Gran Consternación en la Familia Masónica Hispana
y Judía, por el caso de la jueza Esther Salas
Los pasados 15 días , los masones del mundo hemos pasado por momentos muy dolorosos , por lo ocurrido a la familia de la Jueza Esther Salas hija de un connotado Francmasón y reconocido Líder Religioso , episodio donde su hijo Daniel Anderl de 20 años fue asesinado y el esposo resultó herido.
La Jueza Salas, destinada en Newark, es la primera mujer hispana que sirve como juez federal en Nueva Jersey y fue nominada por el expresidente Barack Obama y confirmada en 2011. Antes sirvió como magistrada federal en Nueva Jersey, tras varios años como abogada de oficio.
El Doctor Hugo López-Gatell Ramírez uno de los 3 mejores epidemiólogos del mundo , pero manipulado por AMLO
es un médico epidemiólogo, investigador, profesor y funcionario público mexicano. Desde el 1 de diciembre del 2018 es titular de la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud, en la Secretaría de Salud de México
Pero manipulado por AMLO
Cómo se maneja la Pandemia en México; explicación Gráfica
Las autoridades judiciales de los Estados Unidos sospechan de una Venganza Hacia la Jueza Salas , por un caso relacionado con el delincuente sexual condenado Jeffrey Epstein.
Cabe resaltar que la Familia de la Jueza Salas , se distingue por su gran filantropía y su profundo amor a la Humanidad, su apego a las Sagradas Escrituras; sin mencionar nombres se del caso donde el Francmasón Padre de la Jueza Salas , rescató a un hermano masón que por circunstancias de la vida , había quedado literalmente en la Calle, viviendo debajo de un puente y en silla de ruedas, fue y lo rescató , ahora ya camina y vive gracias al QH Salas, padre de la Jueza.
Alcoseri
Triangulación de hablar y gestos en el camerino
El Secreto Triangular Masónico, Parte #3
Al igual que el espacio de una logia masónica aparece en 3 apartados , el tiempo masónico también está sujeto al principio de triangulación. Sería tedioso y sobre todo ambicioso querer elaborar una lista exhaustiva de este tiempo triangular, tan rico que es. Sin embargo, unos pocos ejemplos significativos serán suficientes para explicar esto. Los masones, en primer lugar, trabajamos entre las horas simbólicas de "mediodía" y "medianoche" (períodos transitorios en sí mismos, ya que marcan la altura del día y la noche, y su inminente declive), a una edad no menos simbólica y transitoria de "tres años". Entre los festivales masónicos, mencionemos también las fiestas de invierno y verano, correspondientes a los dos equinoccios. Al igual que las horas del mediodía y la medianoche, los equinoccios traducen un punto de equilibrio precario y de transición, el apogeo de un estado y, en consecuencia, su próximo declive, de acuerdo con la ley de la dialéctica de los opuestos.
Otra expresión de esta triangulación, durante la apertura y el cierre de las obras, el Venerable Maestro, asistido por los Vigilantes Primero y Segundo, comienzan y luego cierran los trabajos. Al comienzo de los trabajos , cada uno de ellos ocupa uno de los 3 tronos , estas dignidades son los tres pilares llamados luces de la Logia. Los Masones al circunvalar el templo en el sentido de las agujas del reloj, viajando de un lugar de inicio a uno de destino y cada masón así se encuentra, al momento girando alrededor de Ara. Este movimiento circular en tres etapas alrededor de los tres pilares forma una rueda dinámica de espacio-tiempo, cercana a la idea de la esvástica india. Ciertos masones ven en este momento un ceremonial una representación de la creación del mundo, esta misma circunvalación la hace los musulmanes alrededor de la kava en la Meca. Todo, así, en un espacio-tiempo cero a partir del cual el espacio sagrado y el tiempo aparecen gradualmente. Esta interpretación parece ser corroborada por el encendido de las luces del Ara que provoca el paso de la oscuridad a la luz, como se hace en Génesis donde las palabras “Hágase le Luz” precede a la aparición de los diferentes elementos del mundo; pero también por el significado atribuido a los tres luces alrededor del Ara: la sabiduría "diseña", la fuerza "ejecuta" y la belleza "adorna". De hecho, es un acto primordial de creación, similar al del "Gran Arquitecto del Universo", y tiene lugar en tres fases, a saber, diseño, realización y luego contemplación estética del producto terminado.
En efecto, el templo masónico se considera una representación del Universo; el techo tachonado de estrellas sobre fondo azul es sostenido por doce columnas dispuestas a lo largo de las paredes rematadas por los respectivos signos zodiacales. Una plomada colgada del centro señala la estrella polar. Los textos masónicos explican que la longitud de la logia abarca todo el mundo “de oriente a occidente”; su anchura, “de mediodía a septentrión”; su altura, “de la tierra al cielo’; y su profundidad, “de la superficie al centro de la tierra”. El rito de encendido y apagado de las tres luces al comienzo y fin del trabajo representaba la creación y final del ciclo cósmico; comenzaba a “Mediodía en punto” cuando los rayos del Sol (símbolo de las influencias celestes) se encontraban en lo más alto y caían con más fuerza (en perfecta perpendicular) sobre la tierra, y concluían a “Medianoche en punto”, cuando la influencia del Sol declinaba en su punto más débil. Las dos columnas en la puerta del templo representaban el solsticio de invierno y de verano (san Juan Bautista y san Juan Evangelista). En medio del suelo se desplegaba el tapiz o cuadro del grado que, a su vez, representaba una imagen simbólica del cosmos. El templo había de orientarse según coordenadas solares; el venerable se sentaba en el este y los vigilantes en el sur y en el norte (en los antiguos ritos operativos los tres principales maestros se sentaban en occidente para observar la salida del sol). Los dibujos del sol y de la luna mostraban la pared oriental. Cada uno de los oficiales representaba un planeta; las deambulaciones se efectuaban en sentido solar. El proceso iniciático se asociaba al recorrido del sol por todas las casas zodiacales de manera que el iniciando-sol culminaba su evolución, es decir, su solarización, cuando completaba el recorrido de las puertas zodiacales, desde las tinieblas hasta la luz.
La omnipresencia de la figura deltaica, que sugiere, según algunos albañiles, un triángulo de tiempo, parece confirmar estos puntos de vista. Así, se percibe los puntos de esta figura geométrica como evocando el pasado, el presente y el futuro-El significado de esta tríada corresponde perfectamente a la filosofía masónica, anclada en la tradición y orientada hacia el futuro de un mundo mejor a través de un intento de mejora diaria. Los masones también se inspiraron a menudo, en sus reflexiones, en la 3 famosas preguntas eternas ¿De dónde venimos? , ¿Quién somos? , ¿Dónde vamos?, prueba de que el camino masónico cuestiona la identidad y el futuro del hombre a través de las tres temporalidades clásicas que reconocemos. Porque como cualquier tradición, la masonería opera a un nivel que es tanto diacrónico como sincrónico. Ansiosa por transmitir valores regulatorios, actúa en el eje vertical del pasado, donde la memoria vincula la cadena generacional a un tiempo original, pero también en el eje horizontal del espacio comunicacional que une a la vida . Podemos resumir este movimiento masónico de esta manera, que se alimenta en el presente de la sabiduría de los antiguos en un intento por construir una sociedad ideal.
El Secreto Triangular Masónico, y Los tres grados en la masonería
La Autentica Masonería en todo mundo se basa solamente en los tres grados: el primero, el del Aprendiz; el segundo, el del Compañero y, finalmente, el tercero, el de Maestro Masón, y no hay nada más allá. La práctica masónica francesa refleja la de Inglaterra, la de México y de todo el Mundo, pero presenta diferencias significativas a nivel grados filosóficos, a nivel conceptual, esotérico y espiritual. De esta forma, ciertos aspectos de las prácticas rituales masónicas inglesas no son particularmente claros para los masones mexicanos o franceses. El aclarar algunos puntos es pertinente de aquellos que están en vigor en ciertos Ritos. Pero , los tres grados deben ser idénticos en forma y fondo , para todos los ritos y para todas las naciones donde se practiquen estos. Entendamos que las verdades son comúnmente iguales para todas las filosofías, religiones , políticas y ciencias , y las mentiras siempre son comúnmente diferentes. Así en lo que podamos coincidir todos es en la Verdad , y la Mentira es diferente para todos.
Ver estos tres grados masónicos, como ceremonias separadas es una tentación casi inevitable. Sin embargo, son en realidad tres partes de un todo. En realidad, hay muchas coincidencias entre los tres grados y eso es lo que tenemos que examinar para entender lo que nos pueden enseñar. La primera recomendación que me hicieron en Logia fue , leer y releer la Liturgia de Aprendiz, profundizar en ella, hasta tal punto de hacerte un experto de todo el contexto que conlleva, y esa misma recomendación les hago a ustedes que me leen. Es bueno comparar liturgias del primer grado de otros países y liturgias de aprendiz del pasado, ya que hay diferencias que se han venido operando.
Sin duda que esta es la primera fase de la salida de la oscuridad para ir contra la luz. Es la caminata de la ignorancia hacia el conocimiento, el primer paso en el camino hacia el autoconocimiento. Una fórmula dice: "No hay oscuridad tan profunda que nos impida avanzar a la luz." Pasamos al siguiente punto, el segundo grado integra en más de una manera, toda la jornada de la vida. Así, el compañero masón es, por eso, a veces conocido en otras jurisdicciones masónicas fuera de México , bajo de el "viajero" o de "caminante" El hombre que viaja para adquirir conocimiento, a fin de progresar su aprendizaje hasta un nivel superior. En México, evidentemente, el masón del segundo grado es llamado, por lo tanto, de "Compañero", es decir, "Compañerismo", porque él viaja en compañía de sus hermanos. El tercer grado trata de la transición de la vida terrena hacia la vida Eterna, y en síntesis de este grado, el candidato es llamado Maestro Masón, ya que ahora se ha convertido en "maestro" de sí mismo.
