Kaixo guztioi,
Os quiero escribir algunos flashes sobre los interesantes comentarios
que habéis hecho:
- Ander habla del proteccionismo de la información. En efecto. Para mí
es una de las más graves contradicciones del sistema. Ese tipo de
enfoques a nivel organizacional pueden llegar a ser destructivos para
las personas. Por otro lado, creo que no estamos habituados a “dar”
nuestro verdadero conocimiento de las cosas…
- Estibaliz (y también otros) hace referencia al concepto amplio de
conocimiento. El conocimiento no se aprehende directamente a través de
lo empaquetado (formación), sino a través de múltiples vivencias.
Ejemplo: ¿de las personas que han cursado con vosotros la carrera o
cualquier curso, una vez terminado, se puede decir que tienen un mismo
conocimiento sobre algo o cada uno ha interiorizado unos u otros
aspectos según una multiplicidad de factores?
- Penkalari: intentaremos utilizar un lenguaje homogéneo, si te
parece. El conocimiento es de lo más importante, no porque nos permita
conocer la realidad, ni mucho menos dominarla, sino porque nos permite
transformarla. El tema es que la parte racional del conocimiento no es
el todo ni mucho menos.
- Mikeletxebarri: creo que la aproximación al conocimiento que hacemos
es bastante general. El tema es que en otro contexto productivo, el
conocimiento se compartimentaba y se parcelaba, porque el sistema era
maquinal: controlado y sobreorganizado desde fuera del proceso
productivo. Hoy ya no puede ser así.
- Laura: los títulos y certificados pueden ayudar a hacer cribas en
los procesos de selección, pero el trabajo que una persona sea
realmente capaz de desarrollar depende de su conocimiento en el
sentido más amplio y no de los títulos que posea.
- Jon: un pequeño matiz: ¿por qué hablar de empresas? “las empresas no
tienen madurez…” Vamos a hablar de “personas” que son las que
realmente están detrás de todas las decisiones de las empresas, ¿no?
A seguir aportando vuestras opiniones...
Tus comentarios, Iñaki, me parece que apuntan en una dirección muy
interesante. Recojo de nuevo lo que decías:
“Somos creyentes en el modelo transformativo, pero practicantes del
modelo conservativo. Tal vez, entonces, podríamos encontrar la
discrepancia precisamente ahí: en la diferencia que hay entre lo que
decimos y lo que hacemos, entre la teoría y la práctica.
¿Qué prácticas diarias de nuestro propio trabajo contribuyen al
mantenimiento del modelo imperante? ¿Cómo las justificamos? ¿Podríamos
cambiarlas? ¿Cómo? ¿Qué (condiciones, recursos, capacidades, ...)
necesitaríamos para ello?”
Precisamente te iba a proponer si querías iniciar un hilo de
conversación sobre este tema referido a la administración, como área
de tu interés.
Y gracias Igor por recoger el guante de Iñaki y animar este debate…
Salu2,
Maite