APUNTES
TALLER DE TEATRO DE INTERVENCIÓN SOCIAL
Teatro del Oprimido
Según la central de Teatro del oprimido de Rio de Janeiro (www.octorio.org.br) se define como un “método estético que sistematiza ejercicios, juegos y técnicas teatrales que persiguen la desmecanización física e intelectual de sus practicantes, y la democratización del teatro. El TO crea las condiciones prácticas para que las personas se apropien de los medios de producción teatral y así amplíen sus posibilidades de expresión, además de establecer una comunicación directa, activa y propositiva entre los espectactores y los actores.”
El TO entiende el teatro como una vocación que concierne al conjunto de la humanidad, es decir, un medio inherente al ser humano que no debe ser controlado por los medios de producción sino que ha de ser devuelto al conjunto de la humanidad para provocar una reflexión colectiva que nos permita avanzar hacia la utopía. Por tanto está al alcance de cualquiera que quiera utilizarlo para introducir cambios positivos en si mismo que a su vez puedan producir mejoras en su entorno social.
El Teatro del/a oprimido/a (TO) permite a quienes lo practican ejercitarse para la acción en la vida real, ayudando a tomar conciencia de las posibles consecuencias de nuestras acciones. Es un recurso humano que permite la auto-observación de una persona en acción y la identificación colectiva con esta persona. Así cada individuo con la ayuda del grupo puede imaginar diferentes formas de comportarse en situaciones adversas, probarlas para ver si funcionan e inventar conjuntamente alternativas. Así pues, plantea una ruptura de las barreras entre público y artista, entre platea y escenario, e incide en la potencialidad, no del espectador, sino del espectactor como sujeto activo que toma parte en el marco social y político al que pertenece. Así pues, parte de la base de que en cada ser humano hay un artista que necesita expresarse y por tanto una obra escénica debe ser un diálogo fluido entre actores y público, un ritual compartido y entendido bidireccionalmente.
La metodología del TO nos permite, por tanto, abordar temáticas y situaciones difíciles trabajando a partir de nuestras propias experiencias, facilitando un espacio de confianza en el que todas las experiencias y opiniones tienen lugar y donde podemos compartir cómo nos sentimos y poner en común alternativas. Cada cual puede expresar sus inseguridades y dificultades para llegar a posibles soluciones que entre todxs podamos encontrar y experimentar. Se trata de compartir y colectivizar problemas y de esta forma ahondar en el sentido comunitario del grupo.