Durante la ceremonia del tercer grado, se presenta un resumen de los grados anteriores. Esta parte del ritual es útil para comprender bien el progreso necesario entre los tres grados. Se indica que el primer grado es una "representación simbólica de la entrada de cualquier ser humano en su existencia mortal" y que le enseña "los principios activos de la beneficencia y la caridad". Entonces, se continúa: Prosiguiendo en su camino, siempre guiado en su progreso por los principios de la verdad y de la virtud moral, usted pasó al segundo grado, donde se le llevó a contemplar las facultades intelectuales ya acompañar en su desarrollo por las vías de la ciencia divina e incluso hasta el trono de Dios mismo.
Los secretos de la naturaleza y los principios de la verdad intelectual se revelaron a sus ojos. Y para el hombre cuya mente fue formada por la virtud y la ciencia, la naturaleza presenta otra gran y útil lección.
En el sublime grado de Maestro masón se explica que, por la contemplación, nos deberemos de preparar para las horas finales de nuestra existencia. Y cuando, a través de esa contemplación, la maestría nos debe guiar a través de los caminos sinuosos de esta vida mortal, y se nos enseña finalmente... cómo... morir, no sin antes haber aprendido a inmortalizar nuestras almas.
Para la recepción en el primer grado, entendemos debe ser igual para todo el Mundo - una venda que nos cubre los ojos, una parte de nuestras ropas retirada, la parte inferior de una pierna desnudada. A continuación, penetramos en el templo como unos pobres candidatos despojados de oro y de plata- esa pobreza nos es propia; nosotros mismos somos en miseria sumidos, pues así llegamos al mundo desnudos , con los ojos cerrados , y sin dinero, porque este viaje por este valle de lágrimas, es de las tinieblas a la luz es una jornada individual, y personal. Sin embargo, los hermanos reunidos en el templo nos acompañan en un espíritu de fraternidad, en primer lugar para garantizar que nada nos suceda de mal, sea en el plano físico o espiritual, son igual que nuestros padres cuando éramos unos bebes, que debían ser guiados y conducidos, prestados como ceras blandas a la buena o mala educación. Los masones que se iniciaron antes que nosotros , son ellos también los que están allí para garantizar que nuestra iniciación sea regular y correctamente ejecutada. Y, también están presentes para "revisar" la experiencia fundamental de sus propias iniciaciones y meditar sobre las lecciones que ellos mismos aprendieron.
Pero cuando adentramos el templo para nuestra ceremonia del segundo grado, el contraste es total. Es cierto que hemos sido preparados de un modo similar al del primer grado, pero ya no tenemos los ojos vendados. Así, aunque no había allí ninguna luz - fuera de lo que podemos encontrar en las profundidades de nosotros mismos - ahora resplandece; es la luz del día de que todo compañero puede necesitar para desplazarse por delante en su camino. La sensación general de este grado es una impresión de luz, de alegría y de paz. Considerando que en el primer grado, físicamente colocado en dificultades y mentalmente desorientado, tropezamos y tambaleamos; aquí estamos en la situación de viajar y apreciar plenamente la belleza y la alegría de la Naturaleza, una alegoría de nuestra propia naturaleza - esta verdadera naturaleza que estamos en vías de descubrir y de medir la precisión.
Entonces, cuando somos admitidos en el templo en el tercer grado, el contraste es aún más impresionante. Esta vez, todo está sumido en tinieblas. No sólo para nosotros, los candidatos, sino para todos los presentes. Los hermanos comparten con el candidato la privación de luz, de toda luz, con la excepción de un brillo muy débil en el Oriente. Para todos los hermanos, esa oscuridad casi total es un recordatorio sombrío de que la búsqueda de nuestro Ser, libre de cualquier preocupación o obsesión materialista por las pruebas enfrentadas en los dos primeros grados, es un asunto serio y que su objetivo es el que todos aspiramos al final: primero vislumbrar la idea de ser uno solo con la Eternidad, a continuación, totalmente la experiencia vivida... si tenemos la oportunidad de llegar hasta allí. Esta idea resuena una de las instrucciones del primer grado: Y como el fabricante levanta su columna por medio del nivel y de la plomada así debe conducirse el masón en relación al mundo. Él debe observar un equilibrio justo entre la avaricia y la despilfarro, mantener en equilibrio los platos de la Justicia en un equilibrio y contener sus pasiones y prejuicios dentro de los límites de una conducta justa; y en todas las ocupaciones, teniendo siempre en vista la Eternidad.
Pero la resonancia entre los grados no se restringe a sus respectivas ceremonias introductorias. Si vemos toda la Masonería como la alegoría de un viaje que va desde el nacimiento hasta la muerte y la perfección después de haber recorrido toda su existencia, entonces cada grado incorpora pequeños viajes como fases del "Gran Viaje". En el primer grado, comenzamos por dar la vuelta al templo para mostrar que merecemos tener acceso a los misterios de la Masonería, a continuación, un segundo viaje debe permitirnos demostrar lo que aprendemos. En el segundo grado, primero hacemos la prueba de que somos masones, enseguida mostramos que realizamos el trabajo necesario para nuestro avance y, finalmente, después del avance, un nuevo examen nos pone a prueba una vez más. El tercer grado es decididamente diferente. Hemos emprendido tres viajes. Las dos primeras están ligadas a los dos primeros grados. Una vez más, se nos pide que procedemos a ser un masón del primer grado y después del segundo grado. En cuanto al tercer viaje, ella debe mostrar que somos calificados para ser promovidos - exaltados - al tercer grado y, en particular, que estamos en posesión de la contraseñas secretas que nos permite hacerlo. Sin embargo, lo que falta aquí es el último viaje, aquel en el transcurso de la cual somos examinados para demostrar somos competentes y demostrar nuestro conocimiento. Sin embargo, los secretos expresados por los Vigilantes durante la ceremonia de clausura de los trabajos del tercer grado sabemos bien son sólo secretos substitutos. El verdadero secreto, es el que está en nuestros propias almas inmortales, es tan íntimo este secreto masónico que es incomunicable a un tercero, y así es como debe ser, porque ese secreto se refiere a la misma inmortalidad; y eso no puede y no debe ser descubierto sino por nosotros mismos.
El medio y el cómo de progresar en cada grado hacia esa Gran Luz en el Oriente es demasiado interesante. En el primer grado, estamos sumidos en la oscuridad completa , exactamente igual que nosotros en el vientre de nuestras madres, de modo que los pasos que damos son necesariamente vacilantes y que sólo vamos a conseguir darlos con la ayuda del Masón experto ( en México ,correspondiente al Diacono en otros lugares ), que permanece a nuestro lado. A medida que avanzamos, ganamos más confianza, de modo que cada paso es un poco más seguro que el anterior. Tenga en cuenta que todos los pasos del primer grado están en línea recta y en el mismo plano.
Por el contrario, en el segundo grado, no sólo nos desviamos de la línea recta, sino que empezamos a subir, lo que es una alegoría obvia de la ascensión que debe llevarnos del campo de las aspiraciones materiales a la unión esperada en la Cámara del Medio. Estos pasos son seguros y determinados y reflejan la nueva confianza que el segundo grado permite.
En el tercer grado, las dificultades son mucho más grandes que las que encontramos en el primero. Es verdad que esta vez podemos ver el camino que debemos tomar. Pero esta vía está bloqueada por un obstáculo. Y este obstáculo sobre el que debemos pasar, es un ataúd, la propia negación de la vida. Es, en suma, por esos pasos que enterramos alegóricamente nuestro Ser materialista a fin de acercarnos a la perfección espiritual.
Las herramientas de los tres grados proporcionan otra percepción significativa de la correlación del conjunto del recorrido masónico. Estas herramientas son: en el primer grado, la regla de 24 pulgadas, el cincel y el mazo; en el segundo grado, la escuadra , col compas , el nivel y la plomada (en otros lugares del mundo hispano seguro tendrán estas herramientas otros nombres pero en México así les nombramos); y en el tercer grado es el cordel del albañil, el lápiz para trazar planos y sobre todo la cuchara de albañil. Se dice que las únicas herramientas de la verdadera construcción son las del segundo grado. Las del primer grado son herramientas de preparación - con la ayuda del mazo, del cincel y la regla, preparamos y tallamos la buena dimensión y embellecemos las diferentes piedras. En cuanto a las herramientas del tercer grado, ellas son instrumentos de creatividad que permiten trazar el plano del suelo correctamente estudiado para determinar las proporciones y proyectar el edificio, y al final para rematar estaría la cuchara de albañil para dar los últimos toques antes de transferir todo eso a la conclusión de la Obra.
Pero, de hecho, son las herramientas del segundo grado que son las más reveladoras. Ya tenemos a nuestra disposición las piedras, debidamente preparadas y listas para ser colocadas en el lugar para formar el edificio. Ya tenemos los planes y el propio terreno ha sido preparado para permitirnos comenzar. A través de la escuadra, del nivel y de la plomada - las herramientas del segundo grado, que seremos capaces de colocar las piedras. Entonces, esos son los instrumentos de control de calidad que aseguran que la base está en el nivel, que las piedras están perfectamente formadas, como nos prueba la escuadra, se van a montar perfectamente y que ellas se ajustan verticalmente como demuestra la plomada.
En el primer grado, una de las primeras cosas que notamos después de encontrar la luz material, es el pavimento o mosaico aderezado sobre el que nos colocamos. El negro y el blanco nos recuerdan conscientemente los contrastes de la alegría y de la tristeza, de la luz y de la oscuridad, de la fortuna y del infortunio, e incluso de la vida y de la muerte. Así, aunque la luz física sea restaurada, podemos continuar encontrando la prosperidad y la adversidad en el curso de nuestras existencias. Por lo tanto, en el segundo grado, aunque el compañero camina en un nuevo ambiente de alegría y fecundidad, es constantemente recordado que la oscuridad es una oposición y un peligro omnipresentes. En cierto sentido, pueden aparecer en esta fase como un aviso, ya que cuando alcanza el tercer grado, encontrará una oscuridad mucho más sombría que cualquier cosa que haya experimentado en el primer grado. Se tiene la esperanza de que los "alimentos" del segundo grado - el trigo, el vino y el aceite - sean suficientes para sostener en la última y suprema prueba.
Ya en el grado sublime de Maestro Masón, reflexionamos , sobre el Libro de la Ley, la Santa Biblia , y sobre la pasión y muerte de Hiram Abiff, nos sumimos , nos profundizamos como un buzo a las profundidades del océano insondable de nuestra propia interioridad.
