InfoMORENO Nº 263

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Sep 24, 2008, 11:48:44 AM9/24/08
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  MOVIMIENTO POR LA RECUPERACION DE LA ENERGIA NACIONAL ORIENTADORA
Boletín Nº 263 - Buenos Aires, 23 de septiembre de 2008
Indice
punto Tarifas, modelos y subsidios
  por Gustavo Calleja
 
A partir del anuncio de los aumentos de las tarifas de electricidad y gas a todas las categorías de usuarios con vistas a ´recomponer´ los cuadros tarifarios para los usuarios residenciales y aliviar las cargas del presupuesto público buscando reducir subsidios, se analizan los distintos efectos que se producirán. La aplicación de “parches” a medida de los beneficiarios del modelo de mercado vigente solamente seguirá profundizando la crisis del sector energético.
 
punto El Emirato pampeano y Petroquímica Comodoro Rivadavia
  por Héctor E. Gómez
 
Si bien el acuerdo obtenido en la renegociación de los contratos petroleros en La Pampa ha sido mucho mejor que el logrado en otras provincias, reconoce los límites de carecer de una política energética nacional
 
punto La gran tentación: el petróleo de México
  por “La Jornada”
  El ex-candidato a presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha publicado el libro “La Gran Tentación. El petróleo de México”. En el texto que extractara el diario  “La Jornada”, AMLO detalla la política de corrupción y favoritismo con las empresas extranjeras, que expolia a Pemex y al patrimonio de los mexicanos.
 
punto Noticias
 
Análisis del Presupuesto 2009 – El tren de alta velocidad – Exportación de cloruro de potasio desde el puerto de Bahía Blanca – Refinería de oro y plata en San Juan – El gobierno de Bolivia recupera empresa y la pone bajo el control de la petrolera estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
 
 
La información y los contenidos de las notas son responsabilidad de los autores
 
 


INFOMORENO

Editor responsable: Fernando "Pino" Solanas
Director: Hugo Palamidessi
Consejo de Redacción: Fernando Solanas, Félix Herrero, Gustavo Calleja, José Rigane
Asistente de Redacción: Lorena Paeta
Colaboradores permanentes: Diego Mansilla, Elido Veschi, Ernesto Gaspar, Gabriel Martínez, Héctor Gómez, Isaac Gurovich, Natalio Kuschnir.

 

 
 

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  Tarifas, modelos y subsidios
  por Gustavo Calleja*
 

A partir del anuncio de los aumentos de las tarifas de electricidad y gas a todas las categorías de usuarios con vistas a ´recomponer´ los cuadros tarifarios para los usuarios residenciales y aliviar las cargas del presupuesto público buscando reducir subsidios, se analizan los distintos efectos que se producirán. La aplicación de “parches” a medida de los beneficiarios del modelo de mercado vigente solamente seguirá profundizando la crisis del sector energético.

El gobierno nacional ha hecho conocer que se aumentarán las tarifas de electricidad y gas a todas las categorías de usuarios. El anuncio oficial fue adelantado por la Sra. Presidenta de la Nación y, posteriormente, repetido con detalles por el ministro Julio De Vido. Ya tiempo atrás se habían producido aumentos para los usuarios industriales y comerciales –que han llegado a perder, en algunos casos, su característica de servicio público- y se venían desarrollando conversaciones con las empresas distribuidoras y transportadoras de luz y gas, con vistas a ´recomponer´ los cuadros tarifarios para los usuarios residenciales. Algunas empresas ya habían llegado a un acuerdo y ya están aplicando las nuevas tarifas, como el caso de Gas Ban, en el Gran Buenos Aires, Edelap en la electricidad en la zona de La Plata. Y ahora les toca al resto.

Dos son los argumentos con los que las autoridades justifican los aumentos. Por un lado se esgrime, infaltable, el atraso de las tarifas que, se dice, no se modificaron para los hogares desde el año 2001; lo que no se manifiesta es que en ambos casos esa categoría de usuarios no supera el 25 % del total. Pero inmediatamente se pone como paradigma principal "hacer justicia", fijando aumentos progresivos a los mayores consumos, eximiendo a los consumidores más humildes, y fijando, en el caso del gas por redes, precios subsidiados a las garrafas de GLP. Si bien no es "reparto de la riqueza", por lo menos, se sugiere, es una distribución más equitativa de las cargas. En el caso de las garrafas, la diferencia entre el precio “social” esperado de $ 16 y el vigente actualmente (entre $ 30 y 40), será absorbida por el Estado; esto quiere decir que los proveedores habituales de GLP – las concesionarias de producción de la Ley de Hidrocarburos, las grandes refinerías y las transportadoras de gas natural- no aportarán nada.

