En los últimos años, todas las navidades han sido diferentes e inesperadas.
Huracanes, terremotos, pandemia, etc. Especialmente, este año hemos perdido la capacidad de celebrar la mayoría de las tradiciones… parrandas, fiestas familiares, misas de aguinaldo, etc. No salir y abrazar (fisicamente) a nuestros seres queridos. Muchos dicen que no se siente el espíritu navideño.
Aunque la situación no nos permite hacer las actividades que estamos acostumbrados, todavía tenemos la oportunidad de abrirle nuestro corazón a nuestros seres queridos y acogerlos como estamos acostumbrados a hacer (aunque sea a distancia). Inclusive, no tiene que ser navidad para comenzar a abrirnos a conectar con las otras personas.