A pesar de que el conjunto de la masonería se presenta como una serie de 3 viajes, hay diferencias significativas en relación al destino de cada una de ellas. El primer grado nos lleva, por los pasos dados de nivel, en el mismo plano horizontal, hasta este lugar donde, por la gracia del voto de fidelidad, podremos recibir la luz, tanto física y simbólica y espiritual. Pero, por ahora, no vamos más lejos. En el segundo grado, nuestros pasos no son más en horizontal: habiendo pasado el altar, el punto en que llegamos a la luz, tenemos el derecho, como muestra nuestro uso de la palabra de pase, de alzarnos a otro nivel de consciencia , donde vamos a conseguir el permiso para entrar en la Cámara del Medio, para allí pagar nuestras deudas, y para mostrar que merecemos "recibir nuestro salario"; un salario simbolizando un valor espiritual.
“El hombre es un ser que puede hacer y hacer significa actuar conscientemente por propia iniciativa”. Gurdjieff
En el tercer grado, permanecemos en ese nivel superior de consciencia objetiva, pero atravesamos el velo que nos separa de la esperanza de la vida eterna, para entrar en el Sanctum Sanctorum de la Francmasonería oficial y regular, el Santo de los Santos. Es por esta razón que hablamos del tercer grado como el grado más "Sublime" el grado Máximo de la Francmasonería de todos los tiempos , presentes , pasados y futuros , pero que lamentablemente muy pocos masones logran concretarlo , tal vez en sus hogares tengan la acreditación colgada en la pared de que obtuvieron el sublime grado de maestro masón ,pero nos preguntamos si lo lograron concretar, ya que es allí justo en donde llegamos a estar delante del Gran Arquitecto del Universo, cara a cara, y que aprendemos a conocer y apropiarse de la chispa divina dentro de nosotros, que puede ser justamente considerada como el auge de nuestro viaje y el objeto de nuestra verdadera aspiración como masones. Todos los demás grados supra masónicos del 4º al 33º palidecen ante el tan sublime grado de Maestro masón.
El viaje a través de los tres grados es, por lo tanto, al mismo tiempo complejo y completo. Este viaje que nos hace tomar un camino en ciertos momentos inesperados, pero también gratificantes, puede ser realmente visto como una búsqueda por la vida real .
Alcoseri
El Secreto Triangular Masónico, Parte #4
El Templo Masónico como reflejo del Universo
La Masonería como tal ha considerado que la imitación de los modelos universales más ejemplares resultan ser el mejor medio para dotar de un sentido trascendente la actividad masónica, y el 3 aparece así por toda la Naturaleza y el Cosmos . De esta manera, toda conducta de un masón debe encontrar este modelo ejemplar en la Tirada así previamente establecido por la Divinidad o por seres sobrenaturales (dioses, ángeles, santos, héroes). Cualquier acto masónico, desde la iniciación masónica, un rito masónico solsticial, las tenidas ordinarias, hasta la delimitación de una Logia simbólica, el trazado de una idea, la edificación de un templo masónico, etc., todo ello se basaba en un ritual que, en última instancia, reproduzca o se inspire en el rito masón más perfectamente llevado posible; el que empleó Dios El Gran Arquitecto del Universo para crear el mundo; que es el rito cosmogónico en una triada.
Parece útil recordar que el término sagrado, derivado del latín sacer, evoca lo que está separado- Existen varias filosofías esotéricas que sostienen que el número 3 es un numero sagrado por excelencia y que está relacionado con lo divino y que puede explicar los misterios del universo. Desde Pitágoras a Nikola Tesla, desde las religiones hasta Isacc Newton con su alquimia, creían que era un numero sobrenatural
En el siglo VI a.C., el matemático y filósofo griego Pitágoras introdujo su famoso teorema A² + B²= C². La fórmula de Pitágoras explica la relación matemática entre los tres lados de los triángulos rectángulos, y los investigadores de todo el mundo creen que se basó originalmente en el diseño de las pirámides egipcias. Según la investigación, Pitágoras estudió con los “grandes maestros de Egipto” y fue él quien trajo el conocimiento y la sabiduría de Egipto a Grecia, dando nacimiento a la filosofía griega, de acuerdo a la investigación de los códigos sagrados .
Ahora, agreguemos que el tiempo del ritual está marcado por tres golpes de mallete, repetidos tres veces, por la tríada Venerable - Primer Vigilante – Segundo Vigilante, al principio y al final de la sesión masónica o Tenida. Este ritmo ternario abre y cierra el acceso al tiempo sagrado, así como los pasos de entrada en el piso ajedrezado de la Logia, luego la salida fuera del templo, equivalente a un ida y vuelta entre el espacio sagrado dentro de las paredes y el espacio profano o secular al que se regresan los masones al final de la ceremonia ritual. Cuando comienzan los augustos trabajos de Logia, ¿el Venerable Maestro declara Silencio Hermanos que "ya no estamos en el mundo profano"? La figura del Venerable es similar a la de un director de orquesta ,que, con sus golpes de mallete , introduce interrupciones rítmicas en el tiempo, pero también en el espacio comunicacional de la ceremonia. (silencio / posibilidad de hablar, inmovilidad / gesticulación, posición de pie / sentado), dando el tempo de un puntaje conocido. También crea una "sincronía interactiva", para usar una expresión de que , cada uno de los cuales actúa al mismo tiempo que sus cofrades masones y de una manera idéntica a ellos. Y si, para los teóricos modernos de la comunicación , toda declaración debe verse como un sistema, en el que los múltiples elementos interactúan entre sí, el ritual masónico tiene esta característica rara de que es un sistema intencional y pre-regulado, que busca maximizar este carácter sistémico y racional . Lo mismo ocurre con la " triple batería del Grado " y la "aclamación", al anuncio de que todos los masones aplauden rápidamente sus manos tres veces, y repiten estos gestos tres veces, gritando fuertemente "Viva la Libertad", "Viva la Igualdad". "," Y siempre Viva la Fraternidad ".
Como usted verá los masones damos extrema importancia al número 3. Para Pitágoras y sus seguidores, el triángulo representaba el numero 3 y la ascensión, que era la clave para resolver muchos misterios ocultos, y afirmaba que su conocimiento provenía directamente de los “dioses”. Sus conocimientos fueron los primeros en relacionarse con lo sagrado y lo divino.
Las grandes pirámides de Teotihuacán que representan a una de las primeras civilizaciones en Mesoamérica, ha utilizado geometría, matemáticas y arquitectura y las ha combinada a la perfección. El triángulo es una de esas formas arquetípicas básicas que tal vez está conectada con la conciencia humana.
El secreto de la esfinge se relaciona directamente con el hombre, partiendo de que una parte es humana, otra animal y la otra angelical.
Cuando un hombre nace, tres seres separados nacen con él, las que continúan formándose hasta su muerte. Estos seres no tienen nada en común una con otra: ellas son nuestro cuerpo animal, nuestra esencia angelical y nuestra personalidad humana. Su formación no depende de nosotros en manera alguna. Su desarrollo futuro, el desarrollo de cada una separadamente, depende de los datos que un hombre posee y de los datos que lo rodean, tales como el medio "ambiente, las circunstancias, las condiciones geográficas, etc. Para el cuerpo animal estos datos son herencia, condiciones geográficas, alimento y movimiento. Estos no afectan la personalidad humana.
En el curso de la vida de un hombre, la personalidad humana se forma exclusivamente a través de lo que el hombre oye y a través de la lectura. La esencia angelical es puramente emotiva. Se compone de lo que es recibido antes de nacer, y mucho antes de la formación de la personalidad humana , y más tarde sólo de aquellas sensaciones y sentimientos entre los cuales vive el hombre. Lo que ocurre después, sólo depende de la transición. De este modo, el cuerpo empieza a desarrollarse en cada hombre subjetivamente. El desarrollo de las tres seres comienzan desde los primeros días de la vida de un hombre. Las tres se desarrollan independientemente la una de la otra. Y así puede suceder, por ejemplo, que el cuerpo empiece su vida en condiciones favorables, en país libre saludable y como resultado sea valiente; pero esto no significa necesariamente que la esencia angelical del hombre sea de carácter similar.
En las mismas condiciones, la esencia angelical puede ser débil y cobarde. Un hombre puede tener un cuerpo valiente como un león, contrastando con una esencia cobarde. La esencia no tiene necesariamente un desarrollo paralelo al desarrollo del cuerpo animal . Un hombre puede ser muy fuerte y sano y sin embargo ser tan tímido como un conejo.
El centro magnetico del cuerpo, su alma, es el centro motor. El centro de gravedad de la esencia es el centro emocional y el centro de gravedad de la personalidad es el centro intelectual. El alma de la esencia es el centro emocional. Tal como un hombre puede tener un cuerpo sano y una esencia cobarde, así también la personalidad puede ser audaz y la esencia tímida. Consideremos por ejemplo un hombre con sentido común: él ha estudiado, sabe que pueden aparecer alucinaciones y sabe que ellas pueden no ser reales. De modo que en su personalidad no las teme, pero su esencia tiene miedo.
Si su esencia ve un fenómeno de esta clase, no puede evitar el tener miedo. El desarrollo de un centro no depende del desarrollo de otro, y un centro no puede transferir sus resultados a otro. Es imposible decir positivamente que un hombre es así o asá. Uno de sus centros puede ser valiente, otro cobarde; uno bueno, otro malvado; uno puede ser sensible y otro muy burdo; uno siempre está listo para dar, otro es lento o casi incapaz de dar. Por lo tanto es imposible decir: bueno, valiente, fuerte o malvado. Como ya lo hemos dicho, cada una de las tres máquinas representa a la cadena entera, a todo el sistema en su relación con una, con otra, o con la tercera. En sí misma cada máquina es muy complicada, pero es puesta en movimiento muy simplemente.
Cuanto más complicadas las partes de la máquina, menos palancas hay. Cada máquina humana es compleja, sin embargo el número de palancas puede diferir en cada una por separado: en una más palancas, en otra menos. En el curso de la vida, una máquina puede formar muchas palancas para ser puesta en movimiento, mientras que otra puede ser puesta en movimiento con un pequeño número de palancas.
