
✨ ¿Sabías cuál es el verdadero origen del 31 de octubre? 🎃
Mucho antes de los disfraces y los dulces, esta fecha era el Samhain, una antigua celebración celta que marcaba el final de la cosecha y el inicio del invierno. Los pueblos creían que esa noche los espíritus cruzaban el velo entre el mundo de los vivos y los muertos, por eso encendían hogueras y usaban máscaras para protegerse. 🔥👻
Con la llegada del cristianismo, la Iglesia transformó esa tradición en la víspera del Día de Todos los Santos (All Hallows’ Eve), que con el tiempo se convirtió en Halloween.
Cuando los inmigrantes irlandeses llegaron a América, mezclaron sus costumbres con las locales y nació la versión moderna que hoy conocemos. 🎭🍬
En América Latina, el 31 de octubre tiene también un sentido propio: en Colombia es el Día de los Niños, y en otros países se conecta con las celebraciones del Día de los Muertos, donde se honra la vida y la memoria. 🌼🕯️

2021: se denunciaron irregularidades en la adjudicación de contratos, pagos atrasados y falta de mecanismos de defensa para los artistas vinculados a CORFECALI.
2022: numerosos músicos y bailarines locales aseguraron que, un año después de su participación, aún no habían recibido el pago prometido.
2023: se conocieron nuevos informes de presuntas anomalías en la contratación, con un posible detrimento patrimonial superior a los 2.000 millones de pesos, además de una marcada preferencia por artistas foráneos.
2024: varios artistas locales protestaron públicamente por los retrasos en los desembolsos y las condiciones desiguales. Algunos incluso aprovecharon el escenario para denunciar los incumplimientos ante el público.
Estos hechos, registrados por medios nacionales, exponen un sistema débil, burocrático y desigual, donde los artistas locales —precisamente quienes sostienen el alma de la Feria— terminan siendo los menos protegidos.
Una brecha entre el deber ser y el hacer cultural
La Ley 1493 no solo es un documento jurídico: es una promesa ética.
Reconoce al artista como trabajador cultural y busca que la gestión de los espectáculos sea un proceso digno y transparente. Pero en la Feria de Cali esa promesa parece haberse quedado en el papel.
El espectáculo público, que debería ser una celebración del talento y la creatividad, se ha convertido para muchos en una fuente de frustración y desgaste. Los problemas de pago, los intermediarios, la falta de contratos formales y la desigualdad en las tarifas son síntomas de una crisis más profunda: la desconexión entre la política cultural y la realidad del trabajo artístico.
Por una cultura que respete a quienes la crean
Cali necesita más que grandes escenarios y slogans festivos: necesita coherencia institucional.
Cumplir la Ley de Espectáculos Públicos no es un trámite administrativo, sino una forma de reconocer que la cultura no existe sin los artistas.
Mientras no se garantice su derecho a condiciones laborales dignas, la Feria de Cali seguirá siendo una vitrina brillante sostenida sobre el esfuerzo precario de quienes ponen la música, la danza y el corazón.
El arte no es un adorno de las fiestas públicas: es su razón de ser.
Fuentes:
Concejal de Cali denuncia irregularidades en la contratación de la Feria de Cali 2021 – El País
Artistas de la Feria de Cali 2022 denuncian que siguen sin recibir el pago – El País
La denuncia que pone en duda la contratación en la Feria de Cali – El Espectador
Artistas protestan por incumplimientos de pagos en Feria de Cali – El Tiempo
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