11Por aquel tiempo aparecieron en Israel renegados que engaaron a muchos dicindoles: Hagamos un pacto con las naciones que nos rodean, porque desde que nos separamos de ellas nos han venido muchas calamidades. 12 A algunos del pueblo les gust esto, 13 y se animaron a ir al rey, y ste les dio autorizacin para seguir las costumbres paganas. 14 Construyeron un gimnasio en Jerusaln, como acostumbran los paganos; 15 se hicieron operaciones para ocultar la circuncisin, renegando as de la alianza sagrada; se unieron a los paganos y se vendieron para practicar el mal.
16 Al ver Antoco que su reino estaba firme, decidi apoderarse de Egipto para ser rey de los dos pases. 17 As pues, invadi a Egipto con un poderoso ejrcito, con carros, elefantes y una gran flota, 18 y atac al rey Tolomeo, el cual retrocedi ante l y huy dejando muchos muertos en el campo. 19 Antoco ocup las ciudades fortificadas de Egipto y saque el pas.
20 Despus de esta victoria sobre Egipto, en el ao ciento cuarenta y tres, Antoco se puso en marcha con un poderoso ejrcito contra Israel, y lleg a Jerusaln. 21 Entr con arrogancia en el santuario y se apoder del altar de oro, del candelabro con todos sus accesorios, 22 de la mesa para los panes sagrados, de las copas, las tazas, los cucharones de oro, el velo y las coronas, y arranc todo el enchapado de oro que adornaba la fachada del templo. 23 Se apoder tambin de la plata, el oro, los utensilios preciosos y los tesoros escondidos, los cuales logr encontrar. 24 Con todas esas cosas se fue a su pas. Tambin mat a mucha gente y habl con grandsima insolencia.
29 Dos aos ms tarde, el rey envi a las ciudades de Judea a un funcionario encargado de cobrar los impuestos, el cual lleg a Jerusaln con un poderoso ejrcito; 30 con intencin de engaar a los habitantes les habl en son de paz, y ellos le creyeron. Pero de repente se lanz sobre la ciudad, descarg sobre ella un terrible golpe, matando a muchos israelitas, 31 y despus de saquearla la incendi y destruy las casas y la muralla que la rodeaba. 32 Sus hombres se llevaron cautivos a las mujeres y a los nios, y se apoderaron del ganado. 33 Alrededor de la Ciudad de David construyeron una muralla alta y fuerte, con torres fortificadas, y la convirtieron en ciudadela. 34 Pusieron en ella a paganos impos y a judos renegados, que se fortificaron all. 35 Almacenaron armas y provisiones, y guardaron all las cosas que haban robado en Jerusaln. All se pusieron al acecho.
41 El rey public entonces en todo su reino un decreto que ordenaba a todos formar un solo pueblo, 42 abandonando cada uno sus costumbres propias. Todas las otras naciones obedecieron la orden del rey, 43 y aun muchos israelitas aceptaron la religin del rey, ofrecieron sacrificios a los dolos y profanaron el sbado. 44 Por medio de mensajeros, el rey envi a Jerusaln y dems ciudades de Judea decretos que obligaban a seguir costumbres extraas en el pas 45 y que prohiban ofrecer holocaustos, sacrificios y ofrendas en el santuario, que hacan profanar el sbado, las fiestas, 46 el santuario y todo lo que era sagrado; 47 que mandaban construir altares, templos y capillas para el culto idoltrico, as como sacrificar cerdos y otros animales impuros, 48 dejar sin circuncidar a los nios y mancharse con toda clase de cosas impuras y profanas, 49 olvidando la ley y cambiando todos los mandamientos. 50 Aquel que no obedeciera las rdenes del rey, sera condenado a muerte.
51 Esta orden fue enviada por escrito a todo su reino; adems, el rey nombr inspectores para todo el pueblo, y dio orden de que en cada una de las ciudades de Judea se ofrecieran sacrificios. 52 Muchos judos, traicionando la ley, acudieron a cumplir estas rdenes; con su perversa manera de proceder 53 obligaron a los verdaderos israelitas a esconderse en toda clase de refugios.
54 El da quince del mes de Quisleu del ao ciento cuarenta y cinco, el rey cometi un horrible sacrilegio, pues construy un altar pagano encima del altar de los holocaustos. Igualmente, se construyeron altares en las dems ciudades de Judea. 55 En las puertas de las casas y en las calles se ofreca incienso. 56 Destrozaron y quemaron los libros de la ley que encontraron, 57 y si a alguien se le encontraba un libro de la alianza de Dios, o alguno simpatizaba con la ley, se le condenaba a muerte, segn el decreto del rey. 58 As, usando de la fuerza, proceda esa gente mes tras mes contra los israelitas que encontraban en las diversas ciudades.
59 El da veinticinco de cada mes se ofrecan sacrificios en el altar pagano que estaba sobre el altar de los holocaustos. 60 De acuerdo con el decreto, a las mujeres que haban hecho circuncidar a sus hijos, las mataron 61 con sus nios colgados del cuello, y mataron tambin a sus familiares y a los que haban hecho la circuncisin. 62 Sin embargo, hubo muchos israelitas que tuvieron la fuerza y el valor para negarse a comer alimentos impuros. 63 Prefirieron morir antes que profanarse comiendo tales alimentos y violar la alianza sagrada; y, en efecto, murieron. 64 Fueron das de terribles calamidades para Israel.