El tiempo para la formación de las palancas es limitado. A su vez, este tiempo también depende de la herencia y de las condiciones geográficas. En promedio, las nuevas palancas se forman hasta los siete u ocho años de edad; más tarde, hasta los catorce o quince años, pueden ser alteradas; pero, después de los dieciséis o diecisiete años, las palancas no se forman ni se alteran. Por lo tanto, más tarde en la vida, sólo actúan aquellas palancas que ya han sido formadas. Es así como son las cosas en la vida ordinaria normal, por mucho que haga un hombre por cambiarlo. Esto es cierto incluso con respecto a la capacidad de un hombre de aprender.
Se pueden aprender cosas nuevas hasta los diecisiete años; lo que se aprende más tarde es sólo aprender entre comillas, es sólo un nuevo ordenamiento de lo viejo. Al principio esto puede parecer difícil de comprender. Cada individuo con sus palancas depende de su herencia y del lugar, el círculo social y las circunstancias en las cuales nació y creció. El modo de operar de. los tres centros o almas es similar. Su construcción es diferente, pero su manifestación es la misma. Los primeros movimientos se graban. Las grabaciones de los movimientos del cuerpo son puramente subjetivas. Esta grabación es como la de un disco: primero, hasta los tres meses, es muy sensitiva; después de los cuatro meses se vuelve menos sensitiva; después de un año, todavía más débil. Al principio se puede oír hasta la respiración; una semana después no se puede oír nada de un volumen inferior al de una conversación en voz baja. Pasa lo mismo con el cerebro humano: al principio es muy receptivo y registra cada nuevo movimiento.
Como resultado final un hombre puede tener muchas posturas, otro sólo unas pocas. Por ejemplo, un hombre puede haber adquirido cincuenta y cinco posturas mientras duró la posibilidad de grabarlas, y otro hombre, viviendo en las mismas condiciones, puede haber obtenido doscientas cincuenta. Esas palancas, estas posturas, se forman en cada centro de acuerdo con las mismas leyes y quedan allí por el resto de la vida de un hombre. La diferencia entre estas posturas consiste solamente en la manera en la que fueron grabadas. Tomen, por ejemplo, las posturas del centro motor. Hasta cierto momento se forman posturas en cada hombre. Después dejan de formarse, pero aquellas que se han formado quedan hasta la muerte.
Su número es limitado, por lo cual no importa lo que haga un hombre, utilizará estas mismas posturas. Si desea desempeñar uno u otro papel, utilizará una combinación de posturas que ya tiene, porque nunca tendrá otras. En la vida común y corriente no puede haber nuevas posturas. Aun en el caso de que un hombre quiera ser actor, su situación será la misma a este respecto. La diferencia entre el sueño y el estar despierto del cuerpo consiste en que cuando un shock viene desde afuera durante el sueño, no excita ni produce asociaciones en el cerebro correspondiente. Supongamos que un hombre está cansado. Se le da el primer shock.
Alguna palanca comienza a moverse mecánicamente. De manera igualmente mecánica toca otra palanca y la hace moverse, esa palanca toca una tercera, la tercera una cuarta y así sucesivamente. Esto es lo que llamamos asociaciones del cuerpo. Las otras máquinas también tienen posturas y son puestas en movimiento de la misma manera. Además de las máquinas centrales que trabajan independientemente — cuerpo, personalidad y esencia— también tenemos manifestaciones sin alma, que .tienen lugar fuera de los centros. Para comprender esto, es muy importante notar que dividimos las posturas del cuerpo y del sentimiento en dos clases: 1) las manifestaciones directas de cualquier centro y 2) las manifestaciones puramente mecánicas que surgen fuera de los centros. Por ejemplo, el movimiento de levantar mi brazo es iniciado por el centro. Pero en otro hombre puede ser iniciado fuera del centro. Supongamos que un proceso similar está teniendo lugar en el centro emocional, tal como alegría, pena, frustración o celos.
En un momento dado, una postura fuerte pudo haber coincidido con una de estas posturas emocionales y así las dos posturas han dado origen a una nueva postura mecánica. Esto acontece mecánicamente, independientemente de los centros. Cuando hablé de máquinas, llamé trabajo normal a la manifestación de un hombre, la cual implica los tres centros tomados en conjunto. Esta es su manifestación. Pero debido a la vida anormal, algunas personas tienen otras palancas, que se forman fuera de los centros y que provocan movimiento independientemente del alma. Puede ser en la carne, en los músculos, en cualquier parte. Los movimientos, las manifestaciones y las percepciones de cada centro son manifestaciones de los centros, pero no del hombre, si tomamos en cuenta que el hombre está constituido por tres centros. La capacidad de sentir alegría, pena, frío, calor, hambre y cansancio está en cada centro.
Estas posturas existen en cada centro y pueden ser pequeñas o grandes y tener diferentes calidades. Hablaremos más tarde de cómo sucede esto en cada centro por separado y de cómo saber a qué centro pertenecen. Por el momento deben recordar y darse cuenta de una cosa: deben aprender a distinguir entre las manifestaciones del hombre y las manifestaciones de los centros. Cuando la gente habla de un hombre, dice que es malo, listo, tonto; él es todo esto. Pero no puede decir que éste es Juan o Simón. Estamos acostumbrados a decir "él". Pero debemos acostumbrarnos a decir "él" en el sentido de él como cuerpo, él como esencia, él como personalidad.
Supongamos que en un caso dado representamos a la esencia como 3 unidades. El 3 representa el número de posturas. En el caso del cuerpo de este hombre, el número es 4. La cabeza está representada por 6. Así cuando hablamos de 6, no nos referimos a la totalidad del hombre. Tenemos que evaluarlo por 13, porque 13 es sus manifestaciones, su percepción. Cuando es la cabeza sola, sería 6. Lo importante es evaluarlo no sólo por 6, sino por 13. El total es lo que lo define. Un hombre debería ser capaz de dar un total de 30, por todo tomado en conjunto. Esta cifra puede obtenerse solamente si cada centro puede dar un determinado número correspondiente, por ejemplo 12 + 10 + 8. Supongamos que esta cifra 30 representa la manifestación de un hombre, un dueño de casa. Si encontramos que un centro tiene que dar necesariamente 12, debe contener ciertas posturas correspondientes, las que producirían 12. Si falta' una unidad y éste da solamente 11, no se pueden obtener 30. Si hay un total de sólo 29, no es un hombre, si llamamos un hombre a aquél cuya suma total es 30. Cuando hablamos acerca de los centros y de un desarrollo armonioso de ellos, queríamos decir que para llegar a ser tal hombre, para ser capaz de producir aquello de lo que estábamos hablando, es necesario lo siguiente: al principio hemos dicho que nuestros centros se han formado independientemente uno del otro, y que no tienen nada en común; sin embargo, debería existir una correlación entre ellos, porque la suma total de manifestaciones sólo se puede obtener de los tres juntos, no de uno solo. Si es correcto que 30 es una verdadera manifestación del hombre y este 30 es producido por tres centros en una correlación correspondiente, es imperativo entonces que los centros estén en esta correlación. Esto debería ser así, sin embargo en realidad no lo es. Cada uno de los centros se encuentra aislado (hablo de las personas presentes) y no tienen entre ellos una relación apropiada y por lo tanto son discordantes. Por ejemplo, una persona tiene una gran cantidad de posturas en un centro; otra, en otro centro. Si tomamos cada tipo separadamente, la suma total de cada uno será diferente. Si de acuerdo al principio deberían existir 12, 10 y 8, pero solamente están presentes 10 y 8 y en lugar de 12 hay O, el resultado es, 18 y no 30. Tomemos alguna, substancia, por ejemplo, pan. Requiere una proporción definida de harina, agua y fuego. Es pan solamente cuando los ingredientes están en la proporción correcta; en la misma forma, en el caso del hombre, para obtener la cifra 30, cada fuente debe aportar una calidad y cantidad correspondiente. Si J. tiene mucha harina, es decir posturas físicas, pero no tiene agua ni fuego, es solamente harina y no un individuo, no es pan. Ella (O.) produce agua (sentimiento), tiene muchas posturas; pero no hay pan que se obtenga solamente de agua; nuevamente esto no vale nada: el mar está lleno de agua. L. tiene mucho fuego, pero no tiene harina ni agua; de nuevo esto no vale nada. Si se pudiera juntarlos, el resultado sería 30; un individuo. Como son, son solamente pedazos de carne, pero los tres juntos darían 30 como manifestación. ¿Podría ella decir "yo"? Es "nosotros", no "yo".
Ella produce agua, sin embargo dice "yo". Cada una de estas tres máquinas es como sí fuera un hombre. Y los tres encajan uno en el otro. El hombre está constituido por tres hombres; cada uno tiene un carácter diferente, una naturaleza diferente, y sufre de falta de correspondencia con los demás. Nuestra meta debe ser organizarlos, para hacerlos corresponder entre sí. Pero antes de empezar a organizarlos y antes de pensar en una manifestación que valga 30, hagamos una pausa para ver conscientemente que estas tres máquinas nuestras están realmente en desacuerdo una con la otra. No se conocen. No solamente no se escuchan una a otra sino que si una de ellas le ruega intensamente a la otra hacer algo y sabe cómo debería hacerse, ésta sin embargo o no puede o no quiere hacerlo. Como ya es tarde, tenemos que dejar el resto para otra ocasión. ¡Para ese entonces quizás ustedes hayan aprendido a hacer!
Alcoseri Gran Consternación en la Familia Masónica
Hispana
y Judía, por el caso de la jueza Esther Salas
Los pasados
15 días , los masones del mundo hemos pasado por momentos muy dolorosos , por
lo ocurrido a la familia de la Jueza Esther Salas hija de un connotado
Francmasón y reconocido Líder Religioso
, episodio donde su hijo Daniel Anderl de 20 años fue asesinado y el esposo resultó herido.
La Jueza Salas, destinada en Newark, es la primera mujer
hispana que sirve como juez federal en Nueva Jersey y fue nominada por el
expresidente Barack Obama y confirmada en 2011. Antes sirvió como magistrada
federal en Nueva Jersey, tras varios años como abogada de oficio.
