Realmente, si dos iguales son una pareja y tres un trío, queda
claro que cuatro hacen un póker.
Chistes fáciles aparte, tu afirmación es cabal y muestra uno de
esas recónditas lagunas del lenguaje que, sin que yo sepa porqué, se
producen a veces.
Liberemos primero a la Academia de este entuerto, pues una
somera búsqueda en su banco de datos muestra que escasísimos son los
casos en que el uso de "cuarteto" se aplica a un conjunto que no sea
de versos o músicos. De "sexteto" ya ni te cuento. El DRAE, el pobre,
no inventa palabras, sólo recoge el uso habitual; y tal parece que los
grupos de cuatro son escasos.
Algunas gloriosas excepciones:
La tertulia en cuarteto se prolongó hasta la hora en que la condesa de
Vera se despidió para irse al Teatro Real (Galdós)
El gato, la flor, el canario y la mujer... ¡qué cuarteto! (Pedro A.
Alarcón)
Pero es que el conjunto de cuatro elementos que ni rimen ni
hagan música, se denomina "cuaternidad" (búscalo en el diccionario si
no me crees), aunque concedo que su uso es algo ridículo (en su doble
acepción: escaso y risible).
Cuaternidad, claro, viene de cuaterno. Terno era también el
trío, y que al cabo quedó en terna. Terno era también el atadillo de
tres folios y "cuaderno" lo era de cuatro. Ternario y cuaternario eran
los adjetivos a aquello que iba de tres en tres o de cuatro en cuatro,
respectivamente. Hoy, el ternario es el ritmo del vals y el
cuaternario el tiempo que nos ha tocado vivir.
Ante la corte de justicia, los maleantes forman parejas, tríos
y... cuadrillas, que serán cuatro o más delincuentes aliados en sus
desmanes.
Saltando del cuatro al seis -que el quinteto sí está claro-,
el sexteto es, realmente, media docena. Está la seisena, pero el
diccionario recalca que es ordinal: sexta.
Para siete elementos está la septena, aunque el diccionario
matiza que deberán ir en orden, pero ya se sabe que el orden es algo
subjetivo.
El ocho tampoco ha tenido suerte. El octeto es el conjunto de
ocho músicos, pero ahora, la tecnología ha recabado también el grupo
de ocho bites (así reza en el DRAE), o sea, un byte. Queda también
registrado el octavario, conjunto de ocho días, y lo octóstilo cuando
el grupo de a ocho lo es de columnas.
Pero la peor parte se la lleva el nueve. Nada encuentro en el
léxico que junte nueve cosas salvo la novena, sustantivo de evidentes
connotaciones litúrgicas, que solo comparte parentesco etimológico con
el ordinal femenino homófono.
Luego las cosas se restablecen en parte y la decena, base del
sistema decimal, y por supuesto la docena, sistema de medida para los
huevos, vuelven a designar grupos homogéneos de cualquiera cosa.
Y existe también la catorcena, pero a la quincena vuelve a
ligarse el concepto a las jornadas.
A partir de ahí, solo los números redondos pueden agrupar
elementos: veintena, treintenta, ... centena, millar y millonada
(aunque esta última, según el diccionario es sólo aproximativa, por
que, claro, cualquiera se pone a contarlos uno por uno).
Todo esto, claro, según el diccionario de la real. Pero sobre
la validez y verdad absoluta e inmutable habría mucho que matizar.
A mi juicio, si el contexto es claro y no hay duda de que no
estás hablando de una estrofa, un cuarterto de cosas no es pecado
lingüístico en lo léxico, aunque si no hay mayor exigencia de
redacción, siempre queda mejor decir "cuatro cosas" bien dichas.
Un Amigo
Miguel A. Román
maroma...@gmail.com
Una puntualización, es el DRAE, no el RAE.
>define, escuetamente, como par o pareja el conjunto de dos
>personas o cosas. Así mismo, nos dice que trío o terna es un conjunto
>de tres personas o cosas.
Me llama la atención ese "escuetamente", ¿cómo debería ser si no se definiera
escuetamente? Es un diccionario, no una enciclopedia.
> Pero, ¿porqué no es válido emplear los
>términos cuarteto, sexteto, septeto,... para identificar a los grupos
>de cuatro, cinco, seis, siete personas o cosas y, sin embargo, sí es
>válido quinteto?. ¿Error?, ¿olvido?.
La lengua es económica, esto implica que no derrocha palabras para expresar
cosas que realmente no tienen tanto uso, y, al revés, aquellas cosas que
desaparecen o se olvidan también ven como las palabras que las denominan
desaparecen o cambian de significado.