Pero, aparece también, aunque no se mencione abiertamente, la necesidad de aliviar las cargas del presupuesto público, buscando reducir subsidios y neutralizar las represalias de las empresas ante el congelamiento parcial de las tarifas. Se da acuerdo para autorizar los aumentos si las empresas "suspenden" los juicios que muchas de ellas han iniciado ante el CIADI, el tribunal arbitral de la CFI, o sea el Banco Mundial. Y decimos suspenden porque no hay indicios concretos y efectivos de que las empresas retiren los cargos presentados contra la Nación. Es bueno señalar que muchos de esos Acuerdos tienen vencimiento anual y si no se los denuncia se renuevan automáticamente; esto es lo que ha sucedido desde siempre en nuestro país.

Lo que el anuncio de los nuevos acuerdos no revela es que los cuadros tarifarios estaban distorsionados, y no lo remedian, pues lo siguen estando. Esto se originó en el desaforado embate de la privatización de las empresas estatales y su desmembramiento entre múltiples empresas productoras y distribuidoras, a partir de comienzos de los años noventa; esta situación genera problemas técnicos y genera costos innecesarios. En Inglaterra, a Margaret Tacher ni se le ocurrió dividir a BG en el momento de privatizarla: la vendió entera; aquí, para satisfacer a la mayor parte de los “amigos” creamos dos transportadoras y ocho distribuidoras, sin contar a GAS NEA, la única sin “caños”, entregada a Gas de France, quien apenas llegó a Paraná y la devolvió. En ambos casos, se unificaron las escalas de los usuarios domésticos y se ubicó a esta categoría de usuarios cautivos en el  nivel más alto; se alegó falsamente, que era debido al mayor costo de distribución y se inventaron parámetros para afectarlos en el transporte; en el caso del gas, para quienes menos consumen –por debajo de los 30 m/3 bimestrales, aproximadamente, se creó el concepto “Consuno mínimo” que les permite a las distribuidoras cobrar por  el gas que no venden. Esto no se ha modificado.

Ahora, a pesar de que se establecen incrementos de tarifas mayores para los consumos más altos, la distorsión se mantiene. Y además se fijan un piso de consumo por debajo del cual no habrá aumento: esto no hace estricta justicia con quien menos tiene, sino que favorece al que menos consume. Se han olvidado de aplicar una zonificación generalizada. Es fácil ver que los hogares más pobres están más poblados, con más hijos pequeños, con mayores requerimientos de energía, que otros hogares, unipersonales, de clase media. En el reciente incremento eléctrico, quedaron afectados miles de usuarios que, ante la imposibilidad de sumarse a las redes de gas natural, satisfacían sus necesidades mediante el uso de la energía eléctrica; ello demuestra que el Gobierno no ha tenido en cuenta los cambios negativos que provocó el sistema de mercado; en el último período de Gas del Estado se incorporaba a la red de gas natural 500.000 usuarios por año; desde la privatización y desregulación no alcanzan a 100.000 en el mismo período. Las productoras, transportadoras y distribuidoras prefirieron vender al exterior y olvidarse del mercado interno. Así nos fue.

El centro del anuncio es que se acordó con las empresas utilizar parte de la mayor recaudación para crear un fondo que se usará para subsidiar el precio de la garrafa de gas licuado, que consumen buena parte de hogares pobres del conurbano bonaerense y la casi totalidad de la población del NOA y el NEA (unos 4 millones de hogares) Así se establece que habrá un subsidio de $ 550 millones al año para la hasta hoy, inhallable "garrafa social”. El envase de 10 kilos del gas que usa la gente más pobre pasaría a costar $ 16, en lugar de los $35, y hasta $ 40, actuales. Dicen calcular sobre un costo de $ 25, y aseguran que los fraccionadores de garrafas recibirían un subsidio de $ 5,50 por cada envase, y los distribuidores $ 3,50 por cada una. Y las partes se comprometen a vender la garrafa a 16 pesos.

La garrafa social ya tiene su historia. Ya en 2004, con el impulso de (FETERA y organizaciones de consumidores, que proyectaron y alentaron la sanción de una ley, acompañando estudios de costos que determinaban que el precio en mostrador de una garrafa de 10 Kg. no debería pasar de $ 6) el Gobierno logró un acuerdo con las empresas para vender la garrafa de 10 kg. en $ 18, pero el acuerdo llegó a establecer sólo 600 puntos de venta en todo el país, que muchos hoy no funcionan, en los que los precios son muy superiores al acordado –sobreprecio por "flete" o recargos varios-. El Gobierno desoyó el pedido de realizar una auditoría de costos desde la boca de pozo en adelante para lo cual está expresamente autorizado por la Ley de Hidrocarburos –es decir, trabajar y fijar los precios en base a los costos internos- y declarar al sistema de gas licuado como un servicio público, sino que sancionó la Ley Regulatoria específica, donde el precio de referencia es el internacional. Es para preguntarse si es que ahora va a ser muy distinto, pues no se modifica el modelo ni se lo declara servicio público.

