Médicos, enfermedad y cultura (3)===========================
De nuevo por aquí, retomando este hilo.
Había concluido el anterior mensaje con una pregunta: ¿Qué entender por "humanismo" en medicina?
Si organizas una búsqueda en Google sobre "humanismo médico", la primera sugerencia es "humanismo médico y bioética". Moviendo la cabeza negativamente, pienso para mis adentros "No vamos bien".
La primera definición que encuentro es "El Humanismo Médico es un afectuoso interés del médico por curar o aliviar los problemas de salud que le presentan los pacientes, pero no considerados como cuerpos humanos, sino como personas." Esta definición se encuentra en --> "El humanismo médico" <-- (Clic sobre el título para acceder)
No obstante, para que cada cual se actualice en lo tocante al llamado "humanismo médico", mi referencia principal ha sido, como ha sido habitual en mi) Pedro Laín Entralgo, en su obra "Antropología médica para clínicos" <-- (Clic sobre el título para descargarse el libro en pdf)
En el prólogo de esta magnífica obra se lee (no me puedo resistir a traerla íntegra, por la insuperable calidad de lo escrito)
" que si la
clínica ha sido siempre real y verdaderamente humana, no puede decirse otro
tanto de la patología. En su relación directa con el enfermo, nunca el clínico ha
dejado de ser un hombre, homo medendi perítus, que médicamente está tratando
a un homo paíiens, a otro hombre. Mas cuando el clínico pasa a ser patólogo,
cuando se afana por dar razón científica de lo que como tal clínico ve y
hace, ¿no es cierto que la persona tratada suele quedar intencionalmente convertida
en un objeto que sólo por modo comparativo puede ser llamado
«hombre»? Es cierto, sí, que al organismo del hombre y sólo a él se refiere lo
que los libros al uso dicen de la fisiopatología del reflejo patelar o del síndrome
urémico. Pero esa fisiopatología, ¿es formalmente y en todos los sentidos
humana? Con mayor amplitud: ¿es formalmente y en todos los sentidos humana
la patología que de ordinario se escribe y se enseña? Lo que como patólogo
suele hacer el médico, ¿no es más bien «patología humana comparada» que
«patología humana comparada e incomparable», siendo así que a la vez comparable
e incomparable es, respecto de los restantes animales, el que genéricamente
denominamos hombre? Desde su idea puramente científico-natural de
la ciencia, y por tanto de cualquier patología que pretenda ser científica, que
Claudio Bernard nos dé la respuesta. «El médico -escribió el genial fisiólogose
ve con frecuencia obligado a tener en cuenta en sus tratamientos eso que
llaman influencia de lo moral sobre lo físico, y por consiguiente... una multitud
de consideraciones que nada tienen que ver con la ciencia.» Está claro: formalmente
y en todos los sentidos no era humana la patología a que Claudio
Bernard aspiraba, y sigue sin serlo la que oficial y académicamente desde él se
ha escrito; lo era y lo es tan sólo -como la fisiología del metabolismo o la del
corazón que habitualmente se enseña a los médicos- por modo comparativo...
... Pues bien: para que la patología llegue a ser plenamente humana, por necesidad habrá que fundarla sobre un conocimiento del hombre en cuanto tal, del
hombre como ente a la vez comparable e incomparable, y desde el punto de
vista de su mudable condición de sano, enfermable, enfermo, sanable y mortal;
es decir, sobre una verdadera antropología médica. Y en tal caso, me he preguntado
más de una vez, ¿podría yo hacer algo aceptable para el buen logro de
ese empeño?..."
... Aunque no haya sido incluida en la formación regular del médico, y confundida
a veces -pars pro tofo- con la antropología médica cultural, una de sus
ramas, no es ciertamente nueva tal disciplina. Aparte ciertas trasnochadas elucubraciones
de filosofía médica, nació a la historia cuando, tras la Primera
Guerra Mundial, una mentalidad transpositivista comenzó a imponerse en el
pensamiento europeo. Los Stüclce einer medizinischen Anthropologie, de V. von
Weizsacker (1928), y la Medizinische Anthropologie, de O. Schwarz (1928), fueron
las primeras expresiones de ese nacimiento. No han sido desde entonces
escasas las publicaciones consagradas al tema, más sistemáticas unas, más ensayísticas
otras, y con frecuencia unilateralmente orientadas por una determinada
ideología filosófica, política o religiosa. Ha habido así acercamientos a la
antropología médica de carácter fenomenológico-existencial (L. Binswanger,
M. Boss), antropobiológico (A. Gehlen, A. Jores), marxista (H. Steussloff y
E. Gniosto, S. Milcu), teológico (V. E. Fr. von Gebsattel) y científico-metafísico
(P. Laín Entralgo, D. Gracia Guillén). Todos ellos habrán de ser tenidos en
cuenta cuando se quiera construir por extenso una antropología médica a la
vez filosófica, sistemática y omnicomprensiva."
Así pues, el humanismo médico puede ser estudiado racional y científicamente desde la antropología médica. Pero si uno piensa de modo lateral y se pregunta por las razones que se dan para hablar de humanismo médico, de lo que se está hablando es de la parte excluida de la teoría médica por la fisiopatología científica. Obviamente, nadie renuncia a la ciencia ni a la cientificación de su conocimiento. No se trata de incluir el llamado "humanismo médico" en el conocimiento paralelo de la medicina, como algo extraño, un evento colateral, del concepto de enfermedad humana, sino de introducir ese conocimiento expulsado, cuando no reprimido, del conocimiento de la enfermedad.
Así pues, yo no entiendo el "humanismo médico" como una cuestión lateral, una cuestión menor de la enfermedad o de la práctica médica, sino de completar el conocimiento sobre esta en aquellas dimensiones que pueden ser comprendidas de un modo científico, esto es, liberado de ideologías (religiosas, políticas...) y fantasías personales o grupales.
Así pues, mi punto de vista sobre el humanismo médico o sobre la antropología médicas, no es lateral, sino central.
JM Gasulla