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Miquel Angel Soria

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Jan 8, 2024, 1:30:45 AM1/8/24
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Avui recordem a Jaime Gil de Biedma (Jaime Gil pels amics). Ja fa 34
anys que ens va deixar i la seva obra -per aquells que encara no hem
perdut totalment la memòria- segueix fèrtil.

ASTURIAS, 1962

Como después de una detonación
cambia el silencio, así la guerra
nos dejó mucho tiempo ensordecidos.
Y cada estricta vida individual
era desgañitarse contra el muro
de un espeso silencio de papel de periódico.

Grises años gastados
tercamente aprendiendo a no sentirse sordos,
ni más solos tampoco de lo que es humano
que los hombres estén...Pero el silencio
es hoy distinto, porque está cargado.
Nos vuelve a visitar la confianza,

mientras imaginamos un paisaje
de vagonetas en las bocaminas
y de grúas inmóviles, como en una instantánea.


Donde pone 'Vox' o 'ultraderecha', sustituye por 'el socio del PP'
Isaac Rosa

Los socios del PP ahorcan y apalean un muñeco de Pedro Sánchez. Un
socio del PP agrede a un concejal en el pleno del ayuntamiento de
Madrid. El socio del PP dice que el presidente Sánchez acabará
“colgado de los pies”. Socios del PP boicotean el minuto de silencio
por las víctimas de la violencia machista. Decenas de sedes del PSOE
sufren ataques de socios del PP. Denunciados dos socios del PP por
apología del franquismo. Un socio del PP, a juicio tras vandalizar un
mural feminista. Socios del PP difunden bulos para criminalizar a los
menores inmigrantes.

Me he instalado en el móvil una app que reemplaza texto
automáticamente, y la he configurado para que a partir de ahora, en
todas las noticias que lea, me sustituya 'Vox', 'ultraderecha',
'extrema derecha' y otros términos similares, por 'el socio del PP'.
Mano de santo. Ahora cada vez que abro una portada de periódico o
navego por redes sociales, se entiende todo mejor. Haz la prueba, coge
cualquier noticia protagonizada por la ultraderecha en el último año,
y sustituye el sujeto de la oración por 'el socio del PP'. Mejor,
¿verdad? Estoy buscando otra app que haga lo mismo en las
conversaciones, que me lo recuerde con un pitido cada vez que discuta
con alguien sobre el tema.

Ya sé, es una obviedad, todos sabemos que Vox es socio del Partido
Popular y que la ultraderecha ha entrado en gobiernos municipales y
autonómicos de la mano de los populares. Lo sabemos, sí, pero lo hemos
normalizado tanto ya que ha dejado de sorprendernos o espantarnos. Y
es esa condición de “socio del PP” lo que vuelve más dañina y temible
a la ultraderecha, no su existencia. Cafres, nostálgicos del
franquismo, racistas, violentos de palabra o de acto, ha habido
siempre en la esquina derecha del tablero. La novedad, lo anormal, es
que ahora esos mismos cafres, neofranquistas, racistas y violentos
tengan poder institucional, ocupen consejerías y direcciones
generales, gobiernen pueblos y ciudades; que gobiernen en coalición
cinco comunidades autónomas, que tengan acuerdos en otras dos, que
participen en el gobierno de casi 150 ayuntamientos, entre ellos
capitales de provincia y grandes ciudades; y que no hayan entrado en
el gobierno central por unos pocos escaños, pues nadie duda de que hoy
Abascal sería vicepresidente de haberle salido las cuentas a Feijóo.

Insisto, no pongamos el foco en la ultraderecha, sino en su condición
de aliada de esa derecha que se dice a sí misma moderada, centrista y
partido de Estado. La que firma acuerdos de gobierno con los mismos
del primer párrafo; la que incorpora sus propuestas y compra la agenda
ultra en cada vez más asuntos. No solo pasa en España, también en
otros países la extrema derecha va entrando en gobiernos de la mano de
la derecha tradicional, y nos vendría bien otra app similar para las
noticias sobre cómo los ultras son admitidos en otros gobiernos
estatales o regionales, o cómo la propia Unión Europa la incorpora a
su agenda y sus políticas, como se vio en el reciente pacto
migratorio.

Pero siendo cierto ese avance y normalización de la extrema derecha en
toda Europa, en ningún caso ha sido a la velocidad y con la facilidad
con que ha ocurrido aquí. Si en otros países a la ultraderecha le ha
costado décadas y numerosos procesos electorales alcanzar esa
normalización, aquí ha sido por la vía rápida. La misma vía rápida que
le abrieron los programas televisivos y tertulias desde el primer
minuto, por cierto. Así que no está de más, cuando lamentemos
episodios de violencia verbal y todas esas propuestas políticas que
nos repugnan, que no olvidemos de quién hablamos: de los socios del
PP.

* * *

El comisario europeo de justicia: un intruso impertinente
José Antonio Martín Pallín

Dos recientes acontecimientos, más bien incidencias políticas, han
puesto en primer plano dos de las obras, incluidas en las novelas
ejemplares de nuestro genio universal Miguel de Cervantes. La
alcaldesa cesante de Pamplona, Cristina Ibarrola, ha dejado para la
posteridad una reflexión por lo menos desafortunada: “Prefiero fregar
escaleras que pactar con Bildu”. Me imagino que sin haber leído “La
ilustre fregona” de nuestro príncipe de las letras. Por su parte, el
presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, se ha descolgado con la
propuesta de romper el bloqueo de la renovación del Consejo del Poder
Judicial, solicitando la mediación del Comisario Europeo de Justicia
Didier Reynders, para que asista como invitado curioso y conciliador,
al tradicional banquete entre PSOE y PP para repartirse los nombres
de los vocales. La decisión me recuerda otra novela ejemplar: “El
curioso impertinente”. La justificación de la presencia de un
mediador, cuya función es poner de acuerdo a las partes confrontadas
ofreciendo soluciones, me parece una excusa de niños de patio de un
colegio: Alberto no se fía de Pedro.

Antes de invitar a una persona a tu mesa debes meditar si encaja en la
reunión y si no vulnera las reglas sociales, en este caso
parlamentarias y constitucionales. Espero que el invitado y sus
adláteres (el Colegio de Comisarios) declinen la invitación por
considerarla contraria a las normas de funcionamiento de la Unión
Europea. Por otro lado, se podría sentar un precedente que se
convertiría en una costumbre contraria a la autonomía de los países
miembros en ciertas materias. Según el Tratado de Funcionamiento, los
miembros de la Comisión ejercerán sus funciones con absoluta
independencia, en interés general de la Unión; en particular, no
solicitarán ni aceptarán instrucciones de ningún Gobierno ni de ningún
organismo externo.

En nuestra Constitución se contemplan otros nombramientos (Defensor
del Pueblo y Magistrados del Tribunal Constitucional) que exigen los
tres quintos de la Cámara. Si el desconfiado Señor Feijoó, sigue en
sus trece habrá que incluir la posibilidad de un mediador de guardia
que les ofrezca la posibilidad de un acuerdo para cumplir con sus
obligaciones y responsabilidades constitucionales. La verdad es que su
“amor” a la Constitución queda en entredicho.

Cada uno de los poderes del Estado tiene sus funciones específicas
señaladas por la Constitución y las leyes. Al margen de la aplicación
de las leyes, una democracia se asfixia si no existe el dialogo y la
búsqueda del consenso entre las opciones diferentes representadas por
los partidos políticos y los grupos sociales. Cuando las normas
previstas para promulgar las leyes, o alcanzar las mayorías necesarias
para elegir determinados cargos constitucionales, tienen que entrar en
juego, no se contempla la intromisión de personas ajenas para
conseguir un acuerdo cuyas normas están reguladas por el texto
constitucional y de manera especial por los Reglamentos de las
Cámaras.

Lo que está sucediendo con el Consejo General del Poder Judicial
desborda todo lo imaginable y no tiene precedentes, ni en nuestra
democracia y me atrevo a decir que ni en el resto de los veintiséis
países que componen la Unión Europea. La renovación de los órganos
constitucionales se debe producir con normalidad cuando se agota o se
anticipa el fin de una legislatura o el tiempo previsto por la
Constitución. El Poder legislativo y el Ejecutivo permanecen en
funciones para atender a las necesidades de la vida política y social,
aunque con sus competencias reducidas. El plazo de caducidad se cumple
cuando unas nuevas elecciones configuran una renovación de las Cortes
Generales que inviste al nuevo Presidente del Gobierno. En el caso del
Consejo del Poder Judicial, nunca me cansaré de repetir hasta la
saciedad que no desempeña funciones jurisdiccionales ni por tanto
ostenta la facultad de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado, por lo que
esta potestad se mantiene incólume y se ejercita a diario por los
jueces y magistrados. Nuestro sistema de renovación adolece de serias
carencias que afortunadamente se pueden modificar con una nueva
redacción de la Ley Orgánica del Poder Judicial.

Después de las últimas elecciones del 23J el Partido Popular se ha
retirado a las trincheras y apoyado por una masa coral mediática que
nunca había existido con tales proporciones en nuestra andadura
democrática, no duda en bloquear la renovación del Consejo del Poder
Judicial, consciente de las graves distorsiones que su empecinamiento
puede ocasionar, especialmente en las funciones del Tribunal Supremo.
En un sistema democrático las opiniones y decisiones de los partidos
políticos se combaten dialécticamente y con argumentos racionales. En
el colmo del delirio acaba de afirmar, después de la moción de censura
democrática producida en el Ayuntamiento de Pamplona, que preside el
único partido de Estado que queda en nuestra “maltrecha” democracia.
Después de esta apocalíptica proclama, solo le queda recabar la ayuda
de los cien mil hijos de San Luis.

Por favor céntrese en lo cotidiano. Están a las puertas las elecciones
en nuestra tierra gallega que le ha permitido adquirir la relevancia
política que ahora disfruta, permanecen los negros nubarrones de las
guerras de agresión en Ucrania y en Gaza y preocúpese de los desmanes
que están poniendo en marcha los gobiernos de la Autonomías que
preside su partido en alianza con Vox. Si hay que tomar alguna
decisión en materia de política exterior ¿estará dispuesto a
discutirla en el Parlamento o tendremos que llamar a un mediador? Si
no dispone de otros argumentos que no pasen por deslegitimar al
Gobierno, sostenido por la mayoría parlamentaria, me temo que se está
incapacitando para garantizar la estabilidad democrática de nuestro
país. Si sigue manteniendo que Pedro Sanchez es el compendio de todos
los males sin mezcla de bien alguno, hará el ridículo ante los
organismos internaciones en los que viene actuado desde hace unos
años.

Los Reglamentos de las Cortes Generales no permiten que una persona
ajena a las mismas se interfiera en una negociación para conformar un
acuerdo sobre la elección de los vocales del Consejo del Poder
Judicial en el que deben participar los componentes, sin exclusión,
de todos los Grupos parlamentarios a los que se deja fuera de la
mediación para centrarla exclusivamente en los dos partidos
mayoritarios el PP y el PSOE, mientras los demás contemplan como
invitados de piedra esta insólita y antirreglamentaria irrupción de un
Comisario europeo en una materia que corresponde exclusivamente al
ámbito parlamentario. Es lógico y comprensible que el Comisario
Europeo de Justicia muestre su preocupación por la imposibilidad de
renovar el Consejo del Poder Judicial cuyos vocales han prorrogado sus
funciones por un tiempo que dobla al previsto en la ley y así
continuará si no se toman medidas legislativas que corrijan el actual
sistema.

El tiempo nos ha hecho olvidar que desde 2018 existe una relación de
jueces y magistrados elegidos por sus pares. Las Cámaras, que
recibieron en ese momento las listas, han incumplido sus obligaciones
reglamentarias que les imponen la convocatoria de un Pleno para la
votación de los nominados. Algunos de estos, cansados de esperar,
acudieron al Tribunal Europeo de Derecho Humanos alegando que, ante la
anómala demora, se les había privado de su derecho a acceder a cargos
públicos y a la tutela judicial efectiva. El Tribunal, en sentencia de
junio de 2023, les da la razón, pero advierte que no puede intervenir
en un asunto interno.

Permanezcamos atentos a los futuros acontecimiento para comprobar si
realmente somos una democracia consolidada. Señor Reynders, no se tome
a mal que le considere impertinente. No es nada personal, solo quiero
decir que su mediación no es pertinente.
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Miquel Angel Soria

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Jan 9, 2024, 1:30:56 AM1/9/24
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Ara, amb el govern del negacionista Milei a l'Argentina, és oportú recordar la figura de Rodolfo Walsh, nascut el 9 de gener de l'any 1927. No podem oblidar, en el conjunt de la seva obra -important-, la carta adreçada a la Junta Militar, que és el motiu de la seva desaparició des del 25 de març de 1977.
Aquesta és el testimoni i denúncia, no només del terrorisme d'estat executat per la darrera dictadura cívico militar, sinó també de quins eren els objectius polítics, econòmics, culturals i socials del Cop. Comença així: 

"Carta abierta de un escritor a la Junta Militar
1
. La censura de prensa, la persecución a intelectuales, el allanamiento de mi casa en el Tigre, el asesinato de amigos queridos y la pérdida de una hija que murió combatiéndolos, son algunos de los hechos que me obligan a esta forma de expresión clandestina después de haber opinado libremente como escritor y periodista durante casi treinta años".
Segueixen set pàgines.



Tercer intento
Enric González

Vamos a por el tercer intento. De las cenizas de Unión para el Progreso y la Democracia y de Ciudadanos, dos partidos relativamente efímeros (nacieron en 2006-2007 y ya han fallecido), surge ahora un nuevo proyecto llamado Izquierda Española. El nombre es campanudo, desde luego. Su principal promotor, Guillermo del Valle, veterano de UPyD y de C´s, dice ser de izquierdas porque está a favor de mantener el estado del bienestar. Vale. Todos sabemos dónde van a parar los votantes de estos inventos cuando llega el naufragio: al Partido Popular.

Como en los anteriores intentos, el objetivo consiste en combatir los nacionalismos periféricos. En realidad, el gran objetivo, según Del Valle, es acabar con las autonomías. Lo mismo que Vox. Se trata de algo legítimo, aunque como sabrá Del Valle, que estudió Derecho, inalcanzable en la práctica: habría que conseguir una mayoría búlgara en el Congreso y el Senado, y por tanto ilegalizar previamente los partidos nacionalistas, para aspirar a un cambio constitucional tan profundo que exigiría, de hecho, una nueva Constitución. Cabe esperar, empero, que, al igual que Vox, esta peculiar Izquierda no tarde en declararse “constitucionalista”.

Vayamos a lo que importa: la anomalía del sistema autonómico español frente a otros sistemas federales radica en su continua tensión centrífuga, y hay bastante gente fatigada por tanta reivindicación nacional. El “procés” catalán, con su petardazo de ocho segundos y el colofón de la amnistía, ha agotado muchas paciencias. El sistema en sí no es malo y funciona bien en otros países. Puede verse como un abrevadero de políticos, pero también como un contrapeso de poderes. ¿Se imaginan cómo bramaría ahora el PP si no tuviera el poder autonómico que acumuló el año pasado? Resulta obvio, por otra parte, que el sistema falla cuando quienes gobiernan las comunidades para las que se creó, Cataluña y el País Vasco, hacen lo que pueden para cargárselo.

Los anteriores partidos antinacionalistas (concedamos el beneficio de la duda y no les llamemos nacionalistas españoles) fueron efímeros, pero no irrelevantes. Ciudadanos ganó unas elecciones catalanas, ojo, y de haber tenido un líder en pleno uso de sus facultades mentales mantendría aún una fuerza parlamentaria más o menos apreciable. Ocurrió que Albert Rivera quiso absorber al PP (insisto, decía ser de centro-izquierda) y fue el PP, auxiliado por Pedro Sánchez, quien se lo tragó.

Hay una porción del electorado que sueña con un partido bisagra, una fuerza política que hiciera, sin raca-raca nacionalista, lo que hacían antes Convergència y PNV. Un partido que facilitara la formación de mayorías estables y uniera, en lugar de desunir. Para esa porción del electorado, por desgracia, hay dos malas noticias. La primera, que la polarización política ha exterminado las bisagras en todas partes. La segunda, que España lleva siglos desunida, salvo cuando algún dictador ha impuesto la silenciosa unanimidad de los cementerios, y aún así, ya ven: aquí estamos.

                                                  * * *
Bertín Osborne y la transición demográfica
Aldo Conway

Mientras tanto llovía. Caminaba junto al erial frente al colegio a la hora de comer entre un mar de paraguas y botas katiuskas, de mochilas y de correteos hacia una hilera de coches aparcados en doble fila. Los agentes de la ORA hacían su agosto, arremolinándose junto a cada coche recién apartado como cuando lanzas un cacho de carne a un acuario con pirañas. Una niña rubia con trenzas llevaba a su hermano pequeño de la mano, cobijados bajo el común de los paraguas en dirección a mi edificio. Eran los hijos de mis vecinos, que son un matrimonio algo mayores que yo, pero de la misma quinta. De principios de los noventa, vaya. Somos más jóvenes que el edificio en el que vivimos.

Aunque una -gran- parte de mí no se siente preparada para ello, hay una pulsión interna que me hace tenerles un poquito de envidia sana. Son jóvenes y guapos, aunque no más que yo, y tienen una casa en propiedad -pero yo vivo en el ático y ellos en el cuarto- y tienen dos hijos preciosos y un coche de alta gama. En fin, envidia sana aunque envidia igualmente, ya sabéis, pero son buena gente y buenos vecinos y no puede pedírsele más a un par de desconocidos como ellos.

Hace unos días leí un artículo cuyo titular decía que los jóvenes nos estamos resistiendo a tener hijos, que no nos lo planteamos en el corto plazo. Hay muchísimos factores que nos han llevado a esta situación, pero el principal es la precariedad generalizada en la que vivimos los nacidos a partir de finales de los ochenta. Sin embargo, parece que recae sobre nuestros hombros la obligación de mantener la pirámide poblacional en una geometría equilibrada y sostenible a largo plazo que permita mantener el Estado del Bienestar funcionando a pleno rendimiento. Recae sobre nosotros por una cuestión de pura lógica: somos los que estamos en la edad de tener hijos, aunque, más allá de la edad, solo podamos engendrarlos. Cuidar de ellos una vez nacidos es más complicado. Esto lo sabe bien Bertín Osborne, que para dar ejemplo a la generación de cristal, sigue trayendo chiquillos a este mundo como un pez luna poniendo huevos. 69 años tiene. Los testículos de un hombre no resisten demasiado bien la fuerza de la gravedad, pero por alguna razón que desconozco permanecen impasibles ante el paso del tiempo.

No obstante, el autor de ‘Yo debí enamorarme de tu madre’ -esto se lo dice a todo el mundo menos a sus propios hijos- ha declarado que lo de ejercer de padre no lo ve del todo claro, que no le apetece y por tanto no lo va a hacer. Como si eso de la paternidad fuese algo obligatorio, faltaría más. Todo el mundo sabe, evidentemente, que la única que está obligada moralmente a hacerse cargo de un bebé es la madre, que lo de ser padre -o buen padre- es poco más que un añadido, un suplemento, una virtud. También ha dicho que va a pedir una prueba de paternidad porque ya tiene muchos hijos, o nietos o váyanse ustedes a saber. Esos temas no los lleva él. En caso de que sí que sea suyo, sí que dice que “ayudará”, así que nadie podrá decir de Bertín Osborne que es un mal padre.

El que me haya leído con cierta frecuencia sabrá de mis ganas de ser padre. No se me dan especialmente bien los niños, pero me encantan. No obstante, soy muy consciente de que es probable que no llegue a serlo nunca, bien porque mi situación laboral o económica lo retrasen hasta una edad en que deje de tener sentido para alguien que no ha dedicado su carrera profesional a cantar rancheras, o bien porque decida que mis hijos no van a vivir en el páramo desértico en el que parece que va a convertirse nuestro país -y más concretamente mi Murcia querida- dentro de cincuenta años.

Lo único que tienen en común mi vecino del cuarto y Bertín Osborne es que los dos pueden permitirse tener un hijo. Bertín, de hecho, puede permitirse tener tantos que ya ni los quiere, aunque los siga teniendo. Es el Sísifo del sexo sin anticonceptivo. La paternidad se parece cada vez más a las plazas de catedrático: ocupadas por viejos que no tienen ni ganas ni interés mientras los chavales esperan las jubilaciones como agua de mayo. Transición demográfica sí, pero sin Bertín Osborne de ministro.
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Miquel Angel Soria

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Jan 10, 2024, 1:30:17 AM1/10/24
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Mella, exemple d'integritat revolucionària

Julio Antonio Mella és símbol de la joventut cubana per sa fecunda
trajectòria política i revolucionària, malgrat sa curta vida, truncada
al haver estat assassinat a Mèxic, el 10 de gener de 1929 per mandat
del règim "machadista" imperant aleshores a Cuba.
Avui està considerat un exemple d'entranyable patriota i profund
antiimperalista que marca el camí d'un poble cap a un esdevenidor dins
de la Revolució amb equitat, pau i independència.



¡Que alguien llame a los loqueros!
José María Izquierdo (El ojo izquierdo)

Comenzamos el año con los políticos de todos los partidos –léanlo
bien, de todos los partidos– en modo enloquecido. Orates, dementes,
vesánicos, majaretas. Locos de la variante de atar, para así impedir
que en un momentáneo agravamiento de sus dolencias se lancen unos
contra otros al cuello o la cabeza con navajas o mazas con pinchos.
Dirán ustedes que el Ojo exagera y que aún padece los desarreglos
propios de las cuchipandas navideñas, humedecidas en su caso, como
todos los lectores habituales saben, con algunos Macallan en vaso
corto. Pues no. Vamos a mostrarles de manera sucinta cómo está el
patio de la patria y ustedes mismos, justos y ecuánimes como sin duda
son, confirmarán o negarán esas apreciaciones.

Podemos resumir las circunstancias políticas que nos atañen con una
mera referencia de lo que puede ocurrir en el Pleno del Congreso del
miércoles, que esta vez se celebrará en el Senado porque su lugar
habitual está en obras. Veamos: hay que debatir, por un lado, el
decreto ómnibus aprobado por el Gobierno en diciembre, masa madre para
el escudo social con el que pasar el 2024, que incluye desde medidas
relacionadas con la bajada del IVA a algunos alimentos o a la energía,
hasta la recepción de los fondos europeos, para la digitalización de
la Justicia, por ejemplo, y otras cuestiones de conciliación del
Ministerio de Trabajo. Vamos, las medidas llamadas anticrisis. Pero
además se tratarán las dos enmiendas a la totalidad de la ley de
Amnistía del PP y Vox. Ahí es nada.

Pues por ahora, Junts –el mayor beneficiario de la amnistía que la
derecha rechaza de manera total y absoluta– mantiene que votará en
contra de los decretos propuestos por el Gobierno, con lo que todo el
andamiaje social para este año se vendría abajo. ¿Pero no apoyaron al
Gobierno, se dirán ustedes? Pues sí, pero los chicos de Puigdemont
somos como somos, hacemos lo que nos da la gana y al que no le guste,
a lavarse al arroyo. ¿Pueden entonces perder todos los españoles los
beneficios que representarían esos decretos, porque Junts encuentra en
el texto unas motas de polvo que no le gustan? Pues sí. Eso puede
ocurrir. Pero atención, que ya lo hemos dicho en más ocasiones:
Puigdemont se equivoca si duda de que Sánchez frenará la amnistía
cuando se le antoje o, por mejor decir, en el mismo momento en el que
se harte de las bravuconadas y las amenazas. Cuidadito con las
exageraciones y los faroles. Para el póker, en La Moncloa. Aunque a lo
mejor, esa última propuesta de convertir los decretos en proyectos de
ley habría que tenerla muy en cuenta como norma, porque no sería mala
cosa que el Gobierno, de una vez por todas, entienda que no gobierna
en solitario y que es bueno que las leyes pasen por el Parlamento para
su discusión efectiva y no exclusivamente como una oficina para
rubricar y firmar lo que decidan Sánchez, Montero y Bolaños. ¿No es
todo cosa de locos?

Mientras, PP y Vox compiten para encontrar la manera más virulenta de
echar de la escena política a los nacionalistas. La propuesta de Núñez
Feijóo de disolver los partidos que promuevan declaraciones de
independencia o un referéndum ilegal, mediante la introducción en el
Código Penal de una serie de delitos dentro de una etérea “deslealtad
constitucional” se acerca muy mucho a las propuestas anteriores de Vox
en este sentido, aunque durante meses las haya rechazado. Es, sin
tapujos y digan lo que digan unos y otros, el abrazo entre ambas
formaciones para acabar con Junts, ERC, PNV o Bildu. La solución
definitiva: vamos a acabar con los nacionalistas, que venga el
verdugo. Se trata de un viejo sueño de la derecha más fanática,
aquella que representa Jaime Mayor Oreja, por ejemplo, y que en la
práctica llevaría a la ilegalidad a millones de españoles. ¿De verdad
alguien en su sano juicio puede creer que esa patochada reaccionaria
mejoraría la convivencia en nuestro país?

Claro que sería ilegalizar ideologías, expliquen sus portavoces lo que
les plazca. Cuidado que todos los tribunales, incluido el
Constitucional, les han dicho que no se pueden prohibir ideales
políticos, sea la independencia o la abolición de la monarquía. Les da
igual, es un camino que no conduce a ningún sitio –lo saben de sobra–
y que sólo sirve para subir peldaños en la agresión verbal al
contrario y el pretendido desgaste del Gobierno. Ocurre, en
definitiva, que la ciudadanía ve cómo se encogen cada vez más sus
opciones de voto, dado que la derecha dizque democrática abraza sin
tapujos los postulados de la ultraderecha de Vox, aquella que su
líder, Santiago Abascal, proponía un 155 duro y permanente para
solucionar la situación en Cataluña. Desengañémonos y juzguemos a los
políticos por sus actos. En el devenir de Feijóo no se adivina ni un
mínimo intento en la práctica de centrar el PP. Elige siempre marchar
hacia el extremo, al maridaje con Vox. Y si en algún momento hizo un
leve amago de actuar como un partido normal, democrático, reuniéndose
con los representantes de Junts, por ejemplo, tiene que salir
inmediatamente al ruedo para negar la evidencia, no vaya a ser que le
regañen Ayuso o Abascal. Los que de verdad mandan.

Es lícito, además, echar otra cuenta. Tenemos todos la obligación de
imaginar qué sería de este país si gobernaran PP y Vox. Ya lo vamos
viendo si nos acercamos a las desgracias que ocurren en las autonomías
donde gobiernan. Pero usemos la lógica y piensen que si llegan a la
Moncloa estos señores querrán aplicar esa ilegalización –o disolución,
como prefieran– de aquellos nacionalistas que no les agradan. Ya sé
que es prácticamente imposible, pero obvien por un momento, por favor,
con el fin de avanzar en el razonamiento anterior, las políticas
económicas, sociales o culturales que aplicarían. Quédense, para
visualizar un solo desastre, cómo sería la convivencia en Cataluña o
el País Vasco con sus medidas de hacha y madero. Mano dura y palo al
que levante la voz. Una demencia, un viaje sin sentido a ninguna
parte, en el que Núñez Feijóo cada vez tiene más difícil comprar un
billete de vuelta. Poco nos gusta la amnistía, podrán decir ustedes,
pero ya me contarán qué piensan de la alternativa que proponen PP y
Vox.

Tomemos también, sin grandes alharacas, el pulso a la izquierda del
PSOE, esto es a Sumar, pieza clave en el Gobierno. ¿Qué les ha
parecido el vodevil de Galicia, primero ir juntos con Podemos, golpe
de mano de Iglesias para acabar en la ruptura y, muy posiblemente,
fuera de toda posibilidad de conseguir escaño? Tanto hemos repetido el
Frente de Judea que hasta a nosotros nos harta la broma. Pero es
terrible esta situación, que a lo largo de los años se mantiene
incandescente: la desunión de la izquierda. Es todo tan minúsculo, tan
atomizado, tan personalista, que no es de extrañar que el resultado de
tanta basura sea el desencanto de las buenas gentes de izquierda,
zarandeadas y engañadas. Y llega, además, la amenaza de Podemos, desde
el mismísimo cuarto de estar donde se reúne su reducidísima cúpula, de
votar en contra de la reforma del subsidio de paro. Kikiriki, aquí
estamos nosotros. Más orates para la colección.

Y si gustan por dónde van los tiros de otros desquiciados que hay por
ahí, vean y observen cómo se jalea y aplaude, tras los amagos de La
Tercera España y otras curiosidades de feria, a una miniatura llamada
Izquierda Española, un partido, dicen, de los socialistas de verdad
que vienen a acabar con esta gentuza que manda Pedro Sánchez. Lo mejor
de UPyD o Ciudadanos, más algunos expulsados del PSOE pretenden que
ahora sí, ha llegado el momento de acabar con tanta impostura, que
ellos representan la raíz verdadera, el tronco recio, la cabeza serena
que nos traerá ríos de leche y miel y expulsará del templo a los
malhadados sanchistas. Y si por fin se suma Nicolás Redondo Terreros,
el summum, el desiderátum. ¡Temblad, socialistas traidores!

Así que entre medias de tanto orate anda el PSOE, cuello para acá,
cuello para allá, como en un partido de tenis. Larga, muy larga va a
ser la legislatura si al primer envite hay que sortear mil y una
trampas como en los templos de Indiana Jones. Tampoco se crean que en
Ferraz o La Moncloa andan mucho mejor de la olla que el resto, sobre
todo porque siguen empeñados en que hay que seguirles hasta el
infierno sin que se dignen darnos la menor explicación de por qué esto
y por qué aquello. Se equivocan, porque a la vista de todo lo
anterior, van a necesitar, y mucho, de su voto resistente, ese que ha
aguantado carros y carretas –incluida la amnistía o Pamplona– sin
dejar de depositar su voto a favor en múltiples urnas. Pero no jueguen
con fuego. Necesitan la complicidad de los suyos. Y para ello es
necesario que se compartan ideas y objetivos. Salgan, cuenten las
cosas y expliquen por qué las hacen. Por eso hablábamos antes de las
propiedades benéficas de los proyectos de ley.

Adenda. No se nos olvida Gaza, no. Y complacidos estamos de que este
mismo fin de semana el Gobierno, por boca de su ministra de Defensa,
haya vuelto a clamar por un alto el fuego inmediato. Y ya en el
exterior, no dejen de comprobar el desquiciamiento y el caos al que
está llevando el loco Milei a Argentina, horrorizados sus ciudadanos
ante un día a día cada vez más atroz. Al Ojo le gusta recordar que a
este buen señor le apoyó Núñez Feijóo a través de la firma de un
español de bien e insigne representante del PP como es el expresidente
Mariano Rajoy. En FAES y aledaños gustan sus propuestas de motosierra
con los derechos sociales y laborales. Uno de los nuestros. Gran tipo,
este Milei.
Manel Fontdevila. Pellets.jpg
Vergara. La piñata.jpg
Miki y Duarte. La autobajas.jpg
Jerge (La Jornada) . Feliz 2024.jpg

Miquel Angel Soria

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Jan 11, 2024, 1:30:29 AM1/11/24
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MORAL Y BUENAS COSTUMBRES

La encerraron en una habitación, atada a la cama.
Cada día entraba un hombre, siempre el mismo.
Al cabo de algunos meses, la prisionera quedó embarazada.
Entonces la obligaron a casase con é..
Los carceleros no era policías, ni soldados. Eran el padre y la madre
de esa muchacha, casi niña, que había sido descubierta cuando se
estaba besando y acariciando con una compañera de estudios.
En Zimabwe, a fines de 1994, Bev Clark escuchó su relato.

Eduardo Galeano.


Normalizar el horror
Javier Gallego

La brutalidad del genocidio perpetrado por Israel en Gaza ha superado
todos los límites de lo que habíamos visto. Montañas de cadáveres
entre las ruinas, desmembrados y calcinados por las bombas; niños y
bebés muertos o mutilados, cubiertos de sangre y polvo; familias
enteras masacradas, hijos llorando a sus padres, padres llorando a sus
hijos; fosas comunes repletas de cuerpos descoyuntados; hospitales
colapsados de heridos y fallecidos; civiles ametrallados a quemarropa
o tiroteados por francotiradores; presos humillados y torturados como
en Abu Ghraib; más periodistas asesinados que en ningún conflicto
moderno, la Franja reducida a escombros… “El horror, el horror”, que
decía Kurtz en la novela de Conrad, El corazón de las tinieblas,
título que describe el infierno creado por Israel en Palestina.

No es menos aterradora la violencia de sus palabras y sus gestos.
Vídeos de israelíes ridiculizando y deshumanizando a las víctimas; las
Fuerzas de Defensa celebrando los asesinatos con bailes y cánticos;
discursos en los medios pidiendo un castigo bíblico, una bomba
nuclear, convertir Gaza en Dresden, matarlos por miles; ministros,
políticos, embajadores y el propio Netanyahu justificando la
destrucción y la masacre, llamando “hijos de la oscuridad” y “animales
humanos” a los palestinos. “¡Exterminad a todos los brutos!”, decía
Kurtz también en sus escritos sobre la Supresión de las Costumbres
Salvajes en el Congo. El lenguaje del exterminio colonial y racial es
siempre el mismo. Convertir al otro en bárbaro, bestia, bicho para
justificar su aniquilación. Convertirlo en cucaracha para poder
aplastarlo con el pie.

Lo saben bien los judíos porque lo han sufrido a lo largo de la
historia y lo sufrieron a manos del nazismo. Ahora otros judíos se lo
hacen al pueblo palestino escudándose paradójicamente en el Holocausto
para obtener impunidad y en el antisemitismo para inmunizarse de la
crítica. Nazis utilizando el nazismo como coartada. Genocidas
exculpándose con otro genocidio. Pero no son antisemitas intelectuales
judíos como Norman Finkelstein o Gideon Levy, historiadores israelíes
como Raz Segal ni las organizaciones humanitarias de Israel que
denuncian la masacre. No es antisemita el grupo de académicos,
diplomáticos, activistas israelíes que han llevado a los tribunales
las constantes incitaciones al exterminio en los discursos públicos.
Estamos viendo cómo debió de ser el nazismo en acción. Como entonces,
solo unos pocos se atreven a combatirlo.

Solo unos pocos. El mundo asiste impasible o impotente a la barbarie
más atroz que hemos visto en la atroz y visual era moderna. Es
insoportable, y sin embargo, lo soportamos. Lo soportamos porque esta
vez es nuestro nazi. Nuestro amigo. Aliado de la OTAN. EE.UU. lo apoya
por interés estratégico. Alemania, por sentimiento de culpa. Europa,
por servilismo. Todos por dinero. Le venden armamento, hacen negocios
con ellos. Son de los nuestros.

Lo soportamos porque los muertos son los otros. Por nuestra mirada
occidental, colonial y racista. El genocidio que vemos en Gaza desde
hace tres meses, nunca se hubiera permitido en Israel. Hamás atentó un
solo día y el mundo se movilizó a favor del agredido. Las 1.200
víctimas israelíes conmocionaron mucho más en Occidente que las 23.000
víctimas palestinas, los 60.000 heridos, los 8.000 desaparecidos y los
2 millones de desplazados gazatíes. Lo soportamos porque los medios
nos dicen que Israel es la democracia, son los buenos, son las
víctimas; Palestina es Hamás, son los malos, terroristas todos. Aunque
hay una disonancia cognitiva imposible de sortear para cualquiera que
tenga un mínimo de conciencia: están matando a niños, familias,
periodistas. Ninguno armado.

Lo soportamos porque hemos normalizado la violencia. La violencia nos
rodea, nos anestesia, nos da igual mientras esté lejos. La
normalizamos como si no fuera real, como si no importara, como si no
fueran el germen de los neofascismos. Normalizamos a una turba
apaleando en plena calle a un muñeco del presidente del Gobierno con
la misma naturalidad con la que normalizamos el exterminio palestino o
las muertes en el Mediterráneo. Los deshumanizados no son las
víctimas, los deshumanizados somos nosotros. Estamos perdiendo
humanidad. Mientras en Palestina sucede una masacre de padres e hijos
a cargo de un Herodes contemporáneo, el mundo cristiano celebra sin
inmutarse la Navidad que conmemora la huida de unos padres con su bebé
en Palestina para salvarse de una matanza de niños. Qué ironía, qué
cinismo.

¡Hasta que nos sangren los ojos!, repite Maruja Torres en X cada vez
que sube una foto del horror palestino para despertarnos. Pero los
ojos no sangran porque hemos normalizado el horror, porque banalizamos
el mal. El mal no es solo monstruoso, es también banal, como nos contó
Hanna Arendt: es la banalidad de quienes permiten al monstruo mirando
hacia otro lado, consintiendo. Nosotros también podemos ser el mal.
Pero podemos hacer el bien denunciando el horror hasta que nos sangren
los ojos.

* * *
Elon Musk: judeofobia, desinformación y conspiraciones
Por Daniel Kersffeld (Página/12)


Elon Musk, el todopoderoso empresario que, con una fortuna personal
valuada en 241.300 millones de dólares es hoy la persona más rica en
todo el planeta, planea desembarcar en Argentina en el segundo
semestre de 2024. Sería uno de los principales beneficiarios externos
del plan económico neoliberal de Javier Milei a partir de dos recursos
clave: el litio y el internet satelital.

A nivel político, Musk ha sido, cuanto menos, ecléctico en cuanto a
sus gustos e intereses. Si bien hasta hace un par de años se reconocía
como un tradicional votante demócrata, que incluso votó por Joe Biden,
su identidad está mucho más marcada por el pragmatismo y por una
ideología reaccionaria que lo acerca a determinadas corrientes de la
extrema derecha del partido republicano.

Se mantuvo cerca de Donald Trump cuando fue presidente, pero la
resistencia del exmandatario a apoyar la producción de autos
eléctricos, y por ende, sin la utilización de recursos convencionales
como el petróleo, fue el factor determinante que marcó la ruptura
entre ambas figuras.

Con sus idas y sus vueltas, Musk se mantuvo desde entonces dentro del
universo republicano, cercano a dirigentes de derecha con ambiciones
presidenciales, como Ron DeSantis, el actual gobernador de La Florida,
no sin calcular también sus propias chances electorales en caso de que
en algún momento cercano se decidiera dar el salto para ingresar de
lleno a la actividad política.

Mientras tanto, y como buen apostador (la política puede ser entendida
por los empresarios como un gran casino), Musk también ha sustentado
financieramente tanto a candidatos republicanos como demócratas. Lo
importante para él ha sido tener un buen número de personeros en el
poder legislativo o, incluso, en la Casa Blanca, según sus aportes a
George W. Bush o a Barack Obama.

Pero más allá de sus variados apoyos, lo cierto es el principal
empresario en los Estados Unidos nunca necesitó realmente de la vida
partidaria para hacer política.

La posición dominante en el mercado gracias a empresas como Space X y
Tesla, con sus amplias derivaciones financieras y políticas, le
posibilitó a Musk construir un perfil público cada vez más amplio,
aunque también controversial. Además, su avidez global por el litio,
elemento esencial para la fabricación de autos eléctricos, le
proporcionó una influencia internacional de primer orden.

Pese a su irreverencia y a sus críticas al poder político, se trata
del empresario que, finalmente puede competir contra China, por lo que
es considerado como un protegido del establishment, con una incidencia
internacional apreciable.

En este sentido, y en busca del codiciado litio, todavía hoy es
señalado como uno de los responsables de la crisis que en 2019 puso
fin al gobierno de Evo Morales en Bolivia, tras lo cual afirmó, sin
filtro alguno, que para la obtención de recursos vitales, Washington
era capaz de favorecer golpes de Estado en cualquier lugar del mundo.

La pandemia fue aprovechada por Musk para incentivar el debate sobre
las medidas sanitarias, apostando a la desinformación y a las tesis
conspirativas y anticientíficas, no sin llamar, además, a la rebelión
contra el confinamiento y la vacunación. El empresario se ubicó así en
la primera línea de una ultraderecha en ascenso dispuesta a poner en
duda la existencia de la Covid 19.

Reconvertido en una suerte de emprendedor, visionario e influencer,
Musk terminó por consolidar su poder en la opinión pública a través
del manejo de “X”, anteriormente Twitter, empresa que no sin
controversias terminó de adquirir en octubre de 2022 en 44 mil
millones de dólares.

Desde entonces, el perfil público de Musk no ha dejado de crecer, en
gran medida, por la eliminación de las restricciones que permiten que
en Twitter cualquiera se exprese sin limitaciones. Una condición que,
naturalmente, es utilizada de manera discrecional por el poderoso
empresario para brindar su opinión sobre cualquier asunto, sin medir
sus consecuencias, y como si se tratara de un usuario más, amparado en
su propia libertad de expresión.

Uno de los primeros gestos políticos de Musk como propietario de
Twitter fue restablecer la cuenta de Donald Trump, quien había sido
sancionado por la plataforma a raíz de la toma del Capitolio el 6 de
enero de 2021 y, especialmente, por la incitación a la violencia
atribuida al expresidente.

Las declaraciones violentas y ofensivas, a estas alturas un sello
personal de Elon Musk, no hicieron sino acrecentarse, tanto para
difamar como para promover teorías conspirativas, siempre con el
objetivo de denunciar a todos los que supuestamente buscan
perjudicarlo. En este contexto, una de sus obsesiones en Twitter han
sido sus declaraciones antisemitas y contra la comunidad judía.

Con algunos antecedentes como la comparación que Musk estableció en
Twitter, en febrero de 2022, entre Justin Trudeau y Adolf Hitler,
cuando el primer ministro resolvió la vacunación de todos los
transportistas que ingresaran a territorio canadiense y que detonó una
fuerte protesta de la ultraderecha en su contra, las opiniones contra
los judíos tendieron a incrementarse.

Musk tampoco pareció preocuparse frente a la denuncia de la Liga
Antidifamación (ADL), una entidad judía de derechos humanos, por el
creciente números de mensajes antisemitas en X, publicados
principalmente por entidades supremacistas y de ultraderecha.

De hecho, a principios de septiembre de 2023, culpó a la ADL por lo
que consideró una operación para alejar los auspicios de distintas
marcas y disminuir así en un 60% los ingresos publicitarios de
Twitter. Musk sugirió que presentaría una “demanda por difamación”
contra la ADL al tiempo que la responsabilizó por ser “el mayor
generador de antisemitismo en esta plataforma”.

Una respuesta similar tuvo luego contra la organización de izquierda
Media Matters for America, que señaló la aparición de símbolos nazis
en distintos anuncios de marcas publicados en X.

El 16 de noviembre, en un clima cada vez más agresivo marcado por la
guerra en Gaza, y por el ascenso de los discursos de odio, Musk
pareció cruzar todos los límites cuando afirmó que era una “verdad
real” el posteo en el que se criticaba a la comunidad judía por
promover el odio “contra los blancos”, una idea central de las tesis
conspirativas a favor del “Gran Reemplazo”.

La simple declaración del propietario de X generó apoyos, pero también
múltiples condenas de organismos de derechos humanos, pedidos de
retractación por parte del gobierno y abandono de publicidad en la red
social por distintas empresas como Apple y Disney.

Con un oportuno viaje a Israel a fines de noviembre, el empresario
pretendió calmar los ánimos y dar vuelta la página, aunque varias
demandas por violación de contratos laborales de ex directivos de la
red Twitter volvió a empeorar su imagen de por si negativa apenas un
mes más tarde.

Elon Musk es visto desde el gobierno de Javier Milei como la panacea
frente a todos los males atravesados por la Argentina. Pero la lectura
puede no ser las más ajustada a la realidad. No es casual que, en
noviembre de 2023, la Comisión Europea instara a suspender todas las
campañas publicitarias en X debido a sus recurrentes discursos de odio
y de desinformación. Una gestión que en poco más de un año, ya ha
devaluado a la exTwitter a la mitad de su precio original.
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Vergara. Adiós, Ibarrola, adiós.jpg
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Miquel Angel Soria

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Jan 12, 2024, 1:30:39 AM1/12/24
to icv-euia_e...@googlegroups.com
Avui, els records em porten a una revista baska, Zurgai, juny de 2005, dedicada a un gran poeta que va fer tota la seva obra en castellà: Con Ángel González. Gairebé tres anys després ens va deixar, el 12 de gener de 2008.
La revista és tota una enciclòpedia sobre la seva obra. Hi ha una selecció de 22 poemes dedicats a la seva figura. Selecciono un parell.

PARA ÀNGEL GONZÁLEZ, POETA.
Por sus otoños con luz
y sus urbanismos lúcidos

En viejas madrugadas aún te veo
con el humo y la brasa de las noches
pidiendo justicia y libertad, pausado,
calmo, con canciones mineras cabe al alba.

Ángel siempre avispado y tierno, incluso
entre las copas que vierten la amistad,
sexo, bonanza, afán de cambiar todo
para que todos quepan, con luces y palabra.

Machadiano, britanizado un poco,
hablas de los poetas como de ríos vivos
que pasan entre chicas y entre olmos.

Camarada, siempre por lo más libre.
Poeta de la vida en textos vida toda.
Noctámbulo, un abrazo. ¡La heterodoxia salva!
                                    Luis Antonio de Villena

LA TALA

Aún no son más que los presentes, pero
cuántos ya los ausentes, cuántas 
las tachaduras en agendas, cuánto
aún por decir que nunca
se dirá, cuánta conversación
interrumpida, cuánto
por aprender
y sin tantos maestros.

Clarea la arboleda.
Sin cesar bordonean motosierras.
La tala continúa.

Viejos roble,
¡salud
y larga vida!
                   Jesús Munárriz 

Claude Le Bigot, Universitat de Rennes2, Alta Bretanya, França escriu a La forma breve en la obra de Ángel González:
"El subjecte líric modern és un 'subjecte dispers' en busca d'una impossible unitat. Ángel González manifestà des del començamen de la seva feina poètica el seu interès per la dialèctica de l'atzar i la necessitat, especialment en 'Para que yo me llame Ángel González' , i quan sorgeixen els conflictes entre determinisme i llibertat, ell pensa que es pot salvar quelcom als projectes humans, advocant per un a ètica de l'anticonformisme;
la seva actitud irònica sempre fou una manera de posar distància amb ell mateix, de desconfiar de les certituts aparentment definitives, d'inventar-se unes manyes per a no deixar-se seduir per la recerca d'una identitat plàcida. En aquesta perspectiva, la forma breu és el contrari de la 'monumentalitat' de l'obra; per tant, Ángel González va trobar en ella un vehicle adequat per a un pensament espasmòdic el qual ritme expressa millor el seu constant forcejament amb la realitat".








No pienses en un Prestige
Isaac Rosa

Leo la prensa de este martes. ABC: “Los pellets de Galicia no son un nuevo Prestige”. El Español: “Los pellets son un problema, pero no son un nuevo Prestige”. El Confidencial: “La marea blanca de los pellets no tiene nada que ver con el Prestige”. Y lo mismo el resto de medios de derecha, que en portadas, editoriales y columnas acusan al PSOE y la oposición gallega de “tratar de resucitar el fantasma del Prestige”, “intentar convertir los pellets en un nuevo Prestige”… ¿Cuál es la palabra que más se repite en todos estos titulares? Ajá.

Es verdad que fue la oposición gallega quien nombró la bicha y puso sobre la mesa el recuerdo del Prestige. Y es cierto que estamos en precampaña, y todo suma. Pero da hasta penica la torpeza con que la derecha se maneja en un escenario adverso. Cada vez que, en su defensa, un editorialista, columnista o tertuliano de derecha pronuncia “Prestige”, Dios mata un gatito ahogándolo en chapapote. Cada vez que un gallego oye el nombre “Prestige”, en su cerebro se reaviva un recuerdo traumático y ahí se queda unos días, botando en su cabeza. Es de primero de Lakoff, por favor: “No pienses en un Prestige”, te dicen, y tú ya no puedes pensar en otra cosa. “Esto no es un Prestige”, insisten, y tú solo oyes Prestige, Prestige, Prestige.

Claro que la crisis de los pellets no tiene comparación con la de 2002 –lo que no quita que sea grave a otra escala–. Pero para el gallego traumatizado por aquella catástrofe, la sola mención ya le pone en guardia. A partir de ahí, cada paralelismo añade sal a una herida mal cerrada. Y estos días han abundado los paralelismos: un barco accidentado, un vertido, playas sucias, voluntarios recogiendo lo que pueden, municipios sin recursos suficientes, autoridades que primero niegan, luego minimizan y al final actúan tarde, titubeos, falsedades, acusaciones entre administraciones, informes de parte que niegan la evidencia… Todo tenía un aire de déjà vu.

Desde el momento en que circularon por redes sociales los primeros vídeos de playas llenas de bolitas, se instaló un marco en el que la derecha gallega llevaba las de perder. Pero si además te manejas con tanta torpeza como estos días, y repites comportamientos del pasado, el mensaje queda claro para muchos gallegos: esto no es un Prestige, pero no olvidamos vuestra responsabilidad en el Prestige. Esto no es un Prestige, pero si lo fuera, ya vemos que volveríais a actuar igual. Hace varios días que ‘Prestige’ es Trending Topic en las redes sociales, y no ha sido por obra de ningún ministro torticero.

En realidad el gobierno gallego lo tenía bastante fácil para salirse del marco o darle la vuelta a su favor. En vez de insistir en acusar a la oposición y al gobierno central de “politizar” o “hacer campaña”, y lanzar mensajes contradictorios, podía haber hecho todo lo contrario que en 2002, desde el primer minuto, o al menos desde el segundo minuto si no se enteró en el primero (estábamos de navidades, vale): tomar la iniciativa, activar protocolos, desplegar medios, buscar la colaboración del Estado, aprobar medidas, destinar recursos… Incluso sobreactuar un poco, que sí. Cualquier cosa sería poca para contrarrestar el recuerdo traumático del Prestige.

Al final la Xunta ha rectificado y elevado el nivel de alerta, pero arrastrando los pies y después de que se lo pidiese todo el mundo. Está a tiempo de dejar de pisarse los cordones, reconocer la gravedad del vertido, volcarse en solucionarlo, dejar de ver conspiraciones electorales y no repetir más que no, que esto no es un Prestige.

                                               * * *
Gaza: se acaba la normalización con Israel
Vijay Prashad ( La Jornada)


El 14 de diciembre de 2023, el Congreso de EU aprobó la Ley de Autorización de Defensa Nacional, que incluía: que el presidente creara un enviado especial para los Acuerdos de Abraham, el Foro del Néguev y otras plataformas relativas. Esta incorporación se produjo en el contexto de una profunda preocupación de la Casa Blanca por el colapso de su agenda en Medio Oriente, así como por las amenazas que suponían para Israel, Líbano y Yemen. Hasta hace unos meses, funcionarios de EU alardeaban de sus maniobras políticas para conseguir que los estados árabes normalizaran sus lazos con Israel y diluir la influencia china en la zona. Estos planes se derrumbaron entre las ruinas de los bombardeos israelíes en Gaza. Ahora, las estructuras creadas por EU –empezando por los Acuerdos de Abraham– parecen haber perdido su solidez. Mientras la cuestión palestina había comenzado a alejarse del radar de los estados árabes, ahora se ve obligada a volver por las acciones palestinas del 7 de octubre.

Los Acuerdos de Abraham. El presidente Donald Trump nunca se interesó por el derecho internacional ni la diplomacia. Respecto de Israel, Trump tenía claro que quería resolver el conflicto con los palestinos (que parecían debilitados por la política israelí de asentamientos y el aislamiento de Gaza) en beneficio de Tel Aviv. En enero de 2020, Trump lanzó su plan Paz para la prosperidad, que desatendía las reivindicaciones de los palestinos y reforzaba el Estado de apartheid israelí. El emblema de este endurecimiento era que Trump trasladaría la embajada de EU de Tel Aviv a Jerusalén, provocación que ponía patas arriba la pretensión palestina de que la ciudad fuera el centro de su Estado. He hecho mucho por Israel, dijo Trump el 28 de enero. Ningún palestino o israelí será desarraigado de su hogar, dijo Trump, aunque su plan señalaba que los intercambios de tierras proporcionados por Israel podrían incluir tanto zonas pobladas como despobladas. La contradicción no importaba. Era claro que Trump respaldaría la anexión del suelo palestino.

Meses después, Trump anunció los Acuerdos de Abraham, pactos bilaterales entre Israel y cuatro países (Bahréin, Marruecos, Sudán y Emiratos Árabes Unidos). Los acuerdos prometían continuar la normalización de los estados árabes, proceso que comenzó con Egipto (1978) y luego con Jordania (1994). En enero de 2023, el gobierno de Joe Biden impulsó este proceso estableciendo el Grupo de Trabajo del Foro del Néguev, que reunió a Bahréin, Egipto, Marruecos y Emiratos Árabes Unidos con Israel en una plataforma para tender puentes en la región. Este foro formaba parte del proyecto general de impulsar un proceso para que los estados árabes tuvieran una relación pública con Israel. Lo que Israel y EU eludieron fue Arabia Saudita, país muy influyente en la región. Si los saudíes se unieran a este proceso, y si también lo hicieran los qataríes, la causa palestina se vería considerablemente mermada.

El camino indio. En julio de 2022, Biden viajó a Jerusalén para sentarse junto al premier israelí, Yair Lapid, para una reunión virtual con el premier de India, Narendra Modi, y el presidente de EAU, el jeque Mohammed bin Zayed Al Nahyan. Los cuatro anunciaron la creación de i2u2, o plataforma de proyectos comerciales que desarrollarán conjuntamente India, Israel, EAU y EU. Esta plataforma introdujo a India directamente en los planes de normalización de las relaciones entre Israel y los estados árabes.

Al año siguiente, al margen de la reunión del G-20 en Delhi, se anunció la creación del Corredor Económico India-Oriente Medio-Europa (IMEC). Este corredor tenía la intención declarada de competir con la Iniciativa de la Franja y la Ruta liderada por China, además de ser un instrumento para incorporar a Arabia Saudita a la normalización con Israel. El IMEC debía comenzar en Gujarat y terminar en Grecia, con una ruta que lo llevaría por Arabia Saudita e Israel. Dado que tanto Arabia Saudita como Israel formarían parte del corredor, supondría el reconocimiento de facto de Israel por Arabia Saudita. Funcionarios israelíes comenzaron a viajar a Arabia Saudita, sugiriendo que la normalización estaba en camino (con el príncipe heredero saudí Mohammed Bin Salman diciendo a Fox News que la normalización estaba cada vez más cerca).

La guerra contra Gaza paralizó el proceso. Mohammed Bin Salman charló por teléfono con Biden a finales de octubre, y dijo que EU debía pedir un alto el fuego, lo cual era poco probable. Como parte de la llamada, funcionarios saudíes dijeron que el príncipe heredero había apuntado la posibilidad de reiniciar el diálogo de normalización tras la guerra. Poco después de la llamada, Biden dijo: Estoy convencido de que una de las razones por las que Hamas atacó cuando lo hizo, y no tengo pruebas de ello, sólo me lo dice mi instinto, es por los progresos que estábamos haciendo hacia la integración regional de Israel. Al día siguiente, la Casa Blanca dijo que Biden había sido malinterpretado.

Ansar Allah y Hezbolá. Días después de que Israel comenzó a golpear Gaza, se abrieron dos frentes de batalla. En el sur de Líbano, los combatientes de Hezbolá empezaron a atacar a Israel, lo que provocó la evacuación de 80 mil israelíes. Israel contraatacó, incluso usando el ilegal fósforo blanco. A principios de noviembre, el líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, dijo a sus seguidores que sus combatientes tenían armas con las que amenazar no sólo a Israel, sino también a sus facilitadores, EU. Los buques de guerra estadunidenses en el Mediterráneo oriental, dijo Nasralá, no nos asustan ni nos asustarán.

En el discurso, Nasralá felicitó a Ansar Allah –llamados hutíes– por los misiles que dispararon contra Israel y contra los barcos que intentaban llegar al canal de Suez. Esos ataques de Ansar Allah han frenado a muchas navieras, que sencillamente no quieren meterse en este conflicto. Como represalia, EU ha anunciado una coalición marítima para patrullar el mar Rojo. Ansar Allah respondió que convertiría las aguas en un cementerio porque esta coalición no trataba de la libertad marítima, sino de permitir el reabastecimiento inmoral de Israel.

Las acciones de Hezbolá y Ansar Allah han enviado a las capitales árabes el aviso de que fuerzas políticas están dispuestas a ofrecer solidaridad material a los palestinos. Esto inspirará a las poblaciones árabes a presionar más a sus gobiernos. La normalización con Israel parece descartada. Pero, si esta presión aumenta, Egipto y Jordania podrían verse obligados a reconsiderar sus tratados de paz.

Globetrotter

* Periodista indio


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Miquel Angel Soria

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Jan 15, 2024, 1:31:41 AM1/15/24
to icv-euia_e...@googlegroups.com
Nazim Hikmet va nèixer un dia com avui l'any 1902. Els seus llargs
exilis, conseqüència de la seva militància comunista, no van poder
impedir que fos considerat , a Occident, com el principal poeta -i
dramaturg- en llengua turca.
Ja a Moscou, tres anys abans de la seva mort, va seguir escribint:
D'aquesta darrera època és el poema

EL MORT DE LA PLAÇA DE BEZAYÏT

Jeu un mort
un noi de dinou anys
va passar els seus dies al sol
les seves nits sota les estrelles
en Estambul, en la plaça de Bezayït.

Jeu un mort
el seu llibre de text en una mà
els seus tallats somnis en l'altra
en abril de mil nou-cents seixanta
en Estambul, en la plaça de Bezayït.

Jeu un mort
van disparar
ferida de bala
com un clavell roig obert en sa front
en Estambul, en la plaça de VBezayït.

Jeurà un mort
sa sang gotejarà xap-xap sobre la terra
fins que el meu poble armat vingui amb els seus cants de llibertat
a rescatar-lo

a la gran plaça.


Maig de 1960

No l'oblidem



Perspectivas para 2024
Por Emir Sader

2023 confirmó que el nuevo siglo será también un siglo de guerra. No
hay ninguna perspectiva que los conflictos bélicos en Ucrania y en
Gaza lleguen a su fin.

Ucrania pide desesperadamente a Estados Unidos que no termine con el
apoyo militar y la acción de la OTAN, dado que se fortalecería a
Rusia. No sería el fin del conflicto, pero sí el debilitamiento del
gobierno de Zelinski. Una situación todavía más grave con la posible
extensión del enfrentamiento militar entre Israel y Hamas.

Israel reitera su disposición a volver permanente su ofensiva en
contra de Palestina, buscando su destrucción. Esa acción produce el
genocidio más grande de este siglo, que tiene todas las condiciones de
proyectarse hacia el próximo año y, probablemente, hacia toda la
década.

Esa es la base bélica de la nueva polarización politica entre el
bloque dirigido por EE.UU. y el bloque que se agrupa alrededor de los
Brics. Esta polarización debe alargarse hacia toda la primera mitad
del siglo XXI.

En América Latina, tendremos la continuidad de la situación actual.
Fue un año bueno para Brasil, con el retorno de Lula a la presidencia
y el fin del período de ruptura de la democracia desde el golpe
protagonizado por Bolsonaro.

La economía vuelve a crecer, así como el empleo. Pero Brasil sigue
sufriendo las herencias del período del golpe contra Dilma Rousseff y
Lula. Éste tiene que gobernar sin mayoría en el Congreso, negociando
caso por caso, siendo llevado a incluir en el gobierno a fuerzas de
centro y de centro-derecha.

La otra herencia es un presidente de Banco Central neoliberal que
mantiene una tasa de interés altísima. Lula tendrá que convivir con
esa situación todavía un año, completando la mitad de su gobierno. El
ritmo de crecimiento de la economía seguirá sufriendo ese factor, que
baja el ritmo posible de recuperación del crecimiento.

El país avanzará en la transición del neoliberalismo hacia el
posneoliberalismo, camino largo, pero que debe consolidar una vía
sólida para Brasil a lo largo de la primera mitad del siglo XXI. El
regreso de sus políticas sociales clásicas y la incorporación de
otras, hace que disminuya la desigualdad en el país más desigual del
continente desigual.

Brasil seguirá sufriendo el aislamiento respecto a su tradicional
socio – Argentina -, que sigue un camino radicalmente opuesto. La
elección de Milei ha significado la vuelta de la versión más radical
de implementación del Estado mínimo.

En caso de que logre sobrevivir en el gobierno – posibilidad dudosa,
dadas las medidas bruscas y de extrema derecha que ha empezando a
tomar – Argentina pasará a vivir un retroceso radical, de muchos años.
Por lo menos el país vivirá una prolongada crisis política, hasta que
logre estabilizarse a un cierto nivel.

México y Colombia son los otros países que han logrado cierto nivel de
estabilidad politica resistiendo al neoliberalismo. La existencia de
dos políticos con gran capacidad de liderazgo – factores similares a
Brasil – como López Obrador y Gustavo Petro, es una condición
indispensable para que esos países tengan posibilidad de resistencia
al neoliberalismo. Bolivia es otro país que resiste al neoliberalismo.
Es probable que estos países logren mantenerse a ese nivel a lo largo
del próximo año. Pero si lograran articularse con Brasil, tendrían
mejores condiciones de resistencia.

América Latina, después de vivir situaciones de idas y vueltas a lo
largo de este siglo, ya no es una región que globalmente es una
excepción, como lo fue a lo largo de las dos primeras décadas del
siglo. Países como Argentina y Uruguay son más bien víctimas de la ola
neoliberal y difícilmente superarán esa situación este año. Ecuador no
sólo es víctima del neoliberalismo, también lo es de una crisis de
seguridad.

En su conjunto, la situación internacional y, en particular la de
América, la eventual posibilidad de la elección de Trump en Estados
Unidos es lo que puede traer cambios, tanto en la politica
norteamericana, como la relación de esa politica con el continente.

Desde que surgieron los Brics, el mundo está irreversiblemente
dividido entre los dos bloques. El surgimiento de los Brics es la
novedad más grande de este siglo, que debe proyectarse por lo menos
hasta la mitad del siglo XXI.

* * *

¡Qué vergüenza, nos pisotea el prófugo!
José María Izquierdo (El Catavenenos)


Este contenido es exclusivo para las socias y los socios de
elDiario.es. Gracias por apoyarnos.

Eran aproximadamente las 21.00 horas del miércoles 10 de enero y los
mil miembros de esta alegre muchachada de la que disfrutamos en
España, garrapiñada en la prensa de la derecha más derecha de toda
Europa, tuvieron que cambiar sobre la marcha las columnas, los
titulares, los editoriales y hasta los breves. El Gobierno sacaba
adelante dos de los polémicos decretos sometidos a votación y sólo les
amargaba la noche el obús de Podemos a la cara de Yolanda Díaz. Así
que Pedro Sánchez, ese tipo odioso, no había salido derrotado como ya
habían escrito todos ellos con gran regocijo. Cambio de guion, pero la
leña para el mismo mono. Colección escogida de denuestos de la función
Puigdemont es el amo de cortijo y a sus pies Pedro Sánchez, un
admirador, un amigo, un esclavo, un siervo. Va de corrido.

Libertad Digital: “Humillación histórica del Gobierno de España”.
Mismo medio: “Puigdemont pisotea a Sánchez”. OKdiario: “Sánchez es un
títere en manos de Puigdemont” y “Sánchez permite a Cataluña levantar
un muro como el de Trump”. Abc. De su director, Julián Quirós: “¿De
qué se sentirán tan ufanos Bolaños y Montero consintiendo las
ambiciones de un enfermo de poder dispuesto a dilapidar los recursos
públicos y la soberanía nacional?”. Columnistas: Manuel Marín.
“Puigdemont maneja España en diferido. O a larga distancia. O a corta.
Como un ventrílocuo a su muñeco. Sibilino. Destructivo”. Que no se
diga que el Catavenenos menosprecia a La Razón: “El desánimo y la
desesperación cunden en el Ejecutivo de Sánchez”; “Un gobierno títere
en manos de un prófugo. España, un Estado vasallo de Cataluña”. Y su
director, Francisco Marhuenda, en primera línea. “Como catalán y
español siento una profunda vergüenza ante este espectáculo de codicia
e ignominia”. Otro clásico, José Antonio Zarzalejos, pero en El
Confidencial: Título y una frase. “La hematuria [sangre en la orina]
de Pedro Sánchez y el colapso de Yolanda Díaz”; “Escribió Nietzsche
que ‘el poder idiotiza’. Ha idiotizado a Sánchez, que desconoce que es
un presidente instrumental, y a Díaz, que aún no se ha dado cuenta de
sus sucesivos fracasos”. Otra conocida de todos, Victoria Prego en El
Independiente: “Esto es lo nunca visto. Esto es un chantaje en toda la
línea. Esto es el descoyunte. Esto es una tomadura de pelo. Esto es lo
más impresentable que han visto mis ojos y mira que llevo muchos de
información política. Esto es burlarse del país entero. Esto es un
choteo que espero que no se lleve a término”.

Alguna cosa más de Libertad Digital. Jesús Fernández Úbeda: “Sánchez
sobrevive a una humillación pornográfica”. O Agapito Maestre,
permanente operario al pie del cañón. Berta, como poco: “Solo intuyo
que Sanchismo y delincuencia catalana conforman un tándem inolvidable.
Mortal. El tinglado político montado por el sanchismo, que no es otra
cosa que un ejercicio permanente de agitación y propaganda para
mantenerse en el poder de forma ilegal e ilegítima, y los delincuentes
catalanes, que conforman un conglomerado de sujetos que viven de matar
lo que le da vida, España, comienza a explanar todas sus miserias”.
¿También en The Objective tenemos chicha? Faltaría más: “Tanta
toxicidad junta ha dado como resultado ese vertedero político de
ingobernabilidad que es la mayoría de la investidura”. Y El Debate, no
se nos olvide. Antonio R. Naranjo. “La maldad de Puigdemont es
previsible y tiene una lógica perversa que no esconde ni los fines ni
los medios (...) La de Sánchez es burda, inestable, caprichosa y por
todo ello más peligrosa: puede fundar un Ministerio de la Infancia y
tratar luego a los niños como Herodes”. Ramón Pérez-Maura: “Sucedió lo
que parecía imposible: gracias a Sánchez, los que quieren romper
España son hoy todavía más fuertes que ayer. Que ya es decir. El que
con niños se acuesta, meado se levanta. Y en este caso, le gusta”.

Pero en este abundante coro siempre hay algún tenor que destaca. Hoy
hemos seleccionado al subdirector de El Mundo, Jorge Bustos. Título.
“La desbandada de la banda de Pedro”. Extractos: “No es un Gobierno:
es una banda (…) Ahora bien, incluso en el crimen organizado existen
códigos (…) en la banda de El Guapo no rige ninguno, porque sus
cómplices conocen demasiado la catadura del cabecilla. Ya saben todos
que no solo no respeta la ley democrática, sino que tampoco respeta
las reglas del hampa. Y así es muy difícil hacer negocios (…) Lo que
no vamos a escatimarle al cártel de El Guapo es su futuro lugar de
privilegio en las sabrosas antologías de macarras ilustres”.

¿Pero acaso no tenemos nada que decir sobre los pellets de Galicia?
Pues claro, que menuda trampa la de este Gobierno deleznable. Carlos
Dávila. OKdiario. “Sánchez, desde su poltrona de La Moncloa sostenida
por las patas cojitrancas de Bildu, Junts, ERC o el PNV, ha ordenado
la acción bélica a su abominable hombre de la Meseta, Óscar Puente, el
Yeti (…) Él, con su atroz verbo de taberna aldeana, en vez de
proporcionar miedo a sus presuntas víctimas, les proporciona risa. (…)
A estos voceros de la gravedad que encierra esta granza de nuestras
costas, les pone que no veas que cualquier asociación ornitológica,
naturalmente subvencionada, grite el desastre que van a producir los
pellets, pero no dicen ni pío, están callados como cómplices,
enganchados al beso de los sucesores de aquellos cachorros de ETA que
asesinaron a 857 personas en España”.

Lo que ocurre es que no nos tomamos las cosas en serio y aún no hemos
entendido lo que de verdad tenemos que hacer: Fernando Savater, en The
Objective, lo tiene claro: “Hay que actuar ante este desastre de
España (…) empiezo por decirles que algunas pequeñas reformas
parciales, incluso si son apreciables (y no simplemente ridículas como
la enmienda constitucional de sustituir ‘disminuidos’ por ‘personas
con discapacidad’; puaf) no van a servir para enmendar desde la raíz
el origen de nuestros males, que se llama Pedro Sánchez Castejón”. En
consecuencia: “La tarea que tenemos por delante no es cabrear a
Sánchez, sino hacerle desalojar la Moncloa”. Ya lo dice, menos fino,
Alfonso Rojo en su Periodista Digital: “Si apretamos y PP y VOX se
dejan de gilipolleces, echamos a Pedro Sánchez en 2024”.

Porque, vamos a ver, qué otra cosa les queda a las personas de bien,
Feijóo dixit, ante estos gravísimos hechos. Federico Jiménez Losantos
en su Libertad Digital: “Porque desde Zapatero, el PSOE reivindicable
es el de Largo Caballero, el criminal, el asesino, el responsable de
las matanzas de la Cárcel Modelo, el genocidio de Paracuellos y el
terror rojo, tan gubernamental, de las checas”. Ahí es nada. Un
horror, vivimos un horror. Que se lo digan a Zoe Valdés, El Debate. Ya
les dije la semana pasada que la veríamos por aquí. Átense los machos:
“En Ferraz han golpeado a periodistas jóvenes y mayores, han abusado
físicamente de mujeres, han gaseado a ancianos (…) Siento avisar de
que llegará el momento en que empezarán a fusilar sea bajo el pretexto
de una piñata o de un pelele, mientras en la misma calle podrán
eliminar a un periodista, a una mujer, a un anciano, de un mal golpe,
ahogándolo con gases, de un disparo, que nadie levantará la voz para
defender los derechos universales y humanos de los españoles”.

Ya habrán vislumbrado ustedes al verdadero culpable de este atroz
panorama: Pedro Sánchez. Luis Ventoso, también en El Debate: “Ya
sabemos que le chifla pavonearse en todo tipo de foros y saraos con
sus ternos entallados, el pin de la Agenda 2030 en la solapa estrecha
y sintiéndose el más apolíneo de la velada. Ya sabemos que la goza con
Ursula y Emmanuel en las cumbres europeas, fardando del inglés que le
pagó papi con cursos en el extranjero, porque en casa éramos muy
socialistas de carnet, pero nos gustaba la pasta y la disfrutábamos
como buenos burgueses que éramos”. ¡Hasta el hogar familiar era un
asco despreciable!

¿No vamos a hablar de política internacional? Pues sí. Un apunte.
Centrémonos en el nuevo ídolo de nuestros aguerridos ultraliberales:
Javier Milei. Por ejemplo, Libertad Digital: “Milei 'limpiará' las
deudas de Argentina mientras Sánchez sigue acumulando impagos”. Un
mago, este Milei. Lo explica bien Jesús Cacho en Vozpópuli. Atentos y
perdonen la extensión de la cita. Su calidad se la merece: “Milei
trata a sus compatriotas como a adultos a los que no se puede ni se
debe engañar, algo que, reflejado en el espejo de un país arrasado por
las mentiras de nuestro Fraudillo (…) es capaz de producir en
cualquier demócrata algo parecido a una descarga eléctrica, un
torrente de luz, el resplandor de lo limpio, lo valiente, lo corajudo,
lo cierto. (…) un personaje cargado con un discurso que aúna frescura
y solidez con brío (…) Estamos pues, ante un tipo de gran nivel
intelectual, nada conservador en lo social, que (…) tiene muy clara su
primera tarea (…) Hacer perder a la izquierda la batalla cultural,
liberando las amarras que hoy atan a millones de ciudadanos en todo el
mundo, prisioneros de las viejas ideologías colectivistas hoy
travestidas de lo woke, el género, el clima y demás mandangas progres
(…) Para los demócratas españoles, Milei es la gran noticia que el
aciago 2023 nos trajo bajo el brazo. La gran esperanza teñida de
albiceleste. Por primera vez en muchos años, de forma inesperada, el
depauperado horizonte de un mundo sumido en guerras y conflictos,
azotado por la mediocridad más lacerante, lastrado por la falta de
liderazgos, atacado por las termitas nuevas del viejo comunismo
totalitario, se topa con un rayo de esperanza, una auténtica
revolución cuyo éxito podría marcar un punto de inflexión en el camino
trazado que esa izquierda gris empeñada en el decrecimiento y la
pobreza para todos menos para ellos, las elites pijoprogres”.

¡Aleluya, aleluya, viva y viva Milei, nuestro gran ídolo mundial! (Con
permiso, claro, de Donald Trump).
Miki y Duarte. El vertido de pellets en Galicia.jpg
Rep. ¿Qué pasa.jpg
Daniel Paz -Rudi-. ¿Quién manda.jpg
Vergara. Noche de paz.jpg

Miquel Angel Soria

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Jan 16, 2024, 1:30:39 AM1/16/24
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El dia 16 de gener de 1934, a La Habana, moria Rubén Martínez Villena. Des de molt jove es va vincular en la lluita contra la corrupció i l'entreguisme dels governs republicans cubans. El recordem, sobretot, perquè va liderar la Protesta de los Trece, al costat de Julio Antonio Mella, Pablo de la Torriente Brau i Emilio Roig de Leuchsenring.
Va fundar el Primer Partit Comunista de Cuba amb Carlos Baliño.
Va ser un gran poeta i, a la seva mort, Raúl Roa va declarar: "Aquel día [el sanatorio] La Esperanza vio salir por su pórtico, definitivamente rota, la esperanza más alta y más noble  de la juventud cubana". Tenia 35 anys.

EL RESCATE DE SANGUILY

Marchaba lento el escuadrón riflero:
ciento veinte soldados de la España
que llevaban, cual prueba de su saña,
a Sanguily, baldado y prisionero.

Y en un grupo forjado por Homero,
treinta y cinco elegidos de la hazaña,
alumbraron el valle y la montaña
al resplandor fulmíneo del acero.

Alzóse un yaguarama reluciente,
se oyó un grito de mando prepotente
y un semi-dios, formado en el combate,

ordenando una carga de locura,
marchó con sus leones al rescate
¡y se llevó al cautivo en la montura!
                                                        1919


Sumar: cómo dejar de ser “el partido de Yolanda Díaz”
Isaac Rosa 


A los periodistas y columnistas nos encantan los sinónimos, y odiamos repetir una misma palabra en el mismo párrafo. Cuestión de estilo. Recuerdo en mi juventud un editor de revistas que subrayaba con bolígrafo rojo mis textos tachando todas las palabras demasiado repetidas y sugiriéndome sinónimos anotados en el margen. Es por eso que cuando nos toca escribir una noticia o una columna sobre Sumar, tenemos a mano una lista de sinónimos para no repetirnos: “el partido de Yolanda Díaz”, “la formación de Yolanda Díaz”, “los de Yolanda Díaz”.

Lo mismo pasaba en su día con Podemos, acuérdate. Para evitar las feas repeticiones, en la segunda línea del texto nos referíamos a Podemos como “el partido de Pablo Iglesias”, “la formación de Pablo Iglesias”, o “los de Pablo Iglesias”. Triunfó la fórmula y ya no se usaba en la segunda línea sino directamente en el titular. Todavía hoy, casi tres años después de retirado Iglesias, hay quien se sigue refiriendo a su organización como “el partido de Pablo Iglesias”.

Bromas aparte, es obvio que no llamamos así a Sumar por manías gramaticales, como tampoco lo hacíamos con Podemos para evitar repetirnos demasiado. Son maneras de subrayar la condición de unas formaciones políticas marcadas por un liderazgo fuerte desde su mismo nacimiento; liderazgo que ensombrece a otros dirigentes, y que se convierte en el principal capital político y mediático.

Podemos nació como “el partido de Pablo Iglesias”, e igualmente Sumar apareció como “la formación de Yolanda Díaz”. Ambas organizaciones acudieron a sus primeras elecciones apostando todo a la popularidad y el carisma de sus líderes, incluso poniendo sus rostros en las papeletas electorales. Y ambas dieron sus primeros pasos organizativos bajo una dirección personalista, convertidas en marcas y máquinas electorales antes que en partidos al uso.

Ahí deberían acabar los paralelismos entre Podemos y Sumar. En el primer caso, el partido se construyó sin aflojar el hiperliderazgo de Iglesias, con poca democracia interna (por muchas “primarias” que celebrasen) y una estructura mucho más jerárquica y vertical que la de los partidos tradicionales de izquierda. La sombra de Iglesias, y la dependencia de los suyos, no se ha reducido ni siquiera con su salida de la primera línea, en buena medida por su insistencia en seguir interviniendo en las decisiones de su organización.

En el caso de Sumar, las urgencias electorales no dieron tiempo ni a iniciar lo que se prometía como un movimiento antes que un partido, participativo y horizontal. No tuvo más remedio que ser, en efecto, “la formación de Yolanda Díaz”, dado el tirón electoral de su líder. Pasada la urgencia (aunque siempre hay elecciones en el horizonte), es el momento de dar los pasos para ser mucho más que “el partido de Yolanda Díaz”, y apartarse cuanto antes del camino que ya siguió Podemos y que sabemos bien dónde acabó.

Que Sumar haya anunciado el inicio de este proceso justo ahora que Podemos cumple diez años es un buen recordatorio de la primera tarea que la todavía “formación de Yolanda Díaz” tiene que afrontar: aprender de los errores de Podemos. Que en el grupo promotor haya tantos ex de Podemos puede servir para que aporten precisamente su experiencia, para aprender de los aciertos (que por supuesto los hubo) y sobre todo de los errores. Entre ellos, el hiperliderazgo, la verticalidad interna y la falta de una base social más allá de los “inscritos” llamados a mil procesos internos que habitualmente no iban más allá de ratificar las decisiones previas del líder. La primera tarea es precisamente esa: que Sumar deje de ser cuanto antes “la formación de Yolanda Díaz”, antes de que no pueda ser ya otra cosa.

No será fácil, entre otras cosas porque la España de 2024 no es la de 2014. Hoy son otras las urgencias y amenazas. Lo que entonces parecía un nuevo sentido común inclinado a la izquierda tras varios años de austeridad y recortes; hoy ese sentido común ha ido girando hacia la derecha e incluso la extrema derecha. Y además, los votantes de izquierda estamos más cansados, más desfondados y decepcionados tras el largo ciclo político que arrancó precisamente en 2014. Todo eso lo saben bien los miembros del grupo promotor, pues reconozco entre ellos a gente de gran valía e inteligencia.

Se juega mucho Sumar en este proceso, y la izquierda española con ella. Suerte.

                                                    * * *

Un acto instituyente
Por Jorge Alemán (Página/12)

La situación argentina demanda a gritos un acto instituyente. Entiendo por acto instituyente una composición de fuerzas que logre articular las protestas y el malestar general que circula desde abajo en lo social, con una fuerza política que logré traducir el disenso que va creciendo en una forma política. Debe ser instituyente, porque esa articulación, si llegara a ser posible, no puede proceder de lo instituido políticamente hasta ahora. No será suficiente con una alianza de las fuerzas políticas anteriores, y sus estructuras conocidas; el acto instituyente demanda lo nuevo.

Esa es precisamente su capacidad para organizar una nueva realidad. Después de la catástrofe ultraderechista, con su correlato de dolor y castigo para los sectores populares y una radical puesta en tela de juicio del orden democrático, ya no se trata de sostener la gobernabilidad de un proyecto que pretende funcionar como un estado de excepción. Por el contrario, se trata de generar las condiciones para que el país vuelva a ser gobernable.

Ninguna rebelión popular, si llegara a darse el caso, podría por si misma derrocar a un gobierno. Incluso si permanece en la revuelta puede dar lugar a una situación aún más peligrosa que la actual. Y a mucho dolor conocido. La barbarie carece de límites y jamás el exceso de dolor trajo aparejado cambio alguno.

Por ello, mientras se producen los descontentos en las calles, los dirigentes que no han renunciado a la transformación de lo político y lo social y que siguen siendo leales a los legados de amor e igualdad para el pueblo, deben deponer sus apegos narcisistas y potenciar sus alianzas en aras de un salto instituyente. Esto implica que esos dirigentes se sepan situar más allá de sus entornos inmediatos e ingresen a una lógica diferente con respecto a los nuevos pactos.

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El plan de la ultraderecha ha sido intentar lo que Gramsci designaba con el término Revolución pasiva. Se trata de un tipo de revolución reaccionaria donde aquellos que tendrían que haber combatido en contra de ese plan se han incorporado a sus filas. Si bien hay signos de que esto se comienza a resquebrajar, ahora tiene que emerger un nuevo Consejo instituyente sin jerarquías establecidas a priori, que determine un nuevo rumbo y que pueda reorganizar institucionalmente el inevitable desorden que se seguirá produciendo.

Lógicamente ese Consejo debe estar constituido por dirigentes del ámbito político, social, sindical y cultural que hayan sido siempre responsables con la representación política y ética de sus bases.

A veces lo más grande crece en medio de las urgencias.
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Miquel Angel Soria

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Jan 17, 2024, 1:30:54 AM1/17/24
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EL CANTOR

"Cuando Alfredo Zitarrosa murió en Montevideo, su amigo Juceca subió
con él hasta los portones del Paraíso, por no dejarlo solo en esos
trámites. Y cuando volvió, Juceca nos contó lo que había escuchado.
San Pedro preguntó su nombre, edad, oficio.
-Cantor- dijo Alfredo.
El portero quiso saber: cantor de qué.
-Milongas- dijo Alfredo.
San Pedro no conocía. Lo picó la curiosidad, y mandó:
-Cante.
Alfredo cantó. Una milonga, dos, cien. San Pedro quería que aquello no
acabara nunca. La voz de Alfredo, que tanto había hecho vibrar los
suelos, estaba haciendo vibrar los cielos.
Y Dios, que andaba por ahí pastoreando nubes, paró la oreja. Y contó
Juceca que esa fue la única vez que Dios no supo quién era Dios".

Eduardo Galeano

Aquí una mostra de la causa del cesament del pastoreig de núvols:

https://www.youtube.com/watch?v=LYifzzIRSXg
Això succeia el 17 de gener de 1989.


Hasta un niño de cuatro años ve que es un genocidio
Isaac Rosa

Se discute estos días si lo que hace Israel en Gaza es un genocidio,
“sólo” son crímenes de guerra, o mero derecho a la autodefensa. Lo
discuten expertos en la materia, juristas, gobiernos que acusan y
gobiernos que niegan, víctimas de otros genocidios, y ahora también la
Corte Internacional de Justicia, a partir de la demanda presentada por
Sudáfrica contra Israel. Para el común de los ciudadanos, los que no
sabemos de derecho internacional pero tenemos ojos y sabemos contar
muertos, la evidencia es tal que, parafraseando a Groucho Marx en Sopa
de Ganso, “hasta un crío de cuatro años podría ver claro que es un
genocidio”.

Pero si, como Groucho, pedimos que nos traigan un crío de cuatro años
para que nos lo explique, tal vez nuestro niño esté entre los
alrededor de 10.000 menores palestinos que han caído ya bajo las
bombas israelíes en la Franja de Gaza, una media de 117 niños
asesinados cada día. O quizás ese niño de cuatro años esté entre los
miles de menores heridos. O sea uno de los diez niños que cada día
sufren la amputación de una o las dos piernas, y sin anestesia (un
millar desde el comienzo del ataque israelí). O anda entre los
incontables heridos y además huérfanos, para los que se ha creado un
nuevo acrónimo: WCNSF, siglas de “wounded child, no surviving family”
(niño herido, sin familia superviviente).

La matanza de niños, de cuya dimensión hay pocos precedentes en la
historia reciente, es solo una de las evidencias presentadas ante el
tribunal de La Haya. Los juristas sudafricanos han enumerado las
acciones israelíes que podrían ser calificadas de genocidio de acuerdo
a la legislación internacional: matanzas, daños físicos y mentales
graves, expulsión masiva de hogares y desplazamiento de población,
privación de acceso a alimento y agua, privación de refugio,
destrucción de la vida civil, privación de asistencia médica adecuada,
e imposición de medidas destinadas a prevenir nacimientos. De todo
ello hay evidencias que, una vez más, hasta un niño de cuatro años
podría ver.

Por si fuera poco, la demanda sudafricana aporta además numerosos
testimonios que apuntan al genocidio. No testimonios de víctimas, pese
a ser este “el primer genocidio en la historia retransmitido en tiempo
real por sus víctimas”, como dijo una de las abogadas sudafricanas en
la primera vista; sino testimonios de los propios responsables del
supuesto genocidio: numerosas declaraciones de ministros, políticos y
autoridades militares israelíes, además del propio primer ministro, en
las que sin medias tintas hablan de exterminar a los palestinos de
Gaza, tratarlos como animales, o no diferenciar civiles de
terroristas. De nuevo, hasta un niño de cuatro años las entendería.

Ya sé que la justicia es lenta, que tardará semanas en aprobar o
rechazar las medidas cautelares solicitadas, y que luego Israel las
ignorará -como Putin ignoró medidas similares sobre la invasión de
Ucrania-. Pero lo de estos días en La Haya no es un paripé de togas,
puñetas y jerga judicial, sino un hecho histórico, y que puede tener
consecuencias. En el lado demandante hay juristas víctimas del
Apartheid sudafricano, mientras al otro lado Israel ha enviado un juez
superviviente del Holocausto, lo que da una temperatura emocional muy
alta a las sesiones. Y si se dictan medidas, Israel podrá ignorarlas,
pero no todos aquellos países que lo apoyan, y que se convertirían en
cómplices de genocidio.

Varios países se han adherido ya a la demanda sudafricana en La Haya,
entre ellos Colombia o Brasil. Somos muchos los que creemos que España
también debería estar ahí. Entre otros, 250 juristas que así lo han
pedido. No sé, igual nuestro gobierno necesita que le traigan un crío
de cuatro años para que se lo explique.

* * *
¿Qué hay en juego en La Haya?
Beñat Zaldua (La Jornada)

Israel ha enviado a un robusto equipo jurídico a la Corte
Internacional de Justicia de La Haya para defender que no está camino
de cometer un genocidio en Gaza. Sólo este enunciado justifica,
probablemente, la incierta y valiente demanda presentada por Sudáfrica
ante el tribunal de Naciones Unidas. Ha obligado a Israel a ponerse a
la defensiva y a tomarse en serio instancias internacionales que
acostumbra despreciar. Se ha colado en el debate público israelí y ha
obligado a Netanyahu a jugar en un terreno incómodo, en un marco
narrativo que no controla y que juega en contra de sus intereses. Por
un momento, quizás hayan dejado de sentirse impunes.

Como en el caso del elefante de Lakoff, yo no he cometido un genocidio
es una oración que, pese a negarla, alimenta la idea del genocidio
como contexto, como posibilidad, como terreno de juego. Sitúa el
debate en esas coordenadas. Si tenemos en cuenta que los dirigentes
sionistas han hecho esfuerzos ímprobos para presentar la lucha contra
Hamas como un ejercicio de autodefensa contra la enésima agresión
contra el pueblo judío, que de pronto tengan que intentar explicar que
no están cometiendo un genocidio es un cambio importante.

No es cuestión menor que la demanda proceda de Sudáfrica, que pese a
los numerosos problemas que acumula, mantiene, con acciones como ésta,
vivo el legado de Mandela. No hay un país que atesore mayor
legitimidad para hablar de situaciones de apartheid. La solución al
conflicto no vendrá, al menos no en exclusiva, por la vía jurídica
internacional, y quizá todo acabe en nada, pero se trata de que cada
quien aporte lo que buenamente pueda. Y Sudáfrica ha dado un paso que
nadie había osado dar; ningún enemigo declarado de Estados Unidos, ni
ningún amigo árabe de Palestina. Puede que no sirva de nada, habrá
incluso quien alegue que pueda ser contraproducente, en caso de
derrota. Son argumentos ventajistas que no esconden que Sudáfrica ha
sido el único país en hacer lo que estaba en su mano por parar la
masacre.

También puede ocurrir que, pese a tomar medidas cautelares la Corte
Internacional de Justicia de La Haya, Israel decida incumplirlas. Es
factible, pero seguiría valiendo la pena, ni que fuera para sumar un
granito de arena en el argumentario contra el sionismo y bañar de
dignidad tanto al propio tribunal como a la Convención para la
Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, criatura nacida de
las cenizas de la Segunda Guerra Mundial bajo el impulso de figuras
como la de Raphael Lamkin, judío de origen polaco, superviviente del
Holocausto e inventor del término genocidio, con el que bautizó lo que
Churchill llamaba crimen sin nombre.

La palabra la tienen ahora 17 jueces, 15 permanentes, uno nombrado por
Johannesburgo y otro por Tel Aviv. La acusación sudafricana, basada en
documentación de la propia ONU, es contundente, pero los aliados de
Israel son poderosos, ya se sabe. Si el tribunal estuviera compuesto
por jueces extraterrestres recién llegados a la Tierra y sólo viesen
la documentación del caso, sería difícil que no accediesen a las
medidas cautelares para detener, al menos en parte, la matanza de
Gaza. Porque cabe recordar que el objetivo original de la citada
convención contra el genocidio es, más que condenarlo, prevenirlo. Es
decir, el tribunal no debe valorar sólo si ha habido ya un genocidio,
sino si éste puede estar en camino. Ayer, Save The Children situó en
10 mil el número de menores palestinos muertos.

Pero lo de la justicia imparcial es como lo del periodismo objetivo:
un cuento. Aquí nadie es imparcial ni objetivo. Todos somos sujetos y,
por tanto, parte implicada en este mundo. Los tribunales
internacionales no son un ente etéreo ni virginal capaz de impartir
justicia con los ojos cerrados. Son producto y, en buena medida
sistema de reproducción, de las pugnas y los equilibrios de poder de
cada época. Con todo, también son un intento por poner orden y algunas
reglas al campo de batalla.

Puede que toda legalidad internacional esté condenada, en mayor o
menor medida, a un doble rasero que juzgará de diferente modo acciones
parecidas, pero siempre es mejor ese intento que la ausencia absoluta
de reglas, que es hacia donde parece que caminamos. En un estado de
derecho, por muy injusto que sea –acostumbra serlo–, el débil siempre
puede buscar rendijas. Un ordenamiento jurídico no deja de ser una
promesa de refugio para el desvalido, aunque en muchas ocasiones no
llegue a cumplir ese cometido. En la jungla, por el contrario, sólo
manda el león. Por eso, las grandes potencias suelen ser reacias a
ratificar los convenios internacionales. Lemkin murió en 1959,
frustrado por la negativa del Congreso estadunidense a ratificar el
convenio contra el genocidio.

La Corte Internacional de Justicia tiene ahora en sus manos una
decisión crucial. Tiene la posibilidad de salvar miles de vidas en
Gaza, pero también de rescatar el legado que nos dejaron Lamkin y
otros supervivientes del holocausto; la oportunidad de reivindicar y
salvar una arquitectura internacional maltrecha, depauperada y mil
veces humillada en las últimas dos décadas. Ahí es nada.
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Miki y Duarte. Puigdemont.jpg
Fisgón. La huella de Mandela en Gaza.jpg
Daniel Paz -Rudi-. Guardar la ropa.jpg

Miquel Angel Soria

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Jan 18, 2024, 1:31:01 AM1/18/24
to icv-euia_e...@googlegroups.com
L'escriptor José María Arguedas va nèixer el dia 18 de gener de 1911 a
Andahuaylas, població situada al cor dels Andes peruans. El caràcter
indigenista de la seva obra -novel·les i contes- ha estat un model per
a l'obra dels escriptors latinoamericans del segle XX.
Us passo un poema que ell mateix va traduir al castellà del quechúa,
idioma que escrivia i parlava i del que era catedràtic a la
Universitat.

OFRENA AL POBLE DE VIETNAM
Al poble
de Vietnam flamejant

A aquest poble, que al mig mateix del món, en l'edat de l'espant ens
fa conèixer que el foc que va fer l'home amb la seva mà segueix
cremant en el foc de les seves mans.

Quan unes gents, els ianquis, preteneren immolar en Vietnam al poble
sencer amb màquines de foc a foc construides, quan van creure que així
oidrien dominar el món, el poble de Vietnam, només amb la força de ses
mans eternes, els ha fet córrer fins la lluna.

¡Sí, germà vietnamita¿ Ara ets tu el poble excels entre els pobles del món.

Vietnamita, semblant meu. Rep aquest petit pols essència del meu
poble, com ofrena. Te l'entrego, amb una mica de rubor però de peu,
ferm, no de genolls.

Per a sempre ferm i dempeus, per tu, en en teu nom.


Abran el cuaderno o la tablet y tomen notas. Lección primera: al amigo, ni agua
José María Izquierdo (El ojo izquierdo)

En primer lugar, como es obvio, los partidos de Gobierno. Enseñanza
fundamental: al amigo, ni agua. Habrá aprendido Sánchez, nadie le
niega listeza, ni siquiera sus más feroces enemigos, que la gestión
previa que culminó aquel miércoles, elijan ustedes los calificativos
para definirla, no fue la mejor del mundo, ni podría considerarse uno
de sus mayores éxitos. Sacó adelante la cosa, siempre lo hace, no
pregunten cómo, pero dejándose unos cuantos pelos en la gatera.
Estudien y repasen los ministros, los directores generales, los
letrados y hasta los mecanógrafos línea por línea, palabra por
palabra, letra por letra, todo lo que van a poner en el mostrador de
los pactos a partir de ahora, para así no dejar espacio ni
oportunidades para el desmadre de estos socios tan cariñosos y tan
fiables con los que hemos iniciado el largo y, ay, pedregoso camino
hacia el futuro de la legislatura. Más preparación previa, por
supuesto, pero también evitar meterse en demasiados líos, al menos
hasta las elecciones europeas. Hagamos lo imprescindible, que tiempo
habrá para jeribeques y otros adornos igual de lucidos. Poco, pero
bien, que mucho siempre tiene la posibilidad de convertirse en malo.
Apretar menos, pero fuerte. Incluso con tenazas.

También Sumar deberá recapacitar, que de Podemos, a la vista de lo
visto, tampoco hay mucho que esperar. La venganza se sirve fría,
dicen, pero ellos, los morados, la han querido caliente, casi
hirviendo. Zurriago el primer día, que sepas que nosotros no pagamos
traidoras y te vas a enterar de lo que vale un peine, que madre no hay
más que una -la revolución- y a ti, Yolanda, te encontré en la calle.
Sobre los parados de más de 52 años, lean, por ejemplo, la carta del
director de este medio. La gresca no se tiene en pie. ¿Dicen que la
dirección de Podemos somos cinco, cuatro, tres, dos, uno? Pues sí,
quedamos pocos, se fugan como El Pastilla, por la puerta, pero tenemos
una navaja choricera de 20 centímetros. Esa es la realidad. No debemos
engañarnos y aunque griten y pataleen en Sumar, Yolanda Díaz tendrá
que reconducir ese asunto, vaya usted a saber cómo, que para eso le
pagan. Hay que poner coto, y pronto, a ese desaguisado que sólo hace
que reabrir las heridas dentro de la izquierda. Importaría un celemín
si se desangraran ellos solos. Lo malo es que arrastran al fango
votos, ilusiones y esperanzas.

Que no crea Junts que ha triunfado como si se presentara a Operación
Triunfo. Porque la suya es una actitud imposible de mantener. Te sale
una vez y no más, que el de enfrente no es tonto y no se va a dejar
arrebatar la merienda por segunda vez. Enfadar al jefe es mala táctica
siempre. El velo que les tapa la realidad se llama Esquerra. Pero la
vía del gamberrismo y la política exclusiva para tus socios del club
es mala consejera. Sobre todo cuando el señorito al que agredes es
quien tiene en sus manos el mecanismo del sube y baja, freno y marcha
atrás de la amnistía. No se engañen en Junts. El amo del cortijo es
Sánchez y cederá hasta que diga basta y entonces, ya ven qué mala
suerte, lo mismo se quedan los que tanto ahogan sin medidas de gracia.
Lo de la cárcel lo han dicho ustedes, no el Ojo.

Por cierto, no suena bien ese afán de Junts por meter la mano en la
inmigración. Es más: suena de horror. Miedo da oír hablar a la derecha
de toda la vida, como ellos, de filtros, censos, expulsiones y otras
medidas selectivas. Y más cuando andan tocados por alguna formación de
estilo Vox que pulula por Cataluña, como las alcaldías de Ripoll y
Calella o, no nos engañemos, el alcalde popular de Badalona, Xabier
Albiol, que hay que echar mano al pasaporte cada vez que se menciona
su nombre. Hagan el favor de no jugar unos y otros con las cosas de
comer, que ensañarse con los más desfavorecidos es una aberración que
ningún gobierno decente debería permitirse. Tengan cuidado en la
Moncloa, mucho cuidado, con estas aventuras porque son muy peligrosas.
Alerta roja.

Y por supuesto el PP tiene mucho que aprender. El que más.
Desconcertado y desnortado, con un líder grogui que no sabe por dónde
tirar, ni con quién hacerlo ni con qué contenido. Pura rabia,
acrecentada día a día por una derrota tras otra. No es cierto que en
algún momento pretendiera abandonar la única política que conoce y que
su partido, gracias a los gurús Aznar, Ayuso y los demoscópicos
inútiles que le han llevado al abismo, ha practicado hasta ahora: el
antisanchismo feroz. Acabar con el monstruo como dé lugar. Por lo
civil o por lo militar. Nunca ha propuesto nada interesante Núñez
desde su llegada a Madrid y sigue sin hacerlo. Nada. Jamás. Ni una
sola promesa ilusionante para sus militantes o los presuntos votantes.

En ese único objetivo de derrumbar al actual inquilino de La Moncloa,
ese cargo que él rechazó, en una de las tonterías más sonoras salidas
de su persona, ha invertido todas sus fuerzas, aliándose de manera
suicida con Vox y su salvajismo antidemocrático. Cerradas todas las
puertas por él mismo, sus propuestas de ilegalización, como último
ejemplo de torpeza infinita, para trabajar con PNV o CiU, sus posibles
aliados ideológicos, más allá del nacionalismo, Núñez carece de
caminos políticos para encauzar lo que falta de legislatura. Sólo le
queda esperar, comiéndose las uñas, que Perro Sanxe se caiga, se
desmorone por un extraño sismo, ya sea la traición de algún socio o la
llegada a la Tierra de un meteorito asesino. Parece que el único que
no se ha enterado de sus derrotas y de que algo debería cambiar ante
la pared con la que se rompe las napias una y otra vez, qué
desagradable espectáculo el del fracaso continuo, es precisamente
Alberto Núñez Feijóo. Pero naufragio tras naufragio nada se mueve en
Génova. No se distingue en el horizonte más próximo un cambio de
actitud, un mínimo giro de timón que encauce el partido a una llanura
abierta y soleada para por fin poder salir del lóbrego calabozo en el
que ellos solos se han metido. Y han tirado las llaves de los
candados. La respuesta a la enésima goleada sigue el mismo guion: más
calle alterada, más movilizaciones, más gresca, más gritos, más
banderas, más agitación populista. O sea, más terreno para que se
luzcan las huestes de Abascal y los suyos.

Expertos en meterse goles en propia puerta, sólo faltaba que también
en Galicia volvieran a meter la pata hasta las calicachas y las
calicorvas, que es difícil hacer la gestión en torno a las bolitas
peor de como lo han hecho. ¿Recordar los errores gigantescos en la
gestión del Prestige? Pues claro, salvada sea la gravedad de uno y
otro caso. La pasividad de Rueda, estatua de cera mejorada de Rajoy y
Núñez, es un ejemplo de cómo no hay que encarar un conflicto de este
tipo. Ya todos los medios han dado cumplida información sobre el
desastre de organización que señala a la Xunta de Rueda con grandes
neones. ¿Cómo es posible, se pregunta el inocente Ojo, que vivan en un
mundo tan distinto del de los ciudadanos? Hasta un alumno de cuarto de
primaria sabía desde el primer momento que la cosa se iba a liar. Era
obvio para cualquiera con dos dedos de frente. ¿Entonces? La respuesta
es que son así, torpes y vagos, reacios a admitir la realidad si les
causa algún grado de molestia. Déjenme con mis cosas, que no quiero
problemas. Pues en toda la jeta: bolitas para desayunar, para el táper
de media mañana, para el almuerzo, la merienda y la cena temprana. A
hartarse de bolitas. Por kilos. Por toneladas.

Adenda. Es una auténtica barbaridad ver expuestas, una tras otra,
todas las tropelías ejecutadas por el Ministerio del Interior que
dirigió Jorge Fernández-Díaz bajo el mandato de Mariano Rajoy, tal y
como contaba ayer este diario. ¡Qué engaños, qué fraude, qué
desvergüenza! Y cuánto daño a la ciudadanía catalana, pero no sólo, ha
podido causar esa conducta ignominiosa. ¿Cómo es posible que el
partido que promovió, financió y amparó ese infame despropósito, ahí
tienen a su secretaria general, Dolores Cospedal, incluso a su
presidente, Mariano Rajoy, metidos de hoz y coz en la madeja, acuse a
otros de envenenar la convivencia? ¿Nada dice Feijóo y sus
acompañantes? Por supuesto que hay que investigar a fondo esas
repugnantes cloacas y señalar públicamente a todos y cada uno de los
responsables de las fechorías. Y sepan en Génova que los conocemos
bien, que sabemos quiénes son, cómo son y qué sucios métodos
practican. Ahí los tienen.

* * *
Contra el silencio
David Brooks (La Jornada)

“Llega un momento en que el silencio es traición”, declaró el
reverendo Martin Luther King Jr al proclamarse contra la guerra en
Vietnam; en otro momento subrayó que al final, recordaremos no las
palabras de nuestros enemigos, sino el silencio de nuestros amigos.

Este lunes se festeja oficialmente el Día de Martin Luther King y, por
supuesto, las cúpulas sólo hablarán de su sueño de la igualdad racial
y su principio de la no violencia, pero no harán referencia a su
condena a las guerras imperiales de este país, ni su última campaña
contra la profunda injusticia económica de Estados Unidos. Son
palabras aún demasiado peligrosas y contemporáneas.

Sabía que nunca más podría alzar mi voz contra la violencia de los
oprimidos en los guetos sin primero hablar claramente al proveedor más
grande de violencia en el mundo hoy día, mi propio gobierno, declaró
King en su famoso –pero casi nunca citado por el mundo oficial–
discurso en 1967, cuando se pronunció contra la guerra en Vietnam y
ofreció su visión antimperial, vinculando la lucha de los oprimidos
dentro de este país a sus contrapartes del mundo.

En ese discurso, señaló que era necesario para los estadunidenses
preguntar qué está ocurriendo con los pueblos que están sufriendo la
guerra librada por Washington, como el caso de Vietnam, donde se
imaginaba cómo “ellos observan mientras envenenamos a su agua,
mientras matamos un millón de acres de sus cultivos… Llegan a
hospitales con por lo menos 20 bajas por fuego estadunidense por cada
herida infligida por el Vietcong. Hasta ahora hemos matado a un millón
de ellos, más que nada niños”. Llamó por un alto el fuego inmediato,
reconocer el derecho del enemigo a negociar dado su apoyo popular,
retirar todas las tropas, etcétera. Insistió en que se tenía que
seguir buscando todo método de protesta creativa posible en demanda de
poner fin a esa guerra (https://www.americanrhetoric.com/
speeches/mlkatimetobreaksilence.htm).

No es difícil imaginar a King hoy día rompiendo el silencio en torno a
la complicidad criminal de Estados Unidos en la guerra de Israel
contra los palestinos, ahora transmitida al mundo en vivo todos los
días, de la cual todos somos testigos.

Otro feroz rompedor de silencios, Noam Chomsky, una de las voces
disidentes más sabias de la política oficial de Washington y Tel Aviv,
no ha podido participar físicamente en el gran debate sobre la guerra
actual contra los palestinos por razones de salud, pero sus críticas y
condena durante los últimos años siguen muy presentes (circulan
constantemente por las redes sociales). Hay dos estados que atacan a
Medio Oriente, agreden y violentan, realizan actos terroristas y actos
ilegales de manera constante, ambos son enormes poderes nucleares:
Estados Unidos e Israel, los dos principales estados delincuentes del
mundo, declaró hace unos pocos años.

En otro foro afirmó que “hay dos países que no sólo están llamando a
que una nación no exista, la están destruyendo –esos son Estados
Unidos e Israel, esa es su posición en torno a los palestinos. No sólo
lo están diciendo, lo están haciendo día tras día, esas son las
políticas que están impulsando frente a nuestros ojos”, dijo hace
varios años.

Una vez más marcharon miles en Washington el sábado contra la
complicidad de su gobierno con Israel y demandando un alto el fuego,
rompiendo una vez más el silencio –entre ellos una hija de Malcolm X y
el teólogo radical y candidato presidencial Cornel West que marcaron
el legado del reverendo– como lo han hecho cientos de miles, si no ya
millones, aquí y alrededor del mundo durante los últimos tres meses.

Ante lo que está sucediendo en Gaza, los pueblos siguen exigiendo,
entre otras cosas, que los gobiernos que dicen apegarse a los derechos
internacionales y/o que son éticos, rompan el silencio al endosar el
caso de genocidio contra Israel ante la Corte Internacional de
Justicia impulsada por Sudáfrica (https://www.jornada.com.mx/2024/01/
11/mundo/023n1mun).

Una injusticia en cualquier lugar es una amenaza a la justicia en todo
lugar, afirmó King hace 60 años.

Harold Melvin & The Blue Notes. Wake up Everybody.
https://www.youtube.com/watch?v=OOxoeGL3tTo
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Miquel Angel Soria

unread,
Jan 19, 2024, 1:30:14 AM1/19/24
to icv-euia_e...@googlegroups.com
Recordem avui el naixement de dos poetes que ja no són entre
nosaltres: el gallec Uxío Novoneyra (1930) i el peruà Javier Heraud
(1942). D'aquest ´darrer destacar el seu assassinat als 21 anys. Premiat des de molt jove, ja havia anunciat -o previst- la seva mort.

YO NUNCA ME RÍO

Yo nunca me río
de la muerte.
Simplemente
sucede que
no tengo
miedo
de
morir
entre
pájaros y árboles.

D'Uxío Novoneyra us deixo  la seva veu més polititzada. Vietnam substitueix el seu cant als paisatges de la seva terra: Os eidos o Tempo de elexía.

https://www.youtube.com/watch?v=XIIhEPJId5A




El último, que cierre
Javier Gallego

La izquierda sigue a la gresca. Ahora ha sido por el decreto de
reforma del subsidio de desempleo. Podemos ha votado en contra porque
había un recorte en las pensiones para los parados de más de 52 años a
partir de junio (no para los actuales) que verían reducida su base de
cotización progresivamente los próximos años. Esos nuevos parados
cotizarían menos que los antiguos. Esto es cierto. También lo es que
el decreto incluía otras muchas mejoras para los trabajadores y que
hasta la aplicación del recorte en junio, se podría haber seguido
pactando, pero mientras habrían entrado en vigor esos avances. Unidas
Podemos lo hizo en la anterior legislatura: avanzar algo, mejor que no
avanzar nada. El camino elegido por Podemos es el inverso: hasta que
no se elimine la pérdida de derechos de unos, no aprobamos la mejoría
de los demás.

Pero el recorte no es una propuesta del Ministerio de Trabajo de
Yolanda Díaz, fue una imposición del Ministerio de Economía de Nadia
Calviño. Si el PSOE no cede, se pierden todos los progresos, que no
son pocos: se sube el subsidio 900 euros al año a 700.000 parados de
larga duración, se puede seguir cobrando en parte aunque se empiece a
trabajar, se cobra inmediatamente después de que se te acabe la
prestación por desempleo (sin un mes de carencia), se amplía el
subsidio a menores de 45 años y eventuales del campo, se aumenta en 28
días el permiso retribuido de lactancia, se priorizan los convenios
autonómicos (generalmente mejores) sobre los estatales… Creo que
debería haberse apostado por el bien mayor frente al mal menor, como
han hecho Bildu, ERC y BNG, con la condición de seguir negociando.

El problema es que Yolanda Díaz no quiere negociar con Podemos, esto
también hay que decirlo. Lo afirman los socialistas, molestos con ella
porque su enfrentamiento con los morados la han llevado a cortar todo
diálogo, complicando la legislatura, según ha contado Esther Palomera
en este medio. Puedo entender sus rencillas, pero no puedo aprobar que
la líder que dijo que venía a unir a todas las izquierdas y que ha
pactado hasta con la Patronal, anteponga en este caso sus diferencias
personales. Podemos no se lo ha puesto nada fácil, pero ella tampoco
ha facilitado el camino con sus vetos. Quien lidera, tiene que
liderar. El líder tiene que estar por encima del resto, no solo en las
maduras, también en las duras. La responsabilidad mayor es de quien
tiene mayor responsabilidad.

A Yolanda Díaz le preocupa mucho la desafección de los votantes. La
izquierda es hoy una fábrica de desafectos por su falta de afectos.
Más allá de los convencidos, no convencen. Cuando todos quieren llevar
la razón todo el tiempo, nadie la tiene. La razón se construye a
través del consenso y del disenso, pero nunca a través de la
intolerancia y del silencio. Díaz no ha sabido liderar el espacio de
la izquierda y Podemos no sabe asumir que ha perdido el espacio. Entre
todos, se están perdiendo. El PSOE solo tiene que ponerse de lado para
dejarles caer en su propio abismo. La izquierda fratricida es también
suicida. Esta legislatura puede ser la del final de la pluralidad y la
vuelta al bipartidismo, o la de la llegada de la ultraderecha al
gobierno.

Podemos cumple 10 años. Se cierra un ciclo político que empezó en 2014
y parece que la izquierda quiere cerrarlo del todo. Podemos porque se
ha convertido en su versión más agria, Sumar porque se ha convertido
en su versión más azucarada. Unos parecen inflexibles con todos, otros
demasiado flexibles con el PSOE. Unos son el ceño fruncido; otros, la
sonrisa permanente. Unos, el bastonazo; los otros, una muleta. Van a
acabar como en el Duelo a garrotazos de Goya, tan hispánico, hundidos
en el fango. Es una pena porque hay gente muy válida a ambos lados,
pero ambos lados se anulan mutuamente. Si no salen de su
ensimismamiento, de su papel intercambiable de víctimas y verdugos,
Podemos morirá matando y Sumar morirá sin haber nacido realmente. El
último, que cierre.

                                                         * * *
La edad y el tiempo
Vilma Fuentes (La Jornada)

El nombramiento de Gabriel Attal como primer ministro de Francia ha
tenido algunas consecuencias que no por ser previsibles dejan de ser
sorpresivas. Aunque no hubo suspenso alguno con el cambio de gobierno,
su inminencia murmurada a gritos por comentadores y políticos, la
espera se convirtió más que en la crónica de una transformación
renovadora en el folletín, o culebrón, decía José Emilio Pacheco,
sonriente, de un cambio anunciado.

Los eventos, aunque en una forma lenta que lindó con el hastío, se
fueron sucediendo anunciados incansablemente por los medios de
comunicación: renuncia de la primera ministra, Elisabeth Borne,
nombramiento de Attal en su lugar, continuidad en su cargo de los tres
importantes ministros al parecer inamovibles: el del Interior, el de
Finanzas y el de las Fuerzas Armadas, todos ellos provenientes de la
derecha tradicional.

El nombramiento más notable, por inesperado, fue el de Rachida Dati
como ministra de la Cultura, una política cercana del ex presidente de
derecha Nicolas Sarkozy. Ante esta designación, aunada a otras menores
y ante la continuidad de los inamovibles, el público no puede sino
preguntarse si el nuevo gobierno es francamente de derecha. Las
próximas acciones de Attal aclararán sin duda su posición. Por el
momento, el joven sucesor de la tecnócrata Borne parece decidido a dar
respuesta a las inquietudes populares, según anuncia, en lo que toca a
la educación y a la seguridad. Pronto podrá saberse qué medidas tomará
frente a la inmigración, el costo de la vida, la política europea y la
obediencia a Bruselas, así como a muchos otros problemas que asedian a
una Francia resquebrajada donde se van disolviendo la lengua y la
tradición francesas, para no hablar de la desaparición en marcha de un
tipo de civilización que tiene sus raíces en el cristianismo.

Si los problemas ya existían y la designación de Attal era previsible,
ocurre un fenómeno no previsto, consecuencia de su alabada juventud.
Los elogios ante su edad no cesan: cada uno encuentra una retórica
rica, barroca, churrigueresca para elogiar sus cortos años, sin
recordar las palabras del Eclesiastés: Desgracia al país cuyo rey es
un niño. Y, como si no bastara con repetir que es el primer ministro
más joven de la Quinta República, olvidando la escasa diferencia de
edad con la de Fabius (ministro de Mitterrand), la televisión muestra
imágenes de su infancia y su adolescencia, donde puede vérsele
haciendo teatro y otras maravillas dignas de su inteligencia precoz.
Así, se envía la luz cegadora de los proyectores sobre sus más jóvenes
años. Cabe recordar que Macron fue elogiado por su joven edad al
asumir la presidencia y no olvidar que esta nación se caracteriza por
la mayoría de una gerontocracia.

La consecuencia, ahora evidente, de esta juventud es el envejecimiento
súbito, casi doloroso, de los cuadragenarios, para no hablar de los
cincuentones o los sesentones, situación que podría decidir a enviar a
hospicios de viejos a quien aproxime los 70 años... en política.

¿Quién, al pasar cierta edad y ver a sus hijos mayores, al percatarse
de la juventud de los nuevos presentadores de noticieros, al mirar de
pronto viejo a un amigo no visto hace tiempo, no se ha encorvado bajo
el peso de su propia edad?

Los cuadragenarios de la política francesa, de izquierda, derecha,
centro o cualquier ultra, no pueden escapar a este sentimiento de
vejez cuando ven que un tipo más joven obtiene el puesto codiciado. Si
se tratara simplemente de un rival, un hombre o una mujer de la misma
edad, mejor si es algo mayor, el asunto no sería grave: el futuro
sigue siendo un porvenir, todo es aún posible. Pero, cuando de pronto
el futuro queda atrás, cuando el porvenir pertenece a una nueva
generación, puede tenerse un sentimiento tal vez algo doloroso pero
nuevo, inédito a fin de cuentas: la edad. Se comprende, acaso,
entonces, que la edad no tiene nada qué ver con el tiempo. Nuestro
propio y misterioso tiempo de ser.
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Miquel Angel Soria

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Jan 22, 2024, 2:00:57 AM1/22/24
to icv-euia_e...@googlegroups.com
Un dia com avui, l'any 1891 neixia Antonio Gramsci. Qualsevol dia és
bo per recordar-lo.


Hasta el CIS discrimina a los hombres
Isaac Rosa

El CIS pregunta si las políticas de igualdad están llegando tan lejos
que “ahora se está discriminando a los hombres”, y en realidad podía
ahorrarse la pregunta. Su propia encuesta ya es la prueba de que por
supuesto los hombres estamos discriminados en España: resulta que
incluye preguntas ¡solo para mujeres!, sin que los hombres podamos
contestarlas. En concreto cuando preguntan con qué frecuencia han
pasado miedo volviendo solas a casa por la noche, les han hecho
mansplaining o se han sentido discriminadas en el trabajo por ser
mujer. ¡Solo se lo preguntan a las mujeres! ¡Como si los hombres no
pudiéramos tener miedo de noche, aguantar que otros hombres nos
expliquen cosas o ser discriminados por razón de sexo! Ahí lo tenéis:
los hombres estamos discriminados hasta en la encuesta que nos
pregunta si estamos discriminados.

El párrafo anterior puede sonar a gracieta de columnista o noticia de
El Mundo Today, pero no: así lo contaba este martes un medio de
derecha (muy a la derecha, siendo generosos), al que no pienso enlazar
para no hacerles el trabajo. Mientras la mayoría de medios se fijaba
en ese 44% de hombres que dicen sentirse discriminados, o en otras
respuestas que prueban la desigualdad que sigue existiendo, un medio
de derecha (muy a la derecha, siendo generosos) denunciaba que el CIS
discrimina a los hombres al excluirlos de una pregunta. A la misma
hora, en otro medio de derecha (igualmente muy a la derecha, etc), un
combativo columnista afirmaba que por supuesto estamos discriminados y
somos víctimas de una operación totalitaria de ingeniería social del
feminismo. Y eso es solo el aperitivo: con seguridad esta semana
disfrutaremos decenas de columnas apuntando en la misma dirección.

