Hermanos de Jesus
unread,Jan 30, 2011, 10:11:51 AM1/30/11Sign in to reply to author
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"La Oración"
Nuestro tema es la oración cristiana. No simplemente oración, sino
oración cristiana. En Lucas once, leemos, "Un día estaba Jesús orando
en cierto lugar. Cuando acabó, le dijo uno de sus discípulos: Señor,
enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos." Es
nuestra petición que aprendamos a orar efectivamente; y que aprendamos
esto de las enseñanzas de Jesucristo mismo y de las Sagradas
Escrituras.
Cuando hablamos de oración, no estamos hablando de orar a cosas
creadas. Esto es lo que la mayoría de la gente en el mundo hace. Si
usted viaja a cualquier parte del mundo, se dará cuenta que la gente
ora. Todos adoran, pero casi todas estas gentes adoran a criaturas.
Oran al sol, oran a la luna, oran a los árboles, oran al viento, oran
a los santos. Este tipo de oración, de acuerdo con la Biblia, es
idolatría. La oración cristiana es pronunciada por personas
verdaderamente cristianas, quienes han sido nacidas de Dios, y a las
cuales no solo se les ha perdonado sus pecados, sino que además se les
ha otorgado naturaleza divina. Estos son verdaderos cristianos, en
quienes el Espíritu Santo habita. Para los cristianos, la oración debe
ser tan natural como el llorar y respirar de un bebé recién nacido. A
continuación, consideremos algunos puntos acerca de la verdadera
oración cristiana.
1.) Oración es conversación con el Dios infinito, personal, y triuno.
Oración es comunión con este Dios, comunión para la cual fuimos
creados. Hemos sido creados para vivir una vida en relación y comunión
con el único Dios verdadero y vivo, quien existe en tres personas. Y
esto quiere decir que no podemos orar y dormir al mismo tiempo.
Normalmente oración es lenguaje, articulación, conversación. Aunque me
gustaría poder orar mientras estoy durmiendo, parece que esto no
resulta. Entonces, bíblicamente hablando, la oración es una
conversación con la personalidad infinita, con el Dios de las Sagradas
Escrituras, el Dios que creó y que reina el universo.
2.) Dios hace su voluntad a través de nuestra oración. Hay personas
que preguntan: " Por qué debemos orar si sabemos que Dios a
preordinado todas las cosas? Todo lo que ocurre, ocurre porque Dios lo
ha decretado. Por lo tanto, cuál es la diferencia entre orar a Dios y
no hacerlo?" Esa es una pregunta tonta, y la respuesta está en que el
mismo Dios que preordinó todas las cosas, preordinó también el medio
por el cual sus propósitos han de ser efectuados. Qué quiere decir
esto? Por ejemplo, aunque es Dios quien salva a los pecadores, El
también ha decretado el medio por cual los pecadores pueden ser
salvos, y eso es a través de seres humanos predicando el evangelio de
Jesucristo. Así que si alguien pregunta, " Por qué debo testificar?" "
Por qué debo predicar el evangelio?" Podemos contestar: "Dios es
magnífico, y Dios es grande, y Dios es absolutamente soberano. El ha
preordinado todas las cosas y El va a salvar a todas las personas a
quienes ha predestinado para la salvación". Dios va a salvar a todas
las personas, pero los va a salvar a través de los medios que el mismo
a preordinado. Del mismo modo, Dios hace efectivos sus decretos por
medio de oraciones que nosotros oramos y que han sido preordinadas por
El. Es por esto que la oración es extremadamente importante. Es por
medio de nuestra oración que la voluntad de Dios es hecha.
3. Debemos orar de acuerdo con la voluntad expresa de Dios, tal como
nos es revelada a través de un solo medio, en el libro que Dios nos ha
dado, en el Nuevo y en el Antiguo Testamento. La voluntad de Dios está
revelada en la Biblia. Si la voluntad de Dios puede ser comparada a un
círculo, entonces todas nuestras oraciones tienen que estar adentro de
este círculo, o sea, de acuerdo con la expresa voluntad de Dios. Usted
no puede orar afuera del círculo de revelación divina. Por ejemplo,
suponga que yo no amo a mi esposa, y aunque hemos estado casados por
muchos años, ahora quiero tener otra mujer. Esta no es una oración que
puedo orar: "O Dios, por favor encuéntrame otra mujer. Ya han sido
treinta y cinco años." Por qué? Tal oración está afuera de la voluntad
expresa de Dios. Toda oración debe acordar con la voluntad de Dios,
tal como aparece revelada en las Sagradas Escrituras.
