
Fundación Reflejos de Venezuela/Eliodoro Sardis
La Fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz, respaldó la demanda interpuesta por Tamara Adrián ante el TSJ porque se le reconozca una identidad legal ajustada a su género. La Fiscalía exhortó a la Sala Constitucional del TSJ a reconocerle este derecho a las personas trans del país.
“Le corresponde remover los obstáculos legales que se opongan a los preceptos constitucionales y que generandiscriminación”, señaló la Fiscal. En un documento de 20 páginas, Ortega Díaz instó al tribunal a diseñar un mecanismo que haga alcanzar este objetivo.
El recurso legal de Adrián ante el TSJ permaneció archivado por doce años. No fue sino hasta marzo de 2016 cuando fue formalmente admitido por el tribunal.
El cambio de sexo en la abogada, profesora universitaria, activista y diputada se había operado en 2002. Previamente, se había sometido a un arduo proceso de tratamiento psiquiátrico que duró más de dos años.
El documento del Ministerio Público resalta que Adrián ha alcanzado la adecuación entre lo social, lo psíquico y lo físico. Sin embargo, destaca, aún queda pendiente la adecuación legal. Esto se refiere al derecho de una persona trans de tener un nombre acorde con su autopercepción de género.
La Fiscalía respaldó a Adrián en otra cuestión importante, esto es, que la rectificación de la partida de nacimiento no garantiza su privacidad. Dicha rectificación está permitida en Venezuela solamente a través de la inserción de una nota marginal.
De hecho, observó, la rectificación de la partida de nacimiento puede ser otra fuente de discriminación para su titular.
El caso de Tamara Adrián está en manos de la magistrada Lourdes Suárez (Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia). Se espera que pronto se emita una sentencia definitiva, tras una avalancha de protestas de grupos radicales religiosos.
La Fiscal catalogó como “contrario a los derechos humanos” no reconocerle a Adrián la identidad legal que ahora le corresponde por su sexo. “Cada ser es único e irrepetible y el derecho a la identidad supone ser uno mismo y no otro”, razonó.