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III. Los
estrechos, imprecisos y controvertidos senderos normativos y
regulatorios que contextualizan el desarrollo del
holding.
El espectacular
crecimiento de PHSA en general -al 30 de septiembre de 2007
contaba con un patrimonio neto superior a los 1.000 millones
de dólares(27)- y, muy
particularmente en el mercado eléctrico(28), invita a reflexionar sobre
diversos aspectos vinculados con el escenario normativo y
regulatorio que le ha permitido consolidarse como uno de los
grandes actores del sector, en el marco de la llamada
"argentinización" de los servicios públicos privatizados,
asociada al abandono del régimen de convertibilidad.
La convergencia
temporal entre, por un lado, la enjundiosa estrategia
empresaria desplegada en el ámbito energético (más
precisamente, el eléctrico) y, por otros, ciertas
imprecisiones normativas de vieja data, algunas controvertidas
o contradictorias disposiciones regulatorias y la actitud
prescindente de muchos operadores internacionales (más
preocupados por obtener algún resarcimiento que por mantener
sus activos en el país), devino en una reconfiguración del
mercado asociada al proceso de reintegración vertical y
horizontal de las unidades de negocio en las que en su momento
se segmentaron las empresas públicas eléctricas. Si bien, como
se señaló, dicho fenómeno se remonta a los años noventa(29), en la post-convertibilidad ha
tomado algunas nuevas formas y encuentra a PHSA (y sus socios
fundadores) como, sin duda, su agente más dinámico.
Al respecto, y
antes de abordar algunos temas del plexo normativo y de la
regulación sectorial, cabe ilustrar la presencia del grupo en
los distintos eslabones de la cadena y las formas bajo las que
ejerce el control de las firmas que operan en los mismos. Así,
la Figura Nº 1 revela las características que adopta
la conformación de las empresas del grupo en el ámbito de la
generación eléctrica, actividad considerada de "interés
general" (y no servicio público, como es el caso del
transporte y la distribución eléctrica).
Figura Nº 1.
Pampa Holding S.A. en generación de energía
eléctrica
![](https://groups.google.com/group/infomoreno/attach/86bdfa830dd6d8e7/253_clip_image002.jpg?part=0.3&view=1) Fuente: Elaboración propia
sobre la base de información de página Web de
PHSA
Esa agresiva
política de concentración y centralización del capital en el
campo de la generación eléctrica le ha permitido a PHSA
contar, a fines de 2007, con cerca de 2.000 MW de capacidad
(poco más del 8% del parque total nacional) que, con la
concreción de las ampliaciones previstas (como en los casos de
Loma de la Lata y Güemes) y la del Proyecto Ingentis, se vería
incrementada en un 50% hacia fines de 2009 (al margen de los
aportes que podrían devenir de la continuidad de la estrategia
del holding en materia de adquisiciones de
generadoras valuadas "a precios muy bajos generados por
situaciones de apremio debido, entre otras razones, a un
entorno regulatorio difícil y/o a una excesiva carga de
deuda"). La consiguiente -aunque incipiente, en términos de
poder de mercado- centralización de las decisiones de
inversión en un área crítica como es la generación eléctrica
le confiere a PHSA un papel relevante en el segmento (como,
por ejemplo, el aprovechamiento de escenarios privilegiados
como el que ofrece el programa "Energía Plus", y la reciente
concesión de beneficios fiscales a las inversiones previstas
en tres centrales).
Por su parte, la
Figura Nº 2 ilustra las formas bajo las que se
expresa la presencia del conglomerado en el ámbito de los dos
restantes eslabonamientos del mercado, el transporte y la
distribución de energía eléctrica, monopolios naturales
sujetos a regulación pública.
Figura Nº 2.
Pampa Holding S.A. en los segmentos de transmisión y
distribución de energía eléctrica
![](https://groups.google.com/group/infomoreno/attach/86bdfa830dd6d8e7/253_clip_image004.jpg?part=0.4&view=1) Fuente: Elaboración propia
sobre la base de información de la página Web de
PHSA
Es precisamente en
estos dos segmentos donde la presencia del grupo adquiere un
especial trascendencia en tanto, a partir del co-control de
Citelec tiene la mayoría accionaria en la única empresa
responsable del transporte en muy alta tensión (Transener) y
de la principal transportadora troncal (Transba) con ámbito de
operación en la Provincia de Buenos Aires; al tiempo que a
través de EASA controla el capital social de la mayor
distribuidora de energía eléctrica del país (EDENOR).
