2do Foro:
PROYECTOS SOCIALES: ¿POR QUÉ Y PARA QUÉ DESARROLLARLOS?
Autora:
Lcda. Mirna López
C.I.: 11.472.097
Siguiendo las líneas académicas de la Unidad Curricular Gerencia de Proyecto Social, damos continuidad al análisis de los procesos que implican el desarrollo de un Proyecto Social, y los alcances que tiene el máximo grado de concreción y especificidad de las tareas y acciones para su desarrollo, ejecución y evaluación.
Un conjunto de tareas configura una actividad, entre las muchas que hay que realizar para concretar un proyecto social, acciones que habrán de surgir tomando en consideración los requerimientos de transformación social y mejora a las necesidades prioritarias de los beneficiarios con la ejecución del mismo.
Tal como se indicó en el foro
anterior, Candamil y López (2004), indican que la preparación, planificación y desarrollo de
un proyecto social consta del cumplimiento de básicas para su alcance. Para lograr el desarrollo y
formulación de los proyectos sociales
exitosos se deben seguir varios pasos o etapas:
1era etapa: Comprende la Identificación del proyecto: éste es el momento de gestación del proyecto y se orientada a sentar las bases del mismo, a determinar cuál es el problema que se quiere resolver, a quiénes afecta, y cuál es la nueva situación que queremos alcanzar con nuestra actuación.
Durante esta fase se recoge la información necesaria para adoptar las primeras decisiones que van en consonancia con los criterios y estrategias que se pretenden definir en el proyecto. Para ello es necesario tener en cuenta de manera simultánea: los medios que se utilizan para la recogida de información y los pasos para un análisis global de la misma, como los son:
1- El análisis de la participación, en el que debemos responder
interrogantes como: ¿Quiénes son los futuros beneficiarios?, ¿Quién
desarrollará en proyecto?, ¿Quiénes serán los que colaboran y/o financian el
proyecto?
2- El análisis de los problemas: ¿Cuál es el problema central que
queremos enfocar? ¿Cuáles son sus causas y consecuencias?
3- El análisis de los objetivos: ¿Cuál es el objetivo principal del proyecto? ¿Cuáles son los fines y medios para conseguirlo?
4- El análisis de
alternativas o estrategias: ¿Sobre qué medios y fines se actúa
prioritariamente?, ¿Cómo se planifica conseguir estos objetivos en el tiempo?
Una vez completado este paso se pasa a la siguiente etapa.
2da etapa: Formulación y planificación del proyecto: la formulación de un proyecto es un paso fundamental para lograr que reciba el apoyo financiero necesario para ponerlo en marcha. Este te permite entonces tener ya claro aspectos fundamentales del proyecto como:
- Los objetivos perseguidos por el proyecto.
- La estrategia planteada para conseguir estos objetivos.
- Los beneficiarios/as finales y todas las partes interesadas.
- La convocatoria del financiador en base a la cual se definirá la formulación.
¿Por qué planificar un proyecto?
El proyecto social es un instrumento en el cuál se plantea la solución a un problema o la satisfacción de una necesidad sentida por la colectividad; es decir, es un plan de acción detallado que resuelve un problema, una necesidad colectiva, situacional, corresponsable y cogestionaria de la comunidad.
Fidias G. Arias (2011), indica que la planificación “es un proceso racional de toma de decisiones para prever y anticipar acciones futuras dirigidas al logro de metas y objetivos (situación deseable) empleando para ello unos recursos limitados”.
Puede decirse entonces que un proyecto comunitario es el conjunto de actividades orientadas a satisfacer o resolver las necesidades más urgentes y apremiantes de una comunidad. Está orientado fundamentalmente por quienes forman parte de la comunidad, puesto que son quienes conocen la situación real de la zona.
Para la elaboración y ejecución de un proyecto es esencial la planificación, siendo ésta un conjunto de acciones proyectadas hacia el futuro, en la cual se prevén las actividades necesarias para lograr un objetivo determinado y encaminarlo en la consecución de los recursos para su desarrollo.
Un proyecto comunitario, requiere la redacción de planes para la elaboración de un documento del proyecto, basados en las interrogantes: ¿Qué queremos?, ¿Qué tenemos?, ¿Cómo podemos utilizar lo que tenemos para lograr lo que queremos?, ¿Qué pasará cuando lo hagamos?, las cuales nos orientarán a ¿Dónde queremos ir?, ¿Dónde estamos?, ¿Cómo podemos ir desde donde estamos hasta donde queremos estar?, ¿Qué pasará cuando lleguemos?.
Planificar es importante porque la selección de alternativas de manera objetiva y racional solo puede hacerse sobre la base del conocimiento de la realidad y no de improvisaciones, lo que nos permitirá cambiar o transformar las situaciones actuales y nos preparará para afrontar situaciones futuras.
Para programar un proyecto debemos tener claro que significan las conceptualizaciones Plan, Programa y Proyecto, como elementos básicos de la planificación. Ander-Egg (2007), distingue claramente estos tres elementos básicos de la siguiente manera:
Plan: tiene un carácter general y global muchas veces de alcance nacional. Abarca programas y proyectos. Un ejemplo claro son los planes generales de la Nación, los que incluyen los sectores esenciales para la vida de un país como: economía, salud, vivienda, educación, alimentación, seguridad, entre otros.