El MORENO manifiesta que aquellas actividades que satisfacen una necesidad imprescindible y permanente de la sociedad deben ser declaradas servicio público, donde sus precios sólo deben ser fijados por el Gobierno Nacional; en este caso previa reorganización del sector, en base a costos internos y que permitan el acceso y la permanencia de todos los argentinos, no importando su lugar de residencia.

La aplicación de “parches” a medida de los beneficiarios del modelo de mercado vigente solamente seguirá profundizando la crisis del sector energético

*Vicepresidente del MORENO

 
  El Emirato pampeano y Petroquímica Comodoro Rivadavia
  por Héctor E. Gómez*
 

La República Argentina es un país territorialmente grande con una población comparativamente reducida, somos autosuficientes en materia alimentaria y grandes exportadores de granos y carnes, aunque una porción importante de nuestra población sufre la enfermedad del hambre. En materia energética éramos también autosuficientes y con un futuro de seguridad mientras siguiéramos haciendo bien las cosas. ¿Qué debíamos hacer bien? Cuidar los recursos energéticos, o sea no convertirnos en un país exportador de petróleo y gas, planificar la explotación racional de los yacimientos, continuar con una política de exploración, diversificar el suministro energético recurriendo a fuentes alternativas (nuclear, hidroelectricidad, energía eólica, etc.), instalar una política de uso racional y ahorro energético que incluyera desde mejorar el sistema de transporte público hasta estimular la construcción de viviendas de bajo consumo de energía.

El país, desde los noventa, recorre un camino exactamente inverso al descripto, malvendimos todas las fuentes energéticas, nos transformamos por algunos años en exportadores y hasta cuando reformamos la Constitución Nacional incorporamos la propiedad del subsuelo para las provincias. Resultado de esa política es la destrucción del sistema energético, pérdida de la renta, agotamiento de los recursos, ausencia de inversión en infraestructura, decadencia del ferrocarril, imposibilidad de articular una política nacional en energía. Hoy somos apenas un despojo de lo que éramos, nuestro horizonte de autosuficiencia en petróleo y gas concluirá en pocos años, y ya estamos comenzando a vivir la penuria: actualmente es un problema garantizar la existencia de combustibles líquidos en los surtidores.

A nuestros políticos, de probado pensamiento a corto plazo, no les interesa el tema, por eso no existe una política nacional de planificación para los próximos 5, 10 o 20 años. Para agravar el problema energético la provincialización de los recursos ejerce un papel decididamente negativo para los intereses del conjunto, es decir el país; hoy tenemos 10 pequeños emiratos petroleros (las provincias) que lo único que los preocupa es que las empresas petroleras de sus territorios bombeen lo que puedan de sus yacimientos, para hacer la caja que les permita pasar el momento, y cuando llegue el diluvio… ya se verá. Es virtualmente imposible esbozar una política petrolera nacional cuando los recursos están repartidos en 10 emiratos subdesarrollados. Gracias Menem, Dromi, Cristina, Kirchner, Matzkin, etc.

La negociación con Petroquímica Comodoro Rivadavia es un claro ejemplo de la realidad del negocio petrolero en Argentina; si bien el acuerdo es mucho mejor que los realizados en otras provincias, reconoce los límites de carecer de una política energética nacional. Cada provincia arregla con las compañías que operan en su territorio, y sus acuerdos tienen poco que ver con la conveniencia nacional. Debemos reconocer que, si bien la negociación pampeana es mucho más conveniente que las firmadas en otras provincias, no es lo que debería hacerse, aunque posiblemente sea lo mejor que se podía acordar dentro del sistema actual.

Debemos destacar la amplitud de mira del gobernador Jorge, que decidió darle oportunidad al parlamento provincial para participar en la negociación; así el conjunto de los diputados (participaron todos los partidos con representación parlamentaria) lograron un acuerdo mas ventajoso que el que deseaba la empresa. Por empezar no se amplió el período de locación de servicios, no se transformó el contrato en concesión y se logró un monto de regalía inédito para el país. Es un mejor acuerdo, pero repito, no es el que necesitamos. 

A la provincia y al país les conviene que la propiedad y la renta petrolífera sean totalmente de los argentinos. La verdadera solución es retrotraer la política antinacional que impuso el peronismo de los noventa y volver a la empresa pública que, con los debidos resguardos, maneje eficientemente con un criterio argentino estos recursos estratégicos. Así lo entendió Yrigoyen al fundar YPF, el general Mosconi como su gran organizador y presidente, y Don Arturo Illia al revocar los contratos de Frondizi. Este es el camino marcado por nuestra historia y por los intereses nacionales.

