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Miquel Angel Soria

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May 21, 2025, 1:31:20 AMMay 21
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Crònica d'una massacre anunciada

Aquesta tarda del 21 de maig (1871), mentre que al jardí de les
Tuileries, molts parisencs intenten, en el moment d'un concert,
oblidar la cannonade que no cessa des de començaments d'avril, els
primers llinatges es preparen per creuar la porta de Sant Cloud. A
poques hores de la seva ofensiva final sobre la capital, tractem
d'entendre les raons de "l'odi genocida" que domina l'estat d'ànim de
l'armada versallesa.
Nombrosos articles, fins els nostres dies, expliquen que les
massacres de comuners durant la setmana sagnant han estat espontanis,
perpetrats per soldats fora de control, tornats bojos pels combats de
carrer, les execucions d'hostatges i el cel de Paris enrogit pels
incendis.Una manera de despatxar els caps militars i el poder
versallés de les seves responsabilitats. Però, a la llums dels
esdeveniments que han precedit l'atac de Paris, per força s'ha de
constatar que la confrontació a mort és el resultat d'una estratègia
assumida i que tot ha estat fet per atiar l'odi dels soldats i
encoratjar-los a les pitjors accions.du pouvoir exécutif depuis fin
février, est de reprendre le pouvoir sur la capitale.Per verificar
això, cal reprendre el fil dels esdeveniments a partir de l'armistici
del 28 de gener amb els Prussians.
Els Parisencs no van acceptar la capitulació. La seva Guàrdia
nacional, amb una força de dos-cents batallons, no volia rendir les
armes i reagrupà els seus canons als turons.
Durant els setge pels Prussians, l'assemblea s'havia mogut a Burdeus.
Els diputats d'esquerra, lògicament, desitjaven retornar-la a Paris.
Thiers maniobrà per instalar-la a Versalles, anticipant una guerra
civil, tal com ho revela i assumeix a les seves "Notes i records"
publicades en 1901:
Jo he comprés que, si Paris s'aixecava, com hom podria témer, les
tropes separades per guardar l'Assemblea faltarien a l'armada que
marxaria contra l'insurrecció. Aquesta consideració em va fer preferir
a Fontainebleau, Versalles, que no estava més a quatre llegües de la
capital i dominada completament pel Mont-Valérien. Des de Versalles,
era fàcil anar en socors de l'armada; si aquesta s'havia de replegar,
trovaria un punt de suport poc allunyat i sòlid. Vaig proposar
aleshores Versalles, sense donar, està clar, els motius de la meva
preferència per aquesta ciutat.
Je proposai donc Versailles, sans donner, bien entendu, les motifs
de ma préférence pour cette ville.





Esperanza y derrotismo
Autor: Antonio Turiel (del blog personal de Rafael Poch de Feliu)

Aprovechando la reciente celebración del día de Sant Jordi, celebramos
un sencillo pero bonito acto en mi laboratorio. Varios investigadores
presentaron los libros que han publicado recientemente, hubo un
pequeño recital poético-musical, se presentaron los resultados de una
encuesta sobre el papel de la ciencia y las científicas y científicos
en la sociedad, y por último, un vídeo breve de presentación de las
actividades de mi centro. A largo del acto (bastante breve, en
realidad, algo más de media hora) varias veces se mencionó el hecho de
que nuestros trabajos y nuestras mediciones nos muestran que los
océanos, y por extensión el medio ambiente, está experimentando una
degradación sin precedentes y encima acelerada en los últimos años.
Sin embargo, se insistía en la necesidad de alimentar "la esperanza".
No el optimismo sobre la situación, no - sería bastante absurdo, a
tenor de los datos - sino la esperanza de que seremos capaces de
revertir la situación. Una esperanza en realidad bastante infundada
teniendo en cuenta cómo nos ha ido durante las últimas décadas y el
poco caso que se nos ha hecho al personal científico que investigamos
la Crisis Ambiental. Significativamente, el vídeo institucional jugaba
también con los conceptos de "ciencia" y "esperanza", en lo que para
mi era un acto fallido porque, de algún modo, se sobreentendía que
ambos conceptos son, en la práctica, mutuamente excluyentes o
contradictorios.

Y es que lo son. Quienes trabajan (trabajamos) en el marco de las
ciencias ambientales estamos viendo un desastre sin precedentes en
prácticamente todas las variables ambientales que queramos mirar. Como
hemos comentado varias veces, hemos sobrepasado ya 6 de los 9 límites
planetarios identificados hace ya 16 años, y aún hay otros 2 límites
que podrían ser sobrepasados en los próximos años, uno de ellos
netamente oceánico (acidificación).

El caso es que sobrepasar uno solo, tan solo uno de los límites
planetarios, pone en riesgo la continuidad de la especie humana, y por
tanto más tiempo que se prolongue esa situación de extralimitación,
más riesgo se corre de entrar en una espiral irreversible de
degradación ambiental, un punto de no retorno o tipping point. Eso,
sobrepasando solo uno de los 9 límites. Ahora, qué significa
sobrepasar, a la vez, 6 - y si seguimos como hasta ahora, dentro de
unos años, 8 límites planetarios.

Después del acto estuve dándole muchas vueltas al asunto. ¿Qué sentido
tiene que la consigna más o menos aceptada en la academia es que
tenemos que transmitir un mensaje de esperanza? Pero aún, cuando gente
como yo presenta con crudeza los puros y meros datos, es bastante
normal que incluso por compañeros de profesión califiquen este
discurso de "catastrofismo" o "pesimismo", cuando lo que se muestra
son simplemente datos, desnudos, factuales. Hechos, al fin y al cabo.
Pareciera como si cada vez que uno muestra que la cosa va de pena
tuviera la obligación de hacer una jaculatoria a la capacidad de la
Ciencia (así, con mayúsculas) y al ingenio del Ser Humano (también con
mayúsculas) para descargar toda responsabilidad, para que quede claro
que esto se va arreglar, aunque de momento no tengamos la más mínima
idea de cómo.

Sin embargo, me parece difícil tomar una actitud más anticientífica.
La ciencia tiene que mostrar las cosas de la manera más objetiva y
desapasionada posible, sin dejar que las propias creencias sesguen los
resultados, de modo que lo que se produzca sea de validez general y a
partir de aquí se pueda construir lo que se necesita.

Y los datos son tremendos. En este momento, el desbalance radiativo,
es decir, la diferencia entre la radiación que recibe el planeta y la
que radia de vuelta al espacio, de acuerdo con las mediciones de los
satélites de la NASA se ha multiplicado por 4 con respecto a los
valores que tenía en 2002.