En Juan, capítulo quince, versículo siete leemos: "Si permanecéis en
mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queráis,
y os será hecho." Se dan cuenta entonces que la oración debe estar de
acuerdo con la voluntad de Dios que nos ha sido revelada. En la
Primera de Juan, capítulo cinco, versículo catorce, San Juan dice
esto: "Y ésta es la confianza que tenemos en El, que si pedimos alguna
cosa conforme a su voluntad, El nos oye." Entonces la oración es toda
cosa que ustedes quieran, pero siempre dentro de una esfera que es
"conforme a su voluntad", a la palabra de Dios. Juan continúa, "Y si
sabemos que El nos oye, cualquier cosa que pidamos" donde "cualquier
cosa" está limitada por la palabra de Dios "sabemos que tenemos las
peticiones que le hayamos hecho." Este es un gran versículo que nos
proporciona una gran seguridad, que si oramos de acuerdo con las
promesas de Dios mismo, El va a cumplir con lo que ha prometido. Lean
en Segundo Samuel, capítulo siete, versículos veinticinco y
veintiséis, donde David ora de este modo: " O Dios, ejecuta lo que has
prometido." Esta también es una muy buena ilustración de oración
correcta, oración acuerdo con la voluntad de Dios.
4. Por qué es la oración tan importante? La oración es tan importante,
primero, porque Dios nos ha mandado que oremos. Es por medio de
nuestra oración que Dios provee cuando necesitamos. La oración es el
método de gracia por el cual se nos proporciona lo que necesitamos.
Segundo, hay un Diablo que se opone a todo cristiano. En la Primera de
Pedro, capítulo cinco, comenzando con el versículo ocho, San Pedro nos
dice, "Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el Diablo, como
león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar, al cual
resistid firmes en la fe." Así es que otra razón por la cual hay que
orar, es que hay un Diablo que constantemente está tratando de
derrotarnos y devorarnos. Con seguridad esto no ocurrirá, ya que Dios
nos ama y está con nosotros. La gente de Dios orará y recibirá poder
divino e iluminación para resistir al Diablo por medio de la sangre de
Jesucristo.
Tercero, Jesucristo mismo, Dios encarnado, el hijo de Dios, siempre
oraba. Normalmente Jesús se levantaba muy temprano por la mañana, iba
a una parte solitaria y oraba. Lo vemos orando a través de toda su
vida. Lo vemos orando en el Jardín de Getsemaní. Lo vemos orando en la
cruz cuando estaba muriendo. Por lo tanto, para Jesús la oración era
normal, como respirar. El tenía una constante comunión con su Padre
Celestial.
Cuarto, los apóstoles oraron y nos enseñaron a orar. Especialmente
cuando leemos el libro de Hechos, encontramos a los apóstoles orando
continuamente. En Hechos, capítulo seis, versículo cuatro Pedro dice,
"Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la
palabra." Los apóstoles fueron bien instruidos por nuestro Señor y
Salvador Jesucristo.
5. Dios no oye las oraciones de paganos, de pecadores; ningún pecador
puede acercarse al trono de Dios y orarle a El. Las únicas personas
que verdaderamente pueden orar son las personas que han sido nacidas
de nuevo por el Espíritu Santo, a quienes se les ha dado naturaleza
divina, a quienes se les ha removido para siempre sus pecados. Estas
son las personas a las cuales les será permitido acercarse con
confianza al trono de gracia para comulgar con Dios, y Dios les oirá
sus oraciones.
Ahora, ya hemos mencionado que mucha gente ora. Qué podemos concluir,
entonces, de toda esta piedad expresada por gentes de todo el mundo?
Que ellos no están orando al verdadero Dios, al Dios infinito y
personal quien creó y gobierna el universo. Ellos no le oran a El
Padre, Hijo y Espíritu Santo.
