La muerte es parte de la condición humana, por más esfuerzo que realicemos al final nos alcanzará a todos. Sabemos que no existen palabras que podamos pronunciar que calmen la angustia, el vacio y la soledad que en este momento sienten nuestros amigos Patricia y Víctor Romano, sabemos que no existen acciones que podamos realizar que llenen ese vacío que deja la desaparición de una madre.
Sin embargo, la ocasión resulta oportuna para recordarle a los compañeros profesores que la vida de su señora madre fue una vida valiosa, ejemplar en muchos aspectos. Ustedes tienen motivos de sobras para sentirse orgullosos y afortunados por haberla tenido. Porque ustedes mismos son una muestra de la familia fuerte, unida y solidaria entre sí que ella logró edificar. Su paso por la vida estuvo justificado por como vivió hasta los últimos días, su testimonio de amor nos llegó a través de ustedes dos, amigos y compañeros de labores.
Su labor de ahora en adelante será mantener viva su memoria dando continuidad a lo que fueron sus proyectos.
Nuestra solidaridad
Eulogio Silverio