Hacia el año 2014 se produce un cambio brusco, y así hemos pasado de
0,37 W/m² en 2002 a los 1,37 W/m² actuales. Por qué ha pasado esto tan
rápido tiene que ver probablemente con varios procesos como la pérdida
de hielo en el Ártico (el agua absorbe más energía, el hielo la
refleja) y la drástica disminución de la emisión de aerosoles fruto de
la quema de combustibles fósiles, sobre todo SO2, en China, en su
lucha con el grave problema de contaminación que tenían. Es por este
desbalance que el calentamiento global claramente se ha disparado en
los últimos años, y que acabamos el 2024 con una temperatura global en
+1,6 ºC con respecto a los niveles preindustriales. A este paso, en
unos pocos años más llegaremos a +2 ºC, lo cual sería catastrófico
para España, porque haría que temperaturas de 50 ºC o más sucedieran
con cierta frecuencia en verano, con grave riesgo para la vida de las
personas, destrucción de ecosistemas, más incendios, etc. Y eso por no
hablar de todas los cambios que se están ya generando en la
circulación atmosférica y oceánica, de consecuencias imprevisibles. El
tiempo de reaccionar a la Emergencia Climática se nos ha acortado
considerablemente, mientras vamos hablando de esperanza.

A nivel de recursos, las noticias no son precisamente esperanzadoras.
La crisis originada por la falta de combustibles se sigue extendiendo
por Latinoamérica y África, como ya comentamos en un post anterior;
ahora los problemas llegan con fuerza a México. Falta cobre,
fundamental para toda la electrificación, y comienza a haber problemas
de suministro en toda suerte de materias primas, desde cereales y
cacao a metales diversos. Y en medio de este problema grave y
estructural, la implantación de aranceles por parte de EE.UU. ha
dejado el comercio mundial destartalado, empujando a la baja el precio
del petróleo (porque hay menos consumo), lo cual pone en entredicho la
inversión futura, particularmente en el fracking estadounidense y
garantiza la escasez de petróleo en el futuro próximo. Por si eso
fuera poco, y mientras continúan la guerra en Ucrania y el exterminio
en Gaza, y otras 17 guerras por todos olvidadas, crece la
conflictividad bélica entre India y Paquistán. La lucha por los
combustibles, los metales, los alimentos, el agua... solo van a crecer
en los próximos años. Pero nosotros tenemos que tener esperanza.

A mi me hace gracia cuando me acusan de derrotista y de pesimista. En
realidad, yo soy una persona muy optimista. Porque aquí estoy,
luchando a pesar de la evidencia que se acumula, porque aún creo que
se puede conseguir mejorar la situación, porque aún creo que podemos
lograrlo. Los que bajan los brazos, buscándose la coartada moral de
"la esperanza", ésos son los verdaderos derrotistas, porque no hacen
nada para intentar cambiar la situación, porque aceptan como
inevitable lo que tenemos y lo que se viene.

Compañeros, compañeras, del mundo científico: hay que abandonar de una
vez por todas la absurda insistencia en la esperanza, adormidera de
conciencias. No es eso lo que necesitamos. La respuesta que tenemos
que dar no es "la esperanza", sino el activismo. Tenemos que salir ahí
fuera y explicar lo que pasa, denunciar lo que pasa, ser beligerantes
con lo pasa, oponerse a lo que pasa. Es nuestra obligación moral
ineludible, porque somos los que sabemos lo que pasa. Como dijo Albert
Einstein, quien tiene el privilegio de conocer, tiene el deber de
actuar.

Tenemos que salir ahí fuera, a defender a nuestros congéneres y a todo
lo que está vivo. Porque no hay otra lucha que merezca más la pena,
ninguna otra causa que sea más justa. Y ésta nos interpela. Esperanza
no: activismo y justicia.

* * *

¿A quién le importan los palestinos?
Isaac Rosa


¿A quién le importan los palestinos? A mí no, lo reconozco, no me las
voy a dar de sensible. No me importan los palestinos, o me importan
tan poco que no hago por ellos mucho más que escribir de vez en cuando
un artículo, e ir a alguna manifestación. Bueno, y no ver Eurovisión,
gesto heroico. Me importan tan poco que puedo hasta cantar el título
de este artículo, poniéndole la música de Alaska y su “A quién le
importa”. Venga, canta conmigo: ¿A quién le importan los palestinos, /
a quién le importa lo que con ellos hagan?

Ya sé, es una frivolidad. Pero que lo cante yo, que soy un mindundi,
es solo una chorrada sin gracia. El problema es que también lo canta
medio planeta, y acompañando de baile. Para empezar, todos aquellos
que sí podrían hacer algo para frenar a Israel. Si se siente impune
para cometer un genocidio, televisado en directo y sin consecuencias,
no es porque Israel sea un país poderoso, tenga la protección de
Estados Unidos o la vista gorda de Europa, ni por ninguna deuda
histórica con los judíos: es porque sabe que, por debajo de las voces
de indignación y las denuncias, se escucha nítidamente la misma
canción: ¿A quién le importan los palestinos, / a quién le importa lo
que con ellos hagan?

Israel puede asesinar palestinos de cien en cien, niños incluidos,
matarlos de hambre, expulsarlos a la fuerza, arrasar casas e
infraestructuras, pisotear campos de cultivo y ocupar su territorio
para instalar colonias o casinos, porque sabe que en el fondo todos
esos gobernantes mundiales que hoy denuncian sus crímenes, llevan
décadas considerando a los palestinos como menos que personas,
deshumanizados, abandonados a su suerte, prescindibles, molestos por
su empeño en seguir existiendo. ¿A quién le importan los palestinos, /
a quién le importa lo que con ellos hagan?

No les importan a los gobiernos occidentales, incluidos los que como
el nuestro levantan la voz pero no rompen relaciones ni dejan de
comerciar, y tampoco importan mucho a los gobernantes de los países
árabes, para quienes los palestinos siempre han sido incómodos por la
simpatía que despiertan entre sus poblaciones. Ninguno ha roto
relaciones con Israel, todos defienden sus propios intereses y no van
más allá de declaraciones más bien tibias. Este fin de semana se ha
reunido la Liga Árabe y se ha limitado a hacer un llamamiento a la
comunidad internacional a “ejercer presión” para “detener el
derramamiento de sangre”. A mí me suena a la misma canción: ¿A quién
le importan los palestinos…?

Diría que ni siquiera importan a sus gobernantes. Ni a Hamás, que
inició esta guerra con unas matanzas de israelíes que sabían que
provocarían un castigo terrible contra su pueblo; ni a la Autoridad
Nacional Palestina, corrupta y desacreditada, que a menudo ha sido
colaboracionista de Israel, y que parece más preocupada en aprovechar
el momento para quitarse de en medio a Hamás, dirigir la
reconstrucción y quedar como único representante. ¿A quién le importan
los palestinos…?

