Feliz cumpleaños, Cali de mis querencias!!.
Ciudad que danza entre brisas de caña y cantos de tambor,
cuna de ritmos que recorren el alma como el río Pance acaricia la piedra.
Aquí nacen los pasos que el mundo aprende a bailar sin saber que vienen del barrio,
de una esquina con abuela, de un solar donde florece la palabra y la herencia.
Cali no envejece, se transforma.
Se viste de gala con el sombrero del campesino,
con el bordado del Pacífico,
con el aroma del pandebono recién horneado
y el acento que entre risas dice vení, te muestro mi ciudad.
En tus cerros guardianes, donde aún susurran los ancestros,
se alzan murales que hablan más que mil discursos,
y en tus galerías de San Antonio, la imaginación se sienta a conversar con la historia.
Cada rincón tuyo es un escenario:
la plazuela del arte, los callejones que narran revoluciones,
el parque de la música que todavía escucha los ensayos de la esperanza.
Cali, ciudad de puertas abiertas,
donde el turista no es visitante, sino invitado a la mesa,
a la salsa, al sancocho, al fogón compartido.
Tus festivales, tus museos, tus bailes, tus calles con nombre de flor o de poeta,
son un mapa vivo que late al ritmo de la diversidad.
Hoy celebramos tu fuego vital,
tu abrazo de ciudad mestiza, rebelde, creativa.
Feliz cumpleaños, Cali,
madre y musa, escenario y refugio.
Que siga el canto, que no falte el tambor.
Y que quien llegue a ti, no quiera irse jamás.
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