A partir de esta
imagen de las formas bajo las que se materializa la presencia
del grupo en el mercado eléctrico, cabe analizar las mismas a
la luz de las limitaciones impuestas por el marco regulatorio
sectorial (Ley Nº 24.065) a la propiedad de las unidades de
negocios en las que se desintegraron, vertical y
horizontalmente, las ex empresas públicas que operaban en el
sector.
Al respecto, el
artículo 30 de la ley establece que "ningún generador,
distribuidor, gran usuario ni empresa controlada por algunos
de ellos o controlante de los mismos, podrá ser propietario o
accionista mayoritario de una empresa transportista o de su
controlante"(30). En ese marco, en
la medida en que PHSA detenta el 50% de Transener quedaría en
una situación límite en tanto, estrictamente, no ejerce el
control accionario de la misma aunque sí, cuenta con el
natural poder de veto a cualquier decisión empresaria que
pudiera contraponerse a sus intereses específicos y, muy
particularmente, desde la transferencia de las tenencias de
Petrobrás Energía S.A. a ENARSA (25%) y Electroingeniería S.A.
(25%)(31), ejerce una influencia
dominante.
Otra situación
peculiar de la actual configuración del grupo, en el que se
integran dos transportistas, es la que se vincula con uno de
los tantos legados de la hegemonía neoliberal de los años
noventa -y sus contradicciones-. Así, ya en el propio Marco
Regulatorio Eléctrico donde, en principio, la mayor
atomización posible de la oferta -en su conjunto, como en sus
distintos eslabones- y la segmentación de la demanda eran
partes constitutivas esenciales de la radical reforma de la
organización sectorial, el artículo 32 preveía la posibilidad
de futuras concentraciones horizontales. En efecto, el mismo
dispone que "sólo mediante la expresa autorización del
ente, dos o más transportistas, o dos o más distribuidores,
podrán consolidarse en un mismo grupo empresario o
fusionarse". Así, no exento de la capacidad de lobby
del entonces grupo Pérez Companc(32), en junio de 1997, el ENRE había
autorizado la participación de la transportista en extra alta
tensión Transener (Resolución Nº 543/97) en el concurso
público para la transferencia de la Transportista Troncal
Transba S.A., en la que aquella resultó adjudicataria. De allí
que el control de dos transportistas por un mismo grupo
empresario antecede a la irrupción de PHSA en el mercado y,
más precisamente, en el co-control de Citelec y, por ende, de
la posición dominante en estas últimas.
Consideraciones no
muy disímiles cabe realizar en cuanto a la presencia de PHSA
en los segmentos de generación y de distribución. En este
caso, cabe hacer referencia al alcance del Decreto
Reglamentario de la ley (Nº 1.398/92) que tornó mucho más
flexibles las restricciones y limitaciones a la propiedad
establecidas originalmente. En efecto, en el mismo se
estableció que "el titular de una concesión de
distribución no puede ser propietario de unidades de
generación. De ser éste una forma societaria, sí pueden serlo
sus accionistas, como personas físicas o constituyendo otra
persona jurídica con ese objeto". Se trata, en este
último caso, de una preocupación que se limita a la separación
jurídica de ambas actividades, más allá de sus connotaciones
reales en términos de integración vertical del sector y de la
morfología de los mercados. De allí que en función de esta por
demás laxa regulación, y en el contexto del acelerado proceso
de reintegración vertical y horizontal de la cadena eléctrica
(en el caso de PHSA, y en referencia a tales normas, quedaría
involucrado el control de EDENOR y el de varias unidades de
generación), quedan planteados serios interrogantes, no en
cuanto a la vulneración de las disposiciones del decreto
reglamentario de la ley pero, sin duda, en relación con el
espíritu de la ley marco original (y, por ende, entre esas
disposiciones, y este último).
Hasta aquí, y más
allá de los estrechos límites normativos por los que ha venido
discurriendo -y que, en realidad, lo anteceden-, el desarrollo
del grupo en el mercado eléctrico no hizo más que aprovechar
las permisividades legales heredadas de la plena hegemonía
neoliberal.
