Hola (...)
La nómina de sistemas estructurales históricos es bastante larga y alcanza también a las de fundición. Son materiales frágiles que si se superan las tensiones en un punto concreto se rompen sin presentar deformación. Son como los "bancos de fundición del parque" (los tradicionales), que si le das un golpe con un coche, por ejemplo, se hacen añicos. Se rompen por impactos o al IMPONERLES una deformación.
Además, seguro que las piezas que tienes ni siquiera son lineales, tendrán sus "curvitas de principio de siglo" (Art Noveau, modernismo...). Esas piezas requerían moldes para su fabricación, o sea, que son prefabricadas y con unas formas, secciones y diseños muy determinados, que se repetían de forma industrial. Lo que más conocemos son los "soportes" o pilares de fundición que hay en las plantas bajas de muchos edificios buenos de los centros históricos de esas fechas.
Lo primero que te habría dicho es que te miraras el TRATADO de GER Y LÓBEZ, que es el que más cosas metálicas tiene de finales del XIX y principios del XX. Pero lo estuve mirando el otro día y no me suena haber visto nada, de cualquier manera, míratelo. El texto es largo así que te aconsejo ver primero las láminas:
Lo tienes en la dirección del blog, apartado "descarga de documentación", al final del todo hay dos enlaces a TRATADOS HISTÓRICOS. En el primero de ellos, que es el de la Sociedad de Historia de la Construcción, podrás encontrar "Ger y Lóbez". Se llama así de apellidos, que comentamos en el Curso de Estructuras Históricas, pero más adelante, en el módulo 4.
Aunque fuera de acero de principios de siglo, no nos podemos fiar de las resistencias, porque no son las mismas. Además muchas veces no son soldables (o lo que es peor "parece" que sueldan pero luego separas las piezas con la mano). Y lo de "extraer una probeta" cortando un trozo para romperla en prensa no es fiable y además hace daño irrecuperable a las secciones de fundición.
Yo aplicaría la teoría general de intervención en ESTRUCTURAS EXISTENTES, que es:
Dar por bueno al diseño original que hubiera, recuperando su tratado original si es posible, quitando enredos y añadidos que tendrá seguramente.
Hacer trabajar a la estructura en sus mismas condiciones de cargas (puedes conocer el peso propio, el viento y la nieva de la zona que ha soportado, y evaluar las sobrecargas de uso a las que haya podido estar sometida la estructura), siempre con lógica.
Y si consigues estas dos cosas, entonces, aplicar la EVALUACIÓN CUALITATIVA que viene descrita en el ANEJO D (Evaluación de Estructuras Existentes) del DB-SE-AE, entonces lo podrías dar por bueno documentalmente en el proyecto. Cógete ese guión y síguelo al pie de la letra, verás qué fácil es. Nunca sobra lo que yo llamo "caracterizar" que es determinar estas acciones que te digo a las que haya estado sometida, datos, datos, datos. Primero para tomar decisiones con datos y segundo para acreditar que se hace todo lo técnicamente posible.
No te fíes de refuerzos, enredos y cosas que pudieran "parecer buenas" pero de los que no se tengan experiencias de funcionamiento. Ten siempre en cuenta que los CÁLCULOS se efectúan siempre sobre bases de cálculo que se sabe que están bien, porque lo dicen las normas, por experiencias previas, etc. Pero cuando nos salimos de ahí, no hay garantías.
Ya hemos visto en el curso los daños que causa la decisión de echar hormigón encima de las estructuras históricas, lo mismo bóvedas, que entramados de madera, que forjados primitivos que no eran monolíticos. Estamos siempre reparando lo mismo. Vaya, que "echar hormigón a las cosas" sirve para que se vayan tranquilos a dormir los que confían en esa religión, pero meterle refuerzos e historias a estructuras "que seguían otras reglas" hoy olvidadas, es un camino seguro para tener problemas, aunque nadie de los que está con nosotros en una obra moderna lo vea (¿soy yo el único que piensa diferente aquí?, pues en estructuras históricas, normalmente sí).
Saludos.
JC