Un pintor casi nonagenario que ha ido probando muchos estilos y enfoques, que ha navegado en las fuertes corrientes del siglo pasado y que ahora mira tranquilo desde la orilla. Del realismo de las fachadas de comercios tradicionales a explosiones coloristas
abstractas, de collages bien estructurados a esculturas soñadoras, siempre reflejando con honestidad el mundo que veía.