Varios “dioses” anteriores a Jesús como Horus, Attis, Krishna, Mitra y Dionisio, tienen una cantidad de coincidencias biográficas con el primero que, sin pretender ser irrespetuoso con nada ni con nadie, y como ya lo han señalado cantidad de eruditos en los últimos doscientos años, sugerirían que los evangelios estarían inspirados en los relatos de dichos dioses preexistentes.
Charles François Dupuis (1742-1809) y el Conde de Volney (1757-1820) fueron los primeros autores modernos en presentar, alrededor del siglo XVIII, una analogía entre Jesús y otras deidades solares anteriores. Este análisis comparativo ha sido abordado también por pensadores como David Friedrich Strauss (1808-1874), Bruno Bauer(1809-1882), Jean Meslier (1664-1769), Paul Henri barón de Holbach (1723-1789),Voltaire (1694-1778) y Hermann Samuel Reimarus (1694-1768), entre otros.
A partir de los estudios de los mencionados autores surge la expresión «mito de Jesús» en referencia a la teoría según la cual Jesús de Nazaret no sería un personaje histórico se trataría en realidad de un mito, no siendo el resultado de una revelación divina sino el producto de un sincretismo religioso.
A principios del siglo XX, Arthur Drews (1865-1935), William Benjamin Smith (1850-1934) y John Mackinnon Robertson (1856-1933) se convirtieron en los proponentes más reconocidos de la teoría del “mito de Jesús”, y en épocas más recientes, eruditos como George Albert Wells (1926) y Alvar Ellegård (1919-2008) publicaron numerosos argumentos a favor de ella.
En el libro Jesús según los apócrifos: La crónica secreta de la vida de Jesús, de Beatriz Ontaneda Portal y Rose Marie Paz Wells, las autoras resumen los paralelismos entre la figura de Jesús y las otras deidades:
En su libro «The Hero with a Thousand Faces» (El Héroe de las mil caras) de 1949, Joseph Campbell postuló la teoría de que solo había un único mito tras las historias de Krishna, Buda, Apolonio de Tiana, Jesús y otros héroes. Posteriormente, en «The Masks of God: Occidental Mythology» (Las máscaras de Dios: Mitología occidental), Campbell afirma que «está claro que, sea exacta o no en los detalles biográficos, la conmovedora leyenda del Cristo crucificado y revivido estaba ideada para añadir nueva calidez, inmediatez y humanidad a los viejos relatos sobre los adorados Tammuz, Adonis y Osiris».
Más recientemente, el documental Zeitgeist, con su típico tono ácido y de teoría conspirativa, también aborda el tema del «mito de Jesús». En resumen, luego de hacer el análisis comparativo de los mitos de dioses paganos, el documental plantea que la Iglesia, como institución vinculada al poder desde el Imperio romano, ha usado la figura de Cristo como justificación para reprimir y manipular las sociedades:
Fragmento de Zeitgeist, parte 1: “El cuento más grande de todos los tiempos”:
Visto desde la perspectiva de las coincidencias biográficas de cada deidad:
Comparación detallada de Horus y Jesús de Absolum.org
A principios del siglo XX, Gerald Massey alegaba que hay similitudes entre el dios egipcio Horus y Jesús. En la misma línea de ideas, en la década de 1940, Alvin Boyd Kuhn sugirió que no solo la cristiandad, sino también el judaísmo se basaban en conceptos egipcios, y más recientemente, Tom Harpur ha expresado opiniones similares en su libro “El Cristo pagano”.
Entre 1919 el sacerdote, teólogo excomulgado católico, filósofo e historiador francés,Alfred Loisy, publicó su libro Los misterios paganos y el misterio cristiano, en el que realiza una discusión profunda y minuciosa de los testimonios concernientes hasta esa época sobre las religiones de los misterios paganos y su influencia en los orígenes históricos del cristianismo.
Para ingresar al mitraísmo, había un rito bautismal con sangre de toro o cordero en el que consumían pan y agua o vino, en una comunión. Esperaban que Mitra regresara al final de los tiempos, donde éste juzgaría a los hombres, de modo que los justos subirían con él al cielo y los que no habrían obrado bien, serían arrojados al reino de las tinieblas. Su principal fiesta era el 25 de diciembre, fecha del Sol Invictus.
* Krishna era sobrino del rey Kamsa, quien tuvo una visión en la que uno de los sus sobrinos iba a asesinarlo. Kamsa se ocupó de matar a todos sus sobrinos, pero al lograr salvarse Krishna, ordenó matar a todos los niños de la comarca. A pesar de esto, Krishna logró sobrevivir e incluso llegó a ser el sucesor de Kamsa.
Joseph Campbell en su libro “El Héroe de las mil caras“ dice “En Frigia, por ejemplo, en honor al crucificado y resurrecto Attis, se cortaba, el 22 de marzo, un pino que era luego transportado al santuario de la diosa Cibele…. El 24 de marzo era conocido como el Día de la Sangre…”. Este día se conmemoraba su resurrección, es decir, tres días después.
A principios del siglo XIX Friedrich Hölderlin publicó su libro Brot und Wein (1800–1801) donde sugirió parecidos entre Cristo y el dios griego Dioniso. Más tarde, otros eruditos modernos como Martin Hengel, Barry Powell y Peter Wick tomaron esta misma dirección de pensamiento.
Jerry H. Bentley plantea la posibilidad de que «el budismo influenciara el primitivo desarrollo de la cristiandad» y sugiere prestar «atención a muchos paralelismos referentes a nacimientos, vidas, doctrinas y muertes de Buda y Jesús» en su libro “Cross-Cultural Contacts and Exchanges in Pre-Modern Times”.
Z. P. Thundy ha hecho un seguimiento de las similitudