Este proceso creativo es una oportunidad única para interaccionar y compartir con nuestros pequeños, una experiencia enriquecedora y divertida.
En este desarrollo plástico tanto adultos como pekes se sitúan al mismo nivel. Ambos se convierten en alumnos cómplices. Esta característica poco habitual dará pie a una experiencia singular en donde el adulto y los pequeños compartirán la satisfacción de ser artífices de manera conjunta.
¡ la diversión está asegurada!