 | *¡BUENISIMO!* Sr. Presidente accidental y circunstancial de Bolivia: Solicitamos que antes de insultarnos piense y recuerde que fue elegido para que sea nuestro representante y no nuestro represor. Nosotros somos sus mandantes y merecemos respeto. No lo elegimos para que nos «regale» algo, ni pequeñas ni grandes cosas; peor insultos, diatribas y escándalos que usted se empeña en darnos todo el tiempo y cada vez que habla. Le recordamos que más bien usted nos debe, y mucho: su lujosa vivienda, la buena comida diaria a la carta elaborada por un chef belga, los honorarios de sus médicos y sus viajecitos a Cuba cada vez que tiene resfrío, sus autos blindados último modelo, el avión fastuoso fabricado especialmente para que viaje cómodo, sus vuelos al exterior para visitar a sus camaradas, su buen ropero, su gran sueldo, viáticos y gastos de representación (aunque nos representa mal), sus guardias de seguridad para que nadie le saque la lengua, peor la billetera. En fin. Lo cierto es que, gracias a nosotros, usted, sin necesidad de heredar ni trabajar, ha pasado de ser un pobre platillero o trompetista a un burócrata cocalero que se entendía con Goni y el zorro Sánchez Berzain y ahora magnate al servicio del imperialismo chino, japonés y gringo ¡y encima de esto nos insulta pretendiendo su re re re elección! Nuestra Patria tampoco nos la dio Tupac Katari, Bolívar, menos el pardo Chávez, o el tirano Fidel. La Patria la construyeron nuestros padres, abuelos, bisabuelos… Y ahora también la edificamos todos nosotros. Y esta labor será continuada por nuestros hijos, y los hijos de sus hijos. Pues no todos somos parásitos como los esbirros y lacayos que le rodean a usted. Las malas hierbas y los malos gobernantes vuelven a brotar al menor descuido. Nuestro deber no es esperar a ningún superhéroe que no existe, ni vendrá, nuestro deber es, mientras esperamos al Mesías que aunque no sabemos ni qué hora ni qué día vendrá, luchar en las calles para imponer nuestros derechos y construir una patria mejor, libre, sin opresores ni oprimidos y al servicio de la gran mayoría y no de las minorías que quieren aferrarse al poder. Merece ser reenviado |
Historial de los comentarios  | Esta todo ok, solo por un punto: "EL MESIAS SI EXISTE Y SI HA DE VENIR" |
 | *¡BUENISIMO!* Sr. Presidente accidental y circunstancial de Bolivia: Solicitamos que antes de insultarnos piense y recuerde que fue elegido para que sea nuestro representante y no nuestro represor. Nosotros somos sus mandantes y merecemos respeto. No lo elegimos para que nos «regale» algo, ni pequeñas ni grandes cosas; peor insultos, diatribas y escándalos que usted se empeña en darnos todo el tiempo y cada vez que habla. Le recordamos que más bien usted nos debe, y mucho: su lujosa vivienda, la buena comida diaria a la carta elaborada por un chef belga, los honorarios de sus médicos y sus viajecitos a Cuba cada vez que tiene resfrío, sus autos blindados último modelo, el avión fastuoso fabricado especialmente para que viaje cómodo, sus vuelos al exterior para visitar a sus camaradas, su buen ropero, su gran sueldo, viáticos y gastos de representación (aunque nos representa mal), sus guardias de seguridad para que nadie le saque la lengua, peor la billetera. En fin. Lo cierto es que, gracias a nosotros, usted, sin necesidad de heredar ni trabajar, ha pasado de ser un pobre platillero o trompetista a un burócrata cocalero que se entendía con Goni y el zorro Sánchez Berzain y ahora magnate al servicio del imperialismo chino, japonés y gringo ¡y encima de esto nos insulta pretendiendo su re re re elección! Nuestra Patria tampoco nos la dio Tupac Katari, Bolívar, menos el pardo Chávez, o el tirano Fidel. La Patria la construyeron nuestros padres, abuelos, bisabuelos… Y ahora también la edificamos todos nosotros. Y esta labor será continuada por nuestros hijos, y los hijos de sus hijos. Pues no todos somos parásitos como los esbirros y lacayos que le rodean a usted. Las malas hierbas y los malos gobernantes vuelven a brotar al menor descuido. Nuestro deber no es esperar a ningún superhéroe que no existe, ni vendrá, nuestro deber es, mientras esperamos al Mesías que aunque no sabemos ni qué hora ni qué día vendrá, luchar en las calles para imponer nuestros derechos y construir una patria mejor, libre, sin opresores ni oprimidos y al servicio de la gran mayoría y no de las minorías que quieren aferrarse al poder. Merece ser reenviado |
Publicación original  | *¡BUENISIMO!* Sr. Presidente accidental y circunstancial de Bolivia: Solicitamos que antes de insultarnos piense y recuerde que fue elegido para que sea nuestro representante y no nuestro represor. Nosotros somos sus mandantes y merecemos respeto. No lo elegimos para que nos «regale» algo, ni pequeñas ni grandes cosas; peor insultos, diatribas y escándalos que usted se empeña en darnos todo el tiempo y cada vez que habla. Le recordamos que más bien usted nos debe, y mucho: su lujosa vivienda, la buena comida diaria a la carta elaborada por un chef belga, los honorarios de sus médicos y sus viajecitos a Cuba cada vez que tiene resfrío, sus autos blindados último modelo, el avión fastuoso fabricado especialmente para que viaje cómodo, sus vuelos al exterior para visitar a sus camaradas, su buen ropero, su gran sueldo, viáticos y gastos de representación (aunque nos representa mal), sus guardias de seguridad para que nadie le saque la lengua, peor la billetera. En fin. Lo cierto es que, gracias a nosotros, usted, sin necesidad de heredar ni trabajar, ha pasado de ser un pobre platillero o trompetista a un burócrata cocalero que se entendía con Goni y el zorro Sánchez Berzain y ahora magnate al servicio del imperialismo chino, japonés y gringo ¡y encima de esto nos insulta pretendiendo su re re re elección! Nuestra Patria tampoco nos la dio Tupac Katari, Bolívar, menos el pardo Chávez, o el tirano Fidel. La Patria la construyeron nuestros padres, abuelos, bisabuelos… Y ahora también la edificamos todos nosotros. Y esta labor será continuada por nuestros hijos, y los hijos de sus hijos. Pues no todos somos parásitos como los esbirros y lacayos que le rodean a usted. Las malas hierbas y los malos gobernantes vuelven a brotar al menor descuido. Nuestro deber no es esperar al Mesías o superhéroe que no existe, ni vendrá, nuestro deber es luchar en las calles para imponer nuestros derechos y construir una patria mejor, libre, sin opresores ni oprimidos y al servicio de la gran mayoría y no de las minorías que quieren aferrarse al poder. Merece ser reenviado |
|