Para el papelón que ha hecho España en Eurovisión, ya podía haber
llevado esta canción. Al menos le habrían votado todos aquellos que se
movilizaron y aprovecharon el televoto para dar la sensación de que
los europeos apoyan masivamente a Israel. ¿A quién le importan los
palestinos, / a quién le importa lo que con ellos hagan?
Manel Fontdevila. Eurovisión.jpg
Rep. Pesadillas.jpg
Miquel Ferreres. Les residències.jpg
Vergara. No es tan grave.jpg

Miquel Angel Soria

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May 30, 2025, 1:30:08 AMMay 30
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Avui es compleix el Bon dia! nº 2.900.
Gràcies per la paciència i el que em representa de record personal.




La prensa
David Brooks (La Jornada)

En Estados Unidos se calcula que han desaparecido un tercio de todos
los periódicos que existían en 2005. De los aproximadamente 6 mil
periódicos que aún sobreviven en este país, más de dos perecen cada
semana, y una mayoría han tenido que dejar de publicar diario para
continuar sólo como semanarios.

Las redacciones han sufrido recortes masivos. Se registró un desplome
de 70 por ciento entre 2006 y 2021 en la cifra de trabajadores en la
industria de periódicos en Estados Unidos; el número de empleados en
las redacciones se redujo a más de la mitad, de 75 mil a menos de 30
mil en ese periodo. Como resultado, hay lo que llaman desiertos de
noticias en comunidades y hasta regiones por todo el país, lo cual ha
beneficiado a la derecha estadunidense. Y este panorama se extiende,
en diversos grados, por todo el mundo.

Entre los factores que llevan a esta crisis está la transición digital
en el sector de los medios. El modelo de negocios tradicional, que
giraba en torno a ingresos por publicidad, carteleras y el aviso
oportuno, deja de funcionar en la era digital. El gran desafío para
los medios en las tres décadas recientes es cómo navegar el mar
digital.

Pero más allá de la nueva era tecnológica y sus implicaciones para los
medios de noticias, la crisis del periodismo se debe en gran medida a
fuerzas y personas ajenas al periodismo que están dispuestas, por
razones de avaricia empresarial o por un juego político, a sacrificar
a un periódico o a un medio.

Por un lado, empresarios e inversionistas cuyo interés central no es
el periodismo, sino el negocio, imponen una estrategia de mercado que
lleva al desastre a grandes y pequeños periódicos. Los medios son
adquiridos por empresarios como si fueran una inversión más y los
someten a la lógica absolutamente analfabeta de Wall Street, donde lo
único que se evalúa son las ganancias y las divisas para
inversionistas.

Y para exprimir los beneficios financieros se aplican recortes
drásticos de reporteros, fotógrafos, editores, caricaturistas,
diseñadores, redactores y más –para reducir costos–, con lo cual
inevitablemente diezman la calidad del medio, y con ello, la
disminución de su público hasta llevarlo al suicidio.

Otro factor más en esta crisis son intereses políticos, que buscan
usar al periodismo para sus propias agendas, algo que a veces se
combina con los intereses empresariales. En este país, la ilustración
de eso se ve plenamente en la relación entre los medios y Trump.
Grandes empresas como The Washington Post, y las matrices
empresariales de CBS y ABC News, entre otros, están sacrificando su
periodismo por intereses de negocio y/o políticos ante un presidente
que los acusa, hostiga y amenaza para sus propios fines políticos.

Todos justifican sus juegos con el periodismo con grandes frases como
la defensa de principios como la libertad de expresión. Pero son muy
flexibles en privado y, en efecto, obrando como decía Groucho Marx:
Estos son mis principios y, si no te gustan, pues tengo otros.

Por ello, el mayor reto para los periodistas y periódicos
independientes es defender los principios fundamentales, y el
propósito, del medio.

Nadie es periodista para volverse rico, ni para escalar en la
sociedad, ni para ser empresario. El periodismo bueno e independiente,
en su esencia, tiene la misión de intentar acercarse a la verdad,
hacer que el poder rinda cuentas, dar voz a los que no son escuchados,
contar la historia de cada día. Los periódicos que cumplen con esta
misión deben ser vistos como un bien público con un propósito moral,
señala Alan Rusbridger, periodista y ex director de The Guardian.

Quienes traten de reducir un buen periódico a sólo otra empresa más o
solo otro instrumento en algún juego político, están atentando contra
un esfuerzo colectivo dedicado a algo más importante que las ganancias
y el poder personal.

Galeano escribió: los científicos dicen que estamos hechos de átomos,
pero a mí un pajarito me contó que estamos hechos de historias.
Contarlas con veracidad y cariño, y tejerlas en una historia
compartida –y no como productos para vender o como parte de un juego
político–, es periodismo.

los Tigres del Norte. El reportero.
https://open.spotify.com/track/0sUrydckcrOYWLfZx.54ae7.

* * *

Gaza será la tumba del sionismo
Javier Gallego


El genocidio en Gaza es un hecho único en la Historia. Es el primer
genocidio que se retransmite en directo a la vista de todo el mundo.
Nunca antes pudimos ver la aniquilación de un pueblo mientras sucedía.
Los genocidas siempre se ocupaban de ocultarlo. Los mismos nazis
crearon un área alrededor de los campos de exterminio, a la que
llamaban asépticamente “zona de interés”, para esconder las
atrocidades que estaban cometiendo. Las masacres siempre se realizan
en lugares apartados o eliminando a los testigos.

Israel también empezó negando el bombardeo de civiles y asesinando a
periodistas para que no pudieran contarlo. No hacía evidentes sus
planes genocidas y reducía al máximo sus declaraciones xenófobas. Pero
cuando vio que no solo no le paraban los pies, sino que le ayudaban a
hacerlo, dejó de preocuparse. Netanyahu ya no tiene reparos en
reconocer que Hamás lo financió Israel para destruir a la Autoridad
Palestina y explica orgulloso que van a tomar Gaza y destruirla.

Hace unos días se filtró lo que dijo a puerta cerrada en una comisión
del Parlamento: “Los palestinos no tendrán un sitio al que volver.
Desearán emigrar fuera de la Franja”. A micro abierto, un comandante
reconocía en diciembre pasado que los gazatíes no podrán volver ni en
100 años. Y añadía que se lo estaba pasando “genial” demoliendo casas.
En las televisiones y en las redes israelíes son incontables los
mensajes a favor de la limpieza étnica. “No es Hamás. Cada bebé, cada
niño en Gaza es un enemigo”, clamaba el otro día el exdiputado del
partido de Netanyahu y fundador de una formación ultra, Moshe Feiglin,
en una cadena judía. ¿Quién es el terrorista? ¿Quién tiene derecho a
defenderse de quién?