El Doctor Hugo
López-Gatell Ramírez uno de los 3 mejores epidemiólogos del mundo , pero
manipulado por AMLO
es un médico
epidemiólogo, investigador, profesor y funcionario público mexicano. Desde el 1
de diciembre del 2018 es titular de la Subsecretaría de Prevención y Promoción
de la Salud, en la Secretaría de Salud de México
Pero
manipulado por AMLO
Cómo se
maneja la Pandemia en México; explicación Gráfica
Las
autoridades judiciales de los Estados
Unidos sospechan de una Venganza Hacia la Jueza Salas , por un caso relacionado
con el delincuente sexual condenado Jeffrey Epstein.
Cabe
resaltar que la Familia de la Jueza Salas , se distingue por su gran
filantropía y su profundo amor a la Humanidad, su apego a las Sagradas
Escrituras; sin mencionar nombres se del caso donde el Francmasón Padre de la
Jueza Salas , rescató a un hermano masón que por circunstancias de la vida ,
había quedado literalmente en la Calle, viviendo debajo de un puente y en silla
de ruedas, fue y lo rescató , ahora ya camina y vive gracias al QH Salas, padre
de la Jueza.
Alcoseri
Triangulación
de hablar y gestos en el camerino
El Secreto
Triangular Masónico, Parte #3
Al igual que
el espacio de una logia masónica aparece en 3 apartados , el tiempo masónico
también está sujeto al principio de triangulación. Sería tedioso y sobre todo
ambicioso querer elaborar una lista exhaustiva de este tiempo triangular, tan
rico que es. Sin embargo, unos pocos ejemplos significativos serán suficientes
para explicar esto. Los masones, en primer lugar, trabajamos entre las horas
simbólicas de "mediodía" y "medianoche" (períodos
transitorios en sí mismos, ya que marcan la altura del día y la noche, y su
inminente declive), a una edad no menos simbólica y transitoria de "tres
años". Entre los festivales masónicos, mencionemos también las fiestas de
invierno y verano, correspondientes a los dos equinoccios. Al igual que las
horas del mediodía y la medianoche, los equinoccios traducen un punto de
equilibrio precario y de transición, el apogeo de un estado y, en consecuencia,
su próximo declive, de acuerdo con la ley de la dialéctica de los opuestos.
Otra
expresión de esta triangulación, durante la apertura y el cierre de las obras,
el Venerable Maestro, asistido por los Vigilantes Primero y Segundo, comienzan
y luego cierran los trabajos. Al comienzo de los trabajos , cada uno de ellos
ocupa uno de los 3 tronos , estas dignidades son los tres pilares llamados
luces de la Logia. Los Masones al circunvalar el templo en el sentido de las agujas del reloj, viajando
de un lugar de inicio a uno de destino y
cada masón así se encuentra, al momento girando alrededor de Ara. Este
movimiento circular en tres etapas alrededor de los tres pilares forma una
rueda dinámica de espacio-tiempo, cercana a la idea de la esvástica india. Ciertos masones ven en este momento un ceremonial una
representación de la creación del mundo, esta misma circunvalación la hace los
musulmanes alrededor de la kava en la Meca. Todo, así, en un espacio-tiempo
cero a partir del cual el espacio sagrado y el tiempo aparecen gradualmente.
Esta interpretación parece ser corroborada por el encendido de las luces del
Ara que provoca el paso de la oscuridad a la luz, como se hace en Génesis donde
las palabras “Hágase le Luz” precede a la aparición de los diferentes elementos
del mundo; pero también por el significado atribuido a los tres luces alrededor
del Ara: la sabiduría "diseña", la fuerza "ejecuta" y la
belleza "adorna". De hecho, es un acto primordial de creación,
similar al del "Gran Arquitecto del Universo", y tiene lugar en tres
fases, a saber, diseño, realización y luego contemplación estética del producto
terminado.
En efecto, el
templo masónico se considera una representación del Universo; el techo
tachonado de estrellas sobre fondo azul es sostenido por doce columnas
dispuestas a lo largo de las paredes rematadas por los respectivos signos
zodiacales. Una plomada colgada del centro señala la estrella polar. Los textos
masónicos explican que la longitud de la logia abarca todo el mundo “de oriente
a occidente”; su anchura, “de mediodía a septentrión”; su altura, “de la tierra
al cielo’; y su profundidad, “de la superficie al centro de la tierra”. El rito
de encendido y apagado de las tres luces al comienzo y fin del trabajo
representaba la creación y final del ciclo cósmico; comenzaba a “Mediodía en
punto” cuando los rayos del Sol (símbolo de las influencias celestes) se
encontraban en lo más alto y caían con más fuerza (en perfecta perpendicular)
sobre la tierra, y concluían a “Medianoche en punto”, cuando la influencia del
Sol declinaba en su punto más débil. Las dos columnas en la puerta del templo
representaban el solsticio de invierno y de verano (san Juan Bautista y san
Juan Evangelista). En medio del suelo se desplegaba el tapiz o cuadro del grado
que, a su vez, representaba una imagen simbólica del cosmos. El templo había de
orientarse según coordenadas solares; el venerable se sentaba en el este y los
vigilantes en el sur y en el norte (en los antiguos ritos operativos los tres principales
maestros se sentaban en occidente para observar la salida del sol). Los dibujos
del sol y de la luna mostraban la pared oriental. Cada uno de los oficiales
representaba un planeta; las deambulaciones se efectuaban en sentido solar. El
proceso iniciático se asociaba al recorrido del sol por todas las casas
zodiacales de manera que el iniciando-sol culminaba su evolución, es decir, su
solarización, cuando completaba el recorrido de las puertas zodiacales, desde
las tinieblas hasta la luz.
La
omnipresencia de la figura deltaica, que sugiere, según algunos albañiles, un
triángulo de tiempo, parece confirmar estos puntos de vista. Así, se percibe
los puntos de esta figura geométrica como evocando el pasado, el presente y el
futuro-El significado de esta tríada corresponde perfectamente a la filosofía
masónica, anclada en la tradición y orientada hacia el futuro de un mundo mejor
a través de un intento de mejora diaria. Los masones también se inspiraron a
menudo, en sus reflexiones, en la 3 famosas
preguntas eternas ¿De dónde venimos? , ¿Quién somos? , ¿Dónde vamos?,
prueba de que el camino masónico cuestiona la identidad y el futuro del hombre
a través de las tres temporalidades clásicas que reconocemos. Porque como
cualquier tradición, la masonería opera a un nivel que es tanto diacrónico como
sincrónico. Ansiosa por transmitir valores regulatorios, actúa en el eje
vertical del pasado, donde la memoria vincula la cadena generacional a un
tiempo original, pero también en el eje horizontal del espacio comunicacional
que une a la vida . Podemos resumir este movimiento masónico de esta manera,
que se alimenta en el presente de la sabiduría de los antiguos en un intento
por construir una sociedad ideal.
El Secreto
Triangular Masónico, y Los tres grados en la masonería
La
Autentica Masonería en todo mundo se basa solamente en los tres grados: el primero, el del
Aprendiz; el segundo, el del Compañero y, finalmente, el tercero, el de Maestro
Masón, y no hay nada más allá. La práctica masónica francesa refleja la de
Inglaterra, la de México y de todo el Mundo, pero presenta diferencias
significativas a nivel grados filosóficos, a nivel conceptual, esotérico y
espiritual. De esta forma, ciertos aspectos de las prácticas rituales masónicas
inglesas no son particularmente claros para los masones mexicanos o franceses. El aclarar algunos puntos es
pertinente de aquellos que están en vigor en ciertos Ritos. Pero , los tres grados deben ser idénticos en
forma y fondo , para todos los ritos y para todas las naciones donde se
practiquen estos. Entendamos que las verdades son comúnmente iguales para todas
las filosofías, religiones , políticas y ciencias , y las mentiras siempre son
comúnmente diferentes. Así en lo que podamos coincidir todos es en la Verdad ,
y la Mentira es diferente para todos.
Ver estos
tres grados masónicos, como ceremonias separadas es una tentación casi
inevitable. Sin embargo, son en realidad tres partes de un todo. En realidad,
hay muchas coincidencias entre los tres grados y eso es lo que tenemos que
examinar para entender lo que nos pueden enseñar. La primera recomendación que
me hicieron en Logia fue , leer y releer la Liturgia de Aprendiz, profundizar
en ella, hasta tal punto de hacerte un experto de todo el contexto que conlleva,
y esa misma recomendación les hago a ustedes que me leen. Es bueno comparar
liturgias del primer grado de otros países y liturgias de aprendiz del pasado,
ya que hay diferencias que se han venido operando.
Sin duda que
esta es la primera fase de la salida de
la oscuridad para ir contra la luz. Es la caminata de la ignorancia hacia el
conocimiento, el primer paso en el camino hacia el autoconocimiento. Una
fórmula dice: "No hay oscuridad tan profunda que nos impida avanzar a la
luz." Pasamos al siguiente punto, el segundo grado integra en más de una
manera, toda la jornada de la vida. Así, el compañero masón es, por eso, a
veces conocido en otras jurisdicciones
masónicas fuera de México , bajo
de el "viajero" o de "caminante" El hombre que viaja
para adquirir conocimiento, a fin de progresar su aprendizaje hasta un nivel
superior. En México, evidentemente, el masón del segundo grado es llamado, por
lo tanto, de "Compañero", es decir, "Compañerismo", porque
él viaja en compañía de sus hermanos. El tercer grado trata de la transición de
la vida terrena hacia la vida Eterna, y en síntesis de este grado, el candidato
es llamado Maestro Masón, ya que ahora se ha convertido en "maestro"
de sí mismo.
Durante la
ceremonia del tercer grado, se presenta un resumen de los grados anteriores.
Esta parte del ritual es útil para comprender bien el progreso necesario entre
los tres grados. Se indica que el primer grado es una "representación
simbólica de la entrada de cualquier ser humano en su existencia mortal" y
que le enseña "los principios activos de la beneficencia y la
caridad". Entonces, se continúa: Prosiguiendo en su camino, siempre guiado
en su progreso por los principios de la verdad y de la virtud moral, usted pasó
al segundo grado, donde se le llevó a contemplar las facultades intelectuales
ya acompañar en su desarrollo por las vías de la ciencia divina e incluso hasta
el trono de Dios mismo.
