Costa Rica perdió el trofeo centroamericano de fútbol, pero lo ganó, y por goleada, en consumo de Viagra, la famosa pastilla azul contra la disfunción eréctil.
GATO
por goleada, en consumo de Viagra, la famosa pastilla azul contra la
disfunción eréctil.
Según el más reciente informe estadístico de la compañía farmacéutica
Pfizer, fabricante de Viagra, nuestro país registró el mayor número de
ventas de la región entre noviembre del 2007 y noviembre del 2008.
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Durante ese período, los ticos compraron 149.264 pastillas, 51.043 más
que Panamá que ocupa el segundo lugar y 116.037 más que Guatemala, el
tercer puesto en el “ranking”.
El consumo de pastillas azules en nuestro país va en ascenso pues en
el año 2006 se vendieron 131.900 píldoras, 17.364 menos que en el
último período.
La disfunción eréctil es una enfermedad que impide a los hombres tener
una erección o mantenerla de forma adecuada para una relación sexual.
¿Por qué compramos más?
Genaro Cuesta, director médico para Centroamérica y el Caribe de
Pfizer, explicó que no se trata de que en el país haya más problemas
de disfunción eréctil, sino más información al respecto.
“En Costa Rica, la colectividad está más informada y los médicos están
más alerta sobre esta patología (disfunción eréctil), por eso hay una
mayor prescripción del medicamento”, afirmó Cuesta.
Marcela Brenes, gerente de producto de Pfizer, añadió que otra ventaja
de Viagra es que ya tiene 10 años en el mercado y fue la primera de su
tipo en darse a conocer.
No están solos
Viagra no es la única opción que ofrece el mercado para quienes sufren
disfunción eréctil. La compañía Bayer comercializa desde el 2003 una
pastilla llamada Levitra.
En Costa Rica, anualmente se venden alrededor de 30.000 tabletas de
Levitra, informó Elizabeth Whan, de Bayer.
Otra de las opciones es Cialis, medicamento distribuido por la
farmacéutica Lilly.
Dominicano curado
La semana pasada se generó una controversia por el caso del dominicano
Lenín Calderón, quien supuestamente sufrió una erección que se
prolongó más de seis días debido a una sobredosis de Viagra.
Por teléfono desde República Dominicana, Calderón dijo ayer a Al Día
que su problema se curó el lunes pasado gracias a un tratamiento con
pastillas.
“Ya estoy bien, gracias a Dios”, expresó el hombre de 31 años.
El reconocido urólogo dominicano Fausto Hernández trató de atender a
Calderón para corroborar su historia. Sin embargo, el médico expresó
ayer que el paciente no llegó a la consulta.
Genaro Cuesta.
Mini-entrevista a Genaro Cuesta, director médico de Pfizer
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¿Qué ocasiona la disfunción eréctil?
Es una enfermedad vascular. Fallan las arterias que llevan la sangre
al pene y por eso no se produce la erección.
¿A qué edad se puede presentar el problema?
Clínicamente a partir de los 40 años, pero por diversas
circunstancias, como golpes, se presentan casos de personas más
jóvenes.
¿Qué hace Viagra?
Es un potente dilatador de las arterias que llevan la sangre al pene.
Su uso debe ser recomendado solo por un médico y como cualquier
medicina tiene efectos secundarios.
A la mujer no le serviría
Inglaterra / EFE. - El uso del parche hormonal conocido como “Viagra
femenino”, cuyo objetivo es aumentar el apetito sexual de las mujeres
a quienes les han extirpado los ovarios, podría no servir e incluso
ser perjudicial.
Así lo indica un estudio publicado ayer por la revista británica “Drug
and Therapeutics Bulletin” (DTB), sobre este producto que no es de la
casa farmacéutica Pfizer.
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Las dudas sobre la efectividad del parche se basan en que los ensayos
se utilizó un grupo de mujeres muy específico, que excluía a pacientes
con enfermedades físicas y mentales que hubieran podido incidir en el
deseo sexual.
El parche está ya a la venta con el nombre de Intrinsa.
Su mecanismo es sencillo: se coloca en el abdomen de la mujer y libera
una dosis diaria de testosterona, lo que provoca un aumento del
apetito sexual en la menopausia.
Sin embargo, el estudio de DBT subraya que los resultados del
tratamiento se midieron, en muchos casos, a través de cuestionarios
formados por preguntas cortas que no habían sido validados de
antemano.
Además, añade que una buena parte de las mujeres que participaron en
los ensayos sufrieron el conocido “efecto placebo”, ya que muchas
afirmaron que su apetito sexual había crecido sin haber sido tratadas
con el medicamento.
La revista sostiene que el parche provocó efectos secundarios, en su
mayor parte irritación de la piel en la zona del cuerpo en la que se
colocó.