*Ingeniero agrónomo, miembro del Morelp-Moreno.
Publicado en el diario “La Arena”, 14-09-2008.

 
  La gran tentación: el petróleo de México
  por "La Jornada"*
 

A partir de hoy, Grijalbo pondrá a la venta el nuevo libro de Andrés Manuel López Obrador “La Gran Tentación. El petróleo de México”. El texto que presentamos a continuación, por cortesía del sello editorial que lo publica, fue tomado del capítulo “La política irresponsable”.

Los gobiernos neoliberales le han confiscado a Pemex todos sus ingresos. Tan sólo de 2000 a la fecha, mientras esta empresa ha registrado ventas acumuladas por 6 billones 442 mil millones de pesos, ha pagado y enterado impuestos por 4 billones 467 mil millones de pesos, cifra que significa 75.8 por ciento de sus ventas. En contraste, en este mismo período la inversión pública directa en Pemex (sin incluir deuda) fue de 162 mil millones de pesos, cifra que representa apenas 2,5 por ciento de sus ventas totales.

Los ingresos obtenidos por petróleo han sido utilizados para financiar el presupuesto público, al grado que de cada peso del presupuesto, cuarenta centavos provienen del petróleo. Esta política fiscal que sangra a Pemex, ha sido utilizada para compensar el déficit que registra la recaudación, debido a que en nuestro país las grandes empresas prácticamente no pagan impuestos.

Por ejemplo, en 2007 Pemex tuvo ventas por un billón 134 mil 980 millones de pesos y sus aportaciones a las finanzas públicas fueron de 846 mil 200 millones de pesos, es decir, 74.6 por ciento de sus ventas. Mientras, en ese mismo año, según cifras de la Bolsa Mexicana de Valores, nueve grandes empresas registraron ventas por 1 billón 209 mil 316 millones de pesos y pagaron impuestos por 51 mil 325 millones: 5 por ciento de sus ventas. O sea, Pemex aportó dieciséis veces más. Habría que agregar que estas empresas presentaron impuestos diferidos en sus balances por 106 mil 296 millones de pesos; es decir, obtuvieron créditos fiscales por el doble de lo que pagaron de impuestos. Además, no sabemos cuánto al final terminaron pagando porque suele pasar que se beneficien con la devolución de impuestos.

La gran corrupción que se da entre las cúpulas del poder económico y del poder político en México, puede describirse señalando que un trabajador, un integrante de la clase media o un pequeño o mediano comerciante o empresario, están obligados a pagar de 15 a 28 por ciento de impuesto sobre la renta (ISR); sin embargo los grandes monopolios vinculados al poder, por los privilegios que se les otorgan, reducen al mínimo el pago de impuestos y, en algunos casos, no pagan nada.

Las reformas fiscales realizadas desde el gobierno de Fox y hasta la fecha han agravado este problema. Así lo confirma el reciente informe de la Auditoría Superior de la Federación. Según este organismo, en 2005 “se detectaron cincuenta grandes contribuyentes cuyos pagos individuales de impuestos sobre la renta, deducidas las devoluciones, fueron menores a 74 pesos”. Así mismo, se asegura que “las devoluciones efectuadas en el período 2001-2005, alcanzaron la cantidad de 604 mil 300 millones de pesos. Por ello se genera una situación de privilegio para unos cuantos contribuyentes que contraviene el principio de equidad fiscal”. Esta situación ha continuado y, durante el primer semestre de 2008, las devoluciones de impuestos efectuadas ascendieron a 93 mil 613 millones de pesos.

Por último, habría que agregar que a los gobiernos panistas les ha tocado la época de precios más altos del petróleo en toda la historia del mundo. Fox recibió durante su sexenio recursos presupuestales del petróleo del orden de 335 mil millones de dólares y, tan sólo de excedentes por los precios altos, obtuvo 10 mil millones de dólares por año en el trienio de 2004 a 2006. Y la desgracia fue y sigue siendo que todo ese dinero, en vez de destinarse a modernizar a Pemex, a promover el desarrollo de México y a garantizar el bienestar del pueblo, se derrochó en beneficio de la alta burocracia o se fue por el caño de la corrupción.

Asimismo, en 2007 el gobierno ‘de facto’ recibió 12 mil millones de dólares de excedentes por precios altos del petróleo de exportación, y en 2008 serán 20 mil millones más. Tengamos en cuenta que la Cámara de Diputados fijó en la Ley de Ingresos de la Federación un precio estimado por barril de 49 dólares, y se ha vendido a 100 dólares en promedio. Desde 1901 que comenzó la explotación petrolera en México hasta nuestros días, ningún presidente de la República había obtenido tanto dinero por concepto del petróleo, como el que está recibiendo en este año el usurpador Felipe Calderón.