No son casos aislados. Nadie puede decir una monstruosidad así si no
hay un contexto que lo aliente. El 82% de los judíos israelíes y el
69% de los laicos están a favor de la limpieza étnica de la Franja,
según un estudio de la universidad de Pensilvania publicado por
Haaretz. No es solo el gobierno, es un país nazificado por el
sionismo. Estamos viendo una nueva Nakba, la última etapa del proyecto
colonizador sionista que se inició oficialmente en 1948, aunque
realmente desde principios del siglo XX. Es la “solución final” del
Estado de Israel para los palestinos, que es la misma de los nazis
para los judíos: eliminar y expulsar a un pueblo entero. Porque
mientras miramos a Gaza, lo mismo hacen y harán en Cisjordania, la
tierra que creen que les pertenece por mandato divino. Es una
teocracia supremacista blanca borrando a la “raza inferior”.

Pero precisamente porque no esconden sus crímenes, sucumbirán por
ellos. Como le ocurrió al apartheid sudafricano. Como les ha ocurrido
a otros criminales de guerra. Quizá parezca ingenuo decir esto viendo
la barbarie en marcha y conociendo las alianzas de Israel, pero
estamos empezando a ver cómo sus apoyos se resquebrajan. Diecisiete
países europeos, frente a nueve, han pedido revisar los acuerdos
comerciales de Israel con la UE, uno de los mayores clientes de la
economía israelí, una demanda que hasta ahora solo habían hecho España
e Irlanda. Nuestro parlamento ha aprobado una proposición de ley para
el embargo de armas con Israel, con el apoyo de todas las fuerzas
menos PP, Vox y UPN, aunque hasta Feijóo ha empezado a virar en su
defensa sin fisuras del derecho a defenderse israelí al ver el giro
europeo. No quería quedarse atrás cuando también la Conferencia
Episcopal Española califica a Israel de “Atila” y sus actos de
“limpieza étnica”. Almeida y Ayuso quedarán retratados para la
historia de la infamia como defensores del genocidio.

Francia y Canadá también amenazan con medidas y Reino Unido ha roto la
negociación de acuerdos comerciales. Compañías como Intel han tenido
que parar inversiones millonarias por la campaña de bloqueo, el
Financial Times publicó un editorial contra el “vergonzante silencio
de Occidente”, y en su “gira histórica” por Oriente Medio, Trump ha
evitado Israel, donde también se oyen las primeras voces disidentes.
El líder de la izquierda, Yair Golan, denunció que se asesine a bebés
por diversión y advirtió de que Israel puede convertirse en un país
apestado como la Sudáfrica del apartheid, aunque luego la avalancha de
críticas le han obligado a rectificar. Pero el monolito sionista tiene
grietas. Desde hace meses, las empresas cierran, la emigración se
dispara y los expertos hablan de colapso económico y social.

No habían bastado los 53.000 muertos, los 15.000 niños asesinados, la
destrucción de más del 60% de la Franja, ni siquiera las fotografías
de los cuerpos de bebés carbonizados, pero el sometimiento de los
palestinos a la hambruna, las masas desesperadas peleando por la
comida, y sobre todo, las imágenes de los cuerpos esqueléticos de
niños muriendo de hambre como en los campos de concentración nazi han
redoblado la indignación popular y han forzado la primera respuesta
seria. Incluso diría que la ignominiosa campaña de lavado de imagen a
través de Eurovisión ha tenido el efecto contrario. Netanyahu ha
puesto a sus aliados en una posición tan incómoda que les ha obligado
a distanciarse. Occidente había aguantado lo inaguantable, pero no ha
podido aguantar más.

Estamos todavía muy lejos de un bloqueo efectivo y de la persecución
de los genocidas, pero la opinión pública occidental está virando cada
vez más hacia Palestina y obligando a virar al lentísimo buque
europeo. Nadie podrá decir mañana que no sabía lo que sucedía en el
genocidio palestino. Cada vez son menos los que quieren estar del lado
equivocado de la Historia. Cada vez Israel está más solo. Me temo que
aún tendremos que ver mucha más muerte y destrucción en la Franja,
pero cada palada que el Estado sionista excava en la tierra palestina
se la está echando encima. La fosa que cava es la suya. Gaza está
siendo la tumba de los palestinos, pero antes de que acaben con todos
ellos, creo firmemente que Gaza será la tumba del sionismo.
Vergara. Ese efecto.jpg
Miquel Ferreres. El més motivat.jpg
Manel Fontdevila. Gaza.jpg
Umpiérrez. Israel.jpg

Miquel Angel Soria

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Jun 3, 2025, 1:30:13 AMJun 3
to icv-euia_e...@googlegroups.com
El 3 de juny de 1963 moria a Moscou el poeta turc més universal, Nâzim Hikmet. Ens és impossible oblidar l'escena de la seva mort, dempeus, contra la porta del lavabo, el que impedia l'accés a una ajuda immediata.


"Els cants dels homes són més bonics que els homes,
                                                més esperançats,
                                                més tristos
                                                i amb més vida.
Més que als homes he estimats els seus cants.
He pogut viure sense els homes
                         però mai sense els seus cants.
Mai m'enganyaren els cants.

Qualsevol que fora la seva llengua, sempre els he comprés.

En aquest món, ni el menjar, ni el beure,
                                   ni els passejos,
                                   ni les coses que he vist, sentit,
                                   palpejat, comprés,
                                           res, res,
                           m'ha fet tant feliç com els cants...
                                                                        20 de setembre de 1960








“O nosotros o la mafia”. “¡La mafia, la mafia!”
Isaac Rosa


De los creadores de “gobierno ilegítimo”, “estado fallido”, “el autócrata Sánchez” y “vamos camino de una dictadura”, llega ahora “mafia”, la última aportación de la derecha al discurso político, el concepto que toca ahora fijar y que repetirán una y otra vez en sus intervenciones públicas en los próximos días. Siempre en progresión ascendente, pues mafia es peor que dictadura, que ya era peor que autocracia. Las dictaduras, dentro de lo malo, tienen sus leyes y sus jueces aunque sean dictatoriales, mientras que la mafia es el crimen organizado, el vale todo, la extorsión, la violencia sin límites como modus operandi.

Pero cuidado con los calentones verbales, que luego hay que sostenerlos. Si convences a tus votantes de que nos gobierna una mafia, cada paso que des a partir de ahora tendrá que estar a la altura de la gravedad. A la mafia no se le hacen preguntas parlamentarias, ni se le presentan enmiendas legislativas, ni por supuesto una moción de censura. Las manifestaciones tampoco suelen servir contra la mafia, creo yo.

