó rutas nocturnas especiales—cinco en total—y mantuvo abiertas 17 rutas regulares, facilitando el regreso seguro de los asistentes en la noche.
El cierre: un golpe de tambor para el recuerdo
El domingo 17 de agosto, la final del concurso se vivió con la intensidad que solo la música del Pacífico despierta. La emoción del público y el encuentro con los saberes ancestrales se fusionaron, mientras artistas batallaban por alzarse con el preciado “Bombo Golpeador”, símbolo de reconocimiento cultural.
Más que un festival: un abrazo cultural
El Petronio no es solo música: es una celebración que honra identidades invisibilizadas, cocina que viene de manos sabias y ritmos que trazan el arco de una memoria colectiva. El festival se vive como una plataforma para mostrar lo mejor del Pacífico!
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