Lo propio puede
afirmarse en relación con algunas disposiciones regulatorias
que, no obstante ello, parecen más que contradictorias y
ciertamente discrecionales. Se trata, más precisamente, de los
avatares que conllevó la obligada desinversión de Petrobrás
Energía S.A. en Citelec(33). Los
mismos concluyeron a mediados de septiembre pasado cuando la
Secretaría de Comercio Interior por Resolución Nº 167/07
autorizó a Petrobrás a vender tales tenencias accionarias
(50%) a la estatal ENARSA S.A. (25%) y a Electroingeniería
S.A. (el restante 25%)(34). Al
respecto, en tanto ambas empresas no operan "en ningún
segmento de la industria, referidas a la generación o
distribución de electricidad" se consideró que la operación no
conllevaría riesgo potencial alguno sobre la competencia.
Sin embargo, tal
transferencia tiene una historia que se remonta, cuando menos,
a mediados de 2006, en tanto en junio de dicho año Petrobrás
había acordado con el fondo de inversión Eton Park la venta de
su participación en Citelec en 54 millones de dólares -en ese
momento, el fondo adelantó 11 millones de dólares.
En esa ocasión, la
operación no contó con la autorización de la Comisión Nacional
de Defensa de la Competencia (en el ámbito de la Secretaría de
Comercio Interior). Más precisamente, el Dictamen Nº 591 del 9
de febrero de 2007 de la CNDC dispone no hacer "lugar a la
propuesta de desinversión efectuada por la empresa Petrobrás
Energía S.A." por el que se le transferían tales tenencias al
fondo de inversión Eton Park. El único argumento esgrimido
proviene, en realidad, de un dictamen previo del Ente Nacional
Regulador de la Electricidad (ENRE) (AAREE Nº 5.107 del 8 de
enero de 2007, en el que se señala "...La condición de
operador está referida, entonces a quienes reúnan la aptitud
descripta. Esto es, a personas con determinada formación y
experiencia que conformen un equipo. Este equipo, que en su
aspecto operativo está integrado por los cuadros gerenciales
con responsabilidad en la gestión y la ejecución, no puede
desdeñar en su configuración, al accionista. Será el
accionista quien encierre en su ámbito la decisión el
planeamiento estratégico, en el que se forma y ejerce la
voluntad de la empresa, articulándose la puesta en acto de la
misma con los niveles gerenciales. Obviamente, para conseguir
el planeamiento estratégico y articular su operatividad, al
menos una parte del sector accionario tiene que tener,
inexorablemente, arraigo en la actividad y expectativa
cierta de permanecer en el negocio por plazos compatibles con
los períodos de maduración de los negocios vinculados a los
servicios públicos involucrados" (cursivas propias).
Tal argumentación
difiere sustancialmente de la emanada, en su momento, también
por la CNDC para autorizan la compra del 50% de las tenencias
accionarias de Citelec por parte del grupo Dolphin. Es más,
como se desprende del texto de su Dictamen Nº 396, de junio de
2004, la capacidad de desplegar una sólida ingeniería
financiera emergería como razón de peso para dar curso a esa
operación: "Asimismo, la Comisión Nacional de Defensa de la
Competencia no ha dejado de considerar la crítica situación de
emergencia del sector energético que atraviesa el país en la
actualidad, como así tampoco dejó de considerar la situación
particular de empresas como TRANSENER en este caso, donde la
posibilidad de dilatar con el análisis de la presente
operación las situaciones de riesgo e incertidumbre sin llegar
a una conclusión de sus acuerdos, para así tener la capacidad
de renegociar sus deudas, las enfrentaría a un eventual
concurso y cesación de pagos".
Sin duda, no se
trata de simples matices interpretativos de las normativas
vigentes en tanto en ambos casos queda de manifiesto una
actitud por demás discrecional en cuanto a la naturaleza y a
las características que deberían asumir los agentes económicos
interesados en operar -en realidad, co-controlar- la principal
transportista eléctrica del país.
IV. ¿Un
emprendimiento socialmente virtuoso, o una nueva y distinta
manifestación de valorización financiera y
patrimonial?
En la llamada
"argentinización de los servicios públicos" subyacen, en
rigor, dos distintos y complementarios fenómenos. Por un lado,
el que ofrece un conjunto importante de operadores
internacionales que, ante la inviabilidad real de continuar
internalizando exorbitantes beneficios -y en moneda fuerte
como durante la convertibilidad- han optado por retirarse del
país -claro que, en muchos casos, no sin antes intentar ser
"indemnizados" a partir de su recurrencia a tribunales
arbitrales internacionales(35)-.