Los ciudadanos, según Feijóo, tenemos que elegir entre “decadencia o limpieza, mentiras o integridad, cloacas o decencia”. Y remata: “democracia o mafia”, donde debemos pensar que “mafia” es el gobierno de Sánchez, y “democracia” el PP. El problema con esas disyuntivas es que el resto de partidos que sostienen al gobierno, y muchos ciudadanos, no le vamos a comprar ese marco. Porque no vemos tan claro que el PP represente la limpieza, la integridad o la decencia; y porque “democracia” pasa por un gobierno del democrático PP con el ultrademocrático Vox.

Es más, le puede suceder como en el clásico chiste de Hermano Lobo, sustituyendo “caos” por “mafia”: que Feijóo nos dé a elegir “¡O nosotros o la mafia!”, y muchos le respondan: “¡La mafia, la mafia!”, a lo que él contestaría: “Es igual, también somos nosotros”. Hablar de mafia y cloacas desde el PP tiene su gracia, con lo que ya sabemos de aquella policía patriótica que sí era una auténtica y terrible mafia.

Para que no haya dudas: que el PP tuviese comportamientos mafiosos en el pasado reciente, no hace bueno lo que hoy pueda hacer el PSOE. Como votante progresista yo estoy muy, muy preocupado por todo lo que va saliendo estos días, aun sabiendo que las revelaciones periodísticas responden a una agenda política que selecciona y dosifica la información. Es urgente que el PSOE explique su relación con esa militante tan turbia como chapucera, y si el partido o alguno de sus dirigentes tienen algo que ver con sus manejos. Y de paso, que nos explique qué está pasando en la UCO, de la que tantos rumores circulan, pues si en los cuerpos policiales hubiese prácticas mafiosas, la mejor manera de combatirlas no es con otras prácticas mafiosas, sino con la fuerza del Estado de derecho.

Pero como votante progresista estoy tanto o más preocupado porque tanto ruido y tanta basura nos aboquen por toda alternativa a un próximo gobierno de derecha y ultraderecha. Lo que sería salir de Guatemala para acabar en Guatepeor. O por estirar el chiste: salir de Mafiamala y llegar a Mafiapeor.

                                                        * * *

Los desafíos de Lula
Por Emir Sader (Página/12)


Desde Río de Janeiro

La reelección de Lula es importante, en primer lugar, para evitar la posibilidad de que la derecha regrese a la presidencia de Brasil. Según las encuestas, Lula derrotaría a todos los posibles oponentes, aunque no está claro quién será el candidato de la derecha.

Lula se enfrentó, por primera vez, a la circunstancia de tener que gobernar sin mayoría en el Congreso. Tener que negociar cada iniciativa, tener que formar una alianza con sectores de centro, incluso la incorporación de miembros de ese sector al gobierno.

Se logró crear un gobierno totalmente antineoliberal, centrado en priorizar las políticas sociales y fortalecer el Estado. Se ha avanzado en una reforma fiscal en la que quienes ganan más pagan más y un gran segmento de la población ya no paga impuesto sobre la renta.

Otras iniciativas quedan pendientes, dependiendo de las negociaciones con el Congreso. Al mismo tiempo, el gobierno se enfrentó, como siempre, a los medios de comunicación, como principal partido de oposición.

Uno de los mayores desafíos para un nuevo gobierno de Lula es elegir un Congreso con mayoría, un desafío muy difícil. Tal vez se elija un Legislativo menos malo que el actual, pero es poco probable que Lula pueda volver a gobernar con mayoría parlamentaria.

Otro desafío está en el ámbito económico. A pesar del conjunto de políticas sociales implementadas por el gobierno, que lograron reducir las desigualdades sociales y regionales y los procesos de exclusión social, logrando el pleno empleo, no fue suficiente para desplazar al capital especulativo como eje de la economía.

Éste es el principal desafío que debemos afrontar. ¿Cómo pasar del antineoliberalismo al posneoliberalismo, es decir, de una estructura económica que todavía tiene su centro en el capital especulativo a otra centrada en el desarrollo económico?

La inflación, como fenómeno real, pero también como fenómeno psicológico, generador de inseguridad en la población, cuyos aspectos son muy explorados por los medios de comunicación, es un desafío complejo. El aumento de las tasas de interés –expresado por un presidente del Banco Central que se aleja de las directrices generales del Ejecutivo– protege al gobierno del espectro de la inflación. Pero, al mismo tiempo, representa un obstáculo para la reanudación sostenible del crecimiento económico.

Un cuarto mandato de Lula tendría entonces que derrotar al capital especulativo, promoviendo la transición de la economía hacia una etapa de desarrollo industrial sustentable. Tendría que superar este dilema entre estabilidad y crecimiento económico.

Además de estas cuestiones, Lula debería finalmente afrontar el desafío de acabar con el analfabetismo en Brasil de una vez por todas. Analfabetismo tanto real como funcional, en el que las personas pueden leer y escribir, pero tienen dificultades para aplicar estos conocimientos en situaciones cotidianas. La tasa de analfabetismo en el país ronda el 7%, alrededor de 11,4 millones de personas. El analfabetismo funcional es mucho mayor y ronda el 29% de la población.

La mayor dificultad para acabar con el analfabetismo es que la mayor parte de este sector de la población son personas mayores, con las consiguientes dificultades para convencerlas y lograr efectivamente la alfabetización. En cuanto a los analfabetos funcionales, depende de la capacidad de los programas que promuevan actividades de lectura y comprensión por parte de este amplio sector de la población. En resumen, el éxito de Lula 4 no depende sólo de políticas económicas y sociales, sino del énfasis en cuestiones como hacer de Brasil un territorio libre de analfabetismo.
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Miquel Angel Soria

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Jun 9, 2025, 1:30:49 AMJun 9
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Tinc a les mans una foto de la capçalera d'una manifestació, l'any
1983, en la que José María Valverde sosté, amb un posat, seriós, dues
pancartes (FSLN i República de Nicaragua-América Central).
Aquesta actitut seva de solidaritat amb els pobles oprimits ja es feia
patent en el poema

GRABACIÓN DE SALVADOR ALLENDE

Es una voz de médico, elegante,
que, con blanda fonética chilena,
responde cuerdamente a unas preguntas:
pero, en seguida, el tema y el deber
dejan atrás su estilo, como un traje
cuando llega la muerte o el amor:
...el mandato que el pueblo me ha entregado,
dice, y sube: tendrán que acribillarme
a balazos... Al fondo, en contrapunto
de sentido más claro, se oye, mientras,
a unos niños jugando, en griterío.

EL DÍA DEL PERDÓN

¿Por qué, en la edad propicia a la memoria,
no repaso el pasado a mi sabor,
y mi imagen, al verla en otro tiempo,
me inquieta, como el eco de mi voz?
Y no es que crea ser mejor ahora:
es el ver desde lejos cómo soy.
Tendrá que haber un día en que me pueda
servir el vino, hablarme sin rubor:
tendrá que haber al final quien me reúna
en paz conmigo mismo en el perdón.