Dicho lo cual, mi lectura de la encuesta es mucho más optimista. No
solo porque, leída entera más allá del titular, se comprueba que las
ideas igualitarias son mayoritarias en la sociedad española, también
entre los hombres. Sino porque viendo la pregunta de marras,
atendiendo al recuerdo de voto de los encuestados, la conclusión es
que no son los hombres quienes se sienten discriminados: son los
hombres de derecha y sobre todo de extrema derecha. Un 66,1% de
hombres votantes del PP, y un apabullante 88,1% de votantes de Vox,
por solo un 9,5% de votantes de Sumar, o un nada despreciable pero
minoritario 22,4% de votantes del PSOE (entre ellos, supongo, aquellos
“amigos” del presidente Sánchez que se sentían incómodos con algunos
discursos feministas).

Los “hombres blancos cabreados” que identificó Kimmel en la base
social de Trump, están también en España. Hombres blancos cabreados (y
mujeres, sí) de derecha y extrema derecha, que confirman y reafirman
su victimismo y su agravio escuchando la radio, viendo la tele,
leyendo prensa, navegando en redes sociales, recibiendo bulos por
WhatsApp o escuchando discursos políticos negacionistas en la
mismísima tribuna del Congreso, en tantos ayuntamientos y parlamentos
autonómicos, o en boca de la presidenta de una Comunidad (sí, la de
siempre).

En el caso de los más jóvenes -un 52% se sienten “discriminados”-,
consumiendo contenidos de fachatubers que hacen del feminismo su diana
preferida -y su negocio-, y que hoy son más nocivos para los
adolescentes que el demonizado porno. Que además el feminismo
conquiste espacios de poder y algunas de sus causas se
institucionalicen, tiene el riesgo de que sea percibido como
establishment por los más jóvenes “rebeldes” en tiempos en que “ser
facha es el nuevo punk”. Para algunos adolescentes celebrar en clase
el 8M o el 25N es tan excitante como el día de la Constitución.

El avance del feminismo tiene respuesta en la revancha del machismo,
claro, como ha pasado históricamente con toda lucha por los derechos,
que encontró resistencia, a menudo resistencia violenta. En el caso
español, la polarización y el antisanchismo de la derecha y la extrema
derecha colocan el feminismo en el mismo lote de “lo progre”, junto
con el cambio climático, Palestina, las mascarillas y tantos asuntos
en que el posicionamiento viene marcado por el rechazo al gobierno.
Tratándose además del autoproclamado “gobierno más feminista de la
historia”.

¿Qué hacer frente a este contraataque antifeminista, que además va a
más? No tengo ni idea. Leeré estos días a mis compañeras feministas.

* * *

'Razón de partido' frente a Estado de derecho
Javier Pérez Royo

Desde hace más de veinte años vengo sosteniendo que España es un
Estado de derecho, pero que deja de comportarse como tal cuando, con
el PP en el Gobierno, tiene que enfrentarse con el nacionalismo vasco
o catalán. Lo que la derecha española entiende como “razón de Estado”
sustituye al Estado de derecho. Se hace lo que el Gobierno presidido
por José María Aznar o Mariano Rajoy con mayoría absoluta en las
Cortes Generales considera que es lo que hay que hacer, prescindiendo
de los límites al ejercicio del poder que impone todo Estado de
derecho digno de tal nombre.

Una vez alcanzada la mayoría absoluta en el año 2000, el Gobierno
presidido por José María Aznar decidió extender la lucha contra el
terrorismo a todo el nacionalismo vasco. No era solamente el
nacionalismo vinculado con ETA el que tenía que ser combatido, sino
todo el nacionalismo vasco. Esa es la idea que está detrás de la
aprobación de la Ley de Partidos Políticos, que condujo a la
ilegalización de Batasuna, pero que también acabó conduciendo a la
condena aberrante de Juan Mari Atutxa, presidente del Parlamento
vasco, a cuya carrera política se puso fin con la aplicación
fraudulenta de dicha ley. La sentencia del Tribunal Supremo,
confirmada por el Tribunal Constitucional, acabaría siendo anulada por
el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, lo que forzaría al Tribunal
Supremo a aprobar una sentencia de revisión respecto del expresidente
del Parlamento vasco. Pero el Gobierno de la derecha española ya había
conseguido el objetivo que perseguía. Que el Estado español fuera
condenado por un uso desviado de la función jurisdiccional ordinaria y
constitucional muchos años después carecía de importancia.

También se ha hecho uso de manera desviada de la función
jurisdiccional para condenar a Arnaldo Otegi por la Audiencia
Nacional, el Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional. Condenado
a seis años de privación libertad y habiéndolos cumplido íntegramente,
la sentencia fue anulada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
En este caso, a diferencia de lo que ocurrió con la sentencia contra
Juan Mari Atutxa, el Tribunal Supremo se ha negado a dictar una
sentencia de revisión, sino que ha dictado una sentencia ordenando la
repetición del juicio, con el argumento peregrino de que a Arnaldo
Otegi se le había vulnerado el derecho fundamental a la tutela
judicial efectiva, es decir, había sido condenado
anticonstitucionalmente y que tiene derecho a ser condenado
constitucionalmente. De ahí la necesidad de repetir el juicio. La
sentencia ha sido recurrida en amparo y está pendiente de la decisión
del Tribunal Constitucional.

Este es el Estado de derecho español cuando el PP gobierna y tiene que
enfrentarse con el nacionalismo vasco. La obsecuencia del Estado Mayor
del Poder Judicial, Audiencia Nacional y Tribunal Supremo y,
desgraciadamente también de la Justicia Constitucional, respecto del
ejercicio del poder por el Gobierno de la derecha española y su
mayoría parlamentaria no puede tener ejemplos más emblemáticos.

La huida del Estado de Derecho por parte del Gobierno que presidió
Mariano Rajoy fue superior a la que protagonizó el Gobierno de José
María Aznar. En gran medida porque Rajoy heredó el sistema de
corrupción del PP que ya estaba operativo cuando él fue designado
presidente del partido y tuvo que hacer frente simultáneamente a la
deriva del nacionalismo catalán de la autonomía a la independencia
después de la STC 31/2010 sobre la reforma del Estatuto de Autonomía
de Catalunya y a la acumulación de indicios de corrupción en el
interior del PP.

En este caso el detonante que puso en marcha la supuesta “Razón de
Estado”, que más bien habría que calificarla de “Razón de Partido”,
fue la corrupción del PP. Mariano Rajoy fue investido presidente el 20
de diciembre de 2011. En ese momento se estaba esperando la respuesta
de la justicia suiza a la comisión rogatoria que le había sido
dirigida por la justicia española acerca de las cuentas que pudiera
tener el entonces tesorero del partido, Luis Bárcenas, en dicho país.
La información por parte de la justicia suiza llegaría en los primeros
días de 2012, es decir, en el momento en que el Gobierno popular tenía
que dar sus primeros pasos. Luis Bárcenas recurriría la decisión
judicial suiza, retrasando de esta manera en un año el acceso a la
información por parte de la justicia española.

Nunca podremos saber qué habría pasado si Luis Bárcenas no hubiera
interpuesto el recurso, pero no hubiese sido fácil para Mariano Rajoy
mantenerse en la presidencia del Gobierno con esa información
circulando. En todo caso, ese año fue utilizado por el Gobierno para
poner en marcha una estrategia defensiva, en la que el Ministerio de
Interior, con Jorge Fernández Díaz al frente, transformaría a la
dirección de la policía en la dirección de una “policía patriótica”,
con la finalidad de impedir que la información respecto de la
corrupción del PP llegara a los tribunales de justicia. Y en la que el
Ministerio de Justicia, con Alberto Ruiz Gallardón al frente,
dirigiría la operación de renovar el Consejo General del Poder
Judicial y de reformarlo para poder hacer el uso más apropiado del
mismo en la defensa del PP. En 2013 ya estarían operativas la “policía
patriótica” y el Consejo General del Poder Judicial, que todavía está
en activo.

Desde entonces, y hasta que en 2018 se aprobó la moción de censura que
hizo a Pedro Sánchez presidente del Gobierno, los Ministerios de
Interior y de Justicia fueron los instrumentos de defensa del PP
frente a la corrupción y de agresión contra el nacionalismo catalán.
El Consejo General del Poder Judicial sigue estando al servicio del PP
y el PP al servicio de los integrantes del mismo, designados por la
mayoría absoluta del PP en 2013.

De todo ello hemos ido teniendo indicios durante todos estos años,
pero la falta de diligencia de la fiscalía y de los jueces ha
bloqueado la investigación de estos hechos. Afortunadamente, la
investigación periodística de elDiario.es y La Vanguardia está sacando
a la luz las operaciones presuntamente constitutivas de delito de este
periodo oscuro del Estado de derecho español, por decirlo de manera
suave.

Tengo la impresión de que la resistencia del PP a la renovación del
Consejo General del Poder Judicial va a ser todavía mayor en las
próximas semanas o meses. ¿Puede imaginarse el lector qué estaría
ocurriendo si el Consejo General del Poder Judicial hubiera sido
renovado hace cinco años y si los nombramientos de jueces en la
Audiencia Nacional o en el Tribunal Supremo y en las presidencias de
las Audiencias Provinciales hubieran reflejado la expresión del
principio de legitimidad democrática de las últimas elecciones
generales? El PP se está defendiendo como gato panza arriba para
reducir en lo posible la investigación judicial de su corrupción y de
la huida del Estado de derecho para hacer frente al nacionalismo
catalán.

Atentos, porque de un partido que ha sido capaz de degradar a dos
Ministerios como son los de Interior y Justicia, convirtiéndolos en
instrumentos de protección frente a la investigación de la corrupción
y de agresión contra los representantes políticos de los nacionalismos
catalán y vasco, se puede esperar cualquier cosa.
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Miquel Angel Soria

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Jan 23, 2024, 1:30:36 AM1/23/24
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El 23 de gener del 2018, als 103 anys d'edat ens deixava el poeta xilé Nicanor Parra. Germà gran de Violeta, es va obrir camí en la literatura com creador de l'antipoesia el que va fer que destacats crítics i autors -Harold Bloom, Niall Binns o Roberto Bolaño entre d'altres- el consideressin com a un dels millors poetes d'Occident.
Una petita mostra del caràcter irònic de gran part de la seva poesia:

O CONTAMINACIÓN O COMUNISMO

Washington 15 UPI

los señores ecólogos están locos:
si disminuimos el ritmo  de producción crecimiento 
los comunistas nos doblan la mano
la alternativa ya se sabe cuál es:
o contaminación 
                            o comunismo

no hay x donde perderse
entre 2 males el menor
y.
                  Ecopoemas 1982

INRI
precursor de los vuelos espaciales
resucitó al tercer día
y se elevó a los cielos sin motor
                          Chistes para desorientar a la policía poesía 1982


El suicidio político de los golpistas
Pedro Miguel (La Jornada)

La prolongada conjura que políticos y funcionarios judiciales corruptos desarrollaron desde octubre pasado para impedir que Bernardo Arévalo tomara posesión como presidente de Guatemala terminó mal para ellos. El rosario de puñaladas legaloides culminó ayer con el empeño de evitar que los nuevos legisladores del Movimiento Semilla, el partido del presidente, tomaran posesión de sus cargos; como no lograron este propósito, se empecinaron en mantener el control de la Junta Directiva; tal vez así habrían podido armar las condiciones para hacerle a Arévalo algo parecido a lo que le hicieron a Pedro Castillo en Perú. Pero cuando se dieron cuenta de que tampoco lo lograrían, optaron por retrasar cuanto pudieron la instalación de la legislatura para, de esa forma, atrasar la juramentación del nuevo presidente, en un afán perverso por exasperar al pueblo, que esperó movilizado en las calles durante meses, y provocar escenas de violencia que habrían podido dar pie a la represión y a sabrá Dios qué otros escenarios, como el de un régimen de excepción.

Nada de eso les funcionó; al contrario, el dirigente de Semilla, Samuel Pérez, quedó a la postre como presidente del Congreso, éste se instaló y los diputados díscolos salieron de la sede parlamentaria entre coscorrones e insultos de la gente que se arremolinó para expresarles su repudio y hacerles evidente la cancelación de su futuro político. Los que soñaban con perpetrar un golpe de Estado son hoy unos apestados cívicos en Guatemala y en el resto del mundo, porque se exhibieron ante la nutrida representación que acudió a la toma de posesión del nuevo presidente. Coincidencia o no, ayer se supo que el gobierno de Estados Unidos deportó a Alejandro Giammatei, hijo del ex presidente del mismo nombre, el cual no tuvo arrestos para presentarse a la transferencia del mando de su sucesor y optó por enviar con un propio los símbolos del poder presidencial: un botón para la solapa, la llave de la caja en la que está depositado el ejemplar original de la Carta Magna y la banda presidencial.

Lo que habría debido ocurrir hacia las 4 de la tarde del día 14 tuvo finalmente lugar en las primeras horas del día siguiente y fue presenciado por muchos miles de tercos ciudadanos que se mantenían desde semanas atrás en el centro de la ciudad, particularmente frente al edificio del Ministerio Público –desde donde se dictaron las más vergonzosas medidas de persecución judicial contra los candidatos triunfantes en los comicios de 2023– y en la Plaza de la Constitución. Ahí, la multitud siguió el ritual de la juramentación, que se realizaba en el Teatro Nacional, situado a un par de kilómetros, con gritos de alegría, fuegos artificiales, bailes espontáneos, ondear de banderas y lágrimas, muchas lágrimas. Porque lo que estaban sintiendo muchos de los allí congregados era el fin de 70 años de terror, desapariciones, torturas, despojos, asesinatos, persecución, fraudes y hasta robo institucionalizado de menores.

Así pues, los intentos por evitar o postergar el arranque del nuevo gobierno acabaron fortaleciéndolo y debilitando a lo será a partir de ahora un sector de oposición sin espacio ni viabilidad. Pero el estallido de alegría de la madrugada no cambió de sitio los volcanes que rodean esta capital y el país amaneció enfrentado a la rutina del primer día del futuro. El presidente asumió el mando supremo de las fuerzas armadas y despidió a las delegaciones extranjeras que acudieron a su asunción. Ayer fue el día de toma de posesión de los alcaldes recién electos –poco más de 300– y, desde luego, Guatemala no amaneció cambiada de golpe. Ahora viene una fase nueva de la lucha por democratizar este país, que consiste nada menos que en sanear las instituciones –sobre todo, las judiciales–, podridas hasta el tuétano, y en empezar a recuperar las porciones del aparato de gobierno que puedan resultar útiles para las políticas que Arévalo anunció la víspera, empezando por el combate frontal y sin tregua a la corrupción, las inversiones en infraestructura y bienestar y la recuperación mediante el diálogo de la habitabilidad de Guatemala.

O sea que este país le espera un largo camino de recuperación, reconstrucción y sanación, paralelo en cierta forma a lo hecho por el gobierno de López Obrador en México. Tanto él como su par guatemalteco han hecho referencia a propósitos comunes, particularmente en lo que se refiere a migración y desarrollo. Así sea, porque las circunstancias históricas y políticas han sembrado una distancia absurda entre los dos países, hasta el punto de que el Suchiate, que no tiene más de 200 metros de ancho, parece en ocasiones más extenso que el Atlántico, y eso no es justo para nadie.

                                                  * * *
Washington, Londres y Tel Aviv, némesis de la ONU
José Steinsleger (La Jornada)

Uno. Curioso, el joven pregunta al profe de sociales acerca de los requisitos de un Estado para integrar la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Didáctico, el profe cita el artículo 4 del capítulo 2 de la Carta de la ONU, que dice: “Podrán ser miembros todos los estados amantes de la paz que acepten las obligaciones consignadas en la carta […], y capacitados para cumplir dichas obligaciones y se hallen dispuestos a hacerlo”.

Dos. El joven deduce: ¿Eso quiere decir que Washington, Londres y Tel Aviv incumplen tales premisas? ¿A causa de qué, Ucrania o Israel tienen derecho a defenderse y Rusia o Palestina no? Entonces, del portafolio, el profe rescata una entrevista al egipcio Boutros Ghali, secretario general de la ONU durante la guerra de Yugoslavia y el genocidio de Ruanda (1992-96).

–¿Por qué es tan estricto con Saddam Hussein, y no con otros dirigentes que también violan las leyes internacionales, como Netanyahu?

–Si lo que me pregunta es si hay dos pesos o medidas, le digo que sí. No se les mide con el mismo rasero ( El País, Madrid, 21/12/97).

Tres. Hete ahí la inquietud de millares de instituciones educativas, políticas, sociales y personas del orbe entero, que con angustia creciente observan el primer genocidio transmitido en tiempo real, contra el pueblo palestino, tal como dice uno de los editoriales más valientes de ese periódico (14/1).

Cuatro. En el poco citado panfleto El Estado judío, el fundador del sionismo Teodoro Herzl (1860-1904), escribió: Para Europa formaríamos allí (en Palestina), parte integrante del baluarte contra Asia, constituiríamos la vanguardia de la cultura en la lucha contra la barbarie. Como Estado neutral (sic), mantendríamos relaciones con toda Europa, que a su vez tendría que garantizar nuestra existencia (1895).

Cinco. Herzl sostenía que Palestina era una tierra sin pueblo, y los judíos un pueblo sin tierra. Con lo cual, a finales de la Primera Guerra Mundial, en coincidencia (¡vamos!), con el inicio de la explotación del petróleo a gran escala y la rebelión anticolonial de los árabes, Londres rediseñó la cartografía del antiguo Imperio Otomano, y poco a poco se fue erigiendo el baluarte contra la barbarie asiática soñado por los sionistas.

Seis. Profecía cumplida. Así lo sintieron personajes como el historiador polaco Benzion Netanyahu (1910-2012), papá del paleobíblico Benjamin. O el ucranio-estadunidense Maurice Blinken (1900-86), jefe del Instituto Palestino Estadunidense que en 1946 persuadió al gobierno de Harry Truman para establecer el Estado de Israel (1948). Y su hijo Donald (1926-2022), embajador en Hungría que presumía de haber instalado la base de operaciones más grande de Europa durante la intervención militar de la OTAN en Bosnia. Mi modelo a seguir y héroe, declaró Antony Blinken (nieto e hijo de ambos), cuando Joe Biden lo nombró secretario de Estado, a finales de 2020.

Siete. En 1967, el intelectual judío George Steiner (1929-2020), escribió: “Este estado de Israel va a torturar a otros seres humanos. Deberá hacerlo para sobrevivir […]. Y en Israel hay que ser un campo armado, hay que serlo, y armado hasta los dientes. Hay que tener gente encarcelada en condiciones a menudo terribles. Considero esto un precio que yo, no estoy dispuesto a pagar” ( La barbarie de la ignorancia, Ed. Muchnik, 1997, p. 45).

Ocho. El ultranacionalismo judío (o sionista) empezó como el nazifascismo europeo, con ínfulas socialistas, y rápidamente siguió sus pasos: supremacismo racial, expansión militarista, islamofobia y prácticas terroristas solapadas por el mundo libre. Convirtiéndose, por ende, en la única ideología que salió airosa tras el fin de la llamada guerra fría. Una ideología a la que adhieren el ultraevangelismo paleobíblico de ­Wa­shington y Londres, burlando la milenaria ética del judaísmo, y los anhelos de paz de los restantes 191 estados de la ONU.

Nueve. Con todo, en los primeros decenios de la ONU los pueblos pudieron manifestar su pensamiento en torno al asunto. En noviembre de 1975, por ejemplo, la Asamblea General aprobó la resolución 3379, que equiparó al sionismo con el racismo en general, y con el apartheid sudafricano en particular. Una resolución que Washington y Tel Aviv consiguieron anular en diciembre de 1991.

Diez. El Holocausto de Gaza sólo es posible con el apoyo de las hipócritas democracias occidentales, interesadas en la solución final del pueblo palestino. Botón de muestra: el canciller alemán, Olaf Scholz, quien algo aprendió de un nefasto antecesor en el cargo.

Once. ¿Qué resta de la hermosa Carta de San Francisco (1945), y de la propia ONU (1946)? Sin duda, su némesis. Voz de la mitología griega que alude a la venganza divina, o al castigo fatal que restablece un orden anterior. El orden del reino bíblico-militarista de David, que hoy impulsan Washington, Londres y Tel Aviv: del Éufrates al Jordán. Habrá que ver si lo consiguen.
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Miquel Angel Soria

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Jan 25, 2024, 1:30:56 AM1/25/24
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LA COMEDIA DEL SIGLO
En 1889, París festejó, con una gran exposición internacional, los cien años de la revolución francesa.
Argentina envió una variada muestra de frutos del país. Entre otros, mandó una familia de indios de la Tierra del Fuego. Eran once indios onas, ejemplares raros, una especie en extinción: los últimos onas estaban siendo aniquilados, en esos años, a tiros de winchester.
De los once onas enviados, dos murieron en el viaje. Los sobrevivientes fueron exhibidos en una jaula de hierro. Antropófagos americanos, advertía un cartel. Durante los primeros días, no les dieron nada de comer. Los indios aullaban de hambre. Entonces empezaron a arrojarles algunos pedacitos de carne cruda. Era carne de vaca; pero nadie quería perderse aquel espectáculo horripilante. El público, que había pagado entrada, se agolpaba en torno a la jaula donde los salvajes caníbales disputaban a zarpazos la comida.
Así fueron celebrados los primeros cien años de la Declaración de los Derechos del Hombre.
                                                                                                 Eduardo Galeano

               


¿Y si gritamos que estamos hartos de los jueces, sus señorías?

José María Izquierdo (El ojo izquierdo)

De nuevo otro choque con los jueces. Qué aburrimiento. Y qué grave. Los ciudadanos sienten en la piel que hay algo extraño cuando un magistrado en activo, pongamos como ejemplo Manuel García-Castellón, aparece en una conferencia pública, y allí suelta sapos y culebras contra decisiones del Gobierno. ¿Pero los jueces pueden hacer esas cosas? ¿Y la separación de poderes, dónde queda?, se preguntan las buenas gentes, atónitas ante las airadas manifestaciones contra el Gobierno de ilustres togados con sus lucidas puñetas a las puertas de los juzgados. Pero como dice ese amigo gallego del Ojo, ya antes citado en estas humildes columnas, todo es empeorable, y resulta que ese mismo juez, y tras él la cohorte de togas sacrosantas y defensoras a ultranza de la independencia judicial, como ellos mismos se autodefinen con cara de cemento, se encocoran y dan saltitos de berrinche porque desde el Gobierno les sacuden algún que otro pescozón, más bien ligero, que tampoco llega la sangre al río.

La cosa del terrorismo esgrimida por García-Castellón en el llamado Tsunami Democràtic tiene sus bemoles, cuando en este país el terrorismo de verdad, el de ETA, ha dejado un atroz reguero de muerte y desolación, 850 muertes, como para jugar con la definición de terrorista. Parece lícito, pues, que la ciudadanía se harte de esos jueces, tan peculiares. Pero dicho lo cual, permitan al Ojo inquirir de las autoridades gubernamentales qué genio de la comunicación –¿no hay una Secretaría de Estado dedicada a esos menesteres?– decidió que la personalidad más relevante del gabinete para soltarle las frescas al señor juez era la vicepresidenta Teresa Ribera. Respeta este vetusto comentarista los conocimientos técnicos que en torno a los objetivos de su departamento tendrá la señora, incluso admite que quizá sepa resolver hasta ecuaciones de segundo grado, pero recordarán ustedes que la vicepresidenta jamás ha sabido explicarnos los arcanos del recibo de la luz, del cómo y el porqué de sus subidas y bajadas, o en qué consistía, facilito para que todos lo entendiéramos, de qué iba aquello de la excepción ibérica. De oratoria más bien pedregosa, con claras dificultades para unir unas frases con otras, alguien la soltó en el circo romano frente a los leones. ¿Qué hacía una chica como tú en un sitio como éste? Lío sobre lío.

Pero por favor, que estas nimiedades no nos hagan olvidar el tema mollar de esta semana: la bochornosa actuación del Ministerio del Interior de Mariano Rajoy frente a la cuestión catalana. O contra Bárcenas, antes su gran amigo, si nos ponemos a ello, que en aquel ministerio había tiempo, dinero, comisarios de policía y estómago, mucho estómago, para ocuparse de ejecutar innúmeras canalladas a la vez, como en un circo de varias pistas. El tema de Cataluña es especialmente penoso y tiene unas cuantas derivadas que han causado daños gravísimos, quién sabe si irreparables, a la causa de la democracia y la convivencia. No es la menor, por difusa, la tarea de revertir la desconfianza de muchos catalanes frente a Madrid, sea cual sea su gobierno, y no sólo de los apaleados aquel triste 1 de octubre de 2017, que va a requerir toneladas de trabajo y empatía. Aquí ya han tenido ustedes mucha y buena información, con documentos y testimonios de primera línea sobre esta policía patriótica, sus espionajes y la elaboración de falsos dosieres, pero a todos nos queda la enorme duda de cómo se va a sustanciar esta aberración y de qué manera van a pagar sus autores y consentidores, por muy alto que estuvieran.

No es de recibo que varios tribunales se tiren la pelota unos a otros para no entrar a tratar el asunto. Mía, tuya, de nadie. La Fiscalía debe aguzar argumentos y acertar con la diana precisa para depositar allí, en esa exacta ventanilla, la denuncia adecuada en el lugar adecuado. Todo menos la impunidad que está dejando sin rozar siquiera al partido culpable de todo aquel desaguisado antidemocrático y corrupto. En esa bochornosa impunidad, Núñez Feijóo, su actual gran jefe, osa, además, situarse para su defensa tras las togas de ese Consejo del Poder Judicial envilecido. No, no se puede admitir que una sociedad democrática se permita el lujo de dejar sin castigo tales daños a la convivencia de sus ciudadanos.

Porque es de aquella desidia e ineptitud de Mariano Rajoy y Soraya Sáenz de Santamaría, aliñada con la desvergüenza de la llamada policía patriótica, informes sobre las mesas de todos los responsables de aquel Gobierno, de la que vienen estas cenizas y estos lodos a los que para mayor desvergüenza, es el mismo partido que los creó quien boicotea ahora cualquier amago de solución. Son los dirigentes del PP que causó el horror, tiene bemoles, quienes se constituyen hoy en defensores de la patria, la legalidad y hasta de la Constitución. Hicieron de bombero pirómano, sucias maniobras de mafiosos, y ahora se visten de salvadores con vistosos trajes ignífugos. Pero los conocemos. Y sabemos que mientras no se sustancien aquellos delitos y comparezcan en la plaza pública para cantar la gallina, nada podremos avanzar, porque con ellos no se puede ir ni a la vuelta de la esquina. Y menos aún si además los acompañan los bárbaros de Vox.

Es una pena que sigamos enzarzados en estas miserias que de tan poco provecho son para el respetable. A ver si acabamos con estas mandangas, y el Gobierno y sus socios, tan de izquierdas, se ocupan, por ejemplo, de buscar soluciones urgentes al drama de la vivienda y la juventud. Una vergüenza. Eso sí nos preocupa y a eso queremos que se dediquen en cuerpo y alma, y no a pelearse con otras cosas que no son las de comer. Hechos y eficacia. Ahí tienen que demostrar para qué y por qué se les ha elegido.

Algún apunte más, sólo para dejar constancia. Estuvo bien Pedro Sánchez, y por tanto España, rásquese a quien le pique, en la cumbre de Davos. Máxime cuando le tocó hablar tras el loco argentino de la motosierra y los pelos raros. ¡Qué extraña fijación de la ultraderecha liberal con lucir cabellera alborotada: Milei, Trump, Boris Johnson, Geert Wilders! No servirá de nada el discurso de Sánchez, pero queda bonita esa defensa de la socialdemocracia ante aquel auditorio donde flotaba, etérea nube, el efluvio que exudan las cuentas corrientes con muchos, muchísimos ceros. Nos pasó algo similar con las verdades del barquero que le cantó a Netanhayu en sus mismísimas narices. Sigue la masacre en Gaza, claro, ¡25.000 víctimas, qué horror!, pero un poco de dignidad siempre se agradece.

Adenda. Lleva algunas semanas la lideresa Isabel Díaz Ayuso danzando en la pista como pollo sin cabeza. Harto el respetable de sus números circenses, la reina del vermú ha exagerado la pantomima y ya ha caído en el ridículo. Sólo los paniaguados recipiendarios de sus innúmeras dádivas se resisten a decirle a la cara que la reina está desnuda. Primero acusó a Sánchez de querer matar de sed a Madrid y al poco de robarle la electricidad, que ya es cosa de hacérselo mirar. Luego, en compañía de la jefa de Vox, lanzarse a una campaña contra el gobierno “socialcomunista que ataca a las víctimas de ETA”. Entre medias, aquello de que los jóvenes no quieren trabajar. Y para rematar la semana, con el público mirando a otro lado, qué cosas dice usted, alma de cántaro, armó su ofensiva xenófoba y peligrosa, muy peligrosa, contra la emigración con sus mentiras sobre Alcalá de Henares. Pues tampoco. Aburre. Miguel Ángel Rodríguez, desesperado, se muerde los nudillos.

Vístase Ayuso de bombero torero. Quizá así…

                                                     * * *

La que han liado el Perro, el Coletas y Puchimón
Javier Gallego

Se confirma el golpe de Estado socialcomunista a la democracia. Perro Sanxe y el Coletas crearon una Policía Política para elaborar listas negras y llevar a cabo una caza de brujas contra el Partido Popular con la ayuda de Puchimón y los indepes que quieren romper España y destruir nuestra Constitución. El ministro de Interior de Sanxe ordenó crear informes falsos y listados de objetivos a los que perseguir con las informaciones fabricadas. Los documentos eran enviados al despacho de Perro y a un rebaño de periodistas apesebrados que hacían correr los bulos en sus panfletos. De ahí las tomaban los jueces corruptos para abrir causas sin fundamento contra los constitucionalistas españoles, hundir su reputación y condicionar los resultados electorales. Eso explicaría que los rojos hayan revalidado el Gobierno donde han instaurado un régimen totalitario.

Hablamos de violaciones gravísimas del Estado de derecho para atacar a todo el que se opusiera al plan de los golpistas: hablamos de informes policiales manipulados y de investigaciones no autorizadas por los tribunales, de la acusación falsa contra un patriota español de tener cuentas en paraísos fiscales, del intento de relacionar con el narcotráfico a un alto mando policial que no se plegó a las órdenes de la mafia, de la imputación del único fiscal jefe que estaba investigando, al que apartaron del caso. De hecho, a día de hoy, no existe ningún juzgado en España que investigue esta trama. La única causa abierta por estos hechos está en Andorra y el Tribunal Superior de Justicia de Madrid impidió que la jueza andorrana interrogara a Perro Sanxe. El poder judicial, controlado por el ejecutivo. Montesquieu ha muerto. Aquí yace la democracia.  

Afortunadamente, la prensa seria e independiente, la prensa de derechas, los Eduardo Inda, Losantos y compañía, aguerridos periodistas, han desvelado esta Operación España contra el constitucionalismo español y han puesto al gobierno ilegítimo contra las cuerdas. El Poder Judicial también se ha manifestado con dureza contra la flagrante lawfare practicada por jueces indignos de tal nombre. Y por supuesto, la ciudadanía crítica ha reaccionado para salvar la patria del golpismo comunista. Millares de valientes han salido a la calle en todo el país y han rodeado la sede del PSOE en Ferraz durante semanas para pedir una amnistía para los constitucionalistas injustamente perseguidos. El clamor popular contra la guerra sucia política, policial y judicial es unánime. ¡Amnistía para los presos políticos del proceso antiespañol!

Hasta aquí la ficción. Como ustedes saben, la realidad es justamente la opuesta. Es el Partido Popular el que creó la policía política, de la que elDiario.es y La Vanguardia están desvelando estas novedades. Fue el ministro del Interior del PP, Fernández Díaz, el que dio las órdenes en 2012, cinco años antes de la declaración de independencia en Cataluña. Son periodistas de la derecha los que han publicado las noticias falsas sobre los independentistas. Son los jueces madrileños los que impiden que interroguen a Rajoy en Andorra. Son el Supremo y el Tribunal de Justicia de Madrid los que han enviado a los afectados a la Audiencia Nacional y allí es el juez García-Castellón el que se ha negado a investigar. Este es el juez mimado por Génova que ha perseguido a Podemos sin éxito y que ahora acusa a Puigdemont de terrorismo para impedir que pueda ser amnistiado, cargándole con la muerte de un hombre que sufrió un infarto en el Prat un día que había manifestación por la independencia. La realidad supera la ficción.

Perdonen que haya tirado de ironía. Pretendía mostrar qué pasaría en este país si hubieran sido Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en colaboración con Puigdemont los que hubieran organizado las cloacas contra políticos de la derecha española y mostrar qué pasa cuando lo hace la derecha española contra sus rivales políticos, qué pasa cuando son los “constitucionalistas” los que violan la Constitución: nada. No pasa absolutamente nada. No hay manifestaciones ni tertulias en llamas ni una denuncia del Consejo del Poder Judicial contra la lawfare y contra los jueces que obstruyen la Justicia. No paran las rotativas ni abren los periódicos a cinco columnas para denunciar este atropello al Estado de derecho. Por eso el PP no quiere renovar el CGPJ: para que siga sin pasar nada. Hoy dice Feijóo que no hay Constitución en España porque los españoles no son iguales ante la ley. Y que lo digas, Alberto, y que lo digas.
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Miquel Angel Soria

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Jan 26, 2024, 1:30:18 AM1/26/24
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Les dades que tenen imortància en la vida de José María Valverde
sempre estan molt presents; en aquest cas la del seu naixement: el 26
de gener de 1926.
Després vindrien aquelles dades en les que l'acompanyàvem als actes
electorals en els que era candicat. Tot compromís! I sempre, la seva
poesia:

EL DÍA DEL PERDÓN

¿Por qué, en la edad propicia a la memoria,
no repaso el pasado a mi sabor,
y mi imagen, al verla en otro tiempo,
me inquieta, como el eco de mi voz?
Y no es que crea ser mejor ahora:
es el ver desde lejos cómo soy.
Tendrá que haber un día en que me pueda
servir el vino, hablarme sin rubor:
tendrá que haber al final quien me reúna
en paz conmigo mismo en el perdón.

¿Por qué, ente los que viven desangrando
al prójimo, no acierto a alzar la voz,
por más que estudie atento las astucias
de su arte, y su saber dar razón?
Mucho tengo y tenemos compartido
con ellos en el propio corazón:
tendrá que haber un día en que nos juzguen
a todos y nos quemen en amor;
tendrá que haber al final quien nos reúna
a todos en el fuego de perdón.



Me encanta el olor a pelotazo por la mañana
Isaac Rosa

Me encanta el olor a pelotazo por las mañanas. Como a Robert Duvall
con el napalm, a mí me pone el olor a dinero público despilfarrado. El
olor a estimaciones de beneficios futuros. El olor intenso a
chiringuito y comisiones. ¡Sniff! Aaaah, qué maravilla. Oigo a un
gobernante decir que un gran evento no costará ni un euro a los
ciudadanos, y ya estoy salivando. Empleos directos e indirectos.
Llegada de turistas. Audiencias millonarias en todo el planeta. Imagen
de marca global. No sigan, no sigan, que me pongo malo.

La Fórmula 1, por ejemplo. Oigo a un gobernante decir: “cuando pienso
en Fórmula 1 estoy pensando en empresas, en autónomos y en puestos de
trabajo”, para a continuación añadir que la celebración de un Gran
Premio en su ciudad no costará “ni en euro al bolsillo de los
ciudadanos”. ¿Díaz Ayuso? Frío, frío. ¿Martínez Almeida? Frío, frío.
¡Francisco Camps! En 2007, en la campaña electoral en la que prometió
la Fórmula 1 para Valencia. Ya sabemos cómo acabó aquello. Pelotazo.
Despilfarro. Corrupción. Me encanta ese olor por las mañanas, ya digo.

En el caso de Madrid, que acaba de anunciar su propio Gran Premio para
diez años, los números huelen que alimentan: 450 millones de euros
anuales en ingresos, 10.000 empleos directos, 800.000 turistas, 70
millones de espectadores. Y ni un euro público. ¡Milagro! Solo
preparar el circuito costará 100 millones, pero no saldrá ni un euro
del presupuesto. No habrá inversión pública, dicen, sino “facilidades”
para los inversores privados. “Facilidades”, apunten el eufemismo para
el día en que un juez decrete el secreto de sumario. Podemos jugar a
adivinar qué nombre gracioso le pondrán al caso. Hagan sus apuestas.

No tiene que pasar, ya sé. Quizás esta vez no pase. Quizás de verdad
monten un circo tan grande sin que nos cueste cientos de millones.
Quizás nadie se lo lleve crudo por detrás. Quizás no haya comisiones
ni chiringuitos. Quizás de verdad lleguen a la ciudad esos beneficios,
y además se repartan justamente y permitan mejorar la ciudad. Quizás,
quizás, quizás… ¡Que hablamos de la Comunidad de Madrid y el PP! ¡A
otro perro con ese hueso!

La broma empieza ya con el emplazamiento elegido: Valdebebas. Como me
encanta el olor a pelotazo por la mañana, cuando lo echo de menos me
doy un paseo por Valdebebas. Ciudad de la Justicia, sniffff. Ciudad
deportiva del Real Madrid, sniffff. Hospital Zendal, sniffff. El
circuito propuesto para la carrera pasará junto a tres emblemas del
pelotazo madrileño.

La Ciudad de la Justicia, el proyecto faraónico de Esperanza Aguirre
que enterró más de 350 millones (solo colocar la primera piedra ya
costó 1,4 millones), acabó paralizado y abandonado, pero por el camino
repartió millones a los amigos habituales mediante las prácticas marca
de la casa: concursos amañados, concesiones a amigos, contratos
troceados, despilfarro sin control. Ahí tomarán la primera curva los
pilotos.

La ciudad deportiva del Real Madrid. Allí se mudó el equipo tras el
mayor y más escandaloso pelotazo de la historia del deporte en España:
la recalificación de la vieja ciudad deportiva madridista donde hoy se
levantan cuatro rascacielos al norte de la ciudad. Plusvalías
multimillonarias que se embolsó en su mayor parte el club, mientras
las empresas de su presidente se beneficiaban con la construcción de
las torres. Allí empezó la era “galáctica” de un club hasta entonces
asfixiado por la deuda. Junto a la actual ciudad deportiva tomarán
otra curva los pilotos, cerca de los nuevos hoteles y el gran centro
comercial que se prevé construir, y que ya veremos quién se lleva.

Y el hospital Zendal. El hospital fantasma, infrautilizado, que
triplicó su coste inicial hasta más de 170 millones, con todos los
contratos adjudicados a dedo, tanto la construcción como el
equipamiento y los servicios para su puesta en marcha. Tercera curva
del circuito, miren qué velocidad, qué espectáculo.

En fin, que no aprendemos. O que algunos aprenden muy rápido. Lo
intentaron con los Juegos Olímpicos, y no salió (algún día caerán,
paciencia). La Fórmula 1 promete darnos grandes jornadas y mucha
emoción. Y no hablo de deporte. Sniffff, cómo huele…

* * *
El siglo de Lenin
Jaime Ortega* (La Jornada)

El filósofo cubano Fernando Martínez Heredia solía recordar a Lenin
cuando mencionaba que en la aritmética política los números no cuentan
igual. Esa era, decía, una de las mejores lecciones que el marxismo
del líder revolucionario había legado. Hoy, a un siglo del deceso del
también fundador del Estado soviético, su legado se encuentra en
perspectiva de abrirse paso franco en el mundo de las izquierdas –que
se han refugiado, con astucia, pero también con costos en Antonio
Gramsci y Rosa Luxemburgo–, sorteando los dos grandes infortunios que
impidieron su valoración cabal. Por un lado, el anticomunismo
visceral, ideológico, que ofrenda repetidamente las aspiraciones de
emancipación a la hoguera de la denuncia del totalitarismo. Por el
otro, el leninismo, corriente nacida al calor de la disputa por el
poder en 1924. De un lado tenemos al conjunto de la intelectualidad
liberal que se encuentra imposibilitada de imaginar formas de la
organización política y social más allá de la estrecha mentalidad de
mercado; del otro, quienes en la tensión por ocupar el poder (de
Bujarin a Zinoviev, de Trotsky a Stalin) construyeron un Lenin hecho
de citas a la manera de manual, de estatuas y de un culto excesivo e
irreflexivo, traicionando a quien cultivó la polémica incisiva y actuó
de manera flexible, tocando siempre el pulso a la coyuntura.

Un siglo después de su deceso es preciso preguntarse cuál Lenin será
leído y aprendido en el siglo XXI, tras los intensos debates, disputas
y múltiples controversias que han corrido amparadas en su nombre. Es
claro que queda una distancia considerable de aquel que fue convertido
en teórico de la centralidad del partido político, donde esta figura
asociativa adquiría las señas de una contrasociedad para la que se
vivía y se moría; encerrada en sí misma y cuyo daño mayor fue el
sectarismo. Y es que los partidos de hoy están muy lejos de los
contemporáneos de Lenin, y su fragilidad se muestra en la asunción de
múltiples formas organizativas que se sustituyen las unas a las otras
en breves lapsos, sin sedimentar cultural o ideológicamente. Tampoco
parece ser que el Lenin libertario, que proclamó en el famoso opúsculo
El Estado y la revolución que, tras los acontecimientos
revolucionarios, serían las formas comunales las que sustituyeron a
los aparatos centralizados y especializados, dando inicio a la
extinción del complejo estatal. El propio Lenin, tras el triunfo
revolucionario, enfrentó una situación 180 grados distinta a la que
vislumbró en aquel texto plagado de optimismo.

Quizá la apertura de Lenin en este siglo –o lo que va de él– puede
tomar otra perspectiva si se asume la necesidad del escenario de
crisis global por la que atravesamos. Desde mi perspectiva, hay dos
vertientes de su legado que resultan sugerentes. Una, marcada por su
inclinación a adaptarse a coyunturas cambiantes, a la flexibilidad de
atender la aritmética política y sus cuentas movibles en la idea de
una construcción de las mayorías. Aquella que convoca no tanto a las
certezas, los programas acabados y los principios inamovibles y más a
las respuestas contextuales. Un Lenin enclavado por entero en la
contingencia de la acción política, muy lejos de las –su­puestas–
necesidades de la historia. Y, que, al mismo tiempo, se presenta como
aquel que asume las consecuencias más amplias de los actos políticos,
como lo fue el proceso de apoyo y posterior oposición a la Asamblea
Constituyente tras el surgimiento de formas de decisión cuya
profundidad democrática –radicalmente plebeya– era más intensa.

El otro, es lo que corresponde al último Lenin. Es decir, aquel que se
encontró en las paradojas del ejercicio del poder político. Es un
Lenin que detestaba la burocracia y al conjunto del aparato estatal,
pero asumía la necesidad de la construcción y reforma del Estado. Es
el que llama a tener un Estado reducido y controlado, pero al mismo
tiempo eficiente y efectivo en su disposición de salvaguardar el
ejercicio político de las mayorías a través de los sóviets. Es también
el Lenin que afronta el fin de la guerra civil y llama a la
construcción de la nueva política económica, el que señala que
prefiere un técnico eficiente a decenas de voluntariosos militantes
inexpertos e incluso el que cavila la necesidad de aceptar la
inversión extranjera en sectores claves de la economía. Un Lenin
alejado de clichés y citas hechas a modo, sino aquel que se encargó de
la construcción de un poder que, al mismo tiempo, permitiera
reproducir formas democráticas desde el suelo profundo de la sociedad.

Se trata del siglo de Lenin, porque desde 1924 hacia nuestros días no
ha cesado la necesidad de volver a pasar, una y otra vez, sobre los
principales aspectos que su pensamiento y acción apuntalaron. Este fue
el siglo del renacimiento del liberalismo, pero también de la
configuración de su más profunda crisis; ha sido la centuria del
cultivo de la crítica del Estado, pero también de su recuperación
contextual; también de 100 años de debate sobre la revolución como el
gran acto de modificación de las relaciones de fuerza en el seno de la
sociedad. En Lenin se amalgaman los principales dispositivos de la
lucha política: la toma de posición, la necesidad de
práctica-pedagógica de la organización, el ejercicio de voluntad a
partir de cristalizaciones institucionales, la necesidad de una
técnica no tecnocrática, el que concibe al Estado como síntesis de la
sociedad y, sobre todo, el profundo acto democrático que debe
significar la revolución. Aún hay mucho qué discernir de una obra
(escrita y práctica) compleja, pero que permitirá conformar horizontes
de construcción de alternativas, porque, si algo es parte de su
herencia, es que las crisis son los mejores momentos para la
intervención política.

* Investigador UAM
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Daniel Paz -Rudi-. Hay cambios... o no tanto.jpg
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Miquel Angel Soria

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Jan 29, 2024, 1:30:56 AM1/29/24
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El 28 de gener de 1945 neixia el músic anglès Robert Wyatt, fundador de Soft Machine, de la que era baterista i líder de Matching Mole. Des de la dècada dels 70 desenvolupà un fort activisme polític a favor del comunisme. Està sempre a la nostra memòria perquè durant una època va viure amb la seva companya a Castelldefels on va mantenir contacte amb el nostre Partit. A la portada del seu disc Dondestan (1991) el dIbuix de la seva companya, Alfreda Benge, els situa a la sala del seu apartament des de la qual es veu la Mediterrània i, a una taula hi ha un número de l'Avant. Us deixo la peça Dondestan:
https://www.youtube.com/watch?v=DePMlMAjo58

Ara, als seus 78 anys, és un bon moment per retre-li un merescut homenatge.





La sólida transparencia de Ramón Xirau
Hermann Bellinghausen (La Jornada)

La geometría de Ramón Xirau, nacido hace 100 años en Barcelona, siempre lo mantuvo entre dos polos. Fueran los ángeles o los demonios de la lengua, fueran el catalán de la poesía o el castellano del pensamiento, fueran lo llano y cotidiano o lo indecible y sagrado, fueran la noche de San Juan de la Cruz o el día de Ungaretti que se ilumina de tan inmenso. Esa dualidad entre lo claro y el misterio también, cruelmente, lo hiere entre dos tragedias: la muerte de su padre y mentor Joaquín cuando él es joven y suele caminar con él rumbo a la facultad de Filosofía en Mascarones desde la vecina colonia San Rafael, y la pérdida absurda de su joven hijo Joaquín, pupilo suyo y también poeta. También cabe imaginarlos llegando juntos a la escuela, el padre maestro del Liceo Franco-Mexicano y el hijo alumno del hoy desaparecido Instituto Patria, a cuatro cuadras de distancia sobre la misma calle.

Aunque no sea evidente en una primera impresión, Ramón Xirau es un poeta que no teme a ninguna imagen ni a su opuesto, la imposibilidad que dicta lo invisible. Por donde se le asedie es un caso raro. Único. Mexicano la mayor parte de su vida, como poeta es, y sólo es, catalán. Porque no es un autor, sino dos. Piensa, enseña y conversa, filósofo congénito, en castellano. Mas la poesía, desde el primer momento en los 20 de la edad sucede en catalán, a tal grado que él nunca se traduce. Tan cercanos que podrían estar, el pensar y el cantar son mutuamente intraducibles. Lo harán sus amigos Octavio Paz, Pere Gimferrer, y sus pupilos como Marco Antonio Campos; finalmente, Andrés Sánchez Robayna nos dará la versión bilingüe de su Poesía completa (Fondo de Cultura Económica, 2007).

Es, con Agustí Bartra, el gran poeta catalán de México. Una poesía delicada, escueta, precisa (más en el original de su lengua tan económica, a la manera del inglés, que en nuestro desbocado y deslenguado idioma español). A la vez, como su paisano Luis Villoro, ocupa un lugar decisivo en nuestra tradición filosófica, comenzando por su Introducción a la historia de la filosofía que miles de bachilleres recorren desde hace 60 años, o su clásico Palabra y silencio (1968), hasta el más fino y cristalino ensayo teórico o crítico de su obra mayor, tan cercana con frecuencia a la poesía como lenguaje de lo sagrado, así en San Juan como en César Vallejo.

Siendo un maestro de ideas, es un artista de imágenes, sólo imágenes. Poeta mediterráneo que evoca las piezas para piano de Satie, Ravel, Messiaen y Mompou, el celo de Valéry, la sensatez de Juan de Mairena, sin ceder a la fijeza en las cosas que prosaicamente predica Francis Ponge. El nombre de cada cosa en su espacio de realidad no evita un oído atento a la voz intangible de los pájaros. Y sí, Miró, Tàpies, y como el poeta Rafael Segovia recuerda, Vicente Rojo.

El propio Xirau escribe en referencia a su amado Juan de Yépez: Las imágenes, más que espejos, son ventanas. Así, recorrer su poesía a partir de 10 poemas (1951) y El espejo enterrado (1955), a la amplitud de Gradas (1979) y Naturalezas vivas (1991), nos muestra siempre la misma voz sosegada. De éste último libro escribió Verónica Volkow: “En Natures vives la voz más que alzarse parece, por momentos, que se desnuda, que se hunde bajo el pudor de lo más hondo. Ciertos poemas hablan como diamantes, comprimidos por el dolor, el peso, el frío de las pruebas más difíciles, forzados a lo esencial. Es esa palabra esencial la única que, contra el abismo del mal y de la muerte, es capaz de sostenerse, sostenernos, la única capaz de convertir la noche en luz blanca”.

Diríase que lo suyo son el bodegón, el paisaje, la estampa, pero su poder no reside en lo que vemos en sus versos, sino lo que descubrimos a través de ellos. Gatos de cristal, punzadas de luz, olas brillantes que llevan en su cresta la del gallo de Stravinski, fresas tan frescas que remiten al naturalismo de William Carlos Williams o a la música concreta de Paul Cézanne.

Su vida descomienza en la guerra civil española. A partir de exilio la rehace en la soledad del pensamiento y en una melancolía afín a la del muy subestimado Emilio Prados, quien palideció como prefecto del viejo Colegio Madrid. Participa discretamente en la escritura hija de ese exilio tan importante para la cultura mexicana, con los numerosos autores que llegaron escribiendo, y los que aquí se hicieron, como Manuel Durán, Tomás Segovia o él mismo.

En su recomienzo vital, la poesía se le reveló, en un sentido teológico y en el freudiano trasfondo inconsciente, como una raíz clavada en la infancia. Contra lo que pareciera indicar su poesía de estampas casi castas, guarda una fuerte deuda con el libertino Catulo, según confesó varias veces.

Todo poema es visible, no explicable, afirma en 1978. Allí, la cosa es la cosa, el nombre es el nombre, pero el poema, esa construcción de palabra y silencio, en las manos suaves y precisas de Ramón Xirau es una ventana. Sean la vidriera de San Juan de la Cruz, las insinuaciones cromáticas de un vitral gótico o la inexistencia del cristal en la ventana abierta, donde la luz llega con el aire, entre lo que vemos y nosotros está el poema.

                                                       * * *

Terrorismo 'fake'
Elisa Beni

Las causas están ocultas. Los efectos son visibles para todos
Ovidio

¿Qué fue antes: el supuesto terrorismo o los vericuetos para amnistiarlo? ¿El huevo o la gallina? Es evidente que ningún sortilegio legal para conseguir amnistiar a encausados por terrorismo habría sido necesario si no hubieran aparecido procedimientos por terrorismo en torno a un movimiento que, por definición, ha intentado lograr la independencia haciendo “un truco”, la imposible “desconexión”, pero siendo esencialmente pacífico. No me mencionen, por favor, la violencia ambiental de la sedición centrada en una manifestación en la que se abolló un coche y se asustó una secretaria judicial. Ese es el origen de todos los males. Es evidente que no se hubiera imputado nunca a Puigdemont por terrorismo si no se hubiera pensado que esa era la mejor manera de presentar una prejudicial que paralizara su amnistía y le impidiera volver a España. ¿El huevo o la gallina?

Vamos con el terrorismo, con su definición chicle y con la contumacia de la Audiencia Nacional en amplificarlo ahora que, afortunadamente, este país se ha liberado en gran parte de él. Ahí en mi currículum debe figurar que cursé un master oficial y público de dos años en Seguridad y Defensa en el que, aunque me esté mal decirlo, saqué muy buena nota en la asignatura de Terrorismo, brillantemente impartida por mi paisano Fernando Reinares. No es el único contacto que en mi vida he tenido con el fenómeno en sus más diversas perspectivas, incluida la legal. Por eso puedo afirmar que a pesar de que existan múltiples definiciones de terrorismo –“si bien no hay una definición universal de terrorismo, en el ámbito de la UE se ha tratado de armonizar”, reconoce García-Castellón en su auto– hay algunas notas que le son características. El terrorismo es una forma de violencia política que utiliza actos concretos para extender el terror a colectivos más amplios en busca de su objetivo político; las víctimas no son importantes per se sino por el aviso y el miedo que amplifican. Eso era perfectamente claro en el caso de los terrorismos etno-nacionalistas como el de ETA. Lo es también en el yihadismo, que asesinando a miles de norteamericanos con un avión ha conseguido que toda la humanidad cambie su forma de viajar por miedo a una repetición. Por eso es incorrecto hablar de “terrorismo machista”, porque el asesino machista sí quiere acabar con esa víctima en concreto, no cómo símbolo, y porque su objetivo es matarla y no conseguir nada político creando el terror entre todas las mujeres.

También es necesario explicar cómo nuestra legislación antiterrorista se ha ido amplificando para hacer frente a una amenaza nebulosa y no organizada como es el yihadismo internacional. Bajo el yugo de ese temor hemos creado unos tipos de terrorismo que son ya tan amplios que no es precisa una organización terrorista y basta con haber visto unos vídeos en una web para considerar que existe auto radicalización. A pesar de los avisos, nadie vio nada malo en intentar acorralar a los yihadistas, si bien era obvio que una legislación de este tipo permitía convertir en terrorismo casi cualquier acto de protesta en el que se produjeran desórdenes graves o violentos. Prueben a leer el actual artículo 573 del Código Penal pensando en todo lo que cabe meter ahí sin que constituya el terrorismo que encaja con la definición básica y con lo que la razón y la experiencia nos dictan.

Por eso, en puridad, hay que afirmar que el terrorismo que el PSOE se ha avenido a amnistiar es un terrorismo bastante fake. Eso no empece para que se liaran a hablar de líneas rojas y tal y luego las hayan franqueado, que mejor les hubiera ido reconocer desde el principio que en los famosos procedimientos por terrorismo hay bastante trampa que rascar. Pero ahora ya han facilitado a sus oponentes un relato según el cual están dispuestos a amnistiar terroristas, a estos primero y a los de ETA después.

El procedimiento llamado de los CDR, ese que gritan las derechas que tenía explosivos e iba a atentar contra no se sabe cuántas cosas, se refiere a una extraña organización terrorista de la que no se ha vuelto a saber más y que ha dejado de perseguirse, porque no debe tener ninguna estructura más allá de la del grupo detenido cuando las protestas por la sentencia del Supremo. Cierto es que en él la Fiscalía pide la intemerata de años por pertenencia a organización terrorista –insisto, ¿dónde está la famosa organización que no la vimos ni la vemos?–, pero también les digo que la Sala de lo Penal le obligó a García-Castellón a dejarlos en libertad con fianzas de entre 5.000 y 10.000 euros que, me van a perdonar, en mi experiencia no son las usuales para peligrosos terroristas dispuestos a volar el Gobierno Militar de Barcelona del que tenían unas fotos. También habían buscado en Internet información sobre personas no independentistas –¡no fotis tu!–, así lo dice el juez en su auto. Yo no afirmo que no debieran ser encausados por tenencia, depósito o fabricación de explosivos, si se prueba que tenían algo más que precursores, pero de ahí a la organización terrorista catalana que solo han visto en la Audiencia Nacional va un mundo.

Lo de Tsunami Democràtic nos va a dejar vislumbrar cómo el terrorismo viene después de la certeza de la amnistía y es de aurora boreal. Esto lo reconocen los juristas y los jueces decentes, aunque sea en la intimidad. Este procedimiento por terrorismo recoge unos disturbios en el Prat, una marcha lenta para atascar Barajas, unos cortes de carreteras, el levantamiento de barreras de los peajes, el vertido de aceite en la C-55 y unos cuantos conciertos reivindicativos para protestar por la sentencia del procés, grosso modo. ¿Qué cómo se convierte esto en una organización terrorista liderada por Puigdemont? Agárrame el cubata. El procedimiento, iniciado en octubre de 2019, se mantiene secreto para poder investigarlo sin llevar a cabo ninguna diligencia durante cuatro años. Todo el que está en el mundo judicial conoce esa vieja e inane trampa para mantener abiertas carpetas que pueden resultar útiles. De pronto –no tan de pronto sino cuando conviene–, el 6 de noviembre de 2023, en plenas negociaciones del borrador de la ley de amnistía entre el PSOE y Junts, se cita como investigado por terrorismo en esta causa a Puigdemont, a sabiendas de que el terrorismo es una de las causas que permitirían al juez presentar una prejudicial al TJUE y paralizar el procedimiento, es decir, no aplicar la amnistía. Esto es así, lo diga o lo niegue Agamenón o su porquero.

Ahora incluso puede que la prórroga para continuar la instrucción se hiciera fuera de plazo, lo que debería llevar a un archivo. No es una formalidad. Por una formalidad de estas se han ido de rositas clanes enteros de mafiosos rusos en Alicante o corruptos del PP a porrillo. Como quiera que este terrorismo le da alipori a todo jurista que se precie de no ser un soldado, y de que la Fiscalía ha pedido que se deje de instruir como tal y que la Sala puede aceptarlo, el inefable instructor ha despejado la pelota y se lo ha mandado al Supremo porque Puigdemont, dicen, es aforado. Dicen, porque este aforamiento no figura en ley alguna, es una especie de legislación de los propios magistrados del Supremo. Me cuentan que estos ven como muy loco lo del atentado con una muerte por infarto y todo eso, así que puede que prueben a aceptar el caso como kale borroka, que, en el fondo, sigue siendo terrorismo y sigue permitiendo prejudicializar las dudas sobre si el terrorismo en amnistiable. El motivo está a la vista.  

He tenido que resumir mucho. Para cualquier jurista que lo desee tengo los documentos y los hitos procesales. Con todo esto sobre la mesa, ¿tenemos que preocuparnos más de que se amnistíen estos delitos que las malversaciones o los desórdenes públicos? Parece obvio que lo razonable es no inquietarse ni más ni menos porque, habiendo delitos, no lo son de la gravedad ni el tipo que se les pretende revestir. Es algo que llevo repitiendo desde que se empezaron a instruir. En eso yo no he necesitado hacer de la necesidad virtud sino que tomo por virtud no perder nunca el criterio, pese a quien pese.
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Miquel Angel Soria

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Jan 30, 2024, 1:30:12 AM1/30/24
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He deixat passar uns dies per a que la mèmoria, utiltzant l'efecte eco ens segueixi recordant una data, la del 24 passat en la que una banda de feixistes, buscant un dirigent sindical, assaltessin el despats dels advocats laboralistes del PCE i CCOO del carrer d'Atocha nº 55 a Madrid.
No ho oblido mai i cada viatge a Madrid, al sortir de l'estació d'Atocha pugem pel carrer fins arribar a l'alçada del mercat d'Antón Martín on es troba el monument basat en l'obra de Juan Genovès,  que recorda l'assassinat dels advocats Enrique Valdevira, Luis Javier Benavides i  Francisco Javier Sauquillo; de l'estudiant de dret Serafín Holgado i de l'administratiu Ángel Rodríguez Leal; deixant quatre ferits de gravetat.

Agraïm sempre a Juan Antonio Bardem la posibilitat de reviur els fets, per mantenir-los fixes a la memòria, amb la seva pel·lícula Siete días de enero.
No os oblidem.


El papel de Estados Unidos en la crisis de Gaza
Bernie Sanders* (La Jornada)

Han pasado más de 100 días desde que empezó esta guerra, con el espantoso ataque terrorista de Hamas que dio muerte a mil 200 israelíes inocentes y capturó más de 200 rehenes, de los cuales más de un centenar siguen cruelmente retenidos en cautiverio.

Y si bien en mi mente no hay duda de que Israel tiene el derecho de defenderse y de ir a la guerra con Hamas, organización que empezó esta terrible situación, no tiene el derecho de ir a la guerra contra todo el pueblo palestino y contra hombres, mujeres y niños inocentes en Gaza. Trágicamente, eso es lo que estamos viendo.

Como todos sabemos, la campaña militar lanzada por el derechista gobierno de Netanyahu ha conducido a una destrucción masiva y a un extenso daño civil. Hasta ahora ha sido, con mucho, la campaña de bombardeos más intensiva del siglo XXI. Y, como el presidente Biden ha dicho repetidas veces, y la prensa y observadores de derechos humanos han documentado exhaustivamente, este bombardeo ha sido en gran medida indiscriminado.

Los resultados de esta campaña de bombardeos han sido catastróficos. Desde el 7 de octubre, más de 24 mil palestinos han muerto por las bombas israelíes y más de 60 mil han sido lesionados. De esas víctimas, 70 por ciento han sido mujeres y niños. Se cree que miles más están sepultados bajo los escombros de edificios destruidos en Gaza.

Desde el principio de esta guerra, 1.9 millones de hombres, mujeres y niños palestinos han sido expulsados de sus hogares: 85 por ciento de la población total de Gaza. ¡Ni siquiera saben si podrán regresar a sus hogares! Son personas empobrecidas que no tienen idea de cuál será su futuro o si alguna vez podrán volver a sus casas.

Naciones Unidas reporta que más de 234 mil unidades habitacionales han sido dañadas y más de 46 mil hogares completamente destruidos en Gaza, que representan casi 70 por ciento de la vivienda disponible, cifra confirmada por el análisis académico de datos de radar por satélite. Eso significa, y esta es una realidad increíble, que la devastación de Gaza después de 100 días ha sobrepasado la destrucción de Dresde durante la Segunda Guerra Mundial, donde la mitad de los hogares fueron destruidos, y es mucho más que el daño en docenas de otras ciudades alemanas sometidas a años de bombardeos durante esa guerra.

Hoy día, no sólo la gran mayoría de pobladores de Gaza están sin hogar, sino que también carecen de comida, agua, suministros médicos y combustible. Un informe reciente de Naciones Unidas indica que la mitad de la población, de unos 2.2 millones, están en riesgo de morir de hambre y 90 por ciento declaran que regularmente pasan todo un día sin probar alimento. Luego los papás hacen esfuerzos extraordinarios para asegurarse de que los niños coman primero. El economista en jefe del Programa Mundial de Alimentos señaló que el desastre humanitario en Gaza está entre los peores que ha visto. Grupos de ayuda advierten que en las próximas semanas toda la población podría padecer hambre.

Hoy, cientos de miles de niños en Gaza, niños inocentes, mueren de hambre ante nuestros ojos. No podemos continuar mirando hacia otro lado. Debemos actuar.

Trágicamente, pese a los esfuerzos de la ONU y otros, pese a la creciente crisis humanitaria que estamos viendo, en realidad se ha vuelto más difícil llevar ayuda a la gente que la necesita. Los grupos de ayuda dicen que el acceso humanitario se deterioró en enero, en comparación con diciembre. Los camiones cruzan la frontera con demasiada lentitud, en un número demasiado bajo, pero ni siquiera esos camiones pueden ir más allá de la zona fronteriza inmediata porque los israelíes no los dejan avanzar con seguridad.

Esa es la situación que tenemos ahora. Trabajadores humanitarios que han pasado décadas sirviendo en zonas de guerra afirman que esta catástrofe va más allá de cualquier cosa que hayan visto antes.

Dios sabe que en todo el mundo se suscitan tragedias. Esta es una tragedia en la que nosotros, Estados Unidos, somos cómplices. Mucho de lo que sucede ahora se hace con armas y equipo estadunidenses. En otras palabras, nos guste o no, Estados Unidos es cómplice en la pesadilla que millones de palestinos están experimentando.

El Wall Street Journal informó el 1º de diciembre que Estados Unidos ha proporcionado por lo menos 15 mil bombas y 57 mil proyectiles de artillería a Israel, entre ellos, más de 5 mil 400 bombas enormes de mil kilogramos, capaces de destruir vecindarios enteros.

El Washington Post informó que, en sólo seis semanas después del 7 de octubre, Israel arrojó sobre Gaza más de 22 mil bombas suministradas por Estados Unidos. CNN reportó que casi la mitad de esas bombas eran de las llamadas bombas tontas, que no son guiadas.

Allí es donde estamos hoy. Han muerto 24 mil palestinos en Gaza, de los cuales, dos tercios son mujeres y niños, y otros 60 mil han sido heridos; 70 por ciento de la vivienda disponible ha sido dañada o destruida, y casi 2 millones de personas intentan sobrevivir con reservas inadecuadas de comida, agua, suministros médicos o combustible. La situación humanitaria se agrava por momentos. Cientos de miles de niños están en riesgo de morir de hambre.

Dada la escala de la destrucción y el uso extenso de armas estadunidenses en esta campaña, el Congreso debe actuar. Debemos asegurar que la ayuda estadunidense se utilice de acuerdo con los derechos humanos internacionales y nuestras propias leyes.

La verdad es que, desde ese terrible 7 de octubre en que Hamas atacó a Israel, el Senado ha tenido muy pocos debates significativos con respecto a esta guerra, pese a la horrible cifra de daños y a la profunda preocupación de muchos estadunidenses. Hemos aprobado resoluciones simbólicas, pero no hemos considerado una sola medida que lidie con la destrucción sin precedente, la crisis humanitaria o el uso de armas estadunidenses en una campaña militar que ha dejado tantos muertos, heridos y desplazados.

* Este artículo se compone de extractos de un discurso del senador independiente Sanders en el pleno del Senado, uno de los pocos disidentes públicos en la cámara alta respecto a la política estadunidense en Medio Oriente.

                                                                   * * *

Una disputa de liderazgos por el futuro de América latina
Por Emir Sader (Página/12)


En este siglo América latina tuvo cambios radicales, aunque en direcciones distintas. Como había sido la región privilegiada por el neoliberalismo en la última década del siglo pasado, ha sido, en la primera década de este siglo, la región privilegiada del anti-neoliberalismo.

En Venezuela y en Brasil se inició el proceso de superación del neoliberalismo, con el paso de la prioridad de los ajustes fiscales al de la implementación de las políticas sociales. Como el continente más desigual del mundo, con los correspondientes procesos de exclusión social, los gobiernos de Venezuela, de Brasil, de Argentina, de Uruguay, de Bolivia, de Ecuador, han comandado, a escala mundial, la construcción de un bloque de países que, en el plano internacional, protagonizaron la lucha por la puesta en marcha del posneoliberalismo.

Éste ha consistido no solamente en la prioridad de las políticas sociales, sino también en el rescate del rol activo del Estado, en las políticas de integración regional en lugar de los tratados de libre comercio con Estados Unidos.

Fue así como, a lo largo de por lo menos una década y media, América latina ha sido la región del mundo de liderazgo en la lucha antineoliberal. Al igual que, en esa lucha, ha proyectado a los principales líderes políticos, como Hugo Chávez, Lula, Tabaré Vázquez, Néstor Kirchner, Evo Morales, Rafael Correa.

Al final de la segunda década de antineoliberalismo, han comenzado a surgir procesos de resistencia, incluso de corte golpista, como fueron los casos en Brasil y en Bolivia, aunque de corta duración.

Pero lo cierto es que el momento de mayor auge del antineoliberalismo latinoamericano se ha agotado, sin perder su vigor.

El continente ha vivido una segunda ola de políticas antineoliberales, de distribución del ingreso, de fortalecimiento de los Estados, de disminución de las desigualdades sociales.

¿Qué situación vive hoy América latina? Después de procesos de reflote de la derecha, que tiene en Argentina y en Ecuador, sus expresiones más fuertes, la situación se ha vuelto más inestable y menos clara.

Brasil y México siguen teniendo, con Lula y López Obrador, los gobiernos más sólidos, que de forma más consistente, implementan políticas antineoliberales. Colombia, con Gustavo Petro, aun con inestabilidades y todavía sin mayor continuidad, también puede ser sumado a estos gobiernos antineoliberales.

En el conjunto del continente, se puede decir que hubo avances, pero la hegemonía del capital especulativo sigue vigente, no fue rota. La concentración de la riqueza se mantiene, así como la exclusión social. Aunque la economía ha vuelto a crecer, no ha disminuido la cantidad de gente viviendo, abandonada, en las calles.

Algunos países, entre ellos Brasil, México y Colombia han demostrado capacidad de avanzar hacia la superación del neoliberalismo. Pero no está claro qué modelo vendría después del neoliberalismo. Que tipo de Estado democratizado puede suceder al Estado actual. Qué tipo de estructura social seguiría a la del neoliberalismo.

Lo que es cierto es que hay un movimiento social y político fuerte, con partidos, sindicatos y movimientos sociales que expresan políticamente la izquierda en el continente. El siglo XXI seguirá siendo un siglo que contará con una América latina progresista, de lucha contra el neoliberalismo.

La tercera década del siglo, sin embargo, es un período de contradicciones entre los avances logrados y los retrocesos en algunos países. Con una presencia fuerte del liderazgo de Lula en el continente y en el mundo y con la existencia de un gobierno extremamente conservador como el de Milei.

La disputa es para saber cuál de los dos liderazgos será determinante para el futuro del continente. Lo cual definirá el destino de América latina en la primera mitad del siglo XXI.
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Iñaki y Frenchy..jfif
Eneko. Derecho de asilo.jfif
el koko. Decir no como acto de rebeldía.jfif

Miquel Angel Soria

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Jan 31, 2024, 1:31:27 AM1/31/24
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 LA COMEDIA DE LOS CINCO SIGLOS

HOY FUNCIÓN HOY: Portugal celebró a lo grande los quinientos años del desembarco de Bartolomé Dias en las costas del África. Convertido en un gran teatro de la nostalgia imperial, el país puso en escena al osado navegante que había llegado al Cabo de Buena Esperanza en 1487, en una época de alta gloria, cuando Dios había regalado a Portugal la mitad del mundo.
Actores vestidos al modo de los tiempos, sedas y terciopelos, finas espadas, sombreros de mucho plumaje, poblaron una copia exacta del navío de Bartolomé Dias, que se hizo a la mar y puso proa a l África.
En la playa sudafricana estaba previsto, habría una multitud de negros, saltando de alegría y de gratitud ante los navegantes que habían venido, cinco siglos antes, para hacerles el favor de descubrirlos. Pero esa playa era, 2n 1987, exclusiva para blancos. Los negros tenían prohibida la entrada, por esas cosas del apartheid.
Una eufórica multitud de blancos, pintados de negros, recibió a los portugueses.
                                                                                                              Eduardo Galeano

Com si fos l'arribada dels Reis en un poble governat pel PP o Vox, avui dia.


La distribución
José Blanco (La Jornada)


Un informe reciente de Oxfam, titulado Survival of the richest, iniciaba con estas palabras: “Vivimos un momento sin precedentes de crisis múltiples. Decenas de millones de personas se enfrentan el hambre. Cientos de millones más se enfrentan a subidas imposibles del coste de productos básicos o de la calefacción de sus hogares… Al mismo tiempo, todas estas crisis múltiples tienen ganadores. Los más ricos se han enriquecido de forma espectacular y los beneficios empresariales han alcanzado máximos históricos, impulsando una explosión de la desigualdad”. Los datos sobre el crecimiento de la riqueza de Musk, Arnault, Bezos, Ellison, Buffet, han circulado por el mundo. En México ha ocurrido lo mismo. Slim, Germán Larrea, Salinas Pliego, no paran de enriquecerse; los bancos obtienen ganancias sin precedentes.

En Davos se reunió el Foro Económico Mundial (FEM). Asistieron miles de personas y, dicen las crónicas, los grandes y buenos líderes políticos y empresariales llegados en sus jets privados y sus enormes séquitos. De cara a los informes del FEM, Rajeev Dhawan, economista de la Universidad Estatal de Georgia, dijo, refiriéndose a EU: Esto es menos una recesión y más un parón del crecimiento. El resto de las economías del G7 andan peor. Alemania retrocedió 0.3 por ciento en 2023 y podría hundirse aún más en 2024, con la industria manufacturera alemana contrayéndose a un ritmo interanual del 6-7 por ciento. Francia y Gran Bretaña, con cifras negativas en el último trimestre de 2023; lo mismo ocurre en Japón, peor aún en Canadá. Las economías se estancan o retroceden, pero los más ricos se vuelven más ricos y la pobreza aumenta.

Se derrumbó la URSS en los años 90 y, en simultáneo, el neoliberalismo ocupó todo el espacio de la política y la economía. El marxismo fue desalojado de todo círculo académico o político. Ese viento negro se llevó la teoría de la distribución de Marx. En la explicación neoliberal las ganancias capitalistas y los salarios son estudiados de manera separada, como si nada los relacionara. El ingreso nacional es entendido como la suma de los ingresos de todos los agentes económicos, una suma falsa.

El objetivo de El capital es explicar la forma en que el producto social se distribuye entre las principales clases sociales del capitalismo. Con la esclavitud se constituyó la propiedad privada y las comunidades se dividieron entre las clases que viven del trabajo y las que viven de la riqueza, hasta hoy en día. Cada formación social ha tenido su manera específica de distribución entre las clases propietarias y las desposeídas. En la sociedad capitalista, en un marco de generalización del dinero, el producto social asume la forma de mercancías, que se intercambian por dinero. Quienes viven de su riqueza, reciben un valor en forma de ganancia; quienes viven de su trabajo, reciben un salario. El valor/ganancia capitalista lo produce la fuerza de trabajo, porque la riqueza es capital muerto que por ella misma no produce nada. La ganancia capitalista es una plusvalía que consiste en trabajo no pagado.

Como lo sabe quien haya leído a Marx, la distribución tiene lugar en un primer momento entre las ganancias y los salarios de los sectores productivos, y en un segundo momento, en el resto de los sectores socioeconómicos, mediante el gasto de las ganancias y los salarios del primer momento. No es ningún misterio el origen de los ingresos de sectores como los tecnológicos sin incidencia articulada a los sectores productivos. Ocurre en el segundo momento. Así sucede con los ingresos fiscales. En los nuevos sectores modernos tecnológicos aplica la ley de valor. Su especificidad tecnológica los convierte en monopolios que trasladan valor desde otros sectores, a través de los precios, que pueden adquirir la forma de rentas.

Hay que ver delirios como los de Yanis Varoufakis en su libro Tecnofeudalismo. Está claro que no distingue entre las formas de la explotación del trabajo en las distintas sociedades con propiedad privada de los medios para producir. Ciertamente, se trata de una distinción de Marx. Hace algunos años Varoufakis se definió a sí mismo como marxista errático, no es raro que el economista marxista Michael Roberts lo haya mentado como más errático que marxista.

Es preciso tener en cuenta que la distribución del producto tiene oscilaciones cuantitativas por efecto de condiciones particulares de la situación de mercado de cada agente económico. Pero en un ejercicio dado, el ingreso de un año, por ejemplo, si los más ricos, y los bancos, ganan en proporciones superiores al ritmo de crecimiento del ingreso, esas ganancias extraordinarias proceden del ingreso de los de abajo. Por eso la pobreza aumenta. El fisco tiene obligaciones pendientes con las ganancias extraordinarias de los de arriba. La riqueza debe ser sujeta a gravámenes específicos, para así llevar mayor ingreso a los de abajo.

La derecha ha buscado echar un manto de olvido sobre la obra de Marx. Pero el capitalismo la mantiene viva.

                                                                  * * *
Israel ¿impune?
Luis Linares Zapata (La Jornada)


Nada parece detenerlos. Por el contrario, encumbrados dirigentes suyos –Yoav Gallant y Giora Eiland– presumen su arrojo y voluntad genocida de ir hasta las últimas consecuencias con sus bombas tontas y bloqueos precisos. Ambas realidades llevadas hasta el extremo: intensos bombardeos indiscriminados, incluyendo escuelas y hospitales, así como cerrar llaves de alimentos, agua, gas y medicinas. La perfecta y criminal fórmula para causar severos daños a una población, casi inerme, encerrada en un apretujado gueto de concepción y diseño de esa mayoritaria, supremacista, militarizada y colonialista mente israelí ya bien documentada.

Su presumida prepotencia ante la crítica opinión mundial deviene de la constante, totalitaria y tramposa cobertura que le presta EU. Una constante política que pretende usar a Israel como subrogada plataforma de fuerza ante las naciones de Medio Oriente. Al fortalecer la capacidad destructiva del ejército israelí, se imponen también los intereses de dominio estadunidenses. Por ello los apoyos fluyen en los órdenes necesarios para cimentar tal capacidad, disuasiva y ejemplar, en su determinación guerrera. Una cobertura que mucho le está costando al mando político y hasta al pueblo estadunidense. Con amplia seguridad, algo de ello se habrá de reflejar en los votantes respecto a las pretensiones de Joe Biden por relegirse. Los cambios de realidades y conciencia en el mundo es un reciente, pero acelerado, fenómeno geopolítico. El sur global es una más de las consecuencias derivadas de esos desplantes, soberbios y arbitrarios, de un imperio que se sigue pensando hegemónico y que ya no lo es.

De aquí que, la decisión del gobierno mexicano de enviar, junto con el de Chile, la petición a la Corte Internacional de Justicia para que investiguen posibles crímenes en Gaza por Israel, sea, en efecto, un paso por demás trascendente. Y lo es, en primer término, por responder a motivaciones de profunda humanidad. Se apoya tal compromiso en categorías morales y éticas como sostenes legítimos. Además, subrayan una valiente, digna y realista postura de política externa.

El gobierno de México no quiere voltear hacia el infinito y, mustiamente, ceder a temores por las múltiples y ciertas presiones que habrán de seguir. Bien sabe el presidente López Obrador del peso de las élites –en especial financieras– de muchos países que apoyan el seudoderecho del Estado judío para defenderse. Entendiendo por ello, el desproporcionado ataque a los palestinos como consecuencia directa. Los objetivos que sus obcecados dirigentes han mencionado (destruir Hamas y rescatar prisioneros) no caben en la feroz enjundia de sus ataques a la población civil. Ahí están las escalofriantes cifras y fundadas opiniones de una miríada de organismos internacionales que dan cuenta de la catástrofe ocasionada. Trátese de relatores de la ONU, o de su mismo secretario general, de la Unesco, de Médicos Sin Fronteras y muchas organizaciones humanitarias, incluyendo de civiles israelíes. Todas patentizando el genocidio en marcha como tétrica verdad activa o, al menos, detener la ofensiva en marcha.

La pretensión de expulsar a los palestinos de su tierra es, abiertamente, la desmedida pretensión israelí. Su premier así lo declara sin subterfugio. Israel quiere, desde hace tiempo, adueñarse de todo el territorio, ahora bajo su asedio y disputa. Razón por la cual no aceptan la creación de dos estados en esas tierras, a pesar de la determinación de la ONU de 1948. Hasta la misma creación de Hamas, impulsada y sostenida durante años por Israel, tuvo ese propósito. Crucial información que fue revelada por el comisionado europeo para las relaciones externas de la Unión Europea –Josep Borrell–. Fue, qué duda, una estrategia divisionista para mermar a la Autoridad Nacional Palestina (Al Fatah) ahora asentada en Cisjordania. Que hasta le tienen congelados los fondos fiscales que le pertenecen, pues los cobra Israel.

Se acumulan denuncias ante cortes internacionales por los agravios israelíes. En estos días, Borrell mismo presentó un plan integral de paz que cita a la acción, inmediata y combinada, de varios países. Tanto Bélgica como España lo impulsan, aun cuando hay notables disparidades en el seno de la comunidad europea. Las decisiones tanto de Sudáfrica, como de México y Chile, deben reconocerse en medio de los temores, enojos, reclamos y la indiferencia de otras muchas naciones. En particular hay que apuntar a las de árabes creyentes que callan y quieren pasar la ignominiosa página. Mientras, los riesgos ciertos de una generalización del conflicto se acrecientan.
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Miquel Angel Soria

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Feb 1, 2024, 1:31:58 AM2/1/24
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NUNCA , SIEMPRE

Nunca estuvo en mis ojos una sangre tan alegre,
tan triste y tan gozosa,
tan llena de luz, tan caliente de esperanza.
Nunca un dolor tan amanecido de flores,
tan herido de amor para el impotente verso,
dolor estremecido en largos brazos de una libertad espesa,
vegetal, rumorosa como la selva aparecida
de repente.
Nunca tus muertos han vivido tanto su muerte
como una aventura río arriba.
Oigo sus gritos de huesos rotos y ojos exorbitados
pariendo mi aventura.
Mi temor oigo junto a ellos
como un clamor de mártires sorprendidos
en la vigilia de la libertad
alimentada de hambre sola,
de sed,
la libertad,
de frío,
la libertad.
Y me digo, prendido de la llama,
el ala de colores transparentes,
que me buscaré en ti,
el muslo tenso para el salto,
el ojo agudo, incierto el labio,
todo terror en mi caverna honda
donde quiero con tu sangre
pintar el bisonte de la raza nueva

ANTONIO ÁLVAREZ SOLÍS.
Poema dedicat a Farabundo Martí, afusellat junt a dos companys el dia
1 de febrer de 1932.
No em puc resistir a transcriure el text d'un dels meus mestres:

LA COMPAÑERA

Más que nunca, la poesía.
Hoy más que nunca su exorcismo de chacales, su llamarada purificadora,
su memoria obstinándose. Azotada por una historia vertiginosa, en la
que nos perdemos bajo el torbellino cotidiano de la información, la
poesía más que nunca: sus ojos selectores fijando lo que no tenemos
derecho de olvidar, salvando piedras blancas, pájaros, instantes como
fogonazos de flash, la belleza, la dignidad de la vida. Más que nunca
allí donde buitres de fuera y de dentro se ensañan contra los ojos
abiertos de un pueblo, arrancan y desgarran las flores de la sonrisa y
el sueño, carroñas de sí mismos, millonarios y coroneles oliendo a
muerte; contra ellos, más que nunca, la poesía.
En la memoria de los hombres que luchan, ella es siempre una vela de
armas, la luz del fogón en la espesura de los montes, el trago de
agua, la que lleva de la mano a la batalla y al reposo. Y, con ella de
la mano, el pueblo de El Salvador entrará en su primera mañana de
libertad y de júbilo. Más que nunca, la poesía, porque en ella anida
el futuro.


JULIO CORTÁZAR


Page acelera por la autovía
Isaac Rosa

Como el kamikaze del chiste, García-Page va por la autovía cuando de
pronto oye por la radio que, cuidado, atención, peligro, hay un
socialista que circula en dirección contraria a toda velocidad.
“¿Uno?”, se pregunta él, “¡pero si van todos en dirección contraria,
no hago más que cruzarme con compañeros!”

Hace mucho tiempo que el presidente castellanomanchego circula en
dirección contraria a la mayoría de su partido, pero sigue creyendo
que los kamikazes son los otros. Mientras el partido cierra filas con
Pedro Sánchez y su apuesta por entenderse con el independentismo para
evitar que gobierne la derecha con la extrema derecha, García-Page
sigue por su carril con el piloto automático, seguro de ir en la buena
dirección. Es verdad que el PSOE ha dado más de un volantazo, pero son
tiempos de curvas locas y hay que manejar con audacia para no acabar
en la cuneta. No así García-Page, que cogió la raya del suelo y no la
suelta.

Ya la legislatura anterior se la pasó echando pestes del gobierno de
coalición, repitiendo que Podemos no era fiable, que era radical, que
solo traía inestabilidad. Olvidando de paso que él llegó a la
presidencia autonómica con los votos de Podemos, y tuvo varios
consejeros del partido morado.

Ahora en vez de Podemos toca independentismo, y García-Page lleva
meses repitiendo el argumentario de la derecha. Si repasan la
hemeroteca, verán que coincide palabra por palabra en cada ocasión: la
amnistía es un error y un engaño, el gobierno baila al son del
capricho de Puigdemont, el mediador internacional es una parodia,
estamos en manos de la derecha independentista, Junts es un partido
supremacista equiparable a Vox, lo del ayuntamiento de Pamplona es una
mentira a los ciudadanos, y lo último esta misma semana: “no hay
terrorismo bueno ni terrorismo malo”. Exactamente las mismas palabras
que dijo este jueves Núñez Feijóo. Como si hubieran recibido al correo
el mismo argumentario.

En su mensaje de fin de año a sus paisanos ya lo advirtió, con toda
humildad: “Me va a tocar defender la igualdad y la unidad de España”.
Defenderla contra su propio partido, por lo visto. Durante un tiempo
podía parecer que el PSOE jugaba a dos manos, las dos almas del
partido, el doble discurso: favorable a negociar con el
independentismo en unos territorios, mientras los barones al sur del
Ebro sostenían el discurso más españolista. Y le funcionaba. Pero
García-Page ha acelerado tanto por la autovía que se ha quedado solo.

Bueno, solo tampoco está: mientras se cruza con todos tus compañeros
de partido en dirección contraria, por su carril va bien acompañado
por toda la derecha política y mediática que le jalea. Tras el
teatrillo de Fitur –intencionado, pues era evidente que les estaban
grabando–, se ha encontrado con la crítica de todo el gobierno,
mientras los únicos que le han defendido públicamente han sido Feijóo,
Ayuso, Mazón y toda la alegre tertulianada de derecha. Debería darle
de pensar que los únicos que le aplaudan una y otra vez sean de la
derecha. Bueno, y González y Guerra, con los que Page se deja ver en
público cuando más críticos son con el partido.

Esto ya pasaba en tiempos de su predecesor autonómico, José Bono, que
gustaba de ser el verso suelto del partido en la época de Zapatero. Y
hay que reconocerles a Bono y Page que ese situarse a la derecha del
partido, especialmente en el debate territorial, les da buenos
resultados electorales en su región. Pero lo de Bono ya sabemos cómo
terminó: de ministro con Zapatero y luego presidente del Congreso. No
descarten que García-Page acabe igual de mal cualquier día.

* * *

El riesgo de corporativización de la decisión judicial
Miguel Pasquau Liaño , magistrado del TSJ de Andalucía y catedrático
de Derecho Civil

Está suscitando cierto revuelo la iniciativa de una asociación
integrada por juristas, entre ellos jueces y magistrados, de elaborar
unos modelos de auto suscitando una cuestión de constitucionalidad
ante el Tribunal Constitucional o una cuestión prejudicial ante el
Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre la Ley de Amnistía.

La iniciativa se justifica por sus promotores desde la premisa tajante
de que se trata –o se tratará, si se aprueba– de una ley que vulnera
la Constitución y los Tratados de la UE. No voy a entrar en el
(interesante y enormemente controvertido) fondo de la cuestión. No
pretendo añadir más argumentos a favor de alguna de las tesis que se
enfrentan. Lo que sí pretendo es poner de manifiesto el peligro de
convertir la cuestión de constitucionalidad (o la cuestión
prejudicial) en un instrumento “corporativo” del Poder Judicial, es
decir, de trastocar su auténtica e insustituible naturaleza
jurisdiccional y hacer de ellas un sustituto de un recurso de
inconstitucionalidad (o un recurso por incumplimiento) interpuesto
“por los jueces”. O por un conjunto de ellos.

Los promotores de esta iniciativa saben que cada juez, cada tribunal,
decidirá por sí mismo. Pero el resultado puede acabar siendo un
deterioro más de los instrumentos del Estado de derecho, al
estandardizar y colectivizar una decisión que sólo puede ser
individual, y llevarlo al terreno doctrinal (o incluso político),
abstracto, en el que el juez sólo pusiera, por militancia o por
pereza, su adhesión a un “movimiento”.

Existen guías y recursos para facilitar a un juez la tarea de formular
“cualquier” cuestión de constitucionalidad o una cuestión prejudicial.
Es algo inobjetable: son trámites de alguna complejidad que sólo
ocasionalmente en la vida de un juez se presentan, y es normal
elaborar guías procedimentales.

Lo que es insólito es que se distribuyan masivamente a través del
correo corporativo del poder judicial guías, instrucciones o
recomendaciones para actuaciones posibles sobre un asunto determinado
y concreto, incluyendo argumentación jurídica.

La cuestión de inconstitucionalidad no es un recurso de
inconstitucionalidad. La cuestión prejudicial no es un recurso por
incumplimiento. Los jueces no están facultados, como tales, para
interponer esos procedimientos, defendiendo una posición concreta.
Respecto del recurso de inconstitucionalidad, pueden interponerlo un
grupo de 50 diputados o senadores, o el Gobierno, o el Defensor del
Pueblo, y en algunos casos las Comunidades Autónomas. No el Consejo
General del Poder Judicial, ni 50 jueces.

¿Para qué, y por qué, entonces, la cuestión de inconstitucionalidad, o
la cuestión prejudicial?

La cuestión de inconstitucionalidad es un instrumento importantísimo
que abunda en la protección de la Constitución frente al legislador, y
que la estira más allá de círculo de legitimados para la interposición
del recurso de inconstitucionalidad. Su ámbito y alcance se ciñen al
caso de que un juez o tribunal, que deba aplicar una ley determinada
de manera decisoria en el caso concreto que juzga, tenga dudas sobre
su ajuste a la Constitución, cuando sobre tal cuestión no se ha
planteado un recurso de inconstitucionalidad, o, planteado, no se haya
resuelto aún por sentencia. En vez de no aplicarla, ha de preguntar al
Tribunal Constitucional, porque el ordenamiento jurídico presume la
constitucionalidad de las leyes aprobadas después de la Constitución,
y esa presunción dura hasta que el Tribunal Constitucional establece
lo contrario.

Es obvio que para llegar a formarse un criterio sobre la posibilidad
de que una ley que debe aplicar vulnere la Constitución o el Derecho
de la UE, el juez habrá leído opiniones publicadas, habrá escuchado
debates en radio o televisión, y habrá hablado con compañeros. Nada
tiene eso de particular: los jueces, por fortuna, no viven
ensimismados. Pero la decisión de preguntar al TC o al TJUE ha de ser
el resultado de una decisión personal. No sólo eso: la justificación o
motivación escrita de esa decisión ha de ser, también, tan individual
como lo es la de una sentencia sobre un caso concreto: de ninguna
manera cabe una motivación por remisión, ni estándar, ni copiada de la
sugerencia de un tercero que no es quien está juzgando el caso. Menos
aún si esos modelos sugeridos se elaboran antes de que el juez haya
oído a las partes en el procedimiento sobre el asunto, trámite éste
obligado como presupuesto para suscitar la cuestión de
inconstitucionalidad, precisamente porque se pretende que la cuestión
de inconstitucionalidad no resulte de un planteamiento ideológico o
teórico-jurídico del juez formado en debates doctrinales, tertulias u
opiniones publicadas, sino que brote de la necesidad del juicio
concreto, del caso concreto: la finalidad, para un juez, de suscitar
la cuestión no es “conseguir” que se declare insconstitucional una ley
y expulsarla del ordenamiento jurídico, sino aplicar la norma correcta
para el caso, y para eso tiene primero que oír a las partes
interesadas, y, sólo después, preguntar al TC (o al TJUE) si persisten
o se acrecientan sus dudas tras los argumentos de las partes, que han
de ser atentamente considerados.

Sugerir una estructura y contenido concreto para que un juez la adopte
no es un ataque a la independencia judicial, porque el juez no se va a
ver presionado para tomar una decisión que no quiera, ni para
argumentar de manera diferente a como piensa. El problema, el problema
serio, no es propiamente de intromisión en la labor del juez, sino la
desnaturalización de la cuestión suscitada que puede provocar si la
iniciativa tiene éxito. Si un juez “sigue el modelo”, bien puede
apreciarse que la resolución la ha dictado un tercero, y allá sus
responsabilidades. Si muchos jueces siguen el modelo, la cuestión
llegará al TC o al TJUE como un posicionamiento colectivo de un
“conjunto de jueces”, cuando no como un movimiento corporativo.

Es como si, en un asunto difícil, el juez encarga a un catedrático de
confianza, o a una Asociación Judicial, que le hagan un borrador de
sentencia. Así sería, en este caso, si el juez o el tribunal de un
caso en que sea de aplicación la Ley de Amnistía, hace uso de la
controvertida Guía y reproduce sus argumentos. Da igual que suscriba
personalmente punto por punto su contenido: sería una motivación
elaborada desde fuera, por un comité, un seminario o un sindicato. Una
decisión externalizada. Por eso la mejor noticia sería que la
iniciativa fuese ignorada por los jueces. Es decir, que cada juez
hiciera su propio esfuerzo para dilucidar, tras oír a las partes, si
suscita o no la cuestión, y en qué términos, sin utilizar el
argumentario de la Guía.

En resumen, entiendo que la asociación promotora de la Guía habría
debido limitarse a emitir un informe en el que legítimamente expresase
su convicción sobre la inconstitucionalidad y no conformidad con los
Tratados Europeos de la Ley de Amnistía. Pero embutir sus
planteamientos en forma de borrador de auto judicial y remitirlo, a
través del correo corporativo, a todos los jueces de España,
ofreciéndolo para que lo utilicen si conocen de algún asunto concreto
en que resulte de aplicación la Ley de Amnistía, me parece un error
grave y bien significativo de que, respecto de algunas cuestiones, la
voluntad de conseguir un objetivo importa más que el cuidado de las
instituciones. Aunque se haga con la buena intención de “salvar” las
instituciones.
Daniel Paz -Rudi-. La casta.jpg
Vergara. Herramientas.jpg
AllanMacDonald. Violencia contra las mujeres.jpg
LAZ. La realidad.jpg

Miquel Angel Soria

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Feb 2, 2024, 1:31:33 AM2/2/24
to icv-euia_e...@googlegroups.com
M'avanço dos dies ja que el naixement de l'Ovidi Montllor va ser el dia 4 de l'any 1942, però així ens dona temps, el cap de setmana, de recordar-lo i de recordar la seva música amb tots els sentits. Ja he dit en ocasions anteriors que l'Ovidi, una mica com a imatge de Jacques Brel, escenificava la seva música. La seva faceta d'autor sortia imparable; no era suficient escoltar-lo, calia veure'l.
I això és el que fem constantment.

 https://www.youtube.com/watch?v=A_MDrYvF9Tg


Bolivia: proyecto en peligro
Editoral de La Jornada


Las autoridades federales bolivianas sostienen que dos civiles han muerto y 11 policías han resultado heridos a causa de las protestas iniciadas el lunes por los seguidores del ex presidente Evo Morales contra los jueces que inhabilitaron su candidatura presidencial para 2025. Los fallecidos son una mujer de 53 años y un hombre de 57, quienes sufrieron problemas médicos y no pudieron ser auxiliados debido a los bloqueos carreteros en varios puntos del país. Morales acusa al actual mandatario, Luis Arce, quien fue su ministro de Economía y cercano aliado por muchos años, de estar detrás de la sentencia emitida por el Tribunal Constitucional el pasado 30 de diciembre, que lo inhabilita para contender por la Presidencia por ya haber ejercido el cargo en dos ocasiones; mientras, el gobierno denuncia que los cortes de vías y otras medidas de fuerza del evismo representan un intento de golpe de Estado.

La pretensión del líder histórico de volver a ocupar el Ejecutivo ha dividido al gobernante MAS (Movimiento al Socialismo) y ha abierto una fractura entre sus bases. Éstas reconocen las aportaciones de Evo y su larga trayectoria como dirigente social, pero no dejan de apreciar la buena conducción nacional en manos de Luis Arce y su equipo, quienes han dado continuidad al proyecto emancipatorio sin renunciar a actualizarlo.

Como muchos países con un pasado colonial, Bolivia tuvo durante siglos una población mayoritariamente indígena, pero era gobernado por una cerrada élite criolla racista, cipaya, violenta e inepta, enriquecida no por méritos o ingenio, sino por la apropiación de los recursos naturales y la explotación de los pueblos originarios en condiciones de esclavitud o semiesclavitud. En este escenario, el MAS no es un simple partido, sino la cristalización institucional de las luchas de los oprimidos, el instrumento político que permitió a los indígenas dejar de ser objetos y tomar su papel como sujetos de los asuntos públicos, guardianes de su autonomía y creadores de una institucionalidad nueva y contrapuesta a la que se construyó para someterlos.

En las últimas dos décadas, este movimiento-partido sacó de la pobreza y la pobreza extrema a más de la mitad de las personas que sufrían esas condiciones, recuperó la rectoría del Estado sobre la minería y los hidrocarburos, puso fin a la grosera injerencia de las agencias estadunidenses de espionaje, avanzó de manera inédita en la construcción de la soberanía nacional y fue ejemplo para el mundo al proclamarse Estado plurinacional, en el que las naciones indígenas se encuentran en igualdad frente a las instituciones de inspiración occidental. Para la consecución de todos estos logros ha debido sobrevivir a insurrecciones oligárquicas, a un golpe de Estado, al asedio constante de poderes foráneos ávidos de hacerse de los recursos estratégicos del país (como el litio y el agua), a múltiples formas de desestabilización y al desgaste natural de toda fuerza gobernante.

Sería lamentable que un proyecto tan trascendente naufragara por pleitos intestinos que pueden resolverse mediante el diálogo, el entendimiento y la conciliación. Cabe hacer votos por que los líderes y las bases encuentren las vías para resolver sus diferencias, anteponiendo el bien común a las ambiciones personales.

                                                                     * * *

Cosas que jamás puede hacer un juez
Elisa Beni

Le pouvoir conféré par nos lois aux juges d'instruction est exorbitant
Balzac

Fuera o no real que Napoleón le llegó a decir a un juez de Instrucción francés que era el hombre más poderoso de Francia, incluso por encima del emperador –obviando que en esa época a los jueces los nombraba él–, lo cierto es que a un juez de instrucción en el Estado de Derecho español en el siglo XXI no le está permitido todo. Por eso es especialmente grave que se jalee a uno por hacer cosas que le están vedadas por el simple hecho de que tiene un objetivo que resulta simpático. Un juez de instrucción es muy poderoso sobre todo si gran parte de la prensa y la política le jalea los desmanes y tiene a unos cuantos superiores dispuestos a compartir que el fin justifica los medios. Pasa y pasó. A mí me importa mucho menos todo lo que gira en torno a esta pugna que el hecho simple y llano de que se está avasallando el procedimiento y se hacen cosas que un juez de verdad no puede hacer. Por eso acuso en especial el silencio de los que saben, incluso mejor que yo, que hay cosas que jamás puede hacer un juez.

Un juez no puede tener procedimientos cajón de sastre aparcados y secretos durante años, sin llevar a efecto ni una diligencia, por si algún día le son de utilidad. No puede pero se hace. Es un truco tan viejo que no hay nadie que conozca los juzgados que no pueda nombrarles varios casos. Tsunami Democràtic es uno de esos cajones de sastre preparados para ser detonados cuando hubiera menester. El secreto de unas actuaciones tiene por único objeto preservar los fines de la investigación. Si no investigas nada, un procedimiento secreto es espurio.

Un juez no puede realizar investigaciones prospectivas ni rebuscar a ver dónde puede crear la apariencia de un delito. Está expresamente vedado por la ley. No puede librar oficios aquí o allí a ver de qué informe puede rascar algo. No puede nueve meses después de recibir un informe en el que no vio nada, desempolvarlo y pretender que hay un atentado contra la Corona en ciernes que se le pasó por alto.

Un juez no puede saltarse los principios legales que rigen la instrucción. La norma de limitar el plazo de instrucción penal la introdujo el PP. Por su aplicación redes completas de mafiosos rusos han sido dejados en libertad, así como corruptos. Si a un juez se le va el plazo de la prórroga de la instrucción –como se alega en Tsunami– no le queda otra que archivar le guste o no le guste.

Un juez no puede manejar la realidad para que se ajuste, al menos en apariencia, a lo determinado por la ley. Tampoco puede amoldar los conceptos de la ley a los hechos que tiene para obtener un resultado prefijado. Por eso un juez no puede pretender que “convocar actividades culturales, políticas y festivas” en una jornada de reflexión antes de unas elecciones generales, por mucho que no esté permitido o sea una desobediencia a la JEC, constituya “una interferencia en el proceso electoral” y que se convierta así en “interferir en el proceso electoral es una de las formas más palmarias de desestabilizar gravemente las funciones de las instituciones políticas” y como esa desestabilización es una de las finalidades que recoge el tipo de terrorismo, deducir que convocar tales actividades festivas o una acampada en la Universidad son actos de terrorismo. No hay mente lógica que pueda apoyar ese proceso y ni los juristas ni los periodistas, menos los de tribunales, a menos que sean tontos o que sean malos, pueden jalearlo.

Un juez no puede aceptar acríticamente un mero informe policial que además no se refiere únicamente a hechos sino a interpretaciones de estos. Es patética la reverencia que algunos quieren prestar a los papeles de las policías sin analizarlos. Si no hubiera visto a un magistrado aporrear una mesa al constatar cómo se la querían meter doblada en un informe o si no hubiera leído verdaderas obras de ficción con sello policial tal vez pudiera apostar por la infalibilidad de los informes policiales (que, por otra parte, de darse nos llevarían a ahorrarnos el procedimiento judicial ¿no?) Tampoco es nuevo que los informes o las acusaciones populares aparezcan justo cuando hay un juez dispuesto a utilizarlos. No nos chupamos el dedo.

Un juez no puede utilizar meras suposiciones como si fueran hechos o indicios suficientes. De hecho, la jurisprudencia le exige mucho más que eso para, por ejemplo, poder intervenir un teléfono. Escribir en papel timbrado “permite inferir que TD podría tener en mente realizar alguna acción en relación con la visita real” resulta inane en términos jurídicos. Veamos la sucesión de términos que no sólo no son hechos ni indicios sino que son un acúmulo de hipótesis o posibilidades: Inferir, podría, tener en mente, alguna... Aceptar que eso sirva de base jurídica es aceptar que todo ciudadano está expuesto a actuaciones arbitrarias.

Un juez no puede aceptar una parte de los hechos y desestimar la que no le conviene a su construcción. No puede dar por buena una conversación intervenida en la que se pregunta por el tipo de seguridad que acompaña a una comitiva real y obviar que en la fecha aportada por los metadatos de esta conversación dicha visita ya había sido suspendida por el coronavirus. Construir sobre eso una inferencia sobre alguna acción contra esa comitiva y convertirla en una ideación de un atentado es inaceptable en Derecho y en ética.

Un juez no puede pretender que su papel es evitar que el legislativo apruebe una norma que considera inadecuada o bien torpedear su aplicación. Sólo los mecanismos legales previstos para que otras instancias determinen su constitucionalidad sirven. Un juez no puede actuar pretendiendo que el Tribunal Constitucional de su país no es válido. Un juez no puede maniobrar para sabotear un proyecto de ley. “El juez inactiva las enmiendas”, “El juez complica la amnistía”, “El juez maniobra para anular el blindaje de Puigdemont”, “El juez no cede ante las maniobras del Gobierno” “El juez intenta esquivar el texto pactado por PSOE, ERC y Junts”. Cada uno de estos titulares, extraídos de medios laudatorios con esa actividad judicial, son descripciones de actitudes que bajo ningún concepto puede mantener un juez. En el apoyo y el halago incluyen sin pretenderlo el señalamiento del pecado.

Los jueces no pueden establecer redes de desobediencia preventiva a las leyes en tramitación. Un grupo de jueces, integrados en una Plataforma en la que hay otros juristas, han creado un manual para presentar prejudiciales que paralicen la amnistía y hasta proporcionan un texto tipo que presentar ante el TJUE. Ese grupo de jueces ha difundido el texto utilizando el correo corporativo del CGPJ a la mayoría de los jueces del país. La presentación de una cuestión prejudicial, para preguntar sobre derecho de la UE, es una actividad jurisdiccional individual, que compete a cada juzgador y que debe realizar de forma específica para el caso concreto que le ocupe. El correo institucional no puede usarse para semejante fin.

Un juez no puede actuar jamás conforme al principio de que el fin justifica los medios. Un juez está amarrado por los medios y no debe tener otro fin que no sea la búsqueda de la verdad sin salirse de los carriles del procedimiento instituidos para preservar los derechos de los justiciables y el buen fin de la justicia.

Nadie que crea en la función de un juez en un estado democrático puede aplaudir tales actitudes. Nada está por encima de eso. Los que no saben aplauden y los que saben callan. Tampoco un periodista puede hacer cualquier cosa. Los que no se despiertan cada día con un ansia absoluta de verdad, caiga quien caiga, mejor se quedan en la cama. Porque hay cosas que jamás puede hacer un periodista y entre ellas se cuenta jalear los desmanes de un juez.


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Miquel Angel Soria

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Jacques Prévert, l'inoblidable autor de Paroles -entre moltes altres-
o de la lletra de Les feuilles mortes va nèixer el 4 de febrer de
1900, Va deixar petites joies que, no amb l'intensitat que voldríem,
anem recuperant. A Enfance, publicat a Choses et autres , llegeixo:
"De tant en tant anàvem també de visita, a prendre el té a casa
d'alguns amics, de "relacions", com es deia aleshores. Els he oblidat
a tots. nogensmenys, recordo als Toucas-Massillon. Vivien en Neully,,
en una bonica casa d'un barri on l'herba trepava, tenaç, sobre els
murs ratllats de fusta verda. Hi havia allà una senyora de gran dolçor
i mon pare parlava amb ella de les cigales i de Provença.
Era un jardí molt bonic, jo jugava amb un nen de cabells arrissats,
una mica més gran que jo, que es deia Louis.
Com hagués pogut endevinar que el tornaria a veure un dia, molt
després, i que es diria Louis Aragon."
De Fatras m'agrada la

CARTA OBERTA

A l'abat Vienot,
capellà de la parròquia de Sant Roc,
París.

Senyor:
M'agradaria saber amb quin dret, diví o d'altra classe, s'ha permés
vosté, al seu butlletí parroquial Le Messager (El Missatger),
reproduir amb un títol canviat -amb la fi d'enganyar- un text signat
per mi i publicat fa molt de temps. Nota: es tracta de Déjeuner du
matin (Paroles)
Administrant així, tipogràficament, el sacrament del matrimoni a dos
éssers de tinta, de paper i -Com podria saber-ho vostè?- potser al
mateix temps de presència real, de carn i sang, ¿no ha obrat vostè amb
una lleugeresa inconcebible?
¿Qui li diu a vostè que no ha disfressat a dos innocents,
imprudentment; a dos encantadors homosexuals, fent-los víctimes del
dret conjugal?
Si vostè volgués donar-se el treball de llegir atentament aquest text,
es veuria obligar a reconèixer que res el permet rebutjar aquesta
aventurada hipòtesi.
El temps ha passat, segurament, però la sobtada importància dels
problemes sexuals i matrimonials en tots els recents debats, a Roma,
dels Pares Conciliars, em permeten considerar que vostè ha estat,
inconscientment, guiat pel Diví Radar que els Incrèduls anomenen
encara sort o atzar i potser ha posat la primera pefra teologal d'una
ciència nova: la homogrupogènesi, llençant un fulgor nou i necessari
sobre el transcendental misteri de la descendència d'Adam i Eva, els
vostres primers pares.
Així, sense remontar.nos fins l'epifenòmen de la multiplicació dels
pans, podrem potser aviat, gràcies a aquesta ciència, tenir nous
fulgors i fins i tot altres llums sobre altres misteris.
Aleshores, La Santa Uterinitat, el mateix que la Immaculada
Contracepció, ens semblaran més clares, sense perdre, no obstant, res
del seu misteri.
Termino amb algunes frases de cortesia que tinc el tacte, i el plaer,
de mantenir en secret.

Jacques PRÉVERT

I Déu
sorprenent Adam i Eva
els hi va dir
Continueu us ho prego
no us molesteu per mi
Feu com si jo no existís.


La impenetrable madeja de la amnistía, los jueces y el terrorismo
José María Izquierdo (El Catavenenos)


Ninguna duda en el arranque. Amnistía, terrorismo, jueces. Una lágrima
de angostura, agitar con energía y servir bien frío, con hielo picado.

Al bulto. Guadalupe Sánchez, The Objective. “Sanchismo punitivo”,
título. Texto: “España es una anomalía en la UE, pues ningún otro
Ejecutivo ha delegado en los delincuentes la redacción de las leyes
que les procuran su propia impunidad”. LD. “El juez García Castellón
consigue sortear el 'terrorismo light' pactado por PSOE y Junts para
salvar a Puigdemont”. Abc, Ángel Expósito. Bajo el título
'García-Castellón': “Se trata de blanquear a ETA y a los golpistas del
'procés' deslegitimando a los jueces. Y para ello sirven igual Otegui,
Puigdemont o Teresa Ribera”. Mismo medio, Salvador Sostres. “Fue
terrorismo y yo estuve allí”. Antonio Pérez Henares, en El Debate. “La
peor infamia de la amnistía sanchista”. “El engendro jurídico contra
la Constitución y contra la dignidad de España como Estado y como
pueblo soberano tiene muchas aristas, a cada cual más tóxica y
perversa”. Pilar Cernuda, The Objective: “¡Qué bajo hemos caído!”.
Sigamos en la estela: Luis Ventoso, en El Debate: “Chávez (perdón,
Sánchez) lanza la cacería a los jueces”. Y en el mismo digital, Mayte
Alcaraz, “Pumpido, el fiscal que ha hecho de su toga una bayeta”.
OKdiario. “La Ley de Amnistía de Sánchez abre la puerta de la cárcel a
40 etarras ‘buenos’”. Volvamos al Abc con Luis Herrero: “Sánchez
acabará engullido por la serpiente pitón que ha elegido como compañera
de viaje. Si hay algo que los electores desprecian es a un pelele”.
Antonio R. Naranjo. El Debate. “Claro que es un golpe de Estado y
Sánchez es un golpista sobrevenido”. Irene González, Vozpópuli. “No sé
si los españoles están narcotizados y moribundos y se han terminado de
acomodar a la africanización o a la peor latinoamericanización posible
de España, primero en sus calles con las bandas y manadas; y luego con
un Gobierno fuera de control con poder absoluto y sermones de
democracia. Ni Pablo Escobar gozó de tanta impunidad y con tanta
insolencia”.

Y ya en plan estrella, vuelo alto, Antonio Caño, en The Objective,
angustiado por esta horrible situación que nos encoge el alma.
Especialmente gustosa la última frase: Permitan cita larga: “Los
hombres se sienten amenazados por las mujeres, los viejos por los
jóvenes, los habitantes de los pueblos por los de las ciudades, los
aragoneses por los catalanes, los navarros por los vascos, los
madrileños por todos los demás. Y viceversa. Por no hablar del rencor
guerracivilista (…) Igual que el PSOE, convertido en el Partido de
Sánchez, culpa hoy al PP por el procés, mañana culpará a la Guardia
Civil por el terrorismo en el País Vasco”. ¿Han tomado nota?

Pero quizá para entenderlo necesiten un lenguaje más directo. Hugues,
en La Gaceta. Título: “Un régimen etarra”. Lean: “El régimen actual es
etarra en su preparación, es etarra en su nacimiento, es etarra en su
narrativa, es etarra en su morfología de Estado Autonómico, es etarra
en la plurinacionalidad casi conseguida, es etarra intelectualmente en
la segunda fase de gobiernos socialistas, y es etarra en la mutación
federalista que deberá cupular (con u) la Monarquía Leticiesca”.

Vamos hoy a embarcarnos en la desastrosa, funesta, aciaga situación
económica que atraviesa España, agobiada por este régimen bolivariano
y la representante de Satanás en nuestra península, Yolanda Díaz. Los
buenos datos de empleo o de inversión extranjera, pura propaganda.
Crean ustedes a la alegre muchachada. Por ejemplo, The Objective: “El
Ibex estalla contra el intervencionismo de Sánchez y anticipa una
caída de la inversión”. Libertad Digital. Carlos Cuesta: “Hacienda
quiere la mitad de tu subida de sueldo y de pensión”. O José María
Rotellar: “La inversión extranjera huye de España por Sánchez”. La
Razón. Carmen Morodo: “No es broma, Sánchez promete al Ibex muchos
mimos (y algunos le creen). Por muy buenas que fueran las palabras del
presidente en el cuartucho (de Davos), no habrá paz social ni los
empresarios dejarán de ser un muñeco al que apalear, figuradamente,
como la piñata de Vox ante Ferraz”. Incluso su director, Francisco
Marhuenda: “El matonismo del yolandismo con los empresarios”. “La cara
amable del yolandismo se ha visto sustituida por el autoritarismo
característico de los líderes comunistas”. The Objective. Manuel
Llamas: “Yolanda Díaz te quiere pobre. La ministra busca empobrecer a
todos los españoles para poder justificar y extender aún más el
asistencialismo estatal, con el fin de comprar votos”. A su lado,
Román Cendoya: “Yolanda, ruina de España. Representa el catastrófico
modelo económico y social de su ideología. Cada presunto derecho
social que conquista es un paso más hacia la ruina colectiva”.

¿Más? Pues claro. Vozpópuli, por ejemplo: “Yolanda Díaz quiere
infiltrar trabajadores en los consejos de empresas para controlar
dividendos”. O Carmelo Tajadura, compañero en el mismo medio. “Otra
vicepresidenta con competencias que afectan a las empresas es la de
Sumar. Qué quieren Vds. que les diga sobre una comunista poco
intelectual que, en un gobierno de uno de los principales países de la
Unión Europea, es algo realmente extraño. Sus actuaciones se mueven
entre lo ridículo y lo lesivo para la economía española”. Que no nos
falte el rigor informativo de Periodista Digital: “El Ejecutivo
socialcomunista recupera, en versión siglo XXI, las cartillas de
racionamiento. Se trata de unas tarjetas monedero que irán desde los
130 a los 220 euros al mes en función del número de miembros que
conforman el núcleo familiar”. Dejen al Cata que les presente esta
joya de José García Domínguez en The Objective. Lean con atención: “Si
aspira a renacer, la izquierda tiene que leer otra vez a Marx y a
Engels, maestros de los que nunca se deja de aprender, pero también a
don Laureano López Rodó, aquel brillante planificador franquista que
se adelantó en más de medio siglo al Comité Ejecutivo del Partido
Comunista Chino en el diseño de una política estatal exitosa de
desarrollo industrial. Marx y López Rodó, sí”. ¿Todavía piden ustedes
un broche más brillante para este apartado? De El Debate: “Yolanda
Díaz no es tan fan de la 'moda galega': se gasta 620 euros en un traje
de marca de lujo francesa”.

Esta semana la han tomado con el ministro de Cultura, Ernest Urtasun,
y la descolonización en los museos. Como fieras corrupias. Empecemos
por el incombustible Alfonso Ussía en El Debate: “Este altivo
tontorrón se enfrenta, ahora de verdad, con la gente de la Cultura,
que no son los cineastas gorrones. Historiadores, filósofos,
directores de museos, catedráticos, críticos de arte, exministros de
Cultura y académicos de Bellas Artes han manifestado su estupor por la
medida anunciada por el vanidoso individuo”. Su vecino de columna,
Gabriel Albiac: “¡Ardan los museos! ¡Desguacemos el Prado, retornemos
a la inocente barbarie! Orden ministerial: ¡ardan los Museos!”. Abc.
“Los expertos, sobre la descolonización de los museos: Urtasun sigue
en la dinámica de desprestigiar a España”. Sergio Fidalgo. Okdiario.
“Si no le paramos (al ministro Urtasun) acabará con el patrimonio
cultural que tantos siglos nos ha costado crear a los españoles”.
Santiago Navajas, Libertad Digital. “Urtasun, ministro de
Analfabetismo y Propaganda”. Y eso que como nos recuerda Segundo Sanz
en OKdiario, “El ministro ‘descolonizador’ Urtasun es nieto de
falangistas que combatieron junto a Franco”. ¡Ni a sus genes respeta
este virulento comunista!

Más medios. Jorge Bustos en El Mundo: “Ernest Urtasun descubre
América. El problema, habitual en la izquierda adanista, es que llega
tarde a una noble misión que se ocupó de fijar, prestigiar y sostener
la Monarquía Hispánica durante 300 años”. Antonio Lucas. “Descolonizar
los museos: no truquemos hasta llegar a la historia de Heidi en las
Américas”. Pero en este medio se habían explicado poco y mal. Federico
Jiménez Losantos lo aclara. “Lo de Urtasun es otra mamarrachada
indigenista de las que Podemos importó de Iberoamérica, a su vez
copiada de Harvard y demás cubiles del odio a la civilización
occidental”.

Menos mal que aún tenemos héroes con agallas en este país: “Vicente
Barrera, el torero consejero de Cultura que se enfrenta en el ruedo
político al toro Urtasun”. Lo cuenta El Debate.

