Resulta llamativo que la consigna del PCE llamando a la "RECONCILIACIÓN NACIONAL" , que fue la base de la Transición y esta, a su vez, la base del período mas próspero de la Historia de España, la están manipulando los aprendices de brujo, junto con una panda de cleptómanos compulsivos, para llevarnos, de nuevo, a las trincheras. Es peran estas heroicas vanguardias, que el pueblo les ayude a conquistar el destino bolivariano, el paraíso comunista (versión a escoger entre los modelos coreano, chino, cubano, zimbaweño...) o el sueño americano para hacer lo que les venga en gana por los siglos de los siglos al estilo Castro o Xinping (más moderno). Ocultan, estas vanguardias heroicas, que como venga el viento de cara lo primero (tradición y norma) es largarse con lo que afanado al paraíso (si es fiscal, mejor) más próximo a sufrir el dolor del exilio (estilo Rafael Fernández).
Hijos míos, tened cuidado con vuestras acciones y omisiones. No sigáis a ningún profeta, excepto a Mortadelo y Filemón. Es más peligroso seguir a un profeta que saltar de un avión a tresmil metros de altitud sin paracaídas. Sirva como testimonio el epitafio de la tumba de Pedro Garfias, socialista desencantando de sus cerreligionarios en México:
La soledad que uno busca
no se llama soledad
la soledad es el vacío
que a uno hacen los demás.
¡Ah! Pedro Garfias (también de la Generación del 27 y Premio Nacional de Literatura en 1938, otorgado por el tribunal formado por Antonio Machado, Enrique Díez Canedo y Tomás Navarro Tomás) escrbió el poema "Asturias" que Victor Manuel clavó (aunque no sé si pagando derechos de autor) para su canción "Asturias".