GOBIERNO ENCUBRIDOR
Debo disculparme con los amigos que tienen la gentileza de leer mis opiniones, por tener que referirme nuevamente al culebrón Zapata. Los bolivianos nos sentimos azorados e indignados por la manipulación tan cínica y desvergonzada que realiza el Gobierno Nacional, de este tema tan escabroso, inmoral y delictuoso.
La grosera actuación de la justicia, en este tema específico, ha desnudado su servil sometimiento al Poder Ejecutivo. Tienen presa a una persona, por el hecho de haberse descubierto que es madre de un hijo del Presidente; y en tal condición gestionó jugosos contratos, para beneficiar a la empresa en la cual ella trabaja. Ante esta incontrastable realidad, el Gobierno entero, arremete contra todos, para eliminar cualquier vestigio que involucre al Presidente en el entuerto, acusan a todo el mundo y encuentran conspiración por doquier. Pero, se olvidaron que el propio Presidente reconoció que dicha persona fue su novia por mas de tres años, y que evidentemente tuvo un hijo con ella. Ante semejante confesión de parte, solo les queda optar por lo mas nefasto, que consiste en negar la existencia del hijo, primero dándolo por muerto, luego tratando de probar que nunca existió.
Es conveniente recordarle al Gobierno y a todas aquellas personas que se desviven por mostrarse a cuales mas diligentes, para defender la impoluta imagen del Jefe, lo que dijo el Presidente Evo Morales, allá por el año 2012, en uno de sus tantos discursos, que le granjean apoyo y aplausos: “Los varones no todos somos iguales. Cuando embarazamos a una mujer, dejamos abandonada y no queremos reconocer. Pobre compañera. ¿Qué hacer para que su hijo sea reconocido? Procesos, juicios, ADN, análisis de sangre. Y, por decreto, si el papá no quiere reconocer al hijo, que diga la mamá “su papa es Evo Morales y ya está reconocido el hijo”. “Entonces la mamá dice: tal persona es papá de mi hijo, suficiente eso y ya está reconocido el hijo”. Esto señaló el Presidente en esa oportunidad.
Las personas que tenemos la dicha de habernos criado en la selva, somos testigos de cómo cualquier animal, por mas salvaje que sea, protege y defiende a sus crías, incluso con su vida. Solo los reptiles se apartan de esta regla de la naturaleza. Cuanto mas es de esperar de toda persona humana, en relación a sus hijos.
En este caso, existiendo confesión de paternidad, es totalmente consecuente preguntarse, ¿que ha pasado con esa postura del Presidente?. ¿Cómo pueden justificar todo el teatro montado para hacer recaer toda la responsabilidad en la madre únicamente?. Montan todo un juicio, para acusar a la madre de cualquier delito no probado, para mantenerla presa y que no pueda hablar con nadie ni declarar si no es bajo “control estricto de la justicia”. En esta situación, consideran que una prueba de ADN es la mejor manera de sacar al Jefe del entuerto, y arman una cita para este efecto; pero curiosamente la detenida no llega a tiempo, y la acusan de no querer asumir sus responsabilidades, porque el hijo no existe. Pero, ¿acaso una persona presa, puede moverse libremente? ¿Acaso sus custodios no deben ser quienes la lleven al lugar y a la hora señalada, según citación del Juez competente?.
Cuando algún tema altamente escabroso, y hay varios según sostiene el ex - ministro del actual Gobierno Sr. Alex Contreras, compromete a la mas alta autoridad del país, al haberse filtrado del estricto control gubernamental y sale a luz pública, se moviliza el Gobierno entero, incluyendo los Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial, mas Policía, para salvar la inmaculada imagen redentora del gran Jefe. Forman comisiones que “investigan” sin “investigar”, solo para encontrar argumentos que “justifiquen” lo “injustificable”, y así desviar la atención hacia otros temas, a fin de sacar al Jefe del escándalo público.
La hipocresía y la amoralidad con que actúan, le permite al Gobierno, sin ningún rubor, vulnerar todo límite y desconocer toda jurisprudencia. Un tirano es aquel que no distingue las obligaciones del cargo de los caprichos de su voluntad y de sus emociones personales. A esto hemos llegado, y creo que la población boliviana en su totalidad, incluyendo ese segmento poblacional que aun apoya al MAS, merece respeto y consideración de parte del Gobierno, pues esta conducta está dañando no solo a las personas involucradas, sino al país entero. Los cargos que ostentan son la representación y la imagen del país, tanto en lo interno como en lo internacional.
Abril 2016. Augusto del Castillo Mercier