Ya saben que Pedro Sánchez, además de anunciar una inversión de 2.400
millones para la ampliación del aeropuerto de Barajas, odia a Madrid.
Con inquina. Lo cuenta Manuel Manahen Garcia en El Debate: “El plan
maquiavélico de Sánchez de asediar Madrid controlando el agua. La
Comunidad resiste a los constantes ataques del presidente del
Gobierno”. Pero Isabel Díaz Ayuso tiene sus aguerridos –y líricos–
defensores a ultranza. Miquel Giménez, de Vozpópuli: “Ayuso seria,
silenciosa, respetuosa, meditativa. Es la gran diferencia entre los
dirigentes políticos actuales. Hay quienes se pierden en el coro
ululante de consignas preñadas de rabia asesina, mientras otros, como
la presidenta de Madrid, se recogen en un silencio que no es en modo
alguno cómplice. Ese silencio alberga la más potente de las voces,
porque es activo, demostrativo, empático”. O Ramón Pérez-Maura, en El
Debate: “Díaz Ayuso reivindica la libertad y la vida”. Una santa,
nuestra reina del vermú.

Y para acabar, como acostumbramos, un vistazo al exterior. Para
ampliar horizontes. Conflicto israelí-palestinos. Juan Carlos Girauta
en El Debate: “A Borrell le habrá sucedido algo raro, porque habiendo
estado de joven en un kibutz, habiéndose casado con mujer judía y
teniendo prole judía, es un antisemita feroz”. O Félix de Azúa en The
Objective: “La izquierda ha abrazado la causa de las dictaduras
islámicas y condenado a Israel como culpable de violencia y asesinato
sin atender a ninguna razón”. Y no dejamos pasar una sola semana sin
un recuerdo al gran ídolo de nuestros amigos: Javier Milei. Orlando
Avendaño en La Gaceta. “La derecha del mundo, y especialmente la de
Estados Unidos, está cautivada con Milei (…) Por su incuestionable
talento como pedagogo, sus peculiaridades, su naturaleza insobornable,
los principios y su rigidez ideológica, Javier Milei es un fenómeno,
ya no de Argentina e Iberoamérica, sino del mundo”. Y Jesús Cacho en
Vozpópuli. “Como siempre, no podemos renunciar a la esperanza. Javier
Milei nos muestra la senda de rebelión que conduce a un país más rico,
más justo, menos corrupto, más respetuoso con la ley, mejor educado.
Un país más libre. Un país mejor”.

* * *

24 E: lo Inapropiable
Por Jorge Alemán (Página/12)

Una de las características principales de la movilización del 24 de
enero es su condición de inapropiable. A pesar de haber sido provocada
por el paro de la CGT y otras fuerzas sociales y políticas, la marcha
no tuvo un Amo. Ha sido una comparecencia popular que articula un
deseo de cambio que aún necesita ser interpretado políticamente.

El desafío en estos casos es que un malestar que aún no tiene límites
precisos, de allí su carácter inapropiable, y que todavía no llegó a
su máxima intensidad, no conduzca a un efecto "joker", una explosión
indiscriminada que se puede ir preparando si con el suceder de los
días no va emergiendo la conducción de la misma.

Esta conducción no implica necesariamente la emergencia de un
liderazgo ni de una fuerza política única, pero sí al menos de una
dirección colegiada fiel a lo expresado en las voces de la
movilización.

Un vasto sector de la población no solo no soporta más el aluvión de
injusticias que se han precipitado sobre ellos, sino que capta con
toda claridad que la propia Nación puede naufragar con el experimento
que se exhibe frente al mundo entero. No solo es injusto y doloroso,
sino que puede conducir a lo ingobernable y sus terribles
consecuencias.

Por ello se trata de asumir la movilización del 24 de enero como una
novedad, como algo distinto que merece nuevas lecturas y nuev@s
protagonistas. No se trata de nombres nuevos, más bien de nuevas
posiciones que vayan preparando con tiempo, astucia, paciencia y
sabiduría el paso del malestar inapropiable a un nuevo proyecto
político que, recuperando lo mejor de lo nacional y popular, se
encuentre con nuevos acentos, puntuaciones, palabras, discursos que se
abran a un lugar verdadero.
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Miquel Angel Soria

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Feb 6, 2024, 1:31:22 AM2/6/24
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Simpsons acertará de novo? Episódio antigo do desenho previu criação
de ‘República Independente do Texas’


Especial de Natal de 2011 foi resgatado nas redes sociais devido à
crise política entre Washington e o estado do sul dos EUA pela questão
migratória; série animada é conhecida por antecipar fatos como a
eleição de Trump e a pandemia de coronavírus

REDAÇÃO OPERA MUNDI
São Paulo (Brasil)

A crise política nos Estados Unidos entre a Casa Branca e o governo
estadual do Texas, devido às políticas anti migratórias adotadas pelo
governador local Greg Abbott, vem escalando a ponto de fazer com que
alguns meios locais tratem o tema como o foco de uma possível nova
guerra civil no país.

Porém, o que fez o assunto ter ainda mais repercussão nas redes
sociais foi o fato de que alguns internautas descobriram um episódio
antigo da série animada Os Simpson que faz uma alusão à criação da
“República Independente do Texas”.

Se trata de um episódio especial de Natal de 2011, chamado “Holidays
of Future Passed” (ou “Festas de fim de ano de um futuro passado”, em
tradução livre) que brinca com um cenário futurista no qual a
personagem Maggie Simpson (que é um bebê na série) se tornou uma jovem
adulta que est´a grávida e mora na República Independente do Texas,
mas enfrenta um problema quando tenta tomar um teletransporte para
voltar a Springfield e passar o natal na casa dos país, já que o
operador do serviço adverte que ela não pode se teletransportar devido
à gravidez, então teria que se arriscar a uma “tradicional” viagem
aérea.

Na vida real, o Texas lidera um confronto contra Washington que
alcançou seu ápice na sexta-feira (26/01), quando o governador Abbott
disse que seu estado estaria preparado para “um conflito com as
autoridades federais” dos Estados Unidos, caso o governo de Joe Biden
resolva se interpor às medidas que ele vem anunciando nas últimas
semanas para tentar frear a onda migratória, as quais consistem eu um
aumento do aparato repressivo nas regiões de fronteira com o México.

Entre as medidas anunciadas pelo político do Partido Republicano estão
o reforço em armamentos à Guarda Nacional do Texas, a autorização para
que ela atue na região de fronteira prendendo imigrantes que cruzaram
ilegalmente a fronteira, e a ampliação dos muros e proteções de arame
farpado ao longo da fronteira entre seu estado e o território
mexicano.


O Texas não está sozinho nessa iniciativa, já que outros 25 estados
norte-americanos declararam apoio às medidas já adotadas: Alabama,
Alasca, Arkansas, Carolina do Sul, Dakota do Norte, Dakota do Sul,
Flórida, Geórgia, Iowa, Idaho, Indiana, Luisiana, Mississipi,
Missouri, Montana, Nebraska, Nevada, Nuevo Hampshire, Ohio, Oklahoma,
Tennessee, Utah, Virgínia, Virgínia Ocidental e Wyoming.

Acertos históricos da série

O resgate desse capítulo virou trending topics em várias plataformas
também devido ao histórico da série Os Simpsons de acertar previsões
sobre o futuro.

O caso mais famoso é a eleição de Donald Trump como presidente dos
Estados Unidos. Vários episódios do desenho mostraram o magnata como
presidente muito antes de sua vitória eleitoral. O primeiro deles foi
em 2000, quase 17 anos antes de ele assumiu o poder.

Muitos consideram que a pandemia de covid-19 foi prevista pela série
em um episódio de 1993, no qual uma gripe originada no Japão se
espalha pelo mundo e faz com que todos os países comecem a agir
desesperadamente na busca de uma cura, enquanto os habitantes de
Springfield, incluindo a família Simpson, enfrentam as consequências
sociais do surto.

A série chegou a prever até mesmo a aquisição da Fox pela Disney. O
estúdio de Hollywood que exibia o desenho em seu canal de televisão em
seus inícios, nos Anos 80, pela Disney foi comprado somente em 2017 –
razão pela qual Os Simpsons hoje são parte do catálogo da plataforma
de streaming Disney+ – mas a série brincou com essa possibilidade em
um episódio de 1998.

O Brasil também entra na lista de previsões com um episódio de 2013 no
qual o protagonista da série, Homer Simpson, volta de viagem ao Brasil
após ser acusado de aceitar suborno enquanto trabalhava como juiz na
Copa do Mundo de 2014. Em uma cena, ele chega aos Estados Unidos com
uma maleta cheia de notas de 200 reais, que não existiam na época – só
seriam lançadas em 2020.


El Brasil de Lula
Por Emir Sader (Página/12)

A Lula todavía le quedan 3 años más como presidente en este mandato.
Si se presenta a la reelección, podría tener aun otros 7 años como
presidente de Brasil. Sería un período histórico muy especial por la
duración y fortaleza del liderazgo de Lula. Sería un período del que
el país podría salir profundamente cambiado, con cambios estructurales
y, en la medida de lo posible, irreversibles. Sería un hito histórico
que definiría un futuro distinto para Brasil.

Este gobierno de Lula es parte del proceso de superación del
neoliberalismo, luego del período neoliberal y autoritario de
Bolsonaro. El modelo económico actual ya es diferente. La prioridad ya
no es el ajuste fiscal, sino la implementación de diferentes y
variadas formas de políticas sociales. Ya no se trata del Estado
mínimo sino, por el contrario, del fortalecimiento de la capacidad de
intervención del Estado. Ya no se trata de implementar acuerdos de
libre comercio con EE.UU. sino de desarrollar políticas de integración
regional e intercambios Sur-Sur en el mundo.

El Brasil de Lula encaja perfectamente en este proceso de salida del
neoliberalismo. Sin embargo, este modelo sigue siendo predominante en
Brasil. El eje de la economía sigue siendo el capital especulativo.
Porque la atracción del capital hacia la especulación se debe a la
tasa de interés superior a la tasa de ganancia,, es decir: la que
proviene de la inversión en el mercado de valores y no de las
inversiones productivas.

Sin embargo, el Brasil de Lula da pasos hacia la superación del
neoliberalismo. El país recibe una gran cantidad de inversión
extranjera para su industria. Amplía su mercado interno de consumo,
así como su fuerza laboral. Fortalece su estructura productiva, su
dinámica de comercialización, así como el financiamiento de
inversiones.

No se puede decir que las estructuras neoliberales ya hayan sido
superadas, pero hay una dinámica económica que avanza en esa
dirección. Un período histórico como el actual podría ser una línea de
demarcación en la historia del país, si consigue una economía
básicamente productiva, debilitándose los mecanismos especulativos.

Esta fue la situación que tuvo Brasil desde principios de siglo –que
coincidieron con los gobiernos del PT– hasta el golpe de impeachment
contra Dilma Rousseff, que impuso un modelo económico neoliberal. El
regreso de Lula a la presidencia del país permite retomar el modelo
antineoliberal.

Pero esta recuperación se produce en condiciones diferentes a las de
los gobiernos anteriores del PT. En primer lugar, el gobierno no tiene
mayoría en el Congreso. Hay que negociar para que sus proyectos sean
aprobados por la Cámara y el Senado. Esta negociación no sólo implica
a menudo cambios en estos proyectos, sino que también puede incluir el
nombramiento de políticos de centro e incluso de centro derecha en el
gobierno.

Por otro lado, el legado recibido por Lula en su tercer gobierno
incluye un presidente del Banco Central de derecha y neoliberal, que
preserva una tasa de interés estratosférica, lo que desacelera el
ritmo de recuperación del crecimiento económico. Esta situación afecta
los dos primeros años del mandato presidencial. Es decir, todavía
queda un año de coexistencia de posturas económicas antineoliberales y
neoliberales.

La alianza con fuerzas de centro y centroderecha se mantendrá hasta
las próximas elecciones, es decir, al menos tres años más. En estas
condiciones, el gobierno de Lula continuará, hasta una posible
reelección, lo que proyectará un gobierno en condiciones diferentes.
Tendremos el Brasil de Lula por mucho tiempo.


Amnistía: el problema lo tiene el Supremo, no PSOE-Junts
Javier Pérez Royo

Resulta difícil de entender la reacción parlamentaria de Junts a las
decisiones del juez García Castellón de elevar a la Sala Segunda del
Tribunal Supremo (TS) una exposición razonada sobre el delito de
terrorismo presuntamente imputable a Carles Puigdemont por su
implicación en el Tsunami Democràtic y del juez Aguirre, que todavía
no se ha dirigido al TS, pero que tendrá que hacerlo, ya que, por lo
que informan todos los medios de comunicación, considera que a Carles
Puigdemont se le puede imputar un delito de alta traición por su
relación con Putin presuntamente dirigida a la quiebra territorial del
Estado español.

La probabilidad de que el TS decida hacer suya la opinión de García
Castellón es prácticamente nula. Como el lector sabe, Carles
Puigdemont es miembro del Parlamento Europeo y, como consecuencia de
ello, para poder proceder contra él, el TS tendría que dirigirse a
dicho Parlamento y solicitar que le fuera levantada la inmunidad. ¿Hay
alguien en su sano juicio que piense que el TS se atrevería a
solicitar el levantamiento de la inmunidad a Carles Puigdemont para
juzgarlo por el delito de terrorismo? ¿Estaría dispuesta la Sala
Segunda a comprometer su prestigio profesional con dicha solicitud y
convertirse en el hazmerreir de toda Europa? Las preguntas se
responden por sí solas. Con la decisión del juez Aguirre ocurriría,
como mínimo, lo mismo.

El TS es el mejor baluarte del que dispone en este momento Carles
Puigdemont para que se le pueda procesar por algún delito que no esté
incluido en la proposición de ley tal como está redactada en este
momento. García Castellón y Aguirre pueden hacer el payaso, porque no
son ellos los que tienen que juzgar, sino que tienen obligatoriamente
que remitir la causa al TS. Pero el TS no puede hacerlo. Y si actúa
contra Carles Puigdemont en los términos en que lo ha solicitado
García Castellón y en los que, eventualmente pueda hacerlo Aguirre, no
podría evitar hacer el payaso urbi et orbe.

Pero es que hay más todavía. En el supuesto hipotético, prácticamente
inimaginable, de que el TS se atreviera y el Parlamento Europeo
levantara la inmunidad de Carles Puigdemont, el juez instructor
designado por la Sala Segunda tendría que dictar una orden de
detención y entrega dirigida al juez europeo del país en que Carles
Puigdemont esté residiendo, para que dicho juez ordenara su
extradición a España para ser juzgado por terrorismo o alta traición.
Tras las respuestas recibidas a las órdenes dictadas para ser juzgado
por los delitos de rebelión y sedición por el juez Pablo Llarena, ya
puede imaginarse el lector la respuesta que recibiría en esta ocasión.

Carles Puigdemont sería el único beneficiario de un intento de
persecución judicial por terrorismo. El TS le habría hecho la campaña
electoral, pues el número de votos que recibiría en las elecciones
europeas de junio aumentaría de manera considerable.

El poder judicial español no puede hacer nada contra la proposición de
ley de Amnistía, ni puede impedir, una vez que haya sido aprobada, que
se aplique a los destinatarios de la misma, a menos que el Tribunal
Constitucional la declarara anticonstitucional. Esto es lo que tienen
que tener claro tanto Junts como el PSOE.

Tal como está redactada la proposición de ley, como ya he argumentado
varias veces, no creo que vaya a ser declarada anticonstitucional y,
por tanto, con su aprobación, los destinatarios de la norma serían
amnistiados. Habría algunos problemas que podrían retrasar algo su
aplicación, pero ninguno de ellos acabaría impidiendo la aplicación de
la proposición de ley.

Las enmiendas propuestas en el día de hoy, por el contrario, no creo
que pasen el control de constitucionalidad y, en consecuencia, el
grupo parlamentario socialista no puede hacerlas suyas. Incluir el
terrorismo sin las cautelas con que figura en la proposición de ley
tal como está redactada y añadir el de alta traición también sin
ningún tipo de cautela no creo que sea constitucional y, sobre todo,
estoy convencido de que no pasaría el control del Tribunal
Constitucional.

De lo que tienen que preocuparse tanto el PSOE como Junts es de
mantenerse unidos y dejar que las decisiones de García Castellón y
Aguirre lleguen a la Sala Segunda del Tribunal Supremo. PSOE y Junts
no tienen ningún problema con la proposición de ley tal como está. Es
el TS el que lo tiene para poder hacer suya la argumentación de García
Castellón y Aguirre.
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Manel Fontevila. Lo intolerable.jpg
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Miquel Angel Soria

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Feb 7, 2024, 1:30:49 AM2/7/24
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Avui ja és suficient amb aquest article.

Al rescate de Lenin
Por Atilio Borón (Opinión)


El centenario de la muerte de Vladimir Illich Ulianov, Lenin, es una
ocasión apropiada para invitar a las jóvenes generaciones de
militantes a recuperar el formidable legado teórico del gran
revolucionario ruso, muerto cuando aún no había cumplido los 54 años
de edad. Víctima de un grave atentado perpetrado a menos de un año del
triunfo de la revolución -más precisamente el 30 de agosto de 1918-
por Fanya Kaplan, una activista del anarquismo ruso que lo acusaba de
haber traicionado a la revolución. Tiempo después una de las balas
alojadas en su pulmón y que no pudo ser extraída por sus médicos
comenzó a generar dificultades de todo tipo que escalaron hasta llegar
a una serie de infartos cerebrales que le ocasionaron primero una
parálisis y finalmente su prematuro, y para la causa del socialismo,
desgraciado fallecimiento.

Advertencias necesarias

Va de suyo que un emprendimiento de este tipo: retornar a Lenin,
tropieza con no pocos obstáculos. Uno de carácter meramente
cuantitativo se deriva del hecho que la monumental producción escrita
por el dirigente bolchevique a lo largo de tres décadas comprende -en
la segunda edición de sus Obras Completas publicadas en Buenos Aires
por la Editorial Cartago- nada menos que 51 tomos, incluyendo los
cuatro dedicados a los índices temáticos, de títulos, onomásticos y
notas complementarias. Lenin no sólo fue un político y un estadista
excepcional sino también un escritor prolífico como pocos.

Tal como lo consignan sus diferentes biógrafos y estudiosos, ya de
joven sobresalía como un alumno muy aventajado y su posterior carrera
política e intelectual ratificó plenamente los promisorios pronósticos
que sobre él formularan sus maestros, entre ellos, el padre de quien
luego sería por un tiempo jefe del Gobierno Provisional surgido de la
Revolución de Febrero, Alexandr Fiódorovich Kerenski [1].

Una segunda advertencia refiere entonces al carácter inevitablemente
parcial e incompleto de una empresa político-intelectual como la que
estamos proponiendo. En este caso y teniendo en cuenta el momento
especial que atraviesan Latinoamérica y el Caribe estamos enfocados en
recobrar la herencia teórica de Lenin en lo concerniente a sus
análisis de la coyuntura política y la estrategia y táctica de las
fuerzas populares en momentos de inflexión histórica. Pero habría
muchas otras vertientes del pensamiento leninista que también podrían
ser abordadas, como por ejemplo sus penetrantes análisis sobre el
imperialismo plasmados en múltiples escritos pero sobre todo en El
Imperialismo, fase superior del capitalismo; sobre filosofía y
epistemología recogidos en Materialismo y Empiriocriticismo, la
principal obra filosófica de Lenin; o sus varios escritos económicos
juveniles entre los cuales sobresale El desarrollo del capitalismo en
Rusia [2].

Por consiguiente, esta invitación no pretende hacer que los nuevos
actores sociales y políticos se conviertan en eruditos “leninólogos”
sino motivarlos para que aborden el estudio de su pensamiento
político, imbricado con las urgencias que le planteaba en su Rusia
natal la inminencia de la revolución y, bajo una perspectiva más
amplia, la necesidad de la revolución mundial para poner fin a la
dictadura del capital y las atrocidades del imperialismo. Al formular
esta invitación lo hacemos persuadidos de que Lenin es un “autor
vivo”; es decir, alguien que es nuestro contemporáneo y cuyas
reflexiones son pertinentes y esclarecedoras para las luchas
emancipatorias y los desafíos actuales de Nuestra América.

La recuperación del legado de Lenin es de suma importancia para el
momento actual de la región, en donde diagnósticos precisos y
pronósticos iluminadores son componentes esenciales del éxito de las
luchas populares. Y en este sentido podemos afirmar, sin temor a
equivocarnos, que las evaluaciones que aquél hacía sobre las más
diversas coyunturas eran de una notable precisión. Se trataba, sin
duda alguna, de un protagonista y a la vez de un analista que “veía”
mucho más allá que cualquiera de sus contemporáneos; que estaba dotado
de una inusual capacidad para descifrar toda la complejidad y las
contradicciones contenidas en un momento histórico en donde política,
economía e ideología se anudaban bajo las más imprevisibles fórmulas
que desafiaban al pensamiento convencional de la izquierda. Una prueba
más que elocuente la brinda su inmediata convicción, a poco de haber
llegado a la Estación Finlandia de Petrogrado poniendo fin a su largo
exilio en Suiza, de que lo que los bolcheviques debían hacer era
limitar al mínimo indispensable su apoyo al gobierno provisional
surgido de la Revolución de Febrero y organizar a las masas para
consumar cuanto antes el paso a la revolución socialista. Prueba de
ello es que sus célebres “Tesis de Abril” no fueron siquiera
publicadas por el órgano del partido, el Pravda, a la sazón dirigido
por Kamenev y Stalin. Bogdanov, uno de los jefes bolcheviques, las
consideró como “el delirio de un loco” y hasta su esposa, Nadezhda
Krupskaya, confesaba en voz baja a sus amistades sus temores de que
“Lenin se haya vuelto loco” [3]. En el mismo sentido se explaya uno
de los más autorizados biógrafos de Lenin, el historiador francés
Gérard Walter. Narra en su libro que cuando Lenin fue invitado por los
delegados bolcheviques a presentar sus tesis en el cuartel general del
Soviet en el Palacio de Tauride, luego de su intervención hubo de
enfrentarse a “un ininterrumpido desfile de oradores que abrumaron a
Lenin, uno con sus invectivas y otros con sarcasmos o hipócritas
condolencias. Ni uno solo de sus partidarios se atrevió a levantarse
en su defensa. Ni un solo dirigente de la organización bolchevique,
ni un solo miembro de la redacción del Pravda alzó la voz en defensa
del exiliado recientemente retornado a Rusia.” Evidentemente, Lenin
tenía esa mirada de águila que tanto admiraba en Rosa Luxemburgo y que
casi nadie más poseía entre sus camaradas, y a la hora de descifrar
los laberintos de la coyuntura la distancia que existía entre él y
aquéllos era inconmensurable. Como en el caso de Fidel, la historia
también absolvió a Lenin y demostró que la razón estaba de su lado
[4].

Vicisitudes

Dicho lo anterior creo que queda claro el propósito de estas líneas:
hacer justicia a uno de los más grandes teóricos y prácticos de la
revolución de todos los tiempos. Su nombre ha sido escarnecido por
traidores y renegados de todo tipo, que han hecho del antileninismo un
lucrativo culto celebrado con sofisticadas argumentaciones
pseudo-filosóficas con la fútil pretensión de descalificar tanto al
personaje como sus ideas. Tal como lo plantea Slavoj Zizek “si hay un
consenso entre (lo que pueda quedar de) la izquierda radical de
nuestro tiempo es que para resucitar un proyecto político radical
deberíamos olvidarnos de la herencia leninista” [5]. Abandonado por
amplios sectores de la izquierda contemporánea, Lenin es odiado sin
fisuras por la burguesía y sus aliados, conscientes de su
inquebrantable fidelidad al proyecto socialista y al ideal comunista
del auto-gobierno de los productores. Podría decirse sin temor a
faltar a la verdad que Lenin es uno de los más insignes
“desaparecidos” de los últimos tiempos. Ignorado y cuestionado sin ser
comprendido ni estudiado, algunos sectores de una izquierda bien
intencionada pero tan inmadura como soberbia creen que ya nada se
puede aprender de quien fuera el líder indiscutido de una revolución
que, como la rusa, abriera una nueva etapa en la historia de la
humanidad. El menosprecio por algunos de los temas clásicos del
pensamiento leninista: la cuestión de la organización, del partido
revolucionario y la necesidad de desarrollar la conciencia política de
las masas, es más que evidente en nuestros días en algunas de las
expresiones de una cierta “izquierda posmoderna” que, por su
funcionalidad con los intereses del imperio, tiene muy poco de lo
primero y demasiado de lo segundo. Se trata de corrientes políticas
que aborrecen todo lo que tenga que ver con la organización de los
sujetos de las luchas emancipatorias para postrarse a los pies de una
supuesta rebeldía espontánea de masas y multitudes que no requieren ni
organización ni concientización; que, pese a sus declaraciones en
contrario, caen en una suerte de anarquismo romántico en lo
concerniente al estado y la toma del poder; y que, en un alarde de
confusión, hacen manifiesto su desdén por los debates sobre las
cruciales cuestiones de la estrategia y táctica de la lucha popular.
Es fácil comprender la centralidad que adquiere el legado teórico de
Lenin para desmontar esos extravíos de la razón política disimulados
bajo el amable nombre de un “progresismo” amorfo y desdentado, incapaz
de atentar seriamente contra la dominación del capital.

La sucesión de derrotas experimentadas en los capitalismos
metropolitanos por las fuerzas populares en las postrimerías del siglo
veinte afectó no sólo la vigencia sino también la visibilidad del
pensamiento leninista. Aparte de los efectos devastadores de la
“revolución” neoconservadora y neoliberal mencionemos la deformación
primero ( y el inglorioso final después) de lo que, en un cierto
sentido, podría ser considerada como “la gran creación” práctica de
Lenin: la Revolución Rusa. Ambas cosas: la degeneración de la
revolución y su tragicómico derrumbe -resumido en el video de Mijail
Gorbachov filmado en un local de Pizza Hut- dañaron seriamente la
consideración que merecía la obra teórica y práctica de Lenin. Es que,
tal como lo recuerda Gyorg Lúkacs, Lenin fue “el gran teórico de la
práctica revolucionaria y el gran práctico de la teoría
revolucionaria.” Desgraciadamente, el derrumbe de la Unión Soviética
arrastró consigo la herencia teórica de Lenin. Lamentablemente, el
inicio del ciclo ascendente de luchas de los movimientos populares
latinoamericanos que comenzara con la llegada a la presidencia de
Venezuela de Hugo Chávez, a comienzos de 1999, no tuvo la fuerza
necesaria para contrarrestar el abandono del leninismo -¡y del
marxismo!- por parte de las menguadas fuerzas contestatarias en los
capitalismos metropolitanos [6].

Si los viejos y nuevos adversarios de Lenin se empeñaron en ocultar u
opacar su legado, sus partidarios incurrieron muchas veces en un vicio
que esterilizó inexorablemente sus mejores intenciones. En efecto, la
canonización de que fuera objeto su obra a manos del estalinismo -en
la cual un papel decisivo lo tuvo la obra de Stalin: Fundamentos del
Leninismo – la desfiguró tanto como la satanización que la misma
sufrió a manos de los teóricos de la burguesía o de viejos
izquierdistas arrepentidos de sus pecados juveniles. La
“codificación” del leninismo y la transformación de un marxismo
viviente y una “guía para la acción” en un manual de auto-ayuda para
revolucionarios despistados perjudicó seriamente la labor de los
movimientos contestatarios y emancipadores de nuestra América. Si la
vulgata soviética acarreó gravísimas consecuencias en el plano de la
teoría, la práctica política del estalinismo magnificó aún más estos
efectos al abortar los brotes de una genuina reflexión marxista. Esta
fue sofocada allí donde el marxismo de los “manuales soviéticos”
-descalificados por completo por el Che- prevalecía sin contrapesos,
como en la Unión Soviética y los países de Europa del Este [7]. Y en
los territorios del capitalismo avanzado la combinación entre derrota
del impulso revolucionario de la primera posguerra y la imposición de
la ortodoxia de los manuales soviéticos precipitó la conformación de
lo que Perry Anderson llamara “el marxismo occidental,” es decir, un
marxismo encerrado en una burbuja teoreticista y alejado por completo
de los imperativos de la vida práctica y las luchas anticapitalistas
y antiimperialistas. Un marxismo enteramente volcado hacia la
problemática filosófica y epistemológica, importantes sin duda, pero
al precio de renunciar a los análisis históricos, económicos y
políticos y que convirtió al marxismo, por eso mismo, en un saber
esotérico encerrado en herméticos escritos que lo alejaron
irremediablemente de las urgencias y las necesidades de las masas [8].
Un marxismo concebido como “un dogma y no como una guía para la
acción”, revirtiendo el recordado aforisma de Lenin, que de poco y
nada servía para comprender la complejidad del capitalismo
contemporáneo y, mucho menos, para la construcción de un instrumento
político capaz de cambiarlo. La dogmatización del marxismo relegó al
olvido la tesis onceava sobre Feuerbach de Marx y su llamamiento a
transformar el mundo y no sólo a cavilar sobre las distintas formas de
interpretarlo. Y, por supuesto, desplazó a los más polvorientos
anaqueles de las despobladas bibliotecas la formidable obra teórica de
Lenin.

Por otra parte, cuando los principales movimientos de izquierda y
fundamentalmente los partidos comunistas adoptaron el canon
“marxista-leninista” la tradición teórica comunista, un movimiento de
“reflexión permanente” dialécticamente integrado con los avatares de
su época, se congeló en el tiempo [9]. Contrariamente a las
recomendaciones de Lenin el marxismo así concebido degeneró en una
doctrina ya “cerrada” y terminada, completamente elaborada que flotaba
impertérrita por encima del movimiento histórico. En una palabra: en
su rigidez no lo reflejaba y, al fracasar en este empeño mal podía
cambiarlo [10]. Pocas cosas podían ser más anti-marxistas y más
anti-leninistas que esta verdadera parálisis de una teoría que, desde
sus primeras formulaciones a manos de los jóvenes Marx y Engels en la
década de los cuarenta del siglo diecinueve, no había hecho otra cosa
que desarrollarse en estrecho contacto con las cambiantes realidades
de su tiempo, a las cuales procuraba “reflejar” con la mayor exactitud
posible.

Aires de renovación

En el terreno de la praxis política, la férrea imposición de la
ortodoxia estalinista demoró por décadas la apropiación colectiva de
algunos importantes aportes originados por el marxismo del siglo
veinte. Basta con recordar el retraso con que se dio a conocer la
imprescindible contribución de Antonio Gramsci al marxismo, cuyos
Cuadernos de la Cárcel recién estuvieron disponibles, en lengua
italiana, en su integridad, a mediados de la década de los setentas,
es decir, cuarenta años después de la muerte de su autor. Gramsci era
visto con gran desconfianza en los partidos comunistas europeos y
latinoamericanos siendo que, en realidad, su pensamiento era la
maduración de las interpretaciones de Lenin en las difíciles
condiciones de la reconstrucción reaccionaria del capitalismo de los
años treintas [11]. Por eso cabe destacar los méritos que le caben al
intelectual argentino Héctor Agosti, director de los Cuadernos de
Cultura que publicara el Partido Comunista Argentino, por haber sido
el primero en Latinoamérica en tomar nota de la trascendental
importancia de la renovación teórica plasmada en la obra de Gramsci y
en bregar para instalar las contribuciones del italiano no sólo en
los debates al interior de los partidos hermanos de la región sino
también en otras fuerzas de la izquierda, igualmente refractarias a
las innovadoras reformulaciones del gran pensador Italiano. La fecunda
prédica de Agosti hizo posible la incorporación del rico legado
gramsciano a las discusiones que comenzaban a tomar cuerpo en los
convulsionados años sesentas [12]. Al promediar la década siguiente la
obra de Gramsci ya era ampliamente citada y convertida en fuente de
ásperas polémicas interpretativas. Esto porque una corriente,
arraigada en Europa pero con algunas terminales en Latinoamérica, lo
reconstruía como un tibio socialdemócrata y lejano predecesor del
ilusorio eurocomunismo que en pocos años liquidaría los principales
partidos comunistas de Europa, comenzando por el de Italia. En
nuestros países, en cambio, la recuperación del legado gramsciano fue
mucho más fiel a la impronta leninista del original y finalmente las
versiones socialdemocratizantes no tardaron en desvanecerse en los
fragores de la lucha de clases y las ofensivas del imperialismo, a
ambos lados del Atlántico. Aquella desfiguración europeísta del
pensamiento gramsciano exigió un esfuerzo notable de recuperación de
una herencia teórica que ahora debe hacerse, sin más demoras, con
Lenin. En Latinoamérica, no así en Europa, nos hemos re-encontrado con
el Gramsci legítimo. En una coyuntura mundial tan erizada de peligros
como la actual urge hacer lo propio con la herencia teórica de Lenin.

El peso de la ortodoxia soviética fue asimismo responsable del retardo
con que se produjo la incorporación de la sugerente recreación del
marxismo producida a partir de la experiencia china en la obra de Mao
Zedong. O el ostracismo en que cayera la recreación del materialismo
histórico surgida de la pluma de José Carlos Mariátegui, quien con
razón dijera que “entre nosotros el socialismo no puede ser ni calco
ni copia sino creación heroica.” O la absurda condena de la
producción, excelsamente refinada, de Gyorg Lúkacs en Hungría. Más
cercana en el tiempo, esa codificación anti-leninista de las
enseñanzas de Lenin (y de Marx) hizo aparecer a Fidel y al Che como si
fueran dos irresponsables aventureros, hasta que la realidad y la
historia aplastaron con su peso las monumentales estupideces
pergeñadas por los ideólogos soviéticos y sus principales divulgadores
de aquí y de allá. En suma: es difícil calcular el daño que se hizo
con tamaña tergiversación del marxismo. ¿Cuántos errores prácticos
fueron cometidos por vigorosos movimientos populares ofuscados por las
recetas del “marxismo-leninismo”? [13].

De lo anterior se infiere que un “retorno a Lenin” es no sólo
conveniente sino urgente y necesario. Un Lenin que por supuesto no
está exento de errores, algunos de los cuales él mismo se encargó de
reconocer, pero cuya actualidad para las luchas emancipatorias de
América Latina es insoslayable, lo que torna tanto más imperdonable el
desconocimiento de su obra. Lenin yace bajo los escombros de la Unión
Soviética; también bajo la avalancha propagandística de la
contrarrevolución neoliberal desde la década de los ochentas del siglo
pasado y los retrocesos y las frustraciones de los movimientos
populares en las metrópolis capitalistas. Pero, afortunadamente, su
obra está allí. Desaparecida la Unión Soviética, acontecimiento
fundamental que dividió en dos la historia de la humanidad al llevar a
término la primera revolución exitosa de las clases subalternas en
toda la historia luego del primero y más acotado ensayo general de la
Comuna de París, debemos retomar un diálogo con el gran revolucionario
ruso. No para imitar o para recibir acríticamente sus teorías, como
sabiamente aconsejaran Mariátegui, Mella, el Che y Fidel, sino para
aprender a partir de una conversación. Maquiavelo decía, en una
memorable carta a su amigo Francesco Vettori, del 10 de Diciembre de
1513, que una biblioteca es un lugar en donde los grandes hombres de
la historia –los fundadores de estados y los revolucionarios- se
avienen a conversar con aquellos que buscan en ellos la sabiduría y
las lecciones que se desprenden de sus experiencias prácticas. Es
preciso pues ir a la biblioteca y leer la obra de Lenin, un precioso
legado al cual no debemos renunciar.

Este oportuno y necesario “retorno a Lenin” nos obliga a una fresca
relectura del brillante político, intelectual y estadista que fundara
la república soviética. Regresar a Lenin no significa pues volver a
leer una colección de “textos sagrados”, momificados y apergaminados,
sino regresar a un manantial inagotable del que brotan enseñanzas,
sugerencias e interrogantes que conservan su actualidad e importancia
en el momento actual. No sería temerario sino una manifestación de
fidelidad al espíritu genuinamente leninista afirmar que interesan
menos las respuestas concretas y puntuales que el revolucionario ruso
ofreciera en su obra -casi todas ellas inevitablemente referidas,
como el mismo lo señalara, a las peculiaridades del momento histórico
soviético- que los interrogantes, perspectivas y audaces aperturas
mentales contenidas en las mismas siempre encaminadas a avanzar por el
camino de la revolución.

Más que un retorno

Por otra parte, tampoco se trata meramente de volver a una piedra
filosofal porque quienes regresamos a las fuentes ya no somos los
mismos que antes; si la historia barrió con los resabios del
estalinismo que habían impedido captar adecuadamente el mensaje de
Lenin, lo mismo hizo con otros dogmas que nos aprisionaron durante
décadas. Por supuesto que esto no implica arrojar por la borda la
certidumbre fundamental de la superioridad ética, política, social y
económica del comunismo como forma superior de civilización -misma que
abandonaron los fugitivos autodenominados “post-marxistas”, que ahora
pretenden conferirle el don de la eternidad al capitalismo y la
democracia liberal- sino poner en discusión algunas certezas
“colaterales”, al decir del epistemólogo Imre Lakatos, de la tradición
leninista. Por ejemplo las que establecían que la única forma de
organizar el partido de la clase obrera era la que Lenin había
propuesto en 1902 en plena represión zarista obviando que hay en Lenin
no una sino cuatro teorías del partido, en correspondencia con el
desarrollo de la lucha de clases en Rusia. La primera, sintetizada en
el año 1902 en el ¿Qué Hacer?; una segunda, en donde después de la
revolución de 1905 propone un formato similar al del partido
socialdemócrata alemán; una tercera, ya en el vértigo que va de
febrero a octubre del 1917 en donde el partido es reemplazado por los
soviets; y una cuarta, y final, ya consolidado el triunfo de la
revolución, y en la cual el partido aparece como una estructura
organizativa pero también educativa, como un ámbito de la creación de
una nueva civilización y una nueva cultura de masas, anticipando lo
que luego Gramsci desarrollaría más en detalle en sus Cuadernos de la
Cárcel [14]; o una determinada táctica política, como la
insurrección; o que, en la apoteosis de la irracionalidad la IIIª
Internacional consagraba un nuevo Vaticano con centro en Moscú y
dotado de los dones papales de la infalibilidad en todo lo relacionado
con la marcha de la lucha de clases en el resto del mundo.

Dado que todo aquello ha desaparecido y estamos viviendo los comienzos
de una nueva era es posible, y además necesario, como decíamos más
arriba, proceder a una nueva lectura de la obra de Lenin, en la
seguridad de que ella puede constituir un aporte valiosísimo para
orientarnos en los desafíos de nuestro tiempo. Se trata de un retorno
creativo y promisorio: no volvemos a lo mismo, ni somos lo mismo, ni
tenemos la misma actitud. Tampoco es igual el contexto histórico que
nos rodea. En nuestra América estamos asistiendo, desde finales del
siglo pasado, a un despertar de los pueblos y al avance de las luchas
por la construcción de una alternativa al sofocante neoliberalismo que
nos abruma. La Revolución Cubana ha demostrado su extraordinaria
resiliencia ante los criminales e incesantes embates del imperialismo,
y hoy es acompañada por varios gobiernos de la región que rompieron
definitivamente el aislamiento con que el imperio trató de someterla y
destruirla. Venezuela, Nicaragua y Bolivia lo hacen desde hace largos
años, mientras que México, Brasil, Colombia y Honduras, amén de otros
países del área desafían con dignidad los edictos imperiales y
estrechan sus relaciones con la isla de la esperanza al paso que los
demás procuran por lo menos mantener buenas relaciones con La Habana.
Decía antes que quienes proponemos el retorno a Lenin somos diferentes
porque como militantes hemos sido atravesados por el devenir de la
historia latinoamericana -sus triunfos tanto como sus derrotas y
frustraciones- y, supuestamente, hemos tomado nota de sus lecciones.
Pero lo que persiste y se acentúa día a día es el compromiso con la
creación de una nueva sociabilidad, con la impostergable necesidad de
superar a un tipo histórico de sociedad como el capitalismo,
incorregible desde el punto de vista de la justicia, la humanidad y la
preservación del medio ambiente.

Empeñados en una lucha sin tregua y cada vez más abierta con el
imperialismo no podemos prescindir de las enseñanzas que deja el
proceso revolucionario ruso. No sólo con las que se derivan de él sino
también las que emanan de otros, como el chino, el vietnamita y, más
cerca de nosotros, el cubano. No para copiarlas porque como bien lo
recordara Julio Antonio Mella en el obituario escrito a propósito de
la muerte de Lenin, “no se trata de implantar en nuestro medio, copias
serviles de revoluciones hechas por otros hombres en otros climas; en
algunos puntos no comprendemos ciertas transformaciones, en otros
nuestro pensamiento es más avanzado pero seríamos ciegos si negásemos
el paso de avance dado por el hombre en el camino de su liberación”
[15]. En esta misma línea encontramos la terminante sentencia de
Mariátegui de que el socialismo “no podía ser calco y copia sino
creación heroica de nuestros pueblos” eco lejano de aquella genial
intuición de Simón Rodríguez cuando asegurara que “o inventamos o
erramos.” Leer a Lenin, entonces, con la actitud mental de un Mella,
Mariátegui, Rodríguez y, por supuesto, más cercanos a nosotros, del
Che y Fidel. Este más de una vez dijo que “cada vez que copiamos nos
equivocamos”; el Che, por su parte, advertía que «el marxismo es
solamente una guía para la acción. Se han descubierto grandes verdades
fundamentales, y partir de ellas, utilizando el materialismo
dialéctico como arma, se va interpretando la realidad en cada lugar
del mundo. Por eso ninguna construcción será igual; todas tendrán
características peculiares, propias de su formación» [16].

Este primer centenario del paso a la inmortalidad de Lenin es un
estímulo para que nos lancemos, sin titubeos ni retaceos de ningún
tipo, en esta imprescindible recuperación y divulgación de una obra de
una riqueza extraordinaria como la contenida en la vasta producción
teórica del revolucionario ruso. Sugiero, como punto de partida, la
lectura de los textos contenidos en el volumen titulado “Entre dos
revoluciones”, en los cuales Lenin analiza la revolución de febrero y
todos sus avatares hasta la culminación con la toma del Palacio de
Invierno y el triunfo de la Revolución de Octubre. Va de suyo que
textos como el ¿Qué Hacer?, La enfermedad infantil del izquierdismo en
el comunismo, El estado y la Revolución, El marxismo y el Estado, La
Revolución Proletaria y el Renegado Kautsky. A esto agrego, para
comenzar, dos breves pero sumamente esclarecedores artículos: “Acerca
del Estado” y uno especialmente dirigido a la juventud en la
construcción del socialismo, “Tareas de las organizaciones juveniles”.
Estoy seguro que pertrechados con estas armas de la crítica teórica
estaremos en mejores condiciones para acometer con éxito los grandes
desafíos que plantea la lucha por la Segunda y Definitiva
Independencia de Nuestra América.

Notas

[1] Según cuenta Edmund Wilson en su clásico Hacia la Estación
Finlandia (Madrid: Debate, 2021; edición original de 1940)

[2] En relación a Materialismo y Empiriocriticismo conviene recordar
la elogiosa observación que sobre este escrito hiciera nada menos que
Karl Popper, sobre todo habida cuenta de la ligereza con la que hoy
algunos intelectuales de izquierda estigmatizan las reflexiones
filosóficas de Lenin. Cf. Slavoj Zizek Revolution at the gates
(Londres: Verso 2002) [Hay una edición en lengua española pero que no
incluye la selección de textos de Lenin que Zizek examina y comenta en
la versión original publicada por Verso.]

[3] Zizek, op. cit., p. 5

[4] Cf. Gérard Walter, Lenin (Barcelona: Grijalbo, 1967), p. 280

[5] Cf. Slavoj Zizek, op. cit. p. 3.

[6] Hemos examinado con mucho detalle este tema en Atilio A. Boron y
Paula Klachko, Segundo Turno. El resurgimiento del ciclo progresista
en América Latina y el Caribe (Buenos Aires: Ediciones Luxemburg y
Editorial de la UNDAV, 2023). Proceso aún en curso, con retrocesos y
avances, pero que ha abierto una perspectiva esperanzadora para los
países de la región en un contexto global tan complicado y amenazante
como el actual.

[7] Con su habitual dosis de ironía el Che se refería a esos manuales
llamándolos “ladrillos soviéticos.” Ver sus duras críticas a las tesis
planteadas en esos manuales en sus Apuntes Críticos de la Economía
Política (La Habana, Cuba: Ocean Press, 2006)

[8] Cf. Perry Anderson, Consideraciones sobre el marxismo occidental
(México: Siglo XXI Editores, 1979)

[9] La adopción del canon “marxista-leninista” fue un proceso muy
complejo, que no podemos examinar en detalle aquí. Subrayemos apenas
que la brutal agresión de las fuerzas del capitalismo mundial primero,
en los años iniciales de la Revolución Rusa, y del imperialismo
norteamericano después, en contra de la Unión Soviética, limitaron
enormemente los grados de libertad que los partidos comunistas -con
sus intelectuales- del resto del mundo podían tener en relación a las
directivas procedentes de Moscú y las orientaciones teóricas que de
allí emanaban.

[10] Reflexión proviene de reflectere, que en Latín quiere decir
“regresar, volver para atrás.” Por extensión, reflejar una luz o una
determinada realidad. Un dogma no tiene la menor capacidad de reflejar
la cambiante dialéctica de la historia, y eso fue lo que ocurrió con
el “marxismo-leninismo.”

[11] Hemos planteado en varios trabajos esta inescindible continuidad
entre la reflexión del revolucionario ruso y la obra de Gramsci. Ver,
entro otros, Atilio A. Boron y Oscar Cuéllar, “Apuntes críticos sobre
la concepción idealista de la hegemonía”, en Revista Mexicana de
Sociología (México)Año XLV. Vol. XLV. N° 4. Octubre/Diciembre, 1983.
Págs.1143-1177.

[12] Agosti fue un gran intelectual marxista autor de una vasta obra.
Como director de Cuadernos de Cultura tradujo y publicó numerosas
cartas de Gramsci. Y en sus libros aplica creativamente las categorías
gramscianas. Véase especialmente El Mito Liberal (Buenos Aires:
Procyón, 1959) y Nación y Cultura, publicado también por la misma casa
editorial el mismo año. Un texto precursor es Echeverría publicado
también en Buenos Aires por la Editorial Futuro, en 1951. Más detalles
sobre este proceso pueden consultarse en la obra de Alexia Massholder:
El partido comunista y sus intelectuales. Pensamiento y acción de
Héctor P. Agosti (Buenos Aires: Ediciones Luxemburg, 2014)

[13] Un examen del impacto negativo del marxismo-leninismo sobre el
pensamiento revolucionario cubano, y sobre el vibrante marxismo de ese
país, se encuentra en El corrimiento hacia el rojo, el excelente texto
de Fernando Martínez Heredia (La Habana: Editorial Letras Cubanas,
2001). Consultar especialmente su capítulo sobre “Izquierda y Marxismo
en Cuba.” Cabe consignar que ese impacto estuvo lejos de limitarse a
este país: se verificó en todos los países latinoamericanos. La
mencionada obra del Che abunda en ejemplos sobre las negativas
repercusiones de la ortodoxia soviética.

[14] Ver nuestro estudio introductorio al ¿Qué Hacer? (Buenos Aires:
Ediciones Luxemburg, 2004)

[15] Julio Antonio Mella, “Lenin coronado”, (1924), reproducido en
Revista Contracorriente, Año 5, 1999.
https://marxismocritico.com/2015/08/31/lenine-coronado-los-nuevos-libertadores/

[16] Ernesto Che Guevara: «Sobre la construcción del partido», en
Obras Completas, Tomo I, Legasa, Buenos Aires, 1995, pp. 180. Un
análisis de las concepciones políticas del Che y sus enseñanzas se
encuentran en el incisivo texto de Néstor Kohan, Ernesto Che Guevara:
El sujeto y el poder (Buenos Aires, Editorial Nuestra América-La Rosa
Blindada, 2003. Segunda edición corregida y aumentada que incluye un
nuevo prólogo de Michael Löwy. Buenos Aires, Editorial Nuestra
América, 2005) y del ya mencionado Fernando Martínez Heredia, El Che y
el socialismo (México: Editorial Nuestro Tiempo, 1989) y Las ideas y
la batalla del Che (Ruth Casa Editorial 2010).
En el Parque Lenin de La Habana.jpg

Miquel Angel Soria

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Feb 8, 2024, 1:31:54 AM2/8/24
to icv-euia_e...@googlegroups.com
 Augusto Monterroso va tenir el gran encert de trobar el que es considera el  "conte més curt". D'aquesta manera, i de forma periòdica, hi ha algú que en fa ús d'ell i, recentment modificat per adaptar-lo al moment: "Cuando despertó..."
La situació política actual ens proporciona un gran assortiment de diplodocus. Només cal oblidar-se del físic i fixar-se en l'aspecte intel·lectual.
Això fa que recordem a Augusto Monterroso, que ens deixava el dia 8 de febrer de 2003.
Ens serveix per recordar el conjunt de la seva obra. A La oveja negra y demás fábulas podem llegir:

LA FE Y LAS MONTAÑAS

AL PRINCIPIO la Fe movía montañas sólo cuando era absolutamente necesario, con lo que el paisaje permanecía igual a sí mismo durante milenios.
Pero cuando la Fe comenzó a propagarse y a la gente le pareció divertida la idea de mover montañas, éstas no hacían sino cambiar de sitio, y cada vez era más difícil encontrarlas en el lugar en que uno las había dejado la noche anterior; cosa que por supuesto creaba más dificultades que las que resolvía.
La buena gente prefirió entonces abandonar la Fe y ahora las montañas permanecen por lo general en su sitio.
Cuando en la carretera se produce un derrumbe bajo el cual mueren varios viajeros, es que alguien, muy lejano o inmediato, tuvo un ligerísimo atisbo de Fe.   


Puigdemont, te vamos a meter en prisión
Isaac Rosa


Este artículo hay que leerlo a ritmo de rumba, casi cantando. Antes de empezar tienes que ver este vídeo para pillar bien el tono, aunque te advierto de que luego te pasarás el día entero con la dichosa cancioncilla en tu cabeza. El vídeo es de hace seis años, y lo gracioso es que en su día circuló el bulo de que algunos de los que ahí aparecen eran jueces de la Audiencia Nacional, o incluso un magistrado del Constitucional. En realidad son un grupo de sevillanos, algún conocido abogado entre ellos, pero el bulo hasta sonaba verosímil a la vista de la ofensiva judicial contra el independentismo de aquellos días lejanos.

Puigdemont, te vamos a meter en prisión,

Puigdemont, te vamos a meter en prisión…

Llevo días tarareándola, me viene a la cabeza cada vez que veo a un juez mover ficha en la aguerrida partida de ajedrez que magistrados conservadores juegan contra el Gobierno y el Parlamento por la ley de amnistía. Me imagino al juez García Castellón canturreándola mientras reaviva la causa por terrorismo contra los líderes del procés; o al juez Aguirre que insiste en implicar al expresident en una trama internacional con la Rusia de Putin.

Puigdemont, te vamos a meter en prisión,

Puigdemont, te vamos a meter en prisión…

También veo a los diputados y senadores del PP y de Vox canturreándola mientras intentan todas las tretas posibles para retrasar, paralizar, impedir su aprobación y, una vez aprobada, tumbar la ley de amnistía, o derogarla cuando gobiernen. Si en el Congreso no se puede, lo harán en el Senado, al que por fin alguien ha encontrado utilidad después de cuatro décadas: convertirlo en el verdadero Congreso, el parlamento bueno una vez que el otro ha quedado en manos del sanchismo, el independentismo y el terrorismo.

Puigdemont, te vamos a meter en prisión,

Puigdemont, te vamos a meter en prisión…

La guitarra, la pandereta y las palmas la ponen los directores de periódico, presentadores de televisión y radio matutina, columnistas y tertulianos que estos días jalean a aquellos jueces y diputados patriotas, y calientan el ambiente desde sus páginas y antenas para colar la idea de que el independentismo es terrorismo, que la democracia y la unidad de España están en peligro o que ya no tenemos Constitución.

Puigdemont, te vamos a meter en prisión,

Puigdemont, te vamos a meter en prisión…

Los coros los hacen los manifestantes que desde hace meses acuden a las plazas convocados por el PP, o a la calle Ferraz llamados por Vox: entre muchos cantos simpáticos nunca falta el de “Puigdemont a prisión”, incluso manteando un muñeco que lo representa.

Puigdemont, te vamos a meter en prisión,

Puigdemont, te vamos a meter en prisión…

Ese es el verdadero problema de la ley de amnistía, la mayor resistencia de la derecha política, mediática y judicial: que llevan seis años y pico cantando la misma rumba. Que no van a parar hasta meter a Puigdemont en prisión. Desde aquellos jueces de la Audiencia Nacional y el Supremo que retorcían el código penal para colar el delito de rebelión o encarcelar preventivamente a los líderes del procés, y hacían el papelón en Europa con sus euroórdenes, los famosos Llarenas, Marchena y algún fiscal general del Estado; hasta estos últimos magistrados que hoy amenazan la aplicación futura de la ley de amnistía y consiguen enfrentar a los socios en el Congreso y poner en peligro la mayoría parlamentaria, todos cantando la misma rumba junto a los líderes sucesivos del PP y los de Vox, con las palmas intensas de los medios conservadores, dale que te pego con la misma canción:

Puigdemont, te vamos a meter en prisión,

Puigdemont, te vamos a meter en prisión…

No permitirán que el expresident regrese a España y se pasee por calles y platós con su sonrisa y su pelazo; harán todo lo posible y más allá, retorcerán leyes y recurrirán a tretas que ni podemos imaginar, hasta conseguir que Puigdemont pise la cárcel, aunque sea solo una semana, un día, un ratito, entrar y salir, pero darse el gusto de enchironarlo, la foto metido en el coche policial, la foto filtrada en el patio de la prisión, y poder salir todos juntos a la plaza, jueces, políticos y periodistas, a cantar bien alto, venga, dale a la guitarra, a ver esas palmas, vamos que nos vamos, toma que toma, dale que dale,

Puigdemont, te vamos a meter en prisión,

Puigdemont, te vamos a meter en prisión…

                                                        * * *

Milei y la idea del comunismo
Por Daniel Alvaro (Página/12)


Como la anticiparon Marx y Engels desde las primeras líneas del Manifiesto comunista hace casi dos siglos, el comunismo se mueve a la manera de un fantasma. Aparece, desaparece y reaparece. Nunca deja de asediar. Incluso y sobre todo en los momentos en que parece estar más muerto que vivo. Hoy en día, cuando el fantasma del comunismo ya no es reconocido como una potencia por ninguna de las potencias que dominan el orden mundial, aquel se ha convertido, sin embargo, en objeto de un renovado interés teórico. El debate contemporáneo sobre “la idea del comunismo” –según una expresión de Alain Badiou– reúne a intelectuales de todo el mundo en torno a congresos, revistas, libros y otras instancias académicas. Es sintomático que el debate en cuestión gire alrededor de la “idea” antes que de la “práctica” comunista. Esto obedece a diversas razones. Acaso la más evidente es que se trata de una discusión eminentemente filosófica, lo que desde luego no excluye reflexiones en clave histórica y política. Ahora bien, el hecho de que los análisis en curso sobre el comunismo tengan lugar predominantemente en el seno de la academia es un indicio del lugar retirado que ocupa en el presente. Fuera de estos medios especializados y de los reducidos espacios políticos donde la idea comunista continúa inspirando acciones con vistas a una sociedad poscapitalista, la representación corriente que se tiene del comunismo oscila entre una antigüedad ideológica que hace tiempo ya no aporta novedades y el recuerdo pavoroso de uno de los grandes regímenes totalitarios del siglo XX. El fracaso incontestable del “socialismo realmente existente” y el sucesivo devenir capitalista del mundo contribuyeron a fijar esta doble representación del comunismo en el imaginario social. No obstante, los pensamientos y las experiencias comunistas actuales asumen formas inéditas, esto es, formas radicalmente heterogéneas respecto de la ortodoxia filosófica y política que servía de doctrina a los Estados y partidos identificados tradicionalmente con el comunismo.

Sea como fuere, lo cierto es que la exigencia comunista de justicia, libertad e igualdad hoy sobrevive en gestos éticos y políticos francamente minoritarios si se los considera desde un punto de vista global. La palabra misma de “comunismo” perdió la fuerza y la centralidad que tuvo hasta fines del siglo pasado en el lenguaje corriente de la política. Por eso mismo la situación actual no puede más que sorprender. El anticomunismo extremo de Milei, primero reflejado en sus arengas mediáticas como candidato y ahora en sus discursos como presidente de la nación, tiene como mínimo un efecto paradójico. A fuerza de invocar el nombre de un fantasma que se creía exorcizado para siempre desde el final de la Guerra Fría, el fantasma reaparece en el momento y el lugar donde menos se lo espera. Su presencia espectral se hace sentir como símbolo de oposición y resistencia a un proyecto económico, político y cultural que tiene como objetivo fundamental favorecer al sector más concentrado del capital nacional y transnacional en detrimento de la inmensa mayoría de la población argentina.

La obsesión de Milei con el fantasma del comunismo, su compulsión repetitiva a identificarlo con la causa de los males que aquejan al sistema capitalista, colaboró en la puesta en circulación de un término que había caído provisionalmente en desuso. En verdad, poco importa si la idea que tiene Milei del comunismo se corresponde con lo que esa palabra todavía es capaz de nombrar. Para el caso, su concepción del comunismo es tan anacrónica, y por lo demás inexacta, como su percepción del capitalismo de libre mercado. Lo que importa es que su discurso reactiva un significante capaz de canalizar el descontento creciente de aquellas y aquellos que, más allá de su orientación ideológica o filiación partidaria, sienten la amenaza fundada de perderlo todo, incluida la posibilidad de sobrevivir con un mínimo de dignidad. El empobrecimiento y la precarización de grandes sectores de la sociedad acaso sean las consecuencias más inmediatas y sensibles del plan de gobierno de Milei, lo que no vuelve menos acuciante la vulneración de derechos y formas de vida de una multiplicidad de actores sociales, desde los movimientos de mujeres, disidencias y alteridades, hasta las instituciones públicas vinculadas a la ciencia, la educación, la cultura y el cuidado del medio ambiente.

En semejante coyuntura, tal vez no sea inútil recordar la definición de comunismo a la vez simple y potente que proponía el filósofo y activista Toni Negri en una entrevista reciente, poco tiempo antes de morir: “El comunismo es una pasión colectiva alegre, ética y política que lucha contra la trinidad de la propiedad, las fronteras y el capital”.
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Miquel Angel Soria

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Feb 12, 2024, 1:31:12 AM2/12/24
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Un mes abans de morir, el 12 de febrer de 1984, Julio Cortázar havia escrit un breu text que va servir de Mínima introducción a Argentina: Años de alambradas culturales, Muchnik Editores, Barcelona, 1984.
"Aunque ya lo sabía de sobra, me bastó volver a la Argentina poco después de las elecciones para verificar los estragos que la censura y la información deformada y deformante habían operado en el pensamiento de millones de ciudadanos.[...]
Hoy que la voluntad popular tiene la posibilidad y el deseo de recibir una información tanto actual como retrospectiva, se me ocurre que una selección de artículos que durante nueve años se quedaron del otro lado del colador, puede ser útil para mostrar esa otra cara de la luna argentina y ayudar a llenar algunos hiatos que a veces generaron malentendidos. [...]

Si en aquella època, el president Alfonsín no el va voler rebre, ara, el Milei, potser el faria desaparèixer.

GÉNESIS DE LOS CRONOPIOS
       (rigurosamente histórica)

Se descolgaron desde un cielo diferente,
un espacio un espacio que sólo ellos franquean,
como los Ufos,
como los Ovnis,
los Cronopios.

No podía pasar de otra manera.
No vinieron ni en tren ni en bicicleta.
Tenían que mostrarse justamente
en mitad de un concierto, en el teatro
de los Campos Elíseos, en París.
Date cuenta qué snobs. Y por si fuera poco,
estropeándome el largo y el allegro
de andá a saber qué sinfonía,
sobrevolando la platea
esos objetos verdes, húmedos,
esa burbujas relucientes, 
los Cronopios.

Desde esa noche, ubicuos
en bicicletas, tortas, funerales,
crueles cronopios cruentos, crueles
organizando sus poliedros pérfidos
para consternación de famas y esperanzas,
[...]




Trump, Biden y dos postales desde Dachau
Maciek Longin Wisniewski (La Jornada)


1. Corrían finales de 2016, Trump ganaba (inesperadamente) la presidencia de Estados Unidos y yo siguiendo y haciendo (bit.ly/3ui9ZsD) comentarios al respecto –todo en medio de predominantes comparaciones históricas de que viene el nuevo Hitler, fascista, que igual que los nazis va a construir los campos–, hacía igual un descubrimiento peculiar: una postal de mi abuelo, Longin (del cual heredé el segundo nombre), que se le permitió mandar a mis bisabuelos en 1942 desde Dachau, uno de los primeros y más grandes campos de concentración nazis (véase: bit.ly/480sBLy).

2. Acabó allí arrestado en 1940 como parte de una gran acción represiva de la Gestapo local de Łódź (Litzmannstadt) contra los jóvenes polacos. Construido en 1933 en un pueblo cerca de Múnich, Dachau era un experimento crucial para la expansión de l’univers concentrationnaire nazi sirviendo primero para enemigos políticos y judíos alemanes para crear un clima de terror y (aun) forzarlos a emigrar. Al estallar la guerra se volvió un campo polaco, siendo estos el más numeroso grupo étnico allí.

3. Por alguna razón, la postal nunca llegó a sus destinatarios –aunque sus papás sí han vuelto a ver a mi abuelo que sobrevivió seis años y fue liberado en Dachau por las tropas estadunidenses– y hoy está en una colección de la Universidad McMaster en Canadá. No sé si había otras, nunca las he visto entre los papeles familiares; pero en aquel momento su descubrimiento me sirvió tanto para reconectar con una historia que conocía, pero de la que no se hablaba mucho, como para pensar en Trump.

4. ¿De veras el nuevo presidente –conocido por su retórica xenófoba y antinmigrante– iba a construir nuevo Dachau o nuevo Auschwitz en la frontera con México? ¿De veras eran los mexicanos, como insistía el eminente antropólogo Marshall Sahlins, los judíos de Trump? (bit.ly/3ufos8T). Me quedé pensando qué habría pensado mi abuelo de estas comparaciones.

5. Murió en 1987 –por colapso de pulmones, consecuencia de seudoexperimentos médicos nazis para la Luftwaffe con presiones altas y bajas que simulaban el vuelo (bit.ly/3uhpfGk)– y yo tuve una sola conversación con él al respecto. En esencia, su tema era el perdón y olvido, una cuestión muy discutida en la literatura sobre el Holocausto con dos famosos escritores-sobrevivientes, Primo Levi y Jean Améry representando polos opuestos: Levi abogaba por perdonar a los verdugos, Améry decía que esto era imposible. Mi abuelo pensaba igual que Améry. Esto no tiene perdón, me dijo.

6. De allí, igual habría dicho que lo de Dachau era incomparable (siendo la comparabilidad o no, otro tema recurrente respecto a Holocausto y/o el nazismo). Pero el punto de hacer las analogías históricas no es buscar dos situaciones idénticas, algo de por sí imposible, o argumentar que lo son (algo puede ser horroroso sin ser otro Holocausto), sino alertar sobre los peligros y abusos del poder, de modo que –y esa sería mi posición– si Auschwitz o Dachau no sirven para defender a los más débiles (los migrantes, los refugiados, los colonizados), ¿entonces para qué sirven?

7. Trump al final tuvo sus campos: sus centros migratorios sí eran comparables a los campos de concentración. No a Dachau o Auschwitz, pero sí, por ejemplo, a los campos transitorios franceses para los españoles republicanos y refugiados judío-alemanes/austriacos que tenían que huir de Hitler y acabaron tratados como indeseados (wapo.st/49h0MzG).

8. Así, los nuevos planes de Trump de construir campos de detención gigantes, una nueva prohibición musulmana y expulsiones masivas de migrantes (wapo.st/3FWshSD) me hicieron acordar de una segunda postal que si encontré (después) en los papeles familiares y que sí llegó a Łódź desde Dachau a sus destinatarios en… 1972, cuando mi abuelo se fue a visitar el ex campo (sic). La veo como un gesto de burla de un sobreviviente de sus torturadores nazis y sus herederos: El clima es magnífico, escribía, la temperatura es alta y los precios también (véase: bit.ly/3Umfj9b).

9. Pero esta vez, más que en Trump, esta postal me hizo pensar en Biden que nos iba a salvar de las atrocidades del Trump-Hitler, pero que dio seguimiento a las mismas políticas migratorias y mantuvo los mismos centros de detención que nadie ya −sobre todo desde el centro liberal− comparaba a campos de concentración ni decía que por ello Biden era un fascista. Biden, que está a punto de implementar la más restrictiva legislación antiinmigrante desde hace décadas (Trump, a pesar de su retórica, nunca logró implementar nada). En 2023, en la frontera murieron 143 migrantes, una cifra récord. ¿Si Trump por su retórica era un Hitler, disculpen la ingenuidad, quién por sus acciones sería Biden?

10. El que nos iba a llevar a la Tercera Guerra Mundial (Trump) no metió a Estados Unidos a ninguna guerra imperial y con Biden estamos en la segunda. Según él, las imágenes del ataque de Hamas a Israel, eran comparables al Holocausto, un historia que, como aseguraba, había estudiado llevando a su familia a Dachau en 2015, para que sus hijos y nietos comprendieran por qué no se puede negar la carnicería (cbsn.ws/3QABzKd). Palabras sorprendentes de alguien que financia y asiste a (¿comparable con qué?, uno podría preguntar) la carnicería y el genocidio en Gaza, consecuencia directa de la distorsión de la memoria de Auschwitz que acabó protegiendo a los poderosos. Trump es horrible, pero Biden, que obviamente no aprendió nada de su visita a Dachau, es igualmente peor y sus acciones en la frontera y en Gaza, en palabras de mi abuelo (liberado por los GI), simplemente no tienen perdón.

                                                          * * *
100 años de revolución surrealista
Fernando Buen Abad Domínguez (La Jornada)


Estamos cumpliendo 100 años del primer Manifiesto del surrealismo (1924) y siguen vigentes sus fuentes revolucionarias con su interpelación profunda a la realidad del establishment, a sus mascaradas ideológicas y a las emboscadas burguesas pergeñadas para sofocar las verdades humanas. 100 años de un manifiesto, también, para la transformación del arte, de la filosofía, de la economía y del mundo. Eso denunciado por el surrealismo, desde hace 100 años, sigue denunciando a la realidad como muralla del dinero salpicada de sesos. El surrealismo es un puro automatismo síquico por el cual se intenta expresar, verbalmente o de cualquier otra manera, el funcionamiento real del pensamiento en ausencia de cualquier control ejercido por la razón al margen de toda preocupación estética o moral (André Breton, 19/2/1934-28/9/1966).

Ese manifiesto insurreccional sigue siendo fusión rebelde del amor loco, de la poesía de lo maravilloso y del humanismo creador como fuentes irreductibles de una revolución permanente del sentido, como batalla vigente que, desde muy temprano en el siglo XX, presentó armas en pleno corazón de la podredumbre capitalista realmente existente. Están en el primer manifiesto los principios programáticos que ofrecen un método para la creación, la intervención directa en la vida y la subordinación de los instrumentos del conocimiento, incluido el arte, al servicio de la rebelión de los sentidos.

Ahí se propone detonar el edificio de la ideología dominante con los explosivos humanistas del arte en revolución. Lo maravilloso no siempre es igual en todas las épocas; lo maravilloso participa oscuramente de cierta clase de revelación general de la que tan sólo percibimos los detalles: éstos son las ruinas románticas, el maniquí moderno, o cualquier otro símbolo susceptible de conmover la sensibilidad humana durante cierto tiempo: André Breton. El manifiesto surrealista de 1924 es también radiografía un mundo que ha sido secuestrado, nos propone armas para combatirlo, echando mano de la emancipación de la imaginación, del amor y de la poesía. Sublevar la expresión libre, directa, sin intervención de la razón hegemónica. Producir estragos y fisuras, quiebres epistémicos duraderos que combatan a las industrias belicistas, financistas e ilusionistas… de su época. Disparar ráfagas de imágenes, mediante el automatismo síquico y la insurrección de la economía política para facilitar las erupciones más profundas del inconsciente creador. Como ellos lo entendieron.

El manifiesto sigue siendo una inspiración liberadora que se despliega en el territorio del sentido sin atenuantes, para desmantelar, a su modo, la ideología de la clase dominante, la alienación, la cosificación y la mercantilización de la especie humana. Advierte que intervendrá para arruinar las ideas conservadoras de familia, patria y religión, mientras convoca a una revuelta directa para la libertad relativa de las iniciativas artísticas y políticas transformadoras. “‘Transformar el mundo’, dijo Marx; ‘cambiar la vida’, dijo Rimbaud: estas dos consignas para nosotros no son más que una.”

Están vivas las convocatorias del manifiesto de 1924 contra el palabrerío desatado por los santones intelectuales mientras se adhería sin reserva al materialismo dialéctico por considerarlo el mejor método para la liberación de la humanidad. Breton, cofundador del movimiento surrealista, insistió: el surrealismo se considera ligado indisolublemente, como consecuencia de las afinidades antes señaladas, a la trayectoria del pensamiento marxista, y sólo a esa trayectoria. No sin un debate sobre ciertas deudas en la autocrítica: también es imposible que el marxismo se abstenga más tiempo de tomar en cuenta la base científica de las investigaciones sobre el origen y el cambio de las imágenes ideológicas (A. Breton).

Ese manifiesto tendría poca o ninguna importancia si no fuese porque contiene la idea revolucionaria de que la ética sea la estética del futuro. Que la ética norme, como pensó Adolfo Sánchez Vázquez, esa parte decisiva de las relaciones sociales en las que, el juicio del gusto sea explicable como base y producto de la lucha permanente por la igualdad entre los seres humanos y la justicia social deseable, posible y realizable.

En el manifiesto se expide una mirada crítica que no está dispuesta a rendirse ante las emboscadas del olvido hegemónico ni ante las tergiversaciones que van hundiendo toda herencia revolucionaria en los pantanos de la chabacanería ideológica al uso. Por eso a Breton y al manifiesto no se les perdonan haber interpelado la lógica monstruosa del capitalismo en el periodo de entreguerras y más allá. No se le perdona su poesía y el lugar que otorgó al amor como militancia humanista, única capaz de reconciliar a la especie humana consigo misma. No se le perdona la síntesis que propuso en el surrealismo para igualar el arte con los sueños, con la magia, con el azar, con lo lúdico, con el amor mismo y con la revolución. No se le perdona politizar la filosofía y filosofar la política desde el arte revolucionario e independiente para demoler el imperio de la esclerosis ideológica en una burguesía adicta al consumo de la obra de arte como mercancía de vanidades.

Hoy como en 1924, el manifiesto surrealista conserva la calidad subversiva de sus ideas y su rebeldía candente. Está vigente su llamado al resquebrajamiento de la hipocresía, la mediocridad y la estulticia que afligen a la especie humana y al planeta. El manifiesto desnuda los propósitos de un sistema económico e ideológico monstruoso para quien contempla los acontecimientos con rigor de objetividad y subjetividad emancipadoras. Entiende a la vida hondamente y atiende todos los voceríos que en rebelión adquieren los más caracteres que bullen en el espíritu que recorre al mundo. El mensaje del manifiesto está especialmente destinado a los pueblos que incuban retoños revolucionarios, a su calidad y cantidad altamente subversiva reflejada en un documento firmado por talentos fulgurantes que se convirtió en brújula necesaria entre las expresiones filosóficas, artísticas y revolucionarias fundamentales de su siglo y del actual. Porque es un manifiesto histórico de las inconformidades contra el conformismo, contra el conservadurismo y contra la domesticidad, lo pinten como lo pinten. Un manifiesto para la creatividad revolucionaria y para la revolución del sentido. Algunos dieron por muerto al Manifiesto del surrealismo, pero los muertos que ellos matan gozan de buena salud, 100 años ya. Hay que leerlo.

*Doctor en filosofía
Vicente Leal, ¿Se entendió.jfif
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Miquel Angel Soria

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Feb 13, 2024, 1:30:52 AM2/13/24
to icv-euia_e...@googlegroups.com
L'any 1998, Eduardo Galeano publicà a Siglo XXI Patas arriba. La escuela del mundo al revés. En les primeres pàgines publica el Programa de estudios amb cinc apartats prou il·lustratius: La escuela del mundo al revés, Cátedras del miedo, Seminario de ética, Clases magistrales de impunidad, Pedagogía de la soledad, La contraescuela.
Comença amb un avís als pares: "Hoy en día, ya la gente no respeta nada. Antes, poníamos en un pedestal la virtud, el honor, la verdad y la ley... La corrupción campea en la vida americana de nuestros días. Donde no se obedece otra ley, la corrupción es la única ley. La corrupción está minando este país. La virtud, el honor y la ley se han esfumado de nuestras vidas."
Poc després de fer aquestes declaracions, publicades a la revista Liberty el 17 d'octubre de 1931, Al Capone entrava a la presó.


Grupo pró-Palestina defende sanções econômicas e exclusão de Israel da Copa do Mundo e Olimpíadas
GERCYANE OLIVEIRA (Opera Mundi. São Paulo)

A Conferência de Emergência pela Palestina, convocada pelo ex-ministro das Relações Exteriores da Turquia, Ahmet Davutoğlu, e pelo acadêmico Richard Falk, ex-relator especial da Organização das Nações Unidas (ONU) sobre a situação nos territórios palestinos ocupados, publicou nesta segunda-feira (05/02) o documento final do encontro defendo sanções contra o Estado de Israel.

O encontro foi realizado em Londres no dia 27 de janeiro com o objeto de dar resposta à catástrofe na Faixa de Gaza e à recente ordem provisória da Corte Internacional de Justiça (CIJ) em meio ao processo promovido pela África do Sul onde o Estado de Israel é acusado de cometer um crime contra os palestinos residentes nesse território.

Entre os presentes estava figuras proeminentes de 25 países, incluindo nomes como Mustafa Barghouti, Phyllis Bennis, Avi Shlaim, Ramzy Baroud. A professora Arlene Clemesha, doutora em História Árabe e integrante do Departamento de Letras Orientais da Universidade de São Paulo (USP) foi a representante do Brasil no evento.

O documento divulgado reforça o apelo pela retirada imediata de todas as tropas israelenses do território palestino, e a instalação de um processo para que os palestinos possam implementar medidas para que suas autoridades possam ter maior autonomia sobre seus territórios.

O texto apresenta três listas de medidas que consideram necessárias para defender os palestinos residentes em Gaza. A primeira dessas listas apresenta quatro iniciativas urgentes a serem implementadas:

1) Um cessar-fogo imediato, junto com a devida a retirada das forças armadas israelenses da Faixa de Gaza;

2) Ajuda humanitária livre e ampliada, tendo em vista os problemas que se instalaram na região, como a fome a nível massivo e a disseminação de doenças;

3) O estabelecimento de um corredor internacional de ajuda humanitária com bandeiras nacionais;

4. A restauração imediata do financiamento da Agência das Nações Unidas de Assistência aos Refugiados da Palestina no Oriente Médio (UNWRA, por sua sigla em inglês) e da sociedade civil palestina.

                                                              * * *

Diga basta, Sánchez, que a lo mejor sale ganando

José María Izquierdo (El ojo izquierdo)


Qué feo está el panorama. Vivimos expectantes bajo el síndrome de la cuerda que se estira, vemos cómo se tensa, pero nunca sabemos hasta dónde aguantará su flexibilidad. A muchos espectadores no nos gusta este espectáculo. Y es así porque somos conscientes de asistir a un juego de nulo raciocinio o de intercambio de ideas. Se trata de un puro ejercicio de fuerza bruta, yo tiro más que tú, voy a hacer que en este juego de la sokatira os estrelléis contra el barro. Pero hay muchas más razones por las que numerosos ciudadanos estamos hartos de este espectáculo inacabable, agotador en su desesperanza, insultante en sus modos, escasamente defendible en sus fundamentos.

Junts estira la cuerda una y otra vez, tantas que ya hemos perdido el porqué de esas continuas vueltas de tuerca en el último minuto, la conocida táctica de las malas novelas de detectives. Hay quien cree que para hacer un buen análisis objetivo de la realidad deberíamos ser capaces de ponernos en la piel del otro. No lo sé, pero este Ojo no lo ha conseguido jamás. Por mucho que lo intente, jamás conseguirá situarse en la mente de Carles Puigdemont o de Míriam Nogueras. Ni de Pedro Sánchez. Tampoco de Santiago Abascal, si a eso vamos. Así que déjenle ejercer de espectador. Y de ahí ese sentimiento de degradación a la vista de la fiesta a la que asiste, asombrado ante las maneras y la escasez de argumentos de los implicados, encerrados en su minúsculo mundo de mesa camilla.

No tiene sentido añadir jeribeques jurídicos a cada auto que se le ocurra emitir, o simplemente anunciar, a cualquier juez del territorio patrio. Las leyes hay que hacerlas como las sopas de Arguiñano, con sustancia y fundamento. El perejil se admite exclusivamente como adorno. Ahora me tiemblan las canillas por delitos de terrorismo y mañana por traición a la patria y desmedido amor a la madre Rusia. Quién sabe qué nos depara la semana próxima, que por cualquier lado nos asoma una toga justiciera y todavía no sabemos quién mató a Prim. Pues qué le vamos a hacer. No sirve tampoco la trampa de todos o ninguno, porque el respetable no se traga la bufonada y cuando oye semejante frase sólo escucha “quiero librarme yo, a como dé lugar, a ver si nos enteramos”. Y un añadido más. Seguro que en el Gobierno y en el entorno independentista cuentan con juristas notables, acaparadores de títulos, másteres y hasta cátedras. Pero recuerden siempre que los señores togados andan de vuelta de filigranas jurídicas, y cuando ustedes van, ellos ya han vuelto, que a triquiñuelas, fullerías y disimulos es difícil, pero que muy difícil, ganarles. Cuidado, pues, con querer ser el más listo de la clase y colar la reformita por donde no se debe.

Todo el mundo ha entendido que decir no a esta ley es un sindiós de Puigdemont. Razones variadas, pero dejemos que hable en primer lugar Esquerra Republicana de Catalunya -¿les aceptamos el pedigrí de catalanes, catalanes?-, varios de sus militantes con la cárcel asomando a sus vidas. Recuerden lo que han dicho: acusamos a Junts de destrozar a mil familias con su no a la amnistía. ¿Les da igual a los cinco de la negativa? Contamos con que la gobernabilidad de España se la trae al pairo, pero hasta el más tonto del cuartel sabe que sólo con un gobierno como el actual tienen los implicados en la vaina posibilidades de una ley de amnistía, sea cual sea. Y ésta, de nuevo lo corrobora ERC, ha sido elaborada con mimo y es amplia, muy amplia, y generosa, extraordinariamente generosa. ¿No se les mueve un pelo de votar junto a PP y Vox, aquellos que quieren verlos en un agujero cuanto más profundo, mejor? ¿Confían, quizá, en la generosidad de Feijóo o aún mejor, de Abascal?

Ya se sabe que a los dirigentes de Junts todo lo que ocurra debajo del Ebro les interesa más bien poco. Bueno. Pero ocurre, y el problema se agudiza con cada vuelta de tuerca del exprimidor de limones de Puigdemont, que está empezando a salirles a los ciudadanos de estas tierras inhóspitas un sarpullido cada vez que algún analista o politólogo intenta explicarnos, por ejemplo, que estas cosas ocurren porque están en una guerra electoral importante en Cataluña con Esquerra. ¿Me está usted diciendo que me ha torcido el brazo y en ocasiones hasta el cuello porque quiere robarle unos votos a Oriol Junqueras? No sé si se imaginan cómo sientan tales constataciones en Villafranca del Bierzo, recia urbe castellana, o en Chiclana, amigable villa andaluza. Los llamados españoles me importan un bledo, que yo cuido mi terruño, parece que dicen ustedes. ¿Pero alma de cántaro, qué terruño intenta conservar el señor Puigdemont si no va a poder volver a su país en la vida y si lo hace le van a meter en chirona? No exija más de lo que puede.

Aquí, quizá equivocadamente, hemos defendido hasta la saciedad que no es el vecino de Waterloo quien tiene encadenado a Sánchez. Es al revés. Y ahora podemos tener la oportunidad de comprobarlo. Hemos llegado a un momento importante en esta estúpida pelea. Alcanzado el borde del moderado precipicio, tampoco hay que ser alarmistas, los socialistas, el Gobierno, Pedro Sánchez, no deberían ceder ni un milímetro más en esta guerra de desgaste. Hasta aquí, basta. Que se rompa la cuerda. Saque pecho y presuma de que no se aceptan más chantajes. Siéntense frente a los dirigentes de Junts y recítenles este hermoso cuento. Observen mis queridos exsocios el panorama: no hay amnistía, ni corta ni larga, ni ancha ni estrecha, y ustedes solitos, tan rígidos, tan exigentes, tan dignos, se enfrentan al terrorismo de García-Castellón, al Putin de Aguirre y a lo que les queda por llegar. Se acabó. Expliquen en el estrado de los acusados aquellas transmisiones de ánimos a los gamberros de los disturbios y los destrozos de escaparates, coches y contenedores, e incluso narren de corrido aquellas divertidas sesiones de alta diplomacia por el día con enviados políticos del Kremlin y las reuniones de espías por las noches con raros enviados de Putin. Pasen ustedes, que a mí me da la risa. ¿Y la cárcel? Ahí, al fondo. Son más de mil, ¿se acuerda? Ya sabemos que ahora mismo estará buscando Sánchez salidas ingeniosas o imaginativas al atolladero, pero no descarte, por favor, el ahí te quedas, mundo amargo, y si te he visto no me acuerdo, que de casta le viene al galgo ser rabilargo.

¿Problemas de gobernanza para Sánchez sin mayoría? Por supuesto. Pero se puede tirar con la prórroga de los Presupuestos, pregunten a Rajoy, todo un experto, y luego ya veremos, que la vida sabemos que es dura, pero nosotros nos acoplamos con maneras de contorsionistas. Y estaremos más libres, más ágiles sin la pesada mochila de Junts ni el constante asedio de Puigdemont, que para el resto de la Cataluña independentista contamos con Esquerra. Disfrutamos, además, de una oposición inane, incapaz de arbitrar políticas serias y atractivas, que todavía va a estar más perdida sin el mantra de la amnistía y el Sánchez pelele de Puigdemont. ¿Dónde agarrarse, qué puede vender Núñez Feijóo, simple apéndice de ese potente acorazado que constituyen los jueces, ese Partido Judicial como le ha bautizado con acierto Ignacio Escolar?

Toparse con la realidad. ¿Qué harán el PP y Vox ante el embrollo catalán que se les avecinaría tras esta catarata de futuribles? ¿Piensan en dinamita o en acercamiento? Porque hasta ahora la doctrina sobre la materia sólo la ha dictado esa gran estadista que responde al nombre de Isabel Díaz-Ayuso, que ha asombrado al mundo entero con una más de sus sublimes teorías: “Al cierre de la plaza de toros [de Barcelona] le ha seguido la sequía, el control político, el adoctrinamiento”. La reina del vermú sí que sabe. Una enciclopedia viviente. Vastos y profundos conocimientos.

Adenda. Los grandes bancos españoles, permitan que no tenga que citarlos, conocidos como son de todos ustedes, lograron un beneficio el año pasado superior a 26.000 millones, un 27,2% más que el año 2022. ¿Están contentos? A medias, porque en España hay un Gobierno comunista que les quiere robar sus magras ganancias con un deleznable impuesto confiscatorio. Ana Botín nos ha dado las cifras: “Santander pagará 338,5 millones por el impuesto especial”. ¿Mucho, poco? Recordemos: este banco obtuvo unos beneficios de 11.076 millones de euros, un 15,31% más que el año pasado. Pobres gentes, que nos muestran tan orgullosos esas cuentas -¿por qué sonríen?- sin hacer el mínimo esfuerzo de pagar mejor a sus depositarios, o mantener abiertas sucursales para atender a las gentes del campo o a los jubilados, orondos y felices tan sólo poniendo la saca al sol para que le lluevan los millones por el alza de los tipos de interés. ¿Un impuesto especial? Tres, y de cuidado, les ponía yo.
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Miquel Angel Soria

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Feb 14, 2024, 1:30:27 AM2/14/24
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Si Alicia volviera
Hace ciento treinta años, después de visitar el país de las maravillas, Alicia se metió en un espejo para descubrir el mundo al revés. Si Alicia renaciera en nuestros días, no necesitaría atravesar ningún espejo: le bastaría con asomarse a la ventana.
                                               Eduardo Galeano, Patas arriba. La escuela del mundo al revés


Da bastante miedo
Elisa Beni

"El comentario es libre, pero los hechos son sagrados"
Charles Prestwich Scott

Pongamos que me importa una higa la amnistía, el sostenimiento o la caída del Gobierno o el devenir del independentismo. Pongamos que aparcamos todo esto. Lo he tratado lo suficiente en columnas e intervenciones como para poder rogarles que lo soslayemos por un momento para poder ver el bosque. Si hacemos tal ejercicio, verán cómo concluyen conmigo que lo que está sucediendo, lo que lleva sucediendo años en nuestro país, da bastante miedo. Miren que yo he defendido el trabajo de jueces y fiscales en general en este mismo lugar, pero el menosprecio absoluto y temerario que algunos tienen de los hechos, que deben ser sus dioses, y la liberalidad con la que los amoldan e interpretan me da mucho miedo y debería dárselo a todo ciudadano que se precie de su libertad y de su futuro.

Incluyo en este paquete a los periodistas que deberían regirse por los mismos principios, pero que están dispuestos a comprar mercancía averiada –incluyendo la reinterpretación de hechos de los que ellos mismos han sido testigos– bien para no tener problemas con la línea de sus medios, bien por considerar erróneamente que el mantenimiento de sus fuentes exige convertirse en un tiralevitas o tiratogas. Ya les digo que a mí estas columnas me han costado algún amigo, no fuente sino amigo, pero considero que no serían tan amigos cuando no comprenden que no puedo dejar de cumplir con mi misión ni ellos con la suya. Da bastante miedo la degradación de algunos y esta historia del grupo terrorista catalán comandado por Puigdemont forma parte de ella. Y da miedo porque hoy son los catalanes y mañana, con estas falseadas premisas, pueden ser terroristas unos tractoristas, los de la naval o quienes les dé la gana. Y ya vale. Ya vale.

Leo que en la reunión de la Junta de Fiscales del Tribunal Supremo varios compararon lo sucedido con la kale borroka. Las ganas que tienen y la poca kale borroka que han conocido en su trabajo. La kale borroka tenía detrás a organizaciones juveniles directamente relacionadas con ETA de forma probada. Leo que alegan que la finalidad de las protestas de 2019 era buscar la independencia de Cataluña y subvertir el orden constitucional, cuando todos sabemos que las protestas se organizaron para protestar por la sentencia del Tribunal Supremo que condenaba por sedición. Hay periodistas aplaudiendo ahora tal finalidad esotérica que hicieron en 2019 crónicas y directos explicando que las protestas eran por la sentencia. ¿Mintieron entonces o fueron tontos y no vieron que de lo que se trataba era de lograr la independencia mediante actos terroristas? Busquen en la hemeroteca. No hay medio de ninguna tendencia que no informara sobre la finalidad de aquellas protestas convocadas por Tsunami: protestar por la sentencia del Tribunal Supremo (que a lo mejor eso tiene su relevancia). Esa finalidad constatable se ha transformado ahora en la de crear terror, obligar a las autoridades a hacer algo o subvertir el orden constitucional. El colmo ha sido oír a un fiscal en una radio afirmar que la convocatoria de una protesta en el El Prat –que derivó en desórdenes graves ciertamente– es en realidad una incitación al homicidio doloso, con dolo eventual pues ya apaga y vámonos.

Parece muy fácil liar a la gente con cuestiones técnicas y prolijas pero todo esto es muy sencillo... ¿cuál era la finalidad de aquellas acciones? ¿Las convocó un grupo terrorista que lo fuera por haber llevado antes a cabo otras acciones terroristas? Si se responde con los hechos, es decir, que protestaban por una sentencia y que Tsunami ni existía antes ni era un grupo que hubiera cometido delitos terroristas ni existe ahora ni cometió ninguno después; si esa es la respuesta no se les puede imputar por terrorismo. Chimpún. No hay más. Que no les líen. Las cosas suelen ser así de sencillas y se perciben por los sentidos. Todos sabemos lo que es una acción terrorista y pretender que es un arcano es una forma de reelaborar la realidad, como hacían los chamanes para engatusar a la peña. Un delito es como un guante y la mano serían los hechos, debe entrar y ajustar perfectamente, sin que falten ni sobren dedos ni quede apretada ni baile dentro. Si eso no es así, no se trata de ese delito. Al guante terrorismo le baila la mano Tsunami tanto que le tienen que hacer nudos a los dedos para que no cuelguen.

Y da miedo. Ahora saldrán los que “inocentemente” manifiestan que sólo les están investigando a ver si es terrorismo y que si no lo es, pues nada, ya los absolverán. ¿Me están diciendo que apoyan que se someta a ciudadanos con indicios leves o sin indicios reales a investigaciones sobre los delitos más graves, con ingresos en prisión preventiva en FIES, por ejemplo, y que ya luego si eran solo unos desórdenes de una manifa pues los absolverán o los reconducirán y no pasa nada? ¿Les gustaría que se lo hicieran a ellos? ¿Son conscientes de a qué tipo de represión totalitaria puede dar lugar tal actitud? ¿Saben que les podría tocar a uno de los que aplauden tal desmán sólo con estar en el lado no adecuado del tuit o del escenario o de la manifa? En caso de duda, ¿no es más razonable investigar por el delito menor y ya si surgen pruebas reales de que se ha cometido terrorismo enviarlos solo entonces a la Audiencia Nacional?

Seamos claros, y hablo con conocimiento de causa, la Audiencia Nacional desde que ETA no mata no cuenta con personal especializado en sus competencias y tampoco en terrorismo. Es más bien un abrevadero prestigioso para los que están a espera de algo mejor o buscan medrar muy deprisa. Eso, por cierto, no pasaba tanto cuando por estar ahí te jugabas el pellejo. Como afortunadamente no tienen terrorismo se lo inventan. Así nos han deleitado con los titiriteros, los tuiteros, los txikiteros, anarquistas veganos y ahora los manifestantes de El Prat. La Audiencia Nacional también ha servido siempre para atraer competencias y arrebatárselas al juez natural predeterminado por la ley. Tsunami, que el fiscal pide mandar a los juzgados catalanes; Alsasua, que se trajo con trampa y después de que la Audiencia de Navarra se declarara competente; Trapero, al que juzgaron cuando ya se habían declarado años antes incompetentes para la rebelión y la sedición. Digamos que a veces la mera intervención de la AN es ya una forma de represión. Un tema a plantearse, la de la existencia de un tribunal que se justificaba porque facilitaba la forma de proteger de ETA a 25 magistrados y que ahora ya no tiene mucha explicación.

Da miedo poder confiar tan poco en un sistema que es capaz de crear pinzas juridico-mediáticas para forzar procedimientos por delitos inexistentes o artificialmente hinchados. Esto es lo que me da miedo, a mí y a tanta gente que sabe aunque prefiera no meterse en líos. Créanme, no hay independencia ni gobierno ni lucha ni patria ni bandera por la que merezca la pena someter a nuestro sistema de Justicia a esta degradación. Que una élite jurídica sea capaz de abdicar de la frialdad de los hechos para retorcerlos –los hechos, ya no el Derecho– permite llevar a cabo injusticias inenarrables, imposibles en un Estado de Derecho. Impunemente.

No crean que yo sufro por los indepes ni por la amnistía ni por el Gobierno. No. Yo sufro por nuestro futuro y nuestras garantías democráticas. Y hace años que tengo miedo, cada vez más.

                                                            * * *
¿Qué reivindica la derecha española?
Marcos Roitman Rosenmann (La Jornada)


Desde hace unos años, el lenguaje y actitudes cotidianas de los dirigentes de la derecha española responden a una estrategia golpista. Todo es válido si con ello se logra el objetivo, revertir las reformas y los cambios políticos salidos de las urnas y ratificados por el Poder Legislativo. Dicha propuesta no es nueva. Si recurrimos a ejemplos históricos, recuerda la alianza nazifascista Hitler-Mussolini, quienes identificaron a los bolcheviques y la democracia representativa como sus enemigos. Guardando las distancias, Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal Conde se han trasformado en clones, atrayendo a su alrededor a los nostálgicos de la España imperial. Ellos no aceptan la derrota en las urnas, sobre todo cuando los votantes no les conceden mayoría absoluta, para hacer y deshacer a voluntad. De esta guisa, el Partido Popular y Vox, recurren a la descalificación, la violencia verbal y amenazan con el uso de la fuerza. Javier Ortega Smith, portavoz en el ayuntamiento de Madrid y Santiago Abascal, en el Congreso, son adalides a la hora de intimidar a sus detractores. Mientras, el Partido Popular llama a la insumisión política, en nombre de la aritmética electoral. Reclaman en las últimas elecciones generales haber sido la lista más votada y, por tanto, el derecho a formar gobierno. Con ese traje, presentaron la candidatura de Núñez Feijóo. El resultado fue una investidura fallida. Su respuesta no deja indiferente. No gobiernan, no porque no quieren y no tienen votos suficientes en el Parlamento, sino por ser víctimas de acuerdos contra natura, entre perdedores. Suma de proetarras, filoterroristas e independentistas manipulados por comunistas que atan al PSOE a sus designios. Por consiguiente, subrayan, dichos pactos corrompen la voluntad general y constituyen un fraude al electorado. Insisten en presentar al gobierno de coalición como ilegítimo, soslayando, conscientemente, el significado de vivir bajo una poliarquía (Robert Dahl). Su desfachatez es mayúscula, si además, entre sus senadores y diputados, hay doctores en ciencia política, sociología o derecho. Parecen desconocer los valores procedimentales de la democracia representativa, cuyo teórico Norberto Bobbio, se estudia en primero de cualquier facultad de ciencias sociales.

Por lo dicho, la deriva política del Partido Popular, les escora hacia el totalitarismo ideológico. Llaman a la insumisión y reivindican el uso de la violencia pacífica diseñada por el teórico de los golpes de Estado blandos Gene Sharp. Podemos decir que el objetivo reivindicado por el Partido Popular y su aliado, Vox, consiste en consumar un golpe blando, con la complicidad de jueces que se suman a la operación. Y ex generales franquistas sedientos de sangre comunista reivindicando un nuevo alzamiento nacional. De esta forma, movilizan a sus acólitos a manifestarse en la calle o en la sede de los partidos políticos del gobierno, bajo lemas como ¡Viva la Unidad de España! ¡España no se vende, se defiende! ¡Sánchez, traidor, defiende a tu nación! ¡Sánchez, tirano, no nos arrodillamos! ¡PSOE, traidor, ni obrero ni español! ¡Sánchez, manipulador, hunde España en el terror! ¡España es una y no 51! ¡Sánchez y sus mentiras, desatan nuestra ira! ¡Catalanes, bandoleros, nos roban el dinero!

En el centro, se agita el fantasma del comunismo. Se trata de bloquear la acción del Poder Legislativo, haciendo imposible la gobernabilidad. De esa manera, las Cortes se verían abocadas a su disolución, convocándose nuevas elecciones, en el sobrentendido de que, Vox y el Partido Popular, tras la campaña de España se rompe, obtendrían una mayoría para formar gobierno. En definitiva, un golpe de Estado blando en toda regla, aderezado con una campaña del miedo zarandeando los males de una inmigración ligada a un aumento de la delincuencia, la ocupación de pisos, la prostitución, las violaciones, el tráfico de drogas, el peligro del terrorismo islámico con la consiguiente disolución de los valores de la cultura occidental.

En este contexto, la estrategia golpista se concentra, primero en definir al gobierno como la suma de partidos antiespañoles, etarras y comunistas, y en segundo lugar, identificar la ley de amnistía promovida por el gobierno de coalición y sus aliados como una traición a la Constitución y el estado de derecho. El actual rechazo a la tramitación de la Ley de Amnistía que afecta a quienes participaron en la votación del 1º de octubre de 2017 en Cataluña y la posterior declaración unilateral de independencia decretada el 23 de marzo de 2018, por Junts per Catalunya sería, para el PP y Vox, la demostración de las debilidades de un gobierno que pacta con terroristas, prófugos de la justicia, cuyo objetivo es destruir España. Ante la traición, sólo cabe al español de bien desconocer el gobierno, provocar una parálisis de las instituciones y convertirse en los salvadores de la patria amenazada. Ellos se sienten los dueños de España y no pueden soportar un gobierno de coalición que les impida gobernar. Al margen quedan las contradicciones de un gobierno que apoya a la OTAN, vende armas a Israel y Marruecos, sigue avalando a Zelenski, se decanta por el cibercapitalismo verde, potencia la educación y la sanidad concertada.
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Miquel Angel Soria

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Feb 15, 2024, 1:31:28 AM2/15/24
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De página/12:
REGOCIJO

“Celebramos a la Policía, los felicitamos. Cada balazo bien puesto en
cada zurdo ha sido para todos nosotros un momento de regocijo. Cada
imagen de cada zurdo lloriqueando por el gas pimienta en su cara ha
sido para nosotros un momento muy placentero de ver.” (De un vivo en X
de Agustín Laje, el politólogo de extrema derecha referente de jóvenes
libertarios que se especializa en atacar a las minorías sexuales y los
feminismos).


Nunca debí salir de Galicia
Isaac Rosa

Tú no te acuerdas porque eres muy joven, pero Alberto Núñez Feijóo se
fue de Galicia a Madrid a regañadientes. Casi obligado. Porque ya no
sabía cómo negarse. De hecho, se resistió a coger la maleta, dejó
pasar el primer tren cuando todo el mundo lo esperaba en el andén con
la pancarta de recibimiento, e hizo perder porras a todos los
periodistas y tertulianos que llevaban años llamándolo “delfín”. No
había crónica política entre 2010 y 2018 que no se refiriese así al
entonces presidente gallego: “el delfín de Rajoy”, “el eterno delfín”.

Pero llegado el día, cuando la prensa amiga ya tenía escritos los
editoriales para saludar su salto a la política nacional, Feijóo se lo
pensó mejor, sintió morriña anticipada: dónde iba a estar él mejor que
en casa. En un discurso inolvidable, entre lágrimas, renunció a
disputar la presidencia del PP para respetar su “único pacto” con los
gallegos, ya que ser presidente de la Xunta era “la mayor de mis
ambiciones políticas”, y remató con emocionantes palabras: “No puedo
fallar a los gallegos porque sería además fallarme a mí mismo”. Ya
sabes lo que vino después: se mantuvo al margen de la pelea interna
por la sucesión de Rajoy, aguardó a que Casado se chamuscase, y cogió
el siguiente tren, ya sin rivales, para llegar a Madrid aclamado como
la gran esperanza de la derecha española.

Desde entonces, el que se anunciaba –hay que recordarlo aunque dé
risa– como gran líder, buen gestor, hombre de Estado, centrista nato,
moderado…, nos ha dejado incontables tardes de gloria en menos de dos
años al frente del PP, llevando al partido más a la derecha de donde
lo dejó Casado –que ya es decir–, pactando con Vox–él que venía a
reconquistar ese espacio político–, soltando barbaridades desde la
tribuna del Congreso o en los mítines dominicales; sin olvidar su
desastroso final de campaña el 23J y su investidura fake.

Creíamos que no podía sorprendernos más, pero su último derrape supera
todo lo anterior: a una semana de unas elecciones gallegas en las que
peligra la mayoría absoluta de su partido, se mete de cuerpo entero él
solito en el charco del posible indulto a Puigdemont para favorecer la
“reconciliación” en Cataluña –es decir, lo mismo que propone Sánchez–,
pero reconociendo que solo lo pensó en el marco de la negociación para
su investidura –es decir, lo mismo de lo que acusa a Sánchez–; y
remata dando por hecho que no hay mucho que rascar en la acusación de
terrorismo.

Uno puede pensar que ahora sí, que por fin ha aparecido el hombre de
Estado, centrista nato, moderado y etc, dispuesto a encontrar una
salida política –aleluya– al conflicto con el independentismo
catalán…, si no fuera porque su confuso anuncio llega tras medio año
calentando las instituciones, las tertulias y, más grave aún, la
calle, contra la amnistía y los pactos con el independentismo. También
llega, por decirlo todo, solo dos días después de que Puigdemont
amenazase con revelar sus conversaciones con el PP.

Cómo no acordarse de aquella viñeta recurrente en la revista El
Jueves, donde Idígoras y Pachi caricaturizaban a José María Aznar, que
tras cada metedura de pata acababa siempre lamentándose con la misma
frase: “Nunca debí salir de Valladolid”. Así Feijóo este domingo
viendo las portadas de la prensa, y el lunes escuchando las tertulias
–incluidas las tertulias amigas donde harán malabares para salvarle la
cara–, a solo una semana de las elecciones gallegas en las que tanto
se juega, y pensando en su despacho de Génova: “Nunca debí salir de
Galicia”.

* * *

La intifada de John Deere
Aldo Conway

Al mirar por la ventana del tren cruzando Castilla a toda velocidad,
el cielo se siente más lejos que de costumbre y cobra sentido lo que
Miguel Delibes refirió que si es tan alto en esta zona es porque los
castellanos lo han levantado de tanto mirarlo. Dos lecturas, una
paisajística y otra religiosa, que confluyen en armonía acompañando el
traqueteo del vagón y el crujir de las patatas fritas de una señora
que no tiene ninguna consideración y no quiere compartirlas con los
demás, ni siquiera conmigo. El cielo sigue ahí, lejos, pero no tan
lejos, y tan despejado que casi puede verse la negrura del universo
tras el azul brillante que nos cubre, tan puro y claro que
transparenta sus costuras y deja entrever la silueta plateada de la
luna, que ejerce su papel como puerta de entrada al resto de astros.

Al sur de La Mancha, limitando con Murcia, se ven jornaleros
encorvados sobre los surcos de tierra arada, como diminutas
estatuillas inmóviles en la distancia, parte del paisaje como las
sombras de las jirafas a lo lejos en la sabana. Esta tierra, dicen los
dueños, tiene sed. Cuando era un crío, ya lo conté en una ocasión,
plantaba caracoles con mi abuelo, que no tenía intención de adelgazar
mis ilusiones diciéndome que los caracoles no brotan del suelo.
Abríamos el paso de la acequia y la canalizábamos hacia su bancal unos
minutos hasta que ya era suficiente. Mi abuelo no me enseñó de
caracoles, después de todo, pero me inculcó un amor salvaje y
desmedido por el suelo que pisábamos, así que al ver estos días el
bochorno de la tractorada, algunas de mis cicatrices emocionales se
han removido.

Los que venimos de comarcas agrícolas conocemos bien lo que suele
cocerse en el campo. Existe una especie de sumisión devota a las
necesidades de los agricultores, casi litúrgica. En Murcia,
concretamente, ha imperado durante décadas el “dadles lo que pidan,
pidan lo que pidan”, y es por esa razón por la que el campo de
Cartagena se ha convertido en un páramo de nitratos y lechuga y se ha
dejado morir al mar Menor, se ha expoliado el Tajo, se ha hipotecado
el futuro económico de la Región a un agua que no habrá y se han
explotado los acuíferos con la vista gorda de todas las
administraciones responsables.

El sector primario aquí es al Gobierno regional lo que la hostelería y
el tráfico rodado al Gobierno de la Comunidad de Madrid: una prioridad
por encima de la salud pública. Además, están tratando de camuflar
esta intifada de John Deere, cutre y lumpenista, como una tarea
prometeica contra las abusivas restricciones europeas a los pesticidas
y al uso potomaníaco del agua, especialmente en aquellas zonas que no
pueden permitirse las ínfulas babilónicas del lobby de la agricultura.
No se trata siquiera de un cierre patronal porque los verdaderos
agricultores, los que trabajan la tierra, lo siguen haciendo mientras
sus jefes y los querubines acreditados del lumpenproletariado tiran
balas de paja ardiendo desde un puente. Qué disgusto se llevarían si
les llegase una citación de la Audiencia Nacional por terrorismo pero,
por lo que sea, no va a ocurrir.

La huelga de agricultores no es una huelga siquiera. Ellos pueden
hacer huelga porque tienen quien trabaje por ellos, ya tienen quien
les lleve el pan a casa y llegue a la suya propia con las manos
doloridas y la espalda doblada. En sus protestas confluye el rechazo a
la Agenda 2030, de la que algunos han erigido un enemigo –hay quien ve
en la ecología un nuevo totalitarismo a batir– con la indignación
–esta, por su parte, más legítima– por los precios en origen en
comparación con los precios de destino. Sin embargo, a donde acuden a
protestar es al Gobierno, al que piden, al mismo tiempo, regularizar
el mercado y reducir la legislación y las restricciones, y no señalan
de forma unánime a las grandes cadenas de distribución que son las que
inflan sus márgenes de beneficio hasta el infinito.

Pero la práctica totalidad de la protesta la ha cooptado la extrema
derecha, que últimamente está detrás de cada descontento social para
tratar de conseguir su ansiado 15M neofascista que vuelque de nuevo el
tablero político nacional. Su problema es que muestran tan rápido sus
cartas y tienen tanta ansia por poder ondear la bandera
preconstitucional sin tapujos que no tardan en perder el favor
popular. Expertos en capitalizar protestas, pero sin capacidad
política para secuestrarlas por mucho tiempo.

Están los que entienden cuál es el enemigo y los que acuden a la
arenga antiglobalista para mantener sus privilegios históricos. A los
primeros, los que protestan por precios justos, hay que apoyarles
siempre. A los segundos, y a todos esos terratenientes solo puedo
decirles que ojalá ese Gobierno comunista que solo gobierna en sus
mentes intoxicadas de ira existiera de verdad y llegasen a ver la
herencia de sus abuelos convertida en pastos y granjas comunales. La
batalla por el campo español se perdió en la Guerra Civil y cualquier
intento desde la izquierda por catalizar el descontento de la
burguesía agraria solo legitima una postura basada en un cincuenta por
ciento de problemas imaginarios. No podemos ceder ni negociar: lo que
está en juego es el pan, la salud y el medioambiente. La tierra no es
de quien la hereda, es de quien la trabaja.
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Miquel Angel Soria

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Feb 16, 2024, 1:31:12 AM2/16/24
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Tal dia com avui, de l'any 1887, naixia José Moreno Villa, un poeta que segueix, igual que en vida, passant desapercebut. Bé és cert que gran part de la seva obra va ser escrita a Mèxic, la terra d'acollida al seu exili. Segueixo recordant-lo.
  De Romances de la Guerra Civil 1936 y 1937, selecciono:

EL HOMBRE DEL MOMENTO

Botas fuertes, manta recia,
fusil, pistola: es el hombre.
Barba hirsuta, barba intonsa,
salivas e imprecaciones;
pisar duro, mirar fijo,
dormir vestido: es el hombre.
Es el hombre de la hora;
no se ve más que ese hombre
en calles, trenes, portales, 
bajo lluvias, bajo soles,
entre sillas derrumbadas
y fenecidos faroles;
entre papeles mugrientos
que el cierzo invernizo corre.
Toda la ciudad es suya
y nada le importa dónde
reclinará su cabeza
con fatiga de diez noches.
Parece que no ha tenido
ni piaras, ni labores,
ni familia que lo cuide,
ni mujeres en que goce.
Bebe, canta, riñe y cae,
porque caer es de hombres. 
No sabe de casi nada
(pero ese casi es de hombres).
Sin embargo quiere cosas. 
(Que este querer es de hombres.)
Quiere verse libre y sano,
como deben ser los hombres.
Quiere verso dueño y uno
con todos los demás hombres.
Quiere libro, pan, respeto,
cama, labor, diversiones,
y todas las cosas buenas
que hace el hombre para el hombre,
o da la Naturaleza
para que el hombre las tome.
Bajo la lluvia inverniza,
y entre los graves cañones,
lo veo por la ciudad
devastada, serio y noble, 
como un vástago que busca
su raíz. Éste es el hombre.


Y ahora, el indulto. No nos falta de nada
José María Izquierdo

¿Pero qué delirio surrealista viene a ponernos encima de la mesa Alberto Núñez Feijóo, precisamente él, el que mejor encarna la iconografía del macizo de la raza, el que atesora en sus venas la sangre heredada de don Pelayo e incluso la vertida en las Navas de Tolosa, cuando nos comunica que hace algunos meses tuvo a bien estudiar con sumo cuidado una posible amnistía a los traidores independentistas, o que incluso como consecuencia de su conocida bonhomía, estaría dispuesto a conceder el indulto a ese señor con cuernos y rabo, representante de la malignidad que quiere destrozar España, terrorista que era, ahora ya no estamos seguros, tanto como sicario del odiado Vladimir Putin y que responde al nombre de Carles Puigdemont, vade retro, aquí huele a azufre? Refrendamos el dicho: en casa estamos todos locos, menos la abuela, que está en el manicomio.

Sería interesante saber qué dirán hoy en el cuarto de estar de sus casas tantas familias que se han dejado bíceps y tríceps de brazos y piernas, catarros por la fresca, marcha por aquí, banderón por allá, en las manifestaciones convocadas por ese mismo señor para protestar contra el malhadado Sánchez, ese ser venenoso que quiere, mediante una ley votada en las Cortes y vigilada por todas las instancias jurídicas del país, incluso europeas, legalidad a tope, llegar al mismo lugar que este mentiroso de traca que se llama Alberto Núñez Feijóo. ¿Una ley de amnistía así aprobada sería más indigna que un gracioso indulto salido del porque a mí me da la gana de los adentros de este buen señor? ¿Qué patochada es ésta, con qué desvergüenza intentan tratarnos desde el PP los mismos señores que con una mano llevan recursos a todos los estamentos inimaginables, de acá y acullá, para perjudicar ese proceso, al tiempo que le acarician las mejillas al malévolo prófugo con un estamos dispuestos a indultarte? ¿Para qué tanto grito, tanta marcha, tanta crispación, tanta insidia, tanto insulto y tanto daño a la convivencia, si al final estamos en la misma vaina? Porque no nos engañemos, para las gentes del común, indulto y amnistía se mueven dentro del mismo marco.

A cada día que pasa se agranda el misterio Núñez Feijóo. Qué hace aquí este señor, se pregunta uno. Ni sabemos para qué vino ni para qué hace lo que hace. ¿Qué sentido tiene que en mitad de una campaña electoral nada fácil nos tropecemos con este desaguisado, indultos, sí, indultos, no, ahora no se dan las circunstancias? Pues entonces, alma de cántaro, para qué estamos hablando de ello. Y dudamos, además, de que los actos del Tsunami sean terrorismo como nos indica nuestro guía García Castellón. A no ser, como apuntan unos y otros, que Puigdemont haya sembrado el pánico en Génova, con su enigmático mensaje de “todo se sabrá”. Es lícita la sospecha porque la concatenación de hechos es manifiesta. Uno amenaza y el otro, a continuación, canta la Traviata. Así que a estas alturas del partido, lógicamente y visto lo visto, ya empezamos a dudar de los términos en los que se produjo aquella reunión del mes de agosto entre unos dirigentes del PP, enviados por el mismísimo Feijóo, unos, y por el mismísimo Puigdemont otros, que el ogro oficial del PP, su portavoz Miguel Tellado, trató de desactivar con un displicente “café entre concejales”. ¡Qué raros estos modestos ediles, que incluso hablaron de temas tan enjundiosos como amnistías o indultos! Y si trataron de estas cosas de mayores, parece lícito suponer que también abordarían otros asuntos de similar o parecida enjundia. De alianzas y préstamos de votos, por ejemplo, que ya se sabe que hay muchos temas -en materia económica o laboral- que les acercan más que los separan. Convendría que el respetable los conociera, no vaya a ser que pasado mañana nos encontremos con otra nueva sorpresa. ¿Quizá ofertas más concretas a cambio de votos? Porque lo evidente es que el bueno de Feijóo sólo podría indultar si estuviera mandando en la Moncloa. ¿Y cómo se llega a dicho palacio? Exacto. Un, dos, tres, responda otra vez: precio por mis votos.  Repetimos: “Todo se sabrá”. Y añadimos: ojalá.

Sumemos al pasmo en el que nos ha sumido tamaña maniobra cuando sabemos los pactos a sangre que tiene Feijóo con la ultraderecha, tan alejada de cualquier complacencia con el enemigo independentista, sólo interesa saber cuánto debería durar su permanencia en cárceles remotas. ¿A qué parte estamos engañando? Lleva razón Abascal en sulfurarse. “Gigantesca estafa política”, ha dicho. Vaya socios, vaya amigos. Y es que el actual PP es pura contradicción andante, un bamboleo perpetuo entre la derecha dizque moderada y la ultramontana, sin que la dirección, Núñez Feijóo, en definitiva, sepa cuál de las dos almas vender. Para entretenernos, necesitamos momentos lúdicos, nos gustaría saber qué opina Isabel Díaz-Ayuso en la intimidad de su cuarto de estar, que no en público, ante la posibilidad de indultos y de entablar conversaciones con Junts. ¿Contenta, feliz, sonriente la reina del vermú? Tantas confianzas con el enemigo las ha contado en público, se supone que de acuerdo con el jefe, el connotado dirigente de su partido, Elías Bendodo.

Las mismas indecisiones marcan la actitud del PP ante las duras protestas de los agricultores, encantados de azuzar a los miles de tractoristas contra La Moncloa, o contra Ferraz si se tercia, pero con cuidado, mucho cuidado, no nos muerdan el pastel las gentes de Vox. Veremos, por cierto, hasta cuándo tenemos encendido este conflicto contra Bruselas, primero, y contra todo lo que se menea, después. A lo que íbamos, el PP es, ahora mismo, y al Ojo no le importa repetirlo una y otra vez, un partido desnortado, sin objetivos y sin líneas políticas nítidas y reconocibles frente a los muy graves problemas a los que nos enfrentamos. Ni para un lado ni para otro, ni subimos ni bajamos. Vamos a gastar mucha tinta con este descalzaperros del falso indulto que nos hemos montado, vaya usted a saber para qué, y los nervios ante los resultados en Galicia.

Con todo, no parece posible que estos tiras y aflojas vayan a conmover a Puigdemont y ni siquiera a Junqueras. En un día muy tonto tendrían que pillarles para pensar que gozarían de mejor futuro con PP-Vox, que con Sánchez y sus aliados. De vuelta a la realidad, aún estamos en ese no de Junts al texto de la amnistía. Escribíamos ayer que harían bien en La Moncloa en decir basta. Y si rompen desde Waterloo, un sufrimiento, la vida es dura, pero usted a mí no me tumba el Gobierno. Porque vamos a ver, ¿quieren hacernos creer que si Junts se escapa, podría irse a una moción de censura contra Sánchez con PP y Vox? La bobada da risa, que no miedo. Lluís Llach se ha ido de Junts porque Puigdemont es un pactista traidor. Imaginen a la muchachada independentista si se arrejuntan con Abascal. O imagínense al aguerrido ejército de Vox pactando con Puigdemont.

¿Y qué me dicen, queridos amigos, del espectáculo de Podemos y Sumar, llamadas a la policía, despachos abiertos, expedientes por los suelos? ¿Es ésta la izquierda que queremos, la que necesitamos, la que debe unir a las gentes más desfavorecidas de la sociedad, a la más necesitada de cambios urgentes? Por lo pronto, proceso delirante en Galicia, ahora apoyamos a esta señora y a este partido y mañana a esta otra candidata y su lista correspondiente, votos tirados a la basura. ¿Qué lleva a un político que quería asaltar los cielos a desperdiciar así la única fuerza real de sus supuestos votantes?

Y antes de irnos, dejemos por escrito, para que conste en acta, nuestra solidaridad con el compañero Carlos Sosa. Hartos, estamos hartos de decisiones judiciales incomprensibles.

Adenda. El sábado encontraron el cadáver de Hind Rajab, una niña de cinco años, en el barrio de Tel Al Hawa, en Gaza. Estaba dentro de un coche, rodeada de los cadáveres de sus cuatro primos y de su tío. Cerca, en otro vehículo calcinado, dos sanitarios muertos que intentaron ir a salvarla. El 29 de enero había pedido ayuda por teléfono a la Media Luna Roja. “Tengo miedo. Avisad a alguien para que me recoja, por favor. Se está haciendo de noche y me da miedo la oscuridad”. También pudo hablar un momento con su madre: “Mamá, no me dejes sola, tengo hambre, tengo sed y estoy herida”. La conversación se cortó. Han encontrado su cadáver doce días después.