Sin embargo, todos estos recursos, al igual que cuando Fox, se han utilizado para subsidiar fiscalmente a sus aliados de las grandes corporaciones empresariales, se han dilapidado con la corrupción o se han orientado para mantener los privilegios de los altos funcionarios públicos. Baste subrayar que el gobierno ´de facto´ no ha hecho nada para reducir su enorme gasto burocrático. Por el contrario, en 2007 lo aumentó en 154 mil millones de pesos. Y hasta ahora su gasto corriente en 2008 se proyecta en 250 mil millones más. Es decir, en sólo dos años sumará 404 mil millones de pesos. En suma: ineptitud, corrupción y derroche a manos llenas.

LA GANGRENA DE LA CORRUPCIÓN

Todo el desastre en el sector energético nacional ha sido alimentado por la corrupción que predomina en el gobierno, en Pemex y en la Comisión Federal de Electricidad. Este es el mal que más aqueja a Pemex y atormenta a la nación. Aunque son inagotables los casos de corrupción, aquí sólo trataré de manera puntual algunos de los más actuales que considero relevantes.

El primer contrato de servicios múltiples que se otorgó, violando la Constitución, a una empresa extranjera, se suscribió cuando Felipe Calderón fue secretario de Energía y presidente del Consejo de Administración de Pemex. El 14 de noviembre de 2003, sin que hubiera participado en la licitación ninguna otra empresa, se entregó a Repsol de España un contrato por 2 mil 437 millones de dólares, para explotar yacimientos de gas en la Cuenca de Burgos.

Este contrato de servicios múltiples celebrado con Repsol, en su anexo “Catálogo de Precios Máximos”, muestra cómo se integran los costos de los servicios contratados y sus elevadísimos sobreprecios: para la adquisición de infraestructura se paga 120 por ciento adicional del costo directo; y en el caso de los servicios de mantenimiento, hasta 320 por ciento sobre el costo directo diario. Además, el precio unitario original se aplica independientemente de que la empresa contratista utilice materiales nuevos o usados; es el contratista quien tiene la “responsabilidad absoluta” de inspeccionar, probar y certificar todos los materiales, y por si fuese poco, se incluyen cargos adicionales no previstos como tasas y tarifas de importación, impuestos laborales, impuestos por adquisición de inmuebles y permisos, licencias y registros públicos.

Pero lo peor es que estos contratos han resultado benéficos sólo para las empresas extranjeras, pero improductivos y perjudiciales para el interés nacional. Por estos contratos leoninos que han sido otorgados a Repsol, Tecpetrol, Petrobras, Teikoku, Schlumberger y Halliburton entre otras, Pemex convino pagar más de 5 mil millones de dólares, con la justificación de que la producción de gas iba a aumentar en 50 por ciento en la Cuenca de Burgos, lo que hubiera significado 500 millones de pies cúbicos diarios. Sin embargo, en cinco años las empresas aumentaron la producción sólo en 63 millones de pies cúbicos, pasando de 126 millones, que era la producción que Pemex obtenía al entregar los campos, a 189 millones de pies cúbicos; es decir, el incremento equivale a cuatro por ciento de la producción estimada en Burgos. Es más, en el mismo período, Pemex aumentó la producción en los campos operados por la paraestatal, de mil a mil 347 millones de pies cúbicos. En suma, los contratos de servicios múltiples elevaron muy marginalmente la producción a costos muy elevados: han sido un fracaso.

INVERSIONES INÚTILES

Para la reconfiguración de la refinería de Cadereyta se contrató en 1997 a Sunkion Limited, Siemens e ICA. La obra debió terminarse en julio de 2000, pero tardó más del doble del plazo pactado. Se entregaron los trabajos inconclusos, con irregularidades, y los precios unitarios se pagaron muy por encima de lo contratado. En noviembre de 2001, la auditoría cuantificó pérdidas, hasta ese entonces, por más de mil millones de dólares. Pemex, que había renunciado a la jurisdicción nacional, fue demandado por el consorcio en tribunales internacionales. Ante la falta de una defensa adecuada, fue obligado a pagar 630 millones de dólares adicionales. A ningún funcionario se le fincó responsabilidad alguna ni mucho menos sanción hasta el día de hoy. Se generó un daño patrimonial de cuando menos mil 630 millones de dólares.

Los contratos con empresas extranjeras en Chicontepec, Veracruz, también demuestran, cuando menos, lo absurdo de la política privatizadora. En esta zona, con amplias reservas de petróleo, pero cuya extracción supone gran dificultad técnica, entre 2004 y 2007 se incrementó la inversión de dos mil 905 millones a cuatro mil 871 millones, cerca de 70 por ciento. Las fechas coinciden con la contratación de las empresas Schlumberger y Halliburton para la perforación de 300 pozos. Sin embargo, en ese período la producción pasó de 25 mil 223 millones de barriles de petróleo crudo equivalente (pce) a 26 mil 625 millones de barriles diarios, es decir, únicamente se incrementó seis por ciento. En suma, Burgos y Chicontepec resultaron un magnífico negocio para los contratistas pero un pésimo negocio para la Nación.