Los secretos
de la naturaleza y los principios de la verdad intelectual se revelaron a sus
ojos. Y para el hombre cuya mente fue formada por la virtud y la ciencia, la
naturaleza presenta otra gran y útil lección.
En el sublime
grado de Maestro masón se explica que,
por la contemplación, nos deberemos de preparar para las horas finales de nuestra existencia. Y
cuando, a través de esa contemplación, la maestría nos debe guiar a través de los caminos
sinuosos de esta vida mortal, y se nos enseña finalmente... cómo... morir, no sin antes haber aprendido a inmortalizar
nuestras almas.
Para la
recepción en el primer grado, entendemos debe ser igual para todo el Mundo -
una venda que nos cubre los ojos, una parte de nuestras ropas retirada, la
parte inferior de una pierna desnudada.
A continuación, penetramos en el templo como unos pobres candidatos despojados de oro y de plata- esa pobreza nos
es propia; nosotros mismos somos en
miseria sumidos, pues así llegamos al mundo desnudos , con los ojos
cerrados , y sin dinero, porque este viaje por este valle de lágrimas, es de
las tinieblas a la luz es una jornada individual, y personal. Sin embargo, los
hermanos reunidos en el templo nos acompañan en un espíritu de fraternidad, en
primer lugar para garantizar que nada nos suceda de mal, sea en el plano físico
o espiritual, son igual que nuestros padres cuando éramos unos bebes, que
debían ser guiados y conducidos, prestados como ceras blandas a la buena o mala
educación. Los masones que se iniciaron antes que nosotros , son ellos también
los que están allí para garantizar que nuestra iniciación sea regular y
correctamente ejecutada. Y, también están presentes para "revisar" la
experiencia fundamental de sus propias iniciaciones y meditar sobre las
lecciones que ellos mismos aprendieron.
Pero cuando
adentramos el templo para nuestra ceremonia del segundo grado, el contraste es
total. Es cierto que hemos sido preparados de un modo similar al del primer
grado, pero ya no tenemos los ojos vendados. Así, aunque no había allí ninguna
luz - fuera de lo que podemos encontrar en las profundidades de nosotros mismos
- ahora resplandece; es la luz del día de que todo compañero puede necesitar
para desplazarse por delante en su camino. La sensación general de este grado
es una impresión de luz, de alegría y de paz. Considerando que en el primer
grado, físicamente colocado en dificultades y mentalmente desorientado,
tropezamos y tambaleamos; aquí estamos en la situación de viajar y apreciar
plenamente la belleza y la alegría de la Naturaleza, una alegoría de nuestra
propia naturaleza - esta verdadera naturaleza que estamos en vías de descubrir
y de medir la precisión.
Entonces,
cuando somos admitidos en el templo en el tercer grado, el contraste es aún más
impresionante. Esta vez, todo está sumido en tinieblas. No sólo para nosotros,
los candidatos, sino para todos los presentes. Los hermanos comparten con el
candidato la privación de luz, de toda luz, con la excepción de un brillo muy
débil en el Oriente. Para todos los hermanos, esa oscuridad casi total es un
recordatorio sombrío de que la búsqueda de nuestro Ser, libre de cualquier
preocupación o obsesión materialista por las pruebas enfrentadas en los dos
primeros grados, es un asunto serio y que su objetivo es el que todos aspiramos
al final: primero vislumbrar la idea de ser uno solo con la Eternidad, a
continuación, totalmente la experiencia vivida... si tenemos la oportunidad de
llegar hasta allí. Esta idea resuena una de las instrucciones del primer grado:
Y como el fabricante levanta su columna por medio del nivel y de la plomada así
debe conducirse el masón en relación al mundo. Él debe observar un equilibrio
justo entre la avaricia y la despilfarro, mantener en equilibrio los platos de
la Justicia en un equilibrio y contener sus pasiones y prejuicios dentro de los
límites de una conducta justa; y en todas las ocupaciones, teniendo siempre en
vista la Eternidad.
Pero la
resonancia entre los grados no se restringe a sus respectivas ceremonias
introductorias. Si vemos toda la Masonería como la alegoría de un viaje que va
desde el nacimiento hasta la muerte y la perfección después de haber recorrido
toda su existencia, entonces cada grado incorpora pequeños viajes como fases
del "Gran Viaje". En el primer grado, comenzamos por dar la vuelta al
templo para mostrar que merecemos tener acceso a los misterios de la Masonería,
a continuación, un segundo viaje debe permitirnos demostrar lo que aprendemos.
En el segundo grado, primero hacemos la prueba de que somos masones, enseguida
mostramos que realizamos el trabajo necesario para nuestro avance y,
finalmente, después del avance, un nuevo examen nos pone a prueba una vez más.
El tercer grado es decididamente diferente. Hemos emprendido tres viajes. Las
dos primeras están ligadas a los dos primeros grados. Una vez más, se nos pide
que procedemos a ser un masón del primer grado y después del segundo grado. En
cuanto al tercer viaje, ella debe mostrar que somos calificados para ser
promovidos - exaltados - al tercer grado y, en particular, que estamos en
posesión de la contraseñas secretas que
nos permite hacerlo. Sin embargo, lo que falta aquí es el último viaje, aquel
en el transcurso de la cual somos examinados para demostrar somos competentes y
demostrar nuestro conocimiento. Sin embargo, los secretos expresados por los
Vigilantes durante la ceremonia de clausura de los trabajos del tercer grado
sabemos bien son sólo secretos substitutos. El verdadero secreto, es el que
está en nuestros propias almas inmortales, es tan íntimo este secreto masónico
que es incomunicable a un tercero, y así es como debe ser, porque ese secreto
se refiere a la misma inmortalidad; y eso no puede y no debe ser descubierto
sino por nosotros mismos.
El medio y el
cómo de progresar en cada grado hacia
esa Gran Luz en el Oriente es
demasiado interesante. En el primer
grado, estamos sumidos en la oscuridad completa , exactamente igual que
nosotros en el vientre de nuestras madres, de modo que los pasos que damos son
necesariamente vacilantes y que sólo vamos a conseguir darlos con la ayuda
del Masón experto ( en México ,correspondiente
al Diacono en otros lugares ), que permanece a nuestro lado. A medida que
avanzamos, ganamos más confianza, de modo que cada paso es un poco más seguro
que el anterior. Tenga en cuenta que todos los pasos del primer grado están en
línea recta y en el mismo plano.
Por el
contrario, en el segundo grado, no sólo nos desviamos de la línea recta, sino
que empezamos a subir, lo que es una alegoría obvia de la ascensión que debe
llevarnos del campo de las aspiraciones materiales a la unión esperada en la
Cámara del Medio. Estos pasos son seguros y determinados y reflejan la nueva
confianza que el segundo grado permite.
En el tercer
grado, las dificultades son mucho más grandes que las que encontramos en el
primero. Es verdad que esta vez podemos ver el camino que debemos tomar. Pero
esta vía está bloqueada por un
obstáculo. Y este obstáculo sobre el que debemos pasar, es un ataúd, la propia
negación de la vida. Es, en suma, por esos pasos que enterramos alegóricamente
nuestro Ser materialista a fin de acercarnos a la perfección espiritual.
Las
herramientas de los tres grados proporcionan otra percepción significativa de
la correlación del conjunto del recorrido masónico. Estas herramientas son: en
el primer grado, la regla de 24 pulgadas, el cincel y el mazo; en el segundo
grado, la escuadra , col compas , el nivel y la plomada (en otros lugares del
mundo hispano seguro tendrán estas
herramientas otros nombres pero en México así les nombramos); y en el tercer
grado es el cordel del albañil, el lápiz para trazar planos y sobre todo la
cuchara de albañil. Se dice que las únicas herramientas de la verdadera
construcción son las del segundo grado. Las del primer grado son herramientas
de preparación - con la ayuda del mazo, del cincel y la regla, preparamos y
tallamos la buena dimensión y embellecemos las diferentes piedras. En cuanto a
las herramientas del tercer grado, ellas son instrumentos de creatividad que
permiten trazar el plano del suelo correctamente estudiado para determinar las
proporciones y proyectar el edificio, y al final para rematar estaría la cuchara de albañil para dar los últimos
toques antes de transferir todo eso a la
conclusión de la Obra.
Pero, de
hecho, son las herramientas del segundo grado que son las más reveladoras. Ya
tenemos a nuestra disposición las piedras, debidamente preparadas y listas para
ser colocadas en el lugar para formar el edificio. Ya tenemos los planes y el
propio terreno ha sido preparado para permitirnos comenzar. A través de la
escuadra, del nivel y de la plomada - las herramientas del segundo grado, que
seremos capaces de colocar las piedras. Entonces, esos son los instrumentos de
control de calidad que aseguran que la base está en el nivel, que las piedras
están perfectamente formadas, como nos prueba la escuadra, se van a montar
perfectamente y que ellas se ajustan verticalmente como demuestra la plomada.
En el primer
grado, una de las primeras cosas que notamos después de encontrar la luz
material, es el pavimento o mosaico aderezado
sobre el que nos colocamos. El negro y el blanco nos recuerdan
conscientemente los contrastes de la alegría y de la tristeza, de la luz y de
la oscuridad, de la fortuna y del infortunio, e incluso de la vida y de la
muerte. Así, aunque la luz física sea restaurada, podemos continuar encontrando
la prosperidad y la adversidad en el curso de nuestras existencias. Por lo
tanto, en el segundo grado, aunque el compañero camina en un nuevo ambiente de
alegría y fecundidad, es constantemente recordado que la oscuridad es una
oposición y un peligro omnipresentes. En cierto sentido, pueden aparecer en
esta fase como un aviso, ya que cuando alcanza el tercer grado, encontrará una oscuridad mucho más sombría que cualquier
cosa que haya experimentado en el primer grado. Se tiene la esperanza de que
los "alimentos" del segundo grado - el trigo, el vino y el aceite -
sean suficientes para sostener en la última y suprema prueba.
Ya en el
grado sublime de Maestro Masón, reflexionamos , sobre el Libro de la Ley, la Santa Biblia , y sobre la pasión
y muerte de Hiram Abiff, nos sumimos ,
nos profundizamos como un buzo a las profundidades del océano insondable de
nuestra propia interioridad.