                                                                  * * *

Avenida de la Capital de España, Madrid
Isaac Rosa

Parece un chiste, pero en Madrid hay una avenida que se llama “avenida de la Capital de España, Madrid”. No bastaba con llamarla “avenida de Madrid”, que además ya existe una “calle de Madrid” en el centro histórico; ni tampoco rotularla como “avenida de la Capital de España”. Era necesario subrayar la obviedad, por si alguien anda pez en geografía y todavía no se ha enterado de que, atención, tomen nota, Madrid es la capital de España.

Todo el que pasa por la avenida (está en el Campo de las Naciones) le hace una foto a la placa y bromea en redes sociales sobre la dirección que debes escribir en el sobre para enviar una carta a quien viva allí: “avenida de la Capital de España, Madrid, Madrid (Madrid)”. Si además la carta va dirigida a la Institución Ferial de Madrid, cuyo nombre oficial es “Ifema Madrid” (pese a que Madrid está ya contenido en las siglas) y que tiene una de sus puertas en la misma vía, el chiste ya es total: “Ifema Madrid, Avenida de la capital de España, Madrid, Madrid (Madrid)”.

Así es todo en la capital de España, Madrid. Todo más, todo grande, todo reafirmante y triplicado, todo Madrid, Madrid, Madrid y todo España, España, España. Hay un nacionalismo madrileño que en realidad es nacionalismo español reconcentrado, cuya bandera siempre es el exceso y el “yo más”. La última es la polémica mascletà, que se va a celebrar este fin de semana junto al Manzanares, con rechazo de ecologistas y oposición, y fruto de una promesa caprichosa del alcalde Almeida. Ninguna sorpresa que la mascletà de la capital de España, Madrid, vaya a ser la más grande jamás vista, con más kilos de pólvora que la de Valencia.

Es una metáfora facilona, lo sé, pero la mascletà madrileña es la metáfora exacta de la deriva de la capital de España, Madrid: un gran evento, que nadie ha pedido ni beneficia a los vecinos, que no se sabe cuánto cuesta ni quién lo paga (los madrileños, obvio), que hace mucho ruido, que es puro humo, que no deja nada detrás (algo de tierra quemada si acaso), que genera polémica, que no tiene la mínima sensibilidad medioambiental, y que supongo servirá para que alguien haga negocio.

Ya lo avisa el alcalde de la capital de España, Madrid: estaría encantado de celebrar otras tradiciones como los ‘castellers’, en cuyo caso damos por descontado que serán más altos que los de Cataluña, de la misma forma que la capital de España, Madrid, tiene más luces navideñas que Vigo, y la bandera más grande en Colón, y más-más-más de cualquier cosa que se nos pueda ocurrir: Fórmula 1, fútbol americano, los Óscar del deporte, y algún día esos Juegos Olímpicos por los que algunos llevan décadas suspirando. Una traca tras otra, un gran evento tras otro, con mucho ruido y humo, beneficios dudosos para la ciudadanía, negocio de unos pocos, y siempre dudas de cuánto cuesta y quién lo paga.

En ese más-más-más en que vive instalada, también es la ciudad que tiene más grandes museos, más sedes oficiales, más instituciones y organismos oficiales y más administración del Estado, que lo de la descentralización federalizante que de vez en cuando sale en algún programa electoral luego se queda en poca cosa; para qué tanto lío de andar trasladando sedes a la provincias, con lo fácil que es llegar a la capital de España, Madrid, que para eso es el centro-central-centrísimo de toda la red ferroviaria de Alta Velocidad (prueba a viajar de un punto a otro de España sin pasar por la capital de España, Madrid, y sin tardar doce horas), y ahora además le van a ampliar el aeropuerto.

Normal que con tanta concentración reconcentrada institucional y política, al final se concentre y reconcentre también el poder económico, las empresas, las multinacionales y las grandes fortunas, mejor estar en la capital de España, Madrid, que para eso allí se mueve todo. Y de tanto reconcentrar, la fuerza centrípeta madrileña funciona como un agujero negro que absorbe población, territorio, inversiones, empresas, talento, en una espiral imparable: cuanto más absorbe, más absorberá, porque dinero llama a dinero, y dónde vas a trabajar de lo tuyo si no es en la capital más capital.

Ya sé que hay noticias más importantes, que lo de la mascletà es una tontada y que parezco un resentido de provincias madrileñófobo (tras vivir veinticinco años allí). Pero es que es una tontada tras otra, y siempre en Madrid. Perdón: en la capital de España, Madrid.
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Miquel Angel Soria

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Feb 19, 2024, 1:31:13 AM2/19/24
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Educando con el ejemplo

La escuela del mundo al revés es la más democrática de las instituciones educativas. No exige examen de admisión, no cobra matrícula y gratuitamente dicta sus cursos, a todos  y en todas partes, así en la tierra como en el cielo: por algo es hija del sistema que ha conquistado, por primera vez en toda la historia de la humanidad, el poder universal.
En la escuela del mundo al revés, el plomo aprende a flotar y el corcho, a hundirse. Las víboras aprenden a volar y las nubes aprenden a arrastrase por los caminos.
                                                                                                              Eduardo Galeano


Tras el humo de los tractores, las contradicciones europeas
Beñat Zaldua (La Jornada)


Los tractores han vuelto a ocupar carreteras y ciudades en Europa, ofreciendo una imagen que se repite en el continente de cuando en cuando. La ciudad observa perpleja la revuelta del campo, sin acabar de entender una movilización que, en esta ocasión, parece venir abanderada por la extrema derecha. Al menos, es bastante evidente que ella pone en muchas ocasiones el discurso y saca el rédito. Han aprovechado la revuelta para poner en el punto de mira políticas ecológicas como el fin de las subvenciones a combustibles fósiles o la limitación del uso de pesticidas, y Bruselas, que teme que la extrema derecha obtenga poder de veto tras las elecciones del 9 de junio, se ha apresurado a eliminar, de forma contraproducente, estas incipientes iniciativas ecológicas.

Pero, por desgracia para el creciente frente reaccionario y la propia Unión Europea, todo esto es bastante más complicado que cuatro tímidas medidas contra la crisis ecológica. El agro europeo paga, en realidad, medio siglo de políticas neoliberales, tanto en el campo como en el comercio. La salida conservadora a esta crisis no hará sino agravarla.

Una breve historia de la política agraria común de la Unión Europea sirve para ilustrarlo. En 1970, el plan Mansholt se fijó como objetivo optimizar la superficie cultivada y fusionar explotaciones agrícolas para crear unidades más grandes. La productividad, de la mano de pesticidas y otros productos dañinos, y las grandes explotaciones se convierten en el eje de la política agraria. En 1992, las reformas MacSharry se fijan como objetivo reducir el presupuesto global y abandonar la política de precios garantizados; se pone fin así a la regulación del mercado y se cambia por las ayudas directas a los agricultores, el tamaño de cuyas explotaciones determina los pagos recibidos.

En los últimos años, la creciente preocupación ante la crisis climática y de biodiversidad ha provocado algunos cambios en la política agraria común, que históricamente ha beneficiado de forma desproporcionada a los grandes terratenientes. Sin embargo, conviene recordar que, pese a la ingente burocracia a que va vinculada –de la cual se quejan todos los agricultores y ganaderos–, dicha política sigue siendo crucial para la supervivencia del primer sector en Europa. Supone entre un tercio y la mitad del presupuesto europeo.

La razón, básicamente, es que el campo es el gran sacrificado por la política de libre comercio abanderada mediante diferentes tratados por la Unión Europea. El objetivo principal de estos acuerdos es facilitar la obtención de materias primas y abrir la puerta de terceros países a las manufacturas locales de gran valor añadido, así como a las inversiones financieras. A cambio, a menudo, se aceptan las importaciones a gran escala de insumos alimentarios producidos en esos países a mucho menor costo y con menores restricciones medioambientales. El cereal ucraniano, que ha inundado Europa oriental gracias a la retirada de los aranceles por Bruselas debido a la guerra, ha acabado por hundir los precios.

Es comprensible el malestar de los agricultores europeos con medidas climáticas que sus competidores no tienen que cumplir, pero sería miope poner esas políticas como el objetivo a abatir. La emergencia climática es el principal reto que la humanidad tiene delante y sus efectos ya se dejan notar en el campo. Fenómenos como las sequías, de las que también en México saben un rato, serán cada vez más frecuentes, según todos los modelos climáticos. Luchar contra la crisis ecológica eliminando las ayudas a los carburantes fósiles y los pesticidas no es un capricho. Es lo que tiene que hacerse, no hay más.

En cambio, una timorata Unión Europea ha pensado que con comprar el marco de la extrema derecha y eliminar estas restricciones podría capear el temporal. Hace cinco años eran Greta Thunberg y las movilizaciones juveniles contra la crisis climática las que marcaban el paso, lo que llevó a Bruselas a presentar su Green Deal. Un lustro después son los tractores los que ponen el ritmo, empujando las veletas instaladas en las instituciones europeas a cargarse aquella tímida iniciativa. De fondo se constata una realidad marmórea: cualquier cosa, menos tocar el libre mercado, porque lo que atenaza a los agricultores es un mercado interno en el que priman el tamaño y la productividad y en el que grandes conglomerados controlan la cadena de distribución y suministro, imponiendo precios y prioridades a los productores, obligados a veces a vender por debajo del costo de producción. Lo que los oprime, también, es un mercado global desregulado que permite la entrada de insumos producidos a menor costo, en un escenario en el que la Unión Europea se limita a repartir ayudas de forma desigual, declinando regular precios y mercados.

El problema no son las necesarias políticas medioambientales. El problema, que pone de manifiesto las insalvables contradicciones de una institución como la Unión Europea, es que no es posible luchar de forma real contra la crisis climática sin tocar el libre comercio y cuestionar los pilares del actual sistema económico.

                                                                 * * *
¿Descivilización?
Vilma Fuentes (La Jornada)


El término décivilisation podría pasar por un neologismo francés, tan raro era su uso desde que esta noción fue introducida poco antes de la Segunda Guerra Mundial por el sociólogo alemán Norbert Elias. Ernst Bloch o Hannah Arendt comprendieron bien que la de-civilisation de los años 1930-1940 consistía en destruir al individuo para fundirlo en la masa. Hoy día, se ha vuelto de uso común desde hace algún tiempo en Francia. Con este contradictorio término, que podría traducirse al español como descivilización, se designa un estado de violencia creciente.

Ya no se trata de los famosos sauvageons (traduciríamos acaso por salvajones), expresión inventada hace más de 30 años por el entonces ministro francés Jean-Pierre Chevènement para designar los jóvenes delincuentes, estilo Naranja mecánica, que surgían de los suburbios y sus edificios multifamiliares, considerados un progreso en la décadas de 1950 y 1960, antes de compararlos con verdaderos gallineros, donde la asfixia de sus habitantes, aplastados entre encierro y promiscuidad, los expulsaba. Pero estos jóvenes salían a un universo donde no tenían cupo y no podían entrar sino con la violencia. Se trataba aún de una minoría. Por desgracia, esta minoría va en aumento como pudo constatarse durante las noches de vandalismo y pillaje de comercios ocurridas el verano pasado en toda Francia, especialmente, en París.

Si el vandalismo y el pillaje son formas extremas, por ahora, de la llamada descivilización, ésta se manifiesta bajo múltiples formas y parece extenderse a toda la sociedad francesa, comenzando por la muy bella capital parisiense.

Ustedes, turistas, podrán decir que ya hace buen tiempo sufrieron la falta de cortesía de meseros, choferes de taxi y otros. Por desgracia, ya no se trata de eso que, en un mundo pasado, llamábase cortesía. Se trata, ahora, de una falta de modales, ausencia de civismo, conducta agresiva, gestos y actos groseros. Se trata también de hechos graves que se suceden y repiten: un policía asesinado, una octogenaria violada, un alcalde y su familia agredidos.

Situación que llevó al presidente francés, Emmanuel Macron, a comparar las violencias en el seno de la sociedad como un processus de décivilisation. Pero este último término hizo rechinar los dientes, pues es el título de un libro del pensador de extrema derecha Renaud Camus. Por fortuna, Camus no tiene el monopolio de la palabra, y filósofos o pensadores considerados de izquierda lo analizan y utilizan.

Sin memoria, sin red, sin tejido social, sin facultad cognitiva, lo que queda del individuo se ve obligado a disolverse en la masa, a aullar con los lobos para no ser devorado por ellos, señala a este propósito el historiador Bozarslan en su ensayo Crise, violence et décivilisation, antes de resumir que nazismo, estalinismo o ideología y política desarrollada por el fundador de la República islámica de Irán son la conversión de este proceso de masificación en recurso último del poder.

Pero esta descivilización comienza en la familia. Si la instrucción es área de la escuela, la educación es deber de la familia. Hay quienes pretenden acusar el movimiento del 68 de la liberalización de costumbres, la indisciplina, la falta de modales y demás. Pero no todo puede achacarse a los movimientos estudiantiles. Si antes la gente se saludaba, aunque no fuera sino con un signo de asentimiento, al encontrarse en la calle con conocidos de vista, ahora se ignoran frente a frente, lado a lado, cuando no se empujan en las colas de cine o de tiendas sin otro lenguaje para advertir su presencia.

Los párpados bajan y los ojos sólo miran el celular o el suelo. O, en mejores casos, el cielo, tal vez en busca de un mundo menos mecánico, más humano.

La descivilización comienza desde la infancia con la ausencia física o moral de padres y madres. La grandeza de una civilización comienza en la cuna, con el respeto del otro, progenitor o hijo.
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Miquel Angel Soria

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Feb 20, 2024, 1:32:01 AM2/20/24
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El 20 de febrer de 1926 neix Alfonso Sastre. Va ser un dels dramaturgs
més silenciats pel franquisme, el que provoca que fos un dels autors
més citats pels estudiosos de la censura. Paul M. Ilie, a Literatura y
exilio interior, escriu: "el exilio interior toma conciencia de su
ruptura radical con el sistema y busca fundamentar sobre bases
políticas du andadura estética". Mientras que tal es el caso de
Alfonso Sastre, que se cita como prueba."
És interessant la reflexió de Miguel L. Abellán que recull a Censura y
creación literaria (1939-1976): "El segundo botón de muestra se basará
en la documentación hallada en los mismos archivos referente a la obra
de Alfonso Sastre, autor politizado por excelencia, uno de los escasos
escritores que haya escrito como si no hubiera censura y que jamás ha
emprendido defensa alguna de sus escritos ante censura."

ARREPENTIMIENTO NO VEROSÍMIL
DEL CAUDILLO

Cuánta sangre, Dios mío, en estas manos
que ha de comer la tierra de aquí a poco.
Málaga, Badajoz... Deshilo el copo
de mis días castrenses y cristianos.

Primero, derrotando la morería;
y después ha perdido ya la cuenta
de la sangre corrida, a mis setenta
años de lucha por la Patria mía.

Rebeléme y yo dije: Rebeláronse.
Fusilé y yo decía: Asesinaron.
Ensuciéme diciendo que ensuciáronse.

Maté a miles y dije: Ellos mataron.
Los hice pelear y: Peleáronse.
Entre sangre un millón así acabaron.

Cuadernillo de anónimos. Catorce sonetos einauditos llamados así porque
la editorial italiana
Einaudi publicó en 1962 un
cancionero antifascista
español y la que se armó
en España con este motivo


Miami, santuario del terrorismo en AL
José Steinsleger (La Jornada)


Uno. La política de Washington frente a Cuba y América Latina (AL) se
dicta en las cerradas cabezas de termo que en Miami degradan la
democracia a intereses y negocios, junto con el despiadado bloqueo que
ha cumplido 64 años y carece de precedente en la historia de la
humanidad.

Dos. Una historia que reconoce raíces más profundas. En 1785, dos años
antes de la lírica Constitución de EU, el ­demorrepublicano esclavista
Thomas Jefferson (tuvo más de 600 esclavos), esperaba que la población
de su país creciera lo suficiente para arrebatar (a España), sus
territorios pedazo a pedazo. Y en 1809, el presidente James Madison se
dirigió al intrigante político francés Talleyrand para que solicitara
a Napoleón la entrega de Cuba junto con Florida oriental y occidental.

Tres. Más tarde, cuando el imperialismo yanqui moderno vestía pañales
y Miami contaba apenas con un año de fundada (1897), el general Nelson
Miles (jefe del asalto final a la isla en el marco de la guerra
hispano-estadunidense), recibió instrucciones precisas de Washington:
Habrá que extremar el bloqueo contra Cuba para que el hambre y la
peste, su constante compañera, diezmen a la población pacífica.

Cuatro. Luego, 57 años de república neocolonial y mafiosa (1902-59). Y
ya con la revolución (1959), el imperio convirtió a Miami en una
suerte de capital de las Américas, cohabitada por jubilados gringos,
terroristas cubanos, militares golpistas, mercenarios, empresarios
apátridas y políticos entreguistas de AL.

Cinco. En un documento del Departamento de Estado que data de 1960
(desclasificado en 2004), se lee: Fidel Castro es una amenaza
intolerable porque representa un desafío consumado a Estados Unidos,
la negación de toda nuestra política hemisférica de siglo y medio.

Seis. La primera gran acción terrorista de EU en Cuba tuvo lugar
durante la fallida invasión militar de Playa Girón (abril de 1961),
operación en la que participaron cubanos entrenados en Miami por la
CIA. El presidente John Kennedy se lavó las manos, mientras hacía la
vista gorda ante los intentos de la CIA y la mafia estadunidense para
asesinar a Fidel.

Siete. Un año después, Kennedy desestimó la Operación Northwodds del
Pentágono, que pretendía generar apoyo del pueblo estadunidense para
una acción militar contra Cuba. No obstante, el glamoroso gobernante
respaldó la cruel Operación Peter Pan , urdida por la CIA: 14 mil 48
niños cubanos de tres a 17 años, enviados a Miami por sus padres para
evitar el adoctrinamiento comunista en las escuelas. Entre ellos, Mel
Martínez, actual senador de Florida, el ex alcalde de la ciudad Tomás
Regalado, el músico Willy Chirino y Mike Bezos, padre adoptivo de
Jeff, el fundador de Amazon.

Ocho. En 1982, el gobierno de Ronald Reagan incluyó a Cuba en la
arbitraria lista de los países que presuntamente apoyan el terrorismo.
Pero en 1988, el presidente George Bush concedió el perdón al agente
de la CIA Orlando Bosch, acusado junto con Luis Posada Carriles de
tramar el atentado de la aeronave civil cubana que en octubre de 1976
estalló en el aire y se estrelló en Barbados (73 muertos).

Nueve. Por otro lado, en Miami funciona el Comando Sur del
Departamento de Defensa (Southcom), uno de los 10 comandos de combate
unificados, que comprende a todos los países de AL, salvo México, que
pertenece al Comando Norte). El Southcom ha sido el auténtico
santuario del terrorismo latinoamericano, y en los últimos años ha
fortalecido su actividad en AL. Por ejemplo, en noviembre de 2019, en
una acción coordinada desde la provincia argentina de Jujuy, y al
amparo del gobernador Gerardo Morales (socio de Mauricio Macri), el
general boliviano Williams Kaliman recibió un millón de dólares de
manos de Bruce Williams (encargado de negocios de la embajada gringa
en La Paz), y días después derrocó al presidente Evo Morales.

Diez. En julio de 2016, el entonces presidente Raúl Castro y Barack
Obama restauraron oficialmente relaciones diplomáticas, y por primera
vez Washington se abstuvo de votar en la ONU en favor del bloqueo.
Pero al año siguiente, el presidente era Donald Trump, quien volvió a
votar en contra, además de introducir 243 sanciones adicionales; 1.5
millones de cubanos de Florida votaron en su mayoría por Trump en 2020
y de ahí su comentario: Si tenemos Florida, tenemos todo.

Once. Cuando el presidente Joe Biden llegó a la Casa Blanca prometió
revisar el bloqueo genocida que a Cuba le ha costado 160 mil millones
de dólares. Fuera de haber sido víctima de 713 actos terroristas
patrocinados por Washington, y los grupos que actúan con impunidad
desde su territorio, 3 mil 478 han muerto. Biden no hizo nada.

Doce. El 24 de julio de 2021, año del 238 natalicio del libertador
Simón Bolívar, AMLO sugirió que el pueblo de Cuba merece el premio a
la dignidad, y por su ejemplo de resistencia esa isla debiera ser
declarada patrimonio de la humanidad. Añadiendo unas palabras de
George Washington: Ninguna nación debe aprovecharse del infortunio de
otra.

* * *

Después de 28.600 palestinos asesinados
Isaac Rosa

Después de 1.200 israelíes asesinados y 130 secuestrados en los
ataques de Hamás de octubre, la Unión Europea “condenó inequívocamente
el terrorismo” y la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen,
declaró que “Israel tiene derecho a defenderse de ataques tan
atroces”. Estados Unidos, por boca de Biden, proclamó su apoyo “sólido
como una roca e inquebrantable”, y prometió que “nunca dejaremos de
respaldarlos.

Después de los primeros 1.000 palestinos asesinados por los bombardeos
israelíes, Von der Leyen insistió a mediados de octubre en que Israel
“tiene el derecho e incluso el deber de defenderse”, mientras el Alto
Representante Borrell añadía un pero: derecho a defenderse, “pero de
acuerdo al derecho humanitario internacional”. Biden viajaba a Tel
Aviv para decirle a Netanyahu que “no estáis solos, estamos con
vosotros, nos aseguraremos de que tenéis todo lo que necesitáis para
defenderos”.

Después de 5.000 palestinos asesinados, los líderes europeos hicieron
un llamamiento a establecer “pausas humanitarias”, y expresaron su
“profunda preocupación por el deterioro de la situación”. Estados
Unidos pidió también una pausa humanitaria para la salida de
extranjeros y heridos, y desplegó dos portaviones y 135 cazas en apoyo
de Israel.

Después de 10.000 palestinos asesinados, la Unión Europea dijo estar
“seriamente preocupada”, y los 27 pidieron a Israel “la máxima
moderación”. Varios países pidieron un alto el fuego, rechazado por
Biden, aunque recordó que Israel debe “cumplir el derecho
internacional y distinguir entre terroristas y civiles”.

Después de 15.000 palestinos asesinados, Borrell aseguró que “Israel
no debe utilizar en el sur de Gaza las mismas tácticas que en el
norte”. Varios países resucitaron la “solución de los dos Estados”. La
vicepresidenta estadounidense pidió a Israel que “haga más por
proteger a los civiles inocentes”, aunque el portavoz del Pentágono
aseguró que “vamos a seguir apoyando a Israel”, y que la ayuda en
seguridad iba a “seguir fluyendo”.

Después de 20.000 palestinos asesinados, Borrell comparó la
destrucción de Gaza con el bombardeo de ciudades alemanas en la II
Guerra Mundial, y aseguró que el conflicto necesitaba “una solución
impuesta desde el exterior” por parte de Estados Unidos, Europa o los
países árabes. Washington aprobó una nueva venta de armamento a Israel
por 150 millones de dólares.

Después de 25.000 palestinos asesinados, Borrell declaró que “más
muertes y destrucción no van a traer más seguridad”, aunque ningún
país europeo se sumó a la demanda de Sudáfrica contra Israel en la
Corte Internacional de Justicia. Biden habló por teléfono con
Netanyahu y le reiteró la necesidad de una solución de dos Estados.

Después de 28.600 palestinos asesinados, Europa ha manifestado su
“profunda preocupación” por los planes israelíes de atacar Rafah.
Borrell dice que “hay que hacer algo más”, y que “si Washington cree
que se está matando a demasiadas personas, quizás tiene que
proporcionar menos armas”. España e Irlanda han pedido a la Comisión
que revise si Israel cumple sus obligaciones en materia de derechos
humanos. Biden cree que la reacción militar de Israel está siendo
“exagerada”, y que la operación en Rafah “debe garantizar la seguridad
de la población civil”. Fuentes cercanas al presidente norteamericano
aseguran que en privado se refiere a Netanyahu como “gilipollas”.

Esta es la secuencia de palestinos muertos y de declaraciones de
Europa y Estados Unidos. Según crece el número de palestinos
asesinados, aumenta la crítica europea y estadounidense a Israel, sí,
aunque despacito, sin tomar medidas, solo palabras. Vista la
secuencia, podemos hacer un cálculo de a partir de qué número de
asesinados pasarán por fin de las palabras a los hechos, y por ejemplo
Europa amenazará con algún tipo de medida diplomática o incluso
económica, aprovechando que la Unión Europea es el primer socio
comercial de Israel; o en qué momento Estados Unidos considerará
suspender la ayuda económica a Israel –principal receptor de su ayuda
exterior–, y en particular la multimillonaria ayuda militar.

Venga, hagan sus apuestas, cuántos palestinos tienen que morir para
que la “preocupación” europea y estadounidense llegue tan arriba. ¿Con
50.000 ya será suficiente, o a esas alturas estaremos todavía
condenando “rotundamente”, lamentando, pidiendo un alto el fuego y
proponiendo dos Estados? ¿A los 100.000 tal vez? ¿Más?
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Miquel Angel Soria

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Feb 21, 2024, 1:32:01 AM2/21/24
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El dia 21 de febrer de 1946, fou assassinat, junt a nou companys,
Cristino García, destacat militant del PCE i lluitador per la
llibertat a la França ocupada pel nazisme.
Tenia 32 anys i ja havia dirigit, en la resistència francesa, la 158ª
Divisió de l'Agrupació de Guerrillers Espanyols, arribant a ser
considerat Heroi Nacional de França.
Detingut a Espanya el 18 d'octubre de 1945, en el judici que el
comdemnaria a la pena de mort, el 22 de gener de 1946 es va definir:
"Sé bien lo que me espera, pero declaro con orgullo que cien vidas que
tuviera la pondría al servicio de la causa de mi pueblo y de mi patria
[...] El fiscal nos llama bandoleros. No lo somos: Bandoleros son
quienes nos acusan, quienes martirizan y matan de hanbre al pueblo.
Nosotros somos la vanguardia de la lucha del pueblo por la libertad.
Este juicio es una farsa en la que se nos acusa de delitos que no
hemos cometido. Pero tenéis prisa por deshaceros de nosotros. No
queréis que el mundo vea nuestros cuerpos martirizados. Queréis
ensuciar con este juicio el glorioso movimiento guerrillero".

A França són vàries les ciutats que li han posat el seu nom a algun
carrer. Una bonica forma de tenir-lo sempre present.


Texas: separación por "diferencias culturales"
Por Jorge Majfud (Página/12)

Cada vez que en Estados Unidos se le pregunta a alguien por qué se
independizó Texas en 1836, la respuesta salta by default: “por las
diferencias culturales con los mexicanos”. Cuando hemos demostrado con
documentos que la ilegalización de esclavitud por parte de México fue
la razón central del conflicto, se continuó insistiendo en la
incompatibilidad de las culturas, antes de pasar al argumento ad
hominem.

Por 1836 y hasta la Segunda Guerra Mundial (cuando el nazismo perdió
su prestigio en Occidente), no se hablaba de culturas sino de razas
incompatibles. No por parte de los mexicanos, sino de los políticos de
Texas y sus aliados, los estados esclavistas del Sur.

¿Cuál era esa supuesta "diferencia cultural"? Según el cliché, los
estadounidenses luchaban por la libertad, para liberarse del
despotismo mexicano―no por la libertad de esclavizar a otros. El mito
de películas como El Alamo no nació en 1960 sino en la prensa
esclavista durante la rebelión de secesión de Texas contra México.

Cuando Texas escribió su constitución en 1835, se apresuró a
establecer que la esclavitud no era una cuestión debatible. La mayoría
de los votos que la aprobaron era de inmigrantes ilegales que habían
llegado a México en los últimos dos años, en una desesperada carrera
de colonización, cuando los mexicanos entendieron que no bastaba con
regalarle tierras y exonerar de impuestos a los colonos del norte para
que cumplieran con las leyes del país y liberaran a sus esclavos. Los
rancheros que apoyaron a los colonos anglos también fueron despojados
de sus tierras y expulsados “a su país” una vez que se completó el
proceso de independencia. Las familias tejanas, como luego las
familias del resto de los actuales estados del Oeste de Estados Unidos
que llevaban siglos en esas tierras, fueron deportadas como
extranjeras. Otra ola de deportaciones de estadounidenses ocurrió un
siglo después, durante la Gran Depresión, por las mismas razones: por
hablar español o por tener caras de mexicanos.

Cuando James Polk y los senadores de los estados del Sur esclavista
inventaron la guerra contra México, el objetivo declarado fue no
mezclarse con esa raza inferior. Según el senador Calhoun, “ni en
sueños hubiésemos aceptado integrar en nuestra Unión otra raza que no
sea la caucásica; el nuestro, señor, es un gobierno de la raza blanca,
de la raza libre”. Los mexicanos fueron despojados de sus propiedades,
criminalizados como bandidos y expulsados como invasores. Mientras, en
Washington los esclavistas sumaban más estados y más representantes a
la Unión, rompiendo el balance en el Congreso, en contra de los
representantes y senadores antiesclavistas del norte.

Las diferencias culturales no fueron un obstáculo para tomar estados
más poblados, con más de dos siglos de tradición hispánica. Se
convirtieron en un obstáculo inventado para negarle el derecho a voto
a estados como Nuevo México y Arizona hasta 1912, cuando la raza y la
cultura hispánica ya no eran mayoría.

Más tarde, cuando un mexicano o centroamericano pobre llegó al país
donde se imprimía la divisa global para trabajar y aportar a la
economía de este país, fue automáticamente criminalizado con
narrativas en conflicto con los datos, como el aumento de la
criminalidad o la parasitación del Estado. Esos mismos pobres que
huían de la brutalidad de las dictaduras del Sur, todas apoyadas por
las trasnacionales estadounidenses, como la UFCo (Chiquita), TexaCo,
Standar Oil, ITT o Pepsi y los ya reconocidos complots criminales de
la CIA. Los mismos que entrenaban a paramilitares que sembraron con
montañas de muertos esos países del Sur, luego volvían a Estados
Unidos a “defender nuestras fronteras” de aquellos que venían a
invadirnos con sus hijos en brazos. Porque éste es El país de las
leyes. Nuestras leyes, que también se aplican al resto del mundo.

Ahora, cuando los inmigrantes pobres (si son pobres son ilegales) que
han vivido aquí por años, por décadas, o los descendientes de aquellas
familias mexicanas que estuvieron aquí por siglos mantienen sus
tradiciones no anglosajonas, automáticamente surge la sospecha o la
acusación de no asimilarse a “nuestras costumbres”. Ningún inmigrante
está amenazando con una secesión de Estados Unidos “por
incompatibilidad de culturas”, sino aquellos que están en el poder
político y que repiten orgullosos las falsedades históricas sobre la
independencia de Texas o la Toma de la mitad del territorio mexicano,
incluso hasta el extremo de provocar no sólo violencia política y
moral constante, sino matanzas como la de El Paso en 2019. Entonces,
el asesino argumentó estar defendiendo a su país de una invasión de
hispanos, al tiempo que denunciaba los peligros de la integración
cultural y racial, exigiendo asimilación o deportación. El asesino no
fue el primer culpable de esa tragedia (ya que es un individuo con
problemas psiquiátricos, algo que no es propiedad exclusiva de Estados
Unidos); es el producto de una narrativa de odio de aquellos políticos
que se benefician de la demonización de las minorías que, además, ni
votan ni tienen lobbies. Aquellos que, como en tiempos de la
esclavitud, en nombre de la libertad prohíben libros y criminalizan a
los críticos. Exactamente como hacían los estados esclavistas y hasta
la misma Confederación, la que protegió en su constitución la libertad
de expresión hasta que ésta comenzó a ser ejercida por los verdaderos
críticos del sistema.

En 1936 Texas se separó de México para reinstalar la esclavitud. En
1860 se unió a las fuerzas separatistas contra la Unión por la misma
razón: para mantener su derecho a esclavizar a otros seres humanos. En
ambos casos se alegó “diferencias culturales”. El divorcio entre la
realidad y el discurso mitómano es tan poderoso que hoy los
partidarios de la Confederación, el único grupo que estuvo a un pelo
de “destruir este país”, se presentan como los campeones del
patriotismo. Tal vez en algo tienen razón: el patriotismo supremacista
es amor propio proyectado en símbolos a un pedazo de tierra y odio a
la gente que lo habita. Las leyes, los discursos y los acuerdos están
ahí para servir a poderoso del momento. Como siempre ocurrió con los
pueblos nativos, con los salvajes de aquí y los negros de más allá,
las leyes y los tratados los escribimos nosotros y los rompemos cuando
dejen de beneficiarnos.

El 22 de octubre de 1836, en su discurso inaugural como primer
presidente de la República de Texas, Sam Houston volvió a la tradición
de negar la realidad con la fuerza fanática y arrolladora de la
ficción política que se repetirá por los siguientes doscientos años:
“nuestros enemigos se han opuesto a todos los principios de la guerra
civilizada: la mala fe, la inhumanidad y la devastación marcaron su
camino de invasión. Nosotros éramos un pequeño grupo que luchaba por
la libertad. Ellos eran miles, bien equipados, munidos y
aprovisionados, que buscaban ponernos cadenas o extirparnos de la
tierra. Sus crueldades han provocado la denuncia universal de la
cristiandad... Pero el mundo civilizado contempló con orgullosa
emoción la conducta que tanta gloria reflejaba la raza anglosajona”.

* * *
Armas de fuego: la indolencia de EU
Editorial de La Jornada


El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que en lo que va del
sexenio se han decomisado 50 mil armas que han ingresado ilegalmente
desde Estados Unidos, país de donde viene 70 por ciento de éstas que
utiliza el crimen organizado en México. Pese a su magnitud, esta cifra
representa una pequeña parte del parque que fabricantes y
distribuidores estadunidenses ponen en manos de la delincuencia
mexicana: de acuerdo con estimaciones dadas a conocer en julio pasado
por la canciller Alicia Bárcena, cada año entran de manera ilegal al
país alrededor de 200 mil armas de fuego, por lo que en el quinquenio
se habría acumulado un millón o más de dichos artefactos en los
arsenales de bandas de todos tipos y dimensiones.

Este poder de fuego es, sin duda, una de las claves de la capacidad de
carteles y grupos menores para desafiar a las autoridades, amedrentar
a la población y, en general, ejercer niveles de violencia que son una
constante amenaza para la integridad física y patrimonial de los
habitantes de amplias regiones del país. El actual gobierno federal ha
señalado, con razón, que el fenómeno delictivo no podrá controlarse
sin atacar sus causas profundas, es decir, la marginación, la
desigualdad, la falta de oportunidades y otros males de un modelo
económico basado en el enriquecimiento ilimitado de una pequeña élite
a expensas de las mayorías. Sin embargo, está claro que en lo
inmediato es imperativo atajar los actos de violencia, y para ello se
debe frenar el flujo incesante de armas que posibilitan las agresiones
y vuelve extremadamente difícil someter a los responsables a la
justicia.

El problema es que nadie en la clase política y empresarial
estadunidense da muestras de voluntad para abordar con seriedad la
cuestión y plantear soluciones reales. Dados el libertinaje con que
circulan las armas al norte del río Bravo y la displicencia con que
las administraciones federal y estatales contemplan la actividad
fronteriza cuando se mueve en dirección sur, cualquier particular
puede salir de Estados Unidos con armamento de alto poder, incluido el
que teóricamente está reservado para el uso de las fuerzas armadas.
Esta indolencia contrasta con la arrogancia y los aires de
superioridad moral con que Washington exige al resto del mundo que se
haga cargo de destruir las cadenas de producción y trasiego de
estupefacientes destinados al mercado estadunidense, con el predominio
contemporáneo del fentanilo y los precursores químicos empleados en la
elaboración de ese opioide sintético altamente adictivo.

Las evidencias aportadas por el gobierno mexicano han despejado
cualquier duda acerca de que los fabricantes de armamento
estadunidense diseñan y comercializan muchos de sus productos teniendo
en mente a la delincuencia como clientela, que los expendios de esos
instrumentos los ponen en manos de quien sea, y que las autoridades se
cruzan de brazos ante una industria que siembra muerte a ambos lados
de la frontera. Es responsabilidad de Washington regular el comercio
de armas y ser tan estricto con lo que sale de su territorio como es,
o pretende serlo, con lo que ingresa en él. Sin colaboración real de
las autoridades estadunidenses, el tráfico de armas de fuego seguirá
imparable, cobrándose vidas; aquí, por la acción de las armas y allá,
por las drogas que éstas movilizan.
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Miquel Angel Soria

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Feb 22, 2024, 1:31:47 AM2/22/24
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Aquest 22 de febrer em recorda Louis Aragon i la seva estrofa del poème Les Poètes:

            Machado dort à Collioure
            Trois pas suffirent hors d'Espagne        
            Que le ciel pour lui se fît lourde
            Il s'assit dans cette campagne
            Et ferma les yeux pour toujours

Al mateix poemari, a Spectacle à la lanterne magique, trobem LA HALTE DE COLLIOURE i un nou record de Machado:
[...]
De qui les yeux se fermèrent
Au bruit amer de la mer
Machado qu'ailleurs l'on meure
Machado qu'qilleurs les flammes
Le saccage et l'epouvante
Ailleurs les camps la mort lente
[...]
 Així és difícil oblidar-lo i més si Jean Ferrat ve a donar-li suport:

https://www.youtube.com/watch?v=RXbvBLEA9kw




¡Haz algo de izquierdas, lo que sea!
Isaac Rosa

La escena la habrás visto mil veces, pues hace tiempo que se convirtió en un meme para votantes de izquierda desmoralizados: en la película Aprile, el personaje interpretado por Nanni Moretti le grita al televisor durante un debate electoral italiano, rogando al entonces líder de la izquierda, Massimo D’Alema, que reaccione frente al avasallador Berlusconi: “¡Di algo de izquierdas, D’Alema, di una sola cosa de izquierdas, lo que sea!”.

Estos días me imagino a muchos votantes del PSOE y de Sumar que, cada vez que aparece en el televisor el presidente o cualquiera de sus vicepresidentas, una rueda de prensa del Consejo de Ministros o un pleno del Congreso, les gritan desesperados: “¡Haz algo de izquierdas, Pedro; haz algo de izquierdas, Yolanda; lo que sea!”.

A lo tonto llevamos ya tres meses de gobierno, y el monotema de la amnistía se ha comido sus primeros cien días. Si sumamos el mes y pico perdido por la investidura fallida de Feijóo, y las semanas de negociaciones para formar una mayoría, el resultado es medio año de casi parálisis. Con muchos anuncios y promesas, sí, y por eso no les gritamos como Moretti que digan, sino que hagan algo de izquierdas, lo que sea.

Ya sé que sin ley de amnistía no habrá presupuestos, ni leyes sociales aprobadas, ni legislatura. Pero entre tanto no se resuelve, el Gobierno debería apretar el acelerador de la llamada “agenda social”, poner por delante las medidas pactadas en el acuerdo de gobierno, que apuntaban a las verdaderas prioridades y necesidades del país. Tendrá que seguir negociando la amnistía con Junts y con el resto de socios, y sorteando las zancadillas de la derecha política y judicial; pero mientras tanto debería recuperar la iniciativa y demostrar a sus desmoralizados votantes que merece la pena pagar el precio de la amnistía. Que no es a cambio de siete votos, ni siquiera a cambio de una mejor convivencia política en Cataluña, que también: que merece la pena pagar el precio a cambio de una legislatura llena de medidas necesarias y reformas muy esperadas.

No lo digo por las elecciones gallegas, cuyas claves se me escapan; sino por el desconcierto y desánimo de los ciudadanos de izquierda, que desde hace meses solo oímos hablar de amnistía -gracias sobre todo a la derecha, todo hay que decirlo-, mientras esperamos una mejora de nuestras condiciones de vida, especialmente en asuntos tan sangrantes como el derecho a la vivienda, o la pobreza infantil, que seguimos siendo el país con más menores en riesgo de exclusión. O sí, mira, igual sí hay algo que leer en Galicia: ¿no dicen los analistas que el buen resultado del BNG se explica por haber reforzado su perfil social por encima de su perfil nacionalista? Pues ahí lo tienen.

Ya de paso, a la izquierda a la izquierda del PSOE hay que gritarle que haga algo de izquierdas, sí, pero que no haga lo que mejor sabe hacer siempre la izquierda: escindirse, dividirse, pelearse, acudir en varias candidaturas a elecciones donde el sistema electoral penaliza la división, como se ha visto en Galicia. O se espabilan unos y otros, o el calendario electoral que tenemos por delante puede ser una sucesión de noches tristes.

                                                              * * *

Tiempo de partir
Por Claudio Zeiger

La muerte de Julio Cortázar el 12 de febrero de 1984 fue una despedida –larga o mediana según se aprecie-, ese desandar las horas que se suele asociar a la palabra “deshoras”, título de su último libro de cuentos. Pero, en rigor, el término “deshoras” es más que un antónimo de “horas” o un equivalente a destiempo. Significa además el señalamiento de un tiempo inoportuno, no conveniente. Es algo que sucede de repente. Deshoras, es al fin y al cabo algo intempestivo. Como irse de pronto, o no volver. O morirse.

Y algo de intempestivo habrá tenido ese viaje cortazariano a Buenos Aires de diciembre de 1983 que fue obviamente una despedida, de lo que quedaba de familia, de una ciudad y de su época, y algo de inoportuno o inconveniente también hubo en la negativa a recibirlo por parte de las flamantes autoridades democráticas, el no permitirle asomarse del todo a lo que comenzaba exactamente en ese momento, la era de la democracia.

Pero de todos los gestos de despedida, de adioses onettianos, de muerte desandando el camino del tiempo, el más preciso, el más meditado y permanente fue, acaso, la aparición de ese libro final, una hazaña si se quiere, porque en Deshoras Cortázar no sólo lograría hilvanar la despedida anterior, los diez cuentos de Queremos tanto a Glenda, sino que se puso a sí mismo a la altura de volúmenes insuperables como Bestiario o Todos los fuegos el fuego.

Basta repasar los títulos de algunos de los cuentos de Deshoras para empezar a intuir los ritos del adiós: “Botella al mar”, “Fin de etapa”, “Segundo viaje”. Todo apunta hacia una remontada final en busca de un mirador desde el cual observar por última vez lo que se fue quedando atrás, y no sólo en términos de la propia vida y las “obsesiones” o marcas de autor sino también porque estos cuentos son el repaso de una línea de intervención estética y programática en el territorio del cuento, el que más satisfacciones le daría a tantas generaciones de lectores, aún aquellos que aceptan la importancia de Rayuela, celebran el feliz descubrimiento de Los premios o se deslumbran con el inesperado Imagen de John Keats.

Del conjunto, creo que son dos los cuentos que condensan lo que condensa este 40 aniversario de la muerte de Cortázar. Son dos los cuentos que marcan a fuego y a fondo el sentido del último viaje de Cortázar a la Argentina: “La escuela de noche” y, por supuesto, “Deshoras”.

Famoso por tratar acerca de la fantasía de “meterse en la escuela de noche”, este cuento es un regreso onírico y salvaje al mundo de la Argentina de los años 30, el de la más temprana juventud de Cortázar; la escuela es el Normal Mariano Acosta, por la que desfilaron tantos escritores e intelectuales futuros que no iban al Nacional Buenos Aires. Artistas sin prosapia, con Julio como paradigma insuperable: un bohemio riguroso, un maestro de escuela algo misterioso, un traductor, serio y, a la vez, signado por la gracia y el escepticismo. Se sabe: una vez que los chicos ingresan al universo de la escuela de noche (que encierra entre sus pliegues el imaginario literario de “la nocturna”, donde debajo de los uniformes y los guardapolvos palpitan el sexo y la pulsión de vida) todo se convierte en un aquelarre que cuesta rastrear en otros textos del autor, quizás, en algunas escenas del barco de Los premios. “Deshoras”, por su parte, nos remonta a “esos tiempos del sexto grado, de los doce o trece años”, en Banfield, “donde las casas y los potreros eran entonces más grandes que el mundo”. Es el mundo de la infancia, territorio sin par, aquello que triunfa sobre la nada y brilla por primera vez.

Los amigos inseparables de la infancia que luego, al primer viento de la vida, se separan, el primer amor doliente hasta sangrar por Sara, la hermana mayor del amigo, el descubrimiento temprano de los cuerpos, la vergüenza y lo irrecuperable, todo está ahí, cifrado para trasladar ese título del cuento al libro, la última señal del tiempo intempestivo, ese que, en un abrir y cerrar de ojos, deposita la infancia en la madurez. Volver al lado argentino, el de la infancia y la adolescencia, volver a Banfield y al bar La Perla, volver a volver antes del regreso final a París y muerte.

Me tocó leer Deshoras habiendo egresado de la Escuela Normal Mariano Acosta (“La escuela anormal”, se lee en el cuento), reconociendo en la lectura los pasillos y recovecos del colegio a cincuenta años de distancia, no terminando de entender del todo (no digo no aceptarlo: no entenderlo) que Cortázar se moría en París después de haber pasado como una flecha por esa calle Corrientes que empezábamos a trajinar entre la libertad, el miedo y la soberbia intelectual; querer recuperar el tiempo perdido de la adolescencia bajo la dictadura para empezar a vivir en tiempo de deshoras, la vida intempestiva en la que todo, parece mentira, sucede a destiempo aunque te afanes en la puntualidad.

Pero también, ahora, me toca volver al fulgor. Volver a leer, cuarenta años después, palabras de infancia y vitalidad:

“Y el verano, siempre, el verano de las vacaciones, la libertad de los juegos, el tiempo solamente de ellos, para ellos, sin horarios ni campana para entrar a clase, el olor del verano en el aire caliente de las tardes y las noches, en las caras sudadas después de ganar o perder o pelearse o correr, de reírse y a veces de llorar pero siempre juntos, siempre libres, dueños de su mundo de barriletes y pelotas y esquinas y veredas”.

Entre vida y muerte, entre la hora y su reverso, parece tan viva la imagen de un hombre que se paseaba por su ciudad por última vez a pesar de que hayan transcurrido tantos años. O quizás, no pasaron. Deshoras.  
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Miquel Angel Soria

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Feb 23, 2024, 1:30:12 AM2/23/24
to icv-euia_e...@googlegroups.com
Borja de Riquer a Història de Catalunya, dirigida per Pierre Vilar, escriu:

"La vaga de tramvies de principis de març de 1951 i la vaga general
que la seguí van ser les mobilitzacions populars més importants i
espectaculars produïdes a Catalunya des de l'acabament de la Guerra
Civil. [...] L'espurna de la vaga fou la pujada de les tarifes dels
tramvies, el mitjà de transport més utilitzat pels barcelonins, en un
40 per cent -de 50 a 70 cèntims-, decretada al desembre de 1950. A
Madrid, en canvi, la pujada fou molt inferior i el preu restà en tan
sols 40 cèntims. Com ha descrit amb detall Fèlix Fanés, la indignació
provocada per aquesta mesura discriminatòria derivà, ja el 8 de febrer
de 1951, en l'aparició dels primers fulls volants anònims que
recomanaven no agafar els tramvies com a mostra de protesta contra les
noves tarifes: "BARCELONÉS. Si eres un buen CIUDADANO, acuérdate y a
partir del día 1 de marzo y hasta que sean iguales las tarifas de la
Cia. de Tranvías con las de la Capital de España...TRASLÁDATE A PIE U
OTROS MEDIOS QUE NO SEAN EL TRANVÍA".
Aquesta consigna s'estengué ràpidament, ja que hom demanava de fer-ne
més còpies i repartir-les, i aviat es produïren els primers incidents:
el dia 24 de febrer els estudiants organitzaren un monumental
apedregament de tamvies i trencaren un total de 3.041 vidres. L'1 de
març el boicot fou quasi total, ja que sols pujaren als tramvies el
2,3 per cent dels seus habituals usuaris. Aquell mateix dia tingueren
lloc incidents violents entre la policia i piquets de boicotejadors i
resultà ferit de mort un nen".
Això va ser l'inici. Restabliment de les anteriors tarifes, vaga
general i expulsió dels jerarques de la CNS; més morts, extensió de la
vaga a altres localitats i detenció de Gregorio López Raimundo, acusat
de ser el responsable de les vagues, quan aquestes van ser
conseqüència d'un moviment no atribuible a cap grup polític.


Cambio climático y crisis mundial del agua
José Murat (La Jornada)


La carencia aguda de agua potable para consumo humano y la reducción
del agua dulce como insumo necesario de la agricultura son un desafío
monumental de la humanidad entera, un fenómeno derivado del cambio
climático, más allá de fronteras geográficas, sistemas políticos y
modelos económicos, por lo que debiera suscitar la reflexión colectiva
para construir soluciones de fondo y con visión de futuro, y no ser
materia de lucro político inmediatista en ningún lugar del planeta.

El problema no es privativo de un país y mucho menos de una ciudad en
particular. En el caso nacional, es tiempo de buscar fórmulas viables
y duraderas para hacer frente a la sequía, el abatimiento de algunas
fuentes, la reducción de suministro en los hogares y la disponibilidad
para un campo ya de por sí agobiado por las exigencias de una
inequitativa competencia con nuestros principales socios comerciales,
al amparo del T-MEC.

En este mismo espacio de reflexión hemos dado puntual seguimiento a
los estragos provocados por el calentamiento global, con la
exacerbación de fenómenos extremos como los huracanes y, en el otro
extremo, la sequía y el agotamiento de los mantos acuíferos. México no
es la excepción.

Pero, por metodología y objetividad, comencemos por el desafío
mundial, apoyados en datos duros divulgados los últimos años por
distintas fuentes acreditadas y expertos en la materia.

La Unesco y ONU-Agua en la última edición del Informe de Naciones
Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo
advierten que entre 2 mil y 3 mil millones de personas sufren escasez
de agua en el mundo. Esta carencia se agravará en las próximas
décadas, especialmente en las ciudades, si no se impulsa la
cooperación internacional en este desafío común.

Un diagnóstico semejante realizado por Lifeng Li, director de la
División de Tierras y Aguas de la Organización de Naciones Unidas para
la Alimentación y la Agricultura (FAO), en un ensayo publicado a fines
del año pasado, señala: “La escasez de agua constituye uno de los
retos más acuciantes para el desarrollo de nuestros tiempos.
Actualmente, 2 mil 400 millones de personas viven en países afectados
por el estrés hídrico… y los recursos de agua dulce por persona se han
reducido 20 por ciento en los últimos 20 años”.

En su análisis por segmentos de la población observa que muchos de
ellos son pequeños agricultores que ya tienen problemas para cubrir
sus necesidades diarias de agua potable, alimentos nutritivos y
servicios básicos, como la higiene y el saneamiento. Las mujeres, las
poblaciones indígenas, así como las personas migrantes y refugiadas se
ven especialmente afectadas.

Coincidimos con este directivo internacional en que, al interior de
los países, es fundamental contar con una gestión eficaz en la materia
a fin de asignar, a familias y productores, recursos hídricos de
manera sostenible y equitativa, en una estrategia que involucre a
todas las partes interesadas, desde los encargados de la formulación
de políticas públicas hasta las comunidades.

Es un esfuerzo compartido que no debe estar desvinculado de las
acciones internacionales, como las planteadas en la Conferencia de
Naciones Unidas sobre el Agua 2023, que aglutinó a líderes mundiales,
organizaciones de la sociedad civil y a particulares especialmente
interesados en el tema, para una acción conjunta que permita alcanzar
los objetivos y metas relativas al agua previstos en la Agenda 2030
para el Desarrollo Sostenible.

En el ámbito nacional, como observa la investigadora Sandra López, uno
de los factores más preocupantes es la reducción y variación en las
precipitaciones. De acuerdo con datos de la Conagua, que cita, en
junio de 2023 a nivel nacional llovió 61 por ciento menos en relación
con el promedio del mismo mes de 1991 a 2020. ¿La razón? La tercera
ola de calor del año que afectó a la mayor parte del país a mediados
del año pasado. Esta provocó una importante disminución de lluvias y
es considerada la más extensa y severa ola de calor de los últimos
años. Estas olas de calor no son fortuitas, son uno de los
subproductos más graves del cambio climático, como ya hemos señalado.

La reducción significativa de precipitaciones ha afectado a las
principales presas del país, que aún en la época de lluvias del año
pasado se encontraban en promedio a 44.6 por ciento de su capacidad.
Las presas de Morelos, San Luis Potosí y Querétaro enfrentaban desde
entonces, a niveles particularmente bajos, de 13.0 por ciento, 12.7 y
7.1 por ciento, respectivamente. Al inicio de 2024, las presas del
país se mantienen en un promedio en torno a la mitad de su capacidad
instalada.

En suma, es imperativo que toda la comunidad de naciones sume
esfuerzos para atemperar el cambio climático, reduciendo
significativamente la emisión de CO2 y otros elementos contaminantes.
Sólo de esa manera podremos frenar esta espiral de calentamiento que
ya se tradujo, entre otros efectos perniciosos, en sequías, reducción
del agua potable en las ciudades y menos suministro del vital líquido
para las actividades productivas del campo, lo que ha hecho más
difíciles las condiciones de vida de los sectores más vulnerables de
cada país y de cada pueblo.

En el caso de México, el desafío del agua debe ser parte sustancial de
la agenda social de gobierno de los candidatos presidenciales, cada
cual con su propuesta técnica específica.

* * *

El exfutbolista Unzué tira de la manta
Raquel Ejerique

Andábamos todos con la app de las elecciones gallegas aún instalada en
el móvil, las radios disparando ondas, las crónicas diseccionando si
fue la amnistía, si fue un plebiscito o si se acabó el amor cuando,
sin aviso ni preparación, un exfutbolista que padece ELA, Juan Carlos
Unzué, ha tirado de la manta. Debajo de ella estábamos calentitos y
ocupados en analizar fibras de lana, votos y metros cuadrados de urna
cuando Unzué se ha plantado en una especie de hemiciclo paralelo del
Congreso, enmoquetado, con sillones de piel y micrófonos –la sala
constitucional del Congreso, que se usa para recepciones y grandes
reuniones– y se ha preguntado por qué habría cinco diputados en esa
gran sala, cuando ellos, un numeroso grupo de enfermos de ELA, con
problemas evidentes de movilidad, habían hecho el esfuerzo de “venir a
vuestra casa”.

No deja de ser irónico que estuvieran allí sobre todo porque la ley
que iba a mejorar su vida y ayudarles con los enormes gastos que
genera esta enfermedad degenerativa –según una estimación de la
Universidad Complutense, una media de 34.000 euros al año– no se haya
aprobado aún y que tuvieran que ir a decirlo a Madrid, gastando más
dinero aún en cuidadores, vuelos o taxis adaptados para encontrar en
tan noble mesa tan exigua representación parlamentaria. El eco del
puñetazo moral hizo taparse los ojos a los siete padres de la
Constitución que presiden la sala.

Unzué ha pedido dos cosas en una alocución que ha dado la vuelta a
España y ha hecho que las miradas, que estaban puestas en el noroeste,
se reenfocaran hacia adentro, a la intimidad donde anida ese nosotros
que somos todos y cada uno. Son dos cosas que se necesitan la una a la
otra, para sacar del atolladero diario de lavarse, comer, desplazarse
o ir al baño a los casi 5.000 pacientes que conviven con la ELA en
España: “Voluntad y empatía”. La empatía como conector para sentir con
el otro, no para compadecerse sino para entenderlo y ponerse en su
lugar, que no es el nuestro por un capricho del destino. La ausencia
atronadora hoy de los 'policymakers' en la sala hace presagiar que hay
que cultivarla. Y la voluntad, como gatillo imprescindible para
convertir esa empatía en algo que valga la pena para los enfermos que
vieron en 2022 cómo se iniciaba un trámite parlamentario por
unanimidad en el Congreso y quedaron colgados en verano del 23. La
euforia y emoción que suscitan los temas en los que hay consenso –como
el gran aplauso durante la desaparición del término disminuido de la
Constitución– dio paso a la decepción por el olvido del que había sido
un logro esperanzador. Unzué, portavoz de la asociación conELA, ha
conseguido este martes sacarnos de la ensoñación y la resaca del
recuento de escaños. Todo es importante, todo tiene su urgencia, pero
hay cuestiones de justicia urgente. El propio exjugador, que hizo un
canto a la vida y las causas justas en un inolvidable programa con
Jordi Évole, ha criticado que a veces se les arrincone en la
eutanasia. Para poder morirse, inevitablemente primero hay que vivir.
Y vivir no es durar, es vivir con la máxima dignidad. Gracias por
quitarnos la manta y hacernos sentir una punzada de vergüenza y de
frío.
Vergara. Un escollo inesperado.jpg
Manel Fontdevila. Reflexión, análisis....jpg
Rep. La pirámide.jpg
Daniel Paz -Rudi-. Julian Assange.jpg

Miquel Angel Soria

unread,
Feb 27, 2024, 1:31:39 AM2/27/24
to icv-euia_e...@googlegroups.com
Ahir hauria fet anys la companya de Lenin Nadezhda Krúpshaya. nascuda
l'any 1869. La recordem per una vida dedicada al Partit, tant en
l'exili interior. a Sibèria o a l'exterior, a Praga, Munich o Ginebra.
Posteriormet, i des del triomf de la Revolució Rusa, en tasques
d'organització de l'ensenyament fins els seus darrers dies. Una dona
amb una visió molt avançada pels seus temps que fa que la recordem
constantment.


La rabieta suiza de García-Castellón
Elisa Beni


Lo que empieza en cólera acaba en vergüenza.
Benjamín Franklin

Menuda pataleta le ha dado a García Castellón, una rabieta de no te
menees. No sabe si está más fastidiado por el truco de Bolaños de
mandarle la respuesta a sus requerimientos “delulu” mes y medio
después y tras filtrarse el contenido a la prensa o si le da más
coraje que a los suizos la farsa española no les convenza como género.
El caso es que, para lo primero, ha abierto un procedimiento separado
y secreto que pretende averiguar quién filtró la respuesta suiza a su
comisión rogatoria y acusarlo por ello de revelación de secretos. Así,
a las bravas, por un delito que no es competencia de la Audiencia
Nacional y que él se arroga. Y, vamos, que si tiene que imputar a
medio Ministerio de Justicia, lo imputa, porque él, don Manolo, por
supuesto jamás filtra nada, ni el café antes de hacerlo.

Más allá de cómo le llegó y de enterarse el último –lo que, la verdad,
jode mucho– está el contenido. La respuesta firmada por Guillaume
Rousseau, de la Oficina Federal de Justicia de la Confederación
Helvética. ¡Bueno, cómo se ha puesto el juez! No es ni recomendable, a
un paso de los 72 años, inflamarse de tal manera y demostrarlo.
Recuerden que el bueno de Rousseau se limitaba a reiterar lo que ya le
contestó en 2020, a saber y condensando, que los hechos a que se
refiere son “desobediencia civil contra el poder central español” y
que eso es un delito político que Suiza no puede considerar, por su
legislación y por los tratados. Del mismo modo que, por mucho que para
sus mientes sea un delito de terrorismo, tales actos no lo son en el
Código Penal Suizo, por lo que le dicen de nuevo que pasan, que eso no
está en el convenio.

Es cierto que, además, manifiestan saber por la prensa que se cuece
una amnistía y solicitan que se les informe de su alcance.
Literalmente: “Nous saurions gré á votre Ministére et/ou á la Cour
céntral d’instruction n°6 de nous en dire plus á ce sujet”. ¡La perra
que ha cogido con eso el juez después de oír a sus locutores de
cabecera y leer a los de siempre! “La petición de explicación resulta
inadmisible”, clama, curiosamente con un argumento mimético al de los
medios. Indignado está de que los suizos de las narices le pidan
información sobre una ley que aún no existe, a él, a un magistrado del
poder separado e independiente.

Es una pena que habiendo sido enlace en Francia, con semi residencia
en Madrid según se comentaba, no haya leído bien “a su ministerio y/o
al juzgado”. No se ofusque el de las puñetas, que el suizo dice a
quien corresponda, oiga, pero infórmenme. En vez de eso le suelta a
los suizos en el auto “en España, como en el resto de democracias de
la UE con quien se comparten los valores democráticos primarios, el
poder judicial está separado del ejecutivo”, como si Suiza fuera a
recibir educación democrática de un magistrado español que empezó a
ejercer cuando aún no teníamos Constitución y como si un señor
helvético apellidado Rousseau lo necesitara.

En el auto no es que García Castellón respire por la herida, es que
sangra, supura más bien. “Este magistrado ha desarrollado gran parte
de su carrera profesional en el ámbito de la cooperación
internacional”, llega a escribir con la pataleta. ¡Oiga, Rousseau!,
¡quién se han creído que son los suizos!, ¿tal vez alemanes o belgas?
Resulta que él, El Juez, les había pedido una reunión de coordinación,
reiteradamente, pero que si quieres arroz Catalina, que no le han
convocado para tal encuentro explicativo, “circunstancia que es
particularmente extraña”. ¿Qué sospecha el juez central? ¿Qué oscuros
motivos se cuecen detrás de esa desafección de unos señores que
funcionan como un reloj?

Lo de que Suiza no coopera con delitos políticos y lo de que una
desobediencia civil contra el poder central español es en su
ordenamiento jurídico tal cosa se lo ha tomado todavía peor. Vayan a
saber por qué ha leído “político” y se ha escocido, tal cual le
hubieran dicho que su empecinamiento en el terrorismo es político. No
es eso lo que los suizos le dicen. ¡Qué suspicaz! Tanto que en el auto
les espeta: “Podríamos pensar que el sesgo político mas bien atiende a
la voluntad del responsable que recibe esa comunicación”. ¡Pobre
Guillaume! Esas insinuaciones de que la Oficina Federal de Justicia
llamada a filtrar los requerimientos de cooperación es política y
además política anti garciacastellonense o anti patriotaespañol o anti
no se sabe. Como si no se dijera en el convenio que a sus efectos, OFJ
tiene consideración de autoridad judicial.

Suizos, malos. Alemanes, malos. Belgas, aun peores.

Más allá de la respuesta a los helvéticos, que menos mal que son
neutrales y gente tranquila que vive respirando aire puro y
conduciendo en las autopistas a 120 aun en Maserati, García Castellón
se ha venido arriba y, tirando de sus cabeceras de cabecera, ha
dictado una providencia. Una providencia no es una resolución sino una
especie de impulso procesal o de ordenación del procedimiento. Pues
bien, como quiera que en el desayuno o fuera de él ha visto que los
medios tenían el contenido del informe interno que el fiscal de Sala
del Tribunal Supremo, el indomable Fidel Cadenas ha hecho sobre
aquella junta en la que por mayoría votaron que lo de Tsunami era
terrorismo a requerimiento de su jefa, para que esta emita su informe
oficial a la Sala Segunda, pues oye, se ha venido arriba y les ha
pedido ese supuesto documento. Recapitulo: que le pide a la Fiscalía
del Tribunal Supremo un supuesto documento interno, redactado por un
fiscal a instancias de su superior, para mandarlo a Suiza. Inaudito.
¡Ah, qué agudo, que el informe fiscal que obra en sus actuaciones dice
que no es terrorismo pero que ese borrador o lo que sea dice que sí,
aunque es harto posible que el informe fiscal vuelva a decir que no!
Así que les pretende mandar a los suizos el documento interno que dice
lo que le interesa. ¡Pues bueno es él!

La cuestión es que tal documento no existe. Eso que han publicado los
medios es un papel sin ninguna firma y, por lo tanto, ni se le puede
atribuir a nadie ni existe realmente como tal documento. Eso le
responderá amablemente, siempre amablemente, la Fiscalía del Supremo
que, por supuesto, no enviará tal cosa a Suiza.

La lectura de la pataleta de García-Castellón es bastante ilustrativa.
Le pica lo de político. Le sulfura intuir en la respuesta que su
requerimiento tiene “un pretendido trasfondo político”. Se aferra a la
facción indomable del Tribunal Supremo, aunque sea con una filtración
que ha visto en la prensa, él que tanto persigue las filtraciones. No
sé calcular hasta dónde les va a llevar a las togas este afán por
impedir que Puigdemont se salga con la suya. Para mí que sus colegas
de media Europa ya les miran con cierta mueca por esta cruzada del
terrorismo catalán y lo malo es que no sé si el menoscabo es sólo
suyo, del sistema judicial español o de todo este país que debe
parecerles un tremendo sainete.

Chincha rabiña, que seguro que en su infancia lo oyó más de una vez.

* * *

El pelotazo del shock
Isaac Rosa

No sé si se estudia en las escuelas de negocios, o se viene ya
aprendido de casa, pero me impresiona esa capacidad que tienen algunos
para oír el clin-clin de caja registradora mientras los demás estamos
escondidos bajo la cama. Supongo que ya habrá por ahí algún libro
best-seller de management, y su autor dará charlas motivacionales para
incautos que sueñan con ganar su primer millón. Si no, estoy por
escribirlo yo mismo, ya tengo hasta el título: “El pelotazo del
shock”, parafraseando la famosa “doctrina del shock” de Naomi Klein,
esa que usan algunos gobernantes para imponer políticas impopulares
aprovechando la conmoción social tras una catástrofe.

La propia Klein, en su análisis del “capitalismo del desastre”, ya se
refería a las empresas e inversores que aprovechan guerras, desastres
naturales o cambios de régimen para conseguir contratos públicos,
facilidades administrativas, cambios legislativos, terrenos baratos o
mejores precios para sus productos, lo mismo un contratista militar
que una constructora cuando toca reconstruir una región devastada. Ahí
está sin ir más lejos la crisis climática, donde las mismas compañías
que más han contribuido al desastre, son también las que más se
benefician ahora de la “transición ecológica”.

Pero cuando hablo del “pelotazo del shock” me refiero a otro nivel,
más de andar por casa: el de los “emprendedores” que en esos momentos
de conmoción ven el cielo abierto para pillar cacho. Igual que hay
quien aprovecha una riada para deshacerse de un cadáver o de un coche
viejo y así cobrar el seguro, están todos esos jetas que, nada más ver
en la tele el cintillo de “última hora”, ya se frotan las manos por
ver qué mala noticia les hará ricos. Los reconocerás porque todos te
sueltan el rollo ese de “crisis en chino quiere decir oportunidad”
(que además es mentira).

Ahí está la pandemia, que volvemos a recordar hoy con ese asesor del
ex ministro Ábalos que cobraba mordidas por mascarillas. En los
primeros días de confinamiento, mientras la mayoría estábamos
encerrados en casa, cagados de miedo y preocupados por nuestros seres
queridos, con cientos de muertos a diario y ruedas de prensa con
militares, había quien cosía mascarillas caseras y se organizaba con
otros para ayudar a sus vecinos o a los desbordados sanitarios: y
había también quien nada más anunciarse el confinamiento ya tenía en
las pupilas el signo del dólar. ¡Clin-clin!

Supimos en su día de aquellos dos “pillos” (según Feijóo), Medina y
Luceño, que le inflaban hasta un 80% los precios del material
sanitario al ayuntamiento de Madrid; supimos también de un hermano de
la presidenta madrileña que se embuchó 234.000 euros intermediando con
la Comunidad de Madrid y escandalizando hasta a Pablo Casado (uno que
presidió el PP, ya no te acordarás); y ahora hemos llegado al nivel de
Administración Central con el tal Koldo García, que puso el cazo tras
interceder con varios ministerios. Doy por hecho que no fueron los
únicos, son solo los pillados.

Como esto no es la primera vez que ocurre, ya podían los gobernantes
de turno poner más cuidado para el próximo shock. No en el momento,
que las prioridades son otras y hay que conseguir mascarillas y
material sanitario y vacunas a toda costa y a cualquier precio. Pero
sí a posteriori, una vez pasada la emergencia, poner celo en revisar
bien todos esos contratos concedidos a dedo, por la vía rápida y sin
publicidad, para que los miserables negociantes del shock sepan que
acabaremos cogiéndolos.
Vergara. Rueda presidente.jpg
Mong. Salvar al planeta.jpg
Miki y Duarte. Camino de Santiago.jpg
Manel Fondevila. La combinación ganadora.jpg

Miquel Angel Soria

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Feb 28, 2024, 1:31:23 AM2/28/24
to icv-euia_e...@googlegroups.com
Avui fa una setmana va ser notícia l'inesperat trasllat de les
despulles de Missak Manouchian i la seva companya Mélinée al Panteó de
París on estan enterratdes les principals figures de la República. El
fet adquereix transcendència perquè és el reconeixement del paper
jugat pels comunistes en la Resistència francesa contra els nazis.
Entre ells es troba l'espanyol Celestino Alfonso que formava part del
grup del comunista i poeta armeni Manouchian i que van donar argument
als nazis per llençar una campanya de publicitat "L'affiche rouge" en
el que es tractava als components del grup de Franctiradors i
Guerrillers Obrers Emigrants (FTPF-MOI) com "l'exèrcit del crim".
Ara, "només 80 anys després" de l'execució de tots els components del
grup, el Govern francès els hi reconeix la seva lluita per França i
les llibertats.
Louis Aragon els hi va dedicar un poema, que va musicar Léo Ferré:
"L'affiche rouge".

https://www.youtube.com/watch?v=SFt2v4OSTbU

https://www.youtube.com/watch?v=YaA3R3ghrV4

Celestino Alfonso, hore abans de se assassinat va escriure a la seva
família: "Hoy a las tres seré fusilado. No soy más que un soldado que
muere por Francia.


Todo ha cambiado en dos años de guerra, menos para Pablo González
Isaac Rosa

Dos años de guerra en Ucrania dan para mucho cambio, y precisamente
esa es la idea que más se repite en los especiales periodísticos que
estos días hacen balance en el segundo aniversario: “la guerra que lo
cambió todo”. En dos años han cambiado las fronteras de un país (por
la fuerza), han cambiado de hogar millones de personas (desplazadas
dentro y fuera de su país), han cambiado radicalmente las vidas de
cientos de miles de ciudadanos (muertos, heridos, convertidos en
soldados), han cambiado ciudades y pueblos (destruidos), han cambiado
las relaciones entre Rusia y eso que todavía llamamos “Occidente”, ha
cambiado Europa, ha cambiado la OTAN, ha cambiado la política de
defensa europea, han cambiado los presupuestos de defensa de los
países europeos, ha cambiado la industria militar europea, ha cambiado
el modelo energético europeo para prescindir del gas y el petróleo
rusos, ha cambiado la economía europea, ha cambiado el coste de
nuestra cesta de la compra…

¿Sabes lo que no ha cambiado en dos años? La situación del periodista
español Pablo González. Está exactamente donde estaba hace ahora dos
años. Está exactamente en la misma situación que a finales de febrero
de 2022: acusado de espionaje, en prisión provisional, encerrado en
una cárcel de máxima seguridad, aislado en una celda 23 horas al día
con solo una hora de patio, incomunicado la mayor parte del tiempo,
sin apenas contacto con su familia, con el acceso muy limitado a sus
abogados, sin información, sin que se conozcan las pruebas en su
contra, sin acusación firme, sin garantías procesales, sin fecha de
juicio, sin mucha preocupación por parte de las autoridades españolas
-que se limitan a enviarle al cónsul de visita-, y sin intervención de
las autoridades europeas pese a la violación de derechos humanos y al
daño a la libertad de expresión y de información. Y sin ver a sus
hijos, ni siquiera en videoconferencia, por decirlo todo.

Nada, ningún cambio. Los mismos artículos, manifiestos y gestos de
solidaridad que vimos al cumplirse un año de su cautiverio, valen para
este segundo aniversario con solo modificar la fecha, porque Pablo
González ha pasado otro año aislado en su celda. Y lo que le queda,
pues hace dos semanas el tribunal polaco volvió a prorrogar su prisión
provisional otros tres meses.

Ah, un dato importante, que igual se me están despistando con tanto
atropello: a Pablo González no lo ha encerrado Putin en una prisión
siberiana, sino que está encarcelado sin fecha y sin garantías en una
cárcel de Polonia, país miembro de la Unión Europea. Por cambiar, en
estos dos años hasta ha cambiado el Gobierno polaco, que ha pasado de
los ultraderechistas al europeísta Donald Tusk, sin que eso haya
supuesto tampoco ninguna modificación en la situación de nuestro
compatriota.

Dicen los analistas que la guerra de Ucrania va para largo, que 2024
será un año perdido, que a lo mejor para 2025 se mueve algo, y
mientras toca armarse de paciencia (y sobre todo armarse de munición y
ataúdes) porque la guerra se puede cronificar, quedarse estancada en
un empate catastrófico durante muchos más meses o incluso años.
Esperemos que ese pronóstico no sea extensivo a los efectos
colaterales de esta guerra, como el encarcelamiento de Pablo González.
Ayudaría mucho que el Gobierno español se implicase, pidiese su
libertad provisional y traslado a España a la espera de juicio, y
defendiese con fuerza los derechos de un ciudadano español. Y nosotros
podemos sumarnos a la campaña #FreePabloGonzález.

* * *

¿Quién pagará los platos rotos de Milei?
Por Atilio A. Boron (Página/12)

Javier Milei acaba de insultar groseramente, una vez más, al
presidente colombiano Gustavo Petro. Desencajado, el presidente
argentino persiste en sus ataques a propios y ajenos. Días atrás
calificó a los miembros del Congreso de la Argentina como un “nido de
ratas” (elegidas por la ciudadanía, conste); o a uno de sus ex
compinches, Ricardo López Murphy como “traidor y basura”; y a su
actual Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, a quien en la campaña
electoral la fulminó por ser una “montonera asesina”.

Los insultos al Papa Francisco fueron de una bajeza poquísimas veces
vista en la historia, y así podríamos seguir elaborando una
interminable compilación de las excrecencias verbales de un personaje
alucinado, que habita una realidad paralela, que habla con su perro
muerto (en cuyos consejos se inspira) y que no tiene la más pálida
idea de la responsabilidad institucional que le cabe como presidente
de la Argentina y que debería inhibirle de decir la primera barbaridad
que se le pasa por la cabeza, teniendo en cuenta que sus palabras y
sus gestos destemplados e irrespetuosos comprometen las relaciones
internacionales de nuestro país.

Ahora en el marco de la conferencia de Acción Política Conservadora
celebrada en Maryland -un show propio de Las Vegas montado para
apuntalar las ambiciones electorales de Trump- acaba de decir que el
presidente Petro “está hundiendo a los colombianos, y que es una plaga
letal” para los habitantes de ese gran país. Antes había declarado que
aquél era un “asesino colombiano que está hundiendo a Colombia.”
Petro, un personaje íntegro y de una ejemplar coherencia, no tiene
necesidad que nadie lo defienda de los vómitos verbales del
impresentable presidente argentino. Sobre todo cuando se tiene en
cuenta que éste sí está hundiendo a este atribulado país en una crisis
integral, la cual día a día alimenta una “tormenta perfecta” que
probablemente -insisto en lo probabilístico del pronóstico- termine
por arrojar al energúmeno de la Casa Rosada a los basurales de la
historia. No está demás que si hubiera un debate entre ambos
presidentes sobre cuestiones económicas, sociales o internacionales
Milei no resistiría más allá del segundo round, si se me permite la
metáfora boxística, al ataque de Petro. Sería una fenomenal paliza la
que sufriría el argentino.

La absoluta irresponsabilidad de Milei en los asuntos internacionales
lo impulsa a proferir insultos a diestra y siniestra contra los
presidentes de Colombia, Brasil, Cuba y Venezuela, para quedarnos sólo
en la región; o la que también se manifiesta en el rechazo al ingreso
al BRICS, el grupo más dinámico y promisorio de la economía mundial,
lo que revela la supina ignorancia del personaje y de su Canciller en
estas materias. A éstas habría que añadir el veto a la construcción
del Canal Magdalena que otorgaría un acceso soberano de los ríos
argentinos al Atlántico, sin pasar por Montevideo, hasta la política
de indigna capitulación en el tema Malvinas, que tantas vidas costó a
la juventud argentina.

Exabruptos verbales que se traducen en gravísimos yerros políticos que
este país deberá pagar por largos años, producto de las sombrías
fantasías de Milei en torno a ese inexistente capitalismo sin estado
que proponen los burdos hechiceros de la Escuela Austríaca y al hecho,
crucial desde mi modesto punto de vista, que para el presidente ni la
soberanía ni la nación son cuestiones de importancia. Sobre todo para
quien, como él, cree que la nación no existe y que no pasa de ser una
molesta entelequia urdida por los colectivistas con el objeto de dar
basamento al Estado, el verdugo de los mercados.
Vergara. Cuando te enteras.jpg
Manel Fontdevila. Los años de plomo.jpg
Eneko. El protocolo de la vergüenza.jfif
Iñaki y Frenchy. Cayucos.jpg

Miquel Angel Soria

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Feb 29, 2024, 1:31:07 AM2/29/24
to icv-euia_e...@googlegroups.com
LOS ALUMNOS

Día tras día, se niega a los niños el derecho a ser niños. Los hechos,
que se burlan de ese derecho, imparten sus enseñanzas en la vida
cotidiana. El mundo trata a los niños ricos como si fueran dinero,
para que se acostumbren a actuar como el dinero actúa. El mundo trata
a los niños pobres como si fueran basura, para que se conviertan en
basura. Y a los del medio, a los niños que no son ni ricos ni pobres,
los tiene atados a la pata del televisor, para que desde muy temprano
acepten, como destino, la vida prisionera. Mucha magia y mucha suerte
tienen los niños que consiguen ser niños.
Eduardo
Galeano, Patas arriba.La escuela del mundo al revés



El partido al que he dedicado toda mi vida
Isaac Rosa

Cada vez que un político se aferra a su escaño contra su propio
partido, no busques explicaciones políticas (luchas internas, cuentas
pendientes) o judiciales (aforamiento frente a responsabilidades
penales). Empieza por echar un vistazo a su vida laboral, que a veces
no hace falta buscar más: la explicación más sencilla suele ser una
nómina, y el pánico a no tener dónde caerse.

No sé si es el caso del ex ministro Ábalos, dispuesto a atrincherarse
en el Grupo Mixto tras haber sido uno de los hombres más poderosos del
PSOE y de la total confianza del presidente Sánchez; pero la verdad es
que impresiona leer su currículum: 41 años ininterrumpidos de carrera
política. Repito, que no te veo sorprendido: 41 años ininterrumpidos
de carrera política. Ni una sola nómina que no viniera de ser cargo
público o cargo de confianza de otros cargos públicos. Te has pasado
desde los 23 hasta los 64 años al calor de tu partido, normal que te
tiemblen las piernas cuando te dejan fuera. “El partido al que he
dedicado toda mi vida”, dijo Ábalos este martes, con despecho de quien
se siente maltratado y espera una compensación.

José Luis Ábalos debutó en 1983 como jefe de gabinete del Delegado del
Gobierno en la Comunidad Valenciana, de ahí pasó al gabinete del
conseller de Trabajo en la misma comunidad, fue luego director de
Cooperación Internacional de la Generalitat, cargo que dejó para ser
asesor en el ayuntamiento de Valencia, después concejal y diputado
provincial; hasta que se fue al Congreso en la IX legislatura y ya no
se bajó del escaño, renovando como diputado en otras seis elecciones
durante 16 años, además de ser ministro tres años. Solo enumero cargos
públicos, a los que habría que sumar los orgánicos en su partido, que
también suelen estar retribuidos.

Cuatro décadas de liana en liana, imagínate el vértigo cuando al
estirar el brazo no hay ya nada a lo que agarrarte: te coges con las
dos manos y con los dientes a la última liana y ahí te quedas colgado,
se pongan como se pongan, porque si te sueltas te das un trompazo. La
alternativa en el mejor de los casos es volver a un trabajo que
dejaste cuarenta años atrás (leo que Ábalos fue muy brevemente maestro
de Primaria), del que ya no sabes nada y con un sueldo muy inferior.
En el peor de los casos, rogar porque tu partido te encuentre una
salida digna hasta la jubilación, o que algún viejo conocido te acoja
en su empresa, consultora o fundación; ambos destinos muy improbables
cuando te vas como un apestado tras el caso de las mascarillas.

No lo disculpo, pero es humanamente comprensible. Y es un mal muy
extendido en la política española, incluida por cierto la “nueva
política”, donde también vemos gente que tuvo la primera nómina de su
vida a cuenta del partido, y a partir de ahí ha desarrollado similar
habilidad para viajar de liana en liana.

Yo no quiero que la política se convierta en un coto para quienes
tienen la vida resuelta en lo económico. Y soy partidario de que quien
entrega unos años a la actividad pública tenga ciertas facilidades
para aterrizar de vuelta al mundo laboral, porque de lo contrario
nadie estaría dispuesto, más que los ya mencionados de vida resuelta,
o pasarían por el cargo demasiado preocupados por resolvérsela para
después. En el caso de Ábalos, no parece que haya estado cuatro
décadas calentando una silla mano sobre mano: estoy seguro de que ha
trabajado lo suyo, se ha comido muchos marrones y hasta puede que le
debamos agradecimiento por servicios prestados. Y pese a su
responsabilidad política, nada indica que se haya enriquecido con las
famosas mascarillas. Pero se ha quedado colgado de la liana.

* * *

Réquiem para un árbol en llamas
Por Ariel Dorfman (Página/12)

Desde Santiago de Chile

¿Cómo llorar la muerte de un árbol solitario, cuando bosques enteros
se queman a mansalva? ¿Y cómo hacerlo en una nación como Chile, donde
cientos de seres humanos acaban de morir y muchos más han quedado
heridos en la reciente conflagración abrasadora que ha devorado miles
de hectáreas y demolido innumerables viviendas en vastas regiones de
mi atribulado país?

Y, sin embargo, desde el amparo de mi casa en Santiago, a cien
kilómetros de los carbonizaciones, por mucho que me horrorizaba la
devastación que iba cobrando ingentes vidas y medios de subsistencia,
no pude evitar preocuparme por un árbol en particular, una de las
tantas víctimas desapercibidas de la catástrofe.

Se trata de un árbol que mis manos habían sembrado hace casi tres
cuartos de siglo.

Yo era un niño argentino de siete años, que visitaba Chile por unas
semanas, en mi camino de regreso a Nueva York, donde había vivido con
mi familia desde la infancia. Mi papá decidió que yo era lo
suficientemente grandecito para un ritual que él había llevado a cabo
con su propio padre: plantar un árbol. Cumpliendo esa tarea, dijo, me
quedaban por delante sólo dos misiones adicionales: escribir un libro
y tener un hijo varón (era bastante machista, mi viejo).

Y fue así que me llevó al Jardín Botánico de Viña del Mar, uno de los
viveros más grandes del continente, fundado, según mi papá, en 1817,
casi junto a la Independencia de América. Una joven cuidadora nos guió
a un sitio con condiciones óptimas para el crecimiento de un bosque
colosal y me proporcionó una espátula menuda y una semilla aún más
diminuta. La cubrí con tierra, me despedí como si fuéramos amigos
íntimos y le prometí que volvería en algún futuro a ver si había
prosperado.

Nunca logré visitar ese lugar (el tosco mapa que había dibujado en
nuestro hotel se extravió rápidamente), pero lo que sí hice cinco años
más tarde fue regresar a Chile, que se convirtió en mi patria
permanente. Pruebas al canto: me hice ciudadano y me casé y publiqué
mi primer libro y engendré, en efecto, un hijo varón. Si no llegué a
cumplir esa promesa a mi árbol de saludarlo de nuevo, tampoco lo había
olvidado. Y se me tornó más presente, paradójicamente, y más
significativo, cuando partí al exilio, después del golpe militar que
derrocó al presidente Salvador Allende en 1973.

Ese árbol mítico se me fue transformando en una forma de vencer la
distancia impuesta por la dictadura. A menudo me consolaba con la idea
de que el árbol que mi yo más joven había puesto en la tierra se
estaba elevando desde ese suelo tan chileno, ramificándose mientras
daba la bienvenida a pájaros y escarabajos, bendiciendo el Jardín
Botánico con un verdor esplendoroso, haciéndome señas desde lejos,
murmurando que me esperaba un pedazo de mi pasado, que no todo se
había perdido y desarraigado en el cataclismo del golpe. Una promesa
que pareció materializarse cuando, después de una larga lucha, la
democracia retornó al terruño que había visto madurar ese árbol
múltiple.

En estos últimos años, a medida que el cambio climático comenzó a
obsesionarme hasta el punto de escribir una novela sobre cómo nuestra
especie iba cometiendo un lento suicidio colectivo, ese árbol llegó a
representar cada vez más para mí algo así como la esperanza. Lo
imaginé resistiendo las aflicciones del tiempo y las depredaciones de
los contaminadores, manteniéndose erguido contra el desperdicio y la
erosión, ofreciendo sombra y colores junto con sus otros hermanos a lo
largo del mundo, un símbolo de resistencia y continuidad.

Con toda probabilidad, ese árbol sembrado por ese niño ha sido ahora
reducido a cenizas. De las casi 400 hectáreas del parque, el 90 % de
las plantas del Jardín (algunas estimaciones dicen que el 98 %) fue
destruido en el último incendio, provocando la pérdida irreparable de
1,300 especies, algunas de ellas ya en peligro de extinción. Junto con
otras víctimas: treinta cachorros murieron en una perrera y se
quemaron una inconmensurable cantidad de animalitos y pájaros y, por
desgracia, cuatro seres humanos. Entre ellos se encontraba Patricia
Araya, quien, durante las últimas tres décadas, había estado
trabajando como horticultora, preparando nuevas semillas para la
germinación. También murieron sus dos pequeños sobrinos. Y la madre de
Patricia, de 92 años, que, cuando era más joven, había realizado las
mismas labores que su hija. Y me pregunto, con pavor, si esta anciana
no habría sido la misma adolescente que, en aquel entonces,
proporcionó una semilla y una pala a un ansioso niño de siete años, me
pregunto si la guardiana y madrina de mi árbol fue la que pereció.

De aquel árbol únicamente queda la historia de su origen legendario y
su desenlace letal. Y de la miríada de otros árboles anónimos que
perecieron ese día, ni siquiera permanece una historia como la que
estoy mínimamente relatando. Y al igual que esos árboles sin vida,
cada hombre, mujer y niño que murió en ese incendio era alguien con
una historia propia que yo no tengo cómo contar. Y más allá de la
hecatombe chilena se ciernen otras tragedias, una a una, una tras
otra, convulsiones de magnitud incalculable en un planeta en llamas,
cada vez más amenazado, cada vez más expuesto a medida que calentamos
la atmósfera de manera intolerable y caminamos sonámbulos y ciegos
hacia el apocalipsis.

¿Puede el árbol que sembré hace tanto tiempo prestarnos un último
servicio y ayudar a que nuestra humanidad despierte a lo que le
estamos haciendo a la Tierra y a nosotros mismos? ¿Cómo darles
esperanza, dárselos de verdad, sin mentir, a los pequeños, un niño o
una niña, que, en este mismo momento, colocan una semilla en la tierra
y se despiden del árbol que crecerá allí y prometen volver a
visitarlo, cómo podemos crear un mundo donde el árbol y los niños
crezcan sin temer los incendios infernales que vienen por ellos y
nosotros?
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Miki y Duarte. Corrupción.jpg
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Miquel Angel Soria

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Mar 1, 2024, 1:31:07 AM3/1/24
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MUNDO INFANTIL

Hay que tener mucho cuidado al cruzar la calle, explicaba el educador
colombiano Gustavo Wilches a un grupo de niños:
-Aunque haya luz verde, nunca vayas a cruzar sin mirar a un lado, y
después al otro.
Y Wilches contó a los niños que una vez un automóvil lo había
atropellado y lo había dejado tumbado en medio de la calle. Evocando
aquel desastre que casi le costó la vida, Wilches frunció la cara.
Pero los niños preguntaron:
-¿De qué marca era el auto? ¿Tenía aire acondicionado? ¿Y techo solar
eléctrico? ¿Tenía faros antiniebla? ¿De cuántos cilindros era el
motor?


La Plaza de España: ¿anécdota o categoría?
Javier Pérez Royo

No recuerdo muy bien por qué, pero sí recuerdo que al iniciarse el
momento de la tertulia en el Hoy por Hoy de la Cadena Ser, dirigido
por Iñaki Gabilondo, se suscitó un día un intercambio de opiniones
acerca de cómo accedíamos a la sede de la radio desde el lugar donde
vivíamos cada uno de los tertulianos. Conté el paseo que para mí
suponía partir del barrio del Porvenir, entrar en el Parque de María
Luisa por la Plaza de América, seguir la travesía del parque pasando
por la Plaza de España, desembocar en la que fue Fábrica de Tabacos y
ahora es sede de la Universidad, bordear la muralla del Alcázar por
los jardines de Murillo, entrar por la Judería hasta el Patio de Armas
del Alcázar, salir y tener en frente el Archivo de Indias a un lado y
la Catedral con la Giralda al otro, atravesar la Plaza Nueva y
finalizar con la Espadaña de la Magdalena antes de entrar en la calle
Giménez Abreu donde está la Ser.

No tan extraordinario, pero también excepcional, era el itinerario
alternativo que hacía algunos días, siguiendo el curso del río con los
pabellones de México, Brasil, Colombia, Argentina, Uruguay, Perú,
Chile, el Palacio de San Telmo, la Torre del Oro, la Iglesia de la
Caridad y las Atarazanas, la Maestranza Teatro y Plaza de Toros con la
calle Betis enfrente, el Puente de Triana, la calle Reyes Católicos y
la Espadaña de la Magdalena antes de entrar en Radio Sevilla.

Me he acordado de esa mañana en el Hoy por Hoy, tras haber conocido la
estrambótica propuesta del alcalde de Sevilla de controlar el acceso a
la Plaza de España de los turistas mediante el pago de una entrada.
Comprendo que el alcalde tiene que estar preocupado por el crecimiento
exorbitante del número de turistas que visitan Sevilla y por el
incremento notable de gastos que generan para el mantenimiento del
patrimonio público de la ciudad. Pero no entiendo la fórmula que ha
propuesto para hacer frente al problema.

En primer lugar, porque la Plaza de España es la sede de la
Administración periférica del Estado en Andalucía: Delegación del
Gobierno, Subdelegación del Gobierno (antiguo Gobierno Civil),
Servicio de inmigración y extranjería, Confederación Hidrográfica,
Capitanía General. El Ayuntamiento carece de competencia para regular
el acceso a dicha Administración del Estado.

En segundo lugar, porque es una respuesta insuficiente, en la medida
en que deja desprotegido el resto del patrimonio público, que también
tiene que soportar el enorme incremento del número de turistas.

Y en tercer lugar porque dificulta la convivencia ciudadana entre los
propios sevillanos de manera injustificable. Tener que acreditar la
condición de vecino en el punto de entrada que se establezca cada vez
que se tenga que atravesar la zona que ha dejado de ser de tránsito
libre supone una molestia cotidiana para un número significativo de
sevillanos.

En realidad, el problema debería estar resuelto desde hace ya tiempo.
La fórmula de la tasa turística está inventada y no ha planteado
problema de ningún tipo allí donde se ha implantado. El anterior
Gobierno municipal solicitó insistentemente al Gobierno de la Junta de
Andalucía autorización para imponerla, sin conseguirlo. Ha sido la
cerrazón de este último ante cualquier medida que suponga el
fortalecimiento de lo público lo que ha impedido que se haya hecho en
Sevilla lo que se ha ensayado con éxito en múltiples ciudades.

La ocurrencia del actual alcalde respecto de la Plaza de España no es
una anécdota. Es un reflejo de la política privatizadora del Gobierno
de la Junta de Andalucía.

* * *
Elogio de la tinta
Hermann Bellinghausen (La Jornada)


No distinta de la sangre, la tinta se insufla en la jeringa de la
pluma o en la máquina impresora. Aunque no estemos para metáforas, la
tinta sigue siendo una de las materias más indestructibles, por eso
los tiranos le temen tanto. La verdad impresa es difícil de combatir.
Hay periódicos y revistas que todavía le dan al blanco donde duele
aunque no venda, esa batalla se perdió hace mucho contra la televisión
originaria y la escuela mendaz del amarillismo y la propaganda.

A pesar de las abrumadoras pantallas líquidas que nos asoman a la
realidad de una manera irreal, el prestigio de la página física
conserva una magia que no amaina entre los lectores verdaderos. Uno
ama un libro, no su PDF. El anunciado colapso de las librerías y las
conmovedoras filas para despedirlas en las ferias, tianguis y
librerías de ocasión, no sin melancolía lo confirman. Los libros son
demasiados, alertaba Gabriel Zaid hace medio siglo, cuando no existía
Kindle. Pero nunca han sido suficientes, y menos en México, donde el
libro suele ser fetiche, no lectura. La mayoría lectora en el país se
circunscribe a la Biblia, sus comentarios, catecismos y letanías. Para
los niños, los libros de texto gratuito, su predecible limitación y
sus elocuentes destellos sobre papel barato siempre han democratizado
la lectura, para desazón de la derecha troglodita que se siente más a
gusto quemando libros que leyéndolos. Las biblias siempre tienen
mejores papel y tinta, pasta dura, y son gratuitas por otros motivos.

Ya ni la publicidad hay que leerla. Te la dicen. Te la gritan. Tú la
rumias, ella te troquela, te añade a los archivos de los mercaderes y
ya está, te tragó la Matrix que prefiguraba Jean Baudrillard e inspiró
la exageración distópica de las Wachowski. De ahí la importancia
heroica, nunca suficientemente absurda, de los libros. No son realidad
simulada ni se conectan con matriz alguna.

Los escritores morimos de la emoción cada que nos publican un libro y
la primera copia llega a nuestras manos, que sudan. Lloramos. Nos
emborrachamos. Se sabe que buena parte no rozarán siquiera las esferas
del mercado, pero aun en tirajes mínimos, existen. Posiblemente haya
más alfabetizados que nunca, aunque los lectores siguen siendo
marginales en la población total.

Tinta es destino. Tanto así que no faltan quienes se tatúan versículos
del Corán o se inscriben con henna y pinturas perecederas el lenguaje
de los dioses. No falta el extremo dramático del que escribe con
sangre o redacta sentencias con agujas y cuchillos.

Podemos deplorar que haya más títulos que lectores. Que millares de
ejemplares de Don Quijote hayan sido impresos y encuadernados para
adornar bibliotecas, acompañar centenarios, justificar presupuestos.
Podría ser peor. Nunca des por muerto el ejemplar de un libro que por
dentro siga vivo.

La tecla de la industrialización no sólo sustituyó el trazo de la
mano; también abonó durante un siglo el camino a la ventana de cristal
y la escritura con luz eléctrica en el dispositivo que ustedes
dispongan. Las tablillas sumerias, la piedra Rosetta y el Calendario
Azteca son tan reliquias como Pedro Páramo o Muerte sin fin en
ediciones económicas. Lo que vale es la letra que imprime en nosotros
el magisterio de su arte.

La escritura solía deberse a la tinta, transfiguración del trazo y el
verbo. Llega como el viento, escribió Marguerite Duras, está desnuda,
es la tinta, es lo escrito, y pasa como nada pasa en la vida, nada
excepto eso, la vida.

Antes del dominio de teclados y pantallas, la mecanografía, aquella
rapidez tipográfica, daba a la tinta un uso ingenioso. La cinta y el
martillo fueron instrumento de artistas (hasta los excesos de
Kerouac), herramienta del reportero y el proletariado de oficina.
Aquellas cuartillas sonoras degeneraron en fotocopia y copia dura y
perecieron como basura, ardieron o duermen el sueño del moho en
archivos muertos, bodegas y otros bajos fondos de la nostalgia y la
memoria escondida.

Se prevé una nueva Edad Media, cuando en reducidos recintos en
monasterios, bibliotecas y talleres no pocas veces clandestinos se
resguardaban, leían y copiaban de uno en uno los textos, las
historias, las ideas, los versos. En Farenheit 451, siempre citable,
Ray Bradbury imagina un futuro donde los últimos catecúmenos memorizan
los libros condenados al auto de fe en el ocaso de la galaxia de
Gutenberg (como la llamó Marshall McLuhan).

Reinan escritura y lectura electrificadas por hidroeléctricas, motores
o pilas de litio de duración limitada. Cuando vuelva la oscuridad
natural, derrotada por sí misma la civilización de la energía,
sobrevivirán libros y otros objetos tangibles, millares de páginas
sabias o hermosas, centenares de obras maestras que seguirán diciendo
que la humanidad ha gozado de expresiones positivas y que lo bueno no
se calla fácilmente. Habrá mucha basura también. Agua, fuego o
podredumbre esfumarán páginas y más páginas, pero nunca todas. La
tinta es arma insustituible para la inteligencia articulada y la
belleza por amor a las palabras. En algún lado habrá quien pueda
leerla. Salvo el exterminio, claro, cuando no haya tinta que valga.
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Miquel Angel Soria

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Mar 4, 2024, 1:30:15 AM3/4/24
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Quan sentim el nom Thälmann ho associem amb les Brigades
Internacionals a Espanya. Vàries unitats de les mateixes, formades
per exiliats alemanys li van posar en honor seu el nom de Batalló
Thälmann.
Ernst Thälmann, president de Partit Comunista Alemany (KPD) estava en
aquells moments en presó ja que havia estat detingut el 4 de març de
1933. El 13 de març de 1932 s'havia enfrontat a Hindenburg i a Hitler
en les eleccions presidencials. El lema del KPD en aquelles eleccions
va ser "Un vot per a Hindenburg és un vot per a Hitler; un vot per a
Hitler és un vot per a la guerra". Va quedar tercer amb un 10,2 per
cent dels vots.
El 17 d'agost de 1944, després d'onze anys de confinament en solitari,
va ser enviat al camp de Buchenwald on, el dia després va ser
afusellat i cremat el seu cos immediatament.


NYT: arrogancia y distorsión
Editorial de La Jornada


The New York Times ( NYT) publicó ayer una pieza de propaganda y
desestabilización política disfrazada de reportaje. El texto aborda
las supuestas indagatorias de agentes estadunidenses en torno a la
ficción del financiamiento electoral del crimen organizado a las
campañas del presidente Andrés Manuel López Obrador en 2006 y 2018. La
manera en que se encuentra estructurado el texto, el momento elegido
para difundirlo, la carencia de pruebas o al menos indicios que
sustenten los dichos, la violación de los principios de ética
periodística y las contradicciones que lo atraviesan, dejan claro que
el medio y los autores en ningún momento buscaron brindar al público
un trabajo informativo, sino sembrar una noticia falsa –o, al menos,
plantar una sospecha– que pueda ser amplificada y viralizada por
empresas dedicadas a la distorsión de la democracia, como los
trollcenters de los que se comentó en este espacio el miércoles
pasado.

No es casualidad que este ejercicio de desinformación se divulgue a un
mes de que viera la luz otro trabajo de idéntica factura, ni que el
NYT lo respalde, pese al instantáneo descrédito en que cayó debido a
las falencias señaladas arriba. La DEA, fuente de los bulos difundidos
hace un mes y probablemente también de esta nueva andanada, no ha
ocultado su malestar ante un gobierno que defiende la soberanía
nacional, le retira la patente de corso con que solía operar y le
exige el cumplimiento de las leyes en su actuación dentro de las
fronteras mexicanas. Al convertirse en vocero oficioso de los poderes
fácticos que presionan de manera ilegal al Ejecutivo federal, el
diario confirma su vocación propagandística y la prevalencia de las
consideraciones mercantiles sobre las periodísticas en su toma de
decisiones.

En sus primeros párrafos, la nota insinúa que las investigaciones
fueron cerradas porque el gobierno estadunidense no quería crear
fricciones con su contraparte mexicana. Pero más abajo reconoce que la
información recolectada provenía de informantes cuyos testimonios
pueden ser difíciles de corroborar y en ocasiones resultan ser
incorrectos, y que no está claro si una sola de las aseveraciones pudo
ser corroborada. A continuación, desglosa una serie de especulaciones,
ninguna de las cuales posee sustento documental o material: un
informante les relató a los investigadores estadunidenses, otra fuente
les dijo, consiguieron información de una tercera fuente que sugería,
personas que se creía eran operadores del cártel, una persona cercana
al Presidente recibió un pago más o menos al mismo tiempo que López
Obrador se trasladó al estado de Sinaloa. Un editor que estuviera al
cuidado de la información les habría exigido especificar si más o
menos implica la misma semana, el mismo mes, o el mismo año, pero nada
en el texto indica que la búsqueda de la verdad fuese un criterio
usado en su redacción.

Los autores muestran desconocimiento del tema al incurrir en errores
como la confusión de un cabecilla con un cártel. Incluso hacen
afirmaciones que no están sujetas a interpretación, sino que son
mentiras llanas. Por ejemplo, aseguran que para Washington es algo
complejo e inusual perseguir cargos penales contra altos funcionarios
extranjeros. El hecho es que, en este mismo momento, el ex presidente
de Honduras Juan Orlando Hernández se encuentra preso en Estados
Unidos, donde es juzgado por narcotráfico. Entre el 20 de diciembre de
1989 y el 31 de enero de 1990, las fuerzas armadas estadunidenses
invadieron Panamá, depusieron a su gobierno, secuestraron al
presidente acusándolo de narcotráfico (aunque nunca procedieron contra
los funcionarios de la CIA con los que trabajó durante años) e
impusieron un gobierno títere al más puro estilo colonial, ungiéndolo
en una base militar de EU. Como bien saben los habitantes de los 70
países que han sufrido agresiones militares de la superpotencia, lo
único inusual y complejo para la superpotencia es respetar la
soberanía ajena y el derecho internacional.

En su intento de golpear al Presidente mexicano, el rotativo hace gala
de una insolencia que está fuera de lugar en el trato a cualquier país
y que constituye la enésima muestra de la arrogancia colonialista y
racista con que los grandes medios occidentales se dirigen hacia todo
el mundo no blanco.

Asimismo, delata los vínculos y las afinidades entre dichas
corporaciones mediáticas y las derechas latinoamericanas, a las cuales
se trata con una deferencia que resulta incomprensible si no se toma
en cuenta que para esas empresas la información no es un fin, sino un
medio para el lucro y la promoción de intereses particulares no pocas
veces inconfesables.

* * *

Ucrania: échame un poco más allá esa línea roja
Isaac Rosa

No es verdad, como repiten los analistas, que la guerra de Ucrania se
encuentre estancada y apenas se muevan las líneas. Hay una línea que
no ha dejado de bailar desde el primer día, justo la que parecía más
inamovible de todas: la línea roja. Me refiero a esa “línea roja” de
la que llevamos oyendo hablar dos años: la línea roja que Europa,
Estados Unidos o la OTAN no querían cruzar; la línea roja que Rusia
marcaba como límite para evitar un conflicto generalizado. La línea
roja que nadie ha cruzado porque han hecho algo mejor: moverla,
echarla un poco más allá.

La secuencia se ha repetido una y otra vez desde febrero de 2022:
Ucrania pide nuevas armas; Rusia advierte de que se trata de una
“línea roja”; los países europeos y Estados Unidos niegan, dudan,
discuten y al final acaban enviando las armas solicitadas, pero no hay
consecuencias porque la línea roja pasa a ser otra, un escalón más
allá.

Pasó con los primeros suministros de armas, que según Rusia suponían
“una espiral ascendente” de la que se arrepentirían los responsables.
Pasó luego con los sistemas de artillería HIMARS, otra línea roja que
según Moscú “aumentaría el riesgo de un conflicto de consecuencias
impredecibles”, pero que llegaron puntualmente a Kiev. Pasó con los
sistemas de defensa Patriot, que para Rusia eran “una provocación” que
conducían a “una escalada”, y por supuesto fueron enviados. Pasó con
los misiles de largo alcance: según Rusia podrían servir para atacar
suelo ruso, lo que “escalaría el conflicto” y “Estados Unidos cruzará
una línea roja y se convertirá en parte directa”. Pero llegaron los
misiles, con los que Ucrania atacó objetivos en Crimea (considerado
suelo ruso por Moscú) sin que pasara nada.

Los tanques eran otra gruesa línea roja, si recuerdas. Ucrania los
pedía insistentemente, y Moscú advertía que supondría “llevar el
conflicto a otro nivel”. Los países europeos se dividieron al
respecto, Alemania se resistió a autorizar la entrega de Leopard,
hasta que Reino Unido anunció por su cuenta el envío de carros
Challenger, EEUU dijo que mandaría unos Abrams, y Alemania acabó por
ceder y cruzar la enésima línea roja, o moverla al siguiente escalón.

Tras los tanques, los aviones, una línea más que roja, rojísima. Rusia
lo consideró una amenaza equiparable al uso de armas nucleares, EEUU
rechazó categóricamente enviar F-16, el canciller alemán aseguró que
“no habrá entregas de cazas a Ucrania”. Luego Francia propuso
estudiarlo, Polonia apretó con su flota de Mig-29, EEUU dijo que ellos
no pero que tampoco impedirían que otros países sí lo hicieran, y
hasta se ofreció a formar pilotos. Hoy los F-16 están a punto de
llegar, y la nueva línea roja es que no se utilicen fuera del
territorio ucraniano, pero ya se sabe para que están las líneas rojas:
para moverlas.

Y así llegamos a la última, la madre de todas las líneas rojas: el
envío de tropas. Lo ha propuesto Macron un poco a la ligera, y la
mayoría de países lo ha rechazado, España entre ellos. Rusia por
supuesto ha dicho que de cruzar esa línea lo tomaría como “una
declaración de guerra” y “sería inevitable un conflicto con la OTAN”.
Francia ha matizado que serían tropas de retaguardia, no beligerantes,
que es otra forma de echar un poco más allá la línea roja.

¿Nos creemos que esta vez sí que es una línea roja-rojísima-rojérrima
que nuestros gobiernos no cruzarán, o será tan movediza como las
anteriores? ¿Será igual de roja-rojísima-rojérrima para Moscú, o la
dejará pasar otra vez? Para vuestra tranquilidad, os dejo las palabras
del propio Macron aclarándolo: “No hay que excluir nada. Mucha gente
que hoy dicen ”jamás, jamás“ son las mismas que hace dos años decían
jamás a tanques, jamás a los aviones, jamás a los misiles de largo
alcance”. Se entiende todo, ¿verdad? Putin ha respondido que “las
consecuencias serían trágicas” y desencadenaría “un conflicto con
armas nucleares y la destrucción de la civilización”. Para terminar de
tranquilizarnos, la presidenta de la Comisión Europea, Von der Leyen,
dice que “el riesgo de guerra no es inminente, pero no es imposible”.

Así estamos dos años después en esta guerra que Ucrania no puede
ganar, tampoco puede ganarla Rusia, pero sí sabemos quién puede
perderla.
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Jerge. Apoyo.jpg
Fisgón. El Garfio.jpg
Manel Fontdevila. La película de Ábalos.jpg

Miquel Angel Soria

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Mar 5, 2024, 1:30:10 AM3/5/24
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El dia 5 de març de 1922 neixia el poeta, assagista, novel·lista, dramaturg i cineasta -per aquest ordre en el temps- Pier Paolo Pasolini. En 1958-59 escrivia uns Nous epigrames, del que escullo el II:

A LA BANDERA ROJA
Per a qui només coneix el teu color, bandera roja
   tu deus en realitat existir per a que ell existeixi:
qui estava ple de crostes està ara ple de nafres,
   el jornaler es converteix en captaire,
el napolità en calbrès, el calabrès en africà,
   l'analfabet en búfal o gos.
Qui coneixia només el teu color, bandera roja,
   està per deixar de coneixer-te , ni tan sols de vista:
tu que et jactes ja de tantes glòries burgeses
   i obreres, fes-te drap una altra vegada i que el més pobre t'agiti. 

El 24 de juny de 1974 escrivia a Corriere della sera: "...Deia en l'article que ha provocat aquesta polèmica que els responsables reals de le tragèdies de Milà i de Brèscia són el govern i la policia italiana: perquè si el govern i la policia haguessin volgut, no haurien succeit. Està clar.  I ara potser es burlaran de mi si dic que nosaltres els progressistes, els antifeixistes, els homes d'esquerres, som responsables d'aquestes tragèdies. Perquè no hem fet res en tots aquests anys: 1) per a que parlar de "tragèdia d'Estat" no fos quelcom normal i per a que tot acabés; 2) (i el més greu) no hem fet res per a que no hi hagi feixistes. Només els hem condemnat alleugerint les nostres conciències amb la nostra indignació; i quant més fort i petulant era la indignació més tranquil·la quedava la nostra consciència.
En realitat ens hem comportat amb els feixistes (i parlo sobretot dels joves) en mode racista, és com si ràpidament i despiadada haguéssim volgut creure que estaven racialment predestinats a ser feixistes, i que davant tal decissió del seu destí no hi hagués res a fer."

Interessant el text que es troba a Escrits corsaris.


Distopías y utopías de Miami
José Steinsleger (La Jornada)


Uno. “La Antorcha la Amistad será un nuevo paso para enfatizar nuestra amistad con nuestros amigos latinos […] Mostraría que Miami es más que una puerta geográfica a las Américas. Es un símbolo de riqueza y cordialidad. Esperamos que tenga el significado que ahora tiene la Estatua de la Libertad.”

Dos. Palabras del alcalde Robert King High, cuando en 1964 rededicó el emblemático monumento erigido en el Bay Front Park (a orillas de la bahía Vizcaína) al presidente John F. Kennedy, asesinado en Texas por un lobo solitario de la mafia, el Pentágono o la CIA, tanto da (22 de noviembre de 1963).

Tres. Durante su gestión (1957-67), el alcalde High (demócrata liberal) asistió al inicio de la profunda mutación de la bucólica urbe que, vertiginosamente, se fue convirtiendo en distopía de ricos y no tan ricos, y en utopía de pobres y no tan pobres de América Latina y el Caribe.

Cuatro. La mutación de Miami empezó con la revolución cubana (1959), y el arribo de miembros de la clase alta y media, terratenientes, comerciantes y profesionales que traían dinero, o habían depositado previamente en bancos estadunidenses. Y más tarde, clases medias baja y de trabajadores.

Cinco. A finales de 1960, los exiliados cubanos sumaban cerca de 50 mil en el condado de Miami-Dale (Hialeah, Coral Gables, Miami Beach y otras localidades). Un año después llegaban mil 800 por semana. Con lo cual, el Departamento de Beneficencia del estado de Florida proveyó de fondos a instituciones como el Consejo de Beneficencia Nacional Católico, el Servicio Mundial de la Iglesia, el de Ayuda Internacional Hebreo o el Comité de Rescate internacional que había manejado el programa de refugiados húngaros (1956-57).

Seis. En octubre de 1962, tras la interrupción del servicio aéreo entre Miami y La Habana, la población de exiliados cubanos creció hasta sobrepasar 100 mil, y en la actualidad suman un millón 500 mil en todo el estado de Florida.

Siete. A inicios de 1970, la escritora estadounidense Joan Didion (1934-2021) escribió: Miami no es exactamente una ciudad estadunidense, sino una capital tropical abundante en rumores, corta de memoria, sobredificada a partir de la quimera de dinero en fuga. Leáse: lavado de dinero de los que, parafraseando a Bob Dylan, viven fuera de la ley simulando ser honestos.

Ocho. Entre ellos, obcecados criminales que justifican el terrorismo para sostener su discurso político. En 1990, por ejemplo, el alcalde de Miami, Xavier Suárez, declaró a los medios: “La vox populi (sic) en la comunidad de exiliados de Miami es que ese señor, Fidel Castro, no puede mantenerse ni por un año”. ¡La próxima Navidad en La Habana!, decían las calcomanías pegadas en coches de Miami, mientras la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) presentaba un proyecto de gobierno para Cuba, y el borrador de una nueva Constitución política.

Nueve. Sin embargo, no todos aquellos guerreros de la libertad desaparecieron. A sus 80-85 añitos, aún es posible encontrarlos en el Bodegón de Castilla, el Málaga o el mítico café Versalles de la calle 8 ( southwest), donde traman la próxima acción contra Castro, o en espacios de una enmarañada red de influencias que exportan violencia, y se nutren de fakes news en portales como Infobae (que allí tiene su sede), y son pieza clave en la instrumentación de medidas coercitivas contra otros estados.

Diez. Destino de buena parte de los jubilados, imán para el turismo con sus cruceros, parques de atracciones y sede de la industria musical que mira hacia AL, Miami cuenta con mil 200 multinaciones que allí tienen la sede central, y un PBI de 172 mil millones de dólares (igual al de Ecuador y Uruguay sumados). De Miami parten y a ella arriban 43 por ciento de los vuelos entre EU y América Latina. La ruta aérea más viable entre dos capitales latinoamericanas suele pasar por Miami, por lo cual puede decirse que algunas naciones de la región están más integradas con la ciudad mágica, que entre sí.

Once. Por otro lado, Miami es una de las ciudades que más catástrofes ha tenido en relación con el cambio climático, y es posible que junto con otras ciudades del sur de Florida, desaparezca en menos de 80 años, producto de un huracán o la subida del mar.

Doce. En su libro Cómo evitar un desastre climático (2021), el magnate Bill Gates escribe que los efectos del cambio climático harán que en 2050 Miami no parezca para nada lo que es hoy. Esas playas desaparecerán, declaró al Nuevo Herald (febrero 2021). Estimación que coincide con la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Florida, al decir que en 2050 el agua podría llegar hasta el décimo piso de uno de los edificios más altos de la ciudad.

                                                                  * * *


Topuria y los españoles en el éxito pero extranjeros en lo demás
Moha Gerehou


Es difícil no cruzarse últimamente con el nombre de Ilia Topuria. Fue proclamarse campeón de la UFC y convertirse en omnipresente en noticias, redes sociales, vídeos de YouTube y hasta en columnas de medios. Consumí algo de ese contenido con curiosidad y lejanía hasta que un titular de Topuria llamó mi atención: “Cuando aterricé tuve que pasar por donde pasan todos los extranjeros y no los españoles”.

Busqué el vídeo y escuché las declaraciones. Encontré su biografía y leí pinceladas de su vida. Esa historia me sonaba. Me sentí como un detective de película en busca de un asesino en serie que ha vuelto a matar tras un tiempo desaparecido. Las pruebas eran claras y mi temor se confirmaba: Ilia Topuria era un nuevo caso de un español en el éxito, pero extranjero en todo lo demás. Dejé de lado mis quehaceres y me puse a escribir.

Resulta que el último héroe del deporte nacional es lo que muchos, sin ver su currículum deportivo, catalogarían como un inmigrante. Ilia Topuria nació en Alemania, creció en Georgia y a los 15 años aterrizó en España junto a su familia. Pero ahora, con 27 años, casi siempre es descrito como hispanogeorgiano o directamente como español. ¿Cómo es posible? Busco en Google ‘primer campeón español de la UFC’ y la lista de resultados es amplia y variada: RTVE, El Mundo, La Gaceta o La Voz de Galicia titulan así.

Sigo con la investigación para probar mi tesis: ¿Será cierto que es español en el éxito pero extranjero para todo lo demás? Tecleo las palabras ‘inmigrante georgiano’ en el buscador y hago clic en el apartado de noticias. De Topuria apenas hay unas declaraciones en las que, sorpresa, responde a quienes dudan de su españolidad. ¡Alto! No todo el mundo está tan impresionado con su victoria como para nombrarlo español de facto.

En el resto de resultados de la búsqueda, la normalidad del racismo: Marlaska sellando un acuerdo para deportar a georgianos en situación administrativa irregular o la noticia de un “inmigrante georgiano” multado con 225€ por robar chocolate valorado en 11,40€ en un supermercado de Zaragoza. No es un ladrón, es un inmigrante georgiano, lo que en la noticia parecen ser sinónimos.

La primera prueba sostiene la teoría de que estamos ante un nuevo caso de un español en el éxito, pero extranjero en todo lo demás. Vamos a por la segunda. Topuria aterrizó en Barajas con el cinturón de campeón sobre el hombro y España en la boca. Pero nada, derechito a la fila de inmigrantes. Mi tesis se tambalea. Los logros deportivos parece que no tienen valor cuando de una frontera se trata. Por sus declaraciones, Topuria esperaba que el campeonato ganado en nombre de España le indultara, pero no. Ahí solo sirve el color del pasaporte, donde el español es el más poderoso. Y tuvo suerte, porque entre los migrantes hay clases y clases: en ese mismo aeropuerto malviven durante semanas familias con niños en las salas de asilo de Barajas. Escuchen sus historias.