¿Por qué, ante los que viven desangrando
al prójimo, no acierto a alzar la voz,
por más que estudie atento las astucias
de su arte, y su saberse dar razón?
Mucho tengo y tenemos compartido
con ellos en el propio corazón:
tendrá que haber un día en que nos juzguen
a todos y nos quemen en amor;
tendrá que haber al final quien nos reúna
a todos en un fuego de perdón.

José María Valverde ens va acompanyar en la lluita, fins el dia 6 de
juny de 1996.
Segur que la terra li ha esta lleu.





La próxima pandemia, que te pille en Madrid con seguro privado
Isaac Rosa

Cinco años después de la pandemia, podemos decir que hemos sacado
lecciones para el próximo virus, no nos pillará desprevenidos. Ya
sabemos los cinco básicos que no pueden faltarnos cuando empiecen las
primeras toses: mascarilla, lavado de manos, distancia, vacuna… y
seguro privado. Al menos si vives en Madrid, e imprescindible si estás
en una residencia de mayores. Eficacia probada: a los residentes
madrileños con seguro privado les fue mucho mejor. No se libraban del
virus, y muchos también fallecieron, pero al menos tuvieron asistencia
sanitaria y una muerte más digna que los recluidos en residencias.

En los peores momentos de la pandemia, el seguro privado era un
superpoder que anulaba los llamados “protocolos de la vergüenza”:
llamabas y te enviaban una ambulancia privada al momento, para
trasladar a tu familiar a un hospital privado donde recibiría
atención. Si no tenías seguro, el traslado era denegado por el
geriatra de enlace en aplicación de las instrucciones del gobierno
madrileño, incluso aunque hubiese camas libres en los mismos centros
privados o en el famoso hospital de IFEMA.

Más ventajas de tener seguro de salud en Madrid en caso de pandemia:
en los peores meses de 2020, la Comunidad tomó el mando de toda la
sanidad, pública y privada. Los recursos de esta última quedaban
subordinados al interés general. Pero era una subordinación de
guiño-guiño-codo-codo: los hospitales privados no ponían a disposición
todas sus camas, sino solo las que les quedaban libres una vez
atendidos sus asegurados privados. Es decir, unas pocas camas, y
algunos días ninguna.

La diferencia entre tener un seguro privado o sufrir el infame
protocolo no era que disfrutases de una bonita habitación individual
con cama para acompañante: era a vida o muerte. Hoy sabemos que entre
los residentes que sí fueron trasladados, el 65% salvó la vida. Y los
que murieron pese al traslado, lo hicieron en mejores condiciones que
los encerrados en las residencias, esos 7.291 que persiguen a Ayuso
desde entonces.

Este martes declaró en el juzgado el presidente de HM Hospitales, uno
de los gigantes de la sanidad privada. Dijo que ellos sí recibían
pacientes de la sanidad pública, pero derivados desde otros
hospitales, no desde residencias. Como dos noticias juntas se
entienden mejor, solo unos días antes el CEO de la misma empresa
contaba en una entrevista que desde la pandemia no para de crecer el
número de asegurados, y por tanto su negocio. ¿Se entiende, o saco el
muñeco de trapo para explicarlo?

Está claro que los madrileños lo entienden, tras décadas de deterioro
de la sanidad pública y facilidades a la privada: es la comunidad con
más porcentaje de ciudadanos con seguro privado, el 38,1%, frente al
24,4% de media nacional. Dos millones y medio de madrileños
asegurados, y creciendo desde la pandemia.

Juro que este artículo no está patrocinado por ninguna aseguradora
privada, aunque parezca un publirreportaje. Es que no necesitan ni
anunciar sus productos, pues tienen a su mejor agente comercial
sentada en la Puerta del Sol.

* * *

La Tercera Guerra Mundial sobre el escritorio
Por Jorge Majfud

Las discusiones sobre las políticas de Donald Trump (foto) giran en
torno a las posibles consecuencias de sus decretos que han revuelto el
planeta. Hay algo que está ausente en los medios dominantes en los
análisis académicos, y no son las consecuencias ni las intenciones
declaradas, sino el origen de todo. No es un origen histórico; es un
origen teleológico, un origen y una causa que está (de forma precaria)
en el futuro. Al proceder de esta forma, no sólo encontraremos
consistencia en la orgía de aranceles con otras políticas del mismo
gobierno, como la guerra contra la inmigración y las universidades,
sino también una conclusión dramática.

Estados Unidos tiene déficit comercial y un endeudamiento real, aunque
no tan grave como Japón. Los genios de los negocios siempre han basado
su éxito, a punta de cañón, en la irresponsabilidad propia y las
obligaciones ajenas. Como toda crisis, es usada para el ajuste de los
de abajo. Todos tenemos déficit con nuestro supermercado y superávit
con nuestro empleador. Sin embargo, la idea anunciada en abril de 2025
(“El día de la liberación”) consistió en una tabula rasa de aranceles
mínimos contra todo el mundo.

En 1890 McKinley produjo la mayor recesión del siglo con una política
arancelaria. En 1930, Hoover agravó la crisis con más aranceles,
produciendo la gran Depresión que obligó al país a socializarse para
salir de la catástrofe. Un factor central de esa crisis iniciada en
1929 con el hundimiento de Wall Street se debió a la sobreproducción
de productos industriales que no se podían vender porque los obreros
no tenían capacidad de compra.

Ahora, imaginemos que se produce un milagro (anacrónico) y Estados
Unidos se reindustrializa con salarios que nadie aceptaría hoy. ¿A
quién le vamos a vender los productos industriales que nuestra clase
media no podrá comprar y tampoco el resto del mundo debido a las
barreras arancelarias?

El Objetivo Oscuro necesita esa clase obrera en situación de necesidad
perpetua. Para eso se debe radicalizar su pérdida de derechos
políticos (como la libertad de expresión) y sus beneficios sociales,
como la salud y la educación pública. ¿Qué mejor, para una población
sufriente y embrutecida que más circo? La motosierra de Musk es uno de
los artilugios de bufón que para nada inventó el presidente argentino.
Esta motosierra (DOGE) ahorró 150 mil millones de dólares y, por su
propia burocracia, produjo un gasto de 130 mil millones, además de
erosionar la producción y el consumo eliminando 280.000 empleos. Un
gobierno de los ricos, por los ricos y para los ricos donde el uno por
ciento de la población posee el doble del PIB de Estados Unidos. Pero
hay que ahorrar quitándole la asistencia médica a los pobres.

