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La búsqueda de la verdad, la disconformidad con las certidumbres comunes, el conocimiento como base para la autorrealización... Estas son historias para lectores exigentes.
Un grupo de escribas cuya misión es preservar un oscuro secreto relacionado con textos sagrados anteriores a la Biblia. Un sabio de capacidades sobrehumanas y de una percepción sin límites que será testigo y protagonista de la historia contemporánea. Un catálogo de personajes que sufren a causa de sus errores o de sus perfidias dándole forma a historias que no dejarán a nadie indiferente.
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Esto y más son las dos novelas del uruguayo Álvaro Díaz, El legado del Sofer: la identidad de Dios y Primitivo, y su libro de relatos, Cuando cuanto cuento cuenta: obras que atrapan al lector y lo conducen, página tras página, por una intrincada red de historias.
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El legado del Sofer tiene, entre sus muchos méritos, el de presentar un adecuado manejo del suspenso que lleva de la mano al lector y lo impulsa a seguir leyendo para descubrir, junto con su protagonista, los misterios de un conocimiento inimaginable. Vehículo para la exposición de sus ideas, Primitivo rebosa de reflexiones y razonamientos sobre aspectos de la realidad que solemos dar por sentados. Y en Cuando cuanto cuento cuenta la mayoría de los relatos son breves y es allí, en la síntesis, donde se deja sentir con más fuerza el buen hacer literario de Álvaro Díaz.
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