Pero esta historia ya nos la conocemos e Ilia Topuria pronto cruzará la frontera del aeropuerto por la fila de los españoles. Así se lo confirmó el propio Pedro Sánchez después de que el luchador lo pidiera en ‘El Hormiguero’, que debe ser la nueva oficina de Extranjería. No hay camino más rápido a la españolidad que el éxito deportivo. Ya hemos visto en el pasado en más de 100 ocasiones cómo las habituales trabas de la Ley de Extranjería desaparecen cuando llega un deportista que beneficia los intereses de España a través del deporte.

Respiro tranquilo. Bueno, no tanto cuando leo que a Topuria le ha patrocinado una empresa de desokupación de esas que hacen el trabajo sucio de los buitres inmobiliarios. Pero la segunda prueba no falla y la teoría está más que comprobada: estamos ante otro caso de un español en el éxito, pero extranjero en todo lo demás.

Con su victoria, Ilia Topuria recibió la nacionalidad española del éxito: la que te otorgan los medios cuando te bautizan como ‘el primer campeón español de la UFC’ y no como un ‘inmigrante georgiano’, aunque cruces la frontera española como tal. La que otorgan administrativamente las autoridades cuando ven que a través de ti pueden llenar de trofeos las vitrinas del deporte español.

Es el caso de un derecho que se reparte como si fuera un privilegio, la historia de la gruesa línea entre una vida abocada al tormento del racismo estructural y el pasaporte más poderoso del mundo. Y de cómo todo lo puede decidir el éxito deportivo, un criterio que sigue sin aparecer en la carta de los Derechos Humanos porque no todo el mundo puede ser campeón de la UFC. Hasta aquí la investigación. Caso cerrado.
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Miquel Angel Soria

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Mar 6, 2024, 1:31:41 AM3/6/24
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PUNTOS DE VISTA/1

Desde el punto de vista del búho, del murciélago, del bohemio y del
ladrón, el crepúsculo es la hora del desayuno.
La lluvia es una maldición para el turista y una buena noticia para el
campesino.
Desde el punto de vista del nativo, el pintoresco es el turista.
Desde el punto de vista de los indios de las islas del mar Caribe,
Cristóbal Colón, con su sombrero de plumas y su capa de terciopelo
rojo, era un papagayo de dimensiones jamás vistas.



Fascismo contemporáneo: ¿Dónde está el pueblo?
Por Jorge Alemán

El discurso del presidente ultraderechista cumple con las condiciones
"formales" del fascismo contemporáneo. Esta cuestión formal merece ser
diferenciada de los distintos contenidos históricos. En el caso del
fascismo presidencial podemos establecer los siguientes rasgos:

A) Extinción de la Historia, borramiento de las luchas populares, de
sus militantes y mártires, de los acontecimientos históricos
transformadores, etcétera. De este modo la Historia se presenta
simplificada a un principio absoluto, hubo cien años de decadencia que
incluyen toda la historia política contemporánea, una historia
corrupta y degenerada (especialmente por todo aquello que mereció
llamarse nacional y popular) que dejó afuera a la "gente de bien" y
que tan solo tuvo un punto prístino en el comienzo y que ahora según
el ultraderechista, retorna con su figura.

Como es sabido, el término "decadencia" siempre ha sido una pieza
clave en la construcción del discurso fascista. En este caso matizado
por el negacionismo de la dictadura genocida y un uso deliberado, una
vez más, de la" teoría del infiltrado".

B) Para anular y reducir a la historia a semejante simplificación, es
necesaria la construcción de un antagonismo absoluto y sin mediación,
para ello el imaginario social antipolítico, que efectivamente existe
en el humor social de la población, sirve de plataforma, presentar a
los políticos como una asociación criminal dedicada a esta operación
le funciona al libertario para la constitución del término con el que
antagoniza : "la casta". Dado que los antagonismos realmente
constitutivos de la política han sido borrados o reducidos a una
cuestión policial a perseguir, incluyendo nombres propios, de este
modo, la audiencia parecía eufórica, sintiéndose elegidos para una
nueva fundación del Estado, confirmando como siempre, que un fascista
es un liberal asustado , aunque también se observaba la presencia de
fascistas decididos. Obviamente esto iba acompañado de una guardia de
periodistas emocionados por la gran hondura filosófica y moral del
discurso presidencial.

Trazado el círculo donde el neoliberalismo financiero y el Estado se
volvieron equivalentes, quedaba llamar a un pacto fundacional con los
"buenos" que serían premiados sin otro requisito que el del
colaboracionismo y con un proyecto que le entrega la nación al capital
financiero y la vida social a la represión. El Fascismo contemporáneo
es el síntoma de que la relación capitalismo-democracia se viene
descomponiendo desde hace rato, esta componenda argentina de
bukelismo, austríacos y Friedman, y amistad con la dictadura genocida,
nos brinda un testimonio logrado ¿Es posible que el rechazo de la
población a la política, que según el planteo del ultraderechista, es
pura casta corrupta, le entregué el poder definitivo a semejante
destrucción de la soberanía en todos los sentidos de la palabra? El
pueblo no es una esencia inmutable que está siempre ahí, como lo pensó
la tradición romántica, es por el contrario un campo de experiencias
políticas, que se reinventa en las coyunturas y que siempre demanda
articulaciones nuevas ¿Puede el pueblo argentino, estar tan
cansadotriste y fragmentado, como para ceder su deseo político a la
pulsión autodestructiva?

El peronismo y la izquierda aludidos en el discurso presidencial, de
modo evidente, seguramente deberán afrontar esta situación con una
nueva imaginación política que permita el surgimiento y el encuentro
con el pueblo a inventar.

Donde la extorsión quiere imponerse, existe el enorme desafío de
atravesar la fragmentación de la sociedad con una dirección popular
orientada y salvífica. "Solo el pueblo puede salvar al pueblo".

* * *

La obsesión insana del juez Marchena
Javier Pérez Royo

Los lectores conocen con seguridad la narración que hace Herman
Melville de la insana obsesión del capitán Ahab, que arrastra a la
tripulación del Pequod al desastre en su desvarío por acabar con la
ballena blanca, con Moby Dick, a la que considera la reencarnación del
mal absoluto.

La obsesión del capitán Ahab con Moby Dick es la obsesión del juez
Marchena con Carles Puigdemont, que está arrastrando a la tripulación
de la Sala Segunda del Tribunal Supremo (TS), que es casi lo mismo que
decir a toda la Justicia española, a un desastre similar al que el
capitán Ahab arrastró a la tripulación del ballenero que comandaba. El
auto dictado esta semana en el que decide perseguir al expresidente de
la Generalitat como autor de un delito de terrorismo es tan
disparatado desde un punto de vista jurídico que únicamente es
explicable por el desvarío que se ha apoderado de la mente que lo ha
concebido. No hay justificación posible del mismo que pueda ser
considerada “ajustada a derecho”. Me remito a los relatos de Ignacio
Escolar elDiario.es y de Jesús Maraña en Infolibre.

Se trata, además, de un auto estéril, que no va a tener recorrido
jurídico alguno, como expliqué el pasado jueves. Si Junts y el PSOE no
caen en la trampa, el auto no llegará a parte alguna.

¿Cómo se puede explicar, entonces, que haya sido dictado? La
explicación no es otra que la del capitán Ahab. Es la obsesión insana
del Supremo con Carles Puigdemont, que no puede conducir nada más que
al desastre.

A fin de que lo entienda el lector que no ha estudiado derecho, voy a
ir explicando paso a paso lo ocurrido:

1º En los meses de septiembre y octubre de 2017 se adoptaron
determinadas decisiones antijurídicas por el Parlament y el Govern de
la Generalitat, susceptibles de ser perseguidas o no como
constitutivas de delito. No todas las decisiones políticas
antijurídicas tienen que ser perseguidas penalmente. Se puede decidir
perseguirlas, pero también no hacerlo. En este caso no se decidió
perseguirlas inicialmente, pero sí después de hacer uso del artículo
155 de la Constitución. La destitución del Govern privó del fuero
jurisdiccional a los que habían sido sus miembros, posibilitando que
el fiscal general del Estado, José Manuel Maza, se querellara contra
ellos ante la Audiencia Nacional por el delito de rebelión. También lo
haría contra la presidenta y otros miembros de la Mesa del Parlament
ante el Tribunal Supremo, indebidamente, porque ellos eran miembros de
la Diputación Permanente y mantenían el fuero jurisdiccional ante el
Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC). La conducta de la
presidenta y demás miembros de la Mesa, que serían reelegidos en las
elecciones celebradas en diciembre de 2017, tendría que haber sido
residenciada ente el TSJC y no ante el Supremo. La asunción de la
competencia por este tribunal supuso la vulneración del “derecho al
juez ordinario predeterminado por la ley”, reconocido en el artículo
24 de la Constitución. Vulneración del derecho que conllevaba también
la vulneración del derecho a la “segunda instancia”.

2º En el mes de diciembre de 2017, antes de que se hubiera adoptado
por el Ministerio Fiscal ninguna decisión respecto de Carles
Puigdemont, el expresident decidió hacer uso “del derecho a entrar y
salir libremente de España”, reconocido en el artículo 19 de la
Constitución, y establecer su residencia en Bélgica. Con tal decisión
no se convirtió en “prófugo”, ya que ningún juez o tribunal lo estaba
persiguiendo todavía por nada.

3º Con posterioridad (y subrayo esta palabra), el Ministerio Fiscal se
querelló contra Carles Puigdemont y otros miembros del Govern por el
delito de rebelión. A partir de ese momento se inició la persecución
judicial del expresident, que no ha dejado de estar ni un solo minuto
a disposición del Supremo, sino que simplemente se ha limitado a
ejercer su “derecho a la defensa” constitucionalmente reconocido en
los términos que ha considerado oportuno. No ha dejado nunca de
comparecer cada vez que un juez europeo ha reclamado su presencia como
consecuencia de la aplicación de la orden de detención y entrega
cursada por el juez Pablo Llarena. Ha estado incluso detenido y
privado de libertad en determinados momentos, en Bélgica, en Alemania
o en Italia, mientras los jueces de estos países decidían acerca de su
extradición o no a España en ejecución de la orden dictada contra él.
No ha huido de la justicia española, sino que ha estado a su
disposición en los términos en que lo decidiera el órgano judicial que
tenía que dar cumplimiento a la orden dictada contra él por el juez
instructor español. Ningún órgano judicial europeo hasta la fecha ha
considerado que debía dar cumplimiento a dicha orden en los términos
requeridos por la justicia española. Ninguna acusación pesaba sobre él
en el momento en que decidió salir de España y ninguna de las que se
han formulado con posterioridad por el TS han considerado que debía
ser atendida por ninguno de los órganos judiciales europeos a los que
se dirigió el juez instructor español. El estatus jurídico de Carles
Puigdemont es el de un ciudadano español en posesión de todos sus
derechos fundamentales.

4º A pesar de que la Junta Electoral Central (JEC) intentó impedir que
Carles Puigdemont pudiera concurrir a las elecciones al Parlamento
Europeo, excluyendo su nombre de la candidatura en la que figuraba en
el acto de proclamación de la misma, la Sala Tercera del TS atendió el
recurso contencioso electoral interpuesto por el expresident y pudo
concurrir. Sería elegido diputado, pero la JEC le impidió tomar
posesión del escaño en el mes de julio de 2019, exigiéndole que
viniera a España a jurar o prometer la Constitución para incluirlo en
la lista de los candidatos electos españoles que tenía que remitir al
Parlamento Europeo. En el mes de diciembre de 2019 el Tribunal de
Justicia de la Unión Europea (TJUE), al responder a una cuestión
prejudicial que le había sido elevada por el TS respecto a Oriol
Junqueras, decidió que la condición de candidato electo se adquiere
por el voto ciudadano sin que se puedan añadir exigencias adicionales
como jurar o prometer la Constitución. La JEC se negó a aceptar la
decisión del TJUE y todavía no ha incluido a Carles Puigdemont en la
lista de diputados electos españoles. Pero el Parlamento Europeo sí
reconoció la sentencia dictada por el TJUE e hizo a Carles Puigdemont
parlamentario europeo con efectos retroactivos a julio de 2019.

(El Supremo pudo vulnerar el derecho de Oriol Junqueras a ser
parlamentario europeo, mientras que no pudo hacerlo respecto de Carles
Puigdemont. Sin la vulneración de ese derecho, el TS no hubiera podido
dictar la sentencia de octubre de 2019 por la que condenó a Oriol
Junqueras por el delito de sedición. La diferencia de ejercer el
derecho a la defensa desde España o desde otro país europeo salta a la
vista).

5º La circunstancia que acabo de describir en el párrafo anterior es
relevante en este 2024, ya que en el mes de junio se celebran
elecciones al Parlamento Europeo. En el caso de que Carles Puigdemont
concurra y sea elegido, ¿se atreverá la JEC a no reconocerle la
condición de candidato electo si no viene a Madrid a jurar o prometer
la Constitución contraviniendo la jurisprudencia del TJUE?

6º El Tribunal Supremo se dirigió al Parlamento Europeo solicitando
que le fuera levantada la inmunidad a Carles Puigdemont, con la
finalidad de poderlo juzgar en España por el delito de malversación.
En una votación atípica –ya que en estos casos la decisión se suele
tomar casi por unanimidad, mientras que en este votaron en contra un
número considerable de diputados–, el Parlamento levantó la inmunidad.
Dicha decisión fue recurrida ante el Tribunal General de la Unión
Europea (TGUE), que la confirmó. Pero no es una sentencia firme, ya
que contra ella cabe recurso ante el TJUE, que todavía no se ha
pronunciado y que es sumamente improbable que lo haga antes de que se
hayan celebrado las próximas elecciones. Como el “principio de
discontinuidad” tiene vigencia en el derecho parlamentario europeo
igual que en el derecho parlamentario de todos los Estados miembros,
el levantamiento de la inmunidad decaerá con la elección del nuevo
Parlamento y habrá que iniciar de nuevo el proceso, incluyendo en este
caso la solicitud para juzgar a Carles Puigdemont por terrorismo. ¿Se
atreverá el TS a hacerlo?

Así están las cosas en este momento. Independientemente de lo que se
pueda pensar políticamente de la conducta de Carles Puigdemont,
jurídicamente ha sido intachable. Esto es lo que resulta insoportable
para el Supremo. De ahí la locura de rescatar el delito de terrorismo
en el momento en que se iniciaba la tramitación de la proposición de
ley de amnistía, rescate que no tiene más finalidad que la de intentar
impedir que dicha proposición de ley se apruebe.

El presidente de la Sala Segunda del Tribunal Supremo se está
comportando como el capital del Pequod. Su obsesión con Carles
Puigdemont es de la misma naturaleza que la del capitán Ahab con Moby
Dick. El resultado ya se sabe cuál es.
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Miquel Angel Soria

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Mar 7, 2024, 1:30:25 AM3/7/24
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Luis Carlos Prestes, mort el 7 de març de 1990, va ser secretari
general del Partit Comunista Brasileny (PCB). La seva memòria es manté
viva. El famós novel·lista Jorge Amado li va dedicar un llibre -El
caballero de la esperanza. Vida de Luis Carlos Prestes-, del que trec
un breu fragment:

"Una estrella existia i no era l'estel matutina, brillant en l'alt
dels cels, no era una llum en la nit del passat. Tu la vas sentir,
venia realment del pit dels homes, dels obrers que descansaven , dels
mariners que feien olor de mar i tenien els ulls cremats pel vent del
mar, del soldat que estimava una mulata en les sorres del "trapiche",
venia de la terra, una llum de present, una llum d'esperança, una llum
de futur. Tu la vas sentir en la nit, surant en l'aire, venia del
poble assegut en la sorra. [...]
I molts anys després, tot el poble del Brasil, esclau i dissortat, el
poble negre, el poble indi amagat en les fondàries de les selves, el
poble blanc, el poble mulat, que és el poble més bufó del món, poble
lligat de mans i peus, amb set, amb gana, sense llibres i sense amor,
va fer el miracle de l'heroïsme que és Luis Carlos Prestes, P en el
pit dels negres, en el cor dels soldats de la Columna, llum en el cor
dels homes, obrers, mariners, camperols, sambistes, tinents i
capitans, novel·listes i savis. Llum en el cor dels homes, de les
dones també, estrella de l'esperança. Un poble esclau que necessita al
seu Heroi, va fer el miracle del més gran dels herois."


Amnistía, Koldo, Gaza, Ucrania y yo tampoco me encuentro muy bien
Isaac Rosa

Empezamos marzo, y echas la vista atrás y no sabes si respirar
aliviado porque hayan quedado atrás enero y febrero, o temblar de lo
que puede traernos el nuevo mes, pues el comienzo de año no ha podido
ser más trepidante, ni más desolador. La legislatura que no acaba de
arrancar, la ley de amnistía empantanada, jueces saboteando al
parlamento, el caso Koldo; y en el exterior la guerra de Israel contra
Gaza convertida en matanza indisimulada y hambruna desesperada, y la
guerra de Ucrania estancada sobre el terreno, acumulando más armas,
más destrucción y más muertos, y alimentando los discursos belicistas
en Europa.

Suma a todo lo anterior el estallido del malestar en el campo, o la
emergencia climática que sigue acumulando récord de temperaturas y van
ya ocho o nueve meses consecutivos superando registros históricos.
Añade si quieres el incendio terrible de Valencia, y paro de recontar
malas noticias del primer trimestre, que a este ritmo acabaremos
recordando el nefasto 2023 como un buen año. Ah, espera, que todavía
falta Trump, que está al caer. Y algunos que deseábamos aburrirnos un
poco en 2024 tras tantos años “interesantes”…

Después de una semana que toda la prensa ha coincidido en llamar
“semana negra” para el gobierno, con el dolor del pueblo palestino
masacrado, y con alguna portada nacional atragantándonos el desayuno
del domingo con tambores de guerra en Europa, me venía a la cabeza
aquella famosa e ingeniosa frase que no sabemos si dijo Groucho Marx,
Woody Allen o una pintada de Mayo del 68, que por igual se les
atribuye: “Dios ha muerto, Marx ha muerto y yo tampoco me encuentro
muy bien últimamente”. Hoy diríamos algo parecido: el gobierno en
apuros (con la amnistía y el caso Koldo), guerras en Gaza y Ucrania, y
yo tampoco me encuentro muy bien últimamente.

Porque esa es la otra mala noticia de este comienzo de año: que al
margen de las grandes crisis políticas o internacionales, tampoco
nosotros nos encontramos muy bien últimamente. La legislatura que no
arranca está retrasando medidas y leyes sociales que son urgentes,
mientras la cesta de la compra sigue disparada, la vivienda fuera del
alcance de cada vez más ciudadanos, aumenta la población en riesgo de
exclusión y seguimos a la cabeza de Europa en pobreza infantil, sin
que se resuelvan los problemas del ingreso mínimo vital para llegar a
las familias que más los necesitan. Ya digo, no nos encontramos muy
bien últimamente, pero algunos se encuentran especialmente mal.

Uy, te veo un poco de bajón. No era mi intención. O sí, igual nos hace
falta decirlo, decírnoslo: que 2024 ha empezado de pena y, como no
hagamos algo, solo puede ir a peor. De la frase anterior lo importante
es la segunda parte: “como no hagamos algo”. Hablo por mí, no
generalizo que sé que hay gente dando pelea en todo tipo de ámbitos,
pero tengo la sensación de que llevamos un tiempo largo instalados en
la posición de espectadores palomiteros, quejándonos (poco), asumiendo
el fatalismo de los tiempos y esperando a no sé qué giro del destino o
cambio de viento para que las cosas empiecen a mejorar. Como si no
fuera responsabilidad nuestra, también.

(Para levantar un poco el ánimo, aquí va mi modestísima contribución:
un libro. Una recomendación de lectura. Una defensa del “optimismo
militante”, frente al agobiante “no hay alternativa”. En 'Utopías
cotidianas', la norteamericana Kristen Ghodsee conecta con el
neoutopismo reciente pero llevándolo a un terreno menos habitual: la
vida privada, nuestros hogares y familias. Todo aquello que solemos
dejar para el final cuando pensamos en transformaciones sociales, y
que seguramente es crucial para construir sociedades más habitables.

Ghodsee hace un repaso al pensamiento utópico desde la antigüedad,
pero también se fija en intentos actuales para “liberar nuestra
imaginación política colectiva”. Por ejemplo, formas de vivienda más
allá de la rígida casa unifamiliar, lo mismo falansterios, comunas y
kibutz, que comunidades presentes de vivienda colaborativa, ecoaldeas
y hasta el controvertido coliving. Pero también mira a formas
comunitarias de crianza, o a propuestas para el sistema educativo, y
hasta le da una vuelta al modelo de familia y las relaciones
afectivas. Una buena lectura para sacudirnos un rato el mal cuerpo que
nos pone la actualidad y atrevernos a imaginar un poco más allá de los
límites de un decreto-ley. Falta nos hace.)

* * *

Actos contra el fin
David Brooks (La Jornada)

Pues aquí parece que todo está al borde del desastre, esa es la
narrativa constante en el ámbito político, en los medios, en la
academia y en las artes. Por cierto, con los Óscares programados para
la próxima semana, podemos ver si gana Oppenheimer y recordar que el
regalo de ese científico y su equipo pronto podría estar de nuevo en
las manos del actor irracional Trump en el papel del doctor
Strangelove. Sólo que ya no son películas, sino lo que llaman realidad
(aunque aun no se sabe si se transmitirá el fin del mundo por Internet
para que cada quien lo pueda ver por sus teléfonos, al menos de que
estén distraídos por un videojuego o algún escándalo entre estrellas).

Ante todo esto, actos de resistencia siguen enviando señales de
esperanza, nobleza, belleza que son el antídoto al veneno de las
guerras, brutalidades económicas, racismo, violencia y cinismo con que
está decorada la american way of life estos días.

Este sábado, miles salieron a las calles una vez más en varias partes
del país para exigir que su gobierno deje de ser cómplice de Israel en
el genocidio y expresar su solidaridad con el pueblo palestino.

El domingo antepasado, el joven Aaron Bushnell, miembro activo de la
fuerza aérea del aparato militar más poderoso del mundo, se sentó
frente a la embajada de Israel en Washington y se inmoló coreando:
Palestina libre y dejando el mensaje: ya no puedo ser cómplice en un
genocidio.

Aaron no murió en vano, escribió su amigo Levi Pierpont en The
Guardian. “Ya ha inspirado a tantos más a ponerse de pie por la verdad
y la justicia. Me rompe el corazón que su vida haya acabado así… Todo
lo que podemos hacer es escuchar el mensaje por el cual murió: los
horrores del genocidio en Gaza, la complicidad que compartimos como
miembros de las fuerzas armadas y como contribuyentes de un gobierno
que profusamente invierte en violencia”.

También esta semana pasada –como casi todas las semanas– hubo acciones
contra la violencia de las armas de fuego, por impulsar medidas para
frenar el cambio climático, por los derechos laborales, por los
derechos indígenas, por los derechos de las mujeres y por la justicia
económica en varios puntos del país. Muchos simpatizantes de estos
esfuerzos suelen celebrarlos, pero tienen dudas de que puedan hacer
algo con ese “trillizo gigantesco del racismo, materialismo extremo y
militarismo identificado por el reverendo Martin Luther King.

Estas expresiones de resistencia, disidencia y rebeldía son
acompañadas por sus antecesores históricos que regresan a cada lucha
para acompañar a las nuevas generaciones. De repente surgen viejas
historias –gracias a maestros e historiadores herederos de Howard
Zinn– que ofrecen solidaridad al momento contemporáneo donde la
derecha busca censurar libros e historia por todo el país, como por
ejemplo el 70 aniversario la semana pasada, cuando estudiantes de la
Universidad de Indiana iniciaron lo que llamaron el Movimiento de las
Plumas Verdes. En plena era macartista, hubo un llamado por
autoridades de educación de prohibir el libro Robin Hood en escuelas
del estado de Indiana, ya que esa figura robaba de los ricos para
darles a los pobres y eso, afirmaron, es la línea comunista. Los
estudiantes fueron a llenar bolsas de plumas de pollo en una granja,
después las fueron a teñir de verde para representar a Robin Hood y su
banda y las echaron por todo el campus en una protesta contra la
censura. Fueron investigados por la FBI por su hazaña, pero ese
movimiento se multiplicó en otras universidades del país.

A pesar de la abrumadora ola de noticias desastrosas que nutren la
desesperanza colectiva, sabios como Noam Chomsky, entre otros, han
reiterado durante décadas que los movimientos sociales son fuerzas
civilizadoras que democratizan a éste y otros países con sus acciones
incesantes y que esa es la manera de cambiar las cosas en este país.
Mientras existan esas rebeliones, disidencias y resistencias, hay
futuro posible a pesar de todo, y por eso es tan vital que sus
hazañas, actos e historias sean contadas y cantadas todos los días.
Manel Fontdevila. No a la corrupción.jpg
Miki y Duarte. Una vivienda.jpg
Rep. Inseguridad urbana.jpg
Iñaki y Frenchy. Necesidades.jpg

Miquel Angel Soria

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Mar 8, 2024, 1:30:18 AM3/8/24
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No hi ha res més cert que l'expressió "la història l'escriuen els
guanyadors". Una de les probes és la de la commemoració del Dia de la
Dona Treballadora. Tothom recorda el fet luctuós de les víctimes de la
fàbrica de camises a Nova Iork on van morir 123 dones i 23 homes.
El que ha passat -mai més ben dit- a la història, és el paper jugat
per les dones en la revolució d'octubre de 1917. Un paper tan
important com el dels camperols o els soldats. Com a conseqüència, els
boltxevics van ser els primers en lliberalitzar les lleis del divorci
i l'avortament, despenalitzant l'homosexualitat i proclamant un status
superior per la dona.

Recuperem la història i recordem aquelles dones, treballadores també a
les fàbriques, que van modificar el curs de la història en aquells
dies que van estremir el món.


PP, prensa y jueces juntos. Miedo, no: pavor
José María Izquierdo (El ojo izquierdo)

Los más antiguos del lugar recordamos muy bien aquellos primeros años
de la década de los noventa. Un joven y frenético Aznar, azuzado por
la barbarie del bravío Miguel Ángel Rodríguez, encendió todas las
mechas de cualquier sector que se prestara al febril juego de los
incendiarios. Desaforado, encontró en la prensa de la caverna, aquel
sindicato del crimen, su aguerrido escuadrón de la muerte. Algunos de
ellos, Pedro J. Ramírez o Federico Jiménez Losantos, los más
conocidos, todavía siguen activos y coleando, con igual nivel de
insidia, apego a la mentira y la desvergüenza. Como se vería de nuevo,
el cartero siempre llama dos veces, y tres, y cuatro, en la trama
conspiranoica que los mismos insignes periodistas montaron tras los
salvajes atentados del 11M en Madrid. Y hoy, de nuevo, contra Sánchez.

Uno de aquellos partícipes del ominoso asedio de los primeros años
noventa, y muy principal, Luis María Anson, director de un entonces
importante Abc, hoy tan poquita cosa, reconoció años después la
venenosa actuación del sindicato en aquella guerra atómica. “Había que
terminar con Felipe González, ésa era la cuestión. Al subir el listón
de la crítica se llegó a tal extremo que en muchos momentos se rozó la
estabilidad del propio Estado. Eso es verdad. Tenía razón González
cuando denunció ese peligro, pero era la única forma de sacarlo de
ahí”, reconoció el interfecto. El PP aglutinaba y alimentaba aquella
canallesca, enfervorizados con el ¡Váyase, señor González! Todo valía,
cualquier arma destructiva servía para la sagrada causa. Incluso
pactar con el PNV y con Pujol, como tan ricamente hizo José María
Aznar, el gran falsario. Y olvidemos en este memorial, requeriría el
caso mayores explicaciones, sus acuerdos con Julio Anguita.

La misma fetidez, la misma ponzoña, se respira hoy en el ámbito
político. También entonces hubo casos gigantescos y asquerosos de
corrupción, quedémonos con Luis Roldán. El caso Koldo rezuma grasa de
bocadillo de tocino o torrezno mal frito. El Gobierno actuó con
rapidez y acierto en echar a Ábalos, llore lo que llore, pero todavía
debe dar pasos importantes y de manera urgente. Por lo pronto,
olvidarse del y tú más, recurso repugnante que sólo envilece a quien
lo practica. Y en segundo lugar, debe mostrar los miles y miles de
folios, documentos oficiales, actas de cualquier tipo, inspecciones de
todos los organismos supervisores que se refieran a los casos
denunciados. Francina Armengol debe hablar, el ministro Torres debe
hablar, Marlaska debe hablar y Salvador Illa debe hablar, en una
comisión fulgurante o por separado, pero esta semana mejor que la
siguiente. ¿Y los papeles de Air Europa también? Por supuesto. Esos
por delante.

Decimos de la prensa canalla. Ya saben ustedes que quien esto escribe
es muy amigo –la cosa viene de antiguo– de El Catavenenos, que ya
ejerció esa dura labor en la era Zapatero. Escribió entonces un libro,
'Las mil frases más feroces de la derecha de la caverna', recogiendo
textos literales de la fiel infantería. Literatura infantil comparada
con la ferocidad actual. Lo mismo ocurre con los portavoces del PP.
¿Era duro Álvarez Cascos? Pues resultaba casi decente cuando uno lo
compara con la fiera corrupia de Tellado, qué es eso de la educación
o, simplemente, de la decencia y un mínimo respeto a personas,
animales o cosas. Fetidez, decimos. Esta virulencia del partido de
Núñez Feijóo, dejemos por un momento de lado a sus amigos y aliados de
Vox, chuscos patanes, por no hablar de la brutalidad chabacana del
“hijo de puta” de Isabel Díaz Ayuso, niña consentida y amamantada por
el mismo Miguel Ángel Rodríguez que ponía las banderillas de fuego a
su maestro Aznar para que embistiera con más ardor, este PP, decimos,
actúa en perfecta consonancia y armonía con esos numerosos medios de
comunicación envilecidos, empeñados en ser más reaccionario y
bocachancla que el rival, y que hoy, además, cuentan con la
inestimable ayuda de unas redes sociales corrompidas y execrables,
siempre dispuestas a repetir ad náuseam cualquier bazofia que les
llegue por tierra, mar o aire.

La nube ácida ha tenido mucha suerte, además, con la aparición del
caso Koldo, para ellos el caso Sánchez o el caso Begoña Gómez, o de
ambos, aun mejor, cacería vergonzosa mediante, porque el tema de la
amnistía se les escapaba por entre los dedos. Seguramente habrá
acuerdo con Junts, ya veremos cómo y hasta dónde han cedido unos y
otros, aunque nos gustaría ver que el Gobierno de Sánchez ha mantenido
la firmeza necesaria. Hay incluso quien aventura desde fuentes
cercanas a Junts, y así lo ha filtrado a algunos medios, que
Puigdemont habría asumido que quizá, sólo quizá, tendría que hacer
alguna importante renuncia personal. En cualquier caso, la Comisión de
Venecia ha dicho lo que ha dicho, tiren para adelante esa amnistía, y
la movilización callejera, tras la oferta de indultos de Núñez Feijóo
a los separatistas catalanes, se vino abajo cual fallido castell,
perdonen la atrevida comparación. O sea, que necesitaban otro hueso
que roer y ahí, en todo su esplendor, se nos aparece el aizkolari
presuntamente trincón. Gracias, señor, que siempre nos das en el
momento oportuno el alimento salvador, cual maná en el desierto
abrasador.

Pero a toda esta numerosa tropa, en perfecta formación de tortuga,
como las legiones romanas, se ha sumado un nuevo aliado de fuerza
descomunal: el mundo sacrosanto de la judicatura, secundado por una
fiscalía subalterna y perruna. No pasó lo mismo en los noventa, ni
siquiera se atrevieron las togas a tanto en la época de Zapatero,
aunque algunas escaramuzas ya protagonizaron y aún hoy, tantos años
después, nos alcanzan sus perniciosos efectos, verbigracia el Estatuto
catalán. Pero ahora su presencia, y su aportación a la casusa de la
derecha es, sencillamente descomunal.

El último auto sobre Puigdemont del Tribunal Supremo del gran Manuel
Marchena, el único, el auténtico, el genuino, el jefe de todos los
jefes, ha sido una demostración más, y ésta de desfachatez también
suprema, permitan el chiste, de que la alta judicatura ha decidido
entrar en política y actuar en contra del actual Gobierno, de frente y
sin caretas. ¿Terrorista? Claro. Y cuidado, que todavía nos queda, por
ejemplo, probar que era pirómano. O pedófilo, si me apuran. Ocurre que
queremos acabar con los socialistas y con Pedro Sánchez, el psicópata
de La Moncloa, a como haya lugar. ¿Que nos desnudamos en público y
resulta pornográficamente obvio y notorio que acompasamos nuestros
autos a la actividad política? Pues se hace, porque este país es
nuestro y nada se mueve sin que estos birretes y estas puñetas den su
permiso. Ustedes no saben con quién están hablando. ¿Tejero, Milans
del Bosch? Más finos, hombre, hay que ser más finos.

Así que aquí tenemos, como en las películas del Oeste, la gran manada
que aparece por el horizonte, ¿oyen los cascos?, y que avanzan, ciegos
de ira, contra la llamada mayoría de progreso. Ésta es la alineación
de astros que amenaza la legislatura, sostenida por unos alambres más
bien esmirriados: un PP echado al monte, unos medios de comunicación
encanallados y unos jueces decididos a gobernar el país cuando nadie
les ha elegido para tal misión. El combate es a cuchillo.

Les iremos narrando, cual afanosos locutores deportivos, el desarrollo
del partido.

Adenda. Cuesta escribir artículos sin mencionar los muertos palestinos
intentando conseguir un puñado de harina para sobrevivir. Difícil
saber cuántos cayeron víctimas de disparos de los soldados israelís y
cuántos por aplastamiento de la muchedumbre. Pero sí está claro
quiénes son los culpables de la hambruna que lleva a la desesperación
a todo un pueblo y que ya han causado más de 25.000 civiles muertos,
entre ellos un número escandaloso de víctimas infantiles: Netanyahu,
sus aliados internos y externos, entre ellos y en lugar preeminente
Estados Unidos. Tampoco olvidemos a Ucrania. Y a Putin. Amenaza el
dictador ruso con utilizar armas nucleares. ¿Hay que hacerle caso?
Poco. Pero nunca despreciemos cuánta maldad cabe en un ser humano
enloquecido.

* * *

Es un corrupto, pero es nuestro corrupto
Isaac Rosa

Ejercicio para hoy: date una vuelta por el kiosko, el de tu barrio y
el digital, y lee con detalle lo que cuenta cada medio acerca de las
compras de mascarillas bajo sospecha por parte del Ministerio de
Transportes, el Govern balear, la Comunidad de Madrid y el
Ayuntamiento de Madrid. Fíjate en las portadas y lee las noticias,
editoriales y columnas de opinión. Luego puedes hacer lo mismo
recorriendo el dial radiofónico, o zapeando entre las tertulias
televisivas. ¿Notas alguna diferencia?

Segundo ejercicio: pregunta a tus compañeros de trabajo, amigos,
vecinos, familiares; haz un sondeo rápido de qué opinan sobre cada uno
de esos casos en las administraciones mencionadas. Luego juega a
adivinar, a partir de sus respuestas, qué votó cada uno en las últimas
elecciones, y compruébalo preguntándoselo. ¿Cuántos aciertos has
tenido?

Tercer ejercicio: reúne todas esas noticias sobre casos sospechosos en
la compra de mascarillas, y reescríbelas cambiando el sujeto de las
mismas, cambiando su color político. No modifiques nada más, solo los
protagonistas, deja todo lo demás igual. Pon un ministro de
Transportes del PP, una presidenta balear de derecha, un presidente
madrileño del PSOE, y una alcaldesa de Madrid de izquierda. Lee
entonces las noticias, incluso hazlo en voz alta. ¿Cambia algo tu
valoración?

Ya sé que digo obviedades, pero no está de más recordar la manera en
que la política futbolera, el forofismo de partido, hace tiempo que
dejó de ser algo exclusivo de la clase política para contagiarse a los
medios de comunicación y de ahí a la calle, a los ciudadanos. Todos
vestimos la camiseta de nuestro partido como la de nuestro equipo de
fútbol, y como hinchas valoramos lo que hacen los nuestros o los
rivales. Como el aficionado que disculpa las patadas y no ve fuera de
juego si lo hacen los suyos, y a cambio protesta airadamente la mínima
falta del equipo rival, así nosotros valorando la información
política, juzgando comportamientos y pidiendo dimisiones.
Especialmente cuando se trata de casos de corrupción. ¡Que dimita
Armengol! ¡No, que dimita Almeida!

Funciona en la política española aquello que durante la Guerra Fría se
atribuía a Kissinger referido a Pinochet (otros la atribuyen a
Roosevelt hablando de Somoza) y que evocamos en tantas situaciones
internacionales donde colisionan la ética y los intereses
geoestratéticos: “es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta”. A
menudo pasa lo mismo en política, lo hemos visto en distintos
escándalos a lo largo de décadas: “es un corrupto, pero es nuestro
corrupto”.

No estoy equiparando todos los casos, que tampoco conozco a fondo. Es
más, diría que el nivel de responsabilidad política es diferente en
unos casos y otros, y añadiría que la respuesta de los partidos no ha
sido tampoco comparable (con el agravante de que el PP vaya dando
lecciones contra la corrupción, ¡el PP!). Pero si hago el tercer
ejercicio propuesto, me entran dudas de si no estaré juzgando a partir
de mis intereses y prejuicios; si no juzgaría yo con mayor severidad a
Armengol o Ábalos en caso de ser una presidenta y un ministro de
derechas (y además secretario de Organización de su partido); y si no
sería también más indulgente con Ayuso y Almeida si se tratase de,
pongamos, Gabilondo y Carmena. Ahí dejo mis dudas, igual tú lo tienes
más claro.
Manel Fontdevila. Damocles.jpg
Miki y Duarte. Ayuda humanitaria aérea.jpg
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Miquel Angel Soria

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Mar 11, 2024, 2:31:30 AM3/11/24
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PARA LA CÁTEDRA DE DERECHO PENAL

En 1986, un diputado mexicano visitó la cárcel de Cerro Hueco, en
Chiapas. Allí encontró a un indio tzotzil, que había degollado a su
padre y había sido condenado a treinta años de prisión. Pero el
diputado descubrió que el difunto padre llevaba tortillas y frijoles,
cada mediodía, a su hijo encarcelado.
Aquel preso tzotzil había sido interrogado y juzgado en lengua
castellana, que él entendía poco o nada, y con ayuda de una buena
paliza había confesado ser el autor de una cosa llamada parricidio.


Aborto, reforma de la Constitución, Versalles
Javier Pérez Royo

Este artículo es complementario del que ha publicado este martes Ruth
Rubio, 'Francia hace historia al blindar en la Constitución el derecho
al aborto'. No voy a referirme a lo que significa la inclusión del
derecho al aborto en la Constitución, sino al instrumento jurídico a
través del cual se ha producido y a que haya tenido lugar en
Versalles.

Para un lector no francés es más que probable que pase desapercibido
lo que supone que la sesión parlamentaria en la que se ha producido la
reforma haya tenido lugar en Versalles. Pero no se trata de una
anécdota sin relevancia, sino de una decisión en la que confluyen
momentos clave de la historia constitucional francesa: la opción entre
Monarquía y República, la intangibilidad de la forma republicana de
Gobierno y el principio de laicidad como elemento rector de la
separación de la Iglesia del Estado. Todo esto es lo que conlleva la
opción por Versalles como lugar de aprobación de la reforma
constitucional sobre el aborto.

La tensión entre Monarquía y República está presente a lo largo de
todo el siglo XIX francés, que empieza en 1789 con la Revolución. Dos
Repúblicas, dos Monarquías y dos Imperios se suceden antes de 1875, en
que se acaba imponiendo la República mediante la enmienda Wallon en el
proceso de elaboración de la Constitución por un solo voto: 353 frente
a 352. Será a través de los resultados electorales a partir de 1876
como se producirá la imposición de la República con la suficiente
entidad como para empezar su proceso de institucionalización.

En dicho proceso se va a producir la primera reforma constitucional de
la historia francesa. La reforma constitucional es una institución
republicana, una institución que se abre camino en el momento en que
la República se convierte en una opción claramente dominante. Y la
primera reforma se produce mediante la Ley de 21 de junio de 1879, a
través de la cual París se convierte en la capital de Francia. Hasta
1879 la capital era Versalles, un claro indicador del peso que todavía
tenía el Antiguo Régimen en el Estado constitucional francés. 2024
conecta con 1879. Con la génesis de la República como seña de
identidad constitucional. La identificación de Francia con el ideal
republicano.

La consolidación de la opción republicana adquiere una velocidad
extraordinaria. Tanta que en 1884 se producirá la segunda reforma
constitucional mediante la ley de 24 de agosto de 1884, en la que se
introduce una cláusula de intangibilidad constitucional para hacer
imposible la Restauración de la Monarquía: “La forma republicana de
gobierno no puede ser objeto de una ley de revisión”. En la misma ley
se declaran inelegibles a la Presidencia de la República a los
miembros de las familias que hubieran reinado en Francia. La
Restauración de la Monarquía descartada ya de facto, queda descartada
también de iure.

En 1884, aunque sin la formalidad de la aprobación de una Ley de
reforma de la Constitución, se pone fin también a la costumbre
constitucional de que el año parlamentario en Francia se hiciera
coincidir con la celebración de misas en todas las parroquias de
Francia. Es la forma de manifestación más acabada de la expresión que
popularizó Gambetta: “Le clericalisme, voilà l’ennemi”. De ahí vendría
la imposición del laicismo en la enseñanza, que se acabaría
convirtiendo también en otra de las señas de identidad de la
República.

La opción por Versalles para la aprobación de la reforma
constitucional sobre un tema como el aborto es la reafirmación de la
apuesta constitucional originaria de la Tercera República.
Antimonárquica y anticlerical. Supone enviar un mensaje clarificador
en un momento tan confuso como el que estamos viviendo. Pienso que
sería importante que estuviera presente en la campaña de las
elecciones europeas del mes de junio.

Tras la anulación de la interrupción del embarazo como un derecho
constitucional por el Tribunal Supremo de los Estados Unidos, que ha
tenido su proyección en países de la Unión Europea como Polonia o en
la Argentina de Milei, le incorporación del aborto al texto
constitucional cobra una importancia innegable. ¿Por qué no
convertirlo en una seña de identidad constitucional de la Unión
Europea?

* * *

Hay que saber vender los relatos
Javier Pérez Andújar

He leído libros muy raros en la vida. Una vez me leí uno de Graciano
Palomo y solo recuerdo que escribía igual que se llama. Ahora, que van
a cumplirse veinte años de los atentados del 11M, me gustaría explicar
una extraña experiencia lectora que tuve no hace mucho, y que,
insisto, en este momento soy incapaz de no sacar a colación. Tal vez
me haya rayado. Lo malo de leer, así le sucedió al Quijote, es que el
pensamiento se desespera, y aporrea las puertas del cerebro (Aldous
Huxley las llamó las puertas de la percepción, y Jim Morrison las
llamó, simplemente, las puertas). Lo que se ha leído exige
frenéticamente su derecho a la realidad. Al doctor Frankenstein le
sucedió algo parecido, no se puede crear impunemente. Como en un
teorema de Arquímedes, o de Pitágoras, o incluso como en el Teorema de
Pasolini, o de quien sea, toda creación tiende, de una manera u otra,
a la verdad.

Pero no me enrollo más. El año pasado me leí una novela de Miguel
Ángel Rodríguez. El mismo MAR de todos los veranos. De ese verano azul
que civiliza a la derecha de Borja Sémper, con sombrillas y tumbonas y
pantalones de lona arremangados por los tobillos. La derecha española
confunde civilización con daikiri, pero esto es lo que hay. La novela
se titulaba 'El candidato muerto', y la publicó, así figura en el pie
de imprenta, Plaza & Janés en noviembre de 1998. Mi ejemplar es de la
segunda edición, que apareció aquel mismo mes de aquel mismo año.
Debió ser un exitazo. Qué suerte.

Es un endecasílabo: el mismo mar de todos los veranos. El endecasílabo
es el metro del soneto. En Barcelona, el metro de los currantes es la
línea 1, que lleva de Santa Coloma a l'Hospitalet, va de punta a punta
de la ciudad, más allá de ella por ambos extremos, y encima está
marcada de color rojo. Por esta razón cromática, se la conoce también
como la línea roja. Aunque, en realidad, todo el metro en general es
para currantes. Pero, también, 'El mismo mar de todos los veranos' es
el título de un libro de Esther Tusquets. El título se lo puso el
antiguo editor de la mítica colección de poesía El Bardo, José Batlló.
Habían sido amantes, esto último lo cuenta Esther Tusquets en sus
memorias, así que, aunque decirlo sigue siendo una indiscreción, no es
chivarse. Cuando se deja de compartir sueños, se acaba compartiendo
títulos. Si no fuera por los libros, no habría manera de sobrevivir.

Miguel Ángel Rodríguez es un superviviente nato. Por eso escribe
libros. Pero el MAR de Miguel Ángel Rodríguez está lleno de chapapote.
Ahora no vamos a repasar su expediente. Cuando publicó su novela 'El
candidato muerto', acababa de dejar de mala manera el Partido Popular
de José María Aznar, donde tanta fuerza tuvo Rodríguez. Leyendo este
libro, uno ve que su autor posee un conocimiento cruel y acertado de
la política y, peor aún, de cómo es cierta gente que se mete en
política.

En el libro, dice cosas clásicas, no por típicas, sino por
grecorromanas, cosas como de Marco Aurelio (al que cita varias veces);
por ejemplo, dice el autor: “El poder consiste en estar solo, en tomar
las decisiones solo”. Y también explica cosas que había visto con sus
propios ojos, y a las que, acaso, se había prometido: “Si ser
candidato era difícil, ser presidente del Gobierno significaría
aniquilar todo lo que quedara de humano”. Esta frase le vale a Miguel
Ángel Rodríguez para su época de Aznar, pero también para la de Ayuso.
Y la que sigue explica claramente en qué consiste Isabel Díaz Ayuso:
“La gente desconfía de aquel a quien no entiende, pero confía en aquel
a quien entiende aunque no piense del mismo modo”.

La trama de la novela tiene una investigación policíaca, que es lo que
la sustenta, y un poco de sexo (muchas veces no se entiende a Sade, el
sexo no es un elemento literario, sino una literatura en sí misma, el
sexo es una manera de escribir y de pensar). El libro está repleto de
reflexiones sobre el poder y sobre la democracia plasmadas con total
conocimiento del medio y con escalofriante clarividencia. Y también se
describe, incluidos los detalles más sucios, cómo se organiza una
campaña electoral. Pero lo estremecedor de esta novela, lo que
trasciende sus páginas, y sacude los invisibles pilares de la
realidad, es lo que sucede en esa historia.

Va de esto. Hay un atentado contra el líder de la oposición durante un
mitin electoral organizado por el Partido Moderado de España. Primero
dispara un francotirador y a continuación estalla un coche bomba. El
dirigente cae muerto por un balazo y un militante se cubre
cobardemente con el cuerpo de la víctima para protegerse del tiroteo.
El resto de los que están en la tarima han huido llenos de pavor. Sin
embargo, retransmitido esto por televisión, visto en las fotos,
presenciado desde fuera, lo que parece es que el militante, en un
gesto de valor, se ha quedado solo jugándose la vida para proteger al
líder. Esta interpretación errónea, esta manipulación de las imágenes,
le convierte en un héroe en toda España. Él está a punto de
desmentirlo, pero en el partido no se lo permiten, pues comprenden
que, poniéndole de cabeza de lista, se llevarán las elecciones de
calle.

Al mismo tiempo, el presidente de Gobierno se da cuenta de que, si los
responsables son quienes él quisiera, el atentado contra el rival
puede jugar a su favor. Consulta sus anheladas sospechas con la
policía, pero esta le comunica que la investigación va en otra
dirección. No obstante, lo estudia con su equipo. Se ponen de su
parte, y un ministro le dice:

“–Creo, señor presidente, que lo mejor es suspender toda
investigación. La gente tiene que creer que ha sido ETA-Auténtica.

–Señor, ministro, ¿y si lanzan un comunicado diciendo que ellos no
tienen nada que ver?

–Les llamaremos mentirosos...“.

Hago un inciso para recodar que 'El candidato muerto' fue publicado en
1998. Seis años después, en 2004, frases similares a las de esta
novela serían pronunciadas por gente real. Sigue así la trama del
libro: el partido de la oposición se había propuesto, en el caso de
ganar las elecciones, “llegar a un acuerdo con ETA-Auténtica y soltar
a todos sus presos”. Sopesando este argumento, el presidente de
Gobierno en vigencia admite que no es lógico que ese grupo terrorista
quisiera matar al líder de la oposición. Más adelante, en la novela se
desvela una conexión entre esta ETA-Auténtica y una organización
terrorista árabe.

La acción continúa por esos derroteros hasta el final. Pero es preciso
detallar que el nuevo candidato de la oposición se verá presionado por
los cinco banqueros más importantes de España. Le garantizan su apoyo
en la campaña electoral, pero a cambio, si sale vencedor, tendrá que
obedecer las exigencias de Marruecos, donde a estos banqueros se les
ha abierto un lucrativo campo de negocios. Las pretensiones marroquíes
son la cesión de Ceuta y Melilla. El actual presidente de Gobierno se
ha mostrado refractario, y por eso los banqueros ha cambiado de bando.
Hay otro pasaje en que se asume que, más temprano que tarde, la prensa
comprenderá que ha sido intoxicada, admitirá que se ha dejado
arrastrar por la épica del militante que protege a su líder, y que ha
caído de pleno en la mentira. Entonces los banqueros dicen: “...hay
que ser extremadamente cuidadosos para que den marcha atrás sin
apuros. Nosotros mismos debemos declarar que hemos sido engañados...”.

Un último párrafo, y lo dejo: “«El detonador es de poliestireno,
seguramente DRXrad-400, accionado por control remoto en banda baja
–onda corta–, imposible de ser detectada por inhibidores
tradicionales.» Ese material sólo estaba en poder de grupos
terroristas islámicos […]. ETA-Auténtica no sabía manejar este tipo de
detonadores y tampoco le hacía falta tanta sofisticación”.

No sé si las novelas se anticipan a la realidad (de hecho, existe la
literatura de anticipación), o la gente busca sus argumentos, sus
planes, su inspiración, en los libros que ha leído, o tal vez son los
autores quienes van vendiendo su mejor relato tantas veces como puedan
a quienes se lo quieran comprar. Se lo dijo Néstor Luján a un querido
amigo a propósito de sus artículos de historia: cuesta mucho
escribirlos y, una vez que los tienes, hay que amortizarlos tanto como
se pueda.
Rocha. Bárbaros impunes.jpg
Kike. Sangre en las manos.jpg
Hernández. Protesta.jpg
Allan McDonald. Ukraine rusia.jpg

Miquel Angel Soria

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Mar 12, 2024, 2:30:34 AM3/12/24
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Ara, quan ja fa 15 anys de la seva mort -un 12 de març de 2009-, em ve a la memòria un Quintín Cabrera presentant, en un Homenatge a les Brigades Internacionals, a un jove de 22 anys: Ismael Serrano. I penso en el gran paper que han jugat els cantautors, ja sigui denunciant les injustícies amb les seves pròpies lletres o donant a conèixer els silenciats poetes, marginats per la censura o l'autoexili.
A Quintín Cabrera, home militant fins al final, li debem un record constant.


https://www.youtube.com/watch?v=1HWvNaby25o


El PP se pierde en una guerra sin cuartel
Carlos Elordi

Habrá amnistía y antes del verano se terminará aplicando a Puigdemont. También en breve habrá Presupuestos y con ello vida para la actual legislatura, al menos hasta 2025. Por último, dentro de no muchas semanas las llamas del 'caso Koldo' se irán aplacando y el asunto irá abandonando las primeras. Con un mínimo esfuerzo de desapasionamiento, esa es la perspectiva más razonable para el panorama político. Pero, ¿podrá el PP asumir que la guerra sin cuartel a la que hoy está lanzado le va a dar tan pocos frutos como los que le ha proporcionado hasta ahora?

No hay indicio alguno de que eso vaya a ocurrir en un horizonte temporal previsible. La línea política del PP y toda su capacidad de actuación, incluida la de su prensa adicta, ha quedado reducida ya desde hace tiempo a golpear con toda la fuerza posible pero cada vez con menos tiento al rival y todo indica que ya no sabe hacer otra cosa. Su aislamiento político, su imposibilidad de pactar con otro partido que no sea Vox, confirman que esa beligerancia a todo trapo es la única opción que le queda. La moderación ha quedado excluida de su práctica y de su horizonte.

Pero empieza a estar cada vez más claro que esa estrategia no es en absoluto rentable y va a serlo cada vez menos. Sin embargo, tampoco hay indicios de que el fracaso que ello supone esté haciendo mella en sus filas. En privado, algunos dirigentes y bastantes más militantes y simpatizantes, aunque tampoco tantísimos, expresan dudas sobre cómo su partido está haciendo las cosas, pero no parece posible que de ese malestar minoritario vaya a surgir una oposición interna que proponga una alternativa. Esta sólo surgirá, si surge, de una futura derrota electoral. Y la a la luz de las fuerzas en presencia, es perfectamente posible que quien sustituya a Alberto Núñez Feijóo sea aún más duro que éste.

Son unos cuantos los motivos que hacen pensar que un cambio de rumbo en el PP es bastante imposible. El más consistente de ellos es que el partido se ha ahormado en torno a la intransigencia y a los valores conservadores más extremos ya desde hace demasiados años. Las actitudes políticas de José María Aznar siguen siendo el referente, y su reciente vuelta al primer plano, para mandar, confirma que él sigue siendo el gran referente para la mayor parte de sus bases. Las veleidades moderadas, pésimamente gestionadas, que en su momento mostró Mariano Rajoy motivaron la aparición de Vox y nadie en el PP parece que quiere repetir esa experiencia.

En estos momentos la dirección del PP parece decidida no sólo a ocultar cualquier atisbo de decepción por el fracaso que supone la aprobación de la amnistía y la más que probable de los Presupuestos, sino a confiar en la dureza más extrema como argumento para reducir el peso de Vox y así batir a la izquierda en las elecciones europeas de junio. Y si el experimento les sale bien es muy probable que ese mismo planteamiento sea la base para abordar las próximas elecciones generales. Que podrían tener lugar en 2026 o incluso en 2027.

La guerra sin cuartel contra la izquierda va a durar, por tanto, aún mucho tiempo. La actitud de los medios conservadores va a ser un factor decisivo para que eso ocurra. Y por una razón que se impone a los demás: sus cuadros directivos y buena parte de su personal más relevante lleva tanto tiempo golpeando sin piedad al gobierno de coalición que seguramente ya no sabe hacer otra cosa.

El que la economía no vaya mal, y un año tras otro, además, no disuade de seguir en ese empeño guerrero. Tampoco hay indicios de que nadie del mundo de la gran empresa o de la banca haya pedido al PP o sus medios más adictos que bajen un poco el pistón porque tanta guerra no conviene a sus negocios. De lo que, posiblemente cada deducir dos cosas: una, que buena parte de esos dirigentes coincide, porque son tan de derechas como el que más, en que no está mal dar toda la caña que se pueda a la izquierda. Y, dos, que la insoportable presión cotidiana sobre el Gobierno no produce efectos significativos en la marcha corriente de las cosas y es más folclórica que otra cosa.

                                                                 * * *

¡Camarero, una de horarios laborales decentes!
Isaac Rosa

Date una vuelta esta noche por los bares de tu barrio, acódate en la barra y comenta con los parroquianos la última polémica sobre los horarios de cierre de la hostelería. Hazlo en voz bien alta, que te oigan los camareros. Defiende como si fueran tuyos los argumentos que dan los empresarios, los tertulianos de derechas y la presidenta Ayuso, contrarios a adelantar la hora de cierre en bares y restaurantes, por no sé qué del clima y el carácter españoles, la libertad y la vida nocturna que es la envidia de Europa. Para asegurarte el efecto, hazlo después de medianoche, cuando ya estén fregando los baños y con las sillas volteadas sobre las mesas, pero tú pide otra cerveza y vuelve a contar lo del clima y la libertad y tal.

Puedes repetir el experimento a la mañana siguiente, que no será raro que te encuentres al mismo camarero a la hora del desayuno, y luego sirviendo comidas, que ya se sabe que los horarios españoles son la envidia de Europa. Hazlo, venga, igual así te enteras de lo que piensan los camareros, que en la tele casi siempre le acercan el micrófono a empresarios hosteleros y pequeños propietarios de negocios familiares; los mismos que graciosamente volverán a salir en la tele cuando llegue la semana santa o el verano quejándose de que no encuentran camareros, por qué será.

Pero mira, por una vez voy a estar de acuerdo con la patronal, los pequeños y grandes empresarios, los tertulianos de derechas y hasta la presidenta Ayuso: España es diferente. No se puede plantear que los bares cierren antes porque tenemos características propias que nos distinguen de otros países: un clima benigno, muchas horas de sol, carácter sociable, destino turístico, vida nocturna, gusto por la fiesta… y empresarios explotadores. Esta última característica no solemos incluirla en la idiosincrasia española, pero es tan decisiva como el buen clima o la socialización: sin empresarios explotadores no habría bares abiertos después de medianoche.

Porque el problema no son los horarios de cierre: que haya camareros a la una de la madrugada puede ser tan aceptable como que haya conductores de autobús, barrenderos o médicos trabajando a esas horas. Y sí, a mí también me gusta tomarme una cerveza a las tantas. El problema es que la cerveza me la sirvan los mismos camareros que ponen desayunos o sirven comidas a mediodía, sometidos a jornadas interminables, horas extra no reconocidas, sin plus de nocturnidad, con disponibilidad total, flexibilidad mal entendida y salarios de pena.

Hemos oído muchas veces eso de que España es un “país de camareros”, a veces con desprecio clasista, pero es cierto que señala una realidad: el peso que el turismo y los servicios, y particularmente la hostelería, tienen en España. Con más de un millón y medio de trabajadores, suele ser la hostelería quien más tira del empleo, sobre todo en temporada alta. Pero la frase está incompleta: España es un “país de camareros explotados”. No dudo de que hay empresarios honestos, pero seguramente es el sector con más abuso laboral junto a la agricultura, y todos lo sabemos aunque no lo decimos muy alto y nos hacemos todos un poco los tontos, no sea que nos cierren el bar.

Porque falta añadir otro elemento típicamente español para entender nuestros bares de horarios sin fin: somos el país con mejor clima y más ganas de fiesta, pero también uno de los países con menos inspectores de trabajo en proporción a la población trabajadora. Seguro que en eso también somos la envidia de Europa. Ahí debería poner el acento el Gobierno, en dotar de más recursos a la inspección como llevan años reclamando sus funcionarios. Sea de quien sea la responsabilidad. Y si luego quieren cerrar a las tantas, respetando los derechos laborales, estupendo, me pido la penúltima.
Vergara. Feliz 8M.jpg
Miki y Duarte. 8M.jpg
Ares. Mujer.jpg
Moro. Hoja fósforo.jpg

Miquel Angel Soria

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Mar 13, 2024, 2:30:26 AM3/13/24
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El darrer viatge que vam fer a la Provença, vam aprofitar per atansar-nos a Antraigues-sur-Volane (Ardéche) per conèixer la casa -museu de Jean Ferrat i el poble on havia viscut una part important de la seva vida. Ho teníem com una obligació des de la seva mort el dia 13 de març de 2010. Calia conèixer el paisatge que havia donat origen a la seva cançó "La montagne".
Havíem descobert Jean Ferrat per la seva militància al Partit Comunista Francès, militància que havia provocat l'acció de la censura i la seva marginació, a diferència de cantants com Léo Ferré, Gilbert Becaud, Charles Aznavour, Edith Piaf o Jacques Brel per posar alguns exemples, que no havien tingut dificultat per a promocionar la seva presència o la venda dels seus discos. Era una època en el que el centre de la cultura mundial encara era París i l'anglès un idioma secundari.
Descobrir Jean Ferrat va ser una forma de conèixer millor la poesia de Louis Aragon, un altre militant comunista.

 https://www.youtube.com/watch?v=_ZNLI5-0knY



Por qué el informe de la Comisión de Venecia deja al PP (poli-medi) en ridículo. Salvo que…
Hugo Martínez Abarca (Quien mucho abarca)

Entre quienes defendemos la conveniencia de una amnistía para quienes participaron en el proceso independentista catalán no hay nadie que diga que es indiscutible que la amnistía es maravillosa, que se debe tramitar tal cual se está tramitando (si es que alguien tiene claro cómo se está tramitando) ni que quien plantee la menor objeción a la proposición de la ley de amnistía no es demócrata, nos cuela una dictadura por la puerta de atrás, rompe la separación de poderes y acaba con la igualdad entre los españoles. A ningún defensor de la amnistía nos tienen que explicar que se podría hacer de otra forma o que incluso sería preferible hacerla de otra forma.

Es la derecha política, mediática, judicial y todos sus apéndices revelados (órganos judiciales, colegios profesionales, asociaciones de claqué y demás colectivos que han sentido la necesidad de pronunciarse solemnemente en defensa de la democracia) la que ha planteado la amnistía como una causa inefable, quienes han planteado que defender la amnistía es atacar la democracia, que si hay amnistía se acaba con la igualdad entre españoles, se vulnera la separación de poderes, se cuela una dictadura por la puerta de atrás. La amnistía es, según decían, rotundamente ilegítima tenga el texto que tenga y se tramite como se tramite: por eso llevan alzando la voz desde mucho antes de que hubiera un texto y un trámite parlamentario (de hecho, desde que vieron el texto, las voces más sensatas bajaron mucho el tono de voz).

No llamó el PP a la Comisión de Venecia para que matizara que habría sido conveniente tramitar la amnistía como proyecto de ley en vez de como proposición de ley para que hubiera informes (no vinculantes) del CGPJ secuestrado y del Consejo de Estado que presida Carmen Calvo. No llamó el PP a la Comisión de Venecia para que diga que serían razonable plazos parlamentarios menos cortos. Ni siquiera pretendía el PP que nos aconsejaran que la Constitución recogiese expresamente la posibilidad de leyes de amnistía (posibilidad que el constituyente del 78 descartó, dejando tal posibilidad al legislador). El PP llamó a la Comisión de Venecia para que dijera que la amnistía es ilegítima, antidemocrática, que rompe la separación de poderes y nos cuela una dictadura por la puerta de atrás.

Y la Comisión de Venecia les ha dicho que no, les ha dicho una obviedad: que la amnistía es un instrumento que se puede utilizar buscando la reconciliación tras un proceso traumático, que genera reencuentro y unidad. Les ha dicho que es legítima.

Y ha aconsejado tramitarla de otra forma, con algunas correcciones que uno podría suscribir en abstracto aunque resulten imposibles en concreto y otras que uno no comparte. Porque nadie niega que la amnistía sea opinable y que el texto legal concreto y la forma en la que se está tramitando puedan ser discutibles. Lo que negaban era que fuera legítima la amnistía en sí. Derrota sin paliativos y enorme ridículo escénico.

Lo que diga la Comisión de Venecia sobre la amnistía es un dato bastante irrelevante, sí. Pero también lo era cuando el PP (poli-medi) simularon que la Europa democrática encarnada en la Comisión de Venecia visitaba España para proteger nuestra democracia del escandaloso ataque que suponía la amnistía. La Comisión de Venecia es un grupo del Consejo de Europa (no de la UE) y las personas que visitaron España son distintos cargos políticos (de perfil casi unánime bastante conservador) que hará un informe no vinculante sobre una ley que se está tramitando en España. No es el Tribunal Constitucional ni el Tribunal de Justicia de la Unión Europea; ni siquiera es la Comisión Europea. Es un espacio político cuya opinión puede resultar interesante en función de cómo la argumenten, pero en ningún caso lo que digan es un dogma de fe. Sin embargo el PP (poli-medi) creó una enorme expectación como si Europa fuera a tumbar el ataque antidemocrático y nos hubiera salvado de la dictadura (ya era hora de que Europa viniera a salvarnos de la dictadura, por cierto, que cuando tuvo que hacerlo bien abandonaditos que nos tuvo).

El ridículo de la derecha político-mediática es importante. Y su intento por simular que en realidad la Comisión de Venecia (a la que, insisto, llamó el PP sin ninguna obligación) les viene a dar la razón es patético.

Salvo que...

Salvo que la conversión de Feijóo a posiciones más sensatas, esas que "la alta dirección del PP" comunicó a dieciséis medios de comunicación el 9 de febrero, le lleve a esta nueva posición: si el PP ahora está a favor de la amnistía, si el PP piensa que es un buen instrumento para recuperar el entendimiento y su único problema es que se deba tramitar como proyecto de ley, su reivindicación es que se pueda acordar el texto de la amnistía con el PP y que la tramitación parlamentaria pueda no ser por urgencia... si esa es la posición actual del PP, entonces sí, entonces la Comisión de Venecia les da la razón. Y, si esa es la posición del PP, el resto de fuerzas democráticas deberíamos intentar sentarnos con el PP e incluirlo en el diálogo para la amnistía, pues su inclusión sería buena para todos si es verdad que quiere resolver la situación. Feijóo debería aclarárnoslo a todos.

                                                            * * *

Aznar de rositas
Isaac Rosa


Un engaño a los ciudadanos. Un atropello a la democracia. Un acto de indignidad política. Una equivocación histórica. Un disparate democrático. La mayor degradación política y moral. Lo nunca visto en décadas de democracia. Una absoluta falta de integridad y vergüenza. Una indecencia. Algún día mirará atrás y se avergonzará de lo que hizo. Cómo puede mirar a la cara a los españoles.

Estoy hablando de lo que pasó hace ahora veinte años, sobradamente recordado estos días en especiales periodísticos: el 11-M y el intento de manipulación política por parte del gobierno del PP. Al hacer memoria, al escuchar de nuevo lo que unos y otros dijeron en aquellos días, me quedo sin palabras para calificarlo. Tanto, que las he tomadas prestadas: las del primer párrafo son frases literales del hoy líder del PP, Núñez Feijóo, referidas a la ley de amnistía. Perdón por la broma, pero es que cada vez que le oigo poner el grito en el cielo por la amnistía y decir que esto es lo nunca visto, y remontarse al 23-F para encontrar algo comparable, me acuerdo de aquellas jornadas dolorosas y rabiosas de 2004.

La mayoría no necesitamos ver ningún especial, no hay ya nada de lo que sorprendernos: lo recordamos perfectamente. Estábamos allí. Lo vimos en tiempo real. Sin revelaciones periodísticas, sin ser expertos en nada, la mayoría empezamos a dudar el mismo día 11, y un día después teníamos más que claro que no había sido ETA y que el gobierno nos estaba mintiendo. Todo lo que vino después, los intentos por sostener la manipulación hasta el domingo, las posteriores teorías de la conspiración, los infundios miserables, el acoso y ensañamiento contra familiares de víctimas y contra policías, solo añadieron dolor y rabia, pero todo estaba ya en esas primeras horas.

Y en lo más alto estaba José María Aznar. El que menos dio la cara en aquellas jornadas, y por eso en los especiales de estos días vemos tanto a Acebes y a otros portavoces que hicieron el trabajo sucio. El que menos abrió la boca en los meses posteriores, y por eso estos días recordamos a quienes desde periódicos y radios le intentaron salvar el culo sosteniendo la patraña durante años, algunos todavía hoy. Pero la pieza principal de toda aquella mentira no fue Acebes ni tampoco Pedro J., sino Aznar. Solo él pudo echar a rodar la bola. Solo él pudo hacer que siguiera rodando más allá de lo verosímil. Y también era él quien podía haberla frenado una vez pasada las elecciones, por lo que también es responsable del daño añadido a las víctimas y sus familias. Cabe incluso reprocharle que veinte años después dediquemos más palabras a su mentira que a las víctimas, opacadas para siempre por aquella ignominia.

“¿Aznar de Rositas?”, se preguntaba el ya mítico SMS que muchos recibimos aquel sábado de marzo, víspera electoral. Y hay que decir que sí, que Aznar se fue de rositas. Su partido perdió las elecciones, pero regresó al poder siete años después, tras haber prolongado durante años la conspiranoia, y sin que hubiese pedido perdón ni expulsado de sus filas a los responsables de aquella infamia. Y Aznar se retiró de la primera línea pero ha mantenido durante estos años su lugar institucional de ex presidente, su presencia en actos oficiales, su prestigio político en la derecha, su autoridad para intervenir en público y dar lecciones, su posición social y económica de privilegio. La democracia española ha tratado con mucha generosidad al responsable del que seguramente ha sido, este sí, el mayor atropello y la mayor indecencia de nuestra historia reciente.
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Miquel Angel Soria

unread,
Mar 14, 2024, 2:32:07 AM3/14/24
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Avui, que ja fa 141 anys del traspàs de Karl Marx, el volem recordar
d'una manera diferent. ¿I quina millor manera que acudir a l'edició
que El Viejo Topo va fer -l'any 2000- dels poemes traduïts i publicats
a Chiapas per Papeles con Gatillo?
Paco Fernández Buey va prologar aquells poemes de jove enamorat, que
han estat publicats, en les seves paraules, "tard i malament".
Us deixo una petita mostra que he traduït al català:

ANHELANT
(romanç)

"¿Per què inflames el teu pit, per què brilla la teva mirada,
per què les teves venes estan cremant,
com si el pes de la nit, com si el destí
baixés en la tempesta el teu anhel?"

"Mostra'm els ulls com a dringants campanes
que brillen en l'alt de l'ars de Sant Martí,
on el resplendor es remunta, on la música s'inflama,
on lels estels neden"

"Vaig somiar aquest somni tant molest,
va passar tot amb tanta claredat,
el meu cap està buiy, el meu cor s'entumeix,
ma tomba aviat estarà esperant"

Què somies aquí, què somies allà?
què albires en tant distants terres?
Aquí puja la marea, aquí cavalca l'esperança,
aquí s'encén en sinceritat la realitat de l'amor"

Aquí res formós cavalca, aquí no hi ha foc,
però mira els resplendors que es perceben
estic encegat, cremant en desig
i enfonsant-me defalliria"

Ell mira fixament, els seus ulls brillen amb fulgors,
s'estremeix en cada respir,
els seus tendons es tiben, el seu cor s'alleugereix:
la seva ànima amb ell departeix.



Gritamos de alegría un momento y hala, a trabajar
José María Izquierdo (El ojo izquierdo)

Se ha aprobado el primer paso para que salga adelante la Ley de
amnistía. Suspiros de España toda y de Cataluña en particular. ¿Así
que ya está? ¿Se nos abre un futuro de ríos de leche y miel? Ahora, en
un suspiro, aprobamos los Presupuestos, lo de Koldo se queda en nada y
nos plantamos tan ricamente en el final de la legislatura, allá en
2027. Miren qué sonrisa. ¿De verdad nuestro pequeño mundo es así de
fantástico, estrellitas zumbando felices a nuestro alrededor? Quietos
parados, hagan el favor, que los veo muy optimistas. Por varias
razones. Por supuesto que ha caído un muro que parecía inexpugnable, y
este Ojo, como otros muchos españoles, malos españoles, sin duda
alguna, creen que la medida facilitará la convivencia, que buena falta
nos hace. Así que podemos abrir una botella de cava, echarnos un
traguito y disfrutar un ratito, sólo un ratito, de esta evidente
victoria. Arriba, abajo, al centro, y para adentro: brindamos por
ella.

Pero decimos que hay que agarrarse porque vienen curvas. Y muy
pronunciadas, en cuesta abajo y con hielo. Lo mejor, pues, es estar
preparados y actuar en consecuencia, con decisiones previas si fuera
posible. Primera medida ante el primer peligro: que los listísimos
asesores del ministro Bolaños, la corte de Waterloo y todos los que
han intervenido en ese texto tan alambicado, ya lo hemos advertido en
más ocasiones, sean muy conscientes de que en la contraparte,
supongamos que el Tribunal Supremo del muy áspero beato Manuel
Marchena, el señor le incluya pronto en el santoral, que pedestal ya
tiene, bien grande y de rico mármol, hay otros tantos finísimos
juristas, asesorados además por los Cien mil Hijos de San Luis,
tratando de que a cada finta de los rojos se responda con la entrada
adecuada, hachazo incluido si fuera necesario para cortar el avance
del enemigo, como bien nos enseñaron a los futboleros aquellos grandes
y muy recios Arteche, Benito, Migueli o Goikoetxea.

El regate de recurrir a la legislación europea sobre el terrorismo
servirá en una segunda fase, creen los más expertos juristas, pero
será difícil que el Supremo suelte la presa. Y Puigdemont lo sabe. Por
eso hay que valorar el acuerdo logrado, porque el líder de Junts es
muy consciente de que nada está garantizado, por la sencilla razón de
que nadie, ni el Gobierno de Sánchez, como es obvio, puede asegurar la
conducta de éste o aquel juez por muchos papeles que firme. No hay
inmunidad y la cosa más parece una rifa en la que te puede tocar el
premio o el castigo. Así que habrá que esperar y ver, que ahora
entramos en los mil vericuetos de la Administración de Justicia, entre
ellos la presentación de cuestiones prejudiciales ante el Tribunal de
Justicia de la Unión Europea, así como una ristra de martingalas
secretas que sin duda se esconden en la letra pequeña de todos los
códigos conocidos, incluido el de Hammurabi. Sumen al proceso las
mañas obstruccionistas del PP en el Senado y otras mil artes de los
marrulleros mayores del reino. Meses. Nos quedan meses.

Saben muy bien en el Gobierno que ése es su auténtico enemigo, el
mundo de la judicatura y la Fiscalía, porque el partido de Núñez
Feijóo anda un tanto apesadumbrado, cabizbajo y meditabundo, que los
hados no les sonríen. En Europa les hacen aquel caso, o sea, más bien
poco, una vía de escaso recorrido, véase el ridículo con la Comisión
de Venecia, y sus manifestaciones públicas de pancartas y griterío,
otrora tan vigorizantes, han dejado de ser multitudinarias, como el
sábado pudimos confirmar. Tan escuchimizada fue su concurrencia, que
ninguno de los periódicos que con tanto ardor guerrero habían jaleado
la convocatoria se atrevió a llevar a primera página del domingo las
magras merendolas de los patriotas más patriotas del mundo. Globo
pinchado. No saben por dónde tirar, empujados por la ola trumpista de
Isabel Díaz Ayuso o sus socios de Vox hacia la virulencia de la
extrema derecha, pero ante la evidencia demoscópica, conocida hasta
por los más lerdos, de que en el centro político hay muchos,
muchísimos votos. Pocos réditos le va a dar oponerse de nuevo a la
renovación del Consejo del Poder Judicial, la vergüenza del sucio
tahúr, o insistir en esas tácticas repugnantes de la agresión verbal
extendida a todos los rincones. Y sin armas de destrucción masivas,
¿qué y quién es Núñez?

El segundo muro es el llamado 'caso Koldo'. Ahí sí se va a lucir el
PP, con camiones de estiércol en cada puerta que encuentre, ayudados
hasta la extenuación por la prensa y televisiones adictas, incluidos
los digitales de capital desconocido, además del buen manejo que
siempre hacen de las terroríficas redes sociales. Mucho dinero en
danza para unos y para otros. Repetirán, una vez más, aquella táctica
bien engrasada tras la infamia conspiranoica del 11M, de la que se
cumplen ahora 20 años. Portadas virulentas en sus medios con
acusaciones de lodazal, mentira tras mentira, y pregunta consiguiente
del PP en el Congreso sobre dicha bazofia. Hasta 400 veces repitió
entonces el PP la ignominia. Hay una variante: el PP lanza la infamia
y los medios a la orden la multiplican ad infinitum. Allí se
foguearon, ahora se nos muestran más profesionalizados y, por tanto,
más canallas.

Precisamente por eso, porque la mancha de aceite es imprevisible por
su tamaño y facilidad de extensión, tenga el PSOE bien amarradas las
cosas, porque cualquier desvergüenza que hayan cometido alguno de sus
miembros, del partido o del Gobierno, puede costarles muy cara.
Investiguen internamente sin descanso y hasta el fondo, revisen
cuentas y adjudicaciones, y corten de raíz cualquier atisbo de
corrupción. Las ramificaciones incontroladas pueden dar un disgusto en
cualquier momento y con cualquier hebra perdida. Lo dijimos la semana
pasada y lo repetimos: siempre es mejor dar la cara y enseñar los
papeles, por delante y por detrás. Midan bien si el mutismo sobre
alguna de las basuras hasta ahora esparcidas a todo trapo, Air Europa
y Globalia, por citar sólo un caso, es lo más conveniente. Aquilaten
con mucha, mucha precisión, los silencios.

Claro que entramos de lleno en la discusión a primera sangre de los
Presupuestos, y los partidos de la coalición querrán sacarles los
higadillos a Sánchez y Montero. Pero ya se sabe: contra el vicio de
pedir, la virtud de no dar. No sería un drama la prórroga de los
Presupuestos, y Junts, Esquerra, PNV, Bildu, Sumar y Podemos están al
cabo de la calle, como usted y como yo, así que han de andarse con
cuidado en sus cartas a los Reyes Magos. Querrá Junts demostrar a sus
huestes, pero también a Esquerra, que son ellos los que mejor saben
sacar leche de la vaca. De esa virulencia en la forma y en el fondo va
a vivir Puigdemont al menos hasta las próximas elecciones catalanas,
cercanas en el tiempo, pero todavía sin fecha. Pero ninguna de esas
fuerzas debe olvidar que a todas les interesa que el Gobierno de
coalición siga su curso, porque son conscientes de que nada les
garantiza que en unas presuntas elecciones anticipadas los números
vayan a mejorar sus actuales resultados. Ninguna de ellas. Repasen la
lista y seguro que estarán de acuerdo, con la única duda de los
partidos vascos, que cualquiera sabe qué pasará tras sus inminentes
elecciones autonómicas.

Podríamos entonces, quizá sea sólo un sueño, tener una legislatura en
la que el Gobierno pueda desarrollar las políticas sociales que ahora
saca con calzador. Una cierta tranquilidad daría pie, además, a una
imprescindible reforma de la Administración que haga posible que esas
medidas sociales alcancen de verdad a los interesados, desesperados en
ocasiones porque esa ley que se aprobó para cualquier tipo de ayuda
tarda meses, incluso algún año, y eso si al final llega al bolsillo de
los necesitados. No hay nada que enfade más al respetable que una
administración inoperante. Ahí deberíamos ver a Sumar y Podemos
emplearse a fondo, denunciando los fallos y trabajando a tope en tapar
esos agujeros, su auténtica razón de ser y de su presencia en el
Gobierno.

Sólo un apunte para el Día de la Mujer. ¡Qué desgracia ésta del mundo
progresista de ir siempre divididos cuando el enemigo es uno y rocoso!
Las vergüenzas del PP, solos o en sus deplorables alianzas con Vox,
ese vídeo de Valencia cantando el Viva España, esa reina del vermú
pidiendo un día para el hombre, debían espolear a todos los sectores a
plantar cara a la fiera del machismo unidos y sin fisuras. Pues no, tú
por allí y yo por acá. Deplorable.

Adenda. La derecha gana en Portugal por la mínima ante la fuerte
bajada de los socialistas. Enorme subida de Chega, el partido de
ultraderecha. ¿Qué vientos de popa aprovechan con éxito manifiesto
Trump, Le Pen, Meloni, Díaz Ayuso o André Ventura? Muchos son votos de
clase obrera y de colectivos machacados por las clamorosas injusticias
sociales. ¿En qué punto del camino se perdió la izquierda ante esa
ciudadanía? ¿Por qué ese distanciamiento? Se necesita autocrítica,
mucha autocrítica, para recuperar el terreno perdido antes de que sea
demasiado tarde. Urgente rectificar, urgente trabajar a destajo.

* * *

La derecha se nos volvió conspiranoica
Isaac Rosa

Qué tiempos aquellos en que la derecha representaba el orden, el
establishment, el sistema, y éramos los izquierdistas quienes más
tonteábamos con teorías de la conspiración. Tú eres muy joven y no te
acuerdas, pero durante años era la izquierda quien veía manos negras
detrás de cualquier suceso: cuando no era la CIA (que estaba en todas)
eran nuestras cloacas policiales y post-franquistas, pero también
estaban los banqueros (representados en viñetas con puro, chistera y
gran barriga), las multinacionales, las farmacéuticas, la industria
alimentaria, los fabricantes de armas, los grandes medios de
comunicación (en las manis gritábamos “¡televisión, manipulación!”,
acuérdate), la iglesia católica por supuesto y hasta Hollywood
lavándonos el cerebro con sus películas. Detrás de cada gran
acontecimiento, lo mismo una crisis económica que una guerra local, un
cambio de gobierno o una inocente moda, había algo sospechoso.

La derecha en cambio, más allá de su viejo tic fascistoide con la
conjura judeo-masónica y el anticomunismo feroz, solía confiar en las
instituciones, el sistema económico, las fuerzas del orden o los
medios de comunicación, todos al servicio de su hegemonía política y
económica. La visión conspiranoica del mundo era más propia de la
izquierda, tanto más cuanto más radical y antisistema. Solo hay que
recordar cómo en los ochenta cogió fuerza en ciertos círculos la idea
de que la heroína que arrasaba los barrios obreros respondía a un plan
del sistema para controlar a la juventud.

Ah, pero la veleta se dio la vuelta por completo: ante la
incertidumbre de los tiempos, y de derrota en derrota, la izquierda se
volvió confiada y defensora de las instituciones, lo apostó todo a la
posibilidad de gobernar aunque sea un ayuntamiento antes que hacer
ninguna revolución. Y la derecha, política, mediática y hasta
judicial, se fue deslizando hacia una visión del mundo propia de
programas nocturnos de Iker Jiménez. “Nos están engañando”. ¿Quiénes?
Todos.

Lo pensaba estos días con el veinte aniversario del 11M. Lejos de
rectificar, no digamos ya pedir perdón, o al menos callarse por
vergüenza, hemos visto a representantes políticos y sobre todo
mediáticos de la derecha y la ultraderecha insistiendo, con mayor o
menos énfasis, y algunos con ardor y hasta orgullo, en la misma teoría
de la conspiración que quedó más que tumbada por investigaciones
periodísticas y judiciales. “No se conoce toda la verdad”, “sigue
habiendo preguntas por responder”, “es un agujero negro”, “no se sabe
quién fue el autor intelectual”… Eso en su versión suave; les ahorro
las barbaridades dichas por los Pedrojota y Losantos. Y si solo fueran
ellos: a poco que preguntes a votantes de derecha y ultraderecha de tu
entorno, te sorprenderá la persistencia del pensamiento conspiranoico
referido a los atentados de 2004.

El 11M es la piedra de toque de nuestra derecha delirante, pero no es
la única. En los últimos años hemos oído a dirigentes políticos,
periodistas nada marginales y también a cuñados, vecinos, compañeros
de trabajo y parroquianos del bar señalar todo tipo de manos negras y
operaciones de ingeniería social para lavarnos el cerebro y acabar con
España, los valores cristianos, el hombre o directamente la
civilización: la “ideología de género”, la “ideología queer”, el
multiculturalismo, el marxismo cultural (aquí llamado “lo progre”), el
independentismo por supuesto, el ecologismo, los animalistas, la
Agenda 2030, pero también, atención, la industria farmacéutica (con la
pandemia y las vacunas), la policía o los jueces (siempre que no sean
de derecha), el sistema electoral (con insinuaciones de manipulación
en elecciones recientes), el Papa (siempre que no sea de derecha) y
los medios de comunicación (manifestantes de derecha haciendo suyo el
grito de “¡televisión, manipulación!”).

Las derechas han ido apuntándose a todos los negacionismos, para
desconcierto de una izquierda que no tiene más remedio que asumir la
defensa de instituciones amenazadas de derribo por quienes, en tiempo
de incertidumbre, tratan de capitalizar el malestar social disparando
contra todo. Y hablo solo de España, no te cuento lo que van largando
las derechas en Latinoamérica, o por supuesto el trumpismo y la
alt-right estadounidense, delirante en el mejor de los casos, violenta
y guerracivilista en sus peores versiones. Y tiene pinta de que el
conspiracionismo de las derechas solo puede ir a peor.
Manel Fontdevila. La lección.jpg
Kalín. Legislando en 'verde'.jpg
Vergara. Plan de conciliación.jpg
Daniel Paz -Rudi-. Culpabilidades.jpg

Miquel Angel Soria

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Mar 15, 2024, 2:31:21 AM3/15/24
to icv-euia_e...@googlegroups.com
Blas de Otero va nèixer el 15 de març de 1916.Un assaig de Joaquín Galán (Anthopos, 1978) comença: "La poesia de BLAS DE OTERO és la poesia  d'un espanyol traumatitzat per la guerra, amb totes les seves seqüeles religioses i socials. No és d'estranyar, doncs, que a cada lectura de B.de O. el lector es vegi assaltat i neguitós per una infinitat d'idees de gran voltatge,
Les idees crepiten, es fa més dens el sentiment: descomunal autoretrat, quasi ireal a força de tanta distorsió interior, el que esbossa el poeta.
Ja en Ángel fieramente humano -títol pres d'un sonet de Góngora- els versos funcionen  com brasses multiplicades; en va buscarà el lector un remans d'armonia interior, tal és l'extenuant, cruent sentit lúdic del poema".
Us deixo amb el que, potser, és el seu darrer poema publicat -no el darrer escrit-, que pot ser el segon:

BUENAS NOCHES

Yo escribí sobre la música
los sentidos  dan vueltas aspas de terciopelo
los dedos en tropel la frente iluminándose
la música es un vaso de viento y atardecer
ahora escucho los beatles beethoven borracho
"Sgt. Pepper's" a sus órdenes capitán sonoro
Bob Dylan en el país de las maravillas amartilladas
Bob Dylan voz de jondo junio en Chicago California
la respuesta está en el viento
en el silencio de la noche clima de percusión
salgo silbando con los pies
me encuentro bien
las calles son rectas el cielo violeta
buenas noches 
                                         [5.12.1974]

"Fermosa cobertura"

La palabra.
Ceñido al labio, profundizando
el contenido.
Góngora se garbea en Sevilla.
Rachas de surrealismo.
Federico celebra sus Bodas de sangre
acribilladas en Víznar.
Jorge, hermosura vital.
Salinas da la razón
al amor.
Vicente, largo y profundo como el Nilo.
Gerardo, alondra de verdad.
Rafael baja a la calle arrastrado
y arrastrando al pueblo.
Dámaso, hijo de la ira.
Cernuda dice melancólicamente
"un día, tú ya libre
de la mentira de ellos,
me buscarás: entonces
¿qué ha de decir un muerto?".
Manolo destrozado en un choque de coche.
Emilio, comunista y místico

Maestros,
vuestra palabra perdure
a través de los años españoles.
                                [Mayo 1977]
                           

Aznar y la mentira
Javier Pérez Andújar

Después del 20N, España era mejor; parece que eso no tenga mérito, porque peor que Franco nada podía ser; pero tuvo el mérito de, siendo la misma, aspirar a ser distinta y conseguirlo. También fue mejor la España que siguió al 23F, quizá, no superior a la previa en lo que respecta a los sueños y las esperanzas, al afán de libertad; sin embargo, en la práctica política cambió el país al poco del patético intento de golpe de Estado, y el persistente ruido de sables se desvaneció, y ya todo fue los 40 Principales.

Era el siglo XX, fumador y machista; pero la parte buena es que se miraba a la humanidad a los ojos, y eso se recogía en las fotos de los periódicos, en los reportajes de la televisión y de las revistas. También el siglo XXI está jalonado con hitos de piedra, como una calzada que conduce a una Roma misteriosa e ignota. Pero ha cambiado el paso este milenio. Detengámonos en el primer hito. Después del 11S, el mundo fue peor. No lo sabíamos: las Torres Gemelas eran un coloso de Rodas, y con su destrucción se derrumbó una época de la humanidad. Ya nadie recuerda cómo era la vida antes. Las siete maravillas del mundo es el nombre que damos a todo lo que olvidamos.

En España, ha sido así una y otra vez todo este tiempo. Aquí, con el 11M se instaló la mentira como forma de poder. Quienes entonces mintieron perdieron el Gobierno, pero crearon un mundo donde la mentira da más poder que la verdad, y aún vivimos sometidos a las reglas que implantaron. En Aznar la mentira es desprecio. En Acebes, la mentira era mediocridad. Codo con codo, el desprecio y la mediocridad caracterizaron la gestión de los atentados yihadistas por parte del Gobierno de Aznar. Como se les acabaron las palabras para engañar, los medios de comunicación afines acudieron en su auxilio y buscaron términos nuevos, extraños, de significado desconocido, para seguir confundiendo a la gente. Nunca se pronunció tanto la palabra Titadine.

Con Aznar, la mentira sale de las cloacas, donde vive desde siempre, e inunda las aceras. El aznarismo, la aznaridad, que dijo Montalbán, consistió en elevar a la altura de un acueducto las cloacas del Estado. La mentira en Aznar no se oculta, al contrario, se exhibe, se esculpe y se celebra como un monumento. José María Aznar ha nacido para vivir en el Escorial. La ostentosa boda de su hija en la basílica de este monasterio es un intento okupa de tomar históricamente el edificio, de pasar a la historia a través de ese símbolo de la España imperial. De Estados Unidos, de Bush, no admira Aznar la idea de democracia liberal, eso son paparruchas, le fascina su imperialismo. Por eso Aznar, para sentirse americano, necesita sentarse con los pies encima de la mesa.

Mitterrand fue un egipcio, levantó en París pirámides y bibliotecas. Los galos no quieren a los romanos. Prefieren crecer hacia el cielo que expandirse sobre la tierra. En la Francia republicana, el cielo son las ideas. La grandeur es una inflamación del espíritu. Pero el imperio contraataca, la vieja Roma se resiste a desaparecer y así se reencarna en los anglosajones. Bush, hijo, y Toni Blair son una combinación de Nerón y de Calígula, de quemar ciudades y de crímenes de palacio. Aznar se presenta ante ambos disfrazado de caballero de la mano en el pecho, pero no entienden su película y se piensan que le está dando un infarto.

Tampoco, en la España del Escorial turístico, nadie recuerda a Felipe II. En aquellos días solo había espacio para un Felipe, teníamos solo un modo de felipismo. Pillado el nombre de Felipe, Aznar tendrá que conformarse, al menos, con ser segundo. Ni eso. Se queda en segundón. Es lo que le sucede en todos los sitios donde va. Se crece al regreso, de nuevo solo en España, en su Escorial imaginario. Aquí tampoco le entiende nadie, pero tienen que obedecerle, para eso manda. Que se fastidien. Incapaz de tener una pirámide, expulsado del Estado por sus mentiras de destrucción masiva, fracasado en su intento de incorporar el Escorial a su fama, Aznar se recluye en un Yuste lejano y sombrío, al que da el nombre de FAES. Desde sus miradores otea el mundo con mirada de águila imperial, pero le queda un rictus de doña Urraca de Castilla. En España lo que no es urraca, es milana bonita.

El sadismo es una especialidad de esa política que simboliza Aznar. Sadismo es prolongar el dolor de las víctimas. Lo hizo Franco, por la noche y en los sótanos, después de la guerra. Después del 11M, lo hicieron públicamente con Pilar Manjón. Porque, siempre, el fin último de la mentira es hacer daño. España es un país peor desde aquel 11M. Y nadie ha pedido perdón. Aquí sólo pide perdón quien no tiene dinero para pagarse comilonas.

Avanzó el siglo XXI, y los nuevos hitos que había en el camino indicaban que seguíamos cuesta abajo. Al terror internacional, encubierto en España con mentiras, le sucedió la recesión económica, el arrojar a paladas a la gente a la pobreza, mientras se protegía a quienes se forraban cada vez más, y, a continuación, vino la pandemia y, con ella, otra vez el miedo y la incertidumbre le abonaron el terreno a los oportunistas y a los mentirosos. La palabra libertad cambió de significado. Los malos tiempos nos vuelven ridículos. Con lo mismo que se forjó un gran dictador, Charlot hizo una vez una película. De todo esto, la crisis, la pandemia, hemos salido, no peores, pues el ser humano siempre es igual, pero hemos salido peor. Aun así, ningún gobernante en este siglo ha mentido de una manera estructural, como lo hizo Aznar. O acaso, en mi tierra, sí. Aquí, en Cataluña, también se mintió desde el poder para otra cosa.

Ahora se conmemora el vigésimo aniversario del 11M. En estos veinte años, la ultraderecha se ha hecho cada vez más fuerte en Europa y en América. Hoy, a medida que crece la mentira, se reduce la libertad de expresión por todas partes. Se abre las puertas a las fake news al tiempo que se recortan los límites del humor. Aznar empezó apoyando la mentira de las armas de destrucción masiva para invadir Irak, y acabó convirtiendo en mentira toda su política, toda su biografía, al mentir obsesivamente sobre los atentados del 11M. A diferencia de Blair y de Bush, nunca va a pedir perdón, porque en él la mentira no ha sido una herramienta sino una meta a la que llegar. Necesita que el mundo se convierta en las mentiras que ha dicho.

En una vieja y conocida fotografía, aparece Aznar vestido de Cid Campeador. Fue él quien eligió este disfraz, pues le habían propuesto encarnar a un personaje que le apasionara. Entonces, José María Aznar era el presidente de la Junta de Castilla y León. Casi todo lo que sabemos del Cid es mentira. Y esa es la pulsión de Aznar, no la de convertirse en una figura para la historia, como un faraón egipcio, o como un emperador romano. Su pasión es genuina. Ha nacido para la mística, para lo incorpóreo. Anhela transformarse a sí mismo en una mentira.

                                                             * * *

La víctima 193
Javier Gallego

Todos los males de la derecha populista actual están en la teoría de la conspiración del 11M. Ahí están los bulos y las noticias falsas, el uso del engaño para intentar manipular unas elecciones. Ahí la derecha empieza a cuestionar el sistema electoral y a llamar ilegítimo al gobierno elegido por las urnas. Ahí las víctimas se dividen en buenas y malas, en víctimas a las que usar y víctimas a las que atacar. Ahí nace la caverna mediática de la que derivan las cloacas, la fabricación y difusión de falsedades para destruir la vida de civiles y rivales políticos. Ahí se inician la crispación y la polarización, el negacionismo y los discursos de odio. Aquí aparece antes porque el populismo conservador hunde sus raíces en el golpismo y la dictadura. Esto es su actualización moderna. Todo empieza con Aznar y Losantos, con El Mundo y Pedro Jota, con Luis del Pino y los Peones Negros, con el PP y sus mentiras.

Todo empezó con Aznar que nos mintió para meternos en una guerra ilegal en Irak contra los deseos de la mayoría y nos mintió cuando se dio cuenta de que los atentados eran la respuesta de Al Qaeda y que eso les iba a hacer perder las elecciones. Todo empezó con el PP y sus satélites mediáticos que inventaron durante años teorías esperpénticas —cómicas si no fueran trágicas— para hacernos creer que el 11M había sido una gran conspiración de los socialistas con jueces, policías y etarras para ayudar a los yihadistas. Todo empezó con la persecución a Pilar Manjón y a las víctimas del 11M a las que se acosó por exigir verdad y justicia. Todo empezó con Aznar, el único responsable de la guerra de Irak que no ha pedido perdón, el mayor responsable de las mentiras del 11M por las que tampoco ha pedido disculpas, la mano que sigue agitando el avispero mientras sonríe con su siniestra mueca cuando le piden explicaciones. ¿De qué se ríe?, podríamos preguntarle, como le preguntó Manjón a Zaplana y Pujalte en su comparecencia parlamentaria.

Todo lo que sufrimos entonces, lo seguimos sufriendo ahora: la derecha que no acepta sus derrotas electorales porque cree que el poder le pertenece y llama okupa a Pedro Sánchez como llamó usurpador a Zapatero; la derecha que falsea o destruye pruebas para hundir vidas y carreras, que insultó y difamó al jefe de los Tedax, Juan Jesús Sánchez, y al comisario de Vallecas, Rodolfo Ruiz, hasta provocarle un infarto y llevar a su mujer al suicidio, como veinte años después denigran al presidente del Gobierno, hostigan a Podemos, Iglesias y Montero para echarlos de la política y fabrican información falsa sobre el independentismo; la derecha de Feijóo que ha hecho de las fake news y los datos falsos su principal arma; la extrema derecha de Ayuso y de Abascal que han convertido el discurso de odio y el negacionismo en la suya; y la derecha mediática que miente por interés económico y político porque sabe que la manipulación informativa no se penaliza, se rentabiliza.

Todo lo sufrimos ahora pero peor precisamente porque quienes crearon la teoría de la conspiración no han sido castigados por la sociedad sino que han sacado oro de la basura. Aznar se ha hecho millonario gracias a la política y sigue dando lecciones y conferencias mientras dirige el PP en la sombra. Rajoy fue presidente dos legislaturas después de haber abonado la teoría con cientos de preguntas en el Congreso. Federico Jiménez Losantos sigue siendo el referente radiofónico de la Caverna por donde deambula también Luis del Pino, gestor del blog de bulos, Peones negros, donde también escribía el ex de Ciudadanos y ahora tertuliano ultra, Girauta. La COPE es la emisora más escuchada de la derecha donde, este mismo 11M, Carlos Herrera ha vuelto a defender que todos creíamos que era ETA y que fue el PSOE el que utilizó los atentados para ganar en las urnas. Pedro J. dirige El Español, su entonces redactor jefe, Casimiro García Abadillo dirige El Independiente, y Joaquín Manso, otro soldado en las maniobras orquestales en la oscuridad, dirige El Mundo. La mentira en la derecha tiene las patas muy largas.

Hoy mismo el periódico de Ramírez lleva en su portada una encuesta según la cual casi un 60% de españoles piensa que desconocemos la realidad sobre “cuestiones esenciales” del 11M. Para qué van a dejar de mentir si se dieron cuenta entonces de que la mentira les da dinero, votos y audiencia. Para qué van a reparar a las víctimas a las que han herido doblemente robándoles la verdad y la memoria. Para qué van a restaurar el daño hecho al periodismo si han hecho del periodismo su fortuna. El PP de las mentiras del 11M y de la persecución de los afectados gobierna en la mayoría de autonomías. Los autores de la teoría de la conspiración controlan los medios más influyentes de la derecha. No puede existir una democracia sana en una sociedad en la que un sector se sirve de la falsedad y la insidia. La víctima 193 de las bombas en los trenes fue la verdad. Veinte años después seguimos pagando las consecuencias.






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Miquel Angel Soria

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Mar 18, 2024, 2:31:47 AM3/18/24
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El divendres passat recordàvem el naixement de Blas de Otero. Avui recordem el del seu amic Gabriel Celaya, cinc anys abans, el 1911. Ambdós es converteixen en el centre de la poesia social espanyola, molt lligada al Partit Comunista.
Celaya va tenir sempre present la seva ciutat, Donostia. Hi ha alguns poemes qu la recorden:

TXANTXILLO

Soy el tonto de la aldea.
Ni siquiera tengo nombre,
y si me llaman Chanchillo,
no es que lo sea: me ponen.
Aunque me tachan de vago,
tengo mi oficio de pobre.
Bien que me quito la boina
cuando pasan los señores,
grito ¡viva! cuando mandan
y hablo según y conforme.
Si algo aprendí, es que me cumple
no ser persona que estorbe.
Yo me río si se ríen
cuando canto mis canciones.
Por mucho que a mí me duela,
más sufren los que no comen.
Rueda que rueda que rueda,
no sé qué soy, salvo pobre,
pero hasta un Chanchillo pesa
que es más o menos un hombre
y lleva como le dejan
su vergüenza y sus dolores.

EPITAFIO

VIAJERO que en mi tumba por azar te has detenido,
anota mi nombre y mi apellido,
anota mi ciudad; di a mis amigos
que aquí estoy enterrado, pues que extraña
que si lo saben, ninguno haya venido.
                                (de San Sebastián, ciudad abierta




Licencia para avasallar
Por Irene Vallejo (Página/12)

Tras largo tiempo de silencio, empiezan a aflorar voces. Nadie hablaba de aquello en tu infancia: eran cosas de niños. Como si los problemas que afectan a los pequeños no pudieran ser grandes. Hoy sabes que el acoso escolar o las novatadas no son solo dramas infantiles. La edad adulta no sana el impulso de acorralar y humillar. Los matones que campaban a sus anchas en la escuela se hacen mayores y, si alcanzan puestos de poder, siguen hostigando con impunidad. El trabajo, con sus delicadas dinámicas internas, es el nuevo campo de batalla. En épocas de crisis y miedo a perder el empleo, el conflicto se agudiza.

A tus ocho años, no supiste reaccionar. No es fácil, tampoco para los adultos. Surge primero la incredulidad, después la esperanza de que se resolverá tan rápido como empezó. Y crees, al principio, que podrás resistir; ignoras aún lo destructiva que será la espiral si se prolonga demasiado tiempo.

En el patio de recreo, como en la oficina, el acoso nunca es solo un dilema individual. La reacción de los demás decide las reglas del silencio. Entran en juego dos impulsos humanos muy arraigados: solidarizarse con quien sufre un ataque o aliarse con el más poderoso. Un cínico personaje de la serie Succession describe así su particular imperativo categórico: “Yo estoy espiritualmente, y emocional, ética y moralmente, del lado de quien gane”. Capítulo tras capítulo, esta historia retrata a los miembros de un multimillonario clan empresarial luchando por el trono de la corporación. A la sombra de sus traiciones y ambiciones, sus propósitos y despropósitos, sus riquezas y vilezas, crean un ambiente laboral asfixiante y opresivo, donde la humillación y el desprecio son ingredientes habituales. En su batalla interminable, únicamente comparten la admiración por la arrogancia poderosa, símbolo de habilidad, fuerza, liderazgo y dominio. El patriarca de la familia define con estas palabras su estrategia respecto a los competidores: “Los atornillas. Los cincelas. Les haces daño. Y luego los ves chillar”.

El dramaturgo griego Eurípides se preguntó ya hace más de veinticuatro siglos si los personajes míticos, tradicionalmente considerados héroes, no eran sencillamente tipos prepotentes y despiadados. En una de sus obras, Ifigenia en Áulide, el general Agamenón ha reunido el ejército que atacará Troya, pero la expedición no consigue zarpar porque soplan vientos desfavorables. Un oráculo dictamina que solo podrá navegar si sacrifica a su hija Ifigenia en el altar de los dioses. Angustiados, Agamenón y Menelao discuten y compiten entre ellos como los hermanos de Succession, y tratan con violencia a sus subordinados. “Llorarás si no desistes. Pronto con mi cetro llenaré de sangre tu cabeza”, grita un enfurecido Menelao a un anciano a su servicio que expresa una crítica. Los dos guerreros parecen temer, por encima de cualquier reproche, la acusación de ser débiles y carecer de madera de líder. En el desenlace, se impone la sed de conquista, y la joven Ifigenia se convierte en la primera víctima de una guerra aún por comenzar.

La romantización del poder despótico y el aura autoritaria no es un fósil del pasado. Algunos políticos con éxito y celebridades empresariales se comportan en público como crecidos abusones escolares. La misma actitud chulesca surge a veces entre las estrellas del famoseo y el deporte, convencidas de que sus fortunas y sus victorias son un salvoconducto de soberbia. La admiración popular les otorga impunidad: los triunfadores tienen licencia para la crueldad. Durante demasiado tiempo hemos aplaudido los liderazgos avasalladores e incluso parece un mérito que deportistas, ejecutivos o vendedores sean agresivos. Sin embargo, en política, sus consignas furiosas desencadenan tensión, sufrimiento y, en ocasiones, dañinos conflictos. En el trabajo, los insultos, las órdenes dementes, los ataques de ira, las amenazas y las humillaciones provocan cada año un torrente de bajas, ansiedad y depresiones evitables. Como ya intuyó Eurípides en sus tragedias irreverentes, ciertos personajes carismáticos nos salen carísimos.

                                                              * * *

La marquesa y el socialista // Mensajes desde España // Guerrero: más torpezas // Endurecen posturas
Julio Hernández López "Astillero" (La Jornada)


De España llegaron dos mensajes, técnicamente desde polos ideológicos (el derechista Partido Popular y la Internacional Socialista), pero electoralmente coincidentes en servir a los propósitos de los opositores mexicanos a la continuidad de la llamada Cuarta Transformación.

Auspiciada por el Festival de las Ideas (nueva etiqueta de la Ciudad de las Ideas, que dirigía el ahora prófugo Andrés Roemer), la marquesa de Casa Fuerte, Cayetana Álvarez de Toledo y Peralta-Ramos, actual diputada en las Cortes Generales de España y vocera del correspondiente grupo parlamentario del Partido Popular, vino a Puebla a tratar de reavivar discursivamente a la alicaída coalición que encabeza Xóchitl Gálvez, quien abiertamente asumió como vitamínicas las palabras de la aristócrata hispana.

Lo más relevante no fue, en términos de las elecciones mexicanas en curso, la retórica de la citada Cayetana, sino el marco de su participación, armado por el empresario Ricardo Salinas Pliego como parte de la cada vez más abierta confrontación que libra con el Presidente de la República, parte del equipo de éste y, por extensión, con la candidata a la sucesión.

En cuanto a la Internacional Socialista, dirigida temporalmente por Pedro Sánchez, a la vez presidente de España, hubo un pronunciamiento que en esencia coincide con los planteamientos de la principal oposición mexicana en el sentido de que el crimen organizado ha ganado presencia en la estructura política y gubernamental del país e implica un riesgo para la democracia en general y los comicios de junio en particular. En Madrid anduvo Alito Moreno (el PRI es uno de los partidos integrantes de la IS) y a sus gestiones se atribuye el pronunciamiento casi xochitleco.

En otro tema: el profundo desencuentro puede convertirse en grieta y dañar estructuras y esperanzas, en un proceso acaso irreversible. Luego del deplorable homicidio del estudiante Yanqui Kothan Gómez Peralta se han registrado en Guerrero muy significativas torpezas institucionales, que han acelerado los ánimos confrontacionales de los normalistas de Ayotzinapa a la vez que el presidente López Obrador ha mantenido la dureza de su discurso y, derivándolo hacia el tema de los 43, ha reiterado su condicionamiento de un eventual encuentro con padres de familia a que vayan solos, sin abogados ni asesores.

Primero se dijo que la muerte del normalista Gómez Peralta había sido en respuesta a disparos de bala desde un auto con reporte de robo, detectado en un retén; luego se tuvo que aceptar que había sido una ejecución directa de un policía estatal, sin enfrentamiento alguno.

Ayer se informó en la conferencia presidencial de prensa que el presunto asesino se había fugado, pero luego la Secretaría de Seguridad Pública del estado de Guerrero (a cargo del general brigadier Rolando Solano) y la Fiscalía General de Justicia de la misma entidad difundieron comunicados tratando de exculparse cada cual, en una clara confirmación de los enredos y pifias de autoridades guerrerenses, que luego son trasladadas como verdad a las federales y a Palacio Nacional.

La presunta fuga del policía acusado de asesinar al estudiante agregó irritación a sus compañeros de escuela, que arremetieron contra instalaciones de la Fiscalía en Chilpancingo, con saldo de vehículos incendiados y personas lesionadas.

Así va escalando la confrontación entre el movimiento social que acompaña las demandas de los familiares de los 43 y la estructura del gobierno federal que encabeza el presidente López Obrador.

A fin de cuentas, el choque va dejando fuera de foco las responsabilidades específicas de Enrique Peña Nieto, ocupante de Los Pinos de 2012 a 2018, y de Salvador Cienfuegos, titular de la Sedena en ese lapso, a la par que se diluye la posibilidad de llegar a la verdad y hacer justicia, con la gran muralla verde olivo como escenografía dominante. ¡Hasta mañana!







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Miquel Angel Soria

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Mar 19, 2024, 2:31:56 AM3/19/24
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Avui, Miquel Martí i Pol hauria fet 95 anys. En aquest temps la seva poesia no ha perdut actualitat i el vers final d'aquest poema Ara mateix, segueix sent una mena de far que ens guia: "Tot està per fer i tot és possible"


https://www.catorze.cat/biblioteca/tot-esta-fer-tot-possible-14112/
 
Un dels seus darrers poemes:

I QUÈ?

No escriure cansa i també cansa escriure.
Somio més de dia que de nit
Però ningú no em respon quan invoco
l'amable bruixa que em reblava el clau
quan encara era jove i temerari.
I què, si ja no ho sóc? Que els més astuts
enterrin els records i s'erigeixin
en valedors d'aquesta humanitat
que diu que s'encamina a la desfeta,
i la salvin de vells il·luminats
i també, si pot ser, de nous profetes.
Jo ja els aplaudiré, que és el que em toca.
                                                11.7.03

Disparar al fiscal
Jorge Bermúdez

(Casablanca, interior noche, salón principal del Rick’s Cafe Americain. Un tremendo alboroto precede la entrada de los gendarmes para clausurar el establecimiento).

–¡Qué escándalo, qué escándalo –dice el capitán Renault en voz alta, para que todo El Mundo le oiga–, he descubierto que la Fiscalía publica tratos confidenciales con investigados!

–Su email filtrado ayer, capitán –murmura un empleado del garito, mientras le pasa unos papeles al gendarme.

–Traiga –responde, con voz queda, el aludido, mientras se guarda rápidamente los correos en el bolsillo, antes de que el público pueda verlos.

(Fundido a negro. A dinero negro, concretamente)

Ésta vendría a ser, ficcionada, una representación de cómo concluye la sucesión de acontecimientos que se han desatado esta semana, a cuenta de novios, pisos, dineros en B, y que tratan de enfangar, una vez más, a una institución como el Ministerio Fiscal.

El problema es que el público, en general, asiste a estos hechos con unas gafas de realidad aumentada puestas, tipo las Apple Vision Pro. Ya saben, las gafas de la marca de la manzana, que valen un pastizal, y permiten ver el entorno real con imágenes superpuestas por un ordenador. Pues lo mismo, pero en este caso, el papel del gadget tecnológico lo representa una prensa que también vale un pastizal. En forma de publicidad institucional, tan necesaria como la del Canal de Isabel II. Porque, como todos ustedes saben, aunque no sean de Madrid, el agua que sale de los grifos tiene que publicitarse, o la gente se pasaría a la competencia que… esperen, no hay competencia para el agua del grifo. Entonces, ¿por qué…? Vale, déjenlo, que nos desviamos. El caso es que esa prensa tan belicosa genera imágenes ficticias sobre la realidad, confundiendo completamente al respetable, que acaba con una empanada mental considerable.

Vamos a poner las cosas en contexto. O sea, quitémonos las gafas y veamos la realidad sin “aumentar”. La línea temporal de los hechos es la siguiente:

Un señor parece que podría haber tenido unos ingresos sin declarar. La Agencia Tributaria descubre el pastel, hace una inspección y, al detectar indicios de delito, da parte a la Fiscalía Provincial de Madrid. Estamos a finales de 2023, comienzos de 2024. En mi caso, aún estaba digiriendo el roscón de Reyes, colofón de las comilonas navideñas.

El 23 de enero, mientras se van apagando en mis oídos los tambores del día de San Sebastián, la sección de delitos económicos, turnada la denuncia por su especialidad, incoa unas diligencias de investigación. No iban a ir a seguridad vial, obviamente, que ellos se encargan de los señores o señoras que conducen borrachos y se estrellan contra una hilera de vehículos aparcados, por ejemplo.

Pues según la presidenta de la Comunidad de Madrid, pareja del protagonista de nuestra historia, todo esto es porque, hace dieciséis años, la fiscal jefa Pilar Rodríguez fue directora general de Modernización de la Administración de Justicia en el ministerio del ramo. Efectivamente, fue nombrada para un cargo directivo durante el último mandato de Zapatero. Ya ven. Una deuda de por vida. Nótese el sarcasmo, por favor.

El trabajito era cualquier cosa menos un caramelo: entre otras cosas, intentar poner de acuerdo a las comunidades autónomas con competencias transferidas en materia de Justicia, para que no hicieran cada una la guerra por su cuenta. Como Madrid, por ejemplo, una de las más atrasadas en digitalización, aún a día de hoy. Tras este periodo en el Ministerio de Justicia, volvió a la trinchera de Fiscalía, donde estuvo en violencia de género, criminalidad informática y otras batallas, hasta que, diez años después, fue nombrada jefa provincial. ¿Y cual es su papel en todo esto? Conforme a la Circular 2/2022, de 20 de diciembre, ver si el asunto es de Madrid, o de Anticorrupción, o de la Audiencia Nacional, o de otro. Si es de Madrid, dilucidar si es de una especialidad, como delitos económicos, y mandarle la denuncia para que sea el responsable de dicha sección el que haga el decreto de incoación y se lo asigne a uno de los especialistas.

El caso es que el fiscal designado, Julián Salto, lleva a cabo la pertinente labor de estudiarse los papeles de Hacienda, llamar a testigos, técnicos e investigados a declarar, y finalmente, cuando lo tiene todo claro, interpone la denuncia ante los juzgados de instrucción de Madrid, para que inicien su tarea. Todo rarísimo, ¿verdad? Pues no.

Si hay algo raro, es que, antes de terminar su investigación, uno de los abogados se ponga en contacto con la Fiscalía para decir que sí, que mi cliente podría ser culpable, y que vamos a llegar a un acuerdo para no hacernos daño. Y todavía más raro es que dicho email, así como la educada contestación del fiscal, acaben en manos de la prensa, remitido todo no se sabe muy bien por quién, publicado el 13 de marzo, y peor entendido por quien redacta éste tuit. Que imagino la maldita gracia que tiene que hacerle al compañero ver las comunicaciones que realiza en el ejercicio de su cargo, y que tienen la naturaleza de confidenciales, aireadas y vapuleadas por quien no tiene ni idea de lo que habla.

Dejemos una cosa clara: la Fiscalía no ofrece nada a nadie, como afirma el titular de la noticia de El Mundo que les enlazo al principio. Es el investigado el que, motu proprio, se pone en contacto con Fiscalía y entona el mea culpa.

Yo entiendo que el Derecho no es un arcano, como afirma Pedro Vallín, y que cualquiera que sepa leer castellano se siente en posición de interpretar asuntos jurídicos cual magistrado del Tribunal Supremo. Pero es algo más que saber leer palabros raros, como enfiteusis o prelación. Además de no inventarse cosas, como “órdenes de arriba”, hay que interrelacionar conceptos y tener la estructura del ordenamiento jurídico muy organizada en la cabeza. Porque el Ministerio Fiscal se rige por el principio de legalidad, y una vez presentada una denuncia con indicios de criminalidad, ésta tiene que seguir adelante hasta el juzgado de instrucción, esperar a que éste concluya su labor y entonces, sólo entonces, la Ley de Enjuiciamiento Criminal autoriza al fiscal a formular un escrito de acusación al que el investigado podrá prestar su conformidad. Mientras estamos en diligencias de investigación penal de Fiscalía, no se conforma nada, ni se acuerda nada, ni se evita ningún juicio. Salvo que no haya delito y todo quede en archivo, que parece no ser el caso.

Otra cosa a la que, por ejemplo, las entendederas del redactor del artículo de El Mundo no alcanzan es que, cuando la Agencia Tributaria te hace una inspección, no vale eso de pagar para regularizar tu situación, y salir de rositas, como insinúa al decir que nuestro protagonista habría consignado cuatrocientos mil lereles en Hacienda y aquí no ha pasado nada. El artículo 305 del Código Penal lo deja meridianamente claro: pagar sólo vale como carta del Monopoly, que te libra de la cárcel, cuando uno pasa por caja antes de que te hagan la inspección, no después.

En cualquier caso, lo que escandaliza a mucho opinador es hablar de filtración por parte de la Fiscalía, cuando nadie, salvo los periodistas, puede decir quién les ha mandado los dichosos correos electrónicos.

¿Saben una cosa? Mientras estuve destinado en Madrid, en la Unidad de Apoyo de Fiscalía General del Estado, uno de mis proyectos fue un sistema de trazabilidad de la documentación, para detectar fugas de información y conocer su origen, destino y autoría. Proyecto que me encargó, como es obvio, la propia Fiscalía General, a través de quien es, hoy, su cabeza visible, el actual fiscal general del Estado. Así que poco interés le supongo a Álvaro García Ortiz en tapar este tipo de cosas, más bien al contrario, poder determinar quién le pasa ciertas informaciones confidenciales a la prensa, cosa que está muy fea. Porque además de ofender a quien, como mi compañero, ve aireadas sus conversaciones profesionales, es un delito, mayormente. Hasta donde sé, el proyecto sigue en desarrollo.