En 2007, la empresa noruega PetroMena, poseedora de plataformas de perforación para aguas profundas, rentó durante cinco años tres plataformas: la más grande para 3 mil metros de profundidad a Petrobras América Inc., en 750 millones de dólares. La de capacidad media, para 2 mil 500 metros de profundidad, a Petrobras Brasil, en 645 millones de dólares. Y la de menor capacidad, para 2 mil metros de profundidad, a Pemex a un costo de 940 millones de dólares. En pocas palabras, Pemex rentó la plataforma más pequeña 300 millones de dólares más cara.

[...] Después de este rosario de hechos fraudulentos, queda claro que, detrás del actual afán privatizador de la derecha, está la ambición del mismo grupo que ha venido haciendo negocios privados al amparo del poder público y a costa del patrimonio nacional. Más allá de consideraciones técnicas, financieras o administrativas, la intención de privatizar Pemex se basa en el interés de las minorías rapaces y de funcionarios corruptos que quieren seguir montados en el negocio del petróleo.

En síntesis, es un hecho innegable que durante la época del pillaje neoliberal, han tratado de destruir a la industria petrolera nacional. Es cuando más ha padecido de intervencionismo y la han saqueado a mansalva, como a ninguna otra empresa en el mundo. Y sin embargo, sigue siendo imprescindible defenderla ante la actual embestida que busca aniquilarla por completo, porque de la salvación de esta industria depende, en mucho, el destino del país y de nuestro pueblo.

*Diario mexicano. Publicado el 15-09-2008

 
 
 
CURSOS
 
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Análisis del presupuesto 2009

Carlos Fernández presentó formalmente el proyecto de ley de Presupuesto 2009 en la Cámara de Diputados, ante la Comisión de Presupuesto y Hacienda. El ministro pintó un panorama optimista de la economía nacional y destacó las "marcas récord" de la administración K.

El diputado Claudio Lozano evaluó dicha presentación ante el diario Crítica Digital: “la exposición del ministro de Economía transitó por las nubes de Úbeda. En su discurso jamás pronunció la palabra inflación. Se privó así de explicarnos cómo iba a encarar el Gobierno una política antiinflacionaria respetando la premisa de no afectar la distribución del ingreso. Está claro que con mantener el superávit fiscal no alcanza, ya que su vigencia no fue obstáculo para que los precios se ubiquen entre el 23 y el 28% anual. Situación que dista del objetivo del 8% que exhibe el presupuesto presentado.

No hacerse cargo de este tema implica no asumir lo que está ocurriendo desde 2007 en adelante. A saber, el deterioro del poder adquisitivo de buena parte de la población y el hecho de que en el último año tengamos 1.880.000 indigentes más y 2.440.000 pobres más. Frente a esto, el Presupuesto no contempla cambio alguno en el sistema de políticas sociales para asumir el problemón que supone una Argentina donde más de 13 millones de personas siguen en situación de pobreza. Decimos esto ya con sólo considerar que una evolución de precios para 2009 que duplique la absurda pauta oficial del 8% supone asumir que el gasto público prácticamente no se mueve y que cae en relación con el total de población que lo debe percibir. Asimismo, la relevancia de este punto se agiganta al saber que el empleo, en las últimas mediciones, viene indicando que con este esquema productivo ya no tiene más para dar. Menos aún en un contexto de menor crecimiento.

El otro problema concreto que tenemos es que la inversión (la variable del futuro) no exhibe ni la cuantía ni la calidad que necesitaríamos. Situación que revela que la verdadera orgía de subsidios que caracteriza la intervención del Estado nacional en beneficio de los principales capitales que operan en la Argentina no está dando los resultados esperados en términos de ampliación de nuestra capacidad productiva. No asumir este tema impide replantear el esquema de subsidios y desgravaciones impositivas que están presentes en el presupuesto nacional. Por lo demás, el ministro repitió la lógica de presentaciones presupuestarias anteriores al aceptar traer un dibujo que -como dato central- al subestimar la evolución futura de los precios reduce la recaudación en no menos de $15.000 millones. Esta cifra, al sumarse a los $38.000 millones que la Presidenta asignó vía DNU anteayer, totaliza en sólo dos años una situación en la que $53.000 millones no pasaron por el debate parlamentario. Es más, con el Presupuesto 2009 la "era Kirchner" acumula ya $96.684 millones que no pudieron discutirse.

