(San Mateo 13, 24-30)
No nos corresponde
pedir la siega antes de tiempo ni juzgar a la cizaña. Esa es una tarea del
Señor no de los criados. Pero también en el alma de los criados
crecen trigo y cizaña y allí, en el campo interior de nuestro
corazón, con la ayuda del Señor debemos hacer crecer el trigo y
evitar la cizaña. Orar, orar, orar, es lo que nos repite la Santísima Virgen
en cada aparición alrededor del mundo. Son tiempos difíciles y convulsionados.
La mayoría asiste dormido a la legalización de la maldad. Sólo Dios puede
revertir este instante crucial de la historia. Orar, orar, orar. Participar en la Liturgia, recibir al
Señor en la Eucaristía,
rezar el Rosario, hacer el bien.
Escuchemos a nuestra
Madre:
"(Hoy vi a la Santísima Virgen
en profunda tristeza y aflicción, toda vestida de blanco y su perfectísimo
rostro parecía bañado en sudor).
Mis hijos:
Hoy he venido a
pediros que oren y oren con gran urgencia por la Paz del mundo, que está seriamente amenazada por
la iniquidad del terrible enemigo de Dios.
Confiad en mi
Inmaculado Corazón que os guiará en medio de terribles tribulaciones. Seré
vuestra Consejera, no os apartéis de mi guía, no os separéis del Santo Rosario
y orad permanentemente con él, Yo Soy vuestra Madre y como Madre os
hablo.
El mensaje que hoy os
quiero transmitir es muy duro y difícil de entender para los que viven
olvidados de que Dios existe, y aún de los que teniendo conciencia de Dios
viven despreocupados de salvar sus almas, viviendo según la carne y el
mundo.
Terribles cosas os
esperan mis hijos si no volvéis vuestros ojos a Dios, pues el tremendo castigo
que Dios mandará al mundo va a comenzar.
Os revelaré una parte
de este y será para llevarlos a la oración y al sacrificio y así tengan la
esperanza de mitigar con vuestros rezos, este castigo tan terrible. Esto es una
advertencia llena del AMOR DE DIOS hacia la humanidad.
Muchas almas
religiosas caerán y se apartarán del camino del Señor para vivir en la tibieza
del mundo. Los sacerdotes que queden no se diferenciarán en nada de los
seglares, seguirán el camino del mundo que los llevará a la apostasía, las
religiosas seguirán este mismo camino y muchas almas buenas se perderán por su
causa. El mundo sin religión y sin Dios será morada de seres salvajes y
animalezcos y cambiarán la fisonomía humana y así el cuerpo será el reflejo
del alma. Estos aterradores humanos convertidos en discípulos de satanás
aprovechando el caos que sobrevendrá por los grandes e inminentes castigos que
caerán sobre el mundo, perseguirán a los buenos en feroz cacería. No habrá
diferencia de sexos y por un tiempo determinado por Dios Padre el infierno
reinará en el mundo. Pero mi INMACULADO CORAZON apartará las tinieblas y el
horror, de mis hijos consagrados a Mí, El Señor esperará hasta último momento
la conversión a mi Corazón Inmaculado, y así todos tendrán la oportunidad de
salvarse y el perdón de Dios INFINITAMENTE MISERICORDIOSO.
Oren, oren con
intenso Amor.
"Sacratísimo Corazón
Eucarístico de Jesús en Tí confío". "
(Dado en Salta a
María de Obeid el 13 de abril de 1996)
La urgencia del
momento presente no admite más dilación. Debemos orar por la conversión de
nuestros países y de toda la humanidad. Debemos orar por la Iglesia toda, por el Papa
y por todos nuestros pastores, es especial por aquellos que son más probados.
El Señor viene como ladrón en la noche. Debemos estar preparados.
Inmaculada Madre del
Sacratísimo Corazón de Jesús, ruega por nosotros tus hijos.
Que el Señor los
bendiga y Santa María les sonría,
- Claudio* de María -