Carta mariana XII : Mes de María

[Claudio*]

 

Carta mariana XII      MES DE MARÍA La Iglesia ha querido honrar a su Madre, la Madre de Dios, en el mes de las flores, para llevar a sus plantas las más bellas de nuestros jardines.  Tal es el mes  de mayo en el hemisferio norte y en el sur el  que comenzamos hoy y finaliza en su fiesta de la Inmaculada Concepción. Desgraciadamente, en muchos de nuestros templos se ha olvidado este tierno homenaje a la Virgen. El Papa Francisco lo ha hecho en Roma en  mayo. No será en vano ofrecerle entre nosotros algo similar y si no podemos hacerlo en los templos, hagámoslo en las casas. La Santísima Virgen no se dejará ganar en generosidad.  Para ello proponemos hacerle el tradicional altarcito en el mejor lugar que tengamos, donde ofrecerle lecturas del Secreto de María, de San Luis María de Montfort, Las Glorias de María de San Alfonso María de Ligorio,  o de otros santos, luego del Santo Rosario que es su oración predilecta.  Podemos cantarle y llevarle flores, junto con nuestros esfuerzos de convertir nuestras vidas o mejorarlas. Y para comenzar ese homenaje diario de este mes podemos tomar la oración del Padre Rodolfo Vergara Antúnez, que se reza en  Chile, país que nos da ejemplo en esta tradición maravillosa: ¡Oh María, durante el bello mes que os está consagrado, todo resuena con vuestro nombre y alabanza! Vuestros santuarios resplandecen con nuevo brillo y nuestras manos os han elevado un trono de gracia y de amor, desde donde presidís nuestras fiestas y escucháis nuestras oraciones y votos.  Para honraros hemos esparcido frescas flores a vuestros pies y adornado vuestra frente con guirnaldas y coronas. Más, oh María, no os dais por satisfecha con estos homenajes; hay flores cuya frescura y lozanía jamás pasan; hay coronas que no se marchitan. Éstas son las que Vos esperáis de vuestros hijos; porque el más hermoso adorno de una madre es la piedad de sus hijos y la más bella corona que pueden deponer a sus pies es la de sus virtudes.  Sí, los lirios que Vos nos pedís son la inocencia de nuestros corazones; nos esforzaremos pues durante el curso de este mes consagrado a vuestra gloria, ¡oh Virgen Santa!, en conservar nuestras almas puras y sin manchas y en separar de nuestros pensamientos, deseos y miradas, aun la sombra misma del mal.  La rosa cuyo brillo agrada a vuestros ojos es la caridad, el amor a Dios y a nuestros hermanos, nos amaremos, pues, los unos a los otros como hijos de una misma familia cuya madre sois, viviendo todos en la dulzura de una concordia fraternal.  En este mes bendito procuraremos cultivar en nuestros corazones la humildad, modesta flor que os es tan querida, y con vuestro auxilio llegaremos a ser puros, humildes, caritativos, pacientes y resignados.  ¡Oh María!, Haced producid en el fondo de nuestros corazones todas estas amables virtudes; que ellas broten, florezcan y den al fin fruto de gracia, para poder ser algún día dignos hijos de la más santa y de la mejor de las madres. Amén.   Que la Virgen Santísima nos bendiga a todos desde la Prodigiosa Imagen del Inmaculado Corazón de Luján (advocación creada por el Papa Francisco cuando era Arzobispo de BsAs) o desde la Imagen preferida por cada persona o familia. Un saludo fraterno, Giorgio Sernani. 7 de noviembre de 2013, María Medianera de Todas las Gracias, y Santa María del Espíritu Santo de Lanús, Buenos Aires.  giorgios...@gmail.com

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