Con esto quiero decir que no debe ser muy necesario que la lengua tenga una
palabra para ir designando grupos de cosas según su número porque sí, sino que
cuando lo hace es porque realmente es necesaria una palabra para esa realidad.
Citas "par" y "pareja" pero olvidas que no todos los grupos de dos cosas
forman un par o una pareja, entre ellos debe haber una relación de semejanza o
de otro tipo. No son lo mismo trío que terna, puesto que una terna es un grupo
de tres personas del cual debe escogerse uno, por lo tanto es más que un trío.
no has citado "dúo" al hablar de dos, ¿será porque es algo más que un par o
una pareja?
Lo mismo pasa con todas las palabras que citas, se usan para designar una
serie de realidades con un sema numérico determinante pero no único. En
general se refieren a la música, tal vez porque es una de las actividades en
las cuales cabe ir definiendo según el número de personas que intervienen, por
eso es lógico que no se definan los grupos de personas sólo de manera neutra.
Sobre la curiosidad de que "quinteto" sí se defina así se me ocurre, y es una
opinión personal, que el número cinco es un número muy peculiar (cinco dedos
tenemos en cada mano) y que es un número de personas muy dado a ciertas
actividades, como por ejemplo, a patrullar (un jefe y cuatro subordinados, dos
parejas...). También sucede que a veces el diccionario debería ser más
coherente de lo que es.
De todas maneras, que no se defina no significa que no pueda ser correcto. Con
esto quiero decir que una de las grandezas del lenguaje es precisamente su
capacidad de adaptación a la realidad. En el momento en que sea necesaria una
palabra que defina exáctamente un grupo de equis personas, la tendremos, y no
pasará nada, mientras tanto, tendremos una amplia variedad de posibilidades,
porque no siempre un par van a ser dos.
Laureà
Eso es muy cierto. Normalmente no somos conscientes de que, según
cambia la sociedad y su tecnología, los conceptos se modifican pero las
palabras asociadas permanecen.
Un ejemplo que suelo poner es "tender la ropa", cuando en realidad
parecería más correcto "colgar la ropa", pero resulta que inicialmente la
ropa lavada en el río se tendía sobre arbustos: "La Virgen está lavando y
tendiendo en el romero, los pajarillos cantando, y el romero floreciendo".
Otro es nuestra doméstica "nevera", que hace ya varias décadas que no
almacena nieve. El "grifo" ya no se adorna como un animal mitológico, pero
hasta hace un par de siglos no se empezó a utilizar en el sentido de "llave
de paso". Y la "antena" empezó a captar ondas hertzianas hace menos de un
siglo; hasta entonces eran únicamente los apéndices de ciertos insectos.
En general parece que hubiese una cierta resistencia a inventar
vocablos nuevos. La gente prefiere reciclar, buscar semejanzas entre lo
conocido y adaptar. Y hace bien.
¿Tú sabes lo que cuesta inventar una palabra?
Conozco pocas que han salido de la nada, todas tienen su motivación...
>La gente prefiere reciclar, buscar semejanzas entre lo
> conocido y adaptar. Y hace bien.
Y tan bien, el signo lingüístico es arbitrario, pero cada vez menos...
Laureà
> Un ejemplo que suelo poner es "tender la ropa", cuando en realidad
> parecería más correcto "colgar la ropa", pero resulta que inicialmente la
> ropa lavada en el río se tendía sobre arbustos:
Más ejemplos de funciones que ahora se hacen de otra manera pero conservan
en su nombre la descripción de cómo se hacían antes, son: "tirar de la
cadena" (ni es cadena ya ni ya se tira de ella), "colgar el teléfono" (cada
vez menos se cuelga, y sí se aprieta un botón), e incluso dentro de muy poco
"apagar el fuego" (referido a la cocina vitrocerámica, claro, no a otras
acepciones).
:-)
> ¿Tú sabes lo que cuesta inventar una palabra?
Inventarla no cuesta nada; lo chungo es que la gente la utilice masivamente,
jeje.
;-)
Pues mira, a mí me parece que es más bien al revés... Pero es que imaginación
no es mi segungo nombre... :)
Laureà
> "tirar de la cadena" (ni es cadena ya ni ya se tira de ella), "colgar
> el teléfono" (cada vez menos se cuelga, y sí se aprieta un botón), e
> incluso dentro de muy poco "apagar el fuego" (referido a la cocina
> vitrocerámica, claro, no a otras acepciones).
>:-)
¿Cómo se llama la discoteca? :-? ¿la CDteca?? ¿o la IPodteca? :-D
=.=.=.==.
Begolunes
=.=.=.=.=