Por otro, grupos económicos locales, mayoritariamente
imbricados en la lógica de la valorización financiera, y los
propios Estados (nacional o provinciales) que por voluntad
estratégica propia o ante un escenario por demás conflictivo,
terminaron por re-estatizar determinados servicios (como la
distribución eléctrica en Entre Ríos -ante el intempestivo
abandono del concesionario-, agua potable y saneamiento en la
provincia de Santa Fe, el Área Metropolita de Buenos Aires,
las áreas de cobertura de las ex Azurix Buenos Aires y Aguas
del Gran Buenos Aires, el correo postal, el espacio
radioeléctrico).
En cuanto a la
"argentinización" derivada de operaciones entre actores
privados, en más de una oportunidad se ha ilustrado con el
ejemplo que ofrecería PHSA como una de las expresiones de una
"nueva burguesía nacional" emprendedora. Al respecto, Pablo
Díaz, director suplente de PHSA desde 2005, víctima del
terrorismo de Estado (único sobreviviente de la llamada "noche
de los lápices") y ex funcionario de la Secretaría de Energía,
afirma: "Si la burguesía nacional quiere demostrar su
seriedad, debe contribuir a la recuperación de empresas
estratégicas que están en manos extranjeras"(36).
Sin embargo, no
parecería ser suficiente (ni tan siquiera necesario) que esa
"nueva burguesía nacional" se estructure a partir de la
adquisición de firmas bajo control transnacional. La
convocatoria del entonces presidente Kirchner a "la
reconstrucción de un proceso que consolide la burguesía
nacional en la Argentina"(37)
remite, insoslayablemente, como se desprende del mismo
discurso, a un "proyecto de país" que, como tal, solo podría
descansar en un modelo de acumulación y reproducción del
capital donde la equidad distributiva y la inclusión social
sean parte constitutiva esencial de un esquema sustentado y
sostenido a mediano y largo plazo.
No parecería ser
tal la visión estratégica del grupo PHSA. Así, como se
desprende de su Memoria y balance anual correspondiente al
ejercicio cerrado en diciembre de 2006, la empresa se presenta
como "líder en servicios de asesoramiento en inversiones", que
considera "que aún existen oportunidades sustanciales para
adquirir activos subvaluados en el país", lo que ofrece "una
oportunidad singular para los inversores en capital
accionario". Entre las razones que fundamentan tales
oportunidades se destaca que "como consecuencia de la
devaluación de la moneda que tuvo lugar en 2002, los costos
laborales se encuentran entre los más bajos de América
Latina". En otras palabras, el nivel de los salarios parecería
interesar pura y exclusivamente como costo empresario
(atractivo, por lo bajo, para potenciales inversores) y no
como componente esencial de la demanda interna y, por ende, de
la inclusión social.
Asimismo, cabe
remitirse a otras afirmaciones de PHSA que invitan a la
reflexión en torno a su posible posicionamiento como parte
importante de esa "nueva burguesía nacional" que oficialmente
se pretende recrear. También en dicha Memoria anual, se afirma
"Nos proponemos realizar inversiones en activos que resulten
atractivos y cuyas valuaciones consideremos razonables.
Específicamente, nos concentraremos en sociedades argentinas
cuyos títulos valores y activos ofrezcan, en nuestra opinión,
un potencial significativo de apreciación en el mediano
plazo" (cursivas propias). Es más, se afirma: "Como pauta
general, procuraremos adquirir tanto posiciones controlantes
como inversiones en paquetes minoritarios con derechos
especiales y/o representación significativa en el directorio.
Creemos que la capacidad de influir sobre la dirección
estratégica de nuestras inversiones mejora nuestra
capacidad de maximizar su valor"; en otros términos
"objetivos de adquisición atractivos para compradores
estratégicos y/o que incrementen las posibilidades de
una potencial salida a través de los mercados públicos de
capitales" (cursivas propias).
Esta extensa
enumeración de argumentaciones en torno a la estrategia
empresaria desplegada y a desarrollar por PHSA parecería
alejarla de lo que se supone, sería una burguesía nacional
comprometida con un Proyecto de país. Por el contrario, tiende
a profundizar las dudas en torno a si se trata de un nuevo
actor emprendedor o de un simple -pero grande- agente
económico que se mantiene dentro de la propia lógica de la
valorización financiera y patrimonial contando en este caso,
con cierta complacencia oficial y con la posibilidad de
aprovechamiento de determinados nichos privilegiados por las
políticas públicas (como los beneficios fiscales que se le
concedieron a sus ampliaciones en el campo de la generación, o
las ventajas provenientes del Plan Energía Plus, o
discrecionales dictámenes de la CNDC).