La cuestión de la democratización institucional y la discusión pública sobre cómo asignar los recursos no deben entenderse como una ficción republicana. Es la oportunidad de incrementar la capacidad política de destinarlos a resolver los problemas que tenemos, anulando el lobby que reiteradamente impide la redistribución progresiva de los ingresos vía la acción estatal. Así, hubiera sido preferible modificar las asignaciones presupuestarias que la Presidenta hizo anteayer. Con sólo el 30% de esos $38.000 millones podría haberse puesto en marcha una asignación universal por hijo de $100 cuyo impacto hubiese implicado la eliminación de la indigencia. Es más: la ausencia de debate sobre los excedentes presupuestarios hace que esos $96.684 millones hayan coincidido con pagos por deuda pública para el período 2003-2009 de $94.427millones (sin incluir lo pagado al Fondo y lo ya decidido sobre el Club de París) y con un crecimiento de los subsidios que supera el 3.000% y un aumento de las desgravaciones impositivas del 110 por ciento.
En suma, las transferencias al capital crecieron un 282% y acumulan en el período unos $128.996 millones. La democratización del debate hubiera permitido poner en cuestión, casualmente, el destino de los fondos.

Por último, los números disponibles indican que la holgura fiscal del Estado está tocando su fin. Pese a los $38.000 millones de recaudación adicional a lo presupuestado en 2008, este año aún no están cubiertas las necesidades de financiamiento del sector público (faltan cubrir $4.362 millones). Además, haciendo los números con más realismo para 2009, si bien hay excedentes de recaudación no declarados, éstos son inferiores a los de años anteriores y ya están gastados en ampliaciones previsibles no incluidas en el dibujo enviado al Parlamento. Por ejemplo, el aumento salarial para los trabajadores estatales.

En realidad, si no hay cambios será difícil evitar la situación de déficit financiero de la administración nacional. En este contexto, el Presupuesto incorpora también decisiones importantes. Primero, exime de todo impuesto a las importaciones de mercaderías nuevas o usadas destinadas a obras de infraestructura, situación que debilita la industria local. Segundo, habilita al uso de reservas para pago de toda deuda externa (y no como hasta ahora, donde se limitaba solamente a los organismos multilaterales de crédito) y tercero, se habilita al Banco Nación a financiar al Tesoro en el pago de deuda. En síntesis, el ministro ratificó que el Gobierno seguirá haciendo lo mismo en un contexto totalmente distinto. Sabemos que tiene menos plata para una situación mucho más compleja y se renuncia a avanzar en la dirección que corresponde. A saber, reforma impositiva fuertemente progresiva, restitución de aportes patronales a los niveles de 1993 para las grandes firmas, reforma previsional que transforme en obligatorio el sistema público y en complementario el privado y replanteo en profundidad del esquema de subsidios y desgravaciones."

El tren de alta velocidad

El tren de alta velocidad a Rosario y Córdoba ahora genera polémica puertas adentro del Gobierno. Desde la Jefatura de Gabinete se afirmó que no se incluyó una partida de dinero para el proyecto en el Presupuesto 2009. En cambio, desde la Secretaría de Transporte se sostiene que se destinarán $1.600 millones que fueron incluidos en la partida 22 para la Administradora de Infraestructura Ferroviaria, la nueva organización estatal creada por ley que supervisará todo lo relacionado con el transporte ferroviario.

Los empresarios que forman parte de Veloxia, el consorcio adjudicatario compuesto por las empresas Alstom, Emepa, Isolux Corsan, IECSA, lo primero que hicieron fue buscar información en los despachos oficiales y el secretario de Transporte, Ricardo Jaime, les informó hasta el número de partida en el que se incluyeron los fondos para el tren bala: la partida 22 del Presupuesto 2009 para la Administradora de Infraestructura Ferroviaria asciende en total a $2000 millones. De ellos, 1600 están reservados, dicen en Transporte, al tren bala y otros $400 millones para otra obra ferroviaria muy demorada, el soterramiento del ferrocarril Sarmiento.

Los $1.600 millones se destinarán a hacer los trabajos de estudio y remoción de suelo, y todo lo referente a la ingeniería previa al ingreso de la maquinaria, para lo que el consorcio Veloxia ya contrató a la firma española Ineco. Son los primeros pasos antes del inicio de los trabajos pesados que se marcaron para 2010. En el Presupuesto 2008, dijeron en Transporte, se separó una partida de u$s 630 millones para garantizar los primeros tramos de la emisión de un bono soberano contra entrega del crédito por 2.300 millones de euros cerrado con el banco francés Natixis. La tasa de ese préstamo hoy ronda el 12 por ciento, pero el Gobierno está a la espera de que se calme la turbulencia financiera internacional para emitir el título de deuda.