Las políticas de deportación indiscriminada son parte del circo y de
la clásica incitación fascista, pero también coinciden con el Objetivo
Oscuro. Se podría legalizar a esos millones de trabajadores (y
consumidores) altamente necesarios y productivos, como hizo Reagan,
pero, para el Objetivo Oscuro, no se confía en la sumisión
incondicional de extranjeros no caucásicos. Actualmente, en el sector
industrial existe medio millón de puestos vacantes, y ese número
continúa en aumento. Como no se puede decir que los hispanos son
improductivos, se los acusa de asesinos y violadores, a pesar de que
la tasa de criminalidad de los indocumentados es, por lejos, inferior
a la de los ciudadanos.

Ahora, como la excusa tradicional de “No estamos contra la
inmigración, sino contra la inmigración ilegal” (ver “El racismo no
necesita racistas”) no son suficientes para el Objetivo Oscuro, se
continúa por criminalizar a los inmigrantes legales: profesores y
estudiantes extranjeros, usando dos excusas anticonstitucionales: (1)
expulsar, desmoralizar o silenciar a los críticos de Israel
acusándolos de antisemitas; (2) los chinos son comunistas por
nacimiento; un peligro para Estados Unidos. ¿Y los nazis? Bienvenidos,
como siempre.

Es el mismo problema de la base laboral, pero en la cúspide: cualquier
reindustrialización, aparte de difícil por los salarios nacionales,
será doblemente imposible por estas mismas políticas, como la
expulsión de estudiantes extranjeros. Para una reindustrialización se
necesitan universidades, ciencia, tecnología, pero, en palabras del
vicepresidente Vance, “las universidades son el enemigo”. Los mismos
estudiantes estadounidenses no quieren ir a universidades sin
estudiantes internacionales. Ellos saben que en la diversidad de
experiencias y perspectivas radica el progreso científico y académico.
También saben que si quieren hacer una carrera más allá de la
sobrevivencia animal deben relacionarse con gente de todas partes del
mundo. Pero estos “estadounidenses adoctrinados” no importan.

Hace unos años estuve en el MIT invitado por Noam Chomsky para una
conversación y, recorriendo sus edificios, encontré una abrumadora
mayoría de estudiantes y profesores hablando diferentes idiomas o
inglés con acento extranjero. Lo mismo casi cualquier otra
universidad. La mayoría de las patentes en Estados Unidos es creada
por extranjeros. Pues, justo esa ventaja que sobrevive en este país es
la que los propulsores del Proyecto 2025 quieren destruir.

Cuando Eugene Debs y otros antimperialistas comenzaron a dar discursos
contra el ingreso a la Primera Guerra, fueron encarcelados por el
“delito de opinión”. Ahora, un siglo después (ver P = d.t), cuando el
poder tiembla, la tolerancia a la diversidad-disidencia-democracia
disminuye de forma proporcional.

La obsesión de Trump de una imposible reindustrialización con obreros
con salarios de los 60s, esconde un Objetivo Oscuro: la idea es hacer
a Estados Unidos autosuficiente en previsión de una guerra global.

¿Por qué deberíamos llegar a este extremo? Porque, diferente a otras
culturas y continentes, Noroccidente se desarrolló por la brutalidad
imperial y la fuerza de eliminar la prosperidad ajena con el discurso
contrario. El mundo protestante y anglosajón no puede ver a nada ni a
nadie sin clasificarlo como ángel o demonio.

Este Objetivo Oscuro (en este momento sobre una mesa de roble y caoba
con un nombre más poético) está previendo y promoviendo una masiva
guerra internacional en base a datos concretos recogidos de los
actuales campos de batalla. Las notas y discusiones sobre Rusia deben
ser selváticas en este momento, ya que son una prueba sorpresiva e
irrefutable de una economía mediana que logró atravesar un largo
conflicto bélico, bajo el bloqueo y acoso unánime de la OTAN. La clave
no ha sido solo su poderío tecnológico, que no es superior al de
Estados Unidos, sino su autosuficiencia industrial y agrícola―otra
advertencia para países como Argentina.

La vocera de la Casa Blanca declaró: “Necesitamos más plomeros y menos
graduados en estudios culturales”. Estas ideas repetidas no sólo
apelan al manual fascista creando falsas dicotomías para mantener a
los de abajo en un permanente conflicto, sino que tienen un propósito
doble: Si un plomero no escucha las criticas al sistema que lo
mantiene en estado de necesidad, continuará en estado de obediencia y
culpará a los críticos de su situación; para el Objetivo Oscuro, los
esclavos funcionales serán cruciales.

Gaza es el otro laboratorio donde esta mentalidad psicópata a extremos
impensables, estudia cómo reacciona la población mundial ante
repetidas matanzas surreales y cómo se controlan la indignación, las
protestas y la opinión pública.
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Miquel Angel Soria

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Jun 15, 2025, 1:31:50 AMJun 15
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"El diàleg va anar més o menys així: Edmon Vallès, un mequinensà que
s'havia instal·at a Barcelona va dir-li un dia que va visitar el
poble: "Tu has d'escriure en català". La resposta de Moncada, als ulls
d'ara, resulta sorprenent: "Ah, però què es pot?"

Moncada ens deixava el 13 de juny de 2005. La mort prematura el va
privar de poder riure amb l'anècdota del traductor al francès de Camí
de sirga. El títol que li va donar a l'edició de l'any 1992, Les
Bateliers de l'Êbre, va estar modificat a la segona edició, El
Testament de l'Êbre. Coneixent-lo, Jesús Moncada s'hagués fet un fart
de riure.




Rebelión y guerra en Los Ángeles
Magdiel Sánchez Quiroz* (La Jornada)


Como instrumento de las élites estadunidenses y expresión de las ideas
más nefastas del supremacismo yanqui, el programa político que
encabeza Donald Trump busca recuperar el cercenado poderío imperial de
Estados Unidos. Su estrategia: combinar la guerra total a escala
global contra los países enemigos, exacerbar la sumisión de países y
entes político económicos ya subordinados y construir y eliminar a un
enemigo interno en lo nacional.

A través de identificar a los inmigrantes como el enemigo interno,
Trump construye el relato de que esa población–en especial la latina,
asiática y africana– es la causa de todos los problemas del país. Las
redadas contra migrantes se iniciaron bajo el argumento que sólo se
deportarían a personas con una situación migratoria irregular que
hubieran cometido algún delito. Pronto esto se demostró falso. Las
deportaciones al centro de detención en El Salvador y a otros países
incluyeron incluso a ciudadanos estadunidenses y a personas sin
siquiera una multa de tránsito. Entre los criterios para
identificarlos como delincuentes, además de aplicar el criterio
racial, era que ellos tenían tatuajes (¡uno de cada tres
estadunidenses tiene tatuajes!).

