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En Octubre No Hay Milagros Oswal

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Bari Bazzi

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Dec 6, 2023, 4:58:40 PM12/6/23
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En octubre no hay milagros se desvía de las ficciones universalistas, totalitarias, dirige su tacto y mirada deseante a lo aislado, a lo que no quiere sintetizarse, a lo que se escabulle a la dialéctica.

En Octubre No Hay Milagros Oswal
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En octubre no hay milagros: materiales que violentamente se repelen. Secuencias sin centro, donde laten conflictos históricos y formales. Es un texto (textos) en preparación, en flujo, una promesa, aunque recortada, interrumpida. Por eso la novela crea su palabra (Leonardo) y culmina con la cancelación de la escritura.

Un material fundamental es la narración de lo cotidiano. En octubre no hay milagros recoge la mirada que Reynoso esbozó en las crónicas que publicó en Expreso entre 1962 y 63. Una visión desengañada de Lima, externa, provinciana, que confronta la arcadia virreinal, centro de tradición y cultura nacional. Y también la visión de un transeúnte que no se impone la tarea escolástica de comprenderlo todo. En tal sentido, su escritura se propone como arte efímero, casi como una instalación.

Conversación en la Catedral de Vargas Llosa, cuatro años después, asume las vetas de En octubre no hay milagros. Pero no comparte sus aperturas, sino que somete los materiales a una mirada inquisidora, prescriptiva: el Perú (burgués) se jode cuando la figura paterna es humillada y despojada de su falo. En octubre no hay milagros no se pregunta por una clase social jodida, sino por una escritura poética, liberadora, una voz soberana que surge (como en Walter Benjamin) de un contexto devastado, en ruinas.

En el presente estudio lexicográfico se definen los eufemismos y disfemismos novedosos en el ámbito sexual presentes en las novelas Los inocentes (1961) y En octubre no hay milagros (1965), de Oswaldo Reynoso. Ello, con el fin de contribuir con la investigación sobre los eufemismos y los disfemismos sexuales en la literatura peruana. Se han elegido estas novelas como corpus de estudio, porque en ellas se presenta una profusión de términos eufemísticos y disfemísticos sexuales que representan el lenguaje popular de la juventud limeña de los años 60. Además, se muestran las definiciones de los eufemismos y disfemismos sexuales, entre palabras simples y compuestas, que no se encuentran registradas en el Diccionario de americanismos en línea (DA) 2010 ni en el Diccionario de la lengua española en línea (DLE) 2021. La mayoría de estas voces aluden a órganos genitales, relaciones sexuales no heteronormativas, así como también, a personajes marginados por la sociedad limeña (homosexuales y prostitutas).

Octubre es, en Lima, la procesión del Señor de los Milagros. Esta manifestación religiosa, en la que confluyen todas las clases sociales, se desliza por las calles como una serpiente monstruosa preñada de sueños, angustias y picardías. En esos mismos momentos, unafamilia lucha para no ser triturada por unos poderes ante los cuales solo queda la esperanza de un milagro. Cuando apareció, en 1965, fue calificada de inmoral y grosera. Era una manera de no querer ver aquello que la novela ponía en evidencia, pero esa reaccióntambién delataba incomprensión y molestia ante lo nuevo. Sin embargo, el tiempo, el mejor crítico, la ha reivindicado. En octubreno hay milagros alberga aquello que caracteriza a una gran obra: consistencia interna, verdad esencial, capacidad de revelar lo humano para que el lector de cualquier latitud tome sus páginas como un espejo en el que pueda contemplar su propio rostro.



Oswaldo Reynoso nació en Arequipa en 1931. Debutó en la literatura con el poemario Luzbel (1955), bajo el influjo de los poetas malditos del siglo XIX, pero su narrativa lo consagró con los relatos de Los inocentes (1961). A estos siguieron las novelas En octubre no hay milagros (1965) y El escarabajo y el hombre (1970). Tras su vuelta al Perú, luego de doce años en China, publicó En busca de Aladino (1993), Los eunucos inmortales (1995) y El goce de la piel (2005). Posteriormente aparecieron Las tres estaciones (2006), En busca de la sonrisa encontrada (2012) y Arequipa lámpara incandescente (2014). Falleció en Lima el 2016. Dejó inéditas las novelas Capricho en azul y Huamanga Huamanga.

