La propaganda es un instrumento terrible. A modo de ejemplo:
históricamente, los soldados que se alistan a las guerras (en
cualquier bando, época o país), suelen estar convencidos de lo que
hacen. Matan y mueren. Son víctimas de los aparatos de propaganda
militar de sus Estados, de sus arengas, sus tabúes, sus miedos y sus
mentiras oficiales.
No dudo de la independencia intelectual de las españolas y españoles,
pero: no. Un rey es un rey. Monarquía y honor, monarquía y bien
común, realeza y Democracia son antónimos, incompatibles. Si hablamos
de una fórmula de gobierno en la que el máximo mandatario no lo elige
el pueblo, no hablamos del bien común. Seguro.
Algunos creen eso de que el tal Juan Carlos es un buen tipo... bien, si
fuera cierto, condecóresele. Es más: si creen que sería un buen
gobernante... que le voten. Y si no desea presentarse a ningún proceso
electoral pero quiere representar a su país... que se meta a
diplomático. Exactametne igual que cualquier otro ciudadano, porque
como tú y yo sabemos, nadie nace superior a los demás.
España está llena de héroes. Héroes como quienes arriesgan su vida
para salvar a los demás. Héroes como las madres que trabajan y crían
a sus hijos con amor y desprendimiento. Héroes como hombres y mujeres
que callan sus sexualidad por miedo al rechazo. Héroes bomberos,
policias, médicos, juezas, voluntarios, activistas, estudiantes,
inmigrantes, notarios, ejecutivas, empresarios, putas, escritores... Si
resulta probado que el ciudadano Juan Carlos es buen tipo, que le den
un premio... ¡Pero entregarle la jefatura del Estado, me parece
grotesco y ridículo! ¡Proporcionarle catorce millones de euros al
año, cuando en España hay personas que se ven obligadas a comerciar
con su cuerpo para que sus familias coman, me parece un despropósito!
¡Pagarle clases de vela, me parece una bribonada! ¡Mantener "a cuerpo
de rey" a una familia de casi cincuenta miembros, me parece
esperpéntico! ¡Construirle a su hijito un palacete de más de cuatro
millones de euros, cuando el coste de la vivienda se duplica cada
cuatro años, me parece insultante!
Que se busque la vida, como todo el mundo. ¡Ojo! que no pretendo
guillotinarlo, solo quiero despedirle, por la sencilla razón de que la
existencia de su puesto de trabajo, perjudica el bien común.
El 'juancarlismo' es la forma presente del monarquismo, y todo lo que
sabemos, no es sino producto de lo que nos han dicho. No consumas
pensamientos prefabricados, elabora tus propios pensamientos, analiza
las cosas, sé objetivo. En el futuro, el aparato de propaganda
inventará nuevas "versiones oficiales", nuevas ficciones, para
despertar y renovar afectos hacia la monarquía. La monarquía es un
concepto indefendible, por eso requiere ser maquillado en el
'juancarlismo' (hoy), y en el 'felipismo' o en el 'leonorismo' mañana
(a menos que el pueblo les pare los pies).
Inventarán nuevas mentiras, no te preocupes, tienen presupuesto para
ello. No dudes en que llegará el día en el que España termine
agradeciéndole a Felipe que nos haya "salvado de la guerra marroquí",
"librado de la lacra del terrorismo", o cualquier otra invención
absurda... del mismo modo que se supone que Juan Carlos se supone que
"hizo posible la democracia" y nos "libró de los golpistas".
¡Por favor! Hablamos de un tipo que 'trabajaba' junto al dictador -a
quien llegó a hacer suplencias-. La persona que estaba allí cada
viernes, cuando se firmaban los "enterados" para autorizar
fusilamientos. ¡Por favor! ¿he de recordarte los abominables
crímenes de Franco? ¿Los fusilamientos, las penas de cárcel y
trabajos forzados, en base a juicios sumarísimos basados en rumores?
¿Conoces el miedo?
¿Posarías tú junto al caudillo en un balcón? Juan Carlos lo
hacía... es más, en eso consistía el trabajo del trepa por
antonomasia, el 'pelota' más grande de España. Aunque, viendo la vida
que se está pegando a cuenta de una parte de nuestro sueldo, la verdad
es que le ha salido francamente bien (aquí no sabría bien si escribir
'francamente bien' o 'realmente bien', pero el caso es que el tipo vive
de cine, porque sí).
¿Sabes lo que creo? Creo que eso de la transición a la democracia fue
un asuntillo de cama. Sí, un comentario de su esposa en el lecho,
antes de dormir: "-Juanca, rey, no te metas a caudillo a ver si nos
va a pasar como a papá y se nos termina el chollo". Estábamos ante un
mundo convulso, y no son tontos. La verdad es que fueron prudentes...
con su propio porvenir.
¡Reyes no!, por principio. Ni este, ni ninguno. ¡Nunca!.
El poder del pueblo, para el pueblo y por el pueblo.
¡Igualdad, Libertad, Fraternidad!
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Jaume d'Urgell
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