El caso es que, en lugar de arrojar luz sobre esto, que va a ser que no, porque los periodistas nunca revelan sus fuentes, lo que se está haciendo es disparar al pianista. Como es obvio, hace tiempo que los fiscales no dejamos que nos atribuyan culpas que no tenemos, así que la Fiscalía Provincial de Madrid ha hecho pública una nota de prensa el 14 de marzo en la que, basándose en la información ya publicada, desmiente que haya hecho nada irregular, y que lo único que se le puede achacar es contestarle al susodicho abogado que vale, que de acuerdo, que cuando las cosas lleguen al punto de formular acusación, se tendrá en cuenta su voluntad de aclarar las cosas y reconocer los hechos, pero que aún no estamos en esas, como ya les he dicho. ¿Es un escándalo? Ni mucho menos. El artículo 4 del Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal dice que es una de las funciones de los fiscales poner al corriente a la ciudadanía de asuntos que sean de relevancia pública. Y una Circular de Fiscalía General de 2005 explica que es el fiscal jefe de cada órgano el que tiene la función de portavoz, salvo que delegue expresamente en uno de sus fiscales. Los límites son respetar la presunción de inocencia y el secreto de sumario.

"Esto no es la fiscalía yanqui de las películas, donde el fiscal puede “retirar los cargos” y se acaba todo. Aquí se sigue hasta que el juez diga que ya".

Como comprenderán, poco secreto hay cuando un diario de tirada nacional airea todo, y poca presunción de inocencia se puede vulnerar cuando lo revelado es que, precisamente, uno de los investigados está pidiendo cuartelillo. Sin embargo, esto no es la fiscalía yanqui de las películas, donde el fiscal puede “retirar los cargos” y se acaba todo. Aquí se sigue hasta que el juez diga que ya.

Por cierto, ya que hablamos de jueces, ¿saben quién precedió a Pilar Rodríguez como director general en el Ministerio de Justicia? Pues Carlos Lesmes, nombrado en 1996 por José María Aznar, y donde estuvo en diversos cargos hasta 2004. De ahí no volvió a la trinchera, precisamente, sino que pilló cacho como magistrado del Supremo, y después fue elevado a los altares de la presidencia del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo por Mariano Rajoy, en 2013. De ahí no se movió, pese a tener su mandato caducado, durante casi cuatro años, haciendo y deshaciendo nombramientos de magistrados que presiden salas de suma importancia (audiencias provinciales, tribunales superiores de justicia, esas cosillas), hasta que le echaron el freno, se paralizó la cosa a través de una reforma legislativa, y terminó dimitiendo. Qué cosas tiene la hemeroteca, ¿eh?



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Miquel Angel Soria

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Mar 20, 2024, 2:32:00 AM3/20/24
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PUNTOS DE VISTA/6

Si Eva hubiera escrito el Génesis, ¿cómo sería la primera noche de
amor del género humano?
Eva hubiera empezado por aclarar que ella no nació de ninguna
costilla, ni conoció a ninguna serpiente, ni ofreció manzanas a nadie,
y que Dios nunca le dijo que parirás con dolor y tu marido te
dominará. Que todas esas historias son puras mentiras que Adán contó a
la prensa.

Eduardo Galeano


¿Cuánto tiempo puede aguantar Pedro Sánchez?
Carlos Elordi

Es muy difícil que haya sorpresas de aquí hasta que empiece el verano.
Es decir, hasta que tengan lugar las tres elecciones previstas:
catalanas, vascas y europeas. Luego, lo más probable es que la
política empiece sus vacaciones y hasta que llegue septiembre no
ocurra nada. A partir de ese momento, casi todo serán incógnitas. Y la
suerte de la legislatura estará desde ese momento en el aire.

Las citadas elecciones, todas ellas, deberían desvelar algunas de las
cuestiones que pueden decidir ese futuro incierto. Empezando por las
catalanas. Los puntos cruciales de las mismas serán: 1) las
dimensiones de la prevista victoria de Salvador Illa y del PSC. ¿Será
suficiente para llevarle al Gobierno? ¿Con qué aliados? 2) Derrotarán
clamorosamente Puigdemont y Junts a ERC como dicen algunos sondeos? 3)
¿Renovará Vox su claro predominio sobre el PP en Cataluña?

La respuesta a esas preguntas aclarará algo, o bastante, el panorama
general, el de la política española. Una gran victoria de Illa
reforzaría a Pedro Sánchez y un fracaso del PSC respecto de las
actuales expectativas lo debilitaría mucho. Por otra parte, si Illa
arrasa y deja muy mal parados a los partidos independentistas, éstos
podrían reaccionar en clave anti-Illa y anti-Madrid. Además, si Junts
machaca a ERC, se podría reforzar la tentación de Puigdemont de hacer
la guerra por su cuenta, olvidándose de cualquier pacto para sostener
al gobierno socialista.

También podría ocurrir lo contrario: que Puigdemont, sobre todo si
consigue entrar a tiempo en el Parlament, se sienta legitimado para
exigir a Sánchez la convocatoria de un referendo a cambio de apoyarle
en Madrid. Por último, si Vox pierde fuerza -ahora tiene 11 escaños
frente 3 del PP- Feijóo mejoraría sus posibilidades de alcanzar La
Moncloa, sobre todo si esa caída es conspicua. En el caso opuesto,
ocurriría lo contrario.

Las elecciones vascas contienen dos incógnitas en relación con el
panorama general: 1) el resultado de los socialistas, que, si es muy
malo, como dicen algunas encuestas, dañaría fuertemente a Sánchez. 2)
Si Bildu supera, por primera vez, al PNV, este último partido podría
repensarse su política de apoyo a la izquierda en Madrid.

El intríngulis de los comicios europeos está en saber si el PP va a
golpear tan fuertemente al PSOE como anuncian algunos exponentes de la
derecha. Eso, en lo que a España se refiere. Que, a escala
comunitaria, la pregunta, más que inquietante, es si la ultraderecha
va a tener el éxito que algunos vaticinan, particularmente en países
tan cruciales como Alemania y Francia.

De aquí hasta que hayan tenido lugar esas elecciones, precedidas de
sus correspondientes campañas, el tiempo político estará en buena
medida ocupado por esas peleas. Que no harán sino intensificar el mal
ambiente de enfrentamientos que se vive desde hace años.

Los escándalos actualmente en candelero irán perdiendo fuerza. Al de
Koldo le está ocurriendo ya a falta de novedades al respecto. El del
novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid debería correr dentro
de no mucho la misma suerte y entrar en el terreno de los
procedimientos judiciales.

Con una consecuencia añadida y no precisamente pequeña. Que la
implicación personal, y política, de Isabel Díaz Ayuso en el asunto
seguramente ha arruinado para siempre sus aspiraciones a ser la líder
que sustituta a Alberto Núñez Feijoo a la cabeza del PP. Ni siquiera
un partido tan bronco como ese puede confiar la suerte de sus
elecciones a alguien que ha incurrido en comportamientos tan
intolerables como la señora Ayuso.

Más allá de eso, el PP puede hacer poco, cuando menos a corto y medio
plazo, para modificar la dinámica política que seguirá estando regida
por la acción y la estrategia de Pedro Sánchez. No estaría mal que el
líder socialista mirara con nuevo interés lo que está ocurriendo a su
izquierda. Sobre todo en Sumar, que no vive sus mejores momentos y no
sólo por la reciente actuación de sus socios catalanes, sino por la
pérdida de iniciativa que está sufriendo Yolanda Díaz. Pero también en
Podemos. Que por muy mal que esté, y parece que lo está, podría aguar
más de una fiesta con sus cuatro diputados.

Después del verano, el Gobierno se dedicará a preparar los
presupuestos para 2025. Y probablemente no haga mucho más en el
terreno legislativo. Al menos mientras no se consolide sin resquicio
ni amenaza alguna la mayoría que logró aunar para hacerse con la
presidencia del gabinete. Porque Sánchez no puede arriesgarse a nuevos
disgustos en las Cortes.

Lo que quede de legislatura será por tanto bastante vacía en lo que a
iniciativas legales se refiere. Si a partir del otoño no hay una
moción de censura, apoyada por el PP, Vox y por algún partido más
–Junts, por ejemplo– el tiempo político será, sobre todo, de
preparación de las futuras elecciones generales. Que podrían tardar en
llegar. ¿Cuánto? Dependerá de la capacidad de controlar la situación
que tengan Sánchez y el gobierno. Porque está claro que no van a
convocar elecciones para perderlas. A no ser que lo tengan más
remedio.

* * *
Consideraciones sobre la guerra y la paz
Gilberto López y Rivas (La Jornada)

Existe abundante material teórico y fáctico que demuestra que las
consecuencias de un enfrentamiento militar con los artefactos
nucleares hoy existentes conducirían, inevitablemente, a la
destrucción de la vida en el planeta Tierra y el fin de la especie
humana. La comprensión de esta conclusión apocalíptica debiera ser en
sí misma un decisivo factor de movilización social en el ámbito
mundial. Sin embargo, las abismales diferencias sociales, económicas,
ideológicas y políticas producidas por el capitalismo, militarizado y
delincuencial, hacen difícil tomar conciencia de la gravedad de los
problemas causados por el enfrentamiento entre la Organización del
Tratado del Atlántico Norte, con Estados Unidos a la cabeza, y la
Federación Rusa, en la guerra de Ucrania, y por el genocidio contra el
pueblo palestino en todos los territorios ocupados por el Estado
sionista de Israel, por mencionar los conflictos más candentes del
acontecer internacional.

El interés común por garantizar la sobrevivencia de la humanidad se
manifiesta en la proyección política de un grupo reducido de
estadistas, y en millones de personas que, por razones diversas
coinciden en este punto, aunque mantienen posturas divergentes acerca
de otros procesos políticos. En particular, esta toma de conciencia
sobre la gravedad de la situación actual en los posibles resultados
letales que derivan de los conflictos bélicos en desarrollo se
manifiesta tendencialmente en las posiciones y acciones políticas de
la izquierda anticapitalista (en sus diferentes expresiones), y en
aquellos estados que mantienen una confrontación antagónica con el
campo de potencias imperialistas.

Esto no significa que el entendimiento de las actuales realidades
internacionales se concrete de una manera mecánica, sino, por el
contrario, implica la necesidad urgente de evitar caer en concepciones
erróneas o esquemáticas. Dentro de estas ideas equivocadas destaca
aquella que, en lo referido a los problemas de la guerra y la paz, no
toma en cuenta las condiciones del desarrollo capitalista, en
permanente cambio, y, por ende, afirma la inevitabilidad de la
catástrofe nuclear a partir del argumento esencialmente correcto de
que el capitalismo militarista-delincuencial es, por su propia
naturaleza, generador de guerras imperialistas y neocoloniales. Es
clara la lógica de tal argumento: mientras exista el capitalismo es
imposible establecer la paz, y, por consiguiente, la humanidad, tarde
o temprano, está fatalmente condenada a desaparecer.

El error metodológico de este catastrofismo consiste en analizar el
problema estáticamente, y, por tanto, en considerar el capitalismo al
margen de la historia. Al sistema imperialista, es cierto, le es
inalienable su carácter belicista e intervencionista, que ha llevado a
la pretensión de erigirse en guardián del orden capitalista mundial,
como se demuestra tanto en Ucrania como en Palestina. Como lo señalo
en mi libro Estudiando la contrainsurgencia de Estados Unidos:
Manuales, mentalidades y uso de la antropología, este país pretende
imponer lo que he denominado terrorismo global de Estado, con sus 867
bases militares extraterritoriales en todo el orbe y el control
contrainsurgente de numerosos países en los que se presentan luchas y
movimientos revolucionarios de diverso carácter
(https://vocesenlucha.com/wp-content /uploads/2020/12/GILBERTO-LOPEZ
-Y-RIVAS.-ESTUDIANDO-LA-CON TRAINSURGENCIA-DE-EEUU.pdf).

No obstante, estas agresivas tendencias del imperialismo tienen su
contrapeso; factores que operan para contrarrestarlas, y que, en más
de una ocasión, han forzado al imperialismo a detener su agresión
hasta el grado de coadyuvar a la derrota total de sus fuerzas
militares, siendo Vietnam el caso más paradigmático, en el pasado
siglo, o la indoblegable lucha del pueblo cubano, con sus más de seis
décadas defendiendo su soberanía y su revolución, a pesar del infame
bloqueo impuesto por Estados Unidos. En diferentes regiones de la
geografía mundial, se desarrollan procesos de resistencia que plantean
una alternativa al orden capitalista, distinguiéndose la
extraordinaria lucha del pueblo kurdo en Medio Oriente, y el
movimiento de los mayas zapatistas en el sureste mexicano.

Además, existe una realidad objetiva que obliga al capitalismo
imperialista a readaptarse y aceptar compromisos y acuerdos, pese a su
desagrado manifiesto. Se trata del equilibrio militar estratégico,
configurado a lo largo de décadas y prevalente hoy en el mundo, con la
Federación Rusa y China, con sus respectivos arsenales y avances
tecnológicos. A los ideólogos del capitalismo y los medios de
comunicación a su servicio, les gusta propagar que no existe tal
equilibrio, a fin de justificar sus escaladas militaristas y
beneficiar el pingüe negocio del complejo militar industrial.

El camino para el logro de la paz y la sobrevivencia de la humanidad
consiste en la movilización activa y multifacética de millones de
mujeres y hombres, aquí y ahora.
Manel Fontdevila. Tiempo de silencio.jpg
Miki y Duarte. La manipulación.jpg
Fisgón. Fase avanzada.jpg
Kike. Haití.jpg

Miquel Angel Soria

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Mar 21, 2024, 2:31:36 AM3/21/24
to icv-euia_e...@googlegroups.com
Ja hem passat dels 2.600 Bon dia! Si busco els orígens, me'n vaig al
31 de maig del 2006. I encara queda corda!
Llàstima que altres tasques m'impedeixen fer una "mena" de resum
històric .En tot cas seria curiós: constato que en aquelles dades
utilitzava sempre un acudit del Gara. Fins que van passar a
publicar-los en euskera. No podia estar més temps amb el diccionari a
la mà.
Fins demà.


Todo patas arriba
José María Izquierdo (El ojo izquierdo)

Dudo, si es que se atreven a leer íntegramente este Ojo, de que sean
capaces de dormir esta noche. Problemas los hay, claro que los hay y
lo sabemos todos. A espuertas. Ahora los veremos. Pero quizá sea aún
peor esta sensación tan inquietante que nos causa la incertidumbre que
se abre ante un futuro, el próximo, olvidémonos del lejano, que llega
con un saco de indefiniciones. Nada está escrito, ya se sabe, pero en
otras ocasiones nos han servido de guía la experiencia en unos casos,
los conocimientos de politología, en otros, o incluso esa esquiva
intuición que tantas veces nos ha llevado a equivocarnos, pero qué
carajo, también a acertar en algunas ocasiones. Este 19 de marzo de
2024, nos puede la inseguridad en nuestros propios juicios; dudamos,
vacilamos, titubeamos, y si por la mañana es rosa, por la tarde es
negro. O viceversa. Todos Hamlet, ¿echamos las cartas del tarot o
leemos los posos del café?

Tres elecciones, tres. El 21 de abril, apenas dentro de un mes, las
vascas; con el bacalao al pilpil en la boca, a por las catalanas, el
12 de mayo, esas que han roto el tablero y han mandado alfiles, torres
y peones allá, lejos, a hacer puñetas. Te recuperas del pantumaca, y
el 9 de junio, las europeas, con todos los arúspices del reino
anunciando gran giro a la derecha y fuerte crecimiento para la extrema
derecha xenófoba y retrógrada. Da miedo. Y allá en lontananza, tsunami
tóxico que nos aterra cual Jack Nicholson en El resplandor, la
espeluznante amenaza de Donald Trump, elecciones en Estados Unidos el
5 de noviembre. Y cuando el candidato republicano, esa fiera
prehistórica, estornuda, ustedes, como medio mundo, se constipan. Ya
en el exterior, recordemos cómo nos afectan, y nos ahogan, las guerras
de Gaza y Ucrania. Qué hacer para acabar con ellas, cuánto dinero
vamos a tener que invertir para salvar vidas y haciendas, que la
industria armamentística ya está, de nuevo, sacándonos hasta los
higadillos con el pretexto de esa guerra que nos destruiría. Venga
cañones, venga submarinos, venga drones.

Todo este juego de urnas ha causado, como ustedes saben, que hayan
saltado por los aires las previsiones para aprobar los Presupuestos.
¿Quién iba a negociar con todos los socios de Gobierno, incluidos
Sumar y Podemos, en mitad de una guerra a muerte entre ellos, caso de
PNV y Bildu y, sobre todo, de ERC y Junts, ambos dispuestos a
demostrar que son más exigentes con Madrid que su pretendido rival?
Pero esta lógica política trae consigo una alteración no pequeña de la
economía y de sus efectos en la gobernabilidad, aplazados sine die
proyectos sociales que exigían urgencia. Un roto importante, que en
Cataluña se duplica, agobiados como están, por ejemplo, con temas de
imperiosa resolución como las medidas contra la sequía. Se puede
gobernar, claro, pero mal. Rajoy lo hizo durante tres años y así nos
fue: la paralización de una administración en estado lamentable.

Tómense una tila que ahora vamos a añadir la mugre. ¿Qué me dicen del
caso Koldo? Feo y repugnante asunto que amenaza, además, ante la
bazofia de la oposición y de la prensa de la caverna, extender la
mancha de la sospecha hasta donde se les antoje a esos señoritos,
dueños de la infamia y el alma negra de charol. Ahí están, como
muestra evidente, las acusaciones contra la esposa del presidente,
Begoña Gómez. ¿Quién pone freno a la desvergüenza y el cinismo? Por
eso el PSOE debe sacar papeles del armario y mostrarlos de uno en uno
con una lupa a su lado. También de Globalia y Air Europa. Lo mismo que
debería hacer la presidenta de la Comunidad de Madrid, ese pozo ya
conocido de inmundicia. Y no lo dice el Ojo, siempre malintencionado,
sino los tribunales de esos jueces que adora la derecha y que han
metido en la cárcel a dos vicepresidentes de la increíble parlanchina
Esperanza Aguirre - ¿por qué no te callas, tú que tanto tienes que
ocultar? -, a consejeros y demás adláteres del PP en la región, además
de contar en la relación de cuitas con la dimisión de toda una
presidenta fulera. Topamos con su actual inquilina, Díaz Ayuso, la que
llamó hijo de puta al presidente del Gobierno. Sumemos ahora a la
gestión de las residencias de ancianos, informe demoledor el último
que hemos conocido, esa defensa increíble - ¡qué error, qué inmenso
error! - de la reina del vermú hacia su novio, ese señor que ha
cometido, al menos, y admitidos por él mismo dos graves delitos. ¿Qué
tenía ella que defender que afectaba a la Comunidad? ¿Hablamos de
Madrid, pero también de Quirón? Mentira sobre mentira y sobre mentira,
otra. Y su guardia de corps, MAR el matachín, ¿cómo se atreve a
amenazar a este medio que están leyendo en este momento? Núñez,
mientras, repantigado en el sillón, fumándose un puro, que si él tenía
a su narco en la barca, la peligrosa avispa tiene ahora a su
comisionista en el Maserati. ¡Qué alegres compañías las de estos
chicos del PP!

Habrá luz al final de todos estos túneles, o eso queremos creer, pero
por ahora nos come la oscuridad. El PSOE está tocado con la amnistía y
el caso Koldo, con poco margen económico, además, para grandes
alegrías o cuantiosas promesas electorales. A su izquierda las cosas
no van mucho mejor, que sólo con un ejercicio de firmes creencias en
lo sobrenatural, tipo legionarios de Cristo o Testigos de Jehová,
puede uno afirmar que Sumar -mejor callar sobre Els Comuns- es una
coalición pujante y que los 4 diputados de Podemos son multitud.
Panorama triste, pero es lo que hay. Y todos atisbamos, además, un
cierto desencuentro en el Gobierno entre la fuerza mayoritaria, los
socialistas, y la minoritaria de Yolanda Díaz. Malo. Urge restablecer
la conexión y atarse unidos con fuertes sogas al palo mayor, que
amenaza galerna. Con todo, ya ven cómo son las cosas, es muy posible
que el Gobierno, en general, y los socialistas en particular, salven
los muebles en el País Vasco, sobre todo porque la diferencia con el
PP, salvo sorpresas de última hora, va a ser descomunal. Y siempre y
cuando el efecto Koldo se circunscriba a unos cuantos sinvergüenzas de
relevancia menor. Se repetirá, pues, la entente PNV-PSOE, amigotes
para tomar unos chupitos y unos pintxos.

Más confusa es la situación en Cataluña, sobre todo porque nos falta
saber cómo afectará a los votantes la aprobación de la amnistía y,
sobre todo, qué pasará con uno de sus protagonistas estrella.
Puigdemont siempre consigue estar en el candelabro, por fas o por
nefas. ¿Podrá volver a tiempo, jueces variados mediante, que hay toda
una rondalla de togados oliendo la presa? ¿Y si es así, querrá
hacerlo, vean aquí al mártir? Otra profecía del Ojo, que sólo se
expone a caer aún más bajo de lo que ya está en la consideración de
todos ustedes. Ahí va: el gran líder de Junts no estará y Salvador
Illa, que será el ganador, tendrá que gestionar ese primer puesto con
Esquerra. Y con Junts, claro. Tarea para artistas del alambre. Lo más
interesante será, como en las últimas o penúltimas elecciones, saber
cuántos catalanes votan a los partidos independentistas y si la suma
supera el 50%. Pocas consecuencias prácticas, pero un dato a no
desdeñar. Atención, pues, a esa cifra. Por su parte, en la derecha y
extrema derecha, ahora ya indistinguibles unos y otros, lo que queda
de Ciudadanos, la raspa, y ya medio putrefacta, prestará sus votos al
PP que aún está buscando candidato para inmolarse. La pelea, con Vox.
León joven con hiena vieja disputándose la carroña. Espectáculo sólo
autorizado para aficionados a las peleas de perros.

¿Quieren saber, además, qué pasará en las europeas? Pues quietos
parados, que faltan meses y la bola de cristal, fíjense qué cosas, se
me ha quedado sin luz.

Será que no pago.
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Miquel Angel Soria

unread,
Mar 22, 2024, 2:31:28 AM3/22/24
to icv-euia_e...@googlegroups.com
Demà farà anys de la data en que ens va deixar el poeta guatemaltec
Otto René Castillo (1967).
Després de viure uns anys a l'exili, va tornar a Guatemala l'any 1966
per incorporarse a les FAR (Forces Armades Revolucionaries). Detingut,
va ser torturat salvatgement durant cinc dies abans de ser afusellat i
cremat el seu cos.
L'any 2011, el govern de Guatemala, en un acte públic va demanar perdó
a la família del poeta, lamentant el mal ocasionat a la família, a les
lletres del país i a la societat.
El seu poema més conegut és Vámonos Patria a caminar.

Vámonos patria a caminar, yo te acompaño.
Yo bajaré los abismos que me digas.
Yo beberé tus cálices amargos.
Yo me quedaré ciego para que tengas ojos.
Yo me quedaré sin voz para que tú cantes.
Yo he de morir para que tú no mueras,
para que emerja tu rostro flameando al horizonte
de cada flor que nazca de mis huesos.

Tiene que ser así, indiscutiblemente.
[...]

LIBERTAD

Tenemos
por ti
tantos golpes
acumulados
en la piel,
que ya ni de pie
cabemos en la muerte.

En mi país,
la libertad no es sólo
un delicado viento del alma,
sino también un coraje de piel.
En cada milímetro
de su llanura infinita
está tu nombre escrito:
libertad.
En las manos torturadas.
en los ojos,
abiertos al asombro
del luto.
En la frente,
cuando ella aletea dignidad.
En el pecho,
donde un aguante varón
nos crece en grande.
En la espalda y los pies
que sufren tanto.
En los testículos,
orgullecidos de sí.
Ahí tu nombre,
tu suave y tierno nombre,
cantando en esperanza y coraje.

Hemos sufrido
en tantas partes
los golpes del verdugo
y escrito en tan poca piel
tantas veces su nombre,
que ya no podemos morir,
porque la libertad
no tiene muerte.

Nos pueden
seguir golpeando,
que conste, si pueden.
Tú siempre serás la victoriosa,
libertad.
Y cuando nosotros
disparemos
el último cartucho,
tú serás la primera
que cante en la garganta
de mis compatriotas,
libertad.
Porque
nada hay más bello
sobre la anchura
de la tierra,
que un pueblo libre,
gallardo pie,
sobre un sistema que concluye.

La libertad
entonces,
vigila y sueña
cuando nosotros
entramos a la noche
o llegamos al día,
suavemente enamorados
de su nombre tan bello:
libertad.


Despiértame cuando pasen las europeas
Isaac Rosa

Tú no te acuerdas porque eres muy joven, pero hubo un tiempo en que
las europeas eran unas elecciones de medio pelo, eleccioncitas, como
de no tomárselas nadie muy en serio: ni los partidos, que rellenaban
sus listas con viejas glorias, rostros anónimos y algún elefante
merecedor de un buen retiro; ni los medios, que le daban una cobertura
de baja intensidad y casi desganada; ni los propios votantes, que las
aprovechábamos para ser infieles a nuestro partido de toda la vida,
votar formaciones marginales, usar el voto de castigo sin mucho coste,
o directamente quedarnos en casa, pues solían ser las elecciones con
menos participación.

Eran aprovechadas por nuevos partidos (fueron la lanzadera de Podemos
en 2014), minoritarios beneficiados por el sistema electoral, frikis y
hasta delincuentes para conseguir espacios electorales en televisión y
de vez en cuando algún escaño. Claro que eran importantes, pues
decidían la relación de fuerzas en el parlamento europeo, pero todavía
hoy no nos aclaramos mucho con las capacidades y competencias de las
distintas instituciones comunitarias, así que nos parecían un
inofensivo paripé cuyo único sentido fuese recordarnos cada cinco años
que sí, que la Unión Europea era democrática.

Tampoco te acuerdas por tu envidiable juventud, pero hubo un tiempo en
que unas elecciones gallegas eran solo eso: unas elecciones gallegas.
Los partidos enviaban a sus líderes nacionales para apoyar a sus
candidatos autonómicos, la campaña electoral ocupaba un par de minutos
con el telediario ya muy avanzado, y la noche electoral ni siquiera se
retransmitía en las cadenas nacionales, pues solo interesaban a los
gallegos. Y lo mismo te digo de unas elecciones castellanoleonesas o
madrileñas adelantadas, eran solo eso: elecciones regionales, cosa de
castellanoleoneses y madrileños.

Espera, que hay más: hubo un tiempo en que unas elecciones vascas eran
solo unas elecciones vascas, y hasta unas elecciones catalanas,
agárrate, ¡eran solo unas elecciones catalanas! Importantes,
merecedoras de atención informativa y estrategias políticas
nacionales, pero en ningún caso monopolizaban la vida política,
paralizaban la actividad parlamentaria o impedían la aprobación de
presupuestos generales del Estado.

Henos aquí en este 2024 multielectoral, a la vuelta de un 2023 que ya
tuvo lo suyo. Con el adelanto de las catalanas se nos van a juntar
tres noches electorales en solo siete semanas: vascas en abril,
catalanas en mayo y europeas en junio. Y todas importantísimas, porque
ya no son solo unas elecciones vascas, catalanas o europeas: ahora
todas son nacionales y decisivas. Espera, que te lo pongo peor: nueve
semanas y media desde el día que arranque la campaña electoral en
Euskadi el 5 de abril, hasta el cierre de las urnas en las europeas el
14 de junio.

Nueve semanas y media de campaña electoral continua, de fines de
semana con líderes políticos visitando ciudades, mítines a la hora del
telediario, entrevistas a candidatos, tertulias partidistas y
columnismo brasa (yo mismo, ya me ves). Nueve semanas y media, por lo
visto, de parálisis legislativa, de socios marcando perfil propio y
condicionando cada votación, sobreactuación parlamentaria de la
oposición, leyes aparcadas y presupuestos prorrogados, que a ver si
2025 viene más relajado electoralmente y se pueden aprobar para
entonces. Ánimo.

* * *

IDA Y MAR
Javier Gallego

Ayuso (IDA) ha mentido. Vamos a explicarlo todo, punto por punto, para
desmontar la campaña de intoxicación que ella y su jefe de Gabinete,
Miguel Ángel Rodríguez (MAR), están difundiendo:

MAR (es decir, Ayuso) filtra a la prensa de derechas, subvencionada
con dinero público, un correo entre la Fiscalía y el abogado del novio
de la presidenta en el que hablan de llegar a un acuerdo para evitar
el juicio.

A continuación dice en Twitter, sin aportar prueba alguna, que la
Fiscalía recibió presiones “de arriba” para romper el acuerdo y que la
pareja de la presidenta afrontase las consecuencias penales. Es la
misma Fiscalía del caso Koldo que investiga al PSOE, que no sabemos
cómo consigue influir en unos casos pero en otros no.

Al mismo tiempo, Ayuso sostiene en su comparecencia que hay una
cacería de Sánchez y todos los poderes del Estado contra su novio para
atacarla a ella y ocultar la amnistía.

Pero la Cadena SER revela el primer correo de la conversación filtrada
por MAR (o sea, por Ayuso), un mail en el que el abogado del novio
reconoce a la Fiscalía que “ciertamente se han cometido dos delitos”
contra la Hacienda Pública.

Al día siguiente, la Fiscalía confirma esta información en una nota
oficial elaborada para desmentir las informaciones falsas que MAR (es
decir, Ayuso) ha hecho circular. Es el novio el que reconoce los
delitos y el que ofrece un acuerdo que no está roto.

En ayuda de la presidenta sale el Colegio de Abogados de Madrid que,
curiosamente, anuncia acciones legales contra la Fiscalía por la nota
oficial revelando una conversación confidencial, pero no dice nada de
la filtración de esa misma conversación por parte de MAR (o sea, de
Ayuso). Curiosamente también, el Colegio acaba de nombrar secretario
general a Luis Banciella, abogado general de la Comunidad en los
últimos 5 años. Pero eso es solo una casualidad que no tiene nada que
ver con el caso.

En suma: Miguel Ángel Rodríguez, y por tanto Ayuso, tienen
conocimiento de la conversación en la que el propio investigado
reconoce los delitos, por lo que la presidenta y su jefe de Gabinete
mienten cuando intentan hacernos creer que hay una persecución.

Y mientras intoxican a la opinión pública por un lado, por otro
amenazan al periódico que está publicando la información. MAR envía a
la periodista Esther Palomera, adjunta al director de elDiario.es,
unos mensajes de Whatsapp en los que le dice: “Os vamos a triturar.
Vais a tener que cerrar. Que os den. Idiotas”. Este señor es un cargo
público por el que los contribuyentes le pagamos casi 94.000 euros al
año. Este señor trabaja para Ayuso. Cuando MAR amenaza a una
periodista y a un medio, es IDA la que está amenazando.

Por supuesto, él ni se ha planteado dimitir ni ella se ha planteado
cesarle. Toda la respuesta de Ayuso ha sido: “a ver si no nos podemos
enfadar con gente de confianza”. No existe tal confianza, no hay
amistad alguna entre político y periodista, solo relación profesional,
pero aunque la hubiera, nada justifica que un cargo público amenace a
un medio y a una periodista con destruirlos.

Nada lo justifica, pero es lo que nos hemos acostumbrado a ver en la
política en general, y en Miguel Ángel Rodríguez en particular. Nos
hemos acostumbrado a que los políticos presionen, censuren y fulminen
a medios y periodistas (sé de lo que hablo), incluso a que cierren
periódicos.

Nos hemos acostumbrado a que los políticos ataquen a los periodistas y
comunicadores en redes, como hizo el ministro Óscar Puente con Risto
Mejide, al que llamó “matón”, en lugar de desmontar las inexactitudes
flagrantes de su programa.

Nos hemos acostumbrado a políticos que compran a periodistas y a
periodistas vendidos. Nos hemos acostumbrado a que los gobiernos
controlen los medios públicos y rieguen con subvenciones millonarias
de publicidad institucional a los medios privados para tenerlos a su
servicio.

Y nos hemos acostumbrado al MARTONISMO, a las maneras de matón de
Miguel Ángel Rodríguez (o sea, de Ayuso), que extorsiona y hace listas
de informadores. En la misma conversación con Palomera presume de
haber intercedido para que el PP no la echara de La Razón, como acabó
ocurriendo. Se asume que eso es lo que la derecha hace, echar a
periodistas cuando quiere.

Hemos normalizado la anormalidad democrática de que la política
controle el contrapoder que debe ser el periodismo. Hemos normalizado
que la presidenta de Madrid mienta descaradamente, que ataque a unos
periodistas de un medio de comunicación, que tenga comprados a otros
medios y periodistas que intoxican para defenderla, que todo su
entorno se enriquezca y que ella viva en dos pisos de un defraudador
comprados con dinero de un fraude, y que no dé explicaciones ni dimita
por ello.

Por eso lo hacen. Porque sus votantes no les piden ni las
explicaciones ni la dimisión. Porque les justifican. Porque y tú más y
los otros también roban y mienten. Roban y mienten porque pueden.
Porque una parte de la sociedad les deja. Porque se saben inmunes y se
sienten impunes.

Cuando hoy los periodistas le preguntaron a Ayuso por sus
contradicciones respondió “me pinchas y no sangro”. Esa es la
cuestión. Les pinchan y no sangran. O peor aún: no les pinchan, por
eso no sangran. Y mientras, desangran a la democracia y nos desangran
a nosotros.
Rep. Borges nos visita (5).jpg
Rep. Borges (6).jpg
Vergara. Baño de sangre.jpg
Manel Fontdevila. Regreso a los orígenes.jpg

Miquel Angel Soria

unread,
Mar 25, 2024, 2:31:29 AM3/25/24
to icv-euia_e...@googlegroups.com
Quan ara fa 10 anys de la seva mort, el diari El País titulava: 
"Armando López Salinas, escritor y penúltimo profesional de la revolución".
Va ser un dels principals autors de la novel·la social espanyola (no podem deixar sense llegir La Mina) i un militant comunista (al PCE fins que l'eurocomunisme el va empènyer al PCPE).
No puc evitar acudir al seu amic Antonio Ferres que a les Memorias de un hombre perdido recorda: 

"Armando López Salinas y yo salimos emocionados, cuesta de Moyano abajo, hacia las calles de Madrid. Eran las seis de la tarde, cuando terminaba nuestra jornada en el Laboratorio Central. Llevábamos en todos los bolsillos, y en nuestras carteras de mano, puñados de octavillas que teníamos que distribuir. Se pedía a la población que tomase conciencia y se preparara para una jornada de huelga general.
[...]
Ninguno todavía estaba dentro del Partido. Pero sabíamos que era la única organización en la que podíamos confiar."
Als cinc anys de la seva mort algú profanava la seva tomba i se'n duia les seves cendres.

Nosaltres no les necessitem per seguir-lo recordant. 


Gaza no necesita la ayuda humanitaria de EEUU
Isaac Rosa

La anécdota es conocida: a principios de los años cuarenta estaba prohibido el derecho de manifestación en España, pero el régimen franquista “permitía” concentraciones con pancartas de “¡Gibraltar, español!” frente a la embajada británica en Madrid. En una ocasión la protesta se puso caliente, y el ministro de Interior franquista llamó al embajador. Le preguntó si quería que le enviase más policías, a lo que el diplomático contestó: “No, mejor envíeme menos manifestantes”.

Me acordaba de la anécdota al ver la preocupación creciente de las autoridades norteamericanas por la situación de la población de Gaza, y sus intentos de enviar ayuda humanitaria en paracaídas o en barco, construyendo incluso un muelle.

Es conmovedor escuchar al Secretario de Estado Blinken decir este mismo martes que “nos enfrentamos a una situación humanitaria horrible” y que “es absolutamente prioritario proteger a los civiles y proveer de asistencia humanitaria a aquellos que la necesitan desesperadamente”. O al portavoz de su departamento reconociendo que los informes de la ONU son “alarmantes y desgarradores”, y que “hay niños que se mueren de hambre, desnutridos porque no pueden recibir ayuda humanitaria”. E incluso al presidente Biden, en el reciente discurso sobre el estado de la Unión, hablar de “situación angustiosa” y pedir a Israel que proteja a los civiles y permita la entrada de ayuda.

Al oírlos, al ver caer unos pocos paracaídas con comida, y al conocer el plan (lento y poco operativo) para construir un muelle donde desembarcar ayuda, los gazatíes podrían decir como aquel embajador del primer párrafo: “no nos envíen más ayuda humanitaria; mejor no nos tiren más bombas”. Porque el mismo Estados Unidos que pone cara compungida ante el sufrimiento de los palestinos, es el que hace solo un mes vetó en el Consejo de Seguridad de la ONU una resolución para pedir un alto el fuego. Y el mismo Estados Unidos que con una mano suelta migajas de ayuda humanitaria, con la otra mano sigue entregando a Israel las mismas bombas que han dejado ya más de treinta mil muertos, en una versión perversa del viejo dilema de “cañones o mantequilla”: cañones, muchos cañones, para los atacantes israelíes; y mantequilla, muy poquita mantequilla, para los atacados palestinos.

Si Estados Unidos quiere acabar con el sufrimiento de los palestinos, no hace falta que envíe ni un saco de harina: basta con que deje de mandar munición, misiles y todo tipo de armas a Israel. Basta con que amenace a Netanyahu con no renovar o replantear los términos del memorándum de ayuda por el que entrega decenas de miles de millones de dólares a Israel, principal receptor mundial de la ayuda estadounidense. Ayuda que en su práctica totalidad es armamentística, sobre todo de última tecnología, incluidos los aviones de guerra más avanzados. Ayuda militar que sigue llegando hoy, con más de cien operaciones de venta de material sin notificar al Congreso desde el comienzo del ataque.

Y lo mismo se podría decir de nuestra Unión Europea, tan preocupada también por los hambrientos palestinos. Está muy bien que Borrell endurezca el discurso europeo y acuse a Israel de “usar el hambre como arma de guerra”, pero una vez más los palestinos podrían decirle: “no nos envíen su ayuda humanitaria; mejor dejen de comprar productos israelíes”. Decenas de organizaciones sociales han pedido a la UE que suspendan los acuerdos con Israel, pues incluyen cláusulas de respeto a los derechos humanos y al derecho internacional.

Europa no tiene tanta capacidad de influencia como Estados Unidos, vale, pero alguna capacidad tenemos: la Unión es el mayor socio comercial de Israel, le compramos más de una cuarta parte de sus mercancías exportadas, y le damos facilidades para que sus productos entren en nuestros países. Además le subvencionamos la investigación militar, que tiene guasa en un momento así.

Incluso España, siendo nuestro gobierno de los más críticos de Europa con los crímenes israelíes, también puede hacer un poco más que dejar de autorizar nuevas ventas de armas, mientras permite que sigan las exportaciones de material militar aprobadas antes del 7 de octubre.

Hechos, no palabras, es lo que necesitan los palestinos. Y lo necesitan incluso más que la ayuda humanitaria.

                                                              * * *

"Nadie puede decir que está sorprendido"
El editorial de Víctor Hugo Morales a 100 días de la asunción de Javier Milei


El periodista y conductor de La mañana, Víctor Hugo Morales, hizo un duro editorial a 100 días de la asunción de Javier Milei a la presidencia y definió su gestión como “rápida y furiosa”. Aseguró que “nadie puede decir que está sorprendido” por las actitudes del presidente, ya que son las mismas que durante la campaña, y explicó que en tres meses ya “ahogó” a los trabajadores y “mató” a los jubilados.

El editorial de Víctor Hugo Morales

No se enojen con la movilera (por un video de una periodista que, entrevistando a dos jubiladas que no llegan a fin de mes, les preguntó si siguen trabajando o no). Piensen lo que hay detrás. Sus patrones. Se repartieron 923 mil millones de pesos en uno de sus negocios, Telecom. Hace poquito.

El precio del arroz es empujado por los capos de Clarín, por los patrones de la joven moviera. También ellos plantan arroz. Hay que estar atentos a eso.

No saben que de ratos la mandan contra Milei porque no les dio todo el Arsat. Y no se da cuenta porque a veces sale con la orden de defender a Milei, que es defender al sistema.

Entonces, vuelven locos a los periodistas. Dicen que se viralizó el destrato a las jubiladas que pasaron por allí. Que las mandó a trabajar. Y una le dijo 'pero, nena, tengo 83 años'.

Una anécdota de la calle, una expresión más del poder ante el que todos se inclinan. Hay que besar de la mano de Héctor, que no me deja mentir.

La movilera no es la responsable, hace lo que puede en un mundo tan competitivo. Cuanto mejor haga eso, más crecerá dentro de ese canal.

Pero su máximo jefe está sentado con todos los capangas del país en una foto histórica diciendo que hay que acompañar el programa de Milei. Eso es grave. Milei que cumple 100 días hoy.

Y uno saca cuentas y dice, tres meses y un poco más. Pasaron 100 días y se dio tiempo para ahogar a los trabajadores, para matar antes a los jubilados.

Paseó su jopo por el Muro de los Lamentos y por El Coliseo, donde se conoció con el perro Conan disfrazado de león y se pusieron de acuerdo con el pulgar arriba del emperador.

No se enojen con la moviliera. No es ella la que puso a Milei en el Gobierno. Fueron muchos de los que ahora se asombran con de su voto, se arrepienten y se maldicen. Y piensan que se equivocaron ellos. Y seguirán sin entender que fueron empujados a las fosas del Coliseo.

Los patrones de la moviliera son los que te llevan a cosas como esas. Tan descabelladas como votar a Miliei.

100 días atrás era lo mismo, nadie puede decir que está sorprendido de lo que hace Milei, ese hombre radio y furioso, como el de la película. Rápido y furioso para arruinar la vida de millones, de los que caen en la pobreza y no tienen ni para remedio.

A ese hombre que espera su fatídico DNU con todo el poder real de resguardo, porque el hombre de los 100 días es apenas una anécdota.
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Miquel Angel Soria

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Mar 26, 2024, 2:31:29 AM3/26/24
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EL ENEMIGO PÚBLICO / 2

A principios del 98, el periodista Samuel Blixen hizo una comparación elocuente. El botín de cincuenta atracos, realizados por las bandas de delincuentes más espectaculares del Uruguay, sumaba cinco millones de dólares. El botín de dos atracos, cometidos sin fusiles por un banco y un financista, sumaba setenta millones.
                                                                          Eduardo Galeano, Patas arriba


El Poder Judicial y la reversión política en América Latina
Marcos Roitman Rosenmann (La Jornada)


Gramsci no es sólo patrimonio de la izquierda, tampoco lo es el pensamiento marxiano. La derecha teórica es consciente de la capacidad explicativa y comprensiva de los descubrimientos realizados por el pensamiento crítico, lo suficiente para anclar en ellos sus proyectos de dominación. Sabedores de su importancia, abrevan en sus fuentes. De esta manera, se apropian de ideas fuerzas, reinventan los mecanismos de control social y profundizan en su propuesta política.

Un ejemplo, lo encontramos en el documento señero elaborado a comienzos de los años 80 del siglo pasado, y cuya redacción tuvo diferentes versiones. Su objetivo, cambiar la política exterior de Estados Unidos hacia América Latina e imponer las reformas neoliberales. La nueva derecha y el neoconservadurismo inauguraban su agenda doctrinaria. En sus páginas se reniega de la política de derechos humanos practicada por James Carter, así como de los efectos perversos de la distensión y el desarme. Bajo el nombre Una nueva política interamericana para la década de 1980, fue conocido como Documento de Santa Fe, el destinatario no era otro que el Consejo para la Seguridad Interamericana. Sus responsables formaban parte de los tanques de pensamiento que llevaron a Ronald Reagan a la Casa Blanca. Entre sus frases más destacadas encontramos: “La guerra, no la paz, es la norma que rige en los asuntos internacionales […] las mentes de la humanidad son un objetivo de guerra. Debe prevalecer la ideo-política […] Estados Unidos debe proveer la voluntad y la filosofía que están detrás de la política, si es que las Américas van a sobrevivir y prosperar”.

Dejando a un lado la retórica anticomunista, inauguró la propuesta del capitalismo antiestatal y globalista. Impuso su itinerario bajo la doctrina de guerras de baja intensidad, incorporando la lucha antiterrorista y el narcotráfico como parte de la reversión de procesos revolucionarios. La invasión a Granada, 1983, junto a la articulación de la contra en Nicaragua, 1984, y el recrudecimiento del bloqueo hacia Cuba, conllevó una nueva versión de los golpes de Estado y las formas de influir en la región.

Se perfilaba una nueva era de dominación imperialista. Dos de sus recomendaciones, la condena de la doctrina Roldós y el rechazo de los tratados Torrijos-Carter, se plasmaron en la muerte de ambos mandatarios en accidentes de aviación. El segundo documento de la saga, Santa Fe II, formó parte de la estrategia diseñada para los años 90. Su primera conclusión no debe extrañar: Los políticos estadunidenses deben enviar el siguiente mensaje claro y firme: el buen vecino ha regresado y vino para quedarse.

Más allá de la bravuconería, lo destacable se encuentra en el concepto de hegemonía, sociedad civil y el papel desempeñado por la cultura en la dominación política. Considerado por sus redactores, un innovador del pensamiento marxista, se apoyan en Gramsci para sus objetivos: “De acuerdo con Gramsci, la mayoría de los hombres tiene los valores de la sociedad, pero no son conscientes del porqué mantienen esos puntos de vista o de cómo los adquirieron […]. Se desprende de este análisis que es posible controlar el régimen […] dominando la cultura de la nación”. La tarea para garantizar el control político, conlleva crear hegemonía y desarrollar una propuesta cultural donde las estructuras institucionales mantengan el orden y la administren justicia.

En su redacción, una propuesta innovadora, diferenciar entre gobiernos temporales, electos e inestables y los gobiernos permanentes, asentados en las estructuras institucionales que no cambian con el resultado de las elecciones: la institución militar, la judicial y la civil. Establecida esta distinción, para no tener sobresaltos, Estados Unidos “no debe preocuparse sólo de los procesos formales democráticos [elecciones], sino que deben establecer programas […] en las instituciones permanentes, en las instituciones militares y la cultura política”, a fin de revertir procesos electores. Con el paso del tiempo, podemos ver sus resultados. Jueces y fiscales constituyen la contraparte para frenar reformas, inhabilitar políticos, impugnar leyes o desconocer la legitimidad del Poder Ejecutivo. En otras palabras, la guerra judicial cobró todo el protagonismo. Tras la guerra fría, forjar los gobiernos permanentes es el eje sobre el cual se levanta el edificio del cibercapitalismo. En lo que va del siglo XXI, han logrado construir una cultura de la cancelación penetrando hasta el tuétano en los procesos de toma de decisiones. Los gobiernos permanentes hacen irrelevantes o al menos restan importancia a los gobiernos nacidos de las urnas.

Ha sido un trabajo lento, cuyos frutos se cosechan en la actualidad. La división de poderes se elimina, otorgándole una función deliberativa al Poder Judicial, único poder no electo, capaz de revertir procesos. Son los golpes de Estado de guante blanco. Hoy, los gobiernos permanentes funcionan y son eficientes. Conscientes del papel que desempeñan, se deja poco al azar. No nos llamemos a engaño, influir y controlar las instituciones es más rentable y se obtienen mejores resultados.

                                                            * * *

La opción de la democracia ‘atenuada’
Javier Pérez Royo

Gabriel Magalhäes publicaba este lunes un artículo en La Vanguardia con el título “La extrema derecha puede adueñarse de Portugal”, en el que sostiene la tesis de que la opción por una democracia “mitigada” o “atenuada” no es en absoluto descartable, si la derecha no es capaz de enfrentarse “por convicción” a la extrema derecha de forma similar a como lo hizo el Partido Socialista al Partido Comunista en el momento de inicial puesta en marcha de la democracia.

La amenaza que supone la extrema derecha, argumenta Magalhäes, es muy superior a la que supuso el Partido Comunista, que era cuña de otra madera en la tradición política lusa. No tenía un pasado con el que conectar. La extrema derecha, por el contrario, tiene un pasado autoritario en el que reconocerse y en el que expresamente se reconoce en este momento, en la medida en que propone como programa de futuro dejar en herencia un Portugal similar al que recibieron de sus antecesores. André Ventura se homologa en esta reivindicación implícita de Salazar con Abascal, que también ha reivindicado, aunque de manera expresa, el Gobierno de Franco como superior al de Pedro Sánchez.

Portugal y España fueron los dos últimos países de Europa Occidental que se constituyeron democráticamente. No participaron del proceso histórico en el que se constituyó propiamente la democracia en la parte occidental del continente europeo, que fueron los decenios posteriores a la Segunda Guerra Mundial. En los años en los que se está asentando la democracia en los demás países europeos occidentales, con la excepción de Grecia, Portugal y España mantienen sistemas dictatoriales. Mucho más brutal en el caso español que en el portugués y con una “ruptura” con el mismo en el segundo, mientras que con una “transición a la Monarquía” en el primero.

La incorporación a las Comunidades Europeas en 1986 y la participación activa en la construcción de la Unión Europea a partir del Tratado de Maastricht ha posibilitado una experiencia democrática prolongada. Pero no ha hecho desaparecer de manera radical la tradición autoritaria antidemocrática de los decenios anteriores. En España, mucho menos que en Portugal.

De ahí que el riesgo de devaluación del sistema democrático sea superior en la Península Ibérica que en los demás países europeos occidentales. De la misma manera que lo está siendo en Grecia, que es el otro país de Europa Occidental que también se constituyó democráticamente en los años setenta del siglo pasado, y en algunos países de Europa Oriental, que lo hicieron todavía más tarde.

A pesar de que la experiencia democrática haya sido muy diversa en los países que constituyen la Unión Europea, ha sido la impronta de los países signatarios del Tratado de Roma en 1956 la dominante hasta el momento en el conjunto de la Unión. La Unión Europea ha sido el club de democracias constitucionales más exigente que se ha conocido nunca. Pero incluso en dicho club se está empezando a hacer visible una cierta recesión democrática.

La opción entre una democracia a secas y una democracia “mitigada”, “atenuada”, “devaluada” o “iliberal” es lo que va a estar en juego en las elecciones europeas del 9 de junio. Hasta la fecha la Unión Europea ha sido una garantía de la democracia a secas en todos los países constitutivos de la misma. ¿Lo continuará siendo?




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Miquel Angel Soria

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Mar 27, 2024, 2:30:37 AM3/27/24
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Angola, després de la seva independència, afavorida per la Revolució
dels Clavells a Portugal -l'any 1975-, no acaba les seves lluites
internes fins el triomf, el 27 de març de 1976, del MPLA (Moviment per
a l'Alliberament d'Angola).
Aprofito aquesta data per recordar la figura d'Agostinho Neto, primer
president d'aquesta nova república. I em deixo emportar per aquestes
paraules de José Agustín Goytisolo i Xosé Lois García: "El metge, el
lluitador clandestí, l'empresonat, el guerriller, el dirigent del MPLA
i el president d'Angola, deixen pas al bon escriptor i amic que fou en
vida Agostinho Neto".

SALUTACIÓ

A tu, negre qualsevol
germà meu de sang
Jo et saludo!

Aquest missatge
sigui l'anella que em lligui al teu patiment
indisolublement
i t'atregui al meu ideal

Que em faci sentir
el dolor i l'alegria
de ser el negre-qualsevol perdut al bosc
amb por del món enfosquidor i terrible
i ens aliï ara en la seva cerca

i m'obligui a seure'm al teu costat
a la taula bruta dels excessos del dissabte per la nit
per oblidar la nuesa i la fam dels teus fills
i sentir amb tu la vergonya
de no tenir pa per a donar-los
per a que junts anem a cavar la terra
i fer-la produir

i em transformi en l'home-número-abstracte
que no coneix els objectius
de la tasca que ens consumeix
com el bastard menyspreat de cert món
en aquesta matinada del nostre dia

em faci en fi
el negre-qualsevol dels carrers
i de les barriades
sentint com tu la mandra
de donar el pas endevant
per ajudar-nos a véncer
la inèrcia dels braços musculossos

Aquesta és l'hora d'anar-nos junts
valerosament
cap el món de tots
els homes

Rep aquest missatge
como a salutació fraternal
al negre-qualsevol dels carrers i barris del matoll
sang de la mateixa sang
valor humà en l'amalgama de la vida
¡germà meu
al que saludo!


¡Por fin el Senado sirve para algo!
Isaac Rosa

Tú no te acuerdas porque eres muy joven, pero hubo un tiempo en que el
Senado no era noticia. No sabíamos casi nada de lo que allí sucedía.
Por no saber, la mayoría no sabíamos ni dónde estaba. En Madrid, sí,
pero quién podía señalarlo en un mapa. Lo llamábamos “la Cámara Alta”,
haciendo nuestra la frase hecha que usaba la prensa las rarísimas
veces en que se refería a él. Es más, las pocas veces en que algún
político o periodista hablaba del Senado era para pedir su reforma o
incluso cuestionar su existencia.

Tú no te acuerdas porque etcétera, pero cada cierto tiempo se reabría
el debate (debatito más bien, no quitaba el sueño a nadie) de qué
hacer con el Senado. “Hay que convertirlo en una auténtica cámara de
representación territorial”, decían todos. De vez en cuando montaban
allí una conferencia de presidentes autonómicos, que daba su minuto de
gloria al Senado. Y para de contar. Fíjate si pasaba desapercibido,
que llevaban doce años usando las lenguas cooficiales, con su
plantilla de traductores e intérpretes a sueldo de todos, y nadie
había puesto el grito en el cielo. Bastó que se propusiera lo mismo en
el Congreso y ya se iba a romper España otra vez.

Sí, el Senado estaba en la Constitución, y sobre el papel era tan
importante como el Congreso. Elegíamos a los senadores en las mismas
elecciones generales (esa papeleta sepia que casi nadie leía ni
marcaba). Y a sus señorías correspondía revisar, enmendar y aprobar o
rechazar las leyes que salían del Congreso. Lo que pasa es que cuando
volvían al Congreso, este las arreglaba de nuevo y las aprobaba como
si tal cosa, de modo que no acabábamos de entender aquel trámite de
ida y vuelta. Asumíamos que el cotarro auténtico era el del Congreso,
y que la “Cámara Alta” era un Congreso B, un congresillo, un quiero y
no puedo parlamentario. Que los partidos lo usaran para premiar,
recolocar o retirar a sus ex, no ayudaba mucho a su prestigio, la
verdad. Si lo hubieran convertido en sala de conciertos, no habríamos
salido muchos a manifestarnos por su continuidad. Soy injusto, lo sé,
no se me enfaden los senadores y los constitucionalistas de bien.

A lo que iba: después de tantos años sin noticias del Senado, o sin
saber qué hacer con él, mira tú por dónde que le hemos encontrado una
utilidad. Bueno, se la ha encontrado la derecha política y mediática:
convertir el Senado en otro Congreso. O mejor aún: el auténtico
Congreso, el legítimo, el que vale.

El Senado sirve ahora para frenar leyes del Congreso. No modificarlas
o devolverlas, sino frenarlas, retrasarlas todo lo que se pueda,
hacerlas inviables. Para eso se puede modificar el reglamento del
Senado de forma que entorpezca la tramitación de alguna ley (esa que
estás pensando, sí), usar a los letrados contra una norma salida del
Congreso, exigir a la “Cámara Baja” que retire una ley, o directamente
plantear un “conflicto entre órganos constitucionales” (que suena
potente, Godzilla vs. Kong) que acabe en el Constitucional, ganando
así unos meses más.

Pero espera, que ahora el Senado sirve también para montar comisiones
de investigación que investiguen lo que no investigan las inútiles
comisiones del Congreso. Hasta se puede investigar a la mujer del
presidente, aunque no haya caso, y llamarla a declarar. También sirve
para reprobar ministros que se hayan escapado sin reprobar del
Congreso, dónde te piensas tú que ibas, listillo. De pronto, hasta las
sesiones de control en el Senado reciben atención informativa e
incluso son retransmitidas en directo. Imagino a los pobres
periodistas buscando el Senado por los alrededores de Plaza de España
sin tener claro por dónde se entra.

Como sigan sumando utilidades, cualquier día el Senado acaba sirviendo
para, qué sé yo, elegir un presidente del Gobierno. Con la misma
legitimidad que uno elegido por el Congreso. Qué digo la misma: con
más legitimidad, que para eso es la “Cámara Alta” que como su nombre
indica está por encima de la “Cámara Baja”. ¿Se entiende bien, o te lo
explico en plan Barrio Sésamo, “alta-baja, arriba-abajo”?

Habrá quien diga que esta nueva vida del Senado, tanta hiperactividad
de sus señorías senadores, tiene algo que ver con que la derecha tenga
allí mayoría absoluta, mientras en el Congreso no se come un colín.
Puede ser, no digo que no, pero no seamos malpensados y alegrémonos de
que nuestro Senado tenga por fin uso. Venga.

* * *

Troglocracia
Por Atilio A. Boron


Numerosos registros históricos hablan de pueblos primitivos que por
milenios vivieron en cavernas. Cuando los humanos descubrieron la
posibilidad de controlar la gestación de algunas plantas e inventaron
la agricultura -y a causa de ello la necesidad de vivir en ciudades-
hubo quienes rechazaron con vehemencia ese cambio. Quienes se
atrincheraron en sus cavernas y se apartaron del curso de la naciente
civilización fueron llamados “trogloditas”. Para la mitología griega
éstos eran gentes bárbaras y crueles, “una raza apenas humana, peluda
como bestias, que se comunicaban solo por medio de gritos y vivían en
cuevas". Más de dos mil años después, en sus Cartas persas,
Montesquieu corrige esa caracterización y en su lugar nos habla de “un
pueblo poco numeroso llamado Troglodita” que no se ajustaba a las
descripciones corrientes entre los historiadores y las mitologías de
Grecia y Egipto. Aun así anota que los trogloditas “eran tan malvados
y feroces que no existía para ellos ningún principio de equidad ni de
justicia”. Lo que lo caracterizaba, dice Montesquieu, era su
exacerbado individualismo: “Se decidieron vivir conforme a su
naturaleza salvaje… y que cada uno velaría por sus intereses sin tener
en cuenta los de los demás”. Hay un pasaje que merece ser reproducido
íntegramente porque revela el espíritu del liberalismo dieciochesco y
su adoración por la magia de los mercados, de penosa actualidad en la
Argentina de hoy: “¿Por qué tengo que matarme en trabajar por gente
que no me importa nada? Pensaré sólo en mí y viviré feliz. Satisfaré
mis necesidades y, si es así, me importa poco que los otros
trogloditas vivan en la miseria”. El remate de esta historia, según
nuestro autor, es que “los trogloditas perecieron por su propia maldad
y fueron víctimas de sus propias injusticias”.

No es preciso esforzar en demasía la imaginación para constatar el
notable paralelo que existe entre aquella sombría protohistoria de la
humanidad y la naturaleza del actual gobierno argentino que desafía
las categorías convencionales de la ciencia política y requiere un
nuevo concepto para definirlo: “troglocracia”, el gobierno bárbaro de
los cavernarios que se manifiesta en su crueldad, su rabioso y
militante rechazo a la justicia social y la equidad y en el
híper-individualismo que pregona, indiferente ante el holocausto
social sin precedentes causado por las políticas del gobierno de
Javier Milei. En un nuevo y tenebroso capítulo de la “acumulación por
desposesión” de David Harvey, el “anarcocapitalista” despoja sonriente
de sus magros ingresos a las clases y capas más pobres e indefensas de
la población licuando sus salarios o pensiones jubilatorias y
propiciando una vertiginosa escalada de los precios de bienes y
servicios que hunden a la mayoría de la población en la pobreza. Esa
cultura de los trogloditas también se revela cuando Milei dice que el
Estado es una máquina de robar y que prefiere a la mafia en lugar de
aquél. Es más, afirma desafiante que Al Capone “es uno de mis grandes
héroes”, porque se atrevió a transar una mercancía (el alcohol) que el
Estado había prohibido. Este incomparable exabrupto constituye un
novedoso aporte del “libertario” al feroz ataque mundial en contra de
las democracias. Conviene recordar que sin Estado no hay democracia
sino la ley de la selva y la dictadura de los mercados, respaldada por
las pistolas y los fusiles de los émulos locales de Capone. Recordemos
que el Presidente ha dicho en varias ocasiones que no cree en la
democracia, lo que está lejos de ser una nimiedad.

Esta deplorable involución política que hoy abruma a la Argentina
cuenta con la cínica complicidad y el estruendoso silencio de los
políticos y los “medios de confusión” de la derecha, esa que se
rasgaba las vestiduras y clamaba al cielo ante el menor gesto de
Cristina Fernández que pudiera ser interpretado como un ataque a la
institucionalidad republicana. Crueles trogloditas que por una
circunstancial carambola electoral tomaron el gobierno por asalto para
destruir al Estado y las conquistas sociales logradas durante un siglo
de grandes luchas populares y que hoy se regocijan cuando suprimen
derechos, expolian a los pobres y enriquecen a los ricos. Rústicos
personajes que odian a la Nación (o cualquier cosa que remita a lo
nacional), porque para su plena conformación aquélla requiere la
construcción de un Estado, y éste es el enemigo irreconciliable de
esta oscura secta de trogloditas esotéricos que creen en la magia de
la “mano invisible” del mercado mientras imploran la protección de las
“fuerzas del cielo”, se inspiran en el ejército de los Macabeos y su
alucinado profeta se regodea con el título de “Embajador Internacional
de la Luz” que le otorgarán los nazi-sionistas de Miami y se
arrodilla, con repugnante indignidad, para lamer el trasero de Joe
Biden, Donald Trump y el asesino serial Benjamin Netanyahu. Mientras
tanto, empinados en el aparato estatal los secuaces del tuitero, a
cual más mediocre o inepto, se esfuerzan por destruir a las
universidades públicas y al Conicet; desinformar a la población y
acabar con Télam y la radio y la televisión públicas; cerrar al Incaa,
hacer del Gaumont un maxikiosco y barrer con toda lo que tenga que ver
con la cultura, las artes y las letras; liquidar toda agencia estatal
prestadora de servicios sociales o atender a la salud pública;
desfinanciar al PAMI, privar de medicamentos a los enfermos y licuar
los ingresos de los adultos mayores. Como sus ancestros
protohistóricos, a este vergonzoso elenco gobernante le importa bien
poco que los demás vivan en la miseria y hace un culto a la violencia
en todas sus formas: simbólica, verbal y física, sembrando vientos que
más pronto que tarde desatarán violentas tempestades.

Para resumir: estamos en presencia de una inédita forma de gobierno
que las categorías tradicionales de la ciencia política, inspiradas en
la Grecia clásica, el Renacimiento y la Ilustración, jamás habían
logrado concebir: la “troglocracia”, o gobierno de los trogloditas.
Pese a sus temerarias extravagancias, que suscitan inquietud en los
dueños de las grandes fortunas, este régimen político malsano es
subrepticia y transitoriamente apañado por la clase dominante para que
consume la destrucción de derechos sociales largamente acariciada por
aquélla, luego de lo cual verá cómo deshacerse de tan impresentables
personeros. Por eso creo que estamos en las vísperas de grandes
novedades porque, como lo recordaba Montesquieu, “los trogloditas
perecieron por su propia maldad y fueron víctimas de sus propias
injusticias”. No otro será el destino de la “troglocracia” argentina.
Ella también será víctima de su maldad y de su ataque a la justicia
social, mucho antes de lo que se imagina.
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Miquel Angel Soria

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Mar 28, 2024, 2:31:06 AM3/28/24
to icv-euia_e...@googlegroups.com
"Los amigos testimoniaron que, una vez entregado el féretro a los suyos, una sombra leve, convulsa y estremecida, se arrojó sobre los despojos tristes, ebria del dolor más grande, estrechándolos en sus amorosos brazos, en una proximidad que tanto se les había negado. Era Josefina, la estoica Verónica, su querida muchacha; Josefina, que debió musitar entre sollozos, suplicando se le concediese la gracia profunda:
                                                      ¡Que hagan un hoyo en mi pecho
                                                      y que te entierren en él!
Ella, la criatura sufrida, fundida en un solo sentimiento, honda y maternal, que tanto alentó su cuerpo trágico y destruido, su presencia en ruinas, y que a través de las rejas sintió la acrimonia de una despedida desoladora.
Reposa Miguel Hernández en el mismo sitio de su origen: Alicante."
                                            Elvio Romero, Miguel Hernández, destino y poesía, Losada, 1958



Hablamos poco de Ayuso
Isaac Rosa

Qué pereza, otro artículo sobre Isabel Díaz Ayuso. Imagino que has visto su nombre en el título y directamente te lo has saltado, empachado de que Ayuso esté mañana, tarde y noche en informativos, portadas, columnas y tertulias. ¿Qué ha hecho esta vez la presidenta madrileña? ¿Qué barbaridad o qué chorrada ha dicho ahora? ¿Qué ha dicho Ayuso en Chile? Ninguna semana sin su escándalo, escandalito o escandalazo por lo que ha hecho o dicho Ayuso, su gobierno, su partido, su jefe de gabinete macarra, su hermano comisionista o su novio defraudador fiscal. Ninguna semana sin Ayuso dando la nota, recibiendo toda la atención, obligando a sus adversarios a hablar de ella. “La última de Ayuso” es ya un género en sí mismo, da igual cuando leas esto: Ayuso hablando de la amnistía, Ayuso hablando del 8 de marzo, Ayuso sobre Gaza, Ayuso y ___________ (escribe ahí la última, que siempre hay una última).

Si además no eres madrileño, la “fatiga ayusista” se vuelve ya pereza infinita y fastidio máximo: ¿es que no pasa nada en el resto de España? Llueve en Madrid y es noticia, nieva en Madrid y parece que es la primera vez que nieva en todo el país, habla la presidenta madrileña y la llevamos a portada. Te entiendo, yo estoy hasta las narices de Ayuso. Y aquí me tienes, escribiendo otra vez de ella. ¿Sabes por qué? Porque, por contradictorio que parezca, pienso que hablamos poco de Ayuso. Muy poco en realidad. O será que hablamos mucho, demasiado, y ese exceso nos impide ver ya nada tras tanto foco, escuchar nada entre tanto ruido, atender a lo importante entre tanta calderilla de polémicas ayusistas.

Estos días, por ejemplo, Ayuso ha copado (otra vez) la conversación mediática, política y supongo que también de calle. A cuenta de su novio comisionista, el pisazo de su novio comisionista, el pisazo doble de su novio comisionista, el pisazo doble de su novio comisionista acusado de delito fiscal, el pisazo doble de su novio comisionista acusado de delito fiscal y en el que vive la presidenta, el pisazo doble de su novio comisionista acusado de delito fiscal y en el que vive la presidenta cuyo jefe de gabinete amenaza a periodistas y difunde bulos… Esa ha sido la secuencia, la bola de nieve que no ha dejado de crecer y que seguirá rodando, porque lo escandaloso del tema lo justifica.

Y mientras hablamos de su novio, su dúplex de lujo, el fraude fiscal o las macarradas de Miguel Ángel Rodríguez, apenas nos hemos fijado en otra “ayusada” de estos días, tanto o más escandalosa que aquella, y mucho más grave en términos humanos: el informe de la Comisión Ciudadana por la Verdad en las Residencias de Madrid. Dan hasta ganas de pensar si no será la propia Ayuso quien filtra los chanchullos de su novio en la misma semana en que se publica el informe sobre las muertes en residencias. No soy tan conspiranoico, es solo que la acumulación y superposición de “últimas de Ayuso” consigue que unas tapen a otras.

Igual ni te has enterado, porque estás tan harto de la presidenta madrileña que ya lees por encima o directamente pasas la página. Pero ahí está el demoledor informe elaborado por una Comisión Ciudadana presidida por alguien del prestigio e independencia de José Antonio Martín Pallín. Si te gusta la literatura de terror, ya tienes lectura para esta Semana Santa. Es realmente terrorífico el relato de los hechos.

En solo dos meses, marzo y abril de 2020, más de 9.000 mayores que vivían en residencias madrileñas murieron. Uno de cada cinco del total de residentes. La inmensa mayoría, 7.291, sin ser trasladados a un hospital porque el gobierno de Ayuso lo impidió con los llamados “protocolos de la vergüenza”. Lo que demuestra la Comisión es que la mayoría podía haberse salvado, pues el 65% de los derivados a hospitales sobrevivieron. No “se morían igual”, como dijo Ayuso en la Asamblea. Como tampoco se morían igual los que tenían seguro privado y sí eran trasladados en ambulancia a hospitales privados, aunque no cumpliesen los requisitos de los protocolos.

El informe detalla el abandono de las residencias, a las que se prometió una medicalización que nunca llegó; el desborde y desesperación de los trabajadores (que hoy siguen en la misma precariedad); la angustia de los familiares, sin información y a veces ni contacto con sus mayores; y lo peor: el atroz sufrimiento de los fallecidos, que en muchos casos agonizaron con dolor, asfixiados, deshidratados, “agarrados a las barandillas de las camas intentando respirar”, sin oxígeno, sin medicación, encerrados en sus habitaciones, solos, sin despedirse de sus familias, que se enteraban por una llamada, recibían informes sin causas de muerte, veían perdidos o confundidos sus objetos personales, y siguen esperando una explicación, que alguien asuma responsabilidades y que se haga justicia.

Ya digo: hablamos poco de Ayuso. Muy poco.

                                                             * * *

La Dama y el Vagabundo. ¡Vaya par!

José María Izquierdo (El ojo izquierdo)

Por la calle de Alcalá sonríe descarada la Dama, que luce guapamente su falda almidoná. A su lado va y viene el Vagabundo, parpusa de medio lado, lanzando dentelladas a quien osa acercarse a su dueña y señora, dicen unos, su alumna sumisa, dicen otros, y chillando con voz aguda a éste le meto en la cárcel y a este otro lo trituro. Por encima de ambos, en su nube de moderación, de eso presume, el gran jefe de la manada llegado de Galicia, que con sonrisa beatífica azuza a sus huestes. Dale, dale, no te quedes corto, Miguel Ángel. Desde tu teléfono privado, no faltaría más. En derredor, zascandileando como moscas glotonas, varios consejeros delegados de tóxicos panfletos digitales esperando la lluvia de euros: “Eche, padrone, eche, no se lo gaste en leche”, “eche, padrino, eche, no se lo gaste en vino” corean las criaturas al Vagabundo, que de ese maná depende su futuro. Incluso su presente.

Convendría hacer algunas precisiones en el caso de Isabel Díaz Ayuso. Fue el 13 de marzo cuando la presidenta de la Comunidad de Madrid, en sede oficial y rodeada de banderas patrias -¡cómo les gustan los lábaros y los gallardetes a estos patriotas de hojalata! – salió desaforada la susodicha en defensa de su novio, acusó a funcionarios públicos de acoso salvaje y nos informó a todos los ciudadanos de que no había ningún delito, que no existían tramas ni sociedades pantallas y que era Hacienda quien debía a su pobre Alberto la friolera de 600.000 euros. Entró la presidenta de hoz y coz con mentira sobre mentira, como ya se ha demostrado fehacientemente, porque el delito, como ustedes ya saben, ha sido reconocido por el propio interesado, Alberto González Amador. ¡Qué abogada defensora tan ridícula, lanza en ristre a favor de un señor que ya ha admitido por escrito el fraude! Pero es que, además, hay pruebas bastante consistentes de que él y su pareja, porque ella vive en ese piso, o quizá en esos dos pisos, arriba y abajo, han trampeado con los permisos municipales tras sacudir varias collejas a los funcionarios que se atrevieron a exigir los papeles necesarios, como hacen con usted o conmigo. Ya saben: ustedes no saben con quién están hablando.

Hay más. Cuando su fiel escudero o el manipulador de la marioneta, ustedes elijan, amenaza y difunde bulos groseros y gravísimos, puras invenciones disparatadas contra periodistas, como los asaltos a viviendas particulares, el acoso a menores o las capuchas, bazofia digna de un aplicado alumno de Trump, la susodicha presidenta no dice basta a las bárbaras maniobras de su jefe de gabinete, hasta aquí hemos llegado, sino que aumenta el envite, sube la apuesta y felicita al portavoz grosero por los métodos gansteriles. Por todo esto, por las mentiras y las amenazas, si no ordenadas por ella, de seguro consentidas, como ella misma ha declarado, es por lo que los demócratas exigimos la asunción de responsabilidades. Porque no nos olvidemos de lo mollar en este accidentado camino: hablamos de la presidenta de la Comunidad de Madrid que como tal se plantó frente a los micrófonos. Claro que puede hacer lo que le venga en gana con su señor novio, un particular, pero no nos dejemos engañar: no se ataca a la reina del vermú por “dormir en la cama que considero”, como nos dijo, que también los defraudadores tienen su corazoncito. No, no, es porque ha mentido de manera burda y deliberada, veremos qué ordenanzas municipales se ha saltado por la cara, y es cómplice y partícipe de amenazas gravísimas a medios de comunicación y a periodistas. Toda una presidenta de una comunidad autónoma. Y al fondo de esta sórdida historia de comisionistas y empresas fantasmagóricas, asoman las relaciones de Alberto González con el grupo Quirón, cientos de millones adjudicados por la Comunidad que preside Ayuso. Seguiremos informando, que dicen los clásicos.

Imposible, por supuesto, que alguien asuma responsabilidades y haga lo que tendría que hacer, porque su jefe no moverá un dedo y ha bendecido a uno y a otra, aterrorizado ante la amenaza cierta de que le echen a los leones como a su antecesor, el pimpollo Pablo Casado, tierno bambi que no sabía con quién se jugaba los cuartos, o simplemente porque piensa que ésta es la batalla correcta, el bombardeo de estiércol continuo en la lucha desenfrenada y brutal contra los socialistas, como demuestra de manera ostentórea la elección como portavoces de los briosos Miguel Tellado, Rafael Hernando y Cayetana Álvarez de Toledo, torrentera de canallescos mandobles. Feijóo dirige hoy un PP sin rumbo ni futuro, con políticas absolutamente desdibujadas que ningún aliciente ofrecen a los ciudadanos. Carece de propuestas económicas o de política exterior. Y hacia el interior, sólo gasta una colección de exabruptos que no conducen a nada positivo, un lodazal donde apenas pueden hozar los jabalíes. El filibusterismo de la utilización del Consejo del poder Judicial o el Senado, otras muestras más de su iniquidad y su impotencia.

Dice la interfecta, por cierto, que nadie va a darle a ella lecciones de libertad de prensa. Sí, bonita, sí, que diría su insigne alter ego, hay que darle lecciones de todo. De libertad, por ejemplo, que sus conocimientos sobre cualquier materia de cierta altura intelectual caben en un vaso para chupitos. Por lo de los bares y las terrazas, ya sabe. Y de prensa usted lo ignora todo, indocumentada esférica, porque sólo se ha echado al coleto esas cosas que nos trae aquí mi amigo el Catavenenos. Bazofia. ¿Pedir la dimisión de la presidenta, exigen ustedes? Hace muchos años que un director del que aprendí mucho de periodismo, pero poco de política, siempre decía a sus editorialistas que jamás pidieran la dimisión de ningún cargo público si no estaban seguros de que ya había dimitido o pensaba hacerlo esa misma mañana. Hagan ustedes, señores del PP, lo que consideren oportuno. Pero sepan que su paloma, a la que tanto quieren, o temen, lleva una buena carga de plomo en las alas. Y así se vuela muy malamente.

No es la única personalidad peculiar en estos momentos de peligros pantanosos en los que nos movemos. Por allá arriba llega Carles Puigdemont, un señor que al igual que los balones de rugby, nunca sabes tras el rebote para dónde va a tirar. Ahora dice que volverá si los catalanes le aclaman y le hacen su presidente. Entonces llegará en su carro de fuego para acabar la labor que un día, allá en octubre de 2017, proclamó y al minuto siguiente canceló, que no es otra que la independencia de Cataluña de la poco querida España. Bueno. Es muy dueño de pretender objetivos grandiosos en su hacer político. Por qué no. Ocurre que antes de nada, tendrían que darle los números. Por lo pronto, el Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat (CEO), el llamado CIS catalán, ha ofrecido un verdadero galimatías de imposible solución en su último barómetro del 21 de marzo. Recuerden que la mayoría absoluta en el Parlament catalán está en 68 diputados. Pues bien. El PSC obtendría entre 35 y 42 escaños (ahora tienen 33); ERC, 26-32, (ahora con 33), y el tercero, Junts, entre 24-29 de los 32 actuales. Hay a continuación un triple empate entre el PP, 9-13, Catalunya en Comú, 8-13 y Vox 9-13. Ciudadanos, tras romper con el PP, desaparecerá y la CUP -una posible muleta para el independentismo- se quedaría entre 7 y 10. Cojan la calculadora y hagan ustedes sus propias combinaciones.

El verdadero parteaguas sería que los nacionalistas obtuvieran la mayoría absoluta, ahora mismo lejos de las previsiones. Y aun así ya veríamos cómo engarzar a Junqueras con Puigdemont, hoy enfrentados a cara de perro. Pero vaya usted a saber. Entonces, ¿quién podría gobernar si ninguno logra esa meta, como parece lo más probable? En Madrid y en el Ayuntamiento de Barcelona, por ejemplo, Esquerra ha apoyado a los socialistas. La suma, probablemente, les sirva. Porque lean el tarot para saber por dónde van a salir los Comúns, que ésa es otra, máxime con Sumar con las tripas abiertas de par en par. Claro que el Ojo tiene opinión, faltaría más: preferiría que los catalanes eligieran un partido que ofrezca la posibilidad de unir fuerzas para gobernar, sequía, transportes, sanidad, educación, vivienda, y no de romperlas. Un, dos, tres, al escondite inglés. ¿Illa, Aragonés, Puigdemont? El 12 de mayo abran los ojos. Noche o día, avance o retroceso.

Ya, ya sabemos que antes están las vascas. Y que el Gobierno tiene lo que tiene y que la galerna trae olas gigantescas. Pero poco a poco, no se me amontonen.

No se olviden. Josep Borrell, alto representante para la Política Exterior de la Unión Europea: “Se han matado más niños en Gaza que en todo el mundo en los últimos cuatro años”. O “Israel utiliza el hambre como arma de guerra”.

Adenda. “¡Qué escándalo, qué escándalo, he descubierto que aquí se juega!”, clamaba el capitán Renault para cerrar el Rick’s café mientras el crupier le soltaba un fajo de billetes: “Sus ganancias, señor”. O sea, que en la Federación de Fútbol de Luis Rubiales había chanchullos económicos. Que a lo mejor en la insólita ocurrencia de tener que irse a Arabia Saudí a jugar la Supercopa entre equipos españoles había alguna que otra chapucilla no demasiado clara. Qué sorpresa, ¿verdad? Quién iba a pensar algo así de un negocio tan transparente y corto de millones dirigido por reconocidos caballeros…
Miki y Duarte. Pelis de Semana Santa. Espartaco.jpg
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Miquel Angel Soria

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Mar 29, 2024, 2:31:56 AM3/29/24
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Un dia com avui, l'any 1962, naixia Santiago Feliú. La Nova Trova
cubana es mantenia i es reforçava.

Sa vida, sempre envoltada de l'art musical, va donar fruits en els
seus primers anys de vida, en els que a sa porta tocaven grans
trovadors com Silvio Rodríguez i Noel Nicola. Aviat pren la guitarra
en una alineació dreta per a sa nova modaliat esquerrana, que
combinada amb la teoria i l'afinació del músic Tomatito hi donaria
peu als peculiars sons de les autèntiques i innovadores melodies de
Santi.

Contava Santiago Feliú de sa afició pel cine, a temprana edat anava al
cine Pionero on pasava hores veient film darrere film; moltes vegades
això es devia a problemes dins de la seva llar i ho prenia com a
manera d'escapament, que acabà en un total fanatisme. Mai va poder
explicar-se el perquè de la seva esquerrania, això li va ocórrer als
seus 6 anys sense cap causa aparent. Fou aprenent dels amics músics de
son germà Vicente, encara que formalment fou alumne de Silvio
Rodríguez.


Futuro inmediato:
https://www.youtube.com/watch?v=zqiUK8in3uk&list=OLAK5uy_n9NSgjVANJ2pPmJ4BUaLWphIi6i_DQDLI


La concordia y el lenguaje de los vencedores
Isaac Rosa

Para leer el siguiente párrafo, ponte de fondo la sintonía del NODO
(los más jóvenes preguntad a vuestros mayores qué era eso), y léelo en
voz alta, imitando el tono característico del locutor de aquel
noticiero franquista. ¿Preparado? Venga, dale:

Capítulo destacado de nuestra Semana Santa es la presentación de la
nueva Ley Autonómica de Concordia de Castilla y León, que busca
“honrar y proteger la historia de España desde 1931 hasta 1978, un
período que ha sido testigo de profundas transformaciones que han
marcado el devenir y la identidad de España”. Los portavoces de PP y
Vox han coincidido en reivindicar “la historia común, entendida como
elemento integrador para la reconciliación, combatiendo cualquier
intento de quienes tratan de utilizarla para dividir a los españoles”.
La nueva ley, aseguran, elimina “visiones sesgadas” e “imposiciones
ideológicas”, por lo que incluye el período de la II República para
“dar el mismo tratamiento a todas las víctimas políticas del período
comprendido entre 1931 y 1978” y “no hacer una valoración de uno u
otro bando, sino un relato por igual”.

Qué risa, ¿verdad? No, ninguna. Aragón, Comunitat Valenciana, Castilla
y León… En cada una de las autonomías donde gobiernan PP y Vox se va
cumpliendo la agenda neofranquista: derogar las normas sobre memoria
democrática (a veces aprobadas en su día por el propio PP, como es el
caso de Castilla y León), eliminar las ayudas a asociaciones y los
recursos para exhumaciones, y aprobar nuevas leyes llamadas “de
concordia”. Y lo mismo en los ayuntamientos, incluso sin necesidad de
Vox, como sucede en mi Sevilla, donde el gobierno municipal del PP ha
paralizado las políticas de memoria. ¿Se entiende bien todo o hago un
dibujo? Frente a la memoria democrática que “divide a los españoles”,
la “concordia” que nos reconcilia. Una idea, la de concordia, que no
es un invento de Vox sino del propio PP, que ya con Casado la intentó
colar.

Para quitarme el repugnante sabor de boca de estas noticias, leo a uno
de los autores que más y mejor ha hecho por la memoria antifascista en
este país: Alfons Cervera. Su última novela, El boxeador, insiste en
contar y recontar ese pasado que algunos tratan de falsificar, porque,
repite Cervera, “la guerra no la perdimos todos. Eso es una infamia”.
Y dice más: “sus descendientes la siguen ganando”. Pero me quedo con
algo que afirma uno de los narradores de su magnífica novela:
“Seguimos utilizando el lenguaje de los vencedores”.

Lo pienso al leer las nuevas leyes de “concordia” que traen la derecha
y la ultraderecha: lenguaje de los vencedores, sin ninguna duda. El
franquismo empezó la guerra hablando de “cruzada”, luego la sustituyó
por “victoria”, hasta que llegado cierto momento empezó a hablar de
“paz”. El siguiente escalón en esa progresión discursiva está clara:
concordia. Todas fueron víctimas por igual, lo mismo las de la
república que las de la guerra o la dictadura. Ya está bien de
“memoria democrática”, necesitamos concordia.
Cruzada-victoria-paz-concordia.

Me acuerdo también del “lenguaje de los vencedores” de la guerra y de
“sus descendientes que la siguen ganando” estos días, con la semana
santa, en la que sigue habiendo simbología franquista resistente a
leyes de memoria democrática. Prueba de cómo el Franquismo utilizó la
fiesta religiosa más popular para imponerse en los barrios. Esas
hermandades “populares” que, a poco que uno rasca, descubre que fueron
fundadas en 1939 o en la primera posguerra, o que en sus nombres
homenajean a gobernantes franquistas (Queipo de Llano y señora en
Sevilla, San Gonzalo y Santa Genoveva); esos Jesús de la Victoria y
Virgen de la Paz que ya pocos recuerdan de qué victoria y de qué paz
tomaron sus nombres; esos emblemas franquistas que se siguen colando
en las procesiones… Supongo que es también la concordia.

Sí, seguimos hablando el lenguaje de los vencedores, que todavía suena a NODO.

* * *

El espejo
Javier Pérez Andújar

Lo dijo Rubén Darío, el votante está triste... ¿qué tendrá el votante?
Porque elecciones, este año, las va a haber a porrillo, y al votante
lo que le pone es votar. No importa a quién, pero que le dejen
hacerlo. Antiguamente, la gente votaba a los suyos. Esto viene de
cuando nadie tenía nada, ni siquiera libertad ni, mucho menos,
democracia, y entonces, en el sitio más apartado del bar, entre las
papeletas de la rifa y la barra de poner el pie, alguien murmuraba:
cuando vuelvan los míos...

Hay más golondrinas que nuestros, y así parece que los de uno nunca
hayan vuelto. La gente cantaba: los que se van ya volverán, pero nadie
se lo creía. Después, comprendimos que votar es como una película de
Amenábar, pues siempre se acaba votando a los otros. Bien, a
conciencia, o bien porque uno cree que son los suyos y resultan ser
los otros. Ya lo dijo Sartre: los otros son los demás. En francés,
significa que estamos rodeados de infierno por todas partes, menos por
una, que nos une a nosotros. Camus lo veía de manera contraria y
consideraba que el infierno es uno mismo.

En España, el votante ha sido muy fotografiado. Si había elecciones en
verano, salía en el periódico con la toalla y las gafas de buzo en la
frente y su papeleta en ristre delante de una urna. Y si eran en
invierno, iba a votar con abrigo de borreguillo. Ahora se habla más de
votos que de votantes, sucede así porque se ha deshumanizado la
política. Lo que una vez fueron reportajes con colas de personas, cada
una arreglada a su manera, hoy son programas especiales con
estadísticas, porcentajes, recuentos y declaraciones de los líderes.
Es decir, que los protagonistas de las elecciones son los tribunos, y
no la plebe.

Esto se ve mucho en las noches electorales. Ya no sale ni un votante,
ni una votante, diciendo que están muy contentos, igual que en las
conexiones callejeras del día del Gordo de Navidad. En los programas
especiales y en los informativos de una jornada electoral, nada más
que se ven políticos y politólogos, que son el equivalente a los
filólogos del lenguaje político. ¿Es que hablan los políticos una
lengua muerta, como el latín o el griego de Pericles? En cierto modo,
no; pues, a diferencia del latín, los políticos no acostumbran a
declinar (en sus errores). Y en cierto modo, sí; porque, al igual que
el griego de Pericles, los políticos siempre acaban periclitados.

Hoy día, un político se retira y monta un bar como antes lo hacía la
gente con la indemnización del despido. Los fans de Gabinete Caligari
nunca estaremos en contra de los bares. Ya lo dijo el grupo, qué
lugares. Pero estaba escrito, ver Juego de Tronos arrasa la
imaginación. Nada hay más sobrevalorado que las teleseries de
política. Cualquiera que ponga un rato la adaptación americana de
House of Cards se dará cuenta de que es una versión de Los Roper.
También tiene algo de Iznogud, el Visir, pero esto resulta inevitable,
pues querer ser califa en lugar del califa es consustancial a todo
tipo de poder. La diferencia entre Los Roper y House of Cards es que
los primeros tenían muy claro que eran los Roper. Hoy somos lo mismo,
y vivimos como si fuéramos otra cosa. Soñamos con cambiar el mundo, y
acabamos montando un bar.

Inherente a España, como sus costumbres, su gastronomía, es el votante
que no vota. Acaso Estados Unidos sea una de las democracias con mayor
abstencionismo, pero allí son no votantes tal cual. Incluso, si van a
las urnas, son no votantes que votan. Antes son capaces de pegarle un
tiro a alguien que de votar. Igual que los españoles hemos dado al
mundo el católico no practicante, nos hemos regalado a nosotros mismos
el izquierdista no votante. Un izquierdista español siempre estará a
la izquierda de todos los partidos de izquierda. Es nuestro viejo
¡dejadme solo! de las trifulcas.

El español tiene fama de individualista, pero se trata de un prejuicio
que viene desde los tiempos de la romanización. En la antigua Roma,
eran muy de mogollón y cosas grandes, con las bacanales, los
acueductos y el Derecho romano y todo eso, y al llegar a la península
no les cabía en la cabeza que no nos habláramos los unos con los
otros. Esto se ve en la Geografía de Estrabón, que era griego como
toda la Roma ilustrada, y también se ve en Astérix en Hispania, que es
francés como todo español ilustrado. Bueno, ahora ya no hay
afrancesados entre nosotros. La gente es de Baron Noir, pero no de
Charlie Hebdo.

Los españoles somos solitarios, no individualistas. Nuestro carácter
solitario queda plasmado en los monjes de Zurbarán; en El caballero de
la mano en el pecho, del Greco; en la princesa de Éboli encerrada en
su palacio de Pastrana, donde solo le estaba permitido asomarse al
balcón una hora al día; en Larra, en su habitación, disparándose
delante del espejo, o en el último atracador mítico que tuvimos,
llamado, por supuesto, el Solitario. Por eso ha arraigado tanto el
grito de ¡dejadme solo!

Nada más secreto y solitario que el voto. Cada vez que introducimos la
papeleta en la urna, hay un encierro, que se refleja en la cabina con
cortina y papeletas, hay una desesperación, un arrojo, un dejadme
solo, que también está en el toreo, aunque muchos consideremos que los
toros son maltrato animal. Se parecen demasiado los gestos de votar a
los de entrar a matar. Aun así, una cosa son los toros y otra el Ruedo
Ibérico, que es nuestro laberinto de Minos sin hilo que nos saque.
Hace mucho tiempo que nos cortaron el hilo de la historia.

Cuanto menos vota, más de los suyos, más de izquierdas se siente el
votante de izquierdas. De este modo, hemos dado lugar a que resulte
más fácil ser de izquierdas que votar. El votante de derechas no vive
ese conflicto, porque, en España, la derecha sigue siendo muy católica
y le da lo mismo pecar, pues cree en el perdón de los pecados. Nada le
fastidia más a un votante de izquierdas que alguien que deteste vote a
su partido. Es como cuando un extraño le toca el nido a los pájaros.
Lo aborrecen.

Para justificar el abstencionismo de la izquierda, se recurre al
eufemismo de llamarlo autocrítica, de considerarla muy exigente con
sus partidos. Pero la izquierda no se abstiene por ser crítica, es por
narcisismo. Porque prefiere mirarse al espejo antes de pegarse el
tiro, en vez de ir a votar. Nuestro espejo es nuestra opinión y, como
en todo espejo, lo que vemos es el inverso de lo que somos. Al igual
que en la Alicia de Carroll, la izquierda cuando no vota se queda al
otro lado del espejo. En la vida real, la única manera de ser de
izquierdas es votando a la izquierda.
Vergara. Putin lo tiene claro.jpg
Manel Fontdevila. Alto el fuego.jpg
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Miquel Angel Soria

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Apr 1, 2024, 1:31:35 AM4/1/24
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PUNTOS DE VISTA/7

En alguna pared de San Francisco, una mano escribió: "Si el voto cambiara algo, sería ilegal".
En alguna pared de Río de Janeiro, otra mano escribió: "Si los hombres parieran, el aborto sería legal".
En la selva, ¿llaman ley dela ciudad a la costumbre de devorar al más débil?
Desde el punto de vista de un pueblo enfermo, ¿Qué significa la moneda sana?
La venta de armas es una buena noticia para la economía. ¿Es también una buena noticia para sus difuntos? 


¡La izquierda ha muerto! ¡Viva la izquierda!
Por Emir Sader (Página/12)


Un análisis que no puede captar dónde está la izquierda y dónde está la derecha no está en condiciones de comprender a Brasil.

Después de todo, cuál es la línea divisoria, para entender dónde están la izquierda y la derecha. ¿Cuál es el criterio para definir los dos campos?

El período histórico actual está marcado por la adopción, por parte del capitalismo, del modelo neoliberal. La derecha ha asumido su modelo actual, es una fuerza neoliberal, que centra su acción contra el Estado, por la desregulación económica, por el libre comercio. Ser de derecha hoy significa abrazar el neoliberalismo.

En este sentido, ¿dónde está la derecha, dónde está la izquierda? Una horca, un gobierno de derecha, es una horca y un gobierno neoliberal. Una fuerza y un gobierno de izquierda, a su vez, son una fuerza y un gobierno antineoliberales.

Absurdo de quienes practican demagogia en los medios, cuestionando incluso si el actual gobierno brasileño es de izquierda. O, si la izquierda hubiera muerto, el gobierno de Lula y el PT ya no serían de izquierda.

Si ese fuera el caso, no podrían distinguir entre los gobiernos del PT y los gobiernos del PSDB y, ahora, los gobiernos de extrema derecha de Bolsonaro. Perdieron la capacidad de diferenciar derecha e izquierda.

Los gobiernos neoliberales se caracterizan por la privatización generalizada de empresas. Se oponen directamente al Estado, definiéndolo incluso como su enemigo central. Promueven Tratados de Libre Comercio con Estados Unidos.

Para quienes han perdido la perspectiva, los gobiernos y las fuerzas antineoliberales priorizan las políticas sociales, promueven el fortalecimiento del Estado y los procesos de integración, tanto regional como Sur-Sur.

En resumen, el enfrentamiento entre neoliberalismo y antineoliberalismo caracteriza nuestro período político. Hay detalles, aspectos parciales, pero nada cambia este enfrentamiento central.

El gobierno de Lula es un gobierno antineoliberal. Con la dificultad de que fue elegido sin mayoría en el Congreso y heredando un presidente del Banco Central neoliberal, designado por Bolsonaro.

Esto diferencia el tercer mandato de Lula de los demás. Las alianzas son fundamentales para poder convivir con un Congreso donde no hay mayoría. Tiene que vivir, al menos durante la mitad de su mandato, con tasas de interés extremadamente altas.

Pero nopor eso hay que caracterizar erróneamente su mandato, frontalmente antineoliberal y de izquierda. Quien pierde esta perspectiva pierde la capacidad de comprender el Brasil contemporáneo.

Ni siquiera la derecha piensa que la izquierda esté muerta. Al contrario. Acusan a la izquierda de haberse apropiado de Brasil y querer siempre más.

Entonces, ¿de dónde salen los artículos en Internet que dicen que “la izquierda está muerta”? El tema que no me interesa, porque no me ayuda ni a entender el Brasil de hoy, ni a entender a la propia izquierda.

¿Quién preside hoy Brasil, con las alianzas imprescindibles por no tener mayoría? ¿Dónde está la izquierda? ¿Está a la derecha?

                                                            * * *
¡A la guerra!
Beñat Zaldua (La Jornada)

Kaja Kallas, primera ministra de Estonia, 21 de marzo: Para evitar la tercera guerra mundial, Rusia debe perder. Margarita Robles, ministra española de Defensa, 17 de marzo: La amenaza de guerra es absoluta y la sociedad no es del todo consciente. Rob Bauer, presidente del Comité Militar de la OTAN, 18 de enero: No podemos dar la paz por sentada. Boris Pistorius, ministro alemán de Defensa, 19 de enero: En un periodo de cinco a ocho años, Rusia podría atacar Europa. Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, 21 de marzo, tan original como siempre: Si queremos la paz, debemos prepararnos para la guerra.

Este es el bombardeo diario al que mandatarios europeos de todos los colores políticos vienen sometiendo a sus ciudadanos durante los últimos meses. Si la escalada bélica continúa y Europa Occidental acaba entrando en la guerra de Ucrania, no será porque no estemos avisados y porque no hayan preparado el terreno, tanto con palabras como con hechos. El informe del Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz, publicado el 11 de marzo, señala que los países europeos han duplicado la compra de armas en el último lustro, en beneficio, claro está, de Estados Unidos. Según la dependencia europea respecto al suministro armamentístico de Washington, ha pasado del 35 al 55 por ciento.

Detrás del despertar bélico europeo, que viene de lejos pero se ha acelerado las últimas semanas, está la posibilidad real de que Donald Trump regrese a la Casa Blanca y se desentienda de la guerra de Ucrania, dejando a Kiev a merced de Rusia y de lo que decidan los europeos.

En ningún lugar estaba escrito que la retirada del belicismo estadunidense debiera sustituirse con el renacer de un militarismo europeo que nunca aportó al continente episodios de los que enorgullecerse. Era, de hecho, una oportunidad de oro para apostar por la diplomacia, la distensión y la negociación, pero el partido de la guerra se ha impuesto sin apenas tener que dar la batalla.

Lo hace por varias razones, entre las cuales la económica no es la menor. La industria armamentística, conectada directamente a los presupuestos públicos, suele ser un importante revulsivo para economías tocadas como la europea, muchos de cuyos países juegan con la recesión. Rusia es un ejemplo presente y evidente. Pese a las dificultades y a las sanciones, crece en términos macroeconómicos gracias a la venta de hidrocarburos y al esfuerzo de guerra que está realizando toda su industria.

Debemos pasar de la fabricación a la producción en masa de armamentos, ha dicho el canciller alemán, Olaf Scholz. No le ha ido a la zaga su par francés, Emmanuel Macron, que insiste en que la industria de defensa debe pasar al modo de economía de guerra. París y Berlín ven en la industria militar una palanca para tratar de hacer reaccionar sus estancadas economías.

Pero si la economía, siguiendo a viejos sabios, trata en realidad de la asignación de los recursos necesarios para sostener la vida presente y futura, no parece lo más inteligente dejarla en manos de la industria de la muerte.

Con todo, ¿una economía en apuros explica ella sola la apuesta por una escalada militar que podría dejar en mucho peor lugar al continente? A diferencia del genocidio de Gaza, donde cada país tiene su posición, el consenso europeo en torno a Ucrania y la necesidad de responder bélicamente a la supuesta amenaza que se cierne sobre Europa es casi absoluto. Este consenso invita a pensar en los rasgos con que Irving Janis describió hace medio siglo el pensamiento grupal. En especial, los peligros de que una élite más o menos encapsulada y endogámica acabe perdiendo contacto con la realidad y tomando decisiones erróneas fácilmente evitables.

Hungría es el único país que se sale del guion, y ha sido seriamente amenazada por ello. Viktor Orbán no merece ni un gramo de empatía, pero en este caso sólo está tomando una decisión soberana en materia de política exterior, algo legítimo, porque por mucho que moleste a la presidenta de la Comisión Europea y aspirante a emperatriz, Ursula von der Leyen, la política exterior sigue siendo competencia de cada Estado. La virulencia mafiosa contra Budapest es, de hecho, un síntoma de ese pensamiento grupal que castiga cualquier discrepancia dentro del grupo.

Otros síntomas de este mal, cuyo caso paradigmático Irving encontró en la camarilla de Kennedy que decidió emprender la desastrosa invasión de Bahía de Cochinos, son la ilusión de unanimidad –el grupo subraya sus puntos en común y todos esconden posibles desavenencias– y la ilusión de invulnerabilidad: la seguridad de ser un grupo fuerte destinado a salirse con la suya frente a oponentes que son vistos como débiles y estúpidos, algo que lleva a ignorar las consecuencias de que la operación emprendida no salga como se espera. Si todo nos va a salir bien porque somos tan guapos, para qué preocuparnos de lo que ocurra si sale mal.

Nos dicen los dirigentes europeos que no somos conscientes del peligro que acecha, pero la pregunta debe correr en la dirección contraria. ¿Son conscientes ellos?
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Miquel Angel Soria

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Apr 2, 2024, 1:30:34 AM4/2/24
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Ángela Figuera Aymerich, Bilbao 30/10/1902- Madrid, 2/04/1984.
Avui recordem una dona, poeta, de la que poques antologies de La Generació del 27 recullen el  seu nom. Serà La antología de la poesía social del año 1981, de Leopoldo de Luis, on apareix per primer cop, i al seu costat -entre 29- només hi ha tres dones mes: Gloria Fuertes, María Beneyto i María Elvira Lacaci. 

Agú escriu: “En el cas de l'Ángela Figuera Aymerich, estan clars els motius que provocaren que en la seva pròpia època no ocupés mai un paper protagonista: era dona, pertanyia al bàndol derrotat en la Guerra Civil i la seva poesia, lluny de camuflar aquesta condició o d'adaptar-la al gust de la retòrica triomfant, incidia en ella i la utilitzava como a base des de la que llançar una mirada àcida, rabiosa i escèptica a la societat que se desenvolupava als  seus voltants”.

NO QUIERO

No quiero
que los besos se paguen
ni la sangre se venda
ni se compre la brisa
ni se alquile el aliento.
No quiero
que el trigo se queme y el pan se escatime.

No quiero
que haya frío en las casas,
que haya miedo en las calles,
que haya rabia en los ojos.

No quiero
que en los labios se encierren mentiras,
que en las arcas se encierren millones,
que en la cárcel se encierre a los buenos.

No quiero
que el labriego trabaje sin agua
que el marino navegue sin brújula,
que en la fábrica no haya azucenas,
que en la mina no vean la aurora,
que en la escuela no ría el maestro.

No quiero
que las madres no tengan perfumes,
que las mozas no tengan amores,
que los padres no tengan tabaco,
que a los niños les pongan los Reyes
camisetas de punto y cuadernos.

No quiero
que la tierra se parta en porciones,
que en el mar se establezcan dominios,
que en el aire se agiten banderas
que en los trajes se pongan señales.

No quiero
que mi hijo desfile,
que los hijos de madre desfilen
con fusil y con muerte en el hombro;
que jamás se disparen fusiles
que jamás se fabriquen fusiles.

No quiero
que me manden Fulano y Mengano,
que me fisgue el vecino de enfrente,
que me pongan carteles y sellos
que decreten lo que es poesía.

No quiero amar en secreto,
llorar en secreto
cantar en secreto.

No quiero
que me tapen la boca
cuando digo NO QUIERO…



Valor de la democracia
León Bendesky (La Jornada)


Ningún régimen político puede ser perfecto. No existe la solución ideal para el problema de la organización social; todas son de carácter subóptimo. El asunto se asienta en la naturaleza misma de la sociedad. La cuestión, en este contexto, es si se debe defender el caso de la democracia. Como toda empresa humana, la democracia es conflictiva, avanza y retrocede; se tuerce y se endereza. Es siempre una obra en construcción, con demoliciones posibles. Genera energía social y altos grados de entropía. Ahí donde existe la democracia debe preservarse, afinando de modo permanente su funcionamiento, puesto que la experiencia de cada sociedad, de cada nación y Estado es diferente, cambiante y flexible. También es proclive al secuestro, ostensible en muchas partes. El asunto a considerar es el que corresponde a dicha flexibilidad y las repercusiones de su fragilidad. Los límites de los arreglos posibles son muy diversos, pero, en todo caso, puede pensarse esta cuestión a partir de un arrimo a la noción matemática del límite como la aproximación a un punto concreto de una función. Dicha función está definida en última instancia por la estructura del poder.

En este sentido, debe atenderse el asunto de la competencia y el liderazgo políticos, del espacio de participación efectiva de la ciudadanía; primeramente, a la hora de manifestar su voluntad mediante el voto y, luego, teniendo la capacidad efectiva de cambiar de voluntad expresando sus demandas y quejas mediante un conjunto de acciones posibles cuyo ejercicio deben amparar las leyes, los derechos, las libertades y las oportunidades; unas sin las otras hacen a todas inválidas. La democracia dirigida, manipulada, reprimida, disfuncional o hecha a modo es una impostura, aunque se siga denominando de la misma manera.

Una cuestión que está permanentemente sobre la mesa es si la democracia tiene valor. Esta formulación tiene, ciertamente, un carácter retórico, pero puede afinarse si se expresa dando un paso de frente y cuestionando: ¿cómo se aumenta el valor de la democracia? Al parecer, estamos en una época en la que tal pregunta se ha vuelto especialmente controvertida, pero esencialmente relevante. Es verdad que todo régimen político es cuestionable desde el momento mismo en que se plantea su definición, se establece su estructura y, sobre todo, en cuanto se ejerce el poder.

Si la democracia es valiosa en sí misma, ¿cómo se hace para aumentar su valor para los sujetos que la viven, es decir, los ciudadanos? Esto entraña la diferencia esencial entre quienes ejercen el poder político y económico y sobre quienes se impone dicho poder. Es ese espacio el que está siempre en disputa. Y el caso es que no se resuelve únicamente por el mecanismo del voto, las elecciones recurrentes, las consultas, los plebiscitos y las encuestas. La democracia en muchas partes está claramente en entredicho o de plano suspendida.

La periodista brasileña Elian Brum ilustra la situación. Señala que en su país la democracia no es un valor absoluto, lo que achaca a que muchos no piensan que altere significativamente sus condiciones de vida. La situación tiene que ver con lo que considera el carácter selectivo que define a la democracia. Añade que pensar que es la economía y la mejoría de la situación material de la gente lo que define el voto y que enfocándose en ella se llega a gobernar y aun salir airoso está dejando de ser un factor decisivo. El hecho que está relevando ese criterio es el sentimiento de creciente inseguridad material que prevalece y al que se suma de modo cada vez más tangible la inseguridad física, el riesgo de la vida misma, generada por la violencia que se extiende notoriamente, la que proviene del Estado y de los grupos delictivos.

Brum acomete la cuestión con el caso de Jair Bolsonaro, quien sigue participando activamente en la política, aunque pretendió dar un golpe de Estado al perder las elecciones con Lula da Silva. Así lo han confirmado dos generales del más alto rango que formaban parte de su gabinete. Y seguidores tiene muchos, como se consignó en el ataque en Brasilia en enero de 2023, y se sigue mostrando en las concentraciones políticas que encabeza en contra del gobierno. Hay un elemento que expone Brum que apunta a las corrientes políticas antidemocráticas que tienden a expresarse de un modo similar en diversas partes, lo que no sería casual. Esto tiene que ver con la demanda cada vez más extendida de libertad, que no de democracia, entendida aquélla como la eliminación de leyes y derechos de quienes amenazan la frágil situación que dicen padecer los grupos que exhiben su sentimiento de inseguridad. Es muy oportuna esta consideración, pues tiene la misma esencia de los hechos perpetrados por seguidores de Bolsonaro en Brasilia y por los de Trump en el Capitolio de Washington el 6 de enero de 2021. En el caso de Estados Unidos, hoy mismo se plantea la responsabilidad de tales hechos criminales de quien era presidente en funciones y ahora quiere volver a gobernar, lo que pone en entredicho hasta la Suprema Corte de Justicia. El asunto se ramifica, como lo muestra, por ejemplo, el conflicto en torno a la inmigración con la ley SB4 en Texas. La democracia ya no aparece como factor necesario y suficiente para generar seguridad y abre el paso una y otra vez al autoritarismo y la violencia del Estado y de otras fuentes cada vez más extremistas y con más poder. A eso apunta de nuevo la próxima elección de presidente, del total de la Cámara de Representantes y 35 de los 100 puestos del Senado en noviembre próximo.

Pero hay otra expresión clara de la inseguridad reinante, la que afecta a los grupos más pobres y aquellos más vulnerables de la sociedad y que van en aumento; los que enfrentan la violencia criminal de modo directo y cada vez más indefensos y alejados de la protección del Estado. Sin esa protección no hay caso para la democracia. A veces tal violencia es propiciada por el mismo Estado, situación que se exhibe de modo distinto en varios países de la región. Las elecciones, elemento central de la democracia, están secuestradas en muchos países. Puede hacerse un mapa de la vulnerabilidad de la democracia, sus formas y consecuencias. La inseguridad física es cada vez más un elemento clave de la situación de riesgo para mucha gente. La pobreza y la indefensión extendida ante el auge del crimen son materia cotidiana; algunas expresiones se recogen y se hacen públicas y son materia de controversias. El desafío para cualquier forma de democracia es literalmente mortal. Brum recoge la pregunta de modo muy oportuno: ¿cómo hacer que merezca la pena defender la democracia? Tal defensa debe plantearse en lo que respecta a las leyes, a las responsabilidades de los distintos órdenes del gobierno, a la función de las instituciones, a la cohesión social y, claro está, de modo decisivo, a lo que pasa en las calles. No cabe disminuir su trascendencia.

                                                                * * *
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Miquel Angel Soria

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Apr 3, 2024, 1:31:23 AM4/3/24
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L'any 1953 José Hierro publicava Quinta del 42. D'ella trec aquest

EPITAFIO PARA LA TUMBA DE UN HÉROE

Se creía dueño del mundo
porque latía en sus sentidos.
Le aprisionaba con su carne
donde se estrellaban los siglos.
Con su antorcha de juventud
iluminaba los abismos.

Se creía dueño del mundo:
su centro fatal y divino.
Lo pregonaba cada nube,
cada grano de sol o trigo.
Si cerraba los ojos, todo
se apagaba, sin un quejido.
Nada era si él lo borraba
de sus ojos o sus oidos.

Se creía dueño del mundo
porque nunca nadie le dijo
cómo las cosas hieren, baten
a quien las sacó del olvido,
cómo aplastan desde lo eterno
a los soñadores vencidos.

Se creía dueño del mundo
y no era dueño de sí mismo.

Avui, data rodona, faria 102 anys. Però... com si fos ahir. El record, sempre actiu.


Puigdemont se equivoca
Javier Pérez Royo

Si nos atenemos a la evidencia empírica electoral, se constata que el nacionalismo catalán se mantiene estable en todas las elecciones celebradas después de la STC 31/2010 sobre la reforma del Estatuto de Autonomía. Independientemente de la mayor o menor participación o de la forma en que concurra a las elecciones, en listas conjuntas o separadas de Convergencia y ERC, el porcentaje de votos y el número de escaños es prácticamente el mismo en las convocatorias de 2010, 2012, 2015, 2017 y 2021.

Entre 2010 y 2021 hubo una sismicidad constante en el sistema político catalán que el lector no necesita con seguridad que se la recuerde. Dicha sismicidad tiene su reflejo, ante todo, en la participación electoral, que tiene sus puntos más bajos en 2010 y 2021 (59,95% y 51,29%, respectivamente), y los más altos en las convocatorias que coinciden con la eclosión del procés: 67,76 % en 2012, 74,95 % en 2015 y 79,09 % en 2017.

En las cinco convocatorias se produjeron numerosos cambios en el sistema de partidos. CiU, que había dirigido Catalunya desde 1980, desaparece a partir de la convocatoria de 2012. Ciudadanos, que no tiene representación en 2010, pasa a ser el segundo partido detrás de Junts pel Sí en 2015 y el primero en 2017, para despeñarse en 2021, anticipo de su más que probable desaparición en 2024. El PP resiste muy bien en 2010 y 2012 e incluso en 2015, para sufrir un batacazo en 2017 y pasar a ser el último en 2021, siendo sobrepasado por VOX, que casi lo cuadriplica en escaños. El desorden generalizado es lo que reflejan los resultados electorales del decenio.

Pero dentro de ese desorden hay algo que se mantiene constante. La suma de los porcentajes de voto y del número de escaños de todas las candidaturas nacionalistas, incluyendo en tales alguna tan inclasificable como la de Joan Laporta en las elecciones de 2010, se mantiene constante a lo largo del decenio, independientemente de que compitan entre sí o no.

En 2010 CiU, ERC y Joan Laporta suman el 48.75% de los votos y 76 escaños. A partir de 2012 se estabiliza la representación parlamentaria nacionalista en torno a Convergencia, ERC y la CUP. En 2012 obtienen el 47.87% del voto y 74 escaños. En 2015 el 47.80 % y 72 escaños. En 2017 47.49 % y 70 escaños y en 2021 48.05 % y 74 escaños.

Por lo que van indicando los resultados de los sondeos que se van haciendo públicos, no hay nada que indique que los partidos nacionalistas vayan a tener un resultado muy distinto del que han tenido en las convocatorias anteriores. Si en España se hicieran apuestas como en Estados Unidos o el Reino Unido sería interesante ver por dónde iría el dinero. Pero esa es una información de la que no disponemos. Puede que insinuara un cambio o no. Pero no lo sabremos.

Sabiendo lo que sabemos, no acabo de entender por qué Carles Puigdemont ha decidido poner todos los huevos en la cesta de las elecciones al Parlament. Pienso que es mucho más lo que puede perder de lo que puede ganar. Tanto él personalmente como su opción política.

En el momento en que se celebren las elecciones no estará todavía en el BOE la ley de amnistía. Todavía no estaremos en la fase crítica de la aplicación individualizada que pueda hacerse de la norma. La proclamación de Carles Puigdemont como candidato electo va a interferir en dicha aplicación, retrasando previsiblemente la respuesta definitiva a la misma. Ni en la mejor de las hipótesis para él, que sería la de que Junts quedara por delante de ERC y que la suma con la Cup diera una mayoría absoluta en el Parlament, pienso que estará despejada la incógnita de la aplicación de la amnistía en el momento en que se tendría que proceder a la investidura. Con Puigdemont como candidato a la Presidencia de la Generalitat no va a haber una investidura pacífica. La candidatura de Puigdemont es una invitación a que en el interior del poder judicial se diseñen todos los artilugios imaginables y hasta no imaginables para torpedearla.

No se debe perder de vista, además, que tras las elecciones catalanas se van a celebrar las elecciones europeas, que pueden dar un resultado que complique todavía más un panorama político, ya de por sí muy complicado con la perspectiva ominosa de unas elecciones a la presidencia de los Estados Unidos en noviembre.

Las elecciones de este año para Carles Puigdemont deberían ser las elecciones europeas. Mantendría su inmunidad y permitiría que la amnistía se aplicase de la manera más pacífica posible. Con ello se serenaría el escenario político y podría preparar con calma su reincorporación activa al sistema político catalán.

Me parece que la opción por la presidencia de la Generalitat en 2024 lo va a situar en una posición estéril.

                                                     * * *
Patria es humanidad
Rosa Miriam Elizalde (La Jornada)

La inteligencia artificial no es ni inteligente ni artificial. La pujante tecnología del aprendizaje de las máquinas produce formas de conocimiento inéditas en la historia humana, pero no se basa en artificios ni en la inteligencia de los robots, sino en el trabajo de seres humanos concretos: artistas, músicos, programadores, escritores, diseñadores, productores audiovisuales..., de cuya obra creativa y profesional se apropia un puñado de empresas. Los artefactos no tienen motivaciones propias, sólo siguen las de aquellos que los programan.

Hablamos de ello en La Habana, en el recién concluido tercer Coloquio Internacional Patria, proyecto que comenzó en 2022 con menos de una veintena de expertos en comunicación política digital, reunió la semana pasada a cientos de representantes de 31 países para discutir dos grandes asuntos con desigual atención: actualizar el debate sobre un Nuevo Orden Internacional de la Información y la Comunicación (Nomic) –conocido como Informe McBride, que impulsó la Unesco en la década de 1980– y tomar con pinzas a la izquierda y la inteligencia artificial (IA), de la cual se parlotea a toda hora.

Lo que en principio fue diseñado para ampliar los rangos de libertad y expresión de los pueblos, con su consigna un solo mundo, múltiples voces, el Nomic ha quedado sepultado por intereses y presiones políticas, sobre todo de las grandes potencias y sus empresas supranacionales, conscientes del poder que se puede ejercer tanto proporcionando riadas de información en un solo sentido como ocultándola. A lo que se añade el valor ilimitado de los datos extraídos a miles de millones de ciudadanos, el mayor robo de la historia de la humanidad con el saqueo generalizado del espacio público, como lo definió el ecuatoriano René Ramírez ­Gallegos.

El coloquio internacional Patria, que lleva ese nombre por el periódico fundado por José Martí en 1892, se pronunció por renovar las concepciones y las herramientas para el pensamiento y la práctica política, en un momento de la humanidad en que las mediaciones computacionales generan distorsiones y sesgos cognitivos poco explorados, particularmente desde la izquierda. No es casual que llegaran a La Habana, convocados en tiempo récord, expertos y líderes políticos que intentaban contestar las mismas preguntas: ¿el desafío que tenemos por delante son las máquinas de ciencia ficción que puedan conquistar el mundo? ¿O el riesgo está en la forma de distribuir y anotar los datos sobre la base de qué proyectos sociales, políticos, tecnológicos y comunicativos?