A pesar de
que el conjunto de la masonería se presenta como una serie de 3 viajes, hay
diferencias significativas en relación al destino de cada una de ellas. El
primer grado nos lleva, por los pasos dados de nivel, en el mismo plano
horizontal, hasta este lugar donde, por la gracia del voto de fidelidad,
podremos recibir la luz, tanto física y simbólica y espiritual. Pero, por
ahora, no vamos más lejos. En el segundo grado, nuestros pasos no son más en
horizontal: habiendo pasado el altar, el punto en que llegamos a la luz,
tenemos el derecho, como muestra nuestro uso de la palabra de pase, de alzarnos
a otro nivel de consciencia , donde vamos a conseguir el permiso para entrar en
la Cámara del Medio, para allí pagar nuestras deudas, y para mostrar que
merecemos "recibir nuestro salario"; un salario simbolizando un valor
espiritual.
“El hombre es
un ser que puede hacer y hacer significa actuar conscientemente por propia
iniciativa”. Gurdjieff
En el tercer
grado, permanecemos en ese nivel superior de consciencia objetiva, pero
atravesamos el velo que nos separa de la esperanza de la vida eterna, para
entrar en el Sanctum Sanctorum de la Francmasonería oficial y regular, el Santo
de los Santos. Es por esta razón que hablamos del tercer grado como el grado
más "Sublime" el grado Máximo de la Francmasonería de todos los
tiempos , presentes , pasados y futuros , pero que lamentablemente muy pocos
masones logran concretarlo , tal vez en sus hogares tengan la acreditación
colgada en la pared de que obtuvieron el sublime grado de maestro masón ,pero
nos preguntamos si lo lograron concretar, ya que es allí justo en donde llegamos a estar delante del Gran Arquitecto
del Universo, cara a cara, y que aprendemos a conocer y apropiarse de la chispa
divina dentro de nosotros, que puede ser justamente considerada como el auge de
nuestro viaje y el objeto de nuestra verdadera aspiración como masones. Todos
los demás grados supra masónicos del 4º al 33º palidecen ante el tan sublime
grado de Maestro masón.
El viaje a
través de los tres grados es, por lo tanto, al mismo tiempo complejo y
completo. Este viaje que nos hace tomar un camino en ciertos momentos
inesperados, pero también gratificantes, puede ser realmente visto como una
búsqueda por la vida real .
Alcoseri
El Secreto Triangular Masónico, Parte #4
El Templo
Masónico como reflejo del Universo
La Masonería como tal ha considerado que la imitación de los
modelos universales más ejemplares
resultan ser el mejor medio para dotar de un sentido
trascendente la actividad masónica, y el 3 aparece así por toda la Naturaleza y el Cosmos . De
esta manera, toda conducta de un masón debe
encontrar este modelo ejemplar en la
Tirada así previamente establecido por la Divinidad o por seres sobrenaturales
(dioses, ángeles, santos, héroes). Cualquier acto masónico, desde la
iniciación masónica, un rito
masónico solsticial, las tenidas
ordinarias, hasta la delimitación de una Logia simbólica, el trazado de una
idea, la edificación de un templo masónico, etc., todo ello se basaba en un
ritual que, en última instancia, reproduzca o se inspire en el rito masón más perfectamente llevado posible; el que empleó Dios El Gran Arquitecto
del Universo para crear el mundo; que es
el rito cosmogónico en una triada.
Parece útil
recordar que el término sagrado, derivado del latín sacer, evoca lo que está
separado- Existen varias filosofías esotéricas que sostienen que el número 3 es
un numero sagrado por excelencia y que está relacionado con lo divino y que
puede explicar los misterios del universo. Desde Pitágoras a Nikola Tesla,
desde las religiones hasta Isacc Newton con su alquimia, creían que era un
numero sobrenatural
En el siglo
VI a.C., el matemático y filósofo griego Pitágoras introdujo su famoso teorema
A² + B²= C². La fórmula de Pitágoras
explica la relación matemática entre los tres lados de los triángulos
rectángulos, y los investigadores de todo el mundo creen que se basó
originalmente en el diseño de las pirámides egipcias. Según la investigación,
Pitágoras estudió con los “grandes maestros de Egipto” y fue él quien trajo el
conocimiento y la sabiduría de Egipto a Grecia, dando nacimiento a la filosofía
griega, de acuerdo a la investigación de los códigos sagrados .
Ahora,
agreguemos que el tiempo del ritual está marcado por tres golpes de mallete,
repetidos tres veces, por la tríada Venerable - Primer Vigilante – Segundo Vigilante, al principio y
al final de la sesión masónica o Tenida. Este ritmo ternario abre y cierra el
acceso al tiempo sagrado, así como los pasos de entrada en el piso ajedrezado
de la Logia, luego la salida fuera del templo, equivalente a un ida y vuelta
entre el espacio sagrado dentro de las paredes y el espacio profano o secular al
que se regresan los masones al final de la ceremonia ritual. Cuando comienzan los augustos trabajos de Logia, ¿el Venerable
Maestro declara Silencio Hermanos que "ya no estamos en el mundo
profano"? La figura del Venerable es similar a la de un director de
orquesta ,que, con sus golpes de mallete , introduce interrupciones rítmicas en
el tiempo, pero también en el espacio comunicacional de la ceremonia. (silencio
/ posibilidad de hablar, inmovilidad / gesticulación, posición de pie /
sentado), dando el tempo de un puntaje conocido. También crea una
"sincronía interactiva", para usar una expresión de que , cada uno de
los cuales actúa al mismo tiempo que sus cofrades masones y de una manera idéntica a
ellos. Y si, para los teóricos modernos de la comunicación , toda declaración
debe verse como un sistema, en el que los múltiples elementos interactúan entre
sí, el ritual masónico tiene esta característica rara de que es un sistema
intencional y pre-regulado, que busca maximizar este carácter sistémico y
racional . Lo mismo ocurre con la " triple batería del Grado " y la
"aclamación", al anuncio de que todos los masones aplauden rápidamente sus manos tres
veces, y repiten estos gestos tres veces, gritando fuertemente "Viva la Libertad", "Viva la Igualdad".
"," Y siempre Viva la Fraternidad
".
Como usted
verá los masones damos extrema importancia al número 3. Para Pitágoras y sus
seguidores, el triángulo representaba el numero 3 y la ascensión, que era la
clave para resolver muchos misterios ocultos, y afirmaba que su conocimiento
provenía directamente de los “dioses”. Sus conocimientos fueron los primeros en
relacionarse con lo sagrado y lo divino.
Las grandes
pirámides de Teotihuacán que representan a una de las primeras civilizaciones
en Mesoamérica, ha utilizado geometría, matemáticas y arquitectura y las ha
combinada a la perfección. El triángulo es una de esas formas arquetípicas
básicas que tal vez está conectada con la conciencia humana.
El secreto de
la esfinge se relaciona directamente con el hombre, partiendo de que una parte
es humana, otra animal y la otra angelical.
Cuando un
hombre nace, tres seres separados nacen con él, las que continúan formándose
hasta su muerte. Estos seres no tienen nada en común una con otra: ellas son
nuestro cuerpo animal, nuestra esencia angelical y nuestra personalidad humana.
Su formación no depende de nosotros en manera alguna. Su desarrollo futuro, el
desarrollo de cada una separadamente, depende de los datos que un hombre posee
y de los datos que lo rodean, tales como el medio "ambiente, las
circunstancias, las condiciones geográficas, etc. Para el cuerpo animal estos
datos son herencia, condiciones geográficas, alimento y movimiento. Estos no
afectan la personalidad humana.
En el curso de la vida de un hombre, la
personalidad humana se forma exclusivamente a través de lo que el hombre oye y
a través de la lectura. La esencia angelical es puramente emotiva. Se compone
de lo que es recibido antes de nacer, y mucho antes de la formación de la
personalidad humana , y más tarde sólo de aquellas sensaciones y sentimientos
entre los cuales vive el hombre. Lo que ocurre después, sólo depende de la
transición. De este modo, el cuerpo empieza a desarrollarse en cada hombre
subjetivamente. El desarrollo de las tres seres comienzan desde los primeros
días de la vida de un hombre. Las tres se desarrollan independientemente la una
de la otra. Y así puede suceder, por ejemplo, que el cuerpo empiece su vida en
condiciones favorables, en país libre saludable y como resultado sea valiente;
pero esto no significa necesariamente que la esencia angelical del hombre sea
de carácter similar.
En las mismas
condiciones, la esencia angelical puede ser débil y cobarde. Un hombre puede
tener un cuerpo valiente como un león, contrastando con una esencia cobarde. La
esencia no tiene necesariamente un desarrollo paralelo al desarrollo del cuerpo
animal . Un hombre puede ser muy fuerte y sano y sin embargo ser tan tímido
como un conejo.
El centro
magnetico del cuerpo, su alma, es el centro motor. El centro de gravedad de la
esencia es el centro emocional y el centro de gravedad de la personalidad es el
centro intelectual. El alma de la esencia es el centro emocional. Tal como un
hombre puede tener un cuerpo sano y una esencia cobarde, así también la
personalidad puede ser audaz y la esencia tímida. Consideremos por ejemplo un
hombre con sentido común: él ha estudiado, sabe que pueden aparecer
alucinaciones y sabe que ellas pueden no ser reales. De modo que en su
personalidad no las teme, pero su esencia tiene miedo.
Si su esencia
ve un fenómeno de esta clase, no puede evitar el tener miedo. El desarrollo de un
centro no depende del desarrollo de otro, y un centro no puede transferir sus
resultados a otro. Es imposible decir positivamente que un hombre es así o asá.
Uno de sus centros puede ser valiente, otro cobarde; uno bueno, otro malvado;
uno puede ser sensible y otro muy burdo; uno siempre está listo para dar, otro
es lento o casi incapaz de dar. Por lo tanto es imposible decir: bueno,
valiente, fuerte o malvado. Como ya lo hemos dicho, cada una de las tres
máquinas representa a la cadena entera, a todo el sistema en su relación con
una, con otra, o con la tercera. En sí misma cada máquina es muy complicada,
pero es puesta en movimiento muy simplemente.