Programa: comprende una serie de acciones y procesos enfocados en las áreas específicas y ejecutados mediante proyectos relacionados entre sí. Por lo general, un programa se traza metas a medio plazo.
Proyecto: es la unidad operativa o herramienta más específica del proceso de planificación y se desarrolla a través de actividades o tareas a corto plazo.
Aclarados los términos que relacionan la planificación de un proyecto social se puede definir el conjunto de procedimientos y técnicas que se usan para ordenar todas las acciones necesarias para llevar adelante a un proyecto. En este sentido, una vez finalizado el diagnóstico y la identificación del problema, para poder formular un proyecto es necesario:
· Tener claro qué objetivos se quieren alcanzar
· Determinar qué actividades son necesarias para alcanzar dichos objetivos
· Aprovechar y distribuir adecuadamente los recursos (físicos, humanos,
· económicos, etc.) que se tienen disponibles
· Repartir eficientemente los trabajos a realizar
Identificación de los Objetivos: Esta etapa es una de las más importantes puesto que determina para qué es el proyecto. Los objetivos tienen que ser realistas, porque de lo contrario el impacto sobre los patrocinantes del mismo será negativo.
¿Cómo se va a hacer?: Es necesario contar con un plan detallado de actividades de cómo se lograrán los objetivos. Para ello, se puede hacer un listado de las actividades que se harán y los responsables de cada una de las actividades.
Es importante que las actividades se coloquen en orden de ejecución. En otras palabras, como se irán realizando las actividades.
Cronograma: Es necesario tener un estricto control de las actividades que se están llevando a cabo. En otras palabras, tener unas fechas de inicio y de fin que permitan evaluar el desarrollo del proyecto, sus avances, las situaciones difíciles que se han presentado, los posibles retrasos, etc.
Una de las mayores ventajas de tener un cronograma de actividades bien detallado y estricto es que permite tomar los correctivos necesarios en caso de que el proyecto se retrase y, además, conocer la ejecución de los recursos del mismo.
Presupuesto: Uno de los pasos más importantes para la realización del Proyecto Comunitario es la definición estricta y adecuada del presupuesto. En primer lugar, el presupuesto es: "estimación de los ingresos y gastos posibles, en una organización, empresa, etc." "cálculo de gastos que se hace por un tiempo determinado".
Recursos Materiales: Es necesario saber los recursos materiales que serán utilizados y las cantidades estimadas.
Recursos Humanos: En lugar de los recursos materiales, es necesario pensar en las personas que realizarán el trabajo. Naturalmente, cada una de esas personas tiene sus honorarios (paga) por el trabajo que estará realizando.
Recursos Institucionales: Para ello es necesario conocer los recursos que ya se tienen disponibles:
Valor de un terreno Aportes de la comunidad: teléfono, una computadora, una resma de papel, etc.
Valor Total del Proyecto: En esta etapa se suman todos los costos del proyecto (recursos materiales y humanos).
Presentación del Proyecto: Una vez finalizada la formulación del proyecto se tiene que presentar en una carpeta con el proyecto. Para ello, se pueden seguir las siguientes recomendaciones:
Carátula: aquí se ponen los datos más importantes
Nombre del Proyecto
Nombre de la Organización (Consejo Comunal, Organización Ciudadana, etc.)
Domicilio Postal
Presupuesto Total
Carta de Presentación: es una carta dirigida a las personas antes las que se presenta el proyecto (Consejo Local del Poder Popular, Empresas, Fundaciones, etc.) explicando brevemente el proyecto, a quienes beneficiará, qué problemas solucionará, etc.
Ubicación Geográfica: lugar en el cual se realizará el proyecto. Se consideraría una gran ventaja poder presentar un mapa de la localización exacta del proyecto.
Características e historia de la comunidad: una breve reseña de la historia de la comunidad, la identidad comunitaria. Se pueden utilizar datos obtenidos del diagnóstico comunitario. Se pueden presentar las personas que serán beneficiadas con el proyecto (población destinataria), etc.
Ejecución del Proyecto: En esta etapa, luego de tener todos los recursos disponibles, el proyecto es ejecutado. Es fundamental cumplir a cabalidad con lo expresado en el cronograma de actividades. De esa forma, se garantiza que los recursos disponibles permitirán completar el proyecto.
Evaluación del Proyecto: Una vez finalizado el proyecto o, incluso, en algunos períodos de este, se puede hacer una evaluación del proyecto. Dicha evaluación responde a los intereses e inquietudes de quienes forman parte del proyecto o de quienes se ven afectados por éste.
La finalidad de la evaluación del proyecto es replantear aspectos positivos y negativos del mismo, buscar oportunidades de mejora, transmitir información, etc. Para ello, es fundamental que quienes formaron parte de la formulación del proyecto y quienes ejecuten el proyecto, discutan y reflexionen sobre el mismo.
En conclusión los proyectos Comunitarios son la herramienta dada a fin de aportar soluciones a cada comunidad que así lo requiera y donde los habitantes serán los beneficiados, cuya finalidad principal es la de mejorar la calidad de vida de dicho colectivo.
Asimismo, los proyectos sociales comunitarios buscan el fortalecimiento y reforzamiento del conocimiento, siendo este último el de mayor importancia, debido a sus beneficios que puede generar a futuro, ya sea dentro de su misma comunidad o como multiplicador para otras.