La mezcla explosiva de pensamiento único –lo contrario al espíritu del Informe McBride– con redes digitales y movimientos políticos ultraconservadores que vivimos es, sin embargo, contingente, propio de un tiempo específico de la evolución técnica y de las tradiciones políticas. En Patria se defendió con vehemencia la necesidad de incorporar reflexiones y estrategias adecuadas a este momento histórico en el que se puedan vislumbrar no uno sino muchos futuros posibles. La declaración final del coloquio expresó que una de las condiciones necesarias para avanzar en este camino es abandonar la mirada instrumental de las tecnologías computacionales actuales, y comprenderlas por el contrario como constitutivas del espacio político mismo, disruptivas sí, pero pobladas de posibilidades emancipatorias.

En uno de los espacios donde se presentaron decenas de experiencias comunicativas exitosas de cuatro contenientes, el investigador argentino Pablo Manolo Rodríguez propuso abrazar el “ crowdsourcing social”, cuya definición sencilla es la posibilidad de delegar en el talento de la multitud lo que suele hacer un grupo especializado y profesional. Cuando dejamos de vernos sólo como individuos, podemos reconocernos como conjuntos diferentes que construyen para todos.

Compartir, difundir y participar no tiene por qué ser la fórmula para hacer dinero en Internet, sino el código común que daría sentido a la frase de José Martí que centra el coloquio de La Habana: Patria es humanidad.
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Miquel Angel Soria

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Apr 4, 2024, 1:30:54 AM4/4/24
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ENIGMAS

¿De qué se ríen las calaveras?
¿Quién es el autor de os chistes sin autor? ¿Quién es el viejito que
inventa los chistes y los siembra por el mundo? ¿En qué cueva se
esconde?
¿Por qué Noé puso mosquitos en el arca?
San Francisco de Asís, ¿amaba también a los mosquitos?
Las estatuas que faltan, ¿son tantas como las estatuas que sobran?
Si la tecnología de la comunicación está cada vez más desarrollada,
¿por qué la gente está cada vez más incomunicada?
¿Por qué a los expertos en comunicación no los entiende ni Dios?
¿Por qué los libros de educación sexual te dejan sin ganas de hacer el
amor por varios años?
En las guerras, ¿quién vende las armas?

Eduardo Galeano



33.000 muertos, crímenes de guerra, hambruna y no te echan ni de Eurovisión
Isaac Rosa

Ejercicio para hoy. En el siguiente párrafo, rellena los espacios
vacíos escribiendo el nombre de un país del mundo, cualquiera, el que
más rabia te dé o el que te caiga más simpático; y después lee el
texto en voz alta. Puedes probar tantas veces como quieras, cambiando
el nombre del país:

El Consejo de Seguridad de la ONU pide a _________ un alto el fuego
inmediato y que permita la entrada de ayuda humanitaria. El secretario
general de la ONU acusa a _________ de “matanzas de niños sin
precedentes” y de “claras violaciones de la ley humanitaria”. La Corte
Internacional de Justicia exige a _________ que evite un genocidio. El
alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos acusa a _________
de provocar una hambruna. El informe de la relatora de la ONU concluye
que _________ está cometiendo “actos de genocidio”, “limpieza étnica”
y tiene “intención de destruir físicamente a la población”. El alto
representante de la UE para Exteriores y Seguridad, Josep Borrell,
acusa a _________ de “usar el hambre como arma de guerra”, y matar a
más niños en unos meses que en en todo el mundo en los últimos cuatro
años“. El secretario de Estado de EEUU afirma que las operaciones
militares de _________ provocan ”una situación humanitaria horrible“.
UNICEF denuncia que cada día 400 niños mueren o son heridos por el
ejército de _________, y que uno de cada tres menores sufre
desnutrición aguda. La Agencia de la ONU para los Refugiados denuncia
que sus empleados sufren una ”campaña sistemática de acoso“ por parte
del ejército de _________ y que cientos de civiles han sido asesinados
cuando se refugiaban en sus instalaciones. La Organización Mundial de
la Salud denuncia los ataques de _________ a hospitales. Amnistía
Internacional asegura que cuenta con ”pruebas irrefutables de crímenes
de guerra“ por parte de _________, que habría aniquilado a familias
enteras. Human Rights Watch acusa a _________ de utilizar el hambre
como arma de guerra, y de usar fósforo blanco contra población civil.
Reporteros Sin Fronteras denuncia el asesinato por _________ de más de
100 periodistas.

¿Qué tal te suena? Dependiendo del país que elijas, es fácil imaginar
qué vendría después: el país en cuestión se enfrentaría a sanciones.
Algunos Estados llamarían de vuelta a sus embajadores, cortarían
relaciones, habría quien revisaría sus acuerdos comerciales. El país
señalado sufriría aislamiento creciente. Sus dirigentes no podrían
moverse con facilidad por el mundo, a riesgo de ser detenidos. Sus
equipos serían expulsados de competiciones deportivas internacionales.
Y si se tratase de determinados países, podrían ver cómo la OTAN les
impone una zona de exclusión aérea, e incluso ser bombardeados por
Estados Unidos y sus aliados. No descartes que acabase todo en
invasión terrestre, derrocamiento del gobierno y ocupación militar.

La práctica totalidad de países del mundo se enfrentaría a alguna
consecuencia en caso de protagonizar ese terrible párrafo. La gravedad
de las represalias dependería de su lugar en el tablero mundial,
algunos solo sufrirían sanciones, otros acabarían invadidos, pero
ninguno permanecería totalmente impune. Excepto uno. Parece que sí hay
un país que puede rellenar con su nombre todos esos espacios vacíos,
sufrir todas esas denuncias, y que no pase absolutamente nada.

Un país para el que las resoluciones del Consejo de Seguridad de la
ONU se consideran “no vinculantes” y pueden ser incumplidas sin
consecuencias. Un país que mantiene intactos sus acuerdos comerciales
y sus relaciones diplomáticas. Un país que es demandado por Sudáfrica
en la Corte Internacional de Justicia por genocidio, y solo otros seis
Estados se unen a la demanda, todos ellos latinoamericanos. Un país
que, tras asesinar a más de 33.000 personas y un número muy superior
de heridos y mutilados además de una destrucción sin precedentes, ve
cómo Estados Unidos le sigue enviando material militar, incluidas
1.800 bombas MK84 capaces de arrasar manzanas enteras de edificios. Un
país cuya selección de fútbol sigue jugando sus partidos
clasificatorios para la próxima Eurocopa. Es que ni de Eurovisión lo
han echado. Ese país, sí. Escríbelo tú en los espacios vacíos, que a
mí ya me da vergüenza.

* * *

Un fiscal, de la dictadura a la democracia (Un apunte crítico sobre la
Transición¹)
Carlos Jiménez Villarejo

Tras mis estudios en la Universidad de Granada, me incorporé a la
Fiscalía de Barcelona en la primavera de 1962. Procedía de mis
orígenes en Málaga, tras conocer el desastre social y económico de la
posguerra y asumir un proyecto humanista y social gracias a la
influencia del gran teólogo José María González Ruiz, autor de la obra
'Creer es comprometerse'.

Desde mi toma de posesión, y casi de inmediato, compruebo que ser
fiscal en aquel Estado no iba a ser fácil. Era perfectamente
perceptible un autoritarismo en las relaciones con el fiscal jefe,
franquista militante, que fue creciendo con los años. Bastaba con
constatar que las Leyes y el Derecho que aplicábamos eran
profundamente ajenos a los principios de una convivencia democrática.

Cada día que pasaba se comprobaban las palabras del Profesor Elías
Díaz: “Los derechos humanos…. son salvajemente negados y ultrajados”.
Y solo así podía ser cuando la Ley de 1941, creadora de la Brigada
Político- Social –pieza esencial del sistema represivo– reconocía que
así lo exigía “un Estado totalitario”. En efecto, los ciudadanos no
solo carecían de toda clase de derechos, sino que cuando pretendían
ejercerlos eran perseguidos y castigados implacable y brutalmente,
desde la persecución policial y la tortura hasta la pena de muerte,
pasando por cárceles inhumanas.

Pero lo más inquietante era saber que compañeros fiscales de aquellos
años sesenta habían participado en los Consejos de Guerra más duros de
la primera etapa de la dictadura, imponiendo, por tanto, infinidad de
penas de muerte. Pasado que se ocultaba.

Desde estos principios autoritarios se nos impuso un régimen
profesional sobre dos bases: la limitación de la libertad de expresión
–bajo el constante control de la Brigada Social– y una amenazadora
exigencia de “armonía” con las fuerzas policiales represivas.

Mi dedicación profesional se concentró, especialmente, durante los
primeros años, en la persecución de la tortura en los Juzgados de
Guardia de Barcelona. Especialmente, desde que, con la creación del
Tribunal de Orden Público en diciembre de 1963, los detenidos por la
Brigada-Social, tras la permanencia en las correspondientes celdas,
comenzaron a ser puestos a disposición de los Juzgados de Instrucción.
Momento en que algunos fiscales, siempre escasos, solicitábamos al
juez el reconocimiento del detenido por el médico forense para
comprobar si había huellas de haber sido torturado. Solicitud,
cualquiera que fuese su resultado, que, por sí sola, ya representaba
la correspondiente recriminación por el fiscal jefe.

Respecto a esta actuación profesional, debo expresar mi memoria de la
gran obra de Tomás y Valiente 'La tortura en España', editada en 1973.

Pasados unos años de constantes conflictos con la Jefatura de la
Fiscalía, en enero de 1973 solicité el procesamiento de un jefe de
Policía de Manresa por un delito de detención ilegal de un funcionario
de Correos, a quien se atribuían unas pintadas consideradas
subversivas. Procesamiento acordado por el juez Antonio Doñate. De
forma casi inmediata, el entonces fiscal general me obligó a
retractarme de aquella solicitud y dicho procesamiento fue dejado sin
efecto.

Actuación que precipitó la ya decidida expulsión a la Fiscalía de
Huesca, por mi “obstinada actitud” y mi “actitud contestaria y
decidida simpatía con doctrinas en abierto divorcio con el espíritu
del Movimiento Nacional”. Se cerraban once años de un activo
compromiso por los derechos humanos.

Durante mi permanencia en Huesca, ya en 1975, fui igualmente advertido
por mis superiores, con el habitual tono de reproche, a causa de mis
actuaciones a favor de los recluidos en el Centro Penitenciario de
Psicópatas de dicha ciudad, dado que las denuncias formuladas por
algunos de ellos expresaban las graves deficiencias del sistema y,
particularmente, de su asistencia médica.

Mi compromiso por un Estado democrático y pleno reconocimiento de los
derechos y libertades, además de una sociedad más justa e igualitaria,
determinó, en el verano de 1968, mi compromiso, junto a otros
compañeros, de incorporarnos al Partit Socialista Unificat de
Catalunya (PSUC). Lo que hicimos tras los contactos pertinentes y
clandestinos con su secretario general, Gregorio López Raimundo. La
clandestinidad se mantuvo rigurosamente hasta la vigencia de la
Constitución. Fue un compromiso para mí fundamental en la lucha por
una sociedad más libre y más justa.

Paralelamente, un amplio grupo de jueces, fiscales y secretarios
judiciales, en el citado año, constituimos el grupo, igualmente
clandestino, de Justicia Democrática², que perduró hasta principios de
1977. Grupo de gran actividad en todo el Estado que, desde entonces,
fue una referencia en el frente de organizaciones y partidos
demócratas antifranquistas. Fue una expresión de la “irritación” que
nos provocaba el “desprecio” que veníamos soportando del Gobierno
franquista. Lo que determinó el “despertar de ciertas conciencias” y
los “gritos” de “voces que nunca se oyeron”. Entre sus fundadores se
encontraba nuestro admirado juez Josep Peré Raluy, de quien López
Raimundo dijo: “Era un activista destacado de Justicia Democrática y
militante del PSUC…”.

La concepción del Estado al que aspirábamos y por el que luchábamos
quedó reflejado en los tres textos publicados en 1971, 1972 y 1973.
Por cierto, impresos en la Abadía de Montserrat dada la excelente
relación que, entonces, algunos de nosotros, manteníamos con el abad
Cassiá Just. Este dato, a mi juicio, expresaba la gran proyección de
nuestra organización y su plena sintonía con los espacios más amplios
del antifranquismo.

Me parece oportuno destacar el inicio del folleto de 1971: “El Poder
judicial ha sido utilizado descaradamente para santificar ciertas
medidas arbitrarias”. Texto que podría complementarse con el expresado
en el folleto de 1972: “La repulsa hacia un régimen de gobierno que
hace posible y protagoniza la arbitrariedad, negación del Derecho y de
la Justicia”.

Y, ya durante la Transición, fue más que preocupante, como expresión
de una de sus debilidades institucionales, la práctica impunidad de
los asesinatos cometidos por las fuerzas policiales y los grupos de
extrema derecha, exactamente –con un grado mínimo de error– de 97
personas (entre el 1/1/1968 y 31/12/1978).

Y otro dato relevante de dichas debilidades, muy relevantes en la
magistratura, fue la complacencia de una parte significativa de ella
ante actuaciones represivas y manifiestamente ilegales de la
dictadura. Por ejemplo, las 48 sentencias de la Sala de lo Militar del
TS rechazando los recursos de revisión –y consiguiente nulidad– de las
correspondientes sentencias dictadas por Consejos de Guerra durante el
periodo más violento de la dictadura, que imponían penas de muerte,
con el consiguiente fusilamiento de los condenados³. Ciertamente,
concurrieron votos minoritarios a favor de la estimación de los
recursos. El más destacado de ellos fue el que apoyó la anulación de
la sentencia que, en 1962, condenó a muerte al dirigente comunista
Julián Grimau, expresado así: “La condena fue un acto estremecedor
para la conciencia jurídica… la condena fue un hecho máximamente
reprobable por su absoluta contradicción con el Derecho..”.

Y qué decir de los jueces y fiscales, miembros del Tribunal de Orden
Público (TOP), que desde diciembre de 1963 hasta 1977 continuaron
cumpliendo la función de los Consejos de Guerra, es decir, la
represión –con las consiguientes penas de prisión– de todos los
derechos y libertades democráticas. Jueces antidemócratas y represores
que, sin exigirles la más mínima responsabilidad por los delitos de
prevaricación y otros que habían cometido, se incorporaron con toda
naturalidad a los Tribunales y Fiscalías olvidando su activo
compromiso con el fascismo y la represión⁴.

La huella de aquella desmemoria continúa vigente.

------------------

¹La reciente Proposición de Ley que han formulado PP y Vox en la
Comunidad de Castilla-León, respecto de lo que denominan una “ley de
concordia”, otorga una plena justificación a esta reflexión. Al
constatar que, al referirse a nuestro pasado histórico, omiten toda
referencia a la Segunda República, el Golpe militar de 1936, la
Guerra Civil y, por supuesto la Dictadura franquista. Y, más aún,
menosprecian las víctimas de la dictadura. Concretamente, la “muerte
de 130.727 españoles, durante la guerra e inmediata posguerra”. ('La
represión universal: un aparato estructurado y jerarquizado'. Cap. 4,
de la obra 'Franco: La represión como sistema', de Julio Aróstegui.
Flor del Viento ediciones, 2012.)

²Una amplia información sobre JD está contenida en las Pgs. 508-517 de
la obra 'El Final de la Dictadura', de Nicolás Sartorius y Alfonso
Sabio. Ediciones Temas de hoy, 2007.

³Una detallada relación de dichas víctimas se encuentra en las pgs.
241-244 de la obra 'Jueces, pero parciales', de los autores Carlos
Jiménez Villarejo y Antonio Doñate Martin, con prólogo de Josep
Fontana. Editado por Pasado&Presente,2012. Barcelona.

⁴De imprescindible conocimiento, la obra 'El TOP, la represión de la
libertad (1963-1977)'. Juan José del Águila Torres. Ediciones GPS
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Miquel Angel Soria

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Apr 5, 2024, 1:31:29 AM4/5/24
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¿NACE UNA ESTRELLA?

A mediados del 98, la Casa Blanca lanza otro villano a la cartelera
mundial: responde al nombre artístico de Usama bin Laden, es
fundamentalista islámico, lleva barba y turbante, y en el regazo
acaricia un fusil. ¿Hará carrera esta nueva figura estelar? ¿Tendrá
buena taquilla? ¿Logrará demoler los cimientos de la civilización
occidental, o será no más que un actor secundario? En el cine de
terror nunca se sabe.

Eduardo Galeano

El temps va respondre al Galeano. El que el nostre escriptor no
apuntava és que els mateixos creadors del pesonatge es desfarien d'ell
quan aquest comencés a redactar el seu propi guió.


Libertarios y movimiento LGTBIQ+: La batalla contra el marxismo cultural
Por Jorge Alemán (Página/12)

Entre las funciones destructivas del gobierno libertario, se observa
que tiene una especial relevancia lo que sus supuestos intelectuales
denominan la guerra con lo que llaman el "marxismo cultural". Es una
suerte de obsesión gramsciana sin haber leído nunca al pensador
italiano. Lo cierto es que se repite en distintos lugares del mundo,
donde las ultraderechas tienen la posibilidad de jugar con su ofensiva
cultural.

La elección obsesiva que mantienen en relación a esta cuestión se basa
en la siguiente premisa: la ultraderecha no debe disponer solo de
militantes sino también reclutar un equipo intelectual que revierta la
presencia de las izquierdas o de lo nacional - popular en el mundo de
las artes. Pero para lograr esto han decidido que la verdadera
infraestructura del marxismo cultural, su verdadero logro, es haber
generado un mundo de prácticas y orientaciones sexuales que ya no
pueden ser reguladas por la dominación patriarcal.

En este aspecto su apuesta es muy básica, los educadores y
trabajadores sociales que escuchan los conflictos de género y
facilitan otras aperturas, en realidad son verdaderos manipuladores
que no solo no facilitan ni ayudan al que transita su relación con
otra orientación, sino que las inducen y promueven.

Dicho de otro modo, para la ultraderecha libertaria la cultura trans y
el LGTBIQ+ constituyen no solo un obstáculo a la reproducción
heteronormativa, sino una captura de miles de niñ@s que serán
inducidos, lavado de cerebro mediante, a cambiar de orientación o de
género. Por esto se trata de generar un odio absoluto y masivo hacia
aquellos que van a arrancar a los hij@s de su supuesta "armonía sexual
reproductora".

Más allá de la fuerza política concreta y positiva de los feminismos y
el movimiento LGTBIQ+, la batalla contra el marxismo cultural que
organiza la ultraderecha pretende obtener rédito sobre la fantasmática
popular -que se organiza también por ella-, en torno a la suposición
de un temor a tener hijos desviados de la "norma macho".

La propuesta de un individuo standard perfectamente adaptado al
sistema de dominación patriarcal, constituye la clave principal de la
guerra contra el marxismo cultural que los libertarios han entendido
como su misión fundamental en el mundo contemporáneo.

* * *

¿Y para cuándo el Día del Hombre Blanco?
Javier Gallego

No falla. Tuiteas el vídeo de la agresión policial a dos negros en
Lavapiés y te responde no sé quién con un vídeo de no se sabe dónde en
el que un hombre negro agrede a un blanco no se sabe por qué. Subes
imágenes del maltrato a los migrantes en la valla de Melilla y te
salen con que los MENAS son todos delincuentes. Les hablas de la
Manada, te hablan de las manadas de marroquíes. Lamentas los 35.000
palestinos asesinados por Israel y te sueltan que Hamás mató a 1.200
israelíes. Cuentas que la Relatora de la ONU llama “genocidio” a lo
que ocurre en Gaza y te piden que condenes los secuestros y asesinatos
de la milicia palestina. No falla pero hay un fallo: no es lo mismo el
agredido que el agresor, no es lo mismo el oprimido que el opresor, no
es lo mismo el ocupante que el ocupado, no es lo mismo Israel que
Palestina, no es lo mismo el negro que el blanco.

Se llama “mentalidad colonial”, como cantaba Fela Kuti, ese racismo
occidental que justifica y defiende al colonizador mientras demoniza y
deshumaniza al colonizado. Esa mentalidad que niega el expolio de
África de donde sacamos los minerales de nuestra tecnología y adonde
enviamos nuestra basura tecnológica, pero exculpa las palizas a los
africanos que vienen huyendo de los desastres que hemos contribuido a
crear. Esa mentalidad que omite la ocupación ilegal de Palestina y el
apartheid impuesto por Israel en los territorios ocupados mientras
llama terroristas a todos los hombres palestinos y desprecia el
asesinato de los ancianos, mujeres y niños.

La barbarie de Israel no se le permitiría ni una vez a Palestina.
Hamás cometió una atrocidad un día, a Israel se le están permitiendo
seis meses de atrocidades. Estamos permitiendo que el Estado israelí
masacre a la población civil palestina por el atentado de una milicia.
Cuando Hamás atentó, el mundo se movilizó en contra y aprobó la
legítima defensa israelí, aunque no la tiene legalmente porque es un
país ocupante. Ahora asistimos a un genocidio en directo sin hacer
nada relevante para pararlo. No salimos en masa a la calle. Sudáfrica
acusó de genocidio a Israel y solo seis países le secundaron. Todos
latinoamericanos, ex colonizados. Aquí no hicimos nada. Mentalidad
colonial. No es solo el poder de Israel ni el apoyo occidental. No es
solo el racismo del soldado israelí o del policía español, es el
racismo de nuestra sociedad. Es que los palestinos son árabes, no son
“blancos”. Es que los negros de las pateras no son ucranianos. Si lo
fueran, no seguirían muriendo unos en Gaza, otros en el Mediterráneo.
No lo permitiríamos.

La invasión de Ucrania por Rusia generó una oleada inmediata de
protestas y solidaridad, sanciones y bloqueo, hasta la expulsión de
Eurovisión. Israel participará este año en el festival mientras
asesina a 35.000 personas, a más niños en medio año que en todos los
conflictos del mundo en un año entero, a más periodistas que en
cualquier guerra moderna. Israel bailará sobre la tumba de los
palestinos con nuestro consentimiento. El público aplaudirá
emocionado. Genocidio de Israel, twelve points. Es la impunidad del
colonizador, la misma de que goza Estados Unidos, la impunidad de la
que formamos parte. Es la impunidad de los policías que apalizan a
unos hombres negros en Lavapiés. Es la impunidad del hincha del Sestao
que insulta al portero negro del Rayo Majadahonda hasta que al portero
se le hinchan las pelotas y le encara. ¿Y a quién expulsa el árbitro?
Al portero. Al agredido. Para que se entienda: no al del Ku Klux Klan
sino a su víctima, no al nazi sino al judío. Mentalidad colonial:
racista, clasista y xenófoba.

¿Y cuándo vas a decir algo de los secuestrados por Hamás? Cuando
Israel deje de ocupar ilegalmente Palestina después de más de sesenta
años asesinando a 20 palestinos por cada israelí muerto, la mayoría
civiles en un caso, soldados en el otro. ¿Y cuándo vas a decir que
Hamás son fanáticos terroristas? Cuando reconozcáis que el Estado y el
ejército de Israel también es un Estado fanático y terrorista que
practica el apartheid y está haciendo con los palestinos lo que el
nazismo hizo con los judíos, con el apoyo mayoritario de su fanatizada
sociedad. ¿Y cuándo vas a denunciar a los negros y árabes que violan a
las mujeres de nuestro país? Cuando dejéis de violarlas también
vosotros y dejéis de llamar “mono” a Vinicius y al resto de jugadores
negros. ¿Y para cuándo el Día del Hombre Blanco? ¡Vete a cagar!
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Miquel Angel Soria

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Apr 8, 2024, 1:31:26 AM4/8/24
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El dia 8 d'abril de 1929 naixia Jacques Brel i, afortunadament, cada dia torna a nèixer. D'ell he comentat sempre la representació que fa de les seves cançons, posant con exemple Les bourgeois o Ne me quitte pas. Avui torno a recordar-lo en Le plat pays:

https://www.youtube.com/watch?v=rzeZcdW4Pbo


El ministro Puente no vino aquí para hacer amigos
Isaac Rosa


En la amplia tipología de ministros que han pasado por los gobiernos de la democracia nos faltaba un perfil como el del mostrenco y neandertal Óscar Puente. Recordamos ministros despistados, ministros que protagonizaban chistes populares y leyendas urbanas, ministros verso libre y hasta ministros delincuentes. Además era tradición que en cada gobierno hubiera un ministro pararrayos, el que se llevaba todas las hostias de la oposición y de la prensa, muy útil para que el presidente se llevase algunas menos. Lo que no estamos acostumbrados es a que un ministro reparta hostias como panes en vez de poner la cara para recibirlas. Hasta que llegó Óscar Puente, que brilla como un mingitorio.

Hay que remontarse a los tiempos del vicepresidente Álvarez-Cascos, también llamado “el dóberman”, que marcó época por su dureza verbal contra el PSOE. Incluso viene a la memoria aquel portavoz matón del Gobierno Aznar que en las ruedas de prensa del Consejo de Ministros manipulaba e intoxicaba sin disimulo, mientras bajo cuerda amenazaba a periodistas. Creo que se llamaba Miguel Ángel Rodríguez (MAR), no sé qué habrá sido de él.

No los comparo, pues el actual ministro de Transportes, mulo de reata y cogollito de excrecencias, es más un tuitero ingenioso que hace las delicias de la afición progresista con sus zascas a políticos y periodistas de derecha, y sus guantás verbales de mano abierta a seudoperiodistas de ultraderecha. Cuando interviene en el Congreso o da entrevistas tiene también maneras tuiteras, rápido en la réplica y devolviéndosela doblada a los diputados y periodistas que le quieren buscar las vueltas, lo que da luego para muchos cortes de vídeo compartidos por los suyos en el redes.

Desde que los no vallisoletanos lo descubrimos en la investidura fake de Feijóo, no hay semana que Puente, el Abominable hombre de la Meseta, no dé por igual satisfacciones a sus seguidores y motivos de bronca a sus detractores, que entran fáciles a todos los trapos. Este lunes dijo no sé qué en el programa de Alsina, y al día siguiente todos los columnistas y tertulianos de derecha mordieron el mismo hueso, imagino que para satisfacción del ministro y del propio Sánchez. Si el presidente buscaba un perfil broncas para mantener la moral de la tropa, desviar la atención un rato y hacer que la derecha política y mediática se sobrecaliente hasta pasarse de frenada, hay que reconocer que lo ha encontrado en Óscar Puente, antropoide del Consejo de Ministros, que lleva el traje de simpático orangután.

Yo confieso que no sé qué pensar del ministro jabalí que refuta las tesis darwinistas. Por un lado lo veo sintomático del estado actual de la política, tras una larga legislatura de enorme agresividad por parte de la derecha política y mediática contra el Gobierno y sus socios, perdidas las formas a menudo, y con episodios tan sucios como la cacería contra Mónica Oltra, o el acoso a Pablo Iglesias e Irene Montero en su propia casa. Bien lo sabe el propio Puente, dueño del salón convertido en prostíbulo, que ya ha sido acosado en público con el aplauso del PP. Además, reconozco que a ratos disfruto con sus bofetadas circenses, que ya vale de recibir siempre. Pero también dudo, no porque yo sea un defensor a ultranza de la corrección institucional, sino más bien por un criterio de eficacia: no tengo claro que el gobierno tenga mucho que ganar pasando al ataque con las mismas armas que sus oponentes, pues está más que comprobado que cuando la lucha política se enfanga, suele ganar la derecha. Veremos.

(Los términos en cursiva están copiados de la larga lista de insultos que el propio ministro publicó este martes, todos ellos tomados de la prensa de los últimos meses. Ya sé que a la política se viene llorado de casa, y que en el sueldo va incluida la crítica más feroz; pero es cierto que el ensañamiento con Puente supera lo habitual).

                                                           * * *

Jesús no era apolítico
Por Jorge Majfud (Página/12)

El expresidente y candidato a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump (foto), se encuentra en serios problemas económicos debido a los juicios en su contra. Su último movimiento ha sido vender Biblias a 59,99 dólares. En su promoción, asegura que es una Biblia especial porque “tiene su aprobación”. La Biblia Patriota tiene una bandera estampada en la tapa e incluye la constitución de Estados Unidos. En su promoción, aseguró que deben comprar muchas, que él mismo tiene muchas en su casa.

Un estudiante me dijo que le parecía bien, ya que la Constitución estaba basada en la Biblia. Cuando le pedí algún ejemplo, me mencionó valores que ya estaban en muchas culturas antiguas, como las que se desarrollaron en China y en África. Ni la Constitución ni la Carta de Derechos mencionan una sola vez a Dios, excepto para especificar la fecha de la firma, lo cual era una formalidad de la época. Es más, los escritos de sus redactores, los llamados Padres Fundadores, especificaban que el objetivo era separar la religión de los asuntos del gobierno. Washington reconoció que el nuevo gobierno no era un gobierno cristiano y Jefferson insistió tanto en crear una enorme muralla para separar la religión del Estado que sus libros fueron prohibidos en las bibliotecas por ateo.

Poco después publicamos un momento en que el representante por Texas James Talarico hablaba en una iglesia desde una perspectiva del cristianismo original, es decir, en las antípodas del cristianismo actual: “Si esta fuera una nación cristiana, trataríamos con amor a todos nuestros vecinos LGBTQ. Si esta fuera una nación cristiana, nos aseguraríamos de que cada niño en este estado y en este país tuviese una casa, alimento, educación y salud. Si esta fuera una nación cristiana, nunca crearíamos una nación cristiana, porque sabemos que nuestra amistad está abierta a todos, incluidos a nuestros vecinos budistas, hindúes, musulmanes judíos, sij, ateos, hindúes y musulmanes. Jesús pudo haber iniciado una teocracia cristiana, pero el amor nunca haría eso. Lo más cercano que tenemos al Reino de los Cielos es una democracia multirracial y multicultural donde el poder es verdaderamente compartido entre todas las personas. Algo que aún no existe en la historia de la Humanidad”.

En Twitter, alguien respondió:

“Interpretar la biblia con valores actuales es muy tonto de tu parte. En ese tiempo regían solamente las monarquías y no existía el concepto democracia. Jesús era apolítico, las obras realizadas eran en pos de predicar ya que lo material no valía nada para él”.

Eso de que “Jesús era apolítico” es un viejo dogma eclesiástico que contradice las mismas escrituras. Un dogma profundamente político. En el siglo XX, la santidad del claustro fue cuestionada como mero egoísmo por los teólogos de la liberación, quienes propusieron un compromiso con los problemas del resto de la sociedad y no la búsqueda de la santidad pura alejándose del mundo pecaminoso que proporcionaba los recursos para que otros salvaran sus almas. Varios sacerdotes fueron asesinados por estas ideas, acusados de socialistas.

La neutralidad política de cualquier institución es un oxímoron. No hay nada más político que la pretensión de neutralidad política. Se hace política por acción o por omisión. La idea de un Jesús apolítico es tan engañosa y conveniente al poder de turno como la pretensión de que las iglesias son neutrales. Lo que se puede decir es que Jesús no pertenece ni “es pertenecido” por ningún partido político, como presumen los fanáticos de extrema derecha que lo han privatizado desde el año 325.

Si nos referimos sólo a los cuatro evangelios que quedaron luego de que ese año los obispos de Constantino arrasaron con otros sesenta evangelios inconvenientes para el imperio, aun así podemos decir que sus historias están llenas de política (a las que se oponen sus fanáticos per-seguidores), lo cual no es nada raro para el hijo de Dios que tomó un cuerpo humano y todas sus necesidades físicas y sociales hasta sufrir la tortura y morir en agonía.

En 2007 contestábamos en “El Jesús que secuestraron los emperadores” y otros ensayos al escándalo provocado por un presidente que dijo que Jesús era socialista. Por supuesto que ni la idea ni el lenguaje de hoy son los mismos que hace dos mil años, pero los cristianos más fanáticos viven la ideología capitalista y nacionalista como una forma de consistencia con las enseñanzas de Jesús, cuando hasta un niño puede ver las contradicciones flagrantes y, sobre todo, hipócritas. ¿Qué vemos en los evangelios que quedaron?

El hijo de Dios naciendo en un establo de animales. El hijo de Dios trabajando en la modesta carpintería de su padre. El hijo de Dios rodeado de pobres, de mujeres de mala reputación, de enfermos, de seres marginados de todo tipo. El hijo de Dios expulsando a los mercaderes del templo. El hijo de Dios afirmando que más fácil sería para un camello pasar por el ojo de una aguja que un rico subiese al reino de los cielos. El hijo de Dios cuestionando, negando el pretendido nacionalismo de Dios. El hijo de Dios superando leyes antiguas y crueles, como la pena de muerte a pedradas de una mujer adúltera. El hijo de Dios separando los asuntos del César (Estado) de los asuntos de su Padre (religión). El hijo de Dios valorando la moneda de una viuda sobre las clásicas donaciones de ricos y famosos. El hijo de Dios condenando el orgullo religioso, la ostentación económica y moral de los hombres. El hijo de Dios entrando en Jerusalén sobre un humilde burro. El hijo de Dios enfrentándose al poder religioso y político, a los fariseos de la Ley y a los infiernos imperiales del momento. El hijo de Dios difamado y humillado, muriendo bajo tortura militar, rodeado de pocos seguidores, mujeres en su mayoría. El hijo de Dios haciendo una incuestionable opción por los pobres, por los débiles y marginados por el poder, por la universalización de la condición humana, tanto en la tierra como en el cielo…

En algunas iglesias cristianas, como en el Islam, Jesús no es hijo de Dios, sino su más importante profeta. Aparte, recordemos que en el Antiguo Testamento, profeta no significaba lo que significa hoy, en su sentido griego de “ver el futuro”. Eran críticos radicales del presente, profundamente políticos, y solían ir contra los abusos de los ricos y poderosos y en favor de una justicia social equitativa. Como Amos, por ejemplo. En este sentido, Jesús es el perfecto profeta. Todos fueron socialmente estigmatizados por incómodos.

Jesús fue ejecutado por el imperio del momento (a Roma no le importaban los asuntos religiosos de los judíos, sólo la Pax romana) y por sus colaboracionistas locales del momento como un criminal a lado de otros dos criminales, por subversivo. La misma forma de ejecución imperial no deja lugar a dudas. Si volviese hoy, sería ejecutado otra vez por peligroso subversivo y los futuros cristianos tendrían una silla eléctrica en sus altares.
Daniel Paz. Mis dineros.jpg
Manel Fontdevila. Los constitucionales.jpg
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Miquel Angel Soria

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Apr 9, 2024, 1:31:43 AM4/9/24
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Una altra cançó de Jacque Brel, no tant coneguda, Ces gens-là:
https://www.youtube.com/watch?v=rzeZcdW4Pbo

és una bona manera... de recordar la legalització, el 9 d'abril de 1077, del PCE, el "Dissabte Sant Roig". Aquest dia, de joia per a una majoria, no tindria continuïtat, després de la conferència de Carrillo a Yale on assenyalava que el proper congrés del PCE seria el final de l'afegit "marxista-leninista". O el vers d'Alberti on considera a la Macarena una camarada. El desengany de molts al veure que la la ruptura democràtica es convertia en reforma, etc.   



Mis archivos secretos de la policía argentina
Por Ariel Dorfman

A menudo he deseado poder acceder a alguno de los muchos expedientes policiales que sin duda se han recopilado sobre mí a lo largo de los años. ¿Qué escribieron y qué sabían realmente acerca de mi larga vida de activismo y exilio, aquellos misteriosos hombres que tenían a su alcance decidir mi destino? Recientemente en Chile, en una de mis frecuentes visitas desde que la democracia retornó al país en 1990, mis deseos se hicieron realidad. Pude leer un extenso dossier recopilado sobre mí por una agencia de seguridad secreta, lo que me permitió regresar vertiginosamente a mi propio pasado perseguido, pero ahora desde la perspectiva del censor, del espía, de ese ser en las sombras que me acechaba.

Mi obsesión por saber qué podrían contener esos archivos comenzó el 11 de septiembre de 1973, el día en que los militares de mi país derrocaron al gobierno democrático del presidente chileno Salvador Allende, acosando a quienes, como yo, habían sido sus pacíficos partidarios.

Pasé, casi de inmediato, a la clandestinidad. Pero, ¿de veras me encontraba en peligro? ¿Sabían las nuevas autoridades que yo había estado trabajando durante los últimos meses como asesor cultural y de prensa en el Palacio Presidencial donde Allende había muerto durante el golpe? ¿O que pertenecía a un pequeño partido de izquierda que, desde la ilegalidad, llamaba al derrocamiento de la dictadura? ¿Considerarían que Para leer al Pato Donald, mi libro subversivo que denunciaba los mensajes ocultos de Disney, que los militares habían quemado públicamente, arrojando al mar su tercera edición, era una razón para apremiar, torturar, matar, a su autor? Quedarme en Chile o verme obligado a partir al exilio, dependía de lo que se fermentaba en las páginas de mi desconocido prontuario secreto.

Mi partido no tenía duda alguna. Sus líderes no sólo estaban seguros de que ya se me buscaba, sino también que, dados mis contactos culturales internacionales, podría servir mejor a la resistencia fuera de Chile que dentro de sus restringidas fronteras. Y así, pocas semanas después del golpe militar, busqué asilo a regañadientes en la Embajada Argentina en Santiago, uniéndome a otros mil prófugos aprensivos, hacinados promiscuamente en recintos que hasta hacía poco habían sido agraciados con cócteles de alta alcurnia y recepciones donde el champán fluía a destajo.

Fue natural buscar amparo allá, en vista de que había nacido en Buenos Aires y, pese a que ahora era ciudadano chileno, suponía que las autoridades argentinas presionarían para que se me diera un salvoconducto para salir de Chile. Lo que no fue fácil. El gobierno de Pinochet me negaba el visto bueno, aduciendo que necesitaban hacerle algunas preguntas a este revoltoso y rebelde Sr. Dorfman.

Un interrogatorio que nunca ocurrió. Tres meses después del golpe, llegué al aeropuerto de Ezeiza en la capital argentina, confiado en que podía respirar tranquilo.

Pero en vez de que me abrazara mi familia -mi esposa chilena y nuestro hijo que ya habían escapado a Buenos Aires, mis padres argentinos, mis tíos y primos, todos esperándome ansiosamente-, la policía me detuvo, trasladándome a la jefatura de la calle Moreno donde me esperaba ... claro, un interrogatorio. Aunque duró varias horas, el proceso no fue duro, ciertamente nada parecido a lo que se me habría sometido en una nebulosa mazmorra chilena. Primero me tomaron una foto de cuerpo entero y enseguida, esos tres hombres vestidos de civil me presionaron para que revelara porqué temía yo por mi vida en Chile, ¿acaso eran tan sediciosas mis actividades ahí? Les conté lo menos posible, presentándome como un intelectual díscolo e inofensivo, amante de la paz, con vagas inclinaciones socialistas. Despavorido por la violencia indiscriminada que desató el golpe, había optado por fugarme. Me soltaron con una advertencia: portate bien acá, pibe. No te vamos a perder de vista.

¿Fingían ignorancia? ¿Qué tan seguro estaba yo en esa Argentina que pasaba por una complicada transición a la democracia, con un anciano Perón en el poder cada vez más controlado por la extrema derecha de su partido? A pesar de que todos mis amigos escritores en Buenos Aires asumían que no había peligro, así como habíamos pensado que un golpe de Estado era imposible en el Chile democrático, a mí no me cabía duda de que en Argentina venía en camino una hecatombe. Tan pronto como pude conseguir el pasaporte que se demoraba angustiosamente, hui de la ciudad donde había nacido treinta y un años antes. Dos días después de haber partido con mi familia hacia Cuba, a fines de febrero de 1974, el apartamento de mi abuela fue invadido por una pandilla de matones que decían ser policías. O tal vez eran miembros de los temidos escuadrones de la muerte que ya deambulaban por las calles y secuestraban a civiles, muchos de los cuales terminarían por desaparecer sin rastro de la tierra.

Lo que no entendía, cuando me llegó la noticia, era por qué me habían elegido a mí para ese escarmiento. ¿Qué información les había hecho priorizar mi captura cuando tantos otros alborotadores potenciales revoloteaban libremente por la capital argentina preconizando una vía armada y violenta que a mí me parecía suicida?¿Se había enterado la policía de que, lejos de ser yo un intelectual inocuo y despistado, era un ferviente colaborador de Allende y, para colmo, un feroz crítico del Pato Donald, denunciándolo como agente del imperialismo cultural?

Nunca llegué a enterarme.

Hasta ahora, gracias al dossier que me esperaba acá en Santiago, cortesía de la Comisión Provincial por la Memoria de Argentina, célebre por investigar las violaciones a los derechos humanos en su país. El año pasado, como una forma de conmemorar el cincuentenario del golpe de Estado contra Allende, la Comisión había decidido extraer de los vastos archivos de la policía secreta que tenía a su disposición los expedientes relativos a los refugiados que se asilaron en la Embajada Argentina en Santiago.

Me acerqué a esas 59 páginas dedicadas a esa fase de mi vida con una especie de curiosidad morbosa. Había planteado la hipótesis, en una novela reciente, Allende y el Museo del Suicidio, de que la policía chilena había logrado infiltrar a unos de sus agentes en la Embajada y que por ahí la información recabada había sido compartida con los servicios secretos argentinos. Quizás, entonces, encontraría pruebas de que mis conjeturas sobre un infiltrado eran ciertas.

No fue algo tan ficticio y estrafalario como un espía en la embajada lo que apareció en el prontuario, sino, más bien, una muestra más mundana: la foto que me tomaron el día de mi llegada a Buenos Aires. Allí estaba yo, sosteniendo tristemente un número (154), fingiendo inocencia, con los ojos muy abiertos e inexpresivos, los labios bien cerrados, vestido con un traje y unos zapatos que parecían un tanto inconfortables.

Acompañando a la foto hay un resumen de lo que los interrogadores habían arrancado de mis declaraciones benignas, ninguna de ellas tan alarmante para que se me mandara a detener unos meses más tarde. Observé con especial satisfacción que había tenido cuidado de no aludir siquiera al libro insurreccional del Pato Donald.

Si mi diatriba contra Disney brilla por su ausencia en ese resumen policíaco de 1973, hace una aparición sorprendente en un amplio informe escrito tres años después. Se dedican 1,500 palabras a analizar el libro, reproduciendo exhaustivamente sus tesis centrales, para luego llegar a la conclusión de que su crítica al capitalismo podía ser leída "masivamente" y que, por lo tanto, debía ser prohibida de acuerdo con la ley 20.840 (legislación argentina que, aprobada en septiembre de 1974, penalizaba los actos de subversión). La persona anónima que escribió el informe pertenecía a la Oficina de Evaluación Literaria (no bromeo) de la Coordinación de Antecedentes Penales del Departamento de Policía. Como cualquier autor que ha sufrido los estragos de la censura, solía evocar al individuo responsable de bloquear mi trabajo como un monstruo apenas alfabetizado que nada entendía de mis escritos. Pero este censor comprendía demasiado bien mis intenciones y había sido escrupulosamente justo. Su prosa es precisa, sutil, incluso elegante. Un adversario digno, conocedor de Piaget, Freud y Marx. Y, por ende, aún más aterrador.

Pero si este análisis y esa prohibición se habían generado recién en 1976, años después de haber logrado yo evadir a los escuadrones de la muerte argentinos, el misterio seguía en pie: ¿por qué habían venido a buscarme a principios de 1974?

El dossier ofrece una explicación escalofriante.

Más del setenta por ciento de la información que contiene se refiere al F.A.S (Frente Antimperialista por el Socialismo ), una parca organización revolucionaria argentina de la que nunca había oído siquiera hablar. Los recortes de los periódicos e informes de un espía, en su mayoría de octubre y noviembre de 1973, advierten sus panfletos y reuniones públicas, acompañados de los requerimientos del Departamento de Búsquedas de la policía argentina para indagar sobre lo que la FAS podría estar tramando.

Solo puedo especular sobre cómo llegué a ser ligado a esa organización desconocida, pero su abrumadora presencia en mi expediente quizás ayude a esclarecer por qué la policía secreta vino a buscarme al apartamento de mi abuela a fines de febrero de 1974.

Reconstruyo así los acontecimientos. Resulta que una semana antes de que saliera de la Embajada para Buenos Aires –cuando ya se informa que los chilenos me van a otorgar un salvoconducto-, una división de la inteligencia policial argentina solicita a sus diversas unidades provinciales cualquier antecedente sobre Ariel Dorfman, "actualmente detenido en Chile". Lo que sucede a continuación, conjeturo, es que algún investigador mediocre del Departamento de Búsquedas, abriéndose camino fatigosamente a través de innumerables otras solicitudes similares, finalmente topó con mi caso y, a pesar de no encontrar datos pertinentes, resolvió despachar algo, lo que fuera, con tal de no parecer inepto y que se lo culpara si más tarde ese individuo llegase a cometer algún acto violento. Tal como tantos otros hombres anónimos --pensemos en el estalinista NKVD o en la Inquisición española o en las acusaciones contra los negros que condujeron a su linchamiento en los EE.UU.--, ese burócrata del terror inventó una transgresión cualquiera, vinculándome en forma absurda a los recortes e informes sobre el FAS que se hallaban por casualidad sobre su escritorio aquella accidental mañana. Ese archivo, ahora con mi nombre adherido, finalmente arribó, kafkianamente, a las manos de algún supervisor opaco y letárgico que bostezó y luego ordenó detener e interrogar a este tal Dorfman. ¿Y por qué no?

Es fácil de visualizar cómo habría sido esa pesquisa. Niego, por supuesto, todo conocimiento del grupo revolucionario al que me han asociado. Mis verdugos, por supuesto, no me creen. Y probablemente, en algún momento, habría terminado confesando que era culpable, de esa y toda otra acusación que inventaran. Demostrando que había tenido razones de sobra aquel hombre que me había señalado como peligroso. A él lo felicitan y en cuanto a mí…. No estaría acá para escribir este relato.

Gracias a la suerte y el azar, ese no fue mi destino. Cincuenta años después de que me escapé de la muerte, no puedo dejar de lamentar, sin embargo, de que innumerables víctimas inocentes de la historia no han sido ni serán tan afortunadas.

No es un peligro que invento.

De hecho, en la Argentina donde ayer esos agentes ocultos del estado actuaron con tanta impunidad y saña, el desquiciado gobierno de Milei niega hoy ese pasado de terror. Y esa desmemoria, esa mentira descarada, esa burla a los muertos, es la condición necesaria para que se vuelvan a repetir aquellos crímenes y persecuciones que juramos nunca más llegarían a suceder.

* Autor de “La Muerte y la Doncella” y de la reciente novela “Allende y el Museo del suicidio”.
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Miquel Angel Soria

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Apr 10, 2024, 1:31:14 AM4/10/24
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"Tierra y libertad" va ser el lema present en la lluita d'Emiliano
Zapata assassinat el 10 d'abril de 1919.
Terra i llibertat s'ha convertit en el lema de tots aquells que
lluiten per eliminar la injustícia d'un poder que manté la possessió
de la terra i el esclavatge dels seus treballadors.
Ara seguim reclamant la vella idea de "la terra pel qui la treballa".
Ara, seguim recordant Emiliano Zapata.


Sacrilegio en el colegio
Hermann Bellinghausen (La Jornada)

Después de cantar muy lindo decidimos portarnos mal. Entiéndase,
teníamos 11 años y una imprecisa noción de los límites. Debíamos ser
un desafío para Contreras, nuestro profesor de quinto, y en respuesta
él incurría en actos de violencia pedagógica que hoy serían motivo de
denuncia judicial pero entonces cabían dentro de la norma. Nuestros
padres podían ser peores. Y la verdad, nos pasábamos de lanza. Lo que
tenía Contreras es que, además de reglazos y borradorzazos, pellizcaba
de cierta manera la patilla que el dolor te paralizaba a gritos. El
castigo, por supuesto, era parte del desmadre, todo el salón lo
festejaba y el torturado ganaba popularidad por unos días.

El hecho es que varios, sobre todo Edgardo, éramos víctimas
recurrentes de tales prácticas docentes, y es que él era el rey del
relajo. Un tipo carismático, divertido, superabusado. Hijo de un
político priísta de trayectoria sindical, nada parecía darle miedo, o
confiaba mucho en sus redes protectoras. Un benjamín con hermanos
adultos, sospecho que nadie lo supervisaba. Su chofer era su valedor.
Sí, tenía chofer. Vivía en Las Lomas. Etc. Ese año fue mi mejor amigo
y mi peor influencia. Hasta me sacó una credencial (inválida) del PRI;
su papá andaba en la campaña de Díaz Ordaz.

Una tarde del 64, Edgardo, Jaziel y yo salimos de un ensayo del coro
del colegio bajo la docta dirección de don Carlos Greull Anders y al
órgano el entonces joven Víctor Urbán, músico titular del templo.
Edgardo y yo éramos solistas, aunque yo cantaba más quedito. En vez de
retirarnos, nos escondimos en la penumbra.

Con Jaziel la cosa era distinta. Sus padres y los míos, del movimiento
familiar cristiano, habían tratado de hacernos amigos por años,
recurriendo al car-pool, invitaciones a merendar y pretextos
parroquiales. Aunque vivíamos en la misma colonia, la verdad yo nunca
lo buscaba. Sus padres, bastante mayores y aburridísimos, eran tan
anticuados como su carro, una reliquia modelo americano de los
tempranos 1940. La madre, con la falda hasta el suelo. El señor,
siempre de traje y corbata de moño. No recuerdo por qué se unió Jaziel
a nosotros para causar destrozos en esa tarde febril, si lo invitamos
o se nos pegó.

Atardecía. La iglesia desierta y el coro en lo alto apagaron sus
luces. Cerraron las puertas, con candado las salidas a la calle. En la
sacristía ni un alma. Nos quedamos adentro deliberadamente. No había
plan. Las bodegas recorrían un largo pasillo amurallado, por tramos a
la intemperie, tan largo como el templo mismo. Cirios usados en
grandes cantidades, candelabros, armazones de coronas, flores secas
amontonadas, botes grandes, bancas y reclinatorios rotos, maderos de
distintos tamaños, un taller de carpintería y herrería, grandes
incensarios de latón abollados. Avanzamos por una sucesión de cortinas
de manta y lona que había que ir apartando, como en una obra de teatro
participativo. Un rayo crepuscular iluminó de amarillo unas palomas
blancas que se alejaron con el sonido de un aleteo fantasmal.

No sólo atravesábamos la bodega, traspatio y tiradero, sino que íbamos
haciendo destrozos, pateando vasos de veladora y floreros de latón,
tumbando tablones, jugando a la rueda con las coronas de los muertos.
No recuerdo haber visto ratas, pero sí lagartijas y gatos. Tumbamos a
medias el armazón del arco que se decoraba con flores para ocasiones
especiales. Por fortuna no se nos ocurrió prender fuego, en esos años
yo era un pirómano. O quizá por eso. La piromanía te enseña a conocer
los límites del juego, y ya había provocado incendios. También era
monaguillo, me sabía los vericuetos de la iglesia, supongo que exploré
el terreno con antelación.

De pronto se encendieron las luces. Gritos de quiénandahi. El
sacristán venía tras nosotros. Salimos al atrio casi de noche
aflojando las cadenas de la reja. Cruzamos la explanada, saltamos el
portón sin que nadie nos viera y corrimos en distintas direcciones,
igual que delincuentes.

No hubiéramos sido descubiertos si Jaziel, en un arranque de pánico
ante el tribunal de sus padres por llegar tarde a la casa, no hubiera
rajado, y de ahí al prefecto Arellano. Como Edgardo era medio ateo,
evitaba ir a misa y el sacramento de la confesión se le resbalaba. A
mí Arellano me emboscó en el confesionario y exigió que admitiera que
participé en los desmanes, y que me arrepintiera. Abandoné
abruptamente el confesionario dejando a mis espaldas la absolución del
prefecto, lo cual además me costó caro en la esfera familiar, pero esa
es otra historia, que no recuerdo en absoluto. Quizá me salvó ser
congregante de los del padre Justiniano.

El trío de malhechores se desbarató. Edgardo dejó de jugar beisbol con
los de la clase y, en consecuencia, nosotros también, pues él ponía la
mitad de las manoplas, el bate y las pelotas. Pronto desapareció, se
rumoraba que en un internado. En esos años era la amenaza máxima de
los padres y las madres, te vamos a meter a un internado, o la
militarizada. De grande se hizo famoso dirigiendo sinfonías. En cuanto
a Jaziel, no quise saber más. Lo borró mi memoria.

* * *

Comisiones de investigación paralelas
Javier Pérez Royo

Como el lector sabe, tanto el Senado como el Congreso de los Diputados
han constituido sendas comisiones de investigación con la finalidad de
analizar el proceso de adquisición de mascarillas durante la pandemia.
El objeto de la investigación no coincide en ambas, ya que la del
Senado se concentra en un caso concreto, el conocido como 'caso
Koldo', mientras que la del Congreso tiene un alcance general, es
decir, se extiende más allá de ese caso concreto, pero también lo
incluye.

Nos encontramos, por tanto, ante comisiones parcialmente paralelas y,
como consecuencia de ello, ante el siguiente problema que no se ha
planteado con anterioridad: ¿pueden ambas comisiones investigar
temporalmente de forma paralela o, por el contrario, el Senado no
puede iniciar la investigación antes de que el Congreso de los
Diputados haya finalizado la suya?

Se trata de un tema, insisto, que no se ha planteado nunca antes y que
no está contemplado expresamente ni en la Constitución ni en los
Reglamentos del Congreso de los Diputados y del Senado. El que no esté
contemplado, no quiere decir que no esté resuelto. El ordenamiento
jurídico del Estado, a la cabeza del cual figura la Constitución, es
un ordenamiento completo que no admite la existencia de
contradicciones y lagunas. Cualquier problema que se plantee en la
vida en sociedad tiene que tener una respuesta jurídica en el
ordenamiento, ya que el ordenamiento jurídico no admite lagunas. Pero
cada problema no puede tener más de una respuesta, porque el
ordenamiento no admite contradicciones.

En este caso la respuesta tiene que estar en la Constitución y en los
Reglamentos del Congreso de los Diputados y el Senado y nada más que
en ellos, ya que, al tratarse de un problema específico de Derecho
Parlamentario, únicamente los Reglamentos de las Cámaras pueden ser
normas complementarias de la Constitución. Las funciones
parlamentarias son tres y nada más que tres: potestad legislativa,
potestad presupuestaria y potestad de control gubernamental en sentido
amplio. Las Cortes Generales ejercen la potestad legislativa, la
potestad presupuestaria y la de control, pero en los términos
establecidos en la Constitución y desarrollados por los Reglamentos de
las Cámaras, sin poder añadir absolutamente nada a lo que estas normas
hayan previsto.

En una interpretación sistemática de la Constitución, la respuesta
salta a la vista inmediatamente. El bicameralismo español es un
bicameralismo “tan imperfecto” que el Senado, con la única excepción
del artículo 155 de la Constitución, no puede deliberar o decidir nada
más que sobre aquello que ha sido deliberado y decidido previamente
por el Congreso de los Diputados.

El supuesto más claro es el de la proposición de ley cuya iniciativa
procede del propio Senado. La única facultad del Senado en una
proposición de ley de su propia iniciativa es la “toma en
consideración”. Una vez que el Pleno del Senado la ha tomado en
consideración, el presidente tiene que remitirla al Congreso de los
Diputados para que la tramite como tal proposición. Y volverá al
Senado una vez que el Congreso de los Diputados la haya aprobado.

Así lo dicen expresamente tanto el Reglamento del Senado como el
Reglamento del Congreso de los Diputados. El Reglamento del Senado lo
hace en la Sección 2ª del Capítulo Primero del Título IV, “De la
iniciativa legislativa del Senado”. En el artículo 108, apartado 5, se
establece que, “aprobada una (proposición) se entenderá efectuada su
toma en consideración y el Presidente la remitirá al Congreso de los
Diputados, para su trámite en éste como tal proposición”. En el
Reglamento del Congreso el artículo 125 dispone que “Las proposiciones
de ley que, de acuerdo con la Constitución, hayan sido tomadas en
consideración por el Senado, serán tramitadas por el Congreso como
tales proposiciones de Ley, excluido el trámite de la toma en
consideración”.

El Congreso de los Diputados y el Senado no pueden tratar
simultáneamente sobre un mismo asunto. Este es un principio general
del Derecho Parlamentario. Pueden tratar un asunto conjuntamente en
los casos en que la Constitución así lo prevea. Pero nunca
simultáneamente de forma separada. En el caso en que, por la razón que
sea, se produce esa coincidencia temporal, hasta que el Congreso no
haya puesto fin a su tarea, no puede iniciar la suya el Senado.

El paralelismo temporal no es posible en el ejercicio de las funciones
parlamentarias. El Congreso de los Diputados precede siempre al
Senado. El artículo 155 de la Constitución es la única excepción, que,
como tal, no hace más que confirmar la regla.
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Miquel Angel Soria

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Apr 11, 2024, 1:31:53 AM4/11/24
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L'11d'abril de 1977 ens deixava -només una manera de dir- Jacques Prévert. El recordem amb el recitat d'un dels seus poemes inoblidables i segueix l'homenatge de Serge Gainsbourg, La chanson de Prévert.

Déjeneur du matin
https://www.youtube.com/watch?v=MalR-e4IgAshttps://www.youtube.com/watch?v=5DeA8FPqWwc

La lucha por el futuro
José Blanco (La Jornada)


Entre las primeras oleadas de aquellos increíbles cuasi humanos que salieron de África, una se estableció en el espacio que un día sería Europa. Con los milenios se transformarían en la etnia blanca del occidente de Europa. Su intercambio dilatado con la cultura del mundo musulmán, más algunos azares del caleidoscopio histórico, le dieron los instrumentos que constituirían a la postre una ventaja tecnológica en el campo de la guerra. Grandes grupos de ellos se trasladaron a América y conquistaron y poblaron las vastas áreas que habrían de ser Estados Unidos. También crearon colonias de conquista en toda América, en África, en Asia. El sistema colonial fue la gigantesca base de explotación humana impulsora del desarrollo capitalista, que en EU avanzaría más rápidamente, sin los estorbos y obstáculos de pasado feudal y aristocrático que cargaba Europa. Durante 500 años las clases dominantes de esa etnia blanca han sido un feroz poder preponderante planetario, aunque ha estado en declive durante el último medio siglo.

El gran instrumento de la dominación y la explotación se llama capitalismo, y su declive no ocurre en automático: hay una larga transformación desencadenada por los dominados, que les exige conciencia, esperanza, organización. La formidable lucha anticapitalista que en el último tercio del siglo XIX y gran parte del XX dieron los dominados, debe ser reivindicada plenamente. De esa lucha derivó el experimento a la postre fallido de la URSS. La globalización neoliberal fue una gran batalla ganada por el capital, pero la historia como siempre sigue su marcha cambiándolo todo. El capitalismo globalizado neoliberal ha llevado a la humanidad al borde de un precipicio de horror y de enorme peligro: el daño profundo a la naturaleza y el consiguiente cambio climático. Salvar a la naturaleza y a la humanidad no puede ocurrir en el marco capitalista que produjo el daño. Los poderes del mundo funcionan para que la acumulación de capital continúe, no para preservar la naturaleza y los humanos.

Otro resultado extremo y constante de ese capitalismo es el nivel de la desigualdad constante. Como escriben Chancel y Piketty: La conclusión más sorprendente es que el nivel de desigualdad del ingreso mundial siempre ha sido muy grande. La proporción del ingreso mundial del 10% superior ha oscilado en torno a 50-60% del ingreso total entre 1820 y 2020, mientras la proporción del 50% inferior se ha situado generalmente en torno al 5-10%. Esto corresponde aproximadamente al nivel de desigualdad que observamos actualmente en los países más desiguales del mundo, como Sudáfrica, Brasil, México o Emiratos Árabes Unidos. Estas cifras brutales subsumen la concentración del ingreso y la consecuente concentración de la riqueza en unos pocos deleznables personajes. Las cifras también engloban la desigualdad más acentuada para las mujeres. La vida miserabilísima de las mayorías del mundo sólo puede mover a no admitirla y a la indignación que sostenga las luchas.

El capitalismo neoliberal globalizado vive, además, en nuestros días, una tensión geopolítica aguda promovida principalmente por EU, que conlleva riesgos crecientes inimaginables de destrucción con la guerra nuclear. Escribe el medio digital Truthout del pasado viernes: En su discurso sobre el Estado de la Unión, el presidente Joe Biden no abordó un asunto fundamental: la financiación de la administración para la modernización de las tres patas de la tríada de armas nucleares: misiles balísticos intercontinentales (ICBM), submarinos y aviones bombarderos. Se calcula que las mejoras, los nuevos sistemas de armamento y la producción de nuevas cabezas nucleares costarán a los contribuyentes más de 2 billones de dólares en los próximos 20 años. Faltan 90 segundos para la medianoche: “Este año, el Consejo de Ciencia y Seguridad del Boletín de los Científicos Atómicos no cambia las manecillas del Doomsday Clock debido a las ominosas tendencias que siguen apuntando al mundo hacia una catástrofe global”.

En el pasado la lucha anticapitalista surgió de las condiciones estructurales propias del capitalismo de entonces: la lucha de clases en el marco de los Estados-nación. El capitalismo neoliberal globalizado disolvió esas condiciones; esa es la razón por la que aquellas luchas cesaron. Pero la búsqueda ha sido incesante. El erudito sociólogo sueco Göran Therborn en su estudio El mundo y la izquierda examina las formas y repertorios de la nueva izquierda: Los altermundistas, el movimiento por el clima, los movimientos indígenas y campesinos, los habitantes de barrios marginales, las feministas, los sindicalistas; los levantamientos urbanos del mundo árabe, la marea rosa latinoamericana, los indignados de Europa Latina, los socialistas democráticos anglófonos. Therborn realiza una evaluación de sus debilidades y fortalezas a la luz de los retos sociales, ecológicos y geopolíticos a los que se enfrentan.

Los caminos que exploran los dominados son infinitos.

                                                            * * *

Duelo mexicano de comisiones de investigación
Isaac Rosa

Ya decíamos otro día cómo por fin la derecha le ha encontrado una utilidad al Senado, tras décadas de siesta institucional: convertirlo en otro Congreso. De hecho, convertirlo en el Congreso bueno, el auténtico, el legítimo. Además de legislar contra lo que legisle el Congreso, reprobar ministros y darle vidilla a sus antes mustias sesiones de control, la derecha ha descubierto que también sirve para montar comisiones de investigación, contraprogramando a las que el resto de partidos puedan montar en el Congreso. La buena es la del Senado, por supuesto.

Da lo mismo que sea de dudosa constitucionalidad la convivencia en paralelo de dos comisiones de investigación sobre los mismos asuntos. La derecha corrió este lunes para constituir la del Senado un día antes de que arranque la del Congreso, y solo le faltó gritar “¡Primer!”. Ambas comisiones funcionarán en paralelo, y darán titulares semanales, lo que permitirá que periodistas, articulistas, tertulianos, tuiteros y comentaristas de bar elijamos una u otra según nuestra simpatía política. Así de paso le encuentran utilidad también a las comisiones de investigación, que raramente han servido para investigar y solían terminar con cada grupo confirmando sus conclusiones previas. Ahora por lo menos servirán para contentar a todo el espectro político, cada uno con su comisión. La mía siempre será la buena, la de verdad.

Por ahora falta conocer las listas de comparecientes de las dos comisiones. Y ahí PP y PSOE están jugando a eso tan clásico del cine de acción que se conoce como ‘Mexican Standoff’, el duelo mexicano: cuando dos bandas enfrentadas se cruzan, uno saca un arma y apunta al de enfrente, que a su vez desenfunda, y poco a poco los de un lado van encañonando a los del otro bando, hasta acabar todos enfilados: nadie se atreve a disparar porque pueden acabar todos muertos.

Así en las comisiones: si el PP apunta a los ex presidentes autonómicos socialistas que hoy son ministros, el PSOE pone la mirilla en las autonomías populares. Si el PSOE o sus socios llaman a Ayuso, el PP llamará a Armengol. Si el PP se atreve a citar a Sánchez, el PSOE encañonará a Feijóo. ¿El novio de Ayuso? ¡Nosotros tomaremos como rehén a la mujer de Sánchez! Los socios independentistas se sumarán al duelo mexicano apuntando sus armas contra Salvador Illa, ex ministro de Sanidad y hoy candidato socialista en las inminentes catalanas.

Es muy exacto hablar de “guerra fría de comisiones”, pues tiene algo de aquella “destrucción mutua asegurada” con la que empataban Estados Unidos y la Unión Soviética el siglo pasado: nadie apretaría el botón rojo porque el cruce de misiles nucleares que se desencadenaría, terminaría por arrasarlo todo. En las comisiones paralelas de Congreso y Senado va a funcionar la “investigación mutua asegurada”, con la diferencia de que aquí sí hay quien está dispuesto a disparar con todo, por mucho daño que haga a las instituciones y a la democracia misma.

Esa es la ventaja con la que cuenta siempre la derecha: que si al final todo es ruido, confusión, niebla, vocerío simultáneo, comisiones paralelas, acusaciones mutuas y conclusiones contrapuestas, se genera una sensación (falsa pero eficaz) de “todos son iguales”, “todos corruptos”, en la que sale perdiendo la izquierda, cuyo votante tiene unos niveles más altos de intolerancia a la corrupción.
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Miquel Angel Soria

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Apr 12, 2024, 1:30:31 AM4/12/24
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Antonio Ferres -mort l'11 d'abril de 2020- amb La piqueta, Armando López Salinas amb La mina i Jesús López Pacheco amb Central eléctrica, formen el grup madrileny marcat per una literatura obrerista, centre de la novel·la social, que va patir un menypreu sistemàtic.
Antonio Ferres, al retorn de l'exili, va tenir temps d'escriure un inici de memòries -Memorias de un hombre perdido- on deixa patent el seu compromís amb la rebel·lia encara que no pot amagar el seu disgust pels rumbs que ha agafat el món i el seu pais.
La millor manera de retre-li homenatge està en aconsellar als nostres joves la lectura -o relectura si cal- d'aquestes obres. 
Recuperem la memòria i els mantenim vius.


Gaza y Varsovia son el método
José Steinsleger (La Jornada)

Uno. Entre la heroica resistencia del gueto de Gaza (en curso), y el heroico levantamiento del gueto de Varsovia (abril/mayo de 1943), subyace, indómito, el derecho a la rebelión de los pueblos.

Dos. Junto con Cisjordania y Jerusalén oriental, en Gaza empezó la solución final (sic) del llamado problema palestino, así como el de Varsovia fue un capítulo más de la solución final del llamado problema judío.

Tres. Como es sabido, la Segunda Guerra Mundial empezó tras la invasión alemana a Polonia (1º de septiembre de 1939). Y un año después, en Varsovia, los nazis desalojaron un barrio céntrico de arios, y allí confinaron a 350 mil polacos judíos (un tercio de la población total de la capital).

Cuatro. Sin embargo, en enero de 1943, súbitamente, componentes de un mísero cortejo de judíos destinados a los campos de exterminio, empuñaron armas de fuego y dispararon contra las temibles SS, y la soldadesca encargada de la vigilancia del gueto. Y al cabo de cinco días de combate, los nazis recurrieron a los cañones para demoler los edificios donde los subhumanos (sic), se habían atrincherado.

Cinco. El 16 de febrero, Heinrich Himmler, jefe de las SS, ordenó arrasar el gueto con implacable tenacidad (Léon Poliakov, Breviario del odio, 1951, pp. 276-284). No fue tan fácil. El 19 de abril estalló el levantamiento general, y los contingentes judíos que habían conseguido armas, granadas y explosivos del exterior (transportados por… ¡túneles!), resistieron con tenacidad.

Seis. Ninguno sobrevivió y, por ende, no hubo triunfo estratégico. Pero desde el punto de vista militar, el alzamiento fue una sorpresa sicológica para los nazis. En su diario, Joseph Goebbels apuntó: La rebelión del gueto revistió el carácter de una epopeya judía por propio derecho, y así será considerada en el futuro ( The Goebbels diaries, Londres, 1948, pp. 268 y 273).

Siete. Ahora bien. El 7 de octubre pasado, las Brigadas Al-Qassam (ala militar del partido Hamas) rompieron el cerco del guetto de Gaza y, así como los judíos de 1943, sorprendieron al ejército que (ídem anterior) presumía de ser el más eficiente, ético y moral del mundo.

Ocho. Entonces, cuando los espíritus merolicos dicen estar contra Hamas y Netanyahu, omiten, con deliberada amnesia, que esta historia empezó en 1948, cuando la entidad terrorista llamada Israel desencadenó la Nabka. Un término que remite al propio holocausto palestino.

Nueve. Por ello, el 23 de junio de 2023 Hamas tomó la palabra al ministro de Seguridad Ben-Gvir, quien pidió a la cúpula del régimen encabezado por Benjamin Netanyahu que lanzara una operación militar especial a gran escala en Cisjordania. Añadiendo: “El ejército debe matar a miles de palestinos calificados de ‘terroristas’, expandir los asentamientos ilegales en Jerusalén oriental, y demoler edificios palestinos”.

Diez. La Autoridad Nacional Palestina (ANP) gobierna en Cisjodrania y Hamas, en Gaza. Con lo cual, tras las palabras de Ben-Gvir, los palestinos entraron en un debate similar al del consejo de dirigentes judíos (Judenrat) en el gueto de Varsovia.

Once. El Judenrat rechazaba la resistencia armada, argumentando que no había prueba de una amenaza de deportación. Cualquier resistencia armada llevará a los nazis a tomar represalias colectivas. La mayoría consideró que la hora no había llegado, y era menester esperar la evolución de los acontecimientos.

Doce. Argumentos sin sustento, pues el 3 de septiembre de 1941, en Auschwitz, habían empezado a funcionar los hornos crematorios, y en el gueto de Varsovia la Organización Judía de Lucha (ZOB, siglas en polaco), y la Unión Militar Judía (ZZW), estaban informados de que en la Conferencia de Wansee (Berlín, enero de 1942), el arco completo de la dirigencia nazi había acordado la aplicación de la solución final.

Trece. Al terminar la guerra, el escritor católico alemán Ernst Wiechert (1887-1950) se dirigió a la juventud alemana, diciendo: “Que nuestra falta nos haga comprender que debemos expiar dura y largamente; que no podemos aspirar a la felicidad, al hogar y a la paz en tanto que otros han perdido su felicidad, su hogar y su paz por nuestra culpa…” (Teatro de Cámara de Munich, noviembre de 1945).

Catorce. Palabras que se llevó el viento. Escribo estas líneas en vísperas de la solución final del problema palestino, que tendrá lugar en la localidad de Rafah. Situada en la frontera con Egipto, Rafah tiene 64 kilómetros cuadrados y, hasta el 7 de octubre tenía 150 mil habitantes. Pero a la fecha, soporta un millón y medio de refugiados que están en la mira de los carniceros nazisionistas, con el apoyo de Estados Unidos, Gran Bretaña y la Unión Europea.

Quince. Nuestro agradecimiento al investigador venezolano Diego Sequera, cuando rescata el comentario de otro analista de excelencia, el alemán Tarik Cyril Amar: “Nos están entrenando en la aceptación del modo de guerra genocida como la nueva normalidad […] Gaza es un método. Un método occidental aplicado por el Israel fascista, sionista, sádico, pionero del apartheid y vanguardia de los de arriba sobre los de abajo”.

                                                             * * *

¿Gana quien golpea más?
Carlos Elordi

Entre la gente corriente de izquierdas empieza a extenderse la sensación de que el enfangamiento de la política que está provocando el PP conducirá a una derrota electoral del gobierno de coalición y que, además, dentro de unos meses Pedro Sánchez no tendrá más remedio que adelantar las elecciones. No hay datos objetivos que lo avalen, pero si ese pesimismo se consolida podría terminar siendo una profecía autocumplida.

No es de ahora. Desde hace tiempo entre los expertos se viene debatiendo la idea de que en un enfrentamiento político quien hace más ruido, quien descalifica más contundentemente al rival, incluso con mentiras, tiene las de ganar sobre una fuerza política que prefiere la moderación y la cordura. También está muy difundida la tesis contraria: que quien agrede sin límites termina perdiendo porque provoca una reacción antagónica en un sector decisorio del electorado, que considera inmoral y anti cívico ese comportamiento.

Está claro que el PP no comparte esta segunda visión y que cualquier actitud dialogante, como la que sin prueba alguna se atribuía a Alberto Núñez Feijóo antes de asumir la presidencia del PP, ha sido arrumbada de los planteamientos del primer partido de la derecha. En la sede de Génova sus dirigentes trabajan, posiblemente en exclusiva, para elaborar, o inventar de la nada, el reproche, la acusación o el insulto más sonoro contra la izquierda. Sabiendo que cualquier infamia tendrá eco en la prensa adicta. Sin descartar que haya podido ser pergeñada con la colaboración de alguno de sus medios.

Deben estar convencidos de que esa estrategia dará sus frutos. Aunque lleve un buen tiempo fracasando y, particularmente, lo haya hecho en las últimas generales. Pero seguramente carecen de alternativa a la misma. Y, además, los poderes fácticos del PP, con José María Aznar a la cabeza, no permitirían dudas al respecto. Lo dijo hace algunos meses: hay que golpear, cada uno donde pueda y como pueda. La vanguardia judicial más reaccionaria le obedeció desde el primer momento. Y en ello siguen. El partido y, por supuesto, Feijóo, no pueden hacer otra cosa.

Porque todo apunta a que Aznar, sin participar en la gestión corriente del PP, manda en él como en sus mejores tiempos. No de una manera directa, sino haciendo patente cuando hace falta que nadie puede osar a hacer algo distinto a lo que propone. Es el referente intocable de la política de derechas en España. El que en su gestión haya cometido errores terribles y que esos errores hayan sido nefastos para el partido no importa mucho. Porque nadie en el PP va a atreverse a reprochárselo.

Está claro que ese protagonismo es también posible porque una masa decisoria del partido, tanto en la dirección como en la base, está con él de manera segura y constante. El PP es mucho más de derechas de lo que algunos bienpensantes de izquierdas quieren creer, pensando que un día, si las cosas cambian, un entendimiento entre los dos grandes partidos sería posible. Hoy por hoy, algo así es impensable.

La frontera entre el PP y Vox es cada vez más tenue. Puede que ya no exista. El acuerdo entre ambos partidos para aprobar, en Castilla León y la Comunidad Valenciana, esa Ley de Concordia que sustituirá a la de Memoria Democrática en ambos territorios es la prueba terrible de ese acercamiento. Ambos se han conjurado no sólo para blanquear los horrores del franquismo, sino para frenar cualquier intento de las víctimas de la dictadura por reivindicar a sus muertos.

¿Se puede ser más de ultraderecha que eso? Pero hay una pregunta más decisiva que esa en estos momentos: la de que si con esos planteamientos, el PP puede ganar las futuras elecciones generales. Que es lo mismo que preguntarse si el voto potencial de la izquierda no reaccionará, aunque sea en el último minuto, para impedir que esa ultraderecha se haga con el poder. Como, por cierto, ya ocurrió en julio del año pasado.

El último rumor, el de que Junts y Carles Puigdemont podrían aceptar un pacto para investir al líder del PP si se quedaran aislados en Cataluña, tiene que colocarse en ese mismo contexto. Para concluir que, al menos durante los dos o tres próximos años, hasta que todo el proceso de la amnistía no esté plenamente concluido, cualquier hipótesis en ese sentido es totalmente impensable.

Las elecciones vascas no deberían cambiar mucho esas perspectivas. Las catalanas tampoco. Más difícil es hoy descartar el impacto que pueden tener las europeas si se cumplen los pronósticos de las encuestas, que son muy malos para la izquierda. Pero da la impresión de que Pedro Sánchez está preparado para encajarlo.

Después del verano se volverá al fango. Con algunas novedades. Una, la de que el 'caso Koldo' podría haber quedado definitivamente arrumbado. Dos, que lo mismo podría pasar con las acusaciones a la esposa del presidente del Gobierno. Y, tres, que el escándalo que afecta a la presidenta de la Comunidad de Madrid podría haber hecho daños difícilmente reparables a la señora Díaz Ayuso y a su partido. El que la Comunidad de Madrid haya elaborado de urgencia una encuesta para decir que el PP, en el día de hoy, sigue teniendo la mayoría, es una iniciativa demasiado sospechosa como para que sus conclusiones sean ciertas.

En definitiva, que no hay motivos sólidos para el pesimismo. Y que todavía pueden pasar muchas cosas de aquí a que haya elecciones generales.
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Miquel Angel Soria

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Apr 15, 2024, 1:30:49 AM4/15/24
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"Me moriré en París con aguacero,
un día del cual tengo ja el recuerdo.
[...]".
Bé, deixeu-lo estar. Millor recordar al César Vallejo compromés amb la lluita en defensa de la República Espanyola. Molt millor recordar-lo en la lectura -perdut ja el compte de les vegades- de España, aparta de mí este cáliz, Los heraldos negros o Trilce. 
Em quedo amb aquest fragment d'un text de Juan Larrea - Al amor de Vallejo (1980)-: 

"Poco y mal conocida aún en España, la poesía de Cesar Vallejo abre un capítulo de nivel aparte en la literatura de nuestro idioma y hasta en las del siglo. Desde el punto de vista universal, Vallejo tropieza en la península con la ventaja de no haber nacido en ella, sino a más de tres mil metros de altura en los Andes del Perú; y no de un linaje común, sino del cruce poco frecuente de dos abuelos españoles y sacerdotes, y de dos abuelas indígenas; y en un ámbito de inocencia campesina donde la sensibilidad humana ante la naturaleza lo es  como el agua original, prácticamente todo. Bien se ve que nada de ello impidió que en él radicara el genio del lenguaje, mas no en el sentido académica y refinadamente convencional, sino en aquel otro que a él lo distingue donde los hechos de la vida misma, mezclados con sus dichos, resultan ser escritura."


¿Pero tú no eres de aquí?
Aldo Conway

El café de Alba ocupa la planta baja de un edificio rehabilitado en el número 3 de la calle de San Antón, en el cruce de Acisclo Díaz con San Agustín. Es un local estrecho, pequeño y antiguo, con un pequeño escenario y un piano en una esquina, decorado con la impronta de un local de jazz destinado a cantautores con guitarra acústica, hippies y skaters con complejo de Kurt Cobain. El suelo de baldosa y la iluminación, parecida a la que tendría si de las paredes colgasen lámparas de gas por la noche, dibujan una cartografía saturada de decoración, fotos e instrumentos (violines, trombones, cornetas, trompetas y una flauta travesera) tirados del techo como ristras de ajo; un paisaje barroco. Voy allí a desayunar siempre que puedo (siempre que cobro), como aquella primera mañana del mes de septiembre en que la camarera me preguntó si era escritor y me dijo: “Como se te ocurra escribir sobre mí te voy a dar una hostia”. Hace poco me dijo que si escribía sobre ella solo tenía que pagarle cuatrocientos euros, así que estas líneas van a ser una especie de prueba de fuego, porque no pienso soltar un euro. “¿Ya vienes aquí a inspirarte? Pues a inspirarte al baño, como hacen todos”. Los lunes por la noche se llena del artisteo local y provincial en el micro abierto, y todos lo intentan, pero las que acaparan el show son las camareras que, además de poner copas, también son las que mejor cantan y tocan la guitarra y las palmas, y se bajan del escenario tras cantar Me and Bobby McGee mejor que la mismísima Janis Joplin y te traen un montadito de lomo justo después como si nada.

Las propinas se dejan en un gran tarro de cristal con una pegatina que promete dedicar la pasta a pagarles un psiquiatra a Ana y a María, las del turno de mañana. También las aceptan por bizum. Sobre una vitrina frigorífica, tres radios antiguas, grandes, cabezudas y cuadradas como un jugador de basket croata, custodian la entrada. Suelo sentarme en la barra porque me he aficionado a un fenómeno que ocurre al estar ahí sentado y tener a un desconocido al lado: sin darte cuenta estás hablando sin hablar con él; una fracción mínima, la menos íntima de tus pensamientos, se piensa en voz alta, se comparten tímidamente con el de al lado, que hace exactamente lo mismo mientras lee el periódico. Se forja un vínculo subrepticio de cordialidad, una conversación dispersa catalizada por quien anda tras la barra, que suele dar pie a uno y a otro y a veces te incluye en la conversación con una mirada y esa maravillosa pregunta: “¿O no?”. A la que la respuesta siempre suele ser un “claro”.

Ahora me siento a su lado casi creyendo que nos conocemos, por ósmosis inversa, filtrando las partículas de misterio que nos rodean y obviándolas; no somos más que lo que vemos, dos personas tomando café y disfrutando de cómo María vacila a todos los clientes.

–La cuenta, por favor, gracias; perfecto, ¿en paz?

–Cobrado sí. En paz, nunca. Pírate.

Así avanza la mañana para los tres y yo sigo creyendo conocer al tipo; hasta creyendo conocer a María. Me pregunto si ellos piensan lo mismo que yo o soy el único que se cuestiona todas estas cosas, porque en realidad no sabemos casi nada los unos de los otros. Ella es camarera por las mañanas, yo soy escritor y al otro le gustan más las columnas de Ángel Montiel, de La Opinión de Murcia, que las mías; no sabemos mucho más los unos de los otros. Hoy, el tipo le ha pedido a María un café “sin cafeína”. Sin cafeína son los refrescos, todo lo demás es descafeinado. Qué raro. No conozco a nadie que lo diga de esa forma. Qué raro. Si yo creía conocer al tipo.

–¿Sin cafeína? –le digo.

–Sí, bueno, descafeinado.

–Oye, no eres de aquí, ¿no?

–Soy rumano.

Hemos sorteado la barrera del silencio; nos ponemos a hablar de Rumanía. Es casi tan fácil parecer de fuera como fundirse con los lugareños, como cuando ves a alguien con el Google Maps abierto en una intersección del metro en Madrid. Somos a los que nos dicen que no cojamos el transbordo en Diego de León por mucho que controlemos. Al personaje que interpreta Michael Fassbender en Malditos Bastardos, de Quentin Tarantino, lo descubre un oficial alemán por pedir tres copas con la mano, utilizando un gesto que ningún alemán haría (levantando del meñique al corazón y no desde el pulgar). Creí que el tipo del bar era de Murcia, pero siempre hay un detalle cuántico, microscópico y minúsculo que centellea y descubre otros orígenes, otras culturas. Al salir del Café de Alba hay un semáforo con el mismo efecto que lo del café sin cafeína y el gesto de Fassbender –en este caso para su desgracia–; tiene un lapso de un minuto en el que está en rojo para todas las direcciones y solo los que lo cruzamos varias veces al día sabemos que, en realidad, podemos cruzar los peatones. Un madrileño no lo entendería. Seguro que el rumano del bar ya lo sabe. Aunque pida café sin cafeína.

                                                              * * *
El eclipse
Augusto Monterroso (La Jornada)


Cuando fray Bartolomé Arrazola se sintió perdido aceptó que ya nada podría salvarlo.

La selva poderosa de Guatemala lo había apresado, implacable y definitiva. Ante su ignorancia topográfica se sentó con tranquilidad a esperar la muerte. Quiso morir allí, sin ninguna esperanza, aislado, con el pensamiento fijo en la España distante, particularmente en el convento de Los Abrojos, donde Carlos Quinto condescendiera una vez a bajar de su eminencia para decirle que confiaba en el celo religioso de su labor redentora.

Al despertar se encontró rodeado por un grupo de indígenas de rostro impasible que se disponían a sacrificarlo ante un altar, un altar que a Bartolomé le pareció como el lecho en que descansaría, al fin, de sus temores, de su destino, de sí mismo.

Tres años en el país le habían conferido un mediano dominio de las lenguas nativas. Intentó algo.

Dijo algunas palabras que fueron comprendidas.

Entonces, floreció en él una idea que tuvo por digna de su talento y de su cultura universal y de su arduo conocimiento de Aristóteles. Recordó que para ese día se esperaba un eclipse total de sol. Y dispuso, en lo más íntimo, valerse de aquel conocimiento para engañar a sus opresores y salvar la vida.

–Si me matáis –les dijo– puedo hacer que el Sol se oscurezca en su altura.

Los indígenas lo miraron fijamente y Bartolomé sorprendió la incredulidad en sus ojos. Vio que se produjo un pequeño consejo, y esperó confiado, no sin cierto desdén.

Dos horas después el corazón de fray Bartolomé Arrazola chorreaba su sangre vehemente sobre la piedra de los sacrificios (brillante bajo la opaca luz de un Sol eclipsado), mientras uno de los indígenas recitaba sin ninguna inflexión de voz, sin prisa, una por una, las infinitas fechas en que se producirían eclipses solares y lunares, que los astrónomos de la comunidad maya habían previsto y anotado en sus códices sin la valiosa ayuda de Aristóteles.

Publicado con autorización de Bárbara Jacobs


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Miquel Angel Soria

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Apr 16, 2024, 1:31:16 AM4/16/24
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Així van les coses per l'Argentina:

PRÍNCIPE

“Esto me hace acordar a un viejo cuento de hadas de la infancia. El de
la bella durmiente. Resulta que viene una bruja a una casa y los deja
a todos durmiendo, pero bueno, gracias a dios el 19 de noviembre vino
el príncipe, les hizo el amor y los despertó a todos”. La intervención
del senador libertario por Formosa Francisco Paoltroni en plena
reunión de Comisión Bicameral resultó inexplicable, excepto por su
repudiable metáfora. Mientras su compañero de espacio Oscar Zago se
agarraba la cabeza, el rechazo de la senadora Anabel Fernández Sagasti
fue inmediato: “Es un espanto lo que acabamos de escuchar. La
violación es un delito que sobre todo padecemos las mujeres y las
niñas y no vamos a permitir que nadie diga banalmente que un
Presidente nos despertó porque nos violó”.

Página/12


El novio de, la mujer de, la boda de y el padre de
Isaac Rosa

Como nuestra actualidad política es más bien aburrida y nunca pasa
nada, nos ha dado últimamente por hablar de allegados, familiares y
vida íntima de nuestros gobernantes. Fíjate en las portadas de los
medios de esta última semana: unas hablan de un novio, otras de una
esposa, aquellas de una boda, y en algunas asoma también un padre. La
deriva española alcanza por fin las alcobas.

Por supuesto, todos ellos comparecen en las portadas en condición
“de”. El novio “de”, la mujer “de”, la boda “de” y el padre “de”. Y el
interés de unos y otros es variable, depende del medio: los hay que
dedican toda su atención al “novio de” y los hay que solo tienen ojos
para la “mujer de”; los hay que festejan la “boda de” y quienes la
critican; los hay que aplauden al “padre de”, y quienes censuran su
presencia. Veamos quiénes son todos estos allegados.

El novio es, obviamente, el de Ayuso. Las noticias las protagoniza el
novio, pero no hablamos del “caso del novio de Ayuso”, sino del “caso
Ayuso”. Y es que por mucho que la presidenta madrileña intente poner
cortafuegos, limitarlo a un asunto privado, o denunciar una cacería
dictatorial contra un particular, el caso es suyo: ella es la que vive
en el piso de un delincuente fiscal confeso, con un segundo piso
altamente sospechoso, una obra ilegal reconocida, y usando a su equipo
de asesores y matones para defender al “particular”. Además, es su
Gobierno y no el novio la que adjudica contratos millonarios a la
compañía a la que él hace trabajitos. El nivel de escándalo es tal que
cabe recuperar aquella frase tan española de “en cualquier otro país
europeo ya habría dimitido por menos”.

La mujer es la de Pedro Sánchez, señalada por varios medios y por el
PP con acusaciones inconsistentes, en lo que parece un intento de
tapar un novio delincuente con una esposa sospechosa: ¿el novio de
Ayuso? ¡Pero mira tú la mujer de Pedro Sánchez! Yo diría que se trata
de la esposa presidencial más discreta de nuestra democracia, y no
sabríamos nada de ella, ni su nombre, de no ser por los bulos que la
derecha y la ultraderecha lanzan sobre ella desde hace algún tiempo.
No soltarán ese hueso, e insistirán en dedicarle portadas, tertulias e
intervenciones parlamentarias mientras sirva para tapar algo de aquel
novio, hacer ruido y que creamos que todos son iguales, que da igual
el novio o la mujer, todos corruptos.

La boda es la del alcalde de Madrid, que ha demostrado que cierta
prensa necesita cada poco tiempo una boda de relumbrón para llenar
minutos y páginas con listas de invitados, detalles de indumentaria y
simpáticas anécdotas. Como no tenemos ninguna infanta casadera, pues
casemos al alcalde de la capital del reino, que encima se emparenta
con una aristócrata y da para photocall de lo más rancio de la corte
capitalina, incluidos empresarios y presidentes de clubes de fútbol. A
mí lo que haga Martínez-Almeida con su vida privada me importa bien
poco, la verdad, y allá él si quiere una boda pija en la calle
Serrano. Pero que los medios, incluidos medios públicos, nos lo cuelen
como sucedáneo alimenticio de boda real (¡la boda del año!, leo en
varios medios y ninguno es el “Hola”), resulta otra catetada a las que
nos tiene acostumbrados la derecha madrileña.

Ah, y falta el padre. El del rey Felipe. El padre del rey, también
conocido como rey emérito, aprovechó la excusa de la boda (cuyo
parentesco insisten en subrayar los periodistas cortesanos: ¡es primo
de la abuela de la novia! ¡No podía faltar!) para reírse otra vez en
nuestra cara: primero las regatas gallegas, y ahora de fiesta en
Madrid, como si nunca se hubiera ido a vivir a un emirato, como si
nunca hubiera ocultado dinero ni cobrado comisiones por negocios
dudosos. Para más cachondeo, es recibido con reverencia por la derecha
política, vitoreado al llegar, y presentado acríticamente por la
mayoría de medios.

Ahí los tienes: un novio, una mujer, una boda y un padre que sirven
como termómetro de la prensa española.

* * *

La remanida demonización del Estado
Por Emir Sader (Página/12)


El fundamento de los ataques del neoliberalismo a los derechos de
todos es la descalificación del Estado. Una vez demonizado el Estado,
se desatan las políticas de privatización de empresas, de
desarticulación de los derechos de las personas, de desmonte de la
estructuras del Estado, de desempleo de gran cântidad de empleados
públicos.

Los gobiernos neoliberales ya ni siquiera justifican sus actos, como
si todo lo que debilita el Estado fuera automáticamente positivo.
Algunos de esos gobernantes definen directamente al Estado como el
adversario fundamental a ser atacado, debilitado, desarticulado.

Así, es alrededor del Estado que se dan las disputas políticas e
ideologías contemporáneas. Desde que Ronald Reagan (foto) asumió que
el Estado había dejado de ser la solución, para ser el problema, el
Estado ha estado en el centro de las principales polémicas y acciones
políticas.

El liberalismo ha asumido su identificación con la democracia,
oponiéndose al Estado, como institución antidemocrática. La
polarización fundamental, para el liberalismo y el neoliberalismo, se
daría entre Estado y sociedad civil.

El neoliberalismo esconde su proyecto de mercantilización general de
la sociedad, bajo la capa de la sociedad civil. El polo neoliberal
tiene a los empresarios como sus sujetos centrales. La esfera
mercantil no se opone al Estado, sino a la esfera pública.

Esta es la esfera de los derechos, la que busca que todos los
individuos sean ciudadanos, esto es, sujetos de derechos. En la
polarización entre la esfera mercantil y la esfera pública, el Estado
– o la esfera estatal – es un espacio de disputa entre esas esferas. A
menudo al interior del Estado conviven, contradictoriamente, los
intereses mercantiles – en general en los ministerios económicos – y
los intereses públicos – concentrados, en los ministerios de políticas
sociales.

Esta es la polarización verdadera, entre el proyecto neoliberal, que
busca mercantilizar a las relaciones sociales, a expensas de los
derechos de las personas, y el proyecto antineoliberal o
posneoliberal, que busca generalizar a los derechos y transformar a
todos los individuos en ciudadanos.

Está planteado el proyecto de reforma del Estado, con significados
distintos y contrapuestos. Para el neoliberalismo se trata de un
proyecto sistemático de desmonte del Estado. Reformar es
desestructurar al Estado, desarticular sus estructuras fundamentales,
es terminar con toda y cualquier forma de regulación de las relaciones
sociales.

Para el antineoliberalismo, al contrario, se trata de democratizar
al Estado, de ensanchar su capacidad de regular las relaciones
sociales, de poner limites al proceso de mercantilización de las
relaciones sociales. Se trata de reformar radicalmente al Estado, en
la dirección de su democratización, haciendo que la esfera pública sea
el eje fundamental del Estado.
Hernández. Estadista en acción.jpg
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Miquel Angel Soria

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Apr 17, 2024, 1:31:19 AM4/17/24
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Cuba, i els seus amics, no oblida la dada del 17 d'abril de 1961. I la
dada té un nom: Playa Girón.

Nicolás Guillén recordava un fet concret que deixava assenyalat en el seu poema

LA SANGRE NUMEROSA

Cuando con sangre escribe
FIDEL este soldado que por la Patria muere,
no digáis miserere:
esa sangre es el símbolo de la Patria que vive.

Cuando su voz en pena
lengua para expresarse parece que no halla,
no digáis que se calla,
pues en la pura lengua de la Patria resuena.

Cuando su cuerpo baja
exánime a la tierra que lo cubre ambiciosa,
no digáis que reposa,
pues por la Patria en pie resplandece y trabaja.

Ya nadie habrá que pueda
parar su corazón unido y repartido.
No digáis que se ha ido:
su sangre numerosa junto a la Patria queda.


Más de 600.000 firmas por quienes no pueden firmar nada
Isaac Rosa

Si alguna vez has colaborado en una recogida de firmas, ya sabrás que
no es precisamente fácil. No hablo de abrir una petición en change.org
desde el sofá, sino de plantarte en la calle con una mesa y asaltar a
los paseantes. La mayoría acelera el paso creyendo que les quieres
vender algo. Si además tienen que identificarse y poner sus datos
personales, huyen temiendo una estafa. Que encima estén de acuerdo con
la petición, ya puedes tocar la campana con cada firma conseguida.

Así que estaremos de acuerdo en que recoger más de medio millón de
firmas, que es el mínimo para presentar en el Congreso una Iniciativa
Legislativa Popular (ILP), no es algo que se consiga en dos tardes en
la Puerta del Sol. Muchos intentos de ILP fracasan por no reunir
suficientes firmas. Imagínate lo que supone no 500.000, sino más de
600.000. Pero espera, que te lo pongo más difícil: consigue más de
600.000 firmas sin que ninguno de los interesados en la propuesta
puedan firmarla. Es lo que ha pasado con la ILP que propone
regularizar a cientos de miles de personas migrantes, y que ha sido
tomada en consideración este martes. Sus impulsores, y quienes más han
trabajado por sacarla adelante, son los propios migrantes sin papeles,
a través de sus asociaciones y junto a cientos de colectivos.

Lo de menos es que medio millón de personas no puedan firmar una ILP
(tampoco podrían con los papeles en regla, el requisito es ser
español): el problema es que no pueden firmar otros papeles más
importantes: un contrato de trabajo, el alquiler de un piso, una
hipoteca, un seguro, la solicitud de tarjeta sanitaria, un impreso de
la Seguridad Social, la declaración de la renta o cualquier petición
de ayuda. No pueden firmar nada, y sin embargo trabajan, necesitan un
techo, enferman y tienen necesidades.

Hablamos mucho del asalvajado mercado de vivienda español, lleno de
zulos a precio de mansión; pero no pensamos en lo que debe ser
encontrar algo, aunque sea una habitación compartida, cuando tu
situación administrativa ahuyenta a los caseros y te deja a merced de
abusos. Nos quejamos de la precariedad y los sueldos bajos, pero hay
quien trabaja sin derechos, a lo que salga, por lo que quieran
pagarle, carne de explotación. ¿Listas de espera en la sanidad? Medio
millón de personas no tienen que esperar para ver a su médico o al
especialista: directamente no les atienden, salvo una urgencia.
Denunciamos el fraude fiscal, pero miles de familias están deseando
presentar su declaración de la renta y no pueden, de modo que tampoco
les dejamos contribuir económicamente todo lo que podrían.

Este medio millón de personas no ha brotado aquí de repente: lleva
años viviendo en nuestros barrios, y en muchos casos hacen todos esos
trabajos que nadie quiere pero sin los que no podemos funcionar como
sociedad. En la pandemia los llamábamos trabajadores… Ay, cómo era la
palabra… Esenciales, eso era. Trabajadores esenciales. Suena a
pitorreo, ¿verdad? Muchos trabajadores “esenciales” lo hacen a
escondidas, donde no los vemos, o donde no los queremos ver: bajo
plásticos de invernaderos, en casas como internas. Y con miedo a que
en cualquier momento la policía les pida la documentación y acaben en
un CIE.

Que el Congreso haya tomado en consideración la ILP es un éxito,
porque la mayoría de iniciativas populares no pasa ni ese trámite. No
es España país para el poder popular, que en cuatro décadas solo han
sido aprobadas dos ILP. Lo de este martes es un primer paso, pero es
importante. Más en un momento de derechización o directamente
ultraderechización de Europa, con gobernantes comprando la agenda
racista y xenófoba de la extrema derecha. Que una iniciativa así
reciba tanto apoyo social, y que todos los partidos salvo Vox hayan
permitido que al menos se debata, es una buena noticia, nos hace
mejores. Enhorabuena y gracias.

* * *
El asalto
José Blanco (La Jornada)

Aunque tiene la apariencia de un suceso político menor en el marco de
los inmensos confines de los poderes imperialistas de occidente, la
brutalidad del gobierno de Daniel Noboa en la embajada mexicana de
Ecuador adquiere, en ese marco, su más preciso significado.

América Latina en general condenó el asalto y Estados Unidos (EU) puso
distancia: espera que las diferencias entre México y Ecuador se
resuelvan conforme a derecho: a EU no se le escapa que el allanamiento
fue en sustancia una persecución del correísmo que, desde luego,
aplaude. EU está detrás de la guerra contra la marea rosa de gobiernos
progresistas de América Latina. Y haciendo la segunda voz, la
Organización de los Estados Americanos expresó su solidaridad con las
víctimas de las acciones improcedentes y bla, bla, bla, sin
identificar al agresor.

El gobierno de EU tolera al gobierno progresista de la 4T debido a la
profunda imbricación económica, social y política de México con ese
país. Los 37.3 millones de migrantes mexicanos aportan más 324 mil
millones de dólares en impuestos anuales a la hacienda pública de EU,
una cifra mayor que el PIB de Colombia, según estimaciones de la
canciller Alicia Bárcena. Si esos son los impuestos pagados por los
migrantes, podemos imaginar el tamaño del PIB que ellos generan allá.
México es además la economía número 12 del mundo, por encima de
Italia, España o Corea del Sur, según el Fondo Monetario Internacional
(estimaciones para 2023) y, en esa condición, es el socio comercial
número 1 de EU: en cualquier caso, EU no puede sino cuidar, como lo
hace el gobierno mexicano con EU, su trato y decisiones con México.

Al constituirse, el gobierno de Biden emprendió una suerte de
restauración histórica: diversos lazos del dominio de EU en el mundo
se habían aflojado o de plano estaban rotos, y le era ineludible
restablecerlos. Diversos Estados del espacio musulmán continuaban como
incurables reticentes: era menester reconstruir la estrategia con
plazos mayores e instrumentos más firmes de prohibiciones y castigos,
y bombas cuando sea necesario, aliándose con fuerzas internas
contrarias a los Estados constituidos, hasta que entiendan el valor
superior de los principios de la democracia liberal y del
comportamiento internacional basado en reglas.

La preocupación mayor, sin embargo, ahora es China, que sigue
atreviéndose a competir de tú a tú con EU, y Rusia, que sigue con una
influencia notoria en Eurasia y algo más allá, además de ser una
potencia nuclear.

Así que EU salió de Afganistán, después de 20 años de desastrosa
ocupación militar, con el objetivo de recomponer en su totalidad la
estrategia de dominación. El mundo ha alcanzado un punto de inflexión,
dijo Biden en marzo de 2021, y afirmó: los historiadores del futuro
estudiarán la cuestión de quién triunfó: la autocracia o la
democracia. Argumentó también: la competencia entre EU y China
permitirá saber cuál modelo satisface mejor las exigencias del siglo
XXI. El discurso de EU prueba que es numeroso el conjunto de los
Estados del Sur Global que no se pronuncian ni por China ni por EU;
hay una suerte de neutralidad a la espera de un desenlace en el duelo
de titanes.

Según EU, si China se convierte en la máxima potencia, hundirá en la
autocracia a sus países cercanos y pondrá en graves problemas a los
gobiernos democráticos. Ya lo ha hecho con Australia y Noruega,
arguye. Hacer seguro el sistema antiliberal de China hace inseguro el
liberalismo. Por tanto, EU debe impedir ahora mismo que China prospere
y conquiste el favor o la adhesión del Sur Global. Y busca impedirlo
por todos los medios. Ya aplicó a China innumerables sanciones y Janet
Yellen acaba de visitar ese país para señalarle su excesiva capacidad
en la manufactura, advirtiéndole que esto podría causar trastornos
económicos globales (es decir, a EU, que opera un movimiento
antiglobalización). Según Yellen, China ha acaparado los mercados
mundiales y ha incurrido en prácticas económicas desleales (que,
claro, dejan en desventaja a las empresas de EU). Además tendrá
consecuenicas significativas si continúa su comercio con Rusia.

En resumen: es menester parar a China sin contemplaciones, y evitar
que se conformen gobiernos en el Sur Global que puedan tener alguna
inclinación hacia China. Ahora mismo Javier Milei abre la puerta a una
base militar de EU en la Antártida, y cancela los acuerdos que el
gobierno de Alberto Fernández había cerrado con China. La invasión
rusa de Ucrania reforzó las tesis de Biden. Se trata, dice EU, de un
caso de agresión autocrática y una advertencia de que un mundo
liderado por Estados no liberales sería letalmente violento para las
vulnerables democracias ­liberales.

Las guerras contra la marea rosa latinoamericana, mediante el lawfare
y las arremetidas mediáticas, orquestadas por las oligarquías locales,
están en línea con lo que EU exige del Sur Global. Perseguir al
correísmo en Ecuador es imperioso, hasta que desaparezca como
posibilidad. Por eso Noboa, un oligarca junior de segunda, del tercer
mundo, nacido en EU, cometió el asalto gorilita.
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Miquel Angel Soria

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Apr 18, 2024, 1:30:27 AM4/18/24
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Para la Cátedra de Religión

Cuando llegué a Roma por primera vez, yo ya no creía en Dios, y no tenía más que a la tierra 
por único cielo y único infierno. Pero no guardaba una mal recuerdo del Dios padre de los años de mi infancia, y en mis adentros seguía ocupando un lugar entrañable el Dios hijo, el rebelde de Galilea que había desafiado a la ciudad imperial donde yo estaba aterrizando en aquel avión de Alitalia. Del Espíritu Santo, lo confieso, poco o nada me había quedado: apenas el vago recuerdo de una paloma blanca de alas desplegadas, que caía en picada y embarazaba a las vírgenes.
No bien entré al aeropuerto de Roma, un gran cartel me golpeó los ojos:
BANCO DEL ESPÍRITU SANTO
Yo era muy joven, y me impresionó enterarme de que la paloma andaba en eso.
                                                                                                      Eduardo Galeano



Milagro en Santa Coloma
Javier Pérez Andújar

Nos hemos acostumbrado a la muerte. Esto lo traen las guerras, y también lo traen las plagas, las epidemias... Antes, se las llamaba así. Ahora hablamos como un comunicado de la OMS, y decimos pandemia. Preferimos comunicar a hablar. Hoy, quieres hablar con alguien, y resulta que está comunicando. Nos hemos habituado a todo. A la muerte también. Siempre ha sido de la familia, pero hay temporadas en que vive con nosotros. Demasiados meses, años ya, yendo a entierros sin el descanso necesario para olvidar, en la medida en que resulte posible arrinconar estas cosas.

Creíamos que habíamos visto morir una época, una era, pero faltaba lo evidente, ver morir a sus protagonistas. Nadie protagonizó el fotoperiodismo en Barcelona como Joan Guerrero, que falleció el pasado día 3 de abril, a los 84 años, en el Hospital del Espíritu Santo de Santa Coloma de Gramenet. También su espíritu era santo, y eso le hizo comunista (del PSUC y de Comisiones Obreras), en su municipio del extrarradio de Barcelona, a donde le había llevado, en busca de trabajo, de comer, de vivir en mejores condiciones, ese viento salvaje de su Tarifa natal. Pero, siendo comunista, no era un hombre de partido, era un hombre de vecinos, de currantes y currantas que pagan un piso y se toman un cortado de camino al tajo, o de vuelta a casa. Y, por encima de todo, era un hombre con un oficio: la fotografía.

Toda la transición está en las fotos de Guerrero. La transición completa, desde la nada, cuando todo esto era tinieblas y solo había dictadura, y la ciudad era el vacío de los solares sin edificar, y empezó a verse en ella a los viejos recién llegados de los pueblos, venían arrastrados por sus hijos, y Guerrero retrataba a esos ancianos jugando a las cartas en una mesa, en medio de la tierra basta y seca, hasta la eclosión maravillosa del cosmos, muchas décadas después, en esas mismas calles, construidas, edificadas, bombardeadas, llovidas, pobladas, habitadas, humanizadas, por oleadas de meteoritos con corazón y aliento, mujeres, hombres, niñas, niños, venidos de China, India, Pakistán, Marruecos, Gambia, Camerún, Ecuador, Perú... de todo el mundo. Pues así es ahora Santa Coloma, y Guerrero la ha fotografiado, hasta el final de sus días, en la manera en que ha ido transformándose esta ciudad como todas nuestras grandes ciudades. Guerrero buscaba a la gente en cada momento. No podía vivir sin el milagro de la gente, sin la belleza de la condición humana.

Primero fue mano de obra; pero, cuando consiguió hacerse fotógrafo, trabajó para las revistas de Santa Coloma y, en seguida, para todos los periódicos de Barcelona o con redacción en la ciudad: El Correo Catalán, La Vanguardia, El Periódico de Catalunya, El País... En todos le quisieron y admiraron. Hablaba como de lejos, como si aún se estuviera trayendo su voz desde el horizonte de Tarifa, la voz se le había quedado enganchada en aquel azul. Sin embargo, sus pies, su calzado de fotógrafo pateador de asfalto, recorría el presente, y así observaba, no como un depredador, sino como uno más entre la multitud, con la cámara en la mano, las calles más humildes de lo que se llamó las afueras, y resultó que era el centro del universo: donde viven las personas.

Antes que un maestro, Guerrero fue un compañero. No quería enseñar, solo aprender, compartir, conocer, descubrir la vida cada vez que la miraba. A su entierro, el otro día, asistió la profesión en pleno. Toda una generación de fotoperiodismo y de periodismo de plumilla. Los que contaron y plasmaron una época, una política. Y también asistió a su despedida una manera histórica de hacer esa política, los antiguos y las antiguas fundadoras de las asociaciones vecinales. De aquella incontable multitud de periodistas que se reunió para darle su adiós, la inmensa mayoría ya se ha acogido la jubilación, en bastantes casos, forzosamente. De los viejos y viejas luchadoras de los barrios que también estaban en el entierro, la inmensa mayoría aún sigue en la brecha.

Algunos fotógrafos, sus compañeros de oficio, se presentaron en el funeral con la cámara en la mano (como Hamlet con la calavera de Yorick) o la llevaban tan solo colgando del hombro. No iban así para disparar, como salvas, fotos al aire en su gloria, ni para tomar imágenes documentales de ese acontecimiento de fotógrafo muerto con bigote, un bigote como el del perseguido quincallero el Lute, como la gente que se dejaba el bigote caído de cantautor uruguayo en un gesto antisistema. Llevaban la cámara colgada en señal de duelo, de complicidad, de compañerismo, para que la cámara estuviera también en el entierro, para que la cámara viera por sí misma como alguien más.

Un fotoperiodista ve para contar, pero luego necesita ver para vivir, que es todo lo contrario de vivir para ver. La primera cámara fotográfica que tuvo Joan Guerrero era de mentira y se la hizo con una caja de cerillas. Es el título del magnético, hondo documental que le dedicó el fotoperiodista David Airob: La caja de cerillas (2014). Actualmente, puede verse de manera gratuita en Internet. Aquella cámara de juguete se la fabricó Guerrero siendo niño. Vio en una película a alguien que tomaba una fotografía y se dio cuenta de que él quería hacer lo mismo. Entonces, se colgó del cuello una caja de cerillas vacía, sujeta de ambos extremos por un cordel. De este modo, Guerrero niño empezó a mirar. Así, sin nada, sin medios, sólo con sus sueños, se hizo fotógrafo Joan Guerrero.

A lo largo de su vida profesional, Guerrero publicaría muchísimos libros (más de veinticinco, seguro), tanto de fotografía como autobiográficos. Lo que no era Santa Coloma, en Guerrero, era mundo. Viajó muy lejos. Con el renombrado sacerdote Pere Casaldàliga, establecido entre las gentes más humildes de Brasil, y comprometido con la teología de la liberación, hizo un libro a medias. Las palabras eran del sacerdote y las imágenes de Guerrero. Guerrero era creyente, y su entierro, el pasado jueves, lo ofició un cura ecuatoriano, que era amigo suyo. Le llamaba Juancito. Guerrero era de esos creyentes que, en vez de decir Dios, decía: tiene que haber algo. Y también decía: yo no concibo la vida sin que haya algo más... Algo. En España, la mística ha llegado a través de la pobreza. Incapaz de aspirar a Dios, la gente ha tenido que conformarse con algo.

Fue iniciático su viaje a Latinoamérica. En el Ecuador, recorrió como un vagabundo la cordillera de los Andes, vibró bajo el volcán, que allí es el Chimborazo, y se sumergió en la más profunda pobreza de aquel país. Un pobre que conoció allí le puso en contacto con Sebastião Salgado, porque resultó que era amigo de ese fotógrafo, y así se hicieron amigos los tres. Pero Guerrero no trajo a Barcelona fotos de pobres. Trajo dignidad humana, que emanaba de los ojos de todos sus retratados. Él lo llamaba poesía. Tenía razón. Luego lo llamó fotografía solidaria y, con un grupo de compañeras y compañeros, puso en marcha una asociación para combatir la pobreza en el mundo con sus fotos. Tuve la suerte de publicar un libro con Guerrero, hecho de trozos de su vida y de muchas fotografías. Poco después de llegar a los lectores, el libro acabó triturado por la editorial, porque pasaba de tener los ejemplares sin vender ocupando espacio en el almacén. Y eso que les salía gratis el almacén, Guerrero ponía el alma y yo ponía el zen.

Guerrero era un narrador. Siempre contaba la historia de una mujer a la que se le había muerto un hijo. Él le llevaba fotografías de su hijo para consolarla, pero al día siguiente las fotos habían desaparecido. Nadie en esa casa atinaba a dar con lo que ocurría, hasta que aquella mujer se lo contó a Guerrero. Era ella quien se comía las fotos. Las desmenuzaba, las despizcaba en trocitos, para masticarlos y tragárselos y, así, llevar a su hijo dentro. Historias como esta había vivido un montón, y de esas cosas era de lo que siempre hablaba en cualquier parte, sentado en la terraza de un bar de barrio, de pie en la acera, como conversan los vecinos que se conocen y se encuentran por la calle.

La transición que fotografió Guerrero está llena de pancartas hechas con las sábanas con que se acostaba la gente. Bueno, con las sábanas viejas, que para eso las rompían. Eran fotos de manifestaciones vecinales, en las que reclamaban escuelas públicas, ambulatorios porque no tenían médico, asfaltado, alcantarillado, alumbrado, que llegara el autobús hasta donde sólo había caminos de barro. Así eran aquellas fotos, repletas de jerséis de mercadillo con los que la gente que pide justicia se abriga en invierno. Guerrero tenía la misma manera de salir a hacer fotos que de ir a comprar el pan. Andaba por la calle. Se paraba y los otros viandantes seguían andando a lo suyo, pero él se había fijado en algo, y comprendía que aún iba a pasar algo mejor. Esperaba allí, como cualquiera que se detiene en la calle sin prisa, sin darle importancia, porque sabe que el destino tiene palabra, que lo esperado va a llegar. Y tomaba la foto, y continuaba circulando entre el personal, reconociendo las caras de la gente, individuo por individuo.

Miguel Hernández y Antonio Machado eran sus poetas preferidos. En el poema Nanas de la cebolla, de Miguel Hernández, Guerrero identificaba su propio agradecimiento a la figura materna. Pareciendo un fotógrafo de hijos, Guerrero era un fotógrafo de madres. Siempre estaban las madres, en sus fotos, retratadas de las maneras más diferentes. La madre que amamanta, la madre con el carrito, la madre que vigila el juego, las madres que hablan entre ellas. Guerrero no era paternalista, era maternalista.

De Antonio Machado, tomó la bondad y una fascinación por el cementerio del Espino, en Soria, donde un día llegó en peregrinación poética y fotográfica. Pero creo que no era Leonor, que yace en aquel camposanto, el imán que lo atrajo hasta allí, sino dos palabras que hay al principio del famoso poema donde Machado inmortaliza el Espino. Es cuando dice Machado: Palacio, buen amigo... Buen amigo, esa era la combinación secreta para abrir la caja fuerte del corazón de Guerrero. Siempre saludaba a quien se encontrara llamándole: ¡Hola, amigo! Y alargaba mucho la o de amigo, porque su voz tenía que llegar desde Andalucía, y también la alargaba mucho porque no quería que la amistad se acabase.

Si a alguna escuela perteneció Joan Guerrero, fue al neorrealismo italiano. Le conmovían aquellas películas. Asimismo, adoraba a Tarkovski y a Truffaut. Sin embargo, a las verdades de estos les faltaban los charcos donde Guerrero encontraba la vida reflejada. Un día me paró delante de un charco y me dijo: Javier, dime qué ves ahí. Un edificio reflejado, ¿te refieres a eso?, le contesté. Sí, pero si no estuviera el edificio, ¿qué verías? No sé... Pues verías el charco, verías la verdad.

La calle es el alma de la fotografía, esta frase la decía mucho Guerrero. Y también le gustaba pronunciar esta otra frase: las fotos son bonitas porque la gente sale en ellas. Estaba orgulloso de su familia, de su mujer, Mari Carmen, de su hija, Laura, que también es fotógrafa, y de su hijo, Ernesto, que murió a los 28 años. Y estaba orgulloso de su oficio de fotoperiodista. Nunca se consideró artista, ni tampoco pretendió dar un carácter documental a sus fotografías. Se tenía, simplemente, por un fotógrafo. Cuando explicaba una foto suya de unos niños jugando en un charco muy grande, que se ha publicado mucho, solía contar: Yo no hice la foto pensando que era un documento. De verdad, ¿cómo iba a ver yo ahí un documento? Lo que vi era lo que se ve en la foto: unos niños. Y ahora van y dicen que es un documento.
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Miquel Angel Soria

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Apr 19, 2024, 1:31:12 AM4/19/24
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EL DESEO

Un hombre encontró la lámpara de Aladino tirada por ahí. Como era un buen lector, el hombre la reconoció y la frotó. El genio apareció, hizo una reverencia, se ofreció:
     -Estoy a su servicio, amo. Pídame un deseo, y será cumplido. Pero ha de ser un solo deseo.
     Como era un buen hijo, el hombre pidió:
     -Deseo que resucites a mi madre muerta.
     El genio hizo una mueca:
     -Lo lamento, amo, pero es un deseo imposible. Pídame otro.
     Como era un buen tipo, el hombre pidió:
     -Deseo que el mundo no siga gastando dinero en matar gente.
     El genio tragó saliva:
     -Este... ¿Cómo dijo que se llamaba su mamá?
                                                 Eduardo Galeano, Patas arriba. La escuela del mundo al revés.


     

¿Quién teme al Bildu feroz?
Isaac Rosa


Estaba tardando, pero atención que este jueves cantaron bingo en kioscos, radios y teles: ETA en las portadas y tertulias de la prensa de derecha. Un oportuno informe de la Guardia Civil a la Fiscalía de la Audiencia Nacional, un oportuno informe que vincula a Otegi con un atentado de ETA de hace 44 años, un oportuno informe que el fiscal decide archivar y que no sirve para nada pero que oportunamente termina filtrado en las redacciones. Otegi, ETA, Bildu, elecciones vascas, socios del gobierno, Pedro Sánchez. ¿Se entiende o te hago un dibujo?

Era raro que tardara en salir, pero ya tenemos el comodín ETA en campaña. Y más que va a salir. Los sondeos apuntan a una posible victoria, así que azuzemos el miedo a Bildu, es decir a Otegi, es decir a ETA, no sea que otros partidos tengan la tentación de permitir, por activa o por pasiva, que acaben gobernando Euskadi “los herederos de ETA”. Y de paso le damos un palito al gobierno, que nunca sobra.

