HOMENAJE ANÁLISIS OCULTO DEL GÉNESIS (LA TEORÍA NEBULAR)

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Mar 19, 2015, 9:51:49 AM3/19/15
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ANÁLISIS OCULTO DEL GÉNESIS

CAPÍTULO XIV

LA TEORÍA NEBULAR


Considerada bajo esta nueva fase la génesis y evolución de nuestro sistema, es bien claro que ambas interpretaciones de la primera sentencia del Libro del Génesis son necesarias para al comprensión del asunto. La primera nos dice que hubo un comienzo de nuestra evolución en el que fueron creados los cielos; la otra interpretación complementa la primera, añadiendo que los cielos y la tierra fueron creados de la "siempre existente esencia", no sacada de la "nada", como indica burlonamente el materialista. La Substancia-Raíz Cósmica se mantiene unida y puesta en movimiento. Los círculos formados por la inercia de las masas en revolución se separan de la parte central, formando planetas, etc., tal como la ciencia moderna lo ha imaginado. La ciencia oculta y la ciencia moderna están completamente de acuerdo en lo que respecta al modus operandi. En estas afirmaciones no hay nada en desacuerdo con las dos teorías, como se demostrará. La ciencia oculta enseña que Dios originó el proceso de formación y está constantemente guiando al Sistema por un sendero definido. La ciencia moderna, para refutar lo que ella llama idea absurda y para demostrar que no es necesario Dios, toma una vasija con agua y echa un poco de aceite en ella. El agua y el aceite representan el espacio y la masa ígnea, respectivamente. Entonces se comienza a hacer girar el aceite por medio de una aguja, hasta que toma la forma de una esfera. Esto, según dice ella, representa al Sol Central. Conforme el aceite va girando más y más rápido, se curva más por el ecuador y despide un anillo; el anillo se rompe y los fragmentos se juntan, formando un globito pequeño, que gira en torno de la masa central así como un planeta gira alrededor del Sol. Entonces la ciencia pregunta piadosamente al ocultista: ¿No veis cómo se hace? No hay la menor necesidad de Dios, ni de ninguna fuerza sobrenatural.

El ocultista conviene en seguida que un Sistema Solar puede formarse aproximadamente de la manera detallada. Pero se maravilla de que un hombre poseyendo tan clara intuición que le permite percibir correctamente la operación del proceso cósmico, y con una inteligencia que conciba esa brillante demostración de su teoría monumental, sea incapaz, al mismo tiempo de ver que en su demostración, él mismo juega el papel de Dios. Suyo fue el poder extraño que colocó el aceite en el agua, donde habría permanecido inerte y sin forma durante toda la eternidad, si él no hubiera suministrado la fuerza necesaria para ponerlo en movimiento, obligando al aceite a tomar forma y representar al Sol y a los planetas. Luego fue el pensamiento que combinó el experimento, empleando el aceite, el agua y la fuerza, ilustrando así espléndidamente al Dios Triuno, trabajando con la substancia cósmica para formar un Sistema Solar. 

Los atributos de Dios son Voluntad, Sabiduría y Actividad. (Véase el diagrama 6. Nótese cuidadosamente lo que el nombre Dios significa en esta terminología). El hombre de ciencia tuvo Voluntad para hacer el experimento. Tuvo también la ocurrencia de encontrar maneras y medios para la demostración. Esta ocurrencia corresponde a la Sabiduría, el segundo atributo de Dios. Tuvo también la fuerza muscular necesaria para realizar la acción, la que corresponde a la Actividad, que es el tercer atributo de Dios. 

Además, el universo no es una máquina en perpetuo movimiento, que una vez puesta en marcha continúa en ella, sin causa alguna interna o fuerza directriz. Esto también lo prueba el experimento del hombre de ciencia, porque desde el momento en que cesa de hacer girar el aceite, la moción ordenada de sus planetas en miniatura, también cesa y vuelve a ser la masa informe de aceite flotante en el agua. De parecida manera, el universo se disolvería inmediatamente en "sutilísimo espacio" si Dios dejara por un momento de ejercer su actividad y cuidado que todo lo abarca. 

La segunda interpretación del Génesis es maravillosamente exacta en su descripción de una energía formativa doble. No indica específicamente que Dios es triunfo. El conocimiento del lector sobre este hecho se da por entendido. Indica la exacta verdad cuando dice que únicamente dos fuerzas son activas en la formación del universo. 