Exportación de cloruro de potasio desde el puerto de Bahía Blanca

El Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca (CGPBB) suscribió esta tarde el contrato de concesión de un predio de 60 hectáreas por 50 años a Potasio Río Colorado, una empresa argentina subsidiaria del Grupo anglo-australiano Río Tinto, que invertirá 170 millones de dólares para construir un muelle en el que exportará su carga estimada en 4 millones de toneladas anuales de cloruro de potasio a partir del año 2010.

Según se indicó la empresa invertirá en la Argentina 3 mil 500 millones de dólares, de los cuales 170 millones estarán destinados a la zona portuaria de Bahía Blanca.
El predio estará ubicado sobre un costado de la central Termoeléctrica Luis Piedra Buena, donde se realizarán depósitos para el acopio del mineral y un muelle sobre el canal de 45 pies de calado.

Además y según el proyecto, se construirá un taller de mantenimiento y desvío ferroviario para el transporte del mineral que será transportado desde Malargüe, en la provincia de Mendoza.
Al respecto el gerente de Río Tinto, Kevin Fox, afirmó  que "siempre se empleará con personal local y que se utilizará tecnología de punta nueva ya que en el mercado mundial de fertilizantes la argentina se posicionará en el sexto productor en potasio a nivel mundial y el primero en Latinoamérica".

"En infraestructura gran parte de la inversión se utilizará en una planta de cristalización en Mendoza, nuevas vías férreas en Río Negro y Neuquén e instalaciones eléctricas como portuarias en Bahía Blanca", agregó Fox.
Este proyecto consiste en la extracción de cloruro de potasio de un yacimiento localizado en el Departamento de Malargüe, en el sur de la provincia de Mendoza, con el fin de su comercialización como fertilizante en el mercado internacional.

Refinería de oro y plata en San Juan

El gobierno de San Juan avanza en el estudio de un proyecto para instalar una refinería de oro y plata en la provincia.
El plan fue anticipado por el secretario de Estado de Minería de la provincia, Felipe Saavedra, a La Nación. El funcionario dijo: "Si bien todavía es un proyecto, está muy avanzado este estudio" y "habrá mayor valor agregado a productos que se elaboren en la provincia". Y destacó: "La inversión a realizar será acorde con la capacidad de producción y habrá que buscar un banco que certifique que el producto que salga de la provincia tenga un valor o sello del 99,99% de pureza".

De concretarse el proyecto de la refinería en San Juan, sería la segunda en América del Sur. La única existente en esta parte del continente está ubicada en Brasil. Hoy todo el mineral que se quiere procesar es enviado a Suiza o a los Estados Unidos.
Para el funcionario, lo más importante para tener en cuenta será la logística. La refinería estaría emplazada al costado de la ruta 15, en el departamento Jáchal, precisamente por donde está proyectado el corredor bioceánico, que unirá Porto Alegre, en Brasil, con Coquimbo, en Chile. La inversión prevista oscila entre los 25 y 30 millones de dólares.

Esta refinería contaría con un agregado: los beneficios de la zona franca del departamento Jáchal. Precisamente, en esto está trabajando el gobierno de la provincia, ya que si no se inician las obras antes de septiembre de 2009, se perdería el beneficio. Hoy, la zona franca ubicada en La Plata es ocupada en gran parte por la actividad minera y trabaja, por caso, con lo que se extrae de Bajo la Alumbrera (en Catamarca). Si se concreta el proyecto, esas extracciones podrían trasladarse a San Juan.

Bolivia recupera empresa para Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).

El gobierno de Bolivia adquirió 72 por ciento de las acciones de la empresa Transredes, subsidiaria de la inglesa Shell Gas Latin América BV (SGLA), tras un largo proceso de negociación calificada de "amistosa". Las acciones de Transredes, una empresa transportadora y administradora de ductos, quedaron bajo el control de la estatal petrolera Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).

"La intención de Bolivia no es expropiar, nosotros como bolivianos somos muy respetuosos de los capitales y al normas nacionales e internacionales", dijo el ministro boliviano de Hidrocarburos, Saúl Dávalos quien aclaró que aún resta una negociación con la británica Ashmore, que controla 25 por ciento de la transportadora Transredes. Ashmore, tras la nacionalización de los hidrocarburos el 1 de mayo de 2006 en Bolivia,  exigió al Estado boliviano una indemnización por 500 millones de dólares, en un proceso arbitral planteado ante la Cámara de Comercio de Estocolmo.

Dávalos agradeció a los ejecutivos de la transnacional SGLA por comprender el proceso de nacionalización de los recursos naturales que se vive en Bolivia. A su vez, el presidente Morales dijo que las negociaciones con las diferentes empresas petroleras se hacen de manera responsable. "Dijimos que el gobierno nacional quiere socios no dueños de nuestros recursos naturales, empresas que quieren ser socios bienvenidos, siempre se respetará su inversión", agregó Morales.

 

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