La preocupación
empresaria por apreciar a corto o mediano plazo el valor de
activos adquiridos a precios inferiores a los reales de
mercado, su focalización en tenencias accionarias -en lo
posible de control- de empresas prestadoras de servicios
públicos que se encontraban en plena renegociación de sus
contratos de concesión, así como en la generación eléctrica
-uno de los principales cuellos de botella del mercado- que en
el marco de la crisis sectorial cuenta con especiales
incentivos oficiales, y su -no muy velado- interés por
posibles compradores estratégicos y/o por una eventual venta
de acciones en el mercado de capitales, parecerían denotar una
preocupación casi excluyente por la mera revalorización
patrimonial de sus activos. En ese sentido, parecería verse
desplazada toda intención de inserción plena -en lo
estratégico- en un nuevo proyecto de país o, al decir del ex
presidente Kirchner, en "un fuerte proceso de capitalismo
nacional que nos permita recuperar decisiones perdidas en
todas las áreas de la economía con un perfil mucho más
consustanciado con lo que la Argentina necesita"(38).
Si bien ciertas
actitudes y declaraciones del principal accionista de PHSA
podrían llevar a pensar en la existencia de un cierto
compromiso con tales preocupaciones del ex presidente de la
Nación, las mismas también podrían estar sugiriendo la
intención de crear un espacio institucional que permita
desplegar una mayor capacidad de lobbying (en
consonancia con la preocupación oficial por "nacionalizar" la
economía) y, a la vez, una interés real por la conclusión de
la dilatada renegociación de los contratos.
Así, en el acto de
presentación de la Cámara de Empresarios Argentinos de la
Energía (CEADE)(39), en abril de
2006, su presidente Marcelo Mindlin señaló: "Empezamos a
trabajar en esta idea [la normalización de las reglas de
mediano y largo plazo y la renegociación de los contratos] con
la decisión de ratificar la importancia de la presencia del
empresariado nacional en el desarrollo del país en general y
en el sector energético en particular".
Sea como fuere, el
papel decisivo que ha venido asumiendo la sólida ingeniería
financiera desplegada por PHSA en el desarrollo del grupo,
consistente con su matizada -en sus formas- condición
subyacente de fondo de inversión(40), ofrece suficientes elementos de
juicio como para inferir que la lógica de funcionamiento del
grupo tiende a asemejarse más a la dominante en el sector
financiero que a la que exigiría un emprendimiento estratégico
de largo plazo que se inscriba, e incluso sustente e impulse,
un nuevo e inclusivo Proyecto de país.
Aún cuando con la
implosión de la convertibilidad y la reforma del régimen
cambiario, la fuerte devaluación del peso potenció la
producción de bienes en detrimento de los servicios y el
sector financiero, dentro de un contexto en el cual se ha
visto desplazada la hegemonía que ejercía la valorización
financiera como modelo de acumulación, quedan abiertos
múltiples interrogantes en torno a las potencialidades y a los
compromisos estratégicos de PHSA como parte constitutiva de
una real y remozada "burguesía nacional".
V.
Reflexiones finales
El espectacular
crecimiento de PHSA(41) es, sin
duda, un fenómeno que invita a la reflexión. Si bien, en los
inicios de los años noventa, también el CEI Citicorp Holding
desplegó una agresiva y diversificada política de adquisición
de empresas (paradójicamente, buena parte de ellas, vinculadas
a los distintos procesos de privatización y muy alentada desde
las esferas gubernamentales), el alto grado de concentración
sectorial de las inversiones de PHSA, el énfasis decisivo en
el saneamiento financiero de las firmas absorbidas, así como
también en algunos aspectos económicos centrales (como la
conclusión de dilatados procesos de renegociación), enmarcados
en la preocupación central por la revalorización patrimonial
de sus activos, parecen imprimirle ciertos rasgos distintivos
al desarrollo de PHSA.
