El Congreso de Brasil acaba de aprobar un proyecto de ley que podría ser una sentencia de muerte para la Amazonía. Pero aún hay esperanza: el presidente Lula tiene 14 días para vetarlo.
Conocida como la "Ley Devastación", esta ley desmantelaría protecciones ambientales clave, permitiendo que gigantes del agronegocio, petroleras y minera firmen sus propios permisos en el futuro.
Ahora depende del Presidente Lula rechazar este proyecto de ley. Lula sabe que aprobarla sería un desastre político justo antes de que Brasil acoja la cumbre sobre cambio climático (COP30) que tendrá lugar en menos de 100 días. Pero el presidente está sometido a una enorme presión por parte de la industria y del Congreso conservador para que dé luz verde a la ley.
Si se produce una enorme reacción pública, Lula podría hacer uso de su derecho de veto y desechar la ley. Pero tenemos que actuar rápido: ¡hagámosle sentir la presión de todo el mundo ahora!
Presidente Lula: ¡Sea un defensor del planeta, vete la Ley Devastación!
Cientos de organizaciones y comunidades indígenas llevan años luchando contra el proyecto de la "Ley Devastación", que aseguran supone el mayor retroceso ambiental en Brasil en más de 40 años.
La ley también sería devastadora para los medios de vida de miles de comunidades indígenas y afrodescendientes: según una ONG brasileña que defiende a los pueblos tradicionales, el 32.6 % de todos los territorios indígenas y el 80 % de las comunidades Quilombolas quedarían excluidos de futuros estudios de impacto.
Lula se ha visto en el dilema de intentar garantizar la prosperidad económica de su pueblo y, al mismo tiempo, cumplir su promesa de frenar la deforestación y proteger el patrimonio natural de Brasil. Desde la subasta de permisos de perforación petrolera en la Amazonía hasta la aprobación de una mega autopista que atraviesa su corazón, ya ha cedido a la presión de la industria.
Pero este proyecto de ley sería la sentencia de muerte definitiva para la selva amazónica y todos los demás increíbles hábitats naturales, un precio que no solo Brasil, sino el mundo entero, no puede permitirse pagar si queremos frenar la catástrofe climática.
Brasil acogerá la Cumbre sobre Cambio Climático (COP30) en pocos meses y Lula sabe que el mundo está pendiente de él. Presionémosle y hagámosle saber que necesitamos que sea valiente y rechace este proyecto de ley; le quedan menos de dos semanas para vetarla.
Presidente Lula: ¡Sea un defensor del planeta, vete la Ley Devastación!