Desde el fin de semana pasado, la política antimigrante de Trump topó
con la realidad: una rebelión espontánea de latinos –principalmente
mexicanos– en la ciudad de Los Ángeles. Las redadas del Servicio de
Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) fueron
directamente a centros de trabajo en busca de personas indocumentadas.
Eso detonó la ira popular. Cientos de personas las enfrentaron,
impidiendo sus labores. Los combates se extendieron contra policías,
personal de la FBI, de la DEA y de la oficina de seguridad del suelo
patrio. Fue entonces que Trump envío a 2 mil tropas de la Guardia
Nacional y 500 marines para sofocar la rebelión y, hasta ahora nada
han podido hacer.

La Guardia Nacional es la reserva militar de Estados Unidos. Ese
cuerpo represivo y de ocupación, fundado en 1663, antes de que Estados
Unidos existiera como país independiente, fue enviado sin la anuencia
del gobernador de California (algo que no ocurría desde hace 60 años).
Su presencia en las calles, atacando a la población, pone en evidencia
una guerra civil en curso, que había permanecido soterrada. Los
inmigrantes, como enemigo interno, son el objetivo de la guerra
interna.

El estado de California representa por sí solo la quinta economía más
grande del mundo y Los Ángeles la ciudad más desigual de Estados
Unidos. Un tercio de sus residentes viven en la línea de la pobreza.
Mientras el precio por metro cuadrado de tierra está entre los 10 más
caros del mundo, 80 mil ciudadanos viven en las calles. Es una de las
ciudades en que el proceso de desindustrialización de fines del siglo
XX avanzó de manera ejemplar con la gentrificación de barrios, la
especulación inmobiliaria y la superexplotación de los trabajadores,
sacando una renta extraordinaria de los inmigrantes sin papeles.

En la década de 1990, el urbanista crítico Mike Davis en Ciudad de
Cuarzo resaltó su carácter de promesa utópica y de vertedero
posmoderno del sueño americano. Alertó sobre los desastres sociales
que podían venir a causa de la estructura imperante. En 1992, ante la
exoneración de cuatro policías que habían golpeado casi hasta la
muerte al taxista afro Rodney King, estalló en esa ciudad una revuelta
de enorme magnitud: 63 personas fueron asesinadas por la policía,
miles fueron detenidas y decenas de miles de negocios fueron
incendiados. Por aquel entonces, Los Ángeles era la segunda ciudad con
mayor población afro de Estados Unidos. Hoy la revuelta migrante
alerta sobre un conflicto de proporciones inéditas: más de 40 por
ciento de su población es latina.

No todo es rebeldía. La gente también tiene miedo. El terrorismo de
Estado sigue siendo funcional. Los restaurantes mexicanos registran
poca afluencia. Mucha gente teme ser deportada. Algunas personas han
dejado de salir de sus hogares. Esta guerra interna amenaza con
quebrar lazos comunitarios muy profundos.

La rebelión rebasó a las organizaciones sociales. Los sindicatos están
paralizados y sumidos en su periodo de negociación contractual. Las
fuerzas más activas y beligerantes son las de las agrupaciones
vecinales que luchan por la vivienda, defienden a la población
inmigrante y fortalecen la vida comunitaria. Para ellas el desafío de
hoy radica en combinar el alzamiento espontáneo con estrategias de
resistencia a largo plazo. Identifican que la verdadera batalla será
en los barrios y por periodos prolongados.

Si el conflicto se sostiene o aumenta, lo más probable es que las
élites políticas intentarán decantar las contradicciones a través de
las disputas político electorales entre demócratas y republicanos y
sus ONG afines, tratando de hacer discreta una guerra interna que,
como ocurre con las guerras externas, requieren tanto del garrote como
de la zanahoria.

*Filósofo

* * *

¿Deberíamos defender al fiscal general?
Isaac Rosa

Tus bisabuelos combatieron por la República, tus abuelos resistieron
al Franquismo, tus padres pelearon la Transición, y a ti te toca
defender al fiscal general del Estado. La épica democrática ya no es
lo que era, ay. De correr delante de los grises a comentar un auto
judicial con el rotulador en la mano. Nadie pondrá pósters en el
dormitorio ni vestirá camisetas con la cara de García Ortiz; ningún
cantautor le dedicará un tema ni merecerá pintadas en las calles. No
es la batallita que uno querría contar a sus hijos en el futuro:
“hijos míos, yo defendí al fiscal general del Estado”.

De hecho, para el votante de izquierda un fiscal general del Estado es
una figura muy poco movilizadora, no enciende precisamente las
pasiones políticas. Es incluso una figura antipática. Las togas y
puñetas, el lenguaje jurídico, su condición de autoridad del Estado,
su presencia en ceremonias solemnes, la obediencia jerárquica y por
supuesto su papel de acusador. No es el héroe de la democracia por el
que uno se partiría la cara. No lo vemos como uno de los nuestros. Y
con eso cuentan también quienes intentan cobrarse su cabeza: saben que
nadie moverá un dedo por un fiscal general.

Y sin embargo, aquí estamos, pensándonos si no deberíamos hacer algo
por defender al fiscal general del Estado. Planteándonos si quizás
haya que hacerlo para defender no al Gobierno, sino a la democracia.

Uno lee y escucha a quienes estos días cuestionan la instrucción del
juez Hurtado: juristas, políticos, articulistas. Todos del lado
progresista del tablero, vale. Lees y escuchas las muchas (pero
muchas) anomalías del proceso, la falta de pruebas, las piruetas
jurídicas, las sospechas de prevaricación o algo peor, y acabas
pensando que sí, que algo tiene esto que ver con la democracia. Que no
parece un proceso judicial sin más, ni una discrepancia de
catedráticos de Derecho, ni siquiera una lucha de poder entre
conservadores y progresistas en la judicatura. Más bien una partida de
caza mayor: cobrarse la cabeza del fiscal siguiendo una estrategia de
derribo del Gobierno. Por parte nada menos que de un magistrado del
Supremo, y respaldado por sus colegas de tribunal (que avalaron cada
decisión polémica que tomó).

Escuchar al Gobierno decir que hay “jueces haciendo cosas difíciles de
entender”, al portavoz del PSOE llamar “absoluta vergüenza” al
procesamiento, al ministro Puente acusar al Supremo de ser “la
oposición real al Gobierno”; y a los socios de coalición y
parlamentarios usar palabras mucho más fuertes (“guerra sucia”,
“jueces golpistas”, “quieren acabar con la democracia”, “lawfare”);
nos hace dudar de si se trata de la habitual hipérbole de la política
española, o es que de verdad nos estamos jugando la democracia.

Y en ese caso deberíamos hacer algo, aunque tenga poca épica.
Hernández. Good hombre.jpg
Daniel Paz -Rudi-. Los esclavos, a casa.jpg
Fisgón. Otro tiro en el pie.jpg
Vergara. Manual de uso de los tres poderes.jpg
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