En ese sentido,
PHSA (y su antecesor inmediato, el grupo Dolphin) ha venido
focalizando su actividad en el sector eléctrico a punto de
constituirse en uno de los principales agentes económicos de
dicho mercado y en un interlocutor de privilegio del gobierno
nacional. Ello se inscribe, sin duda, en una estrategia de
valorización patrimonial estructurada a partir de la
adquisición de empresas que enfrentaban serias dificultades
financieras, el despliegue de una compleja ingeniería en la
materia -y no por ello ajena a ciertos riesgos(42)-, y de un considerable poder de
lobby. De allí que no cabe descartar que, dentro de
una lógica de comportamiento financiero, PHSA decida su
posterior transferencia -del propio conglomerado en su
conjunto o, en su defecto, de algunas o todas sus empresas
eléctricas- a nuevos o viejos actores con intereses concretos
de mediano y largo plazo en el sector eléctrico.
En suma, a la
fecha, muy difícilmente puedan desentrañarse con seguridad las
bases estratégicas en las que se enmarcará el desempeño de
PHSA en el campo energético y, mucho menos, en el plano
agregado. No obstante, parecerían existir ciertos antecedentes
que tornan muy poco probable su inserción estratégica en un
Proyecto de país donde se privilegie la producción y la
creciente inclusión social y autonomía nacional.
NOTAS
(27)Cabe acotar que
en los primeros nueve meses de 2007, la utilidad neta
representó el 16,3% de los ingresos por ventas y el 3,7% del
patrimonio neto. Dada la muy alta intensidad de capital de la
mayor parte de las empresas controladas (el 75,2% del activo
corresponde a bienes de uso), ese último porcentual es,
también, por demás significativo. (28) También, entre
otras, tiene tenencias accionarias minoritarias en
Distribuidora de Gas Cuyana S.A. y Cerámica San Lorenzo
S.A. (29) Ver Azpiazu, D.; "Las privatizaciones en la
Argentina. Diagnóstico y propuestas para una mayor equidad
social", CIEPP/OSDE/Miño y Dávila, Buenos Aires,
2003. (30) La Ley Nº 19.550 de Sociedades Comerciales
establece en su artículo 33 que "se consideran sociedades
controladas aquellas en que otra sociedad, en forma directa o
por intermedio de otra sociedad a su vez controlada: 1) Posea
participación, por cualquier título, que otorgue los votos
necesarios para formar la voluntad social en las reuniones
sociales o asambleas ordinarias; 2) Ejerza una influencia
dominante como consecuencia de acciones, cuotas o partes de
interés poseídas, o por los especiales vínculos existentes
entre las sociedades". (31) Empresa fundada en 1977 que ha
tenido un crecimiento exponencial en los últimos años y que,
como se desprende de su página web (http./eling.com.ar),
es una firma "cuyo alcance de actividades puede sintetizarse
como 'Ingeniería, construcción, operación y mantenimiento de
grandes obras y servicios electromecánicos, civiles, de
arquitectura, viales, de saneamiento, de conducción de fluidos
y otras especialidades asociadas'". (32) Al decir de Miguel
Ángel Broda: "Hay que ser prácticos y a mis clientes les
digo que hagan lobby, porque da resultado en la Argentina
[...]. Yo como consultor tengo que estar en el plano no del
deber ser, sino en lo que es mejor para mis clientes. Y yo veo
que ésta es una administración que no es invulnerable a las
presiones. Yo les digo a mis clientes que el modelo es, a mi
juicio, permanente, pero al mismo tiempo que traten de
aprovechar algunas deficiencias de esta administración que
cede a las presiones" (Edición del diario
Página/12, Suplemento Cash, del
15/5/94). (33) Compromiso asumido por la empresa, en mayo
de 2003, de desprenderse del 50% de las tenencias accionarias
de la Compañía Inversora en Transmisión Eléctrica CITELEC
S.A., co-controlante de la Compañía de Transporte de Energía
Eléctrica en Alta Tensión Transener S.A., y del 90% del
capital social de la Empresa de Transporte de Energía
Eléctrica por Distribución Troncal de la Provincia de Buenos
Aires Transba S.A., al momento de adquirir el capital social
de Pecom Energía S.A. (34) La operación se realizó por 54
millones de dólares, más otros seis millones por la
transferencia del 22% del capital social de Yacilec que
Petrobrás cedió a Electroingeniería. (35) Ver, entre otros,
Stanley, L; "Acuerdos Bilaterales de Inversión y demandas
ante tribunales internacionales: La experiencia Argentina