Cuanto más
complicadas las partes de la máquina, menos palancas hay. Cada máquina humana
es compleja, sin embargo el número de palancas puede diferir en cada una por
separado: en una más palancas, en otra menos. En el curso de la vida, una
máquina puede formar muchas palancas para ser puesta en movimiento, mientras
que otra puede ser puesta en movimiento con un pequeño número de palancas.
El tiempo
para la formación de las palancas es limitado. A su vez, este tiempo también
depende de la herencia y de las condiciones geográficas. En promedio, las
nuevas palancas se forman hasta los siete u ocho años de edad; más tarde, hasta
los catorce o quince años, pueden ser alteradas; pero, después de los dieciséis
o diecisiete años, las palancas no se forman ni se alteran. Por lo tanto, más
tarde en la vida, sólo actúan aquellas palancas que ya han sido formadas. Es así
como son las cosas en la vida ordinaria normal, por mucho que haga un hombre
por cambiarlo. Esto es cierto incluso con respecto a la capacidad de un hombre
de aprender.
Se pueden
aprender cosas nuevas hasta los diecisiete años; lo que se aprende más tarde es
sólo aprender entre comillas, es sólo un nuevo ordenamiento de lo viejo. Al
principio esto puede parecer difícil de comprender. Cada individuo con sus
palancas depende de su herencia y del lugar, el círculo social y las
circunstancias en las cuales nació y creció. El modo de operar de. los tres
centros o almas es similar. Su construcción es diferente, pero su manifestación
es la misma. Los primeros movimientos se graban. Las grabaciones de los
movimientos del cuerpo son puramente subjetivas. Esta grabación es como la de
un disco: primero, hasta los tres meses, es muy sensitiva; después de los
cuatro meses se vuelve menos sensitiva; después de un año, todavía más débil.
Al principio se puede oír hasta la respiración; una semana después no se puede
oír nada de un volumen inferior al de una conversación en voz baja. Pasa lo
mismo con el cerebro humano: al principio es muy receptivo y registra cada
nuevo movimiento.
Como resultado final un hombre puede tener
muchas posturas, otro sólo unas pocas. Por ejemplo, un hombre puede haber
adquirido cincuenta y cinco posturas mientras duró la posibilidad de grabarlas,
y otro hombre, viviendo en las mismas condiciones, puede haber obtenido
doscientas cincuenta. Esas palancas, estas posturas, se forman en cada centro de
acuerdo con las mismas leyes y quedan allí por el resto de la vida de un
hombre. La diferencia entre estas posturas consiste solamente en la manera en
la que fueron grabadas. Tomen, por ejemplo, las posturas del centro motor.
Hasta cierto momento se forman posturas en cada hombre. Después dejan de
formarse, pero aquellas que se han formado quedan hasta la muerte.
Su número es
limitado, por lo cual no importa lo que haga un hombre, utilizará estas mismas
posturas. Si desea desempeñar uno u otro papel, utilizará una combinación de
posturas que ya tiene, porque nunca tendrá otras. En la vida común y corriente
no puede haber nuevas posturas. Aun en el caso de que un hombre quiera ser
actor, su situación será la misma a este respecto. La diferencia entre el sueño
y el estar despierto del cuerpo consiste en que cuando un shock viene desde
afuera durante el sueño, no excita ni produce asociaciones en el cerebro
correspondiente. Supongamos que un hombre está cansado. Se le da el primer
shock.
Alguna
palanca comienza a moverse mecánicamente. De manera igualmente mecánica toca
otra palanca y la hace moverse, esa palanca toca una tercera, la tercera una
cuarta y así sucesivamente. Esto es lo que llamamos asociaciones del cuerpo.
Las otras máquinas también tienen posturas y son puestas en movimiento de la
misma manera. Además de las máquinas centrales que trabajan independientemente
— cuerpo, personalidad y esencia— también tenemos manifestaciones sin alma, que
.tienen lugar fuera de los centros. Para comprender esto, es muy importante
notar que dividimos las posturas del cuerpo y del sentimiento en dos clases: 1)
las manifestaciones directas de cualquier centro y 2) las manifestaciones
puramente mecánicas que surgen fuera de los centros. Por ejemplo, el movimiento
de levantar mi brazo es iniciado por el centro. Pero en otro hombre puede ser
iniciado fuera del centro. Supongamos que un proceso similar está teniendo
lugar en el centro emocional, tal como alegría, pena, frustración o celos.
En un momento
dado, una postura fuerte pudo haber coincidido con una de estas posturas
emocionales y así las dos posturas han dado origen a una nueva postura
mecánica. Esto acontece mecánicamente, independientemente de los centros.
Cuando hablé de máquinas, llamé trabajo normal a la manifestación de un hombre,
la cual implica los tres centros tomados en conjunto. Esta es su manifestación.
Pero debido a la vida anormal, algunas personas tienen otras palancas, que se
forman fuera de los centros y que provocan movimiento independientemente del
alma. Puede ser en la carne, en los músculos, en cualquier parte. Los
movimientos, las manifestaciones y las percepciones de cada centro son
manifestaciones de los centros, pero no del hombre, si tomamos en cuenta que el
hombre está constituido por tres centros. La capacidad de sentir alegría, pena,
frío, calor, hambre y cansancio está en cada centro.
Estas posturas existen en cada centro y pueden
ser pequeñas o grandes y tener diferentes calidades. Hablaremos más tarde de
cómo sucede esto en cada centro por separado y de cómo saber a qué centro
pertenecen. Por el momento deben recordar y darse cuenta de una cosa: deben
aprender a distinguir entre las manifestaciones del hombre y las
manifestaciones de los centros. Cuando la gente habla de un hombre, dice que es
malo, listo, tonto; él es todo esto. Pero no puede decir que éste es Juan o
Simón. Estamos acostumbrados a decir "él". Pero debemos
acostumbrarnos a decir "él" en el sentido de él como cuerpo, él como
esencia, él como personalidad.
Supongamos que
en un caso dado representamos a la esencia como 3 unidades. El 3 representa el
número de posturas. En el caso del cuerpo de este hombre, el número es 4. La
cabeza está representada por 6. Así cuando hablamos de 6, no nos referimos a la
totalidad del hombre. Tenemos que evaluarlo por 13, porque 13 es sus
manifestaciones, su percepción. Cuando es la cabeza sola, sería 6. Lo
importante es evaluarlo no sólo por 6, sino por 13. El total es lo que lo
define. Un hombre debería ser capaz de dar un total de 30, por todo tomado en
conjunto. Esta cifra puede obtenerse solamente si cada centro puede dar un
determinado número correspondiente, por ejemplo 12 + 10 + 8. Supongamos que
esta cifra 30 representa la manifestación de un hombre, un dueño de casa. Si
encontramos que un centro tiene que dar necesariamente 12, debe contener
ciertas posturas correspondientes, las que producirían 12. Si falta' una unidad
y éste da solamente 11, no se pueden obtener 30. Si hay un total de sólo 29, no
es un hombre, si llamamos un hombre a aquél cuya suma total es 30. Cuando
hablamos acerca de los centros y de un desarrollo armonioso de ellos, queríamos
decir que para llegar a ser tal hombre, para ser capaz de producir aquello de
lo que estábamos hablando, es necesario lo siguiente: al principio hemos dicho
que nuestros centros se han formado independientemente uno del otro, y que no
tienen nada en común; sin embargo, debería existir una correlación entre ellos,
porque la suma total de manifestaciones sólo se puede obtener de los tres juntos,
no de uno solo. Si es correcto que 30 es una verdadera manifestación del hombre
y este 30 es producido por tres centros en una correlación correspondiente, es
imperativo entonces que los centros estén en esta correlación. Esto debería ser
así, sin embargo en realidad no lo es. Cada uno de los centros se encuentra
aislado (hablo de las personas presentes) y no tienen entre ellos una relación
apropiada y por lo tanto son discordantes. Por ejemplo, una persona tiene una
gran cantidad de posturas en un centro; otra, en otro centro. Si tomamos cada
tipo separadamente, la suma total de cada uno será diferente. Si de acuerdo al
principio deberían existir 12, 10 y 8, pero solamente están presentes 10 y 8 y
en lugar de 12 hay O, el resultado es, 18 y no 30. Tomemos alguna, substancia,
por ejemplo, pan. Requiere una proporción definida de harina, agua y fuego. Es
pan solamente cuando los ingredientes están en la proporción correcta; en la
misma forma, en el caso del hombre, para obtener la cifra 30, cada fuente debe
aportar una calidad y cantidad correspondiente. Si J. tiene mucha harina, es
decir posturas físicas, pero no tiene agua ni fuego, es solamente harina y no
un individuo, no es pan. Ella (O.) produce agua (sentimiento), tiene muchas
posturas; pero no hay pan que se obtenga solamente de agua; nuevamente esto no
vale nada: el mar está lleno de agua. L. tiene mucho fuego, pero no tiene
harina ni agua; de nuevo esto no vale nada. Si se pudiera juntarlos, el
resultado sería 30; un individuo. Como son, son solamente pedazos de carne,
pero los tres juntos darían 30 como manifestación. ¿Podría ella decir
"yo"? Es "nosotros", no "yo".
Ella produce agua, sin embargo dice
"yo". Cada una de estas tres máquinas es como sí fuera un hombre. Y
los tres encajan uno en el otro. El hombre está constituido por tres hombres;
cada uno tiene un carácter diferente, una naturaleza diferente, y sufre de
falta de correspondencia con los demás. Nuestra meta debe ser organizarlos,
para hacerlos corresponder entre sí. Pero antes de empezar a organizarlos y
antes de pensar en una manifestación que valga 30, hagamos una pausa para ver
conscientemente que estas tres máquinas nuestras están realmente en desacuerdo
una con la otra. No se conocen. No solamente no se escuchan una a otra sino que
si una de ellas le ruega intensamente a la otra hacer algo y sabe cómo debería
hacerse, ésta sin embargo o no puede o no quiere hacerlo. Como ya es tarde,
tenemos que dejar el resto para otra ocasión. ¡Para ese entonces quizás ustedes
hayan aprendido a hacer!
Alcoseri