6. La oración es muy, muy difícil. Es un ejercicio muy difícil.
Podemos venir a la iglesia fácilmente. Podemos leer la Biblia
fácilmente. Podemos escuchar sermones fácilmente. Podemos hacer
muchas, muchas cosas con mayor facilidad que acudir a Dios y orar. Por
qué? Porque somos pecadores, y porque hay un demonio que nos opone. El
Diablo odia cuando nos arrodillamos y oramos, sin quedarnos dormidos,
a El Dios todopoderoso. La verdad es que los cristianos,
particularmente en los países mas económicamente avanzados del mundo,
no oran mucho porque aparentemente no tienen muchas necesidades. Sus
necesidades son superficiales, cubiertas con prosperidad económica,
aunque tengan necesidades espirituales muy serias. Piensan que todo
está bien, y por eso no necesitan orar. Prefieren leer el periódico.
Prefieren ver televisión lealmente. La televisión es para ellos como
una droga; si no la ingieren, además de disgustarse manifiestan
síntomas de adicción. La gente cristiana ocupa su tiempo en muchas
actividades, excepto en oración. Reconozcamos que la oración es
extremadamente difícil. Cuando oramos, nosotros sabemos que lo hacemos
porque el Espíritu Santo ha generado adentro de nosotros un gran deseo
de orar. Cuando oramos, Dios produce y hace nacer en nosotros el deseo
urgente de comunicarnos con Dios, y de permanecer con El.
7. La oración es normalmente dirigida a Dios Padre. Puede también ser
dirigida a Dios Hijo, o a Dios Espíritu Santo, pero normalmente la
oración es dirigida a Dios Padre. En Mateo, capítulo 6, versículo
nueve, Jesucristo nos dice en la oración que El mismo nos enseñó:
"Vosotros, pues oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos".
De manera que la oración debe ser dirigida a Dios Padre, quien es la
primera persona de la Sagrada Trinidad.
Ahora, Dios Padre es su padre, y a El le gusta mucho oír sus
oraciones. A El le gusta mucho verlo, o verla. No debemos pensar que
Dios Padre es severo y transcendente y que está lejos de nosotros.
Cómo podemos entonces, siendo pecadores, acercarnos de alguna manera a
Dios Padre? Lo hacemos por medio de Jesucristo. La verdad es que Dios
Padre nos amó desde toda eternidad y que fue El quien planeó nuestra
salvación. El planeó nuestro acceso a su persona por medio de
Jesucristo. Es por esto que usted necesita entender que Dios padre nos
ama muy tiernamente, como un padre ama a sus propios hijos. Debemos
entender que a El le place que vengamos a orarle. Dios está mas
dispuesto a contestar nuestras oraciones que nosotros a orar. Así es
que tenga esto en mente, especialmente al acercarse a Dios Padre en
oración.
8. La oración es ofrecida a Dios Padre por medio de Jesucristo. Leamos
Hebreos, capítulo diez : "Así que, hermanos, teniendo libertad para
entrar en el lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el
camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su
carne." Es con base en la expiación de Cristo por nosotros que podemos
acercarnos a la presencia de Dios Padre. Este acceso a Dios Padre se
nos otorga por medio de Jesucristo, por medio de su intervención, por
medio su sangre, la cual derramó en nombre de nosotros. En el
versículo veintidós, leemos: "acerquémonos con corazón sincero, en
plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia,
y lavados los cuerpos con agua pura." Esto significa que debemos
dirigirnos a Dios por medio de la obra de Jesucristo, por medio de su
sangre. Jesucristo dijo, "Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie
vendrá al Padre excepto por medio de mí." Es, entonces, a través de
Jesucristo, que venimos al Padre.
También se nos ha dicho que oremos en el nombre de Jesucristo, lo cual
quiere decir por medio de Su autoridad, basándonos en Su intervención
por nosotros. No venimos al Padre basándonos en nuestra propia
justicia. Venimos al Padre basándonos en la obra redentora de
Jesucristo, por medio de la cual se nos ha adjudicado Su justicia. De
manera que ahora podemos acercarnos a Dios Padre, y Dios Padre nos
acepta porque venimos a El por medio de Jesucristo.
Finalmente, tenemos que estar conscientes de que venimos a Jesucristo
también por el Espíritu Santo. Leamos Efesios, capítulo dos, versículo
8 y Romanos , capítulo ocho, versículo quince. Dios nos ha dado el
Espíritu de adopción por el cual lloramos "Abba, Padre". La oración la
ofrecemos al Padre a través de Jesucristo, por medio del Espíritu
Santo, quien Dios nos ha dado. Reflexionemos acerca de estas cosas, y
pongámoslas en práctica, para que podamos gozar de este gran
privilegio llamado oración.