reciente". CEPAL, Serie Desarrollo Productivo Nº 158,
Santiago de Chile, Octubre 2004. (36) Ver, Revista
Fortuna Año II, Nº 148, 27 de marzo de 2006. (37) Ver
nota a pie Nº 8. (38) Ver, nuevamente, nota a pie Nº
8. (39) La integran distintas empresas dedicadas a la
generación, transporte, comercialización y distribución de
energía, es presidida por M. Mindlin y tiene como
vicepresidentes a A. Ivanissevich (Emgasud), A. Solón (Central
Piedra Buena), y A. Calcaterra (Sideco). Ver http//www.ceade.com.ar. (40)
Cabe hacer notar, asimismo, que entre los actuales Directores
Titulares (independientes) de PHSA se encuentran algunos
encumbrados ex funcionarios de distintas administraciones
gubernamentales -siempre en el área de las finanzas, en esos
casos, públicas-, como Miguel Kiguel, ex jefe de asesores y
Subsecretario de Finanzas del Ministerio de Economía, también
gerente general de economía y finanzas del Banco Central de la
República Argentina, y Alfredo Mac Laughlin, Secretario de
Finanzas entre diciembre de 2005 e igual mes de 2006. (41)
Formalmente, menos de dos años de existencia y, en términos
reales, menos de cuatro desde la primera adquisición de
tenencias minoritarias de Citelec S.A. por parte del grupo
Dolphin. (42) Como los laudos pendientes por parte del
CIADI (siempre que, finalmente, Electricité de France no
desista de su demanda) y del UNCITRAL (National Grid)
* Publicado por
www.polis.unq.edu.ar. –La primera parte fue publicada en el
InfoMORENO No. 252 |
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Los historiadores suelen decir
que en la víspera de grandes cambios históricos los hombres y
mujeres a los que les tocó sufrirlos no percibieron, ni se
dieron cuenta de los hechos inminentes que tanto cambiarían
sus vidas. Una civilización basada en el uso intensivo de la
energía está entrando en crisis, pueblos que se han hecho
adictos al petróleo ven con sorpresa el descomunal
aumento de los costos del principal insumo que mueve tanto la
economía como su bienestar personal.
Los medios de comunicación han
comenzado a informar, y a desinformar, sobre el creciente
aumento de los precios de los combustibles. Decimos
desinformar porque las causas del aumento de precio son
calculadamente mentirosas, un huracán que azota el Caribe, una
huelga en Nigeria, malestar en Medio Oriente, la voladura de
un oleoducto en Irak, la pretendida amenaza nuclear Iraní, la
baja de los stocks de EEUU, o la especulación de
grupos económicos ignotos pero poderosos. Son muchas causas
circunstanciales que no logran explicar porque desde hace más
de tres años el petróleo sube de manera irrefrenable. Las
pretendidas causas son hechos puntuales y no permanentes, es
decir, duran un cierto tiempo y al cesar, misteriosamente, el
oro negro no retorna a sus valores
originales. Pero existe otra explicación
más sencilla, consistente y cada vez más inocultable que
devela la verdadera naturaleza del alza de los precios de la
energía. Algunos ya han empezado a susurrar la temida
verdad, verdad que en realidad no es tan misteriosa y es
absolutamente natural: si un producto es crecientemente escaso
su valor sube. Mientras la producción de petróleo está
prácticamente estancada se acrecienta la demanda en todos los
países. El aumento del consumo es espectacular para aquellos
países que llegaron tarde al del desarrollo económico, China e
India son los principales motores de la demanda, ellos buscan
a los empujones ubicarse en la fila del surtidor mundial, y lo
logran. La frase murmurada por algunos conocedores del paño es
“se acabó la era del petróleo abundante y barato”, o
sea ya comenzamos la era del petróleo escaso y muy caro.
El crecimiento económico del
planeta se sustentó durante más de dos siglos en la creencia
de que las fuentes energéticas eran ilimitadas, por esa razón
nos acostumbramos a desechar la posibilidad de su escasez. Hoy
el pensamiento mágico de muchos economistas expresa la
creencia nunca demostrada de que si una fuente energética
escaseara las fuerzas del mercado y el ingenio humano la
reemplazará con otras fuentes que serán mejores y más baratas.
En función de esto es piensan que mucho antes que se acabe el
petróleo surgirán nuevas fuentes energéticas que lo harán
obsoleto, la frase preferida de este pensamiento económico es
la que afirma que “la edad de piedra no concluyó por escasez
de piedras”.
