Os presentamos a Cuchipanda. La tiraron al jardín de nuestro refugio por encima de la valla. En esas circunstancias siempre la habríamos acogido, a pesar de que estamos al límite de capacidad del refugio. Pero es que cuando fuimos a acariciarla vimos que sólo podía arrastrarse, y cuando la llevamos a la veterinaria nos lo explicamos: tenía el fémur de la pata trasera derecha partido en tres pedazos, y otra fractura en el peroné de la pata trasera derecha. Pese a que también estamos al límite de nuestra capacidad económica, la hemos hecho operar para que al menos pueda andar: una operación muy complicada, implantes, tornillos, y muy cara: 1.395 euros que nos dejan al borde de la quiebra. Por eso una vez más recurrimos a vuestra generosidad, y os pedimos que nos ayudéis al tratamiento de Cuchipanda. Y para que podamos seguir ayudando a tantos gatos que siguen sufriendo en las calles de nuestras ciudades ante la indiferencia de la sociedad.