El problema es que el lobo de Bildu da cada vez menos miedo, especialmente en Euskadi. Puede que en el resto de España haya quien todavía se asuste con lo de “que viene ETA”, pero entre la mayoría de votantes vascos es un partido más, un partido homologado que no da nada de miedo. Y no solo entre los jóvenes, a los que achacan falta de memoria: es que EH Bildu, una coalición donde no solo están “los herederos de ETA”, lleva más de una década haciendo política institucional con toda normalidad, y con ETA desaparecida. Ya en 2011 la primera Bildu se hizo con la alcaldía de San Sebastián y numerosos municipios vascos y navarros, y en 2015 con la alcaldía de Pamplona. Y de su paso por los gobiernos municipales se recuerdan errores o decisiones polémicas, pero nada que dé miedo.

No solo no da miedo: es que hasta sorprende la rápida evolución de la izquierda abertzale en tan pocos años. Hoy es una formación que pone por delante cuestiones sociales antes que independentistas, que se ha distanciado con el pasado violento, reconociéndolo y contribuyendo a la reparación de las víctimas. Un partido que gobierna ayuntamientos sin sobresaltos, pese a que algunos sigan poniendo el grito en el cielo (como recientemente en Pamplona).

Más sorprendente aún es su papel en la política española: quién te ha visto y quién te ve, izquierda abertzale. En el Congreso de los Diputados EH Bildu es el socio más responsable, fiable y leal del gobierno, sin exigencias maximalistas y sin condicionar su apoyo a políticas progresistas como sí hacen otros socios. Hace un trabajo parlamentario serio, respeta reglas y costumbres, sus intervenciones son compartidas en redes sociales fuera de Euskadi, y hablan de desigualdades, clase trabajadora, feminismo, ecologismo o antifascismo, nada de separatismo, y menos que nada de ETA.

¿Quién teme al Bildu feroz? Ni la mayoría de votantes vascos, ni la izquierda española, ni el gobierno y sus socios, que tanto han contribuido a su normalización política incorporándola a sus acuerdos. Tanto que ya no resulta inverosímil un lehendakari de la izquierda abertzale.

¿Quién teme entonces a este Bildu nada feroz? La derecha española, que sigue manejándose en coordenadas terrorismo-antiterrorismo y usando el mismo lenguaje, y que no teme un regreso de ETA, ni que sean lobos con piel de cordero, sino que le deje de funcionar el asustaviejos de “que viene ETA” al que sigue recurriendo para movilizar a sus votantes o desgastar al gobierno. Porque lo peor es que sí, que para eso todavía le funciona.

                                                    * * *
Cuba, los que se quedan

Rosa Miriam Elizalde (La Jornada)

En contra de la inercia de las noticias que dan cuenta de los cubanos que se van, ellos no han dejado sus casas familiares ni su tierra; ellas resistieron la promesa de no más colas ni apagones y el éxodo hacia cualquier otra orilla del Atlántico.

Hay que vivir en un vecindario en la isla para descubrir que alguna casa está en venta, que otra se alquila y que la hija y los nietos de la vecina cruzaron el charco y dejaron a los mayores a merced de las remesas. Casi 425 mil migrantes cubanos llegaron a Estados Unidos en los años fiscales 2022 y 2023, la mayoría jóvenes y con estudios universitarios, incentivados por los salarios y la contratación de mano de obra de alta calificación que en ese país escasea debido a los altos costos de la educación privada.

La privatización del sistema educativo, el darwinismo pedagógico y la depredación del talento ajeno no son exclusivos de EU. Dos ejemplos recientes: Reino Unido ha establecido una agresiva política de captación de licenciados y profesionales de la salud en España; hace menos de una semana el gobierno de Nayib Bukele ha ofrecido 5 mil pasaportes y múltiples ventajas migratorias a profesionales extranjeros que decidan instalarse en El Salvador.

La cifra de emigrados cubanos habría que explorarla aún más allá de esas tendencias actuales, del hecho factual de no ser el país emisor por excelencia a Estados Unidos –miremos los datos de México, por ejemplo– y de circunstancias que tienen un fundamento histórico. El grado de tracción del imperio del norte es enorme y viene de lejos, porque se trata de una nación multiétnica en grado superlativo –recibió más de 35 millones de emigrantes de todo el mundo entre 1825 y 1920–, aunque su historia haya negado a sus pobladores el vínculo de una paternidad común, claramente reflejado en los padres fundadores blancos, ingleses y protestantes, como ha advertido el investigador estadunidense Arthur Mann.

En el caso de Cuba hay que considerar, antes de todo lo anterior, que en los últimos 65 años la emigración ha sido un resorte político principal de la estrategia de cerco y aniquilación de la revolución de 1959. Miami es sólo la cola del monstruo. Fue y sigue siendo la Casa Blanca y no Florida la que ha facilitado los privilegios para un grupo migratorio que ni siquiera se reconoce como latino porque tiene efectivamente otro estatus, y que cuenta con un programa de ayuda federal y un tratamiento jurídico especial, la Ley de Ajuste Cubano de 1966. Y aun así, cuando las condiciones económicas en la isla han sido más propicias para atenuar los efectos devastadores del mayor bloqueo aplicado contra un pueblo en la historia de la humanidad, la emigración se ha mantenido en cauces mínimos.

Algún día los especialistas tendrán que abordar, en el ámbito de la sociología de la emigración, la llamada diáspora cubana y su costo social, no sólo para los habitantes de la isla caribeña. Habrá que añadir la perversidad política y su impacto en otras comunidades emigradas a las tensiones que causa cualquier partida, cuando se dejan atrás hogar, amigos, trabajo, ámbitos afectivos y memoria para zambullirse de forma súbita en otras costumbres, otro entorno, otro clima, otro idioma.

Habrá que estudiar también cuánto afecta a la nación estadunidense la cultura política de intransigencia establecida por décadas y sostenida a través de instituciones y relaciones con operadores de origen cubano en el sur de Florida, que en los últimos años ha asumido como propia la ideología ultraderechista del sector más impresentable del Partido Republicano. Para este grupo, la cultura es subversión. De ahí que su proyecto incluya el genocidio cultural y sueñe con la solución palestina para aquellos que se quedan en la isla, ideas que campean alegremente y se normalizan en las plataformas sociales.

Pero Cuba sigue viviendo en sus casas familiares y en su tierra, como tiene fuertes vínculos afectivos con sus hijos, hermanos y amigos repartidos en otras orillas del Atlántico. Y ese pueblo que no se fue, millones que padecen las consecuencias de esa elección y que conocen el sabor del desarraigo, tomó una decisión, como lo hizo en su día la poeta cubana Carilda Oliver Labra: Cuando vino mi abuela / trajo un poco de tierra española, / cuando se fue mi madre / llevó un poco de tierra cubana. / Yo no guardaré conmigo ningún poco de patria: / la quiero toda / sobre mi tumba.
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Miquel Angel Soria

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Apr 22, 2024, 1:30:28 AM4/22/24
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Aquest any, que es commemora el centenari de la mort de Lenin, ens
dona un motiu més per a recordar la data del seu naixement,el 22
d'abril de 1870 a Simbirsk.
Recordo un poema que, malgrat no estar dedicat a ell, pot servir per
recordar-lo:

OBRERS
S'agiten els imperis capitalistes,
grinyolen els seus ullals que esquincen el món.
Devoren la suau Àsia i l'Àfrica eriçada
i enderroquen els llogarrets petits com nius.
La mar és de saliva! Oh, productora fartanera!
La groguenca boca del capital
engoleix els països amagatys i petits.
Ens cobreix un cel humit amb el seu alè podrit.

On el queixal mssega les arrugues de la ciutat,
on flota el baf de les mines de ferro,
pn la màquina espeternega i brunzeixen les cadenes i ploren
els llistons de les caixes, mentre xisclen les corretges
del volant, on els grinyolants transformadors
que pengen dels sins de metall de les dinamos.
allà vivim. I la nostra sort és un feix
de dones, nens i agitadors.

Allà vivim! Els nostres nervis són una xarxa convulsa
en la que boqueja el peix relliscós dels passat.
El salari, el preu de la mà d'obra,
crida en les nostres butxaques mentre tornem a la llar.
A la taula, el pa embolicat en un diari
en el que està escrit que som lliures.
Perseguim les xinxes i a la llum del quinqué
ens afartem de vi i de plaer fugaç.

Camarades i espietes creuen el silenci,
un borratxo ensopega, un jove es cola en el prostíbul.
El cel nocturn, de morros, amb sa camisa bruta,
descobreix el seu pit ple de granellada, sota el fum.
Així vivim. Dormim, roncant, destrossats,
esquena contra esquena com un munt de troncs corcats,
i al nostre voltant, en la paret ruïnosa de l'humit
i fred habitatge, la floridura marca les fronteres de la nostra pàtria.

Però, camarades meus, aquests són els obrers.
els que en la lluita de classes es vestiren de ferro.
Mireu: per ells ens alcem com les xemeneies!
i igual que perseguits ens amaguem.
Així és com el món s'està preparant,
muntat en la cadena de la història.
on la classe obrera, sobre la fosca fàbrica,
clavarà l'estrella fosa de l'Home.

Attila Jozsef (Budapest, 1905-
Balatonszárszó, 1937)






Lo que nos ocultan con el ruido
Carlos Elordi

La crónica política es un rosario de insensateces. Es insoportable que
los rumores en torno a la composición de unas comisiones de
investigación que no van a servir de nada, y lo sabe todo el mundo,
alterne en las primeras con la última burrada de Isabel Díaz Ayuso,
con la agresión a un dirigente del PSOE en Ponferrada o con las
crónicas de los juicios a Rato y a Zaplana que sólo destacan lo
inocentes que se sienten los acusados. Parece el guion de un cómic
infame, de los que se tiran sin leer. Y sin embargo nos dicen que esas
son cosas importantes. Habrá quien se lo crea. Pero la gente sensata,
por mucho que esté cada vez más harta de la política, sabe que esas
cosas se destacan para ocultar lo que de verdad se está cociendo.

Y no es un gran descubrimiento colegir que lo que tenemos delante de
nuestros ojos, aunque empañado por tanta estupidez, es una campaña
electoral de incierto desenlace que ocupa el interés prioritario y
buena parte del trabajo de todos los partidos. Para empezar, en las
próximas cuatro semanas tendrán lugar tres elecciones, cuya marcha es
prácticamente ignorada por buena parte de los medios, pero cuyos
resultados pueden influir mucho en la marcha general de la política.

El País Vasco parece una comunidad prácticamente independiente, en la
que, una vez acabado el terrorismo, todo lo que en ella ocurre nada
tiene que ver con la dinámica española. No es así, hay muchos aspectos
compartidos desde la base, para empezar los económicos y sociales,
pero lo parece. Y los partidos que dominan la escena vasca se empeñan
en que así sea, con el beneplácito de buena parte de su población.

Para el resto de España, cuando menos para los medios dominantes en el
resto de España y quienes los inspiran, lo único que se juega en las
elecciones vascas del 21 de abril es si gana Bildu o el PNV. Ninguna
reflexión sobre el significado que tendría una victoria de la
formación abertzale radical –salvo la que ha hecho en este periódico
Isaac Rosa–. Cuando eso, lo mismo que un buen resultado, significaría
el cierre definitivo del drama terrorista, más allá de las secuelas
personales, que esas no se borrarán en mucho tiempo.

Pero tampoco se reflexiona sobre las dimensiones políticas que pueden
tener unos u otros resultados. Se da por hecho que, si gana el PNV,
éste pactará con los socialistas para conservar el gobierno. Y se
ignora cualquier otra opción, como la de un pacto entre las dos
formaciones nacionalistas, que por muy difícil que parezca no se puede
descartar del todo. Y, sobre todo, pocos hacen la mínima mención a la
fórmula que haría posible un gobierno de Bildu, en el caso de que
ganara, pero sin los escaños suficientes para formar gabinete. ¿Se
aliaría también con los socialistas? ¿Querría Pedro Sánchez afrontar
las terribles críticas que la derecha le haría por dar ese paso? ¿Qué
desgaste supondría eso para el PSOE?

De las consecuencias políticas que podrían tener las elecciones
catalanas del 12 de mayo se habla casi tan poco. Nadie se ha molestado
en profundizar sobre lo que implica la balandronada de Carles
Puigdemont de que se retirará de la política representativa si no es
nombrado presidente de la Generalitat. Cuando eso, aparte de la carga
electoralista de su mensaje, equivale a decir que serán otros los
encargados de decidir la futura política de alianzas de Junts y, en
concreto, la posibilidad de que ese partido pueda un día pactar con el
PP una moción de censura o incluso un apoyo parlamentario al partido
de Núñez Feijoo tras las próximas elecciones generales.

Una vez que la ley de la amnistía entre en vigor y se empiece a
aplicar cuando menos a los principales dirigentes independentistas,
ese pacto sería posible y el PP sería el primer interesado en que se
cumpliera. Es cierto que el interés prioritario del partido de Núñez
Feijóo en estos momentos es reducir cuanto sea posible el peso
electoral de Vox. Y que el principal obstáculo para lograrlo es el
activismo que José María Aznar e Isabel Díaz Ayuso despliegan cada día
en su contra: no por principio alguno, sino porque uno y otros, y
sobre todo los dos últimos, se juegan casi la supervivencia en esa
batalla. La carta de Junts podría ser un instrumento auxiliar para
Feijóo en la misma.

Por último, las elecciones europeas están más perdidas que nada en las
disquisiciones folclóricas del día a día: es infumable que la boda del
alcalde de Madrid, con el rey emérito corrupto de protagonista
destacado, haya sido el gran tema de varios días. Cuando esas
elecciones son un asunto que podría ser trascendente. Aunque sólo
fuera por dos motivos que tendrían un reflejo directo en España: uno,
que la ultraderecha podría conquistar la primacía en el parlamento
europeo. Dos, que la derecha española podría batir al PSOE en medida
mucho más contundente de lo que auguran los sondeos y, además, junto a
una caída muy significativa de los partidos situados a la izquierda
del PSOE.

* * *

Cariño, me voy a la Tercera Guerra Mundial
Isaac Rosa

El sábado por la noche estaba a punto de empezar la Tercera Guerra
Mundial, y yo en la Feria de Sevilla. Poco serio por mi parte. Si al
final la respuesta de Irán al ataque previo de Israel desemboca en
conflicto mundial, muchos lo recordaremos como la archicitada
anotación de Kafka en sus diarios al empezar la primera gran guerra:
“Alemania ha declarado la guerra a Rusia. Por la tarde, clase de
natación”. Así yo: “Irán e Israel desencadenaron la Tercera Guerra
Mundial. Por la noche, cena del pescaíto y feria”.

Perdón que me lo tome a guasa, pero es que al volver de la feria el
sábado nos sobresaltamos al ver que “Tercera Guerra Mundial” era
trending topic en Twitter. Luego comprobamos que casi todo eran memes
y chistes, y nos acostamos más tranquilos: en su frivolidad, los
tuiteros habían entendido perfectamente la amenaza tras el ataque de
Irán. Tan frívolos ellos como los gobernantes, expertos y medios que
cada poco tiempo nos anuncian la posibilidad de una Tercera Guerra
Mundial.

Tú eres demasiado joven, pero yo sí me acuerdo de la cantidad de veces
que en las últimas décadas nos hemos asomado a la Tercera Guerra
Mundial. Ya he perdido la cuenta, así que lo que ya no me pierdo es la
feria o la natación porque otra vez nos la anuncien. Hace pocas
semanas, sin ir más lejos, escuchábamos a dirigentes europeos y a
nuestra ministra de Defensa asustando al personal por la guerra de
Ucrania, y de paso pidiendo más gasto militar, que una cosa suele ir
acompañada de la otra. Desde que Rusia lanzó el ataque hace más de dos
años, no ha habido mes que tal o cual incidente no suponga un riesgo
de Tercera Guerra Mundial, y además en versión guerra nuclear.

Lo mismo nos dijeron en cada una de las guerras recientes en que se
han visto implicados Estados Unidos y sus aliados, con o sin OTAN. La
guerra de Irak de 2003, la del Golfo de 1991, las balcánicas, la de
Kosovo… En cuanto empezaban los bombardeos, no faltaba quien avisaba
del riesgo cierto de una Tercera. Y lo mismo cada vez que hay
maniobras chinas frente a Taiwan, o Corea del Norte prueba un misil,
¡Tercera Guerra Mundial en puertas! Añádele la periódica mención a
Nostradamus, la inevitable noticia sobre el reloj del fin del mundo, y
una simpática pieza de telediario con consejos para sobrevivir a una
guerra nuclear, y ya lo tenemos.

Podemos tomarnos a risa esa insistencia en proclamar a cada momento el
inicio de la Tercera Guerra Mundial. Porque además las grandes guerras
se entienden, se fechan y se nombran tiempo después de empezadas, a
veces incluso cuando ya han concluido. Igual la Tercera Guerra Mundial
empezó hace cinco años y todavía no lo sabemos. Es como esa anécdota
apócrifa que se cuenta de una obra de teatro donde un personaje se iba
al frente y se despedía diciendo: “Adiós, cariño, me voy a la Guerra
de los Cien Años”. Así suenan algunos hoy: “Adiós, cariño, me voy a la
Tercera Guerra Mundial”.

En realidad, poca broma con el asunto: ya vale de fascinación morbosa
y de espectacularizar el apocalipsis, propio de quien solo sabe qué es
una guerra por el cine. Ya vale de meternos miedo para que compremos
cualquier mercancía, lo mismo un aumento de presupuesto militar que
una ampliación de la OTAN, o para justificar otras guerras. Ya vale de
avisar de la Tercera mientras convivimos con guerras “menores” que
dejan muerte y destrucción -33.700 palestinos muertos en Gaza ya-,
pero que parecen poca cosa ante el alivio de que no, esta vez tampoco
ha empezado la Tercera Guerra Mundial, sigan a lo suyo, vuelvan a la
feria o la natación, que ya les avisaremos la próxima vez que vaya a
estallar.
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Miquel Angel Soria

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Apr 23, 2024, 1:31:47 AM4/23/24
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La dictadura militar argentina tenía la costumbre de enviar a muchas
de sus víctimas al fondo del mar. En abril de 1998, la fábrica de
ropas Diesel publicó en la revista Gente un aviso que probaba la
resistencia de sus pantalones a todos los lavados. Una fotografía
mostraba a ocho jóvenes, encadenados a bloques de cemento en las
profundidades del agua, y debajo decía: "No son tus primeros jeans,
pero podrían ser los últimos. Al menos dejarás un hermoso cadáver".

Eduardo Galeano


Me voy a hacer un rosario con tus dientes de marfil
José María Izquierdo (El catavenenos)


Se acordarán nuestros sufridos lectores del bombo y boato que dieron
nuestros amigos a la visita de Pedro Sánchez a Cuelgamuros el jueves
de la semana pasada. Era un aperitivo. Lo bueno ha venido esta semana.
Vamos en largo para que vean la potencia de las operaciones conjuntas
de los ejércitos del lado oscuro. A ello.

Abc, Juan Manuel de Prada: “¿Quién puede profanar tumbas? Una
profanación que la visita del doctor Sánchez convierte, además, en
exhibicionismo macabro y dolorosamente burlón que los pucheritos
hipócritamente compungidos tornan aún más repulsivo. Impresiona que se
pueda exhibir ante las cámaras esta profanación sórdida”. Isabel San
Sebastián: “Desmemoria, indignidad, injusticia. Las víctimas de ETA no
le dan votos y por tanto no interesan a Sánchez, el aprendiz de
forense de Cuelgamuros”. El Mundo, Andrés Trapiello: “Y en cuanto
llegó se hizo, disfrazado de forense, unas fotos y circuló un vídeo
siniestro, obsceno, repugnante (…) La escena resultaba macabra, los
facultativos pegados a la pared, de pie, fantasmales, sin atreverse a
despegar los labios, con fosca seriedad, como los huesos ordenados,
vivos y muertos aterrados ante nuestro pequeño Ceaucescu (que además
ya tiene su madame Ceaucescu)”. David Mejía: “La solemnidad con que
Pedro Sánchez observaba los restos de cadáveres exhumados contrasta
con mi sospecha de que el presidente no aprobaría un test básico sobre
la guerra civil española. No se le conoce una sola idea refinada sobre
los gobiernos de la Segunda República, el golpe del 36, las etapas de
la Guerra o las distintas fases de la dictadura”. La Razón, Pedro
Narváez: “Memoria democrática: escupirán sobre las tumbas. Eso no es
memoria sino una fría estrategia para provocar resentimiento. Unos
hombres con mono blanco frente a un osario. Sentí náuseas, que son tan
libres como el miedo”. Vicente Vallés: “Contra Franco vivíamos mejor.
El Gobierno y sus socios perseveran en recuperar el viejo lema de los
ultras: ‘Franco, presente’’. El Confidencial, Antonio Casado: ”El
'selfie' de Sánchez con los muertos de la guerra civil. El presidente
vuelve a su antifranquismo militante contra la derechona para frenar
la marcha declinante del PSOE (…) En cambio, lo de ETA, si eso, que
espere sentado alguna iniciativa similar en ‘política de gestos’“.

Esto no ha hecho más que empezar. Segunda ola de la fiel infantería.
Libertad Digital, Federico Jiménez Losantos: “Sánchez acabará bailando
con la momia de Franco, como el loco de la Semana Trágica. A este
Doctor Muerte de la democracia española ya sólo le falta sacar del
cementerio a la momia de Franco y bailar con ella bajo el balcón de
Ayuso”. Itxu Díaz: “Sánchez celebra su particular Halloween. Primero
ha estado compartiendo dátiles y sonrisas con Mohamed bin Salmán, tal
vez buscando asesoramiento sobre cómo descuartizar periodistas con una
motosierra (…) Al término de tan fructífera cumbre, ha volado a
España, se ha vestido de carnicero, ha puesto su mejor cara de
afligido y se ha dado un baño de calaveras en el Valle de los Caídos.
Supongo que, por seguir con el rollo, terminó la farra con unos bloody
marys en el bar del tanatorio de la M-40”; editorial del mismo medio:
“La profanación de los restos óseos en el Valle de los Caídos para
mayor gloria de Pedro Sánchez muestra un inalcanzable nivel de
degradación política y moral. Esas tenebrosas imágenes, el grotesco
montaje con forenses trasladados para la ocasión y los cráneos,
clavículas y fémures expuestos sin recato alguno suponen una
indecencia mayúscula, una ofensa sin precedentes y un grave atentado
contra la reconciliación nacional”. Alberto Javier Tapia Hermida: “El
espectáculo sepulcral que nos brindó Pedrígula la pasada semana tuvo
dos finalidades infames: desviar la atención de la red de corrupción
‘familiar’ y avivar la agenda cainita”.

Ahora, la tercera. OKdiario, Vicente Gil: “Imaginen hasta dónde estará
de corrupción el gobierno de Sánchez que, en su desesperación, el
felón de La Moncloa tuvo que montarse el numerito de los huesos en el
Valle de los Caídos para intentar desviar la atención (…) visitó los
restos de personas asesinadas, entre otros, por el PSOE, que, en
aquellos años, era especialista en la tortura, el tiro en la nuca, la
violación de monjas, la profanación de tumbas (como ahora), la quema
de conventos con curas dentro, las chekas, las sacas y las zanjas. Eso
fue lo que llevó a España a la guerra civil”. Fran Carrillo: “¿Que se
negocia una amnistía ilegal, inmoral e inconstitucional con la extrema
derecha independentista? Al Valle de los Caídos, a resucitar al
Generalísimo. Siempre que Sánchez visita a Franco lo hace con el
orgullo de ver a un primus inter pares, un igual, uno de los suyos al
que acude para pedirle consejo, honrando su memoria y proceder”. Jimmy
Giménez-Arnau, que tanto sabe de Francisco Franco Bahamonde tras su
boda con la nieta del dictador: “La improvisada excursión al Valle de
los Caídos para resucitar a las víctimas del franquismo en la Guerra
civil fue otro error calculado de los que comete a diario este cínico
(…) Sólo pretendía ocultar sus tropelías en la trama Koldo & Cía. Al
ser un depravado de marca mayor sacrificó a su dama, sin temblarle el
pulso, cuando él era el único culpable”. La Gaceta, Carmen Álvarez
Vela: “La truculenta foto de Pedro Sánchez en el Valle de los Caídos
(…) sugiere todo lo que la norma pretende: oscuridad, silencio,
impostura, mentira, miedo, venganza y amenaza; con el presidente del
Gobierno del Reino de España travestido del carnicero emocional que
es. El Jack el Destripador de la sociedad española, feliz de
trocearla, cuanto más mejor, para poder utilizar sus pedazos a su
conveniencia y disfrute”.

No se lo van a creer, pero todavía hay una cuarta fila de aguerridos
guerreros. El Debate, Alfonso Ussía: “Acompañado de los directivos de
una fábrica de lavadoras y con el mono blanco correspondiente a jefe
de ventas de las mismas, Sánchez ha visitado un almacén de huesos
humanos en las catacumbas del Valle de los Caídos. No le interesan
nada”. Antonio R. Naranjo: “Sánchez sigue firmemente decidido a
recrear la España de los años 30, incendiada por tipos como él. La
imagen de Sánchez entrando en el Valle de los Caídos, disfrazado de
pocero y con aires de De Gaulle liberando París de los nazis, tiene un
punto cómico evidente (…) hay que tener unas dosis elevadas de
insensibilidad, ignorancia y arrogancia para personarse entre restos
humanos acompañado de forenses para la ocasión, como si su mera
presencia fuera a revivirlos”; editorial: “Obligar a abrir una cripta
con restos humanos o reiterar el deseo de expulsar de su templo a
humildes monjes benedictinos demuestra la falta de límites morales,
humanos y políticos de un personaje que, en el viaje de asentarse él
mismo, está dispuesto a agitar los dramas del pasado para repetirlos,
al menos en términos retóricos”. Luis Felipe Utrera-Molina. Sí,
efectivamente, hijo de Utrera-Molina y abogado de los siete nietos de
Franco: “¡Dejad en paz a los muertos! El Gobierno presidido por Pedro
Sánchez se ha empeñado en convertir lo que durante los últimos 70 años
ha sido un lugar de paz y reconciliación en una macabra plataforma
para reabrir heridas cerradas”. Hermann Tertsch: “La maquinaria de
propaganda puesta en marcha para la visita al Valle de los Caídos que
ofrecía de fuente única oficial las imágenes de Sánchez y compañía
avanzando por la basílica y los túneles como conquistadores y dueños
deja claro el lenguaje bélico”. Juan Carlos Girauta: “Es el jefe de
los socialistas usando a los muertos de una guerra que su partido
deseó y desató con su golpe del 34, su amaño de las elecciones de
febrero del 36, sus atentados y violencias sistemáticos entre febrero
y julio, su asesinato del líder de la oposición monárquica. Lo de
Sánchez es repugnante. Y perverso, pues sustituye la política legítima
por una provocación incesante y creciente”.

No se desanimen. La quinta. Vozpópuli, Irene González: “Nunca se pudo
apreciar de mejor forma la pequeñez de Pedro Sánchez como cuando
caminó en la enormidad sobrecogedora de la Basílica del Valle de los
Caídos, rumbo a una necrófila sesión de fotos”. Ignacio Ruiz-Jarabo:
“Cuesta imaginar qué sería de Sánchez sin la existencia de Franco, del
franquismo, del Valle de los Caídos y del resto de los signos
característicos de la dictadura que estuvo presente en España durante
casi cuatro décadas. Si no hubieran existido ni el dictador ni su
dictadura ni todo lo que le rodeaba ¿Cómo iniciaría Sánchez las
campañas electorales? ¿A qué ficticias amenazas recurriría entonces
para intentar amedrentar a la sociedad española inventándose riesgos
para nuestro futuro?”.

Y dejo para el final de este bloque una cita que seguro les
interesará. También en The Objective, Fernando Savater: “Sé muy bien
lo que yo sentí cuando vi al gran farsante, disfrazado de forense,
ante el pulcro osario de Cuelgamuros, como repasando las teclas de un
piano fúnebre: asco y vergüenza ajena. No diré que también odio,
porque eso está muy feo y además tiene multa, pero me niego a creer
que detestar a Sánchez sea delito, más bien lo considero una
obligación moral. Delito debería ser apoyarlo, justificarle o escribir
editoriales laudatorios”.

Les propongo que sigamos con una breve referencia a las cincuenta,
cien, mil citas de nuestros amigos a Begoña Gómez, la esposa del
presidente Pedro Sánchez. Breve, para que caten la toxina, sólo con la
punta de la lengua. De graves a ridículos.

El Debate, Gabriel Albiac: “Tragicomedia de Lady Gómez. Los héroes
caídos no pasean ya siquiera por el valleinclanesco callejón del gato.
Visitan sus cuentas suizas”; mismo diario, repite Girauta: “Los
Ceaucescu: autocracia y vanidad. Ahora que Begoña ha resuelto las
necesidades financieras de sus clientes, socios y amigos, es momento
de que, como hizo Nicolae con Elena, Pedro la ponga de
vicepresidenta”. OKdiario, Fran Carrillo: “Los Kirchner de la Moncloa,
ocupas a tiempo parcial (…) caerán tarde o temprano. Pero no
devolverán lo robado, ni pagarán por sus presuntos delitos de tráfico
de influencias, enriquecimiento ilícito, control y manejo de las
instituciones de forma inmoral, malversación de caudales públicos y
revelación de información privada para beneficio personal”.
¿Chascarrillos? También, que en la guerra vale todo. Vozpópuli, Miquel
Giménez: “Sánchez, entre Begoña y la pared. El cúmulo de escándalos es
tal que, tan solo por uno, cualquier gobierno habría tenido que
convocar elecciones”. Okdiario: “La web de Begoña Gómez es la
apoteosis de la ilegalidad”. Libertad Digital: “¿Qué sabe Marruecos
sobre Begoña Gómez?”. O El Debate: “La estrategia de Begoña Gómez para
ocultar su despilfarro en ropa”.

Y ya. Un poquito de Israel. Libertad Digital, editorial: “La izquierda
española, una vez más, se ha distinguido especialmente en sus ataques
rastreros al Estado de Israel. Sánchez, cuya judeofobia quedó ya de
manifiesto en su primera visita a Israel y Gaza, es el presidente de
un país occidental más radical en sus ataques a Israel por este hecho
desgraciado. Su posición en este asunto, más propia de un líder
ultraizquierdista que del primer ministro de un país democrático,
contribuirá sin duda a agravar la imagen internacional de España, en
alarmante deterioro desde que llegó al poder aupado por sus socios
comunistas, tan judeófobos como él”.

Castigados al rincón de los furibundos e incluso algo repugnantes.
Alfonso Ussía, El Debate, ahora con Yolanda Díaz: “Garamendi
[presidente de la CEOE] desayunó mientras era toqueteado, palpado,
hurgado, acariciado, magreado y frotado por un pulpo escapado de las
peceras de Pescaderías Coruñesas. Y Garamendi soportó con gran
dignidad la invasión táctil de su cuerpo. Yolanda Díaz, además de
hueca y resentida, es lo más parecido a un octópodo, a un molusco
cefalópodo dibranquial”. Y para qué andarnos con tonterías. Eduardo
Coca Vita, en el mismo diario: “Pedro Sánchez, una mala persona. PS
es, en mi opinión, la suma de una mente trastornada y la malicia
acumulada en el desarrollo de una voluntad egocéntrica que, sin freno
ni escrúpulo, arrodilla a un país para saciar personalismos”.

Un pedacito mínimo de estiércol de un personaje también muy pequeñito.
La Gaceta, Toni Cantó, el auténtico, el genuino: “Los americanos
suelen preguntarse si comprarían un coche de segunda mano al candidato
a las elecciones. ¿Usted dejaría a sus hijos al cuidado de Oltra?”

Final no ya presto, sino prestissimo. El Debate, Ramón Pérez-Maura:

“El periodismo español está enfermo. Nuestra profesión ha demostrado
una degradación brutal en los últimos años. Quienes tenemos unos
cuantos quinquenios encima sabemos que esto no era así hace unos
lustros. Pero algunos medios ahora actúan de forma absolutamente
partidista mientras se siguen proclamando objetivos,
independientes...”. Y, por fin, Libertad Digital, Pilar Díez: “¿Cómo
ha podido caer tan bajo [El País] y convertirse en un folletín
lameculos del régimen sanchista? (…) Siempre le quedarán la banda de
arrastrados que hoy inundan El País, la SER, El diario.es, la Sexta y
otros varios”.

Desde esta modestísima sección en este medio de tristes arrastrados,
un cariñoso saludo para don Ramón, cuánta razón tiene usted, señor
mío, y para doña Pilar, un admirador, un amigo, un esclavo, un siervo.
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Miquel Angel Soria

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Apr 24, 2024, 1:30:18 AM4/24/24
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El 24 d'abril de 1980 ens deixava Alejo Carpentier. Tenim sempre present el Carpentier novel·lista, però és més difícil recordar el Carpentier intel·lectual que visita repetidament Espanya pels motius més diversos, ja sigui el 1933 per publicar la seva novel·la afrocubana ¡Écue-Yamba-Ó! o l'any següent per assistir a l'estrena de Yerma. A partir del seu viatge el 1937, amb motiu del II Congreso de Escritores en Defensa de la Cultura o de Escritores Antifascistas envia una sèrie de reportatges a les revistes cubanes Social i Carteles, en els que destaquen els tres España bajo las bombas i en les que queda clara la seva identificació amb la causa popular i l'antifeixisme.
 

¡La izquierda ha muerto! ¡Viva la izquierda!
Emir Sader (La Jornada)

Un análisis que no puede captar dónde está la izquierda y dónde está la derecha no está en condiciones de comprender a Brasil. Después de todo, ¿cuál es la línea divisoria para entender dónde están la izquierda y la derecha? ¿Cuál es el criterio para definir los dos campos?

El periodo histórico actual está marcado por la adopción, por parte del capitalismo, del modelo neoliberal. La derecha ha asumido su modelo actual, es una fuerza neoliberal que centra su acción contra el Estado por la desregulación económica, por el libre comercio. Ser de derecha hoy significa abrazar el neoliberalismo.

En este sentido, ¿dónde está la derecha, dónde está la izquierda? Una horca, un gobierno de derecha es una horca y un gobierno neoliberal. Una fuerza y un gobierno de izquierda, a su vez, son una fuerza y un gobierno antineoliberales.


Absurdo de quienes practican demagogia en los medios, cuestionando incluso si el actual gobierno brasileño es de izquierda. O, si la izquierda hubiera muerto, el gobierno de Lula y el PT ya no serían de izquierda.

Si ese fuera el caso, no podrían distinguir entre los gobiernos del PT y los gobiernos del PSDB y, ahora, los gobiernos de extrema derecha de Bolsonaro. Perdieron la capacidad de diferenciar derecha e izquierda.

Los gobiernos neoliberales se caracterizan por la privatización generalizada de empresas. Se oponen directamente al Estado, definiéndolo incluso como su enemigo central. Promueven tratados de libre comercio con Estados Unidos.


Para quienes han perdido la perspectiva, los gobiernos y las fuerzas antineoliberales priorizan las políticas sociales, promueven el fortalecimiento del Estado y los procesos de integración, tanto regional como Sur-Sur.

En resumen, el enfrentamiento entre neoliberalismo y antineoliberalismo caracteriza nuestro periodo político. Hay detalles, aspectos parciales, pero nada cambia este enfrentamiento central.

El gobierno de Lula es un gobierno antineoliberal. Con la dificultad de que fue elegido sin mayoría en el Congreso y heredó un presidente del Banco Central neoliberal, designado por Bolsonaro.

Esto diferencia el tercer mandato de Lula de los demás. Las alianzas son fundamentales para convivir con un Congreso en el que no hay mayoría. Tiene que vivir, al menos durante la mitad de su mandato, con tasas de interés extremadamente altas.

Pero no por eso hay que caracterizar erróneamente su mandato, frontalmente antineoliberal y de izquierda. Quien pierde esta perspectiva pierde la capacidad de comprender el Brasil contemporáneo.

Ni siquiera la derecha piensa que la izquierda esté muerta; al contrario, acusan a la izquierda de haberse apropiado de Brasil y querer siempre más.

Entonces, ¿de dónde salen los artículos de Internet que dicen que la izquierda está muerta? El tema no me interesa porque no me ayuda a entender el Brasil de hoy ni a entender a la propia izquierda.


¿Quién preside hoy Brasil, con las alianzas imprescindibles por no tener mayoría? ¿Dónde está la izquierda? ¿Está a la derecha?

                                                     * * *

Los enemigos de la Constitución
Joaquín Urías

El artículo dos de la Constitución incluye un único párrafo claramente dividido en dos ideas. La primera parte es una invocación de la unidad de lo que se denomina la patria común e indivisible de todos. El segundo reconoce que nuestro país está compuesto por territorios con entidad nacional y derecho al autogobierno. Las dos ideas son Constitución y las dos afirmaciones tienen la misma fuerza jurídica y, si fuera necesario, moral. Nadie debería llamarse a sí mismo constitucionalista sin exhibir el mismo respeto a la unidad de España que al derecho a la autonomía de los territorios nacionales que la componen. Y sin embargo, sucede.

Escuchamos a diario a autoproclamados constitucionalistas que dicen defender la unidad de España a la vez que niegan el derecho de las nacionalidades a regirse por sus propias normas. Se apropian nominalmente de la Constitución, aunque en realidad se la pasan por donde quieren. Los mismos sectores sociales que rechazaban la Constitución aprobada como una victoria frente a la dictadura ahora se la apropian, la vacían de todo pluralismo y la usan como un garrote contra quienes se han quedado anclados en la defensa de una sociedad plural y participativa.

No hay una única forma de interpretar la Constitución, pero es inaceptable dejar de considerarla como una norma jurídica escrita que nos obliga a todos y usarla como una trampa contra los inocentes que aún se la creen. Eso es lo que está haciendo parte de la derecha política. Usan como arma arrojadiza la parte de nuestra carta magna que les conviene y se pitorrean del resto. Lo mismo que hacen con tantas otras instituciones comunes que se apropian como si fueran exclusivamente suyas, sin importarles que ese camino nos lleve a la descomposición social. Los ejemplos de esta actitud son constantes.

Hace poco el Senado ha aprobado una reforma de su Reglamento. Le permite a la Mesa considerar como no urgente la tramitación de una proposición de ley que le llegue del Congreso con esa calificación. El objeto declarado de la reforma es poder prolongar la tramitación de la ley de amnistía durante dos meses. Es claramente contraria al artículo 90.3 de la Constitución, que dice que si llega al Senado un proyecto declarado urgente por el Congreso sólo tendrá veinte días para tramitarlo. El Tribunal Constitucional ha establecido que ese artículo se aplica a cualquier tipo de iniciativa legislativa. La reforma es frontalmente contraria a la Constitución. Y ¿por qué se ha aprobado así? Pues porque el nuevo reglamento inconstitucional se aplicará hasta que el Tribunal Constitucional lo anule. Y como eso pasará después de la discusión de la ley de amnistía, pues el Partido Popular va a conseguir que tarde cuarenta días más en aprobarse. Se han ciscado en la Constitución sólo por tener cuarenta días más de bronca política. Sin preocuparse por el daño que eso le cause a la fortaleza institucional del Estado.

Esta ligereza a la hora de romper la institucionalidad no es, ya, solo cosa de políticos. Se ha traslado incluso a jueces y fiscales. Estos días, por ejemplo, algunas asociaciones de jueces insisten en que exigir que se incumpla la Constitución y no se renueve el Consejo General del Poder Judicial -caducado hace más de cinco años- hasta que consigan una reforma de la ley que les permita a ello nombrar a quienes dirigen la política judicial del país. Magistrados, -de los que se sientan cada día en una sala de juicio para condenar a los ciudadanos y trufan sus sentencias de reproches morales- exigiendo que no se cumplan la Constitución ni las leyes, simplemente porque no conviene a sus intereses. Para conseguir controlar un órgano al que aspiran, no se cortan en pedir que se inaplique la Constitución y empujar hacia el desmorone de la institución que dirige el poder judicial.

Por su parte, los fiscales conservadores del Consejo Fiscal, a instancias del Partido Popular, han elaborado un informe contra la ley de amnistía para el que no tienen competencias. El Consejo es un órgano asesor del fiscal general que legalmente no puede emitir un informe sobre ninguna proposición de ley. Sin embargo, los miembros de la asociación de fiscales controlada por el partido conservador han elaborado tal informe, lo han difundido en los medios y quieren provocar una votación evidentemente ilegal. No les importa dañar a la institución ni saltarse el ordenamiento, si con eso aportan un granito de arena a su lucha política.

La falta de respeto al Estado de Derecho se ha contagiado hasta los escalones más bajos de nuestras instituciones. La semana pasada el Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Sevilla, cercano al Opus Dei y al Partido Popular, adoptó dos decisiones sorprendentes. La primera fue autorizar un acto organizado por Vox en una de sus aulas para hablar de la crisis demográfica. En el mismo se defendió la promoción de la familia tradicional con medidas como acabar con el aborto y el matrimonio homosexual para repoblar España con españoles en vez de con inmigrantes. La segunda decisión del Decano fue prohibir la celebración de un debate en el que la relatora de Naciones Unidas para Palestina, una insigne y prestigiosa jurista, iba a debatir sobre la consideración que merecen en derecho internacional los bombardeos israelíes sobre Gaza. La excusa del dirigente universitario fue que el debate jurídico era político mientras que el acto de Vox no. Así, una facultad de Derecho prohíbe un debate jurídico porque puede concluir algo molesto para Israel al tiempo que autoriza en su lugar el acto de un partido político ultraderechista dedicado a denostar algunos derechos fundamentales.

Detrás de todos estos ejemplos hay una misma lógica: el desprecio a las instituciones comunes, que solo se conciben como un instrumento para alcanzar los objetivos personales más cortoplacistas, incluso a costa de arruinar definitivamente el entramado jurídico del país. Los mismos que dicen que la amnistía a los líderes catalanes procesa listas es contraria al derecho se cagan en nuestras normas más importantes y diluyen las instituciones comunes como azucarillo.

Porque aún hay en España una derecha que se cree que el Estado es suyo y lo usa como quiere. Por supuesto que pueden encontrase casos de dirigentes progresistas que se adueñan de sus instituciones, igual que hay conservadores conscientes de la necesidad de respetar las reglas del juego y el entramado legal y constitucional que nos sirve a todos de marco. Sin embargo, es en el terreno de la derecha en el que se refugian los poderes fácticos que constituyen la auténtica constitución material del país, que razonan con una lógica muy diferente a la jurídica. Para ellos la ley o la Constitución son herramientas de dominación que sólo vinculan al contrario. Y esa forma de pensar, heredera del antiguo régimen, comienza a extenderse peligrosamente por las instituciones esenciales en manos conservadoras.

El riesgo de gestionar lo público pensando sólo en términos de interés propio es que puede llevar a una arriesgada disolución de las bases de la sociedad democrática. Se exige a la ciudadanía que respete las leyes, que se atenga a la Constitución y que se someta a las normas comunes que nos vinculan a todos a la vez que estos tipos hacen ostentación de que nada de eso va con ellos. Si tenemos jueces que ríen de la Constitución para conseguir un puesto en un órgano superior, cámaras parlamentarias abiertamente rebeldes a la norma fundamental, fiscales que piden la inaplicación de las leyes, académicos que usan la universidad para atacar los derechos fundamentales ¿cuál es el criterio para exigirnos al resto que obedezcamos las normas?

Vivimos tiempos convulsos y las amenazas colectivas del horizonte necesitan de una sociedad cohesionada en la que se alcancen soluciones siguiendo mecanismos plurales y participativos que no excluyan a nadie. El peligro de quienes creen que las instituciones son solo un arma con la que atizar el contrario es que están extendiendo en la sociedad la idea de que es la fuerza, y no la ley, la que decide como debe ser nuestro futuro. Si nadie lo remedia y no se vuelve a la institucionalidad, vamos hacia el abismo, que es un lugar sin leyes como el que dibuja esta panda de irresponsables.
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Miquel Angel Soria

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Apr 25, 2024, 1:31:09 AM4/25/24
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Quintín Cabrera, va nèixer a Montevideo el 25 d'abril de 1944. Des de la seva arribada a Catalunya, l'any 1968, va ser un camarada més i ho va continuar sent fins la seva marxa, el 1991, a Madrid. 
Es va integrar en la nova cançó i va gravar la cançó que us deixo:

Sentir les seves "milongas" encara m'emocionen i no oblido la frase: "Vamos a hablar, hijos míos, ya sabéis que los reyes son los padres..."

Aquí no hay quien viva
Javier Gallego

No se puede aguantar más. Tenemos otra burbuja del ladrillo, la vivienda es inaccesible para muchos, su precio ha subido más del doble que los sueldos, los fondos y los grandes tenedores se están haciendo con el centro de las ciudades, los pisos turísticos están echando a los vecinos de los barrios, un cuarto de los jóvenes no puede emanciparse hasta después de los treinta, seis de cada diez casas se compran al contado mientras los inquilinos destinan el setenta por ciento de su salario al alquiler y a pesar de todo esto, la ministra del ramo dice que el Gobierno quiere que los promotores y propietarios privados entren en la oferta de vivienda pública porque “hay negocio”. Ya lo dijo Ábalos: “Es un bien de consumo”. Y Rato: “Es el mercado, amigo”.

Pero no, no es un mercado, ministra, no debe serlo para usted que se dice “socialista”. Basta de mantras neoliberales. La vivienda no está para que unos pocos se hagan ricos con la pobreza o la precariedad del resto. No es un bien de consumo para hacer negocio, es un bien de primera necesidad, un derecho constitucional. El beneficio privado no está por encima del interés general. La vivienda no es una mercancía para jugar al Monopoly, es un derecho básico como la educación y la sanidad. Es una obligación de los poderes públicos promover “las condiciones necesarias” y establecer “las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo (...) para impedir la especulación”. Aunque eso quiera decir intervenir el mercado. No es comunismo, es la Constitución.

Dice el presidente Sánchez que esta va a ser la legislatura que resuelva el problema de la vivienda. ¿Cómo? Según la ministra, dando seguridad a los propietarios porque “la vivienda en alquiler en nuestro país forma parte del patrimonio de muchas personas que complementan sus rentas”. No, ministra, otra vez no y no. No puede ser que unos pocos vivan de las rentas a costa de los demás. No puede ser que proteja antes a los que más protección tienen. No puede ser que piense en los caseros que forman parte de la minoría más rica antes que en los inquilinos y los propietarios de una única vivienda. No puede ser que mientras tenemos miles de casas sin gente y gente sin casa usted se preocupe de los rentistas, inversores, especuladores y abusadores.

Presume Sánchez de haber eliminado las Golden Visas del PP que daban visados españoles a quienes compraran casas a partir de medio millón de euros. Una medida clasista que han tardado seis añazos en abolir. Nunca es tarde si la dicha es buena, pero la dicha es mínima. No es ese el problema, el problema son las Socimis que legisló Rajoy para que los fondos no pagaran impuestos y se hicieran con todo el parque que la crisis había dejado a precio de ganga. Les vendió el país y hoy lo estamos pagando. Si el presidente del Gobierno quiere realmente empezar a resolver el problema tiene que eliminarlas y poner límites a la adquisición de inmuebles de los fondos. “Intervenir el mercado de la vivienda es una urgencia social”, ha dicho Sumar. No solo: es un mandato constitucional.

Digámoslo claro: los autoproclamados “gobiernos más progresistas de la democracia” no han hecho suficiente para acabar con esta lacra. Unidas Podemos lo intentó y se encontró con el muro del PSOE. La ley que aprobaron no sirve. Vamos a peor. La solución es mucho más radical. Hay que ir contra los grandes pero también contra los medianos propietarios, contra todos esos que se suman a esta nueva fiebre del ladrillo que enferma al país. Hay que hacer muchísima vivienda pública pero no como inversión para los que hacen negocio. Hay que liberar pisos de la Sareb y obligar a los propietarios a alquilar. Hay que poner límites a los precios, a los pisos turísticos y a la acumulación de propiedad. Hay que perseguir la ilegalidad. Hay que cambiar la mentalidad del país y proteger a los inquilinos de los tiburones y no al revés. Hay que intervenir, sí señora ministra, intervenir el mercado. No lo espero de los “socialistas”, pero espero más ruido y más furia de Sumar. Porque si la izquierda no resuelve el mayor problema material que tenemos, que se despidan. O es la legislatura de la vivienda o el Gobierno no será.

                                                                * * *

Rarezas de la guerra en Medio Oriente
Por Atilio A. Boron (Página/12)

El ataque de Irán a Israel produjo, previsiblemente, mínimos daños materiales y nada más. El sitio web de la CNN, insospechado de simpatías chiítas, dijo que “la operación de Teherán estaba muy coreografiada, aparentemente diseñada para minimizar las bajas y maximizar el espectáculo.” Y más adelante en ese mismo posteo agregaba que toda esta movida “parecía diseñada para fracasar: cuando Irán lanzó sus drones asesinos desde su propio territorio, a unos 1.000 kilómetros de distancia, avisó a Israel con horas de antelación.” Caso raro de un beligerante que avisa a su enemigo que va a ser objeto de un ataque. En todo caso, esta es una más de las tantas rarezas que vienen ocurriendo en la región.

La principal, hasta ahora, fue la facilidad con que unos 1500 milicianos de Hamas pudieron traspasar la frontera más y mejor vigilada del mundo, penetrar en territorio israelí, secuestrar a más de 250 personas, matar a un número indefinido de otras y regresar sin ser molestados a sus campamentos de base en Gaza. Sin duda, uno de los grandes misterios de la guerra moderna y un baldón insanable para los servicios de seguridad israelí.

Lo concreto: el régimen ultraderechista israelí está desatado. Ni siquiera Joe Biden parece poder contener al carnicero de Tel Aviv. No sólo bombardea palestinos a mansalva sino que el 3 de abril ametralló un convoy de la World Central Kitchen (WCK) y mató a 7 voluntarios que llevaban comida para los refugiados. Dos días antes, el 1º de Abril, había dado rienda suelta a sus pulsiones violentas y bombardeó el consulado de Irán en Damasco. Al día de hoy son 16 las personas que perdieron su vida a causa del ataque ordenado por un personaje que el presidente Milei considera un baluarte en la defensa de los valores de Occidente. Por supuesto, parece que entre esos (dis)valores figura el genocidio, practicado con escandalosa crueldad por el premier israelí contando para ello con el beneplácito de la mayoría de los líderes del Occidente “democrático” y, en sugestivo paralelismo con lo ocurrido con Hitler, con el blindaje informativo de las oligarquías mediáticas encargadas de desinformarnos y manipular a la población.

Esos líderes hicieron “mutis por el foro” ante la flagrante violación de la Convención de Viena -que consagra la inviolabilidad de embajadas y consulados y la inmunidad de las personas que allí se encuentran- por parte del régimen israelí. A Bibi parecen importarle un bledo minucias como las estipuladas por esa convención, fundamental para la labor de la diplomacia. El escandaloso silencio del liderazgo occidental fue roto, pocos días después cuando el gobierno ecuatoriano ordenó el violento allanamiento de la embajada de México en Quito y el secuestro del ex vicepresidente Jorge Glas, que allí se encontraba asilado. Este bárbaro atropello fue rápida y enérgicamente condenado por Washington y su peonada: la OEA y los muy serviles gobiernos europeos, como una salvajada que atentaba contra el derecho internacional. Claro, Ecuador no es Israel y Noboa no es Netanyahu. Lo del primero debe ser condenado sin atenuantes, aunque no haya matado a nadie. El segundo cuenta con toda la protección para sus crímenes, por eso el decadente “Occidente colectivo” condena a uno y condona al otro. Es más, la fenomenal usina de fabricación de mentiras que responde a la burguesía imperial denuncia a Irán como un “estado terrorista”. En línea con lo que proclaman los poderes dominantes del sistema internacional la Cámara Federal de Casación Penal del muy desprestigiado Poder Judicial de la Argentina -que según una encuesta reciente merece la confianza de apenas el 12 % de la población- acaba de emitir un fallo en el cual califica a Irán de esa manera.

Tan rotunda definición de dicha Cámara merece una pequeña apostilla. Sería bueno que en sus fundamentos diga cuántas personas indefensas fueron masacradas por los misiles iraníes, cuántos niños, cuántos hospitales destruyeron con sus armas, cuántas escuelas, cuántas universidades, cuántas ciudades arrasaron. Convendría saberlo. Y si no se sabe es porque nunca perpetraron esos crímenes. En cambio, al día de hoy el país que nuestro irresponsable presidente considera como un faro de los valores occidentales lleva hasta ahora asesinados unos 34.000 palestinos indefensos, 15.000 de los cuales son niños, y se estima que hay unos 8.000 gazatíes más que yacen bajo los escombros de Gaza. Además el régimen israelí destruyó 30 hospitales, casi 400 escuelas y las 12 universidades existentes en Gaza, y bombardea a quienes están haciendo cola para conseguir alimentos o huir de ese holocausto.

Pese a ello Israel es la brillante estrella de la democracia en Medio Oriente mientras que Irán es una tenebrosa autocracia. Un dato final: el régimen de Netanyahu cuenta, gracias al apoyo financiero y militar de Occidente, con un arsenal de 90 ojivas nucleares, e Irán con ninguna. No sólo eso: Israel junto con India y Pakistán es una de las tres potencias atómicas que nunca firmaron el Tratado de No Proliferación Nuclear. En suma, el mentiroso relato de Washington y sus protegidos, Israel en este caso, no resiste el menor análisis. Si hay una amenaza de armas de destrucción masiva en Medio Oriente ese peligro proviene de Israel, no de Irán, que no las tiene.

Uno último comentario sobre el circense “comité de crisis” convocado de urgencia por Milei para un país que ha sido designado por nuestro presidente como blanco de posibles ataques del terrorismo internacional. Medida insensata que revela la ineptitud del ocupante de la Casa Rosada y su entorno de asesores y que coloca a la comunidad judía y al resto del país en peligro sin que el estado tenga recursos para desarrollar un amplio programa de protección de los templos y las instituciones comunitarias dado que lo único que dice Milei es que “no hay plata”. Si esto es cierto y no miente, ¿cómo financiará el imprescindible refuerzo de la seguridad de esas instalaciones y la gente que allí acude, pues esto exige equipos, personal y recursos varios?

Si no tiene dinero para el combustible que necesitan los pilotos de la Fuerza Aérea para entrenarse, ¿de dónde obtendrá los recursos para protegernos de eventuales ataques terroristas? Además, ¿cree este trasnochado economista que Elon Musk y sus amigos acudirán en tropel a invertir en un país que, según confiesa su presidente, está en el radar del terrorismo internacional? Evidentemente, el hombre habla por hablar, y lo hace sin ton ni son. En fin, inventariar los dislates y disparates del elenco gobernante, todos con un signo profundamente reaccionario, sería una empresa interminable. Por ahora le pedimos al presidente que no hable más, que ponga fin a sus sobreactuaciones motivadas para ocultar el derrumbe de la economía argentina y que no ponga en peligro la seguridad de los sufridos habitantes de este país con gestos y declaraciones altisonantes y reñidos con la realidad que nos pueden llevar a ser víctimas de una guerra que no es nuestra y que jamás hemos declarado.
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Miquel Angel Soria

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Apr 26, 2024, 1:30:16 AM4/26/24
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[...]
Em vaig, et deixo en la nit
que tristament descendeix amb dolçor
per a nosaltres, els viu, amb aquesta llum 

de cera que es coagula al barri
en penombra. I ho revolta. Més buit
i més gran i més llunyà fa la llum

al barri, i ho inflama amb una vida
delirant, que el ronc rodar dels tramvies
i els humans crits en dialecte

transformen en un bast i absolut
concert. I observa
com en aquells éssers llunyans

que criden i riuen als seus carrerons,
en aquells casalots insalubres
on es consuma l'infidel

i inevitable do de l'existència,
la vida és només un calfred,
una presència corpòria, col·lectiva.
[...]
                      Pier Paolo Pasolini, Les cendres de Gramsci

El 27 d'abril de 1937moria Antonio Gramsci. 
Com millor recordar-lo que amb alguns dels versos que li va dedicar Pasolini?



Democracia filibustera
José Blanco (La Jornada)

Según el presidente Joe Biden los historiadores del futuro estudiarán la cuestión de quién triunfó: la autocracia o la democracia. En su discurso democracia significa Estados Unidos (EU) y autocracia, China (y Rusia). ¿Es EU un ejemplo de democracia? Freedom House puntúa a los países que examina, en 25 dimensiones distintas de la democracia, y los integra en el Índice de Libertad Global (ILG), que va de cero a 100 puntos. La mayoría de las democracias establecidas recibieron en 2021 una puntuación superior a 90. Unos cuantos países, entre ellos Canadá, Dinamarca, Nueva Zelanda y Uruguay, recibieron una puntuación superior a 95; sólo tres obtuvieron una puntuación de 100: Finlandia, Suecia y Noruega.

EU recibió en 2021 un ILG de 83. Desde 2016, Estados Unidos ha vivido lo que el ILG llama retroceso democrático, cayendo anualmente debido a sucesos imbatibles: EU ha sido testigo de un aumento continuo de violencia política; de amenazas contra funcionarios electorales; de maniobras para dificultar el voto; de artimañas sistemáticas para excluir el voto de los negros y otras minorías; de una campaña en 2019 del entonces presidente Donald Trump para anular los resultados de la elección. La lista es larga.

Lo peor de la democracia de EU es su diseño: creada –se dice– para protegerse de la tiranía de la mayoría es, en realidad, lo opuesto: la mayoría con frecuencia no pueden ganar el poder y cuando lo gana a menudo no puede gobernar. En este siglo, George W. Bush y Trump se convirtieron en presidentes a pesar de perder el voto popular: ganó la minoría. Ello se debe a que al presidente lo elige un inamovible colegio electoral, no los ciudadanos directamente.

Las reglas para elegir a los miembros del Senado sobrerrepresentan a los estados de menor población al dar a todos la misma representación.

Así, el Senado también puede estar controlado por un partido que perdió el voto popular. Por si fuera poco, en el Senado privan reglas que permiten a los senadores ejercer de filibusteros y, así, una minoría partidista puede impedir que prosperen las iniciativas de la mayoría; impide que gobierne.

El voto popular habitualmente alcanza la mayoría con el sufragio de los ciudadanos que en cada elección cambian su voto de un partido al otro (sólo hay dos opciones democráticas). Ese segmento de votantes suele estar dominado por una propaganda milmillonaria en dólares: así se ejerce la voluntad ­ciudadana.

En EU la composición de la Suprema Corte la deciden el presidente y el Senado, y la elección de sus miembros es vitalicia: son reyes del máximo tribunal. Así, un Senado con frecuencia controlado por la minoría partidista, decide la conformación de la Supreme Court que, a su turno, se convierte en otro filibustero frente a las iniciativas de la mayoría. Esa es la realidad hoy mismo. Si en la elección de noviembre ganara Trump, el diseño constitucional y legal protegerá el poder de una fuerza cafre, autoritaria. Trump dijo que sería dictador por un día pero, no debería dudarse, lo sería por todo su mandato.

Más aún, en EU hoy gana terreno el negacionismo: los enemigos de la democracia abundan. Recientemente Selina Bliss, candidata del Partido Republicano a la legislatura del estado de Arizona, dijo a The New York Times: “No somos una democracia. En ningún lugar de la ­Constitución aparece la palabra ‘democracia’. Pienso en la República Democrática del Congo. No, eso no somos nosotros”. Estos personajes alegan que EU es una república constitucional, no una democracia.

De ese modo, el sistema sirve para que dos fuerzas políticas de hiperélite, el Partido Demócrata y el Republicano, resguarden, entre pleitos y filibusterismo, una institucionalidad política garante de un statu quo social extraordinariamente parecido al averno, que el Zeitgeist de la sociedad gringa llama libertad. La libertad para adquirir armas y provocar muertos, generalmente de jóvenes o niños; la libertad administrada para consumir hasta la muerte a personas hundidas en las drogas; la libertad en cada estado de la unión para instituir la pena de muerte; la libertad otorgada a la patronal por la Ley de Normas Laborales Justas (sic), que no prevé ninguna indemnización por despido; la libertad de los gobiernos para ignorar olímpicamente a más de 650 mil personas que viven en las calles, en el país más rico del mundo; así ad nauseam.

Por supuesto el Zeitgeist gringo incluye la creencia idiota de que son una sociedad excepcional. Sí, son una excepción en el marco de las democracias industrialmente desarrolladas. En éstas no ocurren los desastres sociales antes enumerados que pueblan la sociedad gringa. Pero esa creencia chalada significa, para los políticos, otra cosa; en su tiempo John F. Kennedy lo dijo con transparencia: Creo que nuestro sistema es más acorde a la esencia de la naturaleza humana, creo que triunfaremos al final. Así, EU se aplicó siempre a impulsar su hegemonía global, bajo la bandera de la promoción de esa su aciaga democracia excepcional.

                                                           * * *

El problema de los tres gorros
Elisa Beni

"No saber lo que ha sucedido antes de nosotros es como ser incesantemente niños"
Cicerón

Ahora tenemos el lío de las comparecencias en las comisiones de investigación del Congreso que ya han sido aprobadas. Un paso adelante, dos para atrás. El propio Grupo Socialista ha aprobado que sean llamados a comparecer tres fiscales: el fiscal jefe Anticorrupción, Alejandro Luzón; el fiscal europeo, Ignacio de Lucas, y su jefa, la fiscal jefe europea, Laura Croduta. Votado y cerrado, hasta que desde Moncloa han ordenado que se dé marcha atrás por considerar que ni fiscales ni jueces pueden ser llamados a comparecer en el Congreso. Eso y que el fiscal general del Estado ha escrito una cartita al Congreso para que reconsideren un tema ya votado y que el ministro Bolaños ha acompañado todo con un “tampoco tiene sentido que los fiscales vayan a declarar a comisiones de investigación sobre temas de los que están conociendo como fiscales”.

Solo que ya ha pasado y no estalló el mundo. Solo que los socialistas siempre han sido más partidarios de que todo ciudadano tenga que acudir si es llamado y así lo ha demostrado hasta en los tribunales. Solo que, como dijo Oscar Wilde, las preguntas nunca son indiscretas, solo a veces las respuestas lo son. ¿Por qué todo este movimiento para impedir a última hora que los fiscales citados acudan a la comisión de las mascarillas? Obviamente por las presiones de la propia carrera fiscal a su jefe y, por ende, al ministro del ramo y al Gobierno que pretende ahora desdecir a su propio grupo.

¿Pueden o no pueden ser llamados los fiscales en concreto a esta comisión sobre la corrupción en la compra de mascarillas? Hablando ayer con un montón de fiscales de mucho ringorango me decían, muy al estilo del preso de Reading, “no hay problema en ir, todo consiste en no contestar nada a lo que no debas contestar”. Parece sencillo. Eso que me pregunta no puedo responderlo por secreto profesional, por la reserva de las actuaciones, porque comprometería una investigación o porque yo sólo veo documentales de la BBC. No, no es broma, porque esa respuesta fue dada por el fiscal jefe de la Audiencia Nacional cuando fue citado a la comisión de investigación sobre los atentados del 11M que no habían sido aún juzgados. Fungairiño acudió, claro que acudió. A gusto o a disgusto allí estaba, ante la comisión del Congreso que le había llamado. Cómo tiró los balones fuera gustó poco, pero lo hizo. Que dijera que no había oído nada de una furgoneta Kangoo o de unas cintas indignó mucho al parlamentario Olabarría, pero es que, afirmó el fiscal, él nunca veía la tele y si lo hacía sólo ponía documentales de la BBC. Los diputados se encalabrinaron mucho y Fungairiño acabó enviando una carta al presidente de la comisión disculpándose. Si el fiscal jefe de la AN pudo acudir, ¿por qué no podría ir Luzón?

Pero es que es más, el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista llegó a presentar recurso de amparo al Tribunal Constitucional frente a los acuerdos de la Mesa del Congreso que inadmitieron la comparecencia solicitada del fiscal especial para la Prevención y Represión del Tráfico de Drogas y la del fiscal especial Anticorrupción. No solamente las consideraban necesarias sino que pelearon hasta el Constitucional que se pudieran realizar. (SSTC 89 y 90/2005).

Por cierto, también han comparecido jueces ante comisiones de investigación del Congreso. Baltasar Garzón acudió a la comisión del 11M para explicar en qué momento y cómo, tras acudir a Atocha, tuvo conocimiento de que los atentados eran de índole islamista. No era un tema pacífico ni puede decirse que no tuviera repercusiones políticas. Garzón era juez de la Audiencia Nacional y no recuerdo que se pronunciaran el CGPJ ni las asociaciones judiciales ni se rasgaran las vestiduras porque acudiera al ser llamado.

En realidad, el problema no es acudir a una comisión, ni siquiera el que algunos diputados hagan preguntas impertinentes o que les pusieran en un brete, el problema sería que estos profesionales no supieran estar en su sitio y contestar solo a lo que pueden, callando lo que deben mantener reservado. Más problema es, si me apuran, citar imputados o procesados, como se hace con toda soltura, puesto que estos comparecen sin abogado y podrían incriminarse o perjudicarse en los procedimientos en los que están incursos al declarar ante la comisión, lo cual es incompatible con el derecho de defensa que te permite incluso no declarar en sede judicial. La tangana pues viene más propiciada por los movimientos corporativos que por el hecho de que tres fiscales pasen por una comisión parlamentaria. No se trata de analizar su trabajo y si alguien lo intentara pues bastaría con zafarse. Son fiscales, lo de los interrogatorios como que lo dominan ¿no?

Esa marcha atrás que pretenden ahora dar los socialistas es complicada. Las comparecencias ya han sido aprobadas así que la única opción que se baraja es que se dejen decaer, es decir, que se olviden de citarlos o algo así. Los socialistas en el Congreso reconocen que la cosa sería convencer a EH Bildu, el proponente, para que se olvidaran de los fiscales pero, por lo que he brujuleado aquí y allá, no parece que los abertzales estén muy por la labor. Este diario informaba de que el Grupo Parlamentario Socialista está dispuesto a impedir esa comparecencia incluso si para conseguirlo tiene que pedir el respaldo de los votos del PP. Eso después de haberla aprobado.

Y es que es un problema el de los tres gorros, como se veía venir. Que la misma persona tenga el gorro de la intendencia del Gobierno, de la relación con el Congreso y el de Justicia y su gremio no deja de ser un calvario. Que lo que haría tu grupo parlamentario sin problema te solivianta al personal estatutario de tu casa y que contentar a todos es difícil de narices. A lo mejor, si el gorro de Justicia calzara otra cabeza podían jugar al poli bueno y el poli malo, no sé, disimular que desde San Bernardo no sabes del grupo parlamentario pero así, con los tres gorros en la cabeza, la cosa deviene endiablada.

Si la fiscalía europea considera “extravagante” que el Congreso español cite a sus huestes, será porque en España somos extravagantes de nacimiento porque ni es la primera vez ni será la última. Este caso, además, nada tiene que ver con la pretensión de analizar si unos profesionales concretos hicieron lawfare o no, aquí nadie desconfía ni acusa ni increpa a la Fiscalía, sólo quieren hacerles preguntas. Esas preguntas que, todos los sabemos y los periodistas más, no suponen un peligro en sí mismas. Sólo las respuestas pueden tenerlo. ¿Será que temen no ser capaces de manejarse ante unos cuantos diputados? Si no hubiera un ministro con tres gorros, tal vez el de Justicia podía haberles repetido los precedentes y la frase de Oscar Wilde. No es para tanto. Basta con no contestar indebidamente.  
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Miquel Angel Soria

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Apr 29, 2024, 1:30:14 AM4/29/24
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LA MEMORIA PROHIBIDA

El obispo Juan Gerardi presidió el grupo de trabajos que rescató la
historia reciente del terror en Guatemala. Miles de voces, testimonios
recogidos en todo el país, fueron juntando los pedacitos de cuarenta
años de memoria del dolor: 150 mil guatemaltecos muertos, cincuenta
mil desaparecidos, u millón de exiliados y refugiados, doscientos mil
huérfanos, cuarenta mil viudas. Nueve de cada diez víctimas eran
civiles desarmados, en su mayoría indígenas; y en ocho de cada diez
casos, la responsabilidad era del ejército o de sus bandas
paramilitares.
La Iglesia hizo público el informe un jueves de abril del 98. Dos días
después, el obispo Gerardi apareció muerto, con el cráneo partido a
golpes de piedra.


El editorial de La Mañana de Víctor Hugo Morales (Página/12)

Así era fácil, ¿no? Gobernar. Así gobernaba Alan, usted amiga, amigo
oyente. Uno mismo, eh. Hasta uno se anima. Esto de ser presidente era
una cuestión sencilla. Usted llega y suspende todo. Chau.

Si total se tienen que morir, que se mueran antes. En ese caso, ¿para
qué precisas remedios? Afuera los remedios, morite che.

Si total van a morir pronto, ¿para qué quieren jubilación? ¿Para qué
quieren un préstamo los jubilados? ¿Para qué van a ir de paseo? Basta
de viejos. Afuera.

Era simple ser presidente.

A la universidad no vas a llegar, así que no te compro libros. En la
universidad aprendes a ser comunista, la dejo a la buena de Dios. Que
no tengan ni electricidad. Y si no aprendes marxismo, igual, no me
interesa. Básicamente, olvídate de la universidad.

Era una tontería ser presidente, lo único que tenés que hacer es
terminar con todo. Ciencia, ja-ja-ja, vayan a lavar los platos. Es
mucho más barato.

Consumo no quiero. Alimentos, comé lo que puedas, adelgazá pibe.
Salarios, mejor que no, porque te lo gastas.

Comedores. Los que comen son militantes, se te vuelven contra, yo lo
se. No hay comedores.

Obras, háganlas ustedes, a ver si son capaces. Vamos, hagan puentes,
mejores rutas, nosotros no estamos para eso. No es para eso el Estado.

Y, por otro lado, ¿vos fabricás alimentos? Cobralos. Cobralos lo que
quieras. Para eso los haces, ¿no? Es tu derecho. Fabricas remedios, ¿y
qué? ¿Los vas a hacer gratis? Los cobras. Tranquilo con eso.

Hoy los enfermos se organizan para que entreguen medicamentos Y es de
risa, porque con Milei se pensaron que el tipo venía para curarlos.
Mirá vos, dice él. 'Mirá vos, yo venir a curarlos. Los que tienen
discapacidad quieren que yo les haga de muleta, me van a disculpar, no
sirvo para eso'.

Están reclamando todo, me están hinchando un poco. Hasta les compro
aviones y no se conforman con nada. Con nada se quedan tranquilos.

No saben lo que es ser presidente. No saben.

* * *

Los "nuevos filósofos" y Lacan ( un triunfo de la derecha mundial)
Por Jorge Alemán (Página/12)

Al llegar en el 76 a España me encontré una operación editorial de gran calado.

Cuando aún Francia seguía manteniendo su peso intelectual, un grupo de
exmaoistas encabezados por Bernard Levy abdicaban de su supuesto
marxismo anterior y organizaban un nuevo campo de sentido.

Via Solzhetnizyn y su testimonio acerca de los horrores del Gulag
decretaban la muerte del marxismo . O mejor dicho, establecían una
conexión directa entre Marx y los campos. El 68 quedaba cuestionado en
su raíz marxista y la "barbarie" formaba parte de un modo estructural
del programa de la izquierda. Para los nuevos filósofos Marx, Lenin,
Trosky etc encarnaban un oscurantismo contemporáneo que había que
atravesar. Lo curioso es que para esta nueva derecha intelectual Lacan
era "el que había dicho la verdad". Lacan constituía la palanca
transformadora que permitía el pasaje de una izquierda asesina hacia
un liberalismo progresista y luego posmoderno. Los lacanianos no se
tomaron en serio está operación o se incorporaron sin más a la misma.

Lo cierto es que está operación tuvo, en sus distintas escalas,
representantes en todas partes del occidente cultural. Y actualmente
conserva su plena vigencia, ha triunfado ostensiblemente cuando vemos
que los análisis que se presentan de la realidad mundial eluden
siempre la premisa marxista de pensar la realidad desde las
condiciones actuales del capitalismo.

Para aquellos nuevos filósofos fue una gran ventaja que las respuestas
de los marxistas clásicos de los partidos de izquierda fueron débiles,
negacionistas y atadas a la metafísica del Gulag.

Lo que quedó borrado en esta operación fue el núcleo emancipatorio de
Marx y las posibilidades que se abrían en Lacan de pensar las
irrupciones igualitarias, que aún teniendo una breve duración,
encontraron un lugar en la Revolución.

La Revolución quedó cancelada y se prohibió volver a ser pensada.

Por esto es que no dejamos de ver desde el 76, desde antes de la caída
del Muro, las distintas nuevas versiones de aquellos nuevos filósofos,
en cierta medida triunfantes, determinantes en la batalla cultural con
respecto a los marxismos que aún no dimiten frente a la dimensión
emancipadora renovada ahora en su condición democrática, nacional y
popular.
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Miquel Angel Soria

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Apr 30, 2024, 6:00:59 AM4/30/24
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El 30 d'abril de 1975 acabava el primer dels grans fracassos dels usamericans: el Vietcong recuperava Saigón posant fi a la Guerra del Vietnam. Els records em porten a l'any 1968 quan atreu l'atenció del món solidari. Tinc a la vista els documents del Segundo simposio contra el genocidio yanqui en Viet Nam, celebrat a La Habana els dies 27, 28 i 29 d'octubre de 1968; l'informe publicat per Jean Chesneaux, Vietnam: un pueblo en lucha (Fontanella, 1968) que acaba: "Aquest engranatge de la guerra no és, nogensmenys, fatal. El poble vietnamita suporta una enorme pressió però està convençut de que sabrà resistir. Està convençut de que arribarà un dia en que als americans no els hi quedi un altre recurs que retirar del Vietnam totes les seves tropes". 
A l'abril de 2001, Hô Khang publicava a Hanoi La verdad sobre el "Têt de 1968": "Después del Têt de 1968 las grandes pérdidas del ejército y de la población vietnamita en el frente de batalla en las ofensivas de mayo y de agosto de 1968 son una realidad. Sin embargo, nadie puede negar esta verdad: sólo con el golpe del "Tët de 1968" Vietnam logró quebrantar LA VOLUNTAD DE AGRESIÓN de Estados Unidos y COMBATIR HASTA OBLIGAR A RETIRARSE A ESTADOS UNIDOS a fin de crear la posición de combate para la primavera de 1975 en aras de DERRUMBAR LA  ADMINISTRACIÓN TÍTERE de manera inimaginablemente más temprana, liberar totalmente el Sur, reunificar el país entero y llevar a Vietnam a avanzar hacia la obra de la renovación de hoy en día."
Lisandro Otero dedicava el seu llibre En busca de Vietnam (La Habana, 1970) amb aquest poema:

PADRE DEL AGUA Y DE LA TIERRA*

Al coraje no le faltó decisión:
fue guerrillero.
A la inteligencia no le faltó sensibilidad:
fue poeta.
A la lucidez no le faltó perspectiva:
fue estadista.
Al saber no le faltó herencia:
fue maestro.
Y el guerrillero, el poeta, el estadista, el maestro se fundieron
y se hizo comunista.

Ho Chi MInh, simiente de su pueblo y pueblo mismo
sigue fluyendo en sus torrentes,
atravesando en torbellinos sus montañas,
ofreciendo protección en sus forestas;
convertido el constructor de la nación
en aire, agua y tierra
de la nación misma.

Este libro, a su memoria.

*En vietnamita la paraula patria: dat nuoc, està composada de les veus dat: terra i nuoc: aigua.

 


México, Ecuador y la América dada al diablo
José Steinsleger (La Jornada)


Uno. En la Plaza de la Santa Veracruz, frente a la Alameda Central de la Ciudad de México, el insigne ecuatoriano Benjamín Carrión (1897-1979) libra recias partidas de ajedrez, su juego favorito. Aunque ahora, evocado en una hermosa escultura de bronce, flanqueada por un muro donde el paseante queda enterado de su pensamiento: Seamos una potencia de cultura, porque para eso nos autoriza y alienta nuestra historia.

Dos. Carrión perteneció a la pléyade de escritores y artistas de nuestra América que sintieron a México como algo propio, profundo, y con el combativo espíritu de la gran Manuelita Sáenz (1795-1856): Soy de la patria americana, nací en la línea ecuatorial.

Tres. Tiempos, aquellos, en los que el guayaquileño Vicente Rocafuerte (1783-1847), segundo presidente constitucional de Ecuador (1834-39), cerraba filas con las luchas del pueblo mexicano, publicando en Filadelfia un escrito pionero que traza el itinerario desde el grito de Iguala hasta la proclamación del imperio de Iturbide (Bosquejo ligerísimo de la Revolución de México, Filadelfia, 1822). Compromisos por los cuales, el presidente Guadalupe Victoria lo nombró representante plenipotenciario para gestionar nuestra independencia en Inglaterra, Dinamarca y el reino de Hannover (1824-29).

Cuatro. Entre los ecuamex que tuve el privilegio de tratar figuran el bolerista Julio Jaramillo (1935-78), identificado por viejos taxistas y locutores de Acapulco con el alma mexicana, y el dramaturgo Demetrio Aguilera Malta (1909-81), cuyas cenizas fueron esparcidas, por orden expresa, en los golfos de México y Guayaquil. O el gran sociólogo Agustín Cueva (1937-92), y el filósofo Bolívar Echeverría (1941-2010), compañero de la embajadora Raquel Serur, quien en días pasados, con dignidad ejemplar, resistió junto con su equipo el irracional asalto gorila a nuestra legación en Quito.

Cinco. El gobierno del ultramontano yuppie bananero Daniel Noboa, justificó el insólito atropello señalando que en la embajada se encontraba asilado el peligroso delincuente Jorge Glas (vicepresidente durante el tercer gobierno de Rafael Correa, 2013-17) y acusado (sin pruebas) de corrupción y complicidad con el narcotráfico (sic).

Seis. Sin embargo, frente a las perturbadoras imágenes y videos del operativo policial, me dije: Esto es un mensaje mafioso a tres bandas: contra el movimiento de la revolución ciudadana de Correa, contra AMLO y (el golpe avisa), contra Claudia Sheinbaum. En efecto. Porque en el Ecuador de Noboa, nada se mueve sin el consentimiento de Washington y la CIA. Y “…un gobierno actúa así porque se siente apoyado por otros” (AMLO, mañanera del 9/4/24).

Siete. Y acá vamos con la teoría del caos, del matemático estadunidense Edward Lorenz (1917-2008), quien posiblemente se inspiró en un milenario proverbio chino: El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo. Cosa que cuadra con la total ausencia de orden del capitalismo occidental. O sea, con las violaciones de una deliberada y programada política que, progresivamente, viene despojando de sentido a los principios, ideales, valores y normas de un derecho internacional, degradado a la ley del más fuerte. Pero repasemos los hechos:

Lunes 1º de abril: Israel bombardea el consulado de Irán en Damasco, asesinando 16 diplomáticos y agregados militares.

Martes 2: el embajador de Ecuador José de la Gasca dice en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas: Nada justifica este tipo de ataques, vengan de donde vengan, y llama a todos los estados a respetar la inviolabilidad de las oficinas diplomáticas y consulares.

Miércoles 3: el gobierno ecuatoriano expulsa a la embajadora Raquel Serur, luego que en su mañanera AMLO relaciona el asesinato en Quito del candidato presidencial Fernando Villavicencio (agosto, 2023), con el triunfo electoral de Noboa (octubre). Dato no menor: siete de los ocho integrantes del comando asesino son detenidos, y a su vez asesinados en prisión.

Jueves 4: México otorga asilo político a Jorge Glas, refugiado en la legación desde diciembre.

Viernes 5: Noboa ordena el asalto, y los gorilas secuestran a Glas. Dato no menor: quien ejecuta la orden se llama Mónica Placencia, mexicana oriunda de Durango, a quien Noboa otorgó la nacionalidad ecuatoriana un día antes de nombrarla ministra de gobierno.

Miércoles 10: en la reunión de la OEA convocada para tratar el asunto, el viceministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, Alejandro Dávalos, se queda solo tras justificar el asalto, diciendo que Glas es un delincuentes convicto. Entrevistado por un canal de televisión australiana (SBS News), Noboa señala que los diplomáticos mexicanos golpearon a los policías ecuatorianos (sic).

Nueve. En 1981, la editorial Monte Ávila, de Venezuela, publicó el último libro de Benjamín Carrión. Su título: América dada al diablo.

                                                             * * *
Cinismos de guerra fría
John Saxe-Fernández(La Jornada)


La primera sorpresa fue cuando el gobierno de Daniel Noboa declaró a Raquel Serur, nuestra embajadora en Ecuador, persona non grata, quien al llegar a México señaló que el encono político que encontré en ese país es su falla trágica, como diría Shakespeare. En una reflexión publicada por El País sobre la irrupción de la fuerza pública en la embajada de México con lujo de violencia, ella se pregunta: ¿Qué los llevó a actuar de esa forma tan desproporcionada? ¿Cómo se atrevieron a romper la inviolabilidad de una sede diplomática? ¿Con qué derecho agreden físicamente al personal diplomático? ¿Con qué derecho hirieron nuestra dignidad? No existe justificación alguna para hacer lo que hicieron (Serur, Raquel, Mis últimas horas aciagas en el entrañable Ecuador, El País,14/4/24).

La transformación que ha sucedido en Ecuador tiene, desde el gobierno de Lenín Moreno, como eje el desmantelamiento del Estado, la arremetida contra lo público, la pérdida de soberanía por las graves concesiones que formaliza el país en el acuerdo militar con EU para enfrentar el conflicto interno armado y la lucha conjunta contra el crimen organizado trasnacional (sic), a lo que me referí anteriormente (ver Ecuador en la agenda imperial, La Jornada 22/2/24).

Los acuerdos encaminados por el ex presidente Lasso ya fueron ratificados por Noboa –no se requiere aprobación legislativa (¡!) siendo un tema tan vital para la democracia y estabilidad de ese país–.

Estas concesiones sobre la soberanía nacional dan a EU un papel decisivo de cogobernación, lo que explica la actitud desafiante y arrogante del mandatario, envalentonado por el poderío imperial, que frente al importante consenso alcanzado incluso en la OEA, la comunidad latinoamericana e internacional en condenar la violación de principios, recintos e inmunidades diplomáticas, diga que no se arrepiente de su decisión. López Obrador ya se había referido a que el asalto tan violento a nuestra embajada no lo hace un gobierno si no siente que tiene el respaldo de otros gobiernos o potencias. También AMLO señaló que hubo pronunciamientos muy ambiguos ante este agravio por parte de los socios EU y Canadá, el que incluso se refirió a una presunta violación al derecho internacional, y en el caso de EU fue un boletín del Departamento de Estado.

Preocupa que se argumente el respeto al derecho internacional dependiendo de quién es la víctima. Preocupa la abismal ausencia de equidad: Israel –que sigue asesinando a la población palestina y nadie le pone un alto– lanzó misiles contra el consulado iraní en Damasco matando a unas 16 personas, y EU, Reino Unido y Francia bloquearon en el Consejo de Seguridad la condena a tal acción, dejándole el camino a Irán para una respuesta en legítima defensa, lo que entonces sí llenó las primeras planas de la indignación internacional frente a la agresión iraní a Israel.

A decir de David Brooks, con toda la coreografía teatral bélica ya tan ensayada, “Gaza fue desplazada de las primeras planas para ser sustituida con ‘Israel bajo ataque’” (Autoridad inmoral, La Jornada,15/4/24/).

Ante el fondo del evento, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha optado por el camino de la legalidad para protestar por el asalto salvaje a la embajada de México en Ecuador, para sentar un precedente de la inviolabilidad de cualquier embajada en cualquier lugar del mundo, es decir, retomar, reivindicar los alicaídos mecanismos del derecho internacional para la resolución de los conflictos y la construcción de acuerdos para enfrentar de manera coordinada y latinoamericana las exigencias ante un enorme deterioro climático y político militar: crecientes olas de calor en intensidad y frecuencia y multiplicación de riesgosos escenarios bélicos.

En la importante reunión virtual de la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (Celac), celebrada bajo la presidencia pro tempore de la mandataria de Honduras, Xiomara Castro, y convocada por México el pasado martes 24, cuya conclusión fue de unánime condena a la agresión y por la restitución de la calidad de asilado al ex vicepresidente Jorge Glas, el presidente colombiano fue claro al decir:

“El mundo que estamos viviendo… no parece ser un mundo democrático, parece ser un mundo que da pasos cada vez más grandes, agigantados, hacia la barbarie: democracia o barbarie podría ser la consigna del momento… la barbarie tiene que ver con negaciones que está haciendo el poder político mundial –la geopolítica, se dice– negación de la democracia y de la prevalencia de la vida en el planeta. Hay los síntomas de una extinción en camino que en lugar de tramitarse racionalmente, consensualmente, planificadamente como los seres humanos deberíamos hacer, estamos entrando a una especie de resistencia del capital a no transformarse, llevándose por delante la vida misma.”
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Miquel Angel Soria

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May 1, 2024, 1:31:25 AM5/1/24
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Mr. Truman té fred.
Oh, negres! Tingueu pietat de Mr. Truman,
Truman, al que no li dona calor la seva bomba atòmica,
Truman, que tanta pietat us té, oh negres!
Truman, que tanta pietat té de Corea,
que tanta pieta té de Grècia, tingueu pietat d'ell, gent de Makrónisos.
tingueu pietat empresonats, penjats, afusellats,
tingueu pietat coreans del Nord,
de Mr. Truman, del pobre Mr. Truman que té fred,
que es preocupa de la sort de França,
de la sort d'Itàlia,
de la sort de l'Alemanya Oriental,
de la sort de les Repúbliques Populars,
de la sort del poble Rus,
de la sort de la Xina,
de la sort de la civilització.

Y sobre tot tingueu pietat de Mr. Truman
que puja i baixa les escales dels laboratoris químics
i no troba cap ungüent,
no pot trobar una pintura blanca, persistent,
per a pintar de blanc les ales del corb.
Oh, negres! Tingueu pietat del pobre Truman que té fred,
tingueu pietat, tingueu pietat d'ell -feu que no vegi
el colom aguiló nostre,
el colom de Picasso,
els coloms que desborden el Congrés de la Pau,
els coloms que volen per sobre dels barris del món.

Escolteu com xiula aquest vent,
és gran aquest vent, és alegre,
resplendent de milers de coloms,
resplendent de milers d'ulls dels nostres herois,
resplendent del sacrifici i l'esperança del futur.
Es necessiten milers de boques juntes,
milers de trompetes juntes per cantar a aquest vent.

Yannis Ritsos, el gran poeta grec, militant del Partit Comunista, va
nèixer l'1 de maig de 1909.
Gran dia!


No es país para la izquierda transformadora estatal
Isaac Rosa

Tú no te acuerdas porque eres muy joven, pero hubo un tiempo en que la
izquierda transformadora de ámbito estatal, también conocida como “la
izquierda a la izquierda del PSOE”, tenía un discurso territorial
reconocible y distintivo, de corte federal y acento social, gracias al
cual se aseguraba un espacio propio en las elecciones autonómicas de
las comunidades llamadas “históricas”, aquellas con fuerte identidad
nacional al margen de la española. No tenía grandes resultados, pero
sí ese espacio propio elección tras elección.

Incluso si eres muy joven te acordarás de que esa izquierda
transformadora estatal tocó el cielo electoral en esos territorios
hace muy pocos años: resultados históricos de Unidas Podemos en
autonómicas y municipales, siendo decisiva en parlamentos y gobiernos
autonómicos, y conquistando ayuntamientos. En el caso de Euskadi,
Elkarrekin Podemos adelantó al PSE en las autonómicas vascas de 2016,
y fue el partido más votado en las generales de 2015 y 2016 en aquella
comunidad, que se dice pronto, así que lo repetiré por si no te
enteras o no te acuerdas ya: por delante del PSE en autonómicas, y
partido preferido de los ciudadanos vascos en dos elecciones generales
consecutivas.

Eran otros tiempos, otro ciclo político, no hay más que ver la noche
electoral de este domingo en Euskadi. No hay cosa más triste que ver a
Sumar respirando aliviada tras entrar de milagro en el parlamento
vasco con un escaño, y a Podemos fuera de juego, desgastadas ambas por
su ruptura ruidosa y su competencia por un mismo electorado común, y
devoradas por el voto ilusionante y sobre todo útil que en la
izquierda ha representado EH Bildu. Para no ponernos más tristes,
mejor no sumemos los votos de ambas formaciones ni calculemos cuál
habría sido su traducción en escaños, que no es plan de hacerse
sangre.

Ni siquiera cabe culpar a la polarización, que en Euskadi no se ha
notado; ni al mayor peso del debate nacional, pues en las elecciones
vascas se ha hablado sobre todo de políticas concretas, de temas
sociales, de la vida de la gente, precisamente donde la izquierda
alternativa podía ser más competitiva, pero tampoco, pues EH Bildu ha
jugado bien esas cartas y ha dejado sin espacio al resto de
formaciones de izquierda.

Tras el desastre de Galicia, ahora Euskadi, y todavía quedan Cataluña
y las europeas, otras dos noches electorales que se le pueden
atragantar a la izquierda estatal, y donde la división y competencia
por ese electorado común puede ser igual de desastrosa, incluso aunque
el sistema electoral no penalice, caso de las europeas, pero sí el
desánimo de los votantes.

No solo la izquierda transformadora estatal tiene un problema. Lo
tiene España, que pierde un discurso territorial necesario, ajeno a
las tensiones centralistas y separatistas, y distinguible del
federalismo del PSOE precisamente por su acento más social. De seguir
así, el país del que habla el título de este artículo no será Euskadi,
sino España.

* * *
Milei se rinde a China
Raúl Zibechi (La Jornada)


Lo mismo le sucedió a Jair Bolsonaro durante su presidencia. Tuvo que
tragarse sus insultos a China y reconocer que Brasil depende de sus
exportaciones al país asiático, que es el principal socio comercial
desde hace más de una década.

Antes de su ascenso al poder, Bolsonaro criticó a China y visitó
Taiwán, como evidente provocación a Pekín. Pronto tuvo que dar marcha
atrás, recibir a ejecutivos de Huawei en el mismo palacio presidencial
y aceptar su participación en la red 5G de Brasil.

¿Comerciarías con un asesino?, disparó Milei en el tramo más
irracional de su desbocada campaña electoral. Ahora dice que las
relaciones con el dragón no se tocan y que no moverá un ápice los
acuerdos comerciales.

Siempre hemos dicho que somos libertarios, si la gente quiere hacer
negocios con China, pueden, dijo el presidente argentino al editor en
jefe de Bloomberg News el 4 de abril (https://goo.su/eMsi).

Según Bloomberg, Argentina depende financieramente de China, más que
ninguno de sus vecinos latinoamericanos. Agrega que los intercambios
comerciales y la inversión china impulsan ahora grandes sectores de la
economía Argentina, desde las materias primas y la energía hasta los
bancos.

Lo cierto es que China tiene proyectos incluso en las zonas más
remotas del país: desde minas de litio en la árida frontera boliviana
en el norte, hasta planes para construir un puerto a 2 mil 500 millas
de distancia, en el extremo sur del país, a sólo un corto viaje en
barco de la Antártida. Ese es el punto en que quiere intervenir el
Pentágono, para controlar los pasos de su principal adversario y,
llegado el momento, poder bloquearlo.

Estamos ante movimientos de avance y retroceso simultáneos. En 2022,
Argentina se unió formalmente a la Franja y Ruta de China bajo el
gobierno progresista de Alberto Fernández. Milei no pretende sacar a
su país de esa alianza, pero decidió no ingresar al BRICS como gesto
hacia Estados Unidos.

En rigor, no deberíamos decir que Milei cambió su posición o que se
rindió ante China. Lo que hizo, fue ser fiel a su apego a los
intereses del capital, de los negocios y las ganancias. O sea, a la
clase social a la que sirve. En este punto, ha sido coherente, aunque
no nos guste nada de lo que hace.

El presidente argentino, como antes el brasileño, reconocen una
realidad geopolítica estructural: hoy los negocios más lucrativos se
hacen con China, país que además tiene capacidad par invertir en
proyectos de infraestructura (represas hidroeléctricas, centrales
nucleares, carreteras y puertos, entre otros), siempre en defensa de
sus intereses estratégicos.

La potencia en declive, Estados Unidos, debe acotar las iniciativas
chinas porque le están comiendo su patio trasero. Muy clara es la
cuestión del litio: desea impedir que China controle los yacimientos y
la explotación, aunque no está en condiciones de ocupar ese lugar. Es
parte de la dura competencia geopolítica por la hegemonía, ya que
ambas luchan por lo mismo con armas parcialmente diferentes.

Hasta ahora, algunos gobiernos de la región se han volcado
completamente hacia China. Es el caso de Venezuela y de Nicaragua.
Muchos otros mantienen buenas relaciones con el dragón, sobre todo los
progresistas, aunque en este sector hay muchos matices. El gobierno
colombiano de Gustavo Petro está en proceso de instalar tres bases
militares de Estados Unidos, en Gorgona, Pereira y Leticia, plasmando
procesos iniciados bajo administraciones anteriores
(https://goo.su/lw8CI).

Hay casos como el de Chile, en el que las adhesiones a la política de
China se iniciaron bajo gobiernos conservadores, como la integración a
la Ruta de la Seda en 2019 bajo el gobierno derechista de Sebastián
Piñera. Perú y Panamá son casos similares. Colombia aún no la integra,
lo que permite decir que las relaciones con China no se rigen por las
coordenadas izquierda-derecha, sino por meras conveniencias
­económicas.

Luego están las confusiones, que no son pocas, en particular las que
afectan al campo antisistémico y antiextractivista. Sería bueno
repasar aunque sea algunas de ellas.

No pocos movimientos sostienen que China es un aliado en la
resistencia al imperialismo estadunidense y que su ascenso es, de
algún modo, el del socialismo.

Nada más lejos de la realidad. China es profundamente extractivista y
capitalista. Hasta ahora no se comporta del mismo modo que los viejos
colonialismos y los imperialismos, no invade países para imponer sus
políticas e intereses. Exporta capitales y utiliza su poder económico
para imponerse, que son algunas de las facetas del imperialismo desde
fines del siglo XIX.

Del mismo modo que ahora no se necesita sacar tanques a la calle para
dar un golpe de Estado, tampoco hace falta enviar tropas a una nación
para configurar una invasión. El imperialismo actual debe ser
analizado según los nuevos modos de dominación.

Sería un grave error difundir la creencia de que las potencias
emergentes juegan algún papel a favor de los pueblos.
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Miquel Angel Soria

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May 2, 2024, 1:31:58 AM5/2/24
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LA MEMORIA ROTA

A fines del siglo dieciocho, los soldados de Napoleón descubrieron que
muchos niños egipcios creían que las pirámides habían sido construidas
por los franceses o por los ingleses.
A fines del siglo veinte, muchos niños japoneses crían que las bombas
sobre Hiroshima y Nagasaki habían sido arrojadas por los rusos.
En 1965, el pueblo de Santo Domingo resistió durante ciento treinta y
dos noches la invasión de cuarenta y dos mil marines norteamericanos.
La gente peleó casa por casa, cuerpo a cuerpo, con palos y cuchillos y
carabinas y piedras y botellas rotas. ¿Qué creerán, de aquí a un
tiempo, los niños dominicanos? El gobierno no celebra la resistencia
nacional en un Día de la Dignidad, sino en el Día de la
Confraternidad, poniendo un siglo de igual entre quienes habían besado
la mano del invasor y quienes habían puesto el pecho a los tanques.

Eduardo Galeano

Igual que ara, els governs de VOX =PP.



Silencio en la noche, ya todo está en calma
José María Izquierdo (El ojo izquierdo)


Pues ya está resuelto el primero de los enredos que teníamos previstos
para este trimestre. Allá, en el País Vasco, las cosas son como son y
los sondeos aciertan. Empate en escaños entre el PNV y Bildu, con
victoria a los votos para el partido de Pradales, ese señor tan serio.
Y como todos suponíamos si se daban estos datos, el PNV y el PSE
podrán formar gobierno con tranquilidad, que la subida de dos escaños
de los socialistas ha compensado la bajada de los nacionalistas para
alcanzar –y superar– la cifra mágica de los 38 diputados, mayoría en
el Parlamento. El análisis, a vuelapluma, parece sencillo. El PNV es
una roca pero la formación de Otxandiano crece de manera espectacular
en su transversalidad, además de haber barrido todo lo que había a la
izquierda de los socialistas y se sitúa, como muchos observadores
sugieren, en la posición que anhelaba: aliento en la nuca durante
cuatro años al PNV mientras se clarifican algunas cosas, se potencian
los cuadros dirigentes y se da tiempo, además, para que en algún
momento, quién sabe cuándo, Otegi tire del tapón y veamos cómo fluye
la asunción de responsabilidades por el terrorismo de ETA, e incluso
la petición de perdón a las víctimas. El empate de ambos en la primera
posición trae, como añadido, el importante subidón de los
nacionalistas: entre ambas formaciones suman casi el 68% de los votos.
Cierto que, según las encuestas, los independentistas bajan, pero ahí
está ese dato.

Decíamos que el PSE ha subido de 10 a 12 y se hace imprescindible al
PNV para gobernar. Muy buen resultado. Sumar salva de alguna manera
los muebles, un escuálido escaño en su estreno en el País Vasco, y
Podemos pierde los seis de 2020, que en 2016 habían sido 11. Mal, muy
mal día para los morados. ¿Seguirán encantados unos y otros en morir
separados, mejor que seguir viviendo juntos? Tampoco el PP, de 6 a 7,
obtiene un resultado para tirar cohetes, nada representa para la
insignificancia de Feijóo, y Vox mantiene su exigua y marginal
representación. Un buen respiro para Pedro Sánchez, que dormirá a
pierna suelta. El PNV tiene las manos libres para continuar con su
política de respaldo en Madrid, y el PSOE dispone de un arma más para
asegurarse ese apoyo, a cambio de sostener el gobierno de los
nacionalistas en el País Vasco. Bildu tampoco encontrará graves
motivos para que sus seis diputados sigan sumando votos al Gobierno de
coalición. Por ahí nada espectacular ha sucedido, sólo un refuerzo
para Sánchez, aunque Sumar deberá, lógicamente, repensarse qué hacer y
cómo hacerlo. En cuanto al nuevo Gobierno de Ajuria Enea, será
interesante ver cómo asimila que la sociedad vasca se ha ido unos
pasos más a la izquierda, los votos así lo dicen y listos como son,
tomarán buena nota para reforzar sus políticas de mayor contenido
social, ayudados por el PSE, bandera que han de arrebatar a Bildu.

Aurresku, pues, para el vencedor de las elecciones vascas. Habrá que
pasar por el sofoco de la derecha y sus medios, encolerizada de ver
cómo ETA ha ganado votos, pero lo resistiremos. Y ya, hoy, esta misma
noche, que mañana es tarde, nos vamos corriendo a las elecciones
catalanas, que esto es un sinvivir. Lean ustedes los sondeos, les
ahorro en este texto la repetición de tanto número, y verán que
tenemos por delante, hasta el 12 de mayo, un tiempo de quinielas
imposibles, de sumas y restas que no conducen a nada hasta que las
urnas no nos confirmen los escaños de Salvador Illa, el presunto
ganador; de Pere Aragonés, el segundo clasificado; del inefable Carles
Puigdemont -si no gobierno, me retiro- el tercero, más la pléyade de
los menores, desde En Comú Podem a Vox, una larga retahíla. Obtener la
cifra mágica de 68 diputados es el tesoro por conseguir, cierto, pero
no sólo. Porque hay que tener un ojo en el Palau de la Generalitat,
pero otro en los apoyos en Madrid al Gobierno central. Platos chinos o
mazas al aire, cuestión de artistas de circo, cuidado que no se nos
caiga ninguno.

Algún apunte para entretenernos, ejercicios inútiles condenados a la
melancolía, aunque ya les digo que son más divertidos, e incluso
instructivos, los crucigramas y los sudokus. Ejemplo: muy posiblemente
no sumarán ERC y Junts esos 68, pero sí, quizá, con la CUP. Y ese
resultado, ya lo avisamos, puede ser un lío. O no. Si el primero en
votos es Esquerra, ¿cederán graciosamente la presidencia a Puigdemont?
Entonces qué, ¿el gran líder ex Waterloo, se retira a un chalecito con
vistas al mar? O Illa saca un buen resultado, más de diez escaños
sobre el segundo, ¿podrá gobernar en minoría? Esquerra, socio en
Madrid, ¿se desprende del abrazo del oso de Junts y aporta sus escaños
al PSC, gobierno de coalición? En fin, labor estúpida porque el juego
de hipotéticas cifras no conduce a nada provechoso.

Decíamos una mirada de soslayo a Madrid, porque los resultados de allá
pueden tener consecuencias evidentes en la estabilidad del Gobierno
Sánchez. Pero el Ojo, ya conocen ustedes su perseverancia, no se cree
en absoluto las agoreras profecías de la prensa canalla, obcecadas con
que Puigdemont retirará su apoyo a Sánchez si los resultados en las
catalanas no le encumbran. Sería la venganza del chino: me devuelves
mis siete votos y allá te las compongas. Pues permitan ustedes la
absoluta discrepancia con este supuesto. Junts, y a quienes
representa, no debería mover un dedo en contra del Gobierno actual
hasta que se complete, de la manera que sea, todo el proceso, largo y
accidentado, de la amnistía para los 1500 ciudadanos pendientes de ir
a la cárcel. Puigdemont, en su trono o fuera de él, sería el primero
en ir al trullo. Así que tranquilidad y buenos alimentos, tú me
asustas, pero yo te asusto más.

¿Seremos capaces de aguantarnos los ánimos especulativos hasta el día
12 de mayo, apenas un par de semanas por delante? Sugieren ustedes la
campaña. Pura filfa, que de nada servirán las gruesas palabras de
independencias místicas, de referéndums mesiánicos, que todo el mundo
entiende que los partidos se mueven en clave electoralista, venga
globos y confetis, ahora te prometo la luna y luego el sol si menester
fuera. Será difícil, muy difícil, que la campaña varíe las grandes
líneas que ahora dibujan los sondeos. Puigdemont ya ha soltado su
pequeña bomba y tendrá dificultades para superar esa apuesta de
retirada. El resto de los partidos, pie a tierra, se conforman con
prometer lo de siempre: sanidad, empleo, educación, transporte.
¿Autodeterminación? No empujen, un respeto, que ahora estamos en lo de
la administración responsable y eficiente. Hagan el favor de no
mezclar churras con merinas.

Entre medias, vamos a tener suficiente divertimento con las Comisiones
de Investigación, Congreso y Senado tirando de los comparecientes
hasta que a alguno se le salga un brazo o una pierna. Vamos a reírnos
y vamos a llorar. Esperamos algo de Koldo, menos de Ábalos, como de
Armengol y nada de Illa. Pero la insania que conlleva el procedimiento
manchará todas las comparecencias con una mugre viscosa que tardará
mucho tiempo en limpiarse. Causa escalofríos contemplar el escuadrón
de marines suicidas que ha reclutado el PP para la ocasión, sacando
papeles y más papeles, prácticamente ininteligibles pero recitados con
el tono de acusación de película de Hollywood. Nada comparado con la
brigada acorazada que les jalea, anima y respalda desde la caverna
mediática, como nos enseña todos los domingos mi viejo amigo el
Catavenenos.

No será la menor de las miserias la que nos lancen a la ciudadanía
desde el castillo de Isabel Díaz-Ayuso, con Miguel Ángel Rodríguez en
su papel más repugnante desde hace años, y cuidado que era difícil
superar la desvergüenza reconocida a su persona. Toneladas de
estiércol van a caer sobre nuestras cabezas. Ya verán cuando se hable
del hermano de la interfecta, rico desde aquellas mascarillas, o del
novio de la presidenta, gran empresario -¿quizá sea más acertado
calificarle de brillante emprendedor?- tan torpe en sus relaciones con
la Hacienda pública como Rodríguez y su reina del vermú lo son con la
verdad y la decencia. Vamos a tener materia oscura que llevarnos a la
boca durante semanas. Nada conviene más a los buitres, cuervos,
hienas, chacales y otras especies carroñeras que ustedes tienen ante
sí según contemplan algunas sedes políticas o se asoman -cuidado con
esos afilados dientes- a determinados diarios, radios, televisiones y
redes sociales.

Hay porquería para todos. Entre otras razones porque son ellos mismos
quienes la generan. En cantidades industriales.

Adenda. No es fácil de entender el ataque que ha dado a nuestras
derechas patrias para que defiendan, vitoreen y apoyen de esa manera
tan desquiciada como lo están haciendo a Israel y a su gran dirigente
Benjamin Netanyahu. Hasta los Estados Unidos, su gran aliado, y los
países de la Comunidad Europea matizan y condenan, en una amplia
escala de intensidad, la salvaje invasión de Gaza. Decenas y decenas
de países, incluso Naciones Unidas, se plantean reconocer al Estado
palestino y apuestan, unos más y otros menos, por una posible solución
basada en los dos Estados. ¿Qué lleva, repetimos, a este desaforado
amor por aquel régimen fanatizado por una coalición ultraderechista a
nuestra ridícula e ignorante derechona? Es imposible mayor
desvergüenza, mayor deshonor y menor humanidad que la que se desprende
de despreciar a los miles de niños y adultos muertos para lanzar rosas
al feroz agresor. Mienten, además, como villanos que son, cuando
acusan a la izquierda de no haber condenado a Hamás o de ser
antisionistas. Miseria moral.
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Miquel Angel Soria

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May 3, 2024, 1:30:18 AM5/3/24
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El 3 de maig de 1930 va nèixer el poeta argentí Juan Gelman.
En algun moment Julio Cortázar va escriure: "Acaso lo más admirable en
su poesía es su casi impensable ternura allí donde más se justificaría
el paroxismo del rechazo y la denuncia, su invocación de tantas
sombras desde una voz que sosiega y arrulla, una permanente caricia de
palabras sobre tumbas ignotas."
Què més podem afegir?

la realidad tiene labios
que besan a muerte/ es destino
de todos/ ¿qué concierto pasó
a ser su propio infierno?/ no vale

desarreglar la irrealidad
de tanta habitación o calle
donde se pegan muy extraños fríos
y suena el piano personal/

¿ya no tenemos muerte propia?
el subsuelo de la noche que viene
guarda lo que sintió el no ser/

ahí va el dolor de la conciencia
acostadita sola al sol


Turistas con trolleys pasando por tu calle
Isaac Rosa

Traca-traca-traca… El turismo estaba bien, incluso muy bien, cuando
todos podíamos ser turistas y parecía un partido de ida y vuelta: unas
veces jugábamos de locales, aguantando en nuestras ciudades y pueblos
a los turistas de otros lugares; y otras veces éramos nosotros los
visitantes y ellos tenían que aguantarnos en sus ciudades y pueblos.
Traca-traca-traca… No era un juego equilibrado ni justo, nos tocaba
muchas más veces de locales, pero una o dos escapaditas al año con
vuelos baratos y pisos de Airbnb nos compensaban algo las molestias y
limitaba nuestras protestas: quién se iba a quejar del turismo
teniendo la nevera forrada de imanes. ¡Todos éramos turistas! Ni nos
molestaba el traca-traca-traca del trolley pasando a las seis de la
mañana por nuestra acera, porque otras veces éramos nosotros los que
despertábamos vecindarios enteros con nuestra maletita de ruedas.

Traca-traca-traca… Además, teníamos interiorizado que el turismo es
riqueza, es nuestro petróleo, el mito original del desarrollismo
español, generaciones educadas como figurantes simpáticos y
serviciales de un país cuyos gobernantes, presidentes autonómicos y
alcaldes cantan los sucesivos récords de visitantes, compiten para
posicionar el destino como “marca” en los mercados internacionales, y
frente a las molestias prometen apostar por el “turismo de calidad”,
eso tan gracioso (y tan clasista) que llevamos décadas oyendo. Así
vivimos muchos años, traca-traca-traca, quién puede oponerse a la
riqueza, quién no quiere ser el país más deseado. El traca-traca-traca
tempranero por nuestra calle era la música del progreso, el
crecimiento, el trabajo, el dinero.

Pero el juego se ha ido volviendo más y más desequilibrado: tu ciudad
o pueblo está cada vez más turistificado, traca-traca-traca, y tu
trabajo en el sector servicios es tan precario y la vivienda tan cara,
que no te lo compensa un viaje al extranjero que igual ya tampoco
puedes plantearte porque eres un inquilino que ve subir el precio de
su alquiler desde hace años en porcentajes de dos dígitos, y con
creciente riesgo de pobreza. Traca-traca-traca… La riqueza generada
por el turismo está cada vez peor repartida: que la comunidad más
turística, Canarias, sea también la que tiene niveles más altos de
exclusión social lo dice todo. ¿A dónde se fue toda esa riqueza?
Normal que sean los primeros en movilizarse masivamente.

Entonces, traca-traca-traca, te fijas más en las molestias que antes
te parecían soportables: no solo la precariedad laboral y la subida de
alquileres; es que además tu ciudad o pueblo se ha convertido en un
parque temático o un gigantesco centro comercial, o las dos cosas a la
vez, ideal para visitantes pero inaccesible para los trabajadores del
sector, que acaban en campings, caravanas o camas calientes; e
inhabitable para los lugareños, que nos acabamos sintiendo algo peor
que turistas en nuestra propia casa: turistas pobres en nuestra propia
casa, alojados en las peores habitaciones e incapaces de disfrutar
toda esa oferta cultural, de ocio y gastronómica al alcance del
visitante. Y encima ese puto traqueteo de trolleys por tu calle desde
primera hora hasta la noche. Traca-traca-traca-traca-traca…

La resistencia ciudadana contra el turismo depredador (no la llamemos
turismofobia, no les compremos el marco) solo puede ir a más,
especialmente en España. Este año batiremos todos los récords de
visitantes, y con ellos los récords de efectos negativos del turismo
sobre la población, y récord también de traca-traca-traca… Los
gobiernos toman nota del malestar y prometen medidas, tímidas frente a
la voracidad turística: cobrar una tasa a los visitantes (Venecia
empieza a cobrar entrada, pero sin limitar el número de visitantes),
frenar la construcción de nuevos hoteles (lo acaba de aprobar
Amsterdam), controlar con poco éxito y menos convicción los abusos de
la vivienda turística, y hasta prohibir el rodar de trolleys. Medidas
que van muy por detrás de la degradación urbana, ecológica y social, y
muy por detrás de la paciencia de los vecinos, que maldecimos cada
trolley que pasa bajo nuestra ventana, y cualquier día les echaremos
un cubo de agua. Traca-traca-traca.

* * *
Elecciones en Euskadi: todos contra EH-Bildu
Marcos Roitman Rosenmann (La Jornada)


Los partidos políticos con implantación en el Estado español, a
derecha e izquierda, a los cuales debemos incorporar el Partido
Nacionalista Vasco, se unieron, durante la campaña, para descalificar
a EH-Bildu. Lo impensable tomó cuerpo. Ante la posibilidad de vivir en
Euskadi un nuevo mapa político, hicieron piñata. Con un ardid trolero,
recurrieron a la extinta ETA. En un programa de radio de máxima
audiencia, el entrevistador interrogó al candidato de EH-Bildu, Pello
Otxandiano, si compartía la definición de ETA como una banda criminal.
La respuesta, puso énfasis en lo inoportuno de la pregunta, cuando se
realiza en medio de una campaña electoral. Ello fue la chispa que
avivó la llama del odio y la excusa para dudar del carácter
democrático de EH-Bildu y descalificar a su candidato a lehendakari .
Las redes, los medios de comunicación social, dirigentes políticos y
tertulianos tenían suficiente para emponzoñar la campaña y no
perdieron la oportunidad. El presidente de gobierno, Pedro Sánchez, se
despachó a gusto en su descalificación a Otxandiano, mientras los
socios de gobiernos guardaron un silencio cómplice. Mientras, los
candidatos del PNV arremetieron contra EH-Bildu; el insulto tomó
cuerpo. Y de forma inesperada, la extrema derecha y el Partido Popular
(PP) vieron cómo su caracterización de EH-Bildu como bilduetarras era
la expresión utilizada o compartida por todas las fuerzas políticas
para referirse a EH-Bildu. De esa manera se pretendía revertir el
ascenso de EH-Bildu en las encuestas.

Se haya urdido en los despachos o respondiese un exabrupto, fue una
maniobra para apoyar al PNV y evitar que fuera sobrepasado por la
coalición abertzale en votos, perdiendo su hegemonía política en el
País Vasco. No por casualidad, hoy, todos los medios de comunicación
se congratulan del triunfo del PNV, destacando que han evitado el
sorpasso de EH-Bildu. Una pregunta es obligada: ¿por qué derecha y
extrema derecha, apoyadas por el PSOE y el PNV, han descalificado
primero a HB y en la actualidad a EH-Bildu, cada vez que el PNV ve
tambalearse su hegemonía en Euskadi? Tras años de exigir que la
izquierda abertzale condenase la violencia, respetase las
instituciones, no quieren reconocer que ese hecho se ha producido.
Aunque en los hechos el PSOE negocia con EH-Bildu en Navarra y sus
votos son imprescindibles para mantener el gobierno de coalición en el
Estado español, no pierden ocasión para desacreditar a la coalición
abertzale.

Tras las elecciones, el PNV y el PSE tienen mucho que sacudirse, pero
llegarán acuerdos de gobernabilidad. Así viene sucediendo en último
medio siglo, salvo cuando el Partido Popular brindó su apoyo al
candidato del partido socialista Patxi López, invistiéndolo de l
ehendakari entre 2009 y 2012. La excepción que confirma la regla.

Hoy, la victoria del PNV es pírrica, por mucho que afanen en
presentarla como un triunfo de la moderación, frente al radicalismo de
EH-Bildu. Sin embargo, aunque se limite a la aritmética de los
resultados, una lectura rápida muestra una tendencia difícil de
ocultar. Se asiste a un punto de inflexión donde el recurso a ETA ya
no da réditos políticos. Si hace una década podía concitar voluntades,
hoy es un discurso anclado en el dolor y las emociones cuyo recorrido
es limitado.

La realidad de la sociedad vasca se muestra cambiante, y tildar de
terroristas a los candidatos de EH-Bildu para concitar su rechazo,
resulta estéril e incluso contraproducente. Las nuevas generaciones,
al menos en Euskadi, se decantan por una izquierda transformadora,
apegada a los problemas de la vida cotidiana, educación, vivienda,
salud, inmigración, ocio, trabajo. EH-Bildu ha sido capaz de entender
que su rol protagónico conlleva un cambio de estrategia, sin renunciar
a una propuesta inclusiva, anticapitalista, republicana e
independentista y sobre todo anclada en los valores democráticos. En
los ayuntamientos donde gobierna e instituciones en las cuales
participa, su legitimidad y buen hacer son refrendados en cada
convocatoria electoral.

Si algo demostró la campaña contra EH-Bildu en estas elecciones es su
fracaso. Ahora bien, resulta asombroso ver en Euskadi, cómo Podemos,
cuya emergencia en Euskadi, hacía presagiar una larga vida, acabase
perdiendo sus seis escaños en una legislatura. Pablo Iglesias estuvo
presente en mítines, debates y tertulias pidiendo el voto y los pesos
pesados de la organización se comprometieron, dejándose la piel en la
campaña. Pero la debacle fue total y debería hacerles reflexionar.
Pero ellos no se hacen preguntas, sólo atinan a subir el ánimo de sus
militantes coreando el eslogan sí se puede. No menos decepcionante han
sido los resultados obtenidos por la otra opción de la izquierda
estatal, Sumar. La propuesta tampoco ha tenido eco, a pesar de contar
con la vicepresidenta segunda del gobierno, Yolanda Díaz, como su
baluarte. La derrota de Podemos les permite superar la depresión. Por
último, el PP también fracasa. No logra arrastrar los votos de la
derecha españolista y dejar a Vox fuera del parlamento vasco. En
conclusión: todos los partidos que se han presentado, podrán aducir
cifras, para amortiguar la caída, alegando una subida de sus
parlamentarios PSE, PP o Sumar, pero todos han sido derrotados,
principalmente el PNV. El único ganador es EH-Bildu, les guste o no.
Sería mejor reconocerlo.
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