UNA REALIDAD INCÓMODA:
UNA FORMA DE VIDA ESTÁ COMENZANDO A EVIDENCIAR SU
AGOTAMIENTO
Hoy vemos huelgas en los
países del primer mundo debidas al costo de los combustibles.
En España, Francia, Italia; los camioneros y pescadores están
muy enojados por el encarecimiento que determina que sus
actividades estén en crisis. En muchos países pobres se
producen revueltas por el encarecimiento de los alimentos que
están directamente vinculados al aumento de los insumos para
producirlos (combustibles, fertilizantes, plaguicidas) y a la
competencia que la producción de biocombustibles ejerce sobre
la disponibilidad y precio de los mismos.
En EEUU los fabricantes de
autos también están en crisis ya que por no considerar la
posibilidad del aumento de los combustibles no pueden fabricar
y colocar la megaproducción de vehículos 4X4 supergastadores
de combustibles. Por eso muchos ciudadanos norteamericanos
restringen llenar los tanques de sus sedientos vehículos, lo
cual genera todo tipo de problemas a un pueblo que es
adicto a malgastar nafta, El modo de vida americano es
impensable sin nafta barata, la crisis hoy pone en duda su
modo de vida. Las compañías de aviación también sufren su
crisis, la lista de quiebras es grande, los fabricantes de
aeronaves (Boeing y Airbus) también sufren penurias, y todo
esto forma una cadena que, más que miedo, genera terror en los
que gustan ver más allá de sus narices. No existe
a la fecha ninguna fuente energética que pueda suplir el
petróleo y el gas natural, y el horizonte de reemplazo parece
muy lejano. Por esta razón un mundo estructurado en función
del uso de los combustibles fósiles casi con seguridad sufrirá
crecientes tensiones que pueden derivar en guerras y
enfrentamientos inéditos. No en vano el gasto militar del
mundo está en ascenso, en ese sentido no es casual que EEUU
haya decidido reactivar su flota para América Latina y tampoco
es extraño que todos los países de abundantes recursos
energéticos sean lugares de actuales o potenciales conflictos
armados (los próximos serán Irán y Venezuela). El imperio
necesita de toda la energía del planeta para mantener su
hegemonía mundial, porque si careciera de ella dejaría de
serlo.
¿Y POR CASA COMO
ANDAMOS? ¿Y LAS OTRAS RENTAS?
Mientras tanto, nuestro país
se entretiene en una pelea de entrecasa, aislado de los
grandes problemas energéticos que son los que regirán la
política y el bienestar del mundo. Nuestros dirigentes son
pequeños como pequeñas son sus políticas, por un lado manotean
en nombre del pueblo gran parte de la renta agropecuaria, pero
por el otro lado dejan escapar las rentas energética, minera
y financiera. Es más importante para el futuro del país
tomar la decisión estratégica de prohibir exportar gas y
petróleo que elevar las retenciones agropecuarias. Es mucho
más importante recuperar la renta energética que buscar la
hegemonía estúpida en un falso debate campo-anticampo.
Es también más importante
abandonar la estupidez faraónica del tren bala y poner en pie
la recuperación del ferrocarril como medio principal de
transporte de carga y pasajeros que ayudará a paliar la crisis
del transporte que acompañará a la crisis energética. El
creciente desarrollo de la industria automotriz, niña mimada
de la actual gestión económica, no solo no nos ayuda, sino que
es francamente negativa porque aumenta la dependencia en
combustibles que ya son irremediablemente escasos. Debemos
apuntar a otras industrias que serán los grandes negocios del
futuro, como por ejemplo la fabricación de aerogeneradores
eléctricos, la industria atómica y la industria
alimenticia. Pensar en un futuro sustentable es
muchas veces pensar al revés que nuestros políticos,
verdaderos aprendices de brujos cuya imaginación solo alcanza
para prever lo que sucederá hoy, y tal vez mañana por la
mañana. Seguir pensando exclusivamente en lo urgente y lo
inmediato nos conducirá de manera irremediable a una
catástrofe.
La clase política debe
abandonar la actitud soberbia de que se las saben todas, de
que conocen todas las soluciones, y de que el único camino
posible es el que se les ocurre a ellos. Reclamemos un poco de
humildad, porque después de todo es innegable que ellos son
los principales responsables de las penurias que sufrimos los
argentinos.
* Integrante del Morelp-Moreno
(La Pampa) |