Los inocentes (1964) y En octubre no hay milagros (1966), revelan una marcada tendencia al pesimismo, más que al realismo. Reynoso, siguiendo los pasos de Congrais y coincidiendo con Vargas Llosa, traza una historia de adolescentes, pero no son los joycianos, los Stephen Dedalus, sino los hijos de la gleba suburbana, muchachos provincianos arracimados en las barriadas, de infancia triste, de adolescencia amarga, de juventud herida y protestadora. El primer libro de Reynoso se ocupa directamente de ellos, y los rotula Los inocentes, significativamente. En el segundo va más allá. Penetra en un mundo de contradicciones y de sortilegios frustrados. El mes de octubre es, en Lima, el clásico mes del Señor de los Milagros, en que se rinde homenaje a un Cristo tradicional salvado de un terremoto del siglo XVIII. La multitud sigue a pie la imagen venerada. Pero, en el suburbio, para los miserables, no hay milagros, ni Señor de los Milagros, no tienen esperanzas ni fe. (Luis Alberto Sánchez)

Qué tenía En octubre no hay milagros para causar tal revuelo? Por un lado, el registro, hasta entonces muy raro en la literatura peruana, del habla y las costumbres de las clases populares. Por otro, y quizá aún más impactante, la aparición de personajes gays, de jóvenes que se prostituyen para solaz de los poderosos, de cuerpos esbeltos deseados y deseantes pavoneándose por las calles de Lima. Esto ya aparecía en Los inocentes, la colección de cuentos sobre adolescentes que convirtió a Reynoso en escritor de iniciación y a su libro, en talismán. Ahoritita le saco la mierda a ese viejo que simula ver la vitrina cuando en realidad me come con los ojos. Está mira que te mira que te mira. Pensará: camisa roja y pichón en cama. Simulo no verlo. Su mirada quema. Seguramente estoy sonrojado. Eso le gusta: inocencia y pecado, escribe en el primer cuento. El que habla es Cara de Ángel, uno de los personajes más célebres de la literatura peruana.

Este año, 2015, se cumplen 50 años de la publicación de la novela En octubre no hay milagros, de Oswaldo Reynoso, obra que cuenta historias paralelas, en el contexto de un día de procesión del Señor de los Milagros, en la que el autor, además de relatar sobre la nueva conformación social de Lima, escribe, desde su prosa poética, una aguda y crítica explicación sobre la devoción al Ñorse Milagrero, como llaman algunos de sus personajes al Cristo Moreno. En los siguientes párrafos, Reynoso desentraña una explicación, más allá de la novela, sobre el proceso de evangelización católica, la esclavitud y la lucha por conservar los privilegios de quienes tenían el poder durante el Virreinato.

Y hasta una beata, con oscuros parentescos nobles, de nombre Santa María Lucía, afirmó que el Señor de Pachacamilla se le había aparecido en sueños y que le dijo que todos los fieles deberían tener hábito morado. Entonces, nobles, criollos y esclavos pusieron sobre sus hombres un hábito morado y se sintieron iguales ante el Cristo Rey. Y desde 1760 amos y esclavos, señores y pueblo, señoritos y plebe, en octubre, son iguales por la magia celestina de un simple hábito morado.

Si buscas la solución del juego : Word Lanes para el rompecabezas Oswaldo __, autor de En octubre no hay milagros, entonces estás en el tema correcto. De hecho, logré resolver todos los acertijos que te permitirán pasar al siguiente nivel.

De igual modo, es conocido por ser autor de la notable novela "En octubre no hay milagros" (1966), "El escarabajo y el hombre" (1970), "En busca de Aladino" (1993), "Los eunucos inmortales" (1995), "El goce de la piel" (2005) y "Las tres estaciones" (2006).
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