Muchos de nosotros debimos vivir durante muchos años, la experiencia de cuidar a otros: nuestros padres, esposos o hijos enfermos. La emocionalidad nos quedó pegada en las cosas que el otro no nos hizo fácil. Nos quedó grabado el dolor vivido y aquellas frases traumáticas que fueron el título de nuestra historia y no podemos olvidar:
“Haga más de lo que tiene que hacer, así cuando él se vaya no se va a sentir culpable”
“Ahora sí, intérnela en el geriátrico sin nada de culpa”.
“Vos tenés que cuidar a otros que tienen mañas y enfermedades”
La activación de la fibromialgia tiene que ver con el estrés crónico…¿Puedo zafar?.
Pensemos que si mis estados anímicos joroban mis dolores, entonces estaríamos condenados a no mejorar. Tengo que seguir revisando cuanto me engancho emocionalmente cuando tengo que cuidar a otros, ver como piloteo ese estrés crónico, si puedo mezclarlo con gotitas de humor, de ironía. No tenemos que cambiar la mentalidad, tenemos que cuidarnos. Es entonces cuando yo modifico mi chip.
La Fibromialgia es nuestro semáforo. Se enciende cuando siento estrés crónico, un shock emocional o una frase estremecedora. ¿Cuánto puedo modificar mi chip para no encenderla?.