Los trabajo de proyectos es una de las pautas que en los últimos años más ha evolucionado en lo relacionado con educación, estándares de buenas prácticas y certificaciones (Helgadóttir, 2008).
Sin embargo, como profesión emergente pero con algún grado de madurez, debe enfrentarse a varios retos como el consolidar un marco ético de actuación para sus practicantes. Este análisis se enfoca a observaciones de las consideraciones éticas en contexto de la gestión de proyectos.
Las observaciones realizadas permite contribuir al entendimiento, por parte de gobiernos, organizaciones de profesionales, instituciones educativas, investigadores y directores de proyecto, acerca de las necesidades éticas de la profesión de gestión de proyectos, considerando al gerente de proyectos como un agente de cambio con habilidades blandas relacionadas con el liderazgo y el desarrollo de un equipo de colaboradores y con procesos de negociación con diferentes grupos de interesados, en donde se ve enfrentado a situaciones éticas dificultosas, durante todo el ciclo de vida del proyecto.
Así mismo, la discusión y el análisis permiten realizar recomendaciones a instituciones, investigadores y profesionales de la gestión de proyectos, tendientes a posicionar la ética en el cuerpo de conocimientos de la disciplina.
De forma muy sintetizada, la ética se puede apreciar desde cuatro perspectivas. La primera, trata de los valores y de lo que es importante en la vida. La segunda, de las virtudes y los vicios de cómo las personas eligen lo que es bueno para sus vidas. La tercera, de las reglas que determinan una mala conducta y la cuarta perspectiva trata de la autonomía, de los derechos y de las obligaciones.
Sin embargo a que parte de los temas centrales de la gestión de proyectos se orientan de manera particular a los aspectos técnicos necesarios para propender por el éxito de los proyectos, se encuentra evidencia de la preocupación por empezar incorporar con igual importancia las habilidades blandas que deben tener los directores de proyectos para gestionar apropiadamente el desarrollo de las personas dentro del contexto del proyecto (Guido y otros 2006).
En los últimos años esta evolución ha abordado las cuestiones y consideraciones éticas que se presentan en el ámbito de la gestión de proyectos (Helgadóttir, 2008, Lock, 2007).
En el mismo orden de ideas, Helgadóttir (2008) propone que la educación para gerentes debe dar un vuelco, debido a que en la realidad de los tiempos modernos obliga a que los directores de proyectos además de ser personas bien educadas y con habilidades de gestión sean capaces de debatir las cuestiones éticas propias de su campo profesional. Es así como este mismo autor, establece que la educación de gestión de proyectos debe incorporar el pensamiento creativo, pensamiento lógico y el pensamiento ético dentro de los planes de estudio.
Siguiendo de forma lógica y encadenada, un gerente de proyectos moderno debería ser competente tanto para aplicar todas las herramientas de gestión a disposición para culminar exitosamente un proyecto, como para explicar su punto de vista ético frente a la toma de decisiones durante el ciclo de vida del proyecto.
Esto adquiere mayor relevancia si se considera que el contexto de los proyectos incluye además de objetivos, entregables, riesgos y grupos de interesados, los impactos propios del proyecto sobre las personas, las organizaciones, el medio ambiente, la política, el poder, los mercados, la guerra, la igualdad, la libertad y la prosperidad como lo ha mencionado Helgadóttir (2008).
Lee (2009), propone que a medida que el mundo se mueve hacia la virtualidad, se hace más necesario entender claramente en el rol de líder como lograr un comportamiento ético bajo un ambiente de proyectos virtuales. La gestión ética en estos equipos de proyectos mejora la habilidad de las organizaciones para fabricar y distribuir productos y servicios, para incrementar la satisfacción con el trabajo y para aumentar la eficiencia de los colaboradores. Además proporciona una valiosa forma de liderazgo capaz de evaluar los dilemas morales, priorizar valores, evaluar los riesgos, proteger la privacidad, y tomar decisiones éticas.
El trabajo de Loo (2002), presenta los resultados de la elaboración de una medida multidimensional para los dilemas éticos y la toma de decisiones en la gestión de proyectos. Este investigador desarrolló tres escenarios que representan dilemas éticos que se pueden presentar de forma realista en las fases de planificación, ejecución y terminación de los proyectos. Sus resultados son validados en directores de proyectos y concluyen en la justicia como valor predominante en la toma de decisiones y el egoísmo como un valor negativo presente en el análisis de los escenarios presentados.
La investigación empírica realizada por Nahod, Vukomanovi y Radujkovi (2012) puso de manifiesto que los gerentes de proyectos perciben que el grado de éxito de los proyectos se encuentra asociado a sus competencias, e identificaron como las más importantes las competencias de comportamiento como la ética, seguidas por las técnicas y las contextuales. Además, encontraron que los gerentes de proyectos que finalizaron significativamente con excesos de tiempo en sus proyectos no percibieron la importancia para sus decisiones de la ética, la salud, la seguridad y el medio ambiente.
Los planteamientos de Kliskberg (2013a) presentan un mundo en crisis con grandes problemas tales como el hambre, el déficit de agua potable, las elevadas tasas de mortalidad infantil y materna, el déficit en educación, el elevado desempleo juvenil, la discriminación y el cambio climático. Una de las principales causas atribuibles a esta situación, es la falta de ética en las actuaciones de los altos ejecutivos de las organizaciones y de los gobiernos.
Los gerentes de proyectos se desempeñan como gestores de cambio en diversos contextos como la tecnología, la ciencia y la cooperación internacional, su compromiso es cumplir con las especificaciones del cliente y desarrollar las actividades dentro del tiempo y presupuesto establecidos, pero además tienen el compromiso con la sociedad de actuar con altos estándares morales, un entorno global.
Ing. María Carolina Barreno Romero
Sub Jefe CDA Falcón
Corporación Barrio Nuevo Barrio Tricolor