Cuando se manifiesta como Voluntad de crear el primer aspecto del Dios Triuno, se despierta el segundo aspecto (la Sabiduría), para planear el futuro universo. Después de que esa fuerza primaria de Imaginación ha concebido la idea de un universo, el tercer aspecto (la Actividad), obrando sobre la substancia cósmica, produce la moción (movimiento). Esta es la segunda manifestación de la Fuerza. El movimiento, sin embargo, no es suficiente. Para formar un sistema de mundos, debe haber un movimiento ordenado. La Sabiduría es, pues, necesaria para guiar la moción de una manera inteligente que produzca resultados definidos. 

Por lo tanto vemos que la primera sentencia del libro del Génesis nos dice que en el principio el movimiento ordenado, rítmico, en la Sabiduría-Raíz Cósmica, formó el Universo.

LAS JERARQUÍAS CREADORAS

La segunda interpretación de la primera sentencia también nos da una idea completa de Dios cuando habla de la doble energía", indicando las fases positiva y negativa del Espíritu Uno de Dios en manifestación. De acuerdo con las enseñanzas de la ciencia oculta, se representa a Dios como un Ser compuesto. Esto se acentúa aún más en los siguientes versículos del capítulo.

Además de las jerarquías creadoras que trabajaron voluntariamente en nuestra evolución, hay otras siete que pertenecen a nuestra evolución y cooperan con Dios en la formación del universo. En el primer capítulo del Génesis se llama a esas jerarquías "Elohim". Ese nombre significa una hueste de Seres dobles o bisexuales. La primera parte del nombre es Eloh, que es un nombre femenino, indicando la letra "h", el género. Si se hubiera querido indicar un Ser femenino se hubiera empleado la palabra Eloh. El femenino plural es "oth", así que si se hubiera querido indicar cierto número de Dioses de género femenino, la palabra correcta hubiera sido "Eloth". En vez de cualquiera de esas dos formas nos encontramos, sin embargo, con el plural masculino que termina con "im" añadido al nombre femenino "Eloh", indicando una hueste masculino-femenina, bisexual, de Seres, expresiones de la energía creadora dual, positivo-negativa. 

Se alude nuevamente a la pluralidad de Creadores en la última parte del capítulo, cuando se atribuyen las siguientes palabras a los Elohim: "Hagamos al hombre a nuestra imagen", después de lo cual se dice incosncientemente: "El los hizo varón y hembra". 

Los traductores han interpretado la enigmática palabra "Elohim" (que decididamente no sólo era una palabra en plural, sino también un nombre masculino-femenino) como si fuera equivalente de la palabra en singular, neutra, "Dios". ¿Podían aquéllos haber traducido en otra forma aun cuando hubieran sabido? Les estaba prohibido perturbar las ideas ya existentes. No era la verdad a todo precio, sino la paz a todo precio lo que deseaba el Rey Jaime, siendo su único anhelo evitar toda controversia que pudiera crear perturbaciones en su reino. 

El plural "ellos" se usa también cuando se menciona la creación del hombre, indicando claramente que la referencia es a la creación de ADM, la humana especie, y no a Adam, el individuo. 

Hemos ya indicado que seis jerarquías creadoras (además de los Señores de la Llama, los Querubines, Serafines, y las dos Jerarquías sin nombre que ya han pasado a la liberación) estaban en actividad ayudando a los espíritus virginales, que forman una séptima Jerarquía por sí mismos. 

Los Querubines y Serafines no tienen nada que ver con la creación de la Forma; en consecuencia, no se mencionan en el capítulo que estamos considerando, que trata especialmente del aspecto Forma de la Creación. Vemos aquí que sólo se mencionan las siete Jerarquías creadoras que hicieron el trabajo efectivo de llevar al hombre donde pudiera adquirir una forma física densa, por medio de la cual pudiera trabajar el espíritu interno. 

Después de describir cada parte del trabajo de la creación, se dice: "y Elohim vio que era bueno". Esto se dice siete veces, la última vez en el sexto día, cuando ha sido creada la forma humana. 

Se indica después que en el séptimo día "Elohim descansó". Esto está completamente de acuerdo con nuestras enseñanzas ocultas sobre la parte que cada jerarquía efectuó en el trabajo de la evolución hasta el Período actual. También se dice que en la Epoca actual los Dioses y las Jerarquías creadoras se han retirado de toda participación activa, para que el hombre pueda trabajar por su propia salvación, dejando la dirección o guía necesaria de la humanidad ordinaria en manos de los "Hermanos Mayores", que son ahora los mediadores entre el hombre y los Dioses.





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