Toda la violencia es condenable, no importa quien la produzca. Vivimos en un tiempo donde el dialogo es un imperativo, ningún sector puede argumentar que no tiene ejercer sus derechos. Al final todos los sectores que hacen vida en la UASD tendrán que sentarse a buscar una salida y naturalmente tendrá que ser una salida de consenso una salida negociada.