I Macabeos (ספר מקבים א, tambin llamado Primer Libro de los Macabeos, o 1 Macabeos) es una antigua obra literaria hebrea incluida en la Septuaginta, pero luego considerada como un texto deuterocannico por los judos rabnicos y caratas, por los judos mesinicos, y por los cristianos protestantes, anglicanos y restauracionistas. Sin embargo, este libro ha sido aceptado como cannico por los catlicos, ortodoxos, y los ortodoxos orientales. Se encuentra ubicado entre los libros de Ester y II Macabeos.
El nombre del autor de I Macabeos permanece ignoto. Analizando el texto de su libro sabemos que se trataba de un judo fiel y leal a su patria y su religin, y totalmente convencido de la justicia de su causa. Era, adems, un profundo conocedor de las cuestiones tcnicas atinentes a su teologa.
I Macabeos narra el intento de helenizar por la fuerza a los judos, por parte de Antoco IV Epfanes, un rey de la dinasta selucida. Los judos ms fieles no se resignan a esta suerte de ingeniera social, se sublevan y se rebelan, conducidos por Matatas, un anciano lder religioso.
Contrariamente a los libros histricos anteriores (Tobit, Judit y Ester), I Macabeos no tergiversa u oscurece voluntariamente un hecho histrico pedestre para exaltar la operatividad de Dios en favor del pueblo judo.
El autor, en cambio, toma un hecho histrico real (la Rebelin de los Macabeos), trascendental de por s para la historia de su pueblo ya que se lo considera la primera revolucin nacionalista hebrea, y lo describe de modo bastante imparcial y con suma objetividad. Esto convierte a I Macabeos en un documento histrico muy estimable, aunque en algunos pasajes se observa el cario con que el autor trata a los personajes que lo protagonizan, e incluso se entusiasma con las nobles luchas que est narrando.
El libro muestra un respeto por la fe y la piedad. Tanto es as, que ni siquiera se atreve a llamar a Dios por su nombre propio (Yahveh) o simplemente denominarlo Seor, prefiriendo mencionarlo como Cielo.
Numerosas veces los combatientes recurren a la oracin para acrecentar su fuerza, y evidencian una inquebrantable confianza en que Dios prestar su ayuda a quienes dan su sangre en la lucha por la causa de Israel.
Existen cuatro libros de los Macabeos. I y II Macabeos (como Tobit, Judit y las partes griegas agregadas a Ester) son considerados deuterocannicos, esto es, aceptados por la Iglesia catlica pero no por las iglesias protestantes ni por los judos.
Los Libros Primero y Segundo de Macabeos contienen los relatos ms detallados de las batallas de Jud, el Macabeo y sus hermanos por la liberacin de Judea del dominio extranjero. Estos libros incluyen en ellos las primeras referencias a la historia de Jnuca y la reinauguracin del Templo, adems de la famosa historia de la madre y sus siete hijos. Y, sin embargo, estos dos libros faltan en la Biblia hebrea .
El proceso de canonizacin de la Biblia hebrea a menudo se asocia con el Concilio de Jamnia (en hebreo: Yavneh), alrededor del ao 90 DC. El rabino Yochanan ben Zakkai logr escapar de Jerusaln antes de su destruccin y recibi permiso para reconstruir una base juda en Jamnia. Fue all donde el contenido del canon de la Biblia hebrea pudo haber sido discutido y aceptado formalmente. Sin embargo, esta es una propuesta acadmica que ha perdido adeptos en los ltimos aos. Sea como fuere, algunos de los debates que rodean estas discusiones, cuando y dondequiera que hayan tenido lugar, aparecen en la literatura rabnica, aunque no tenemos un registro completo sobreviviente de estos debates. Por lo tanto, solo podemos especular sobre por qu algunos materiales fueron excluidos de nuestro canon y otros incluidos.
Hay varias teoras para explicar la exclusin de los libros apcrifos. Una teora es que solo los libros escritos originalmente en hebreo fueron considerados para su inclusin en el canon. Sin embargo, el Libro de Daniel , aunque incluido dentro del canon, est escrito en gran parte en arameo . An ms problemtico es el hecho de que los eruditos creen que el Primer Libro de los Macabeos fue escrito originalmente en hebreo, por lo que cumple con el criterio de idioma para la inclusin y, sin embargo, est ausente del canon bblico.
Otra teora para explicar la omisin de los dos primeros Libros de los Macabeos se basa en la datacin de estos documentos. Aunque a menudo se supone que el canon bblico se formaliz en Yahvne, se especula que la lista aceptada de libros exista mucho antes. En otras palabras, quizs la reunin de rabinos en Yahvne hered una lista de documentos ya reconocidos extraoficialmente como cannicos y simplemente formaliz esta lista.
Tambin se ha sugerido que la exclusin de los Libros de los Macabeos se puede atribuir a la rivalidad poltica que existi durante el perodo tardo del Segundo Templo entre los saduceos y los fariseos . Los saduceos, clase sacerdotal a cargo del Templo, rechazaron abiertamente las interpretaciones orales que promovan abiertamente los fariseos, la clase protorrabnica. Los macabeos eran una familia sacerdotal, mientras que los rabinos que pudieron haber determinado la forma final del canon bblico en Yahvne descendan de los fariseos. Es posible que la exclusin de los Libros de los Macabeos fuera una de las ltimas disputas en la batalla entre fariseos y saduceos? Se habran inclinado los rabinos de Yahvne a canonizar un documento que tan claramente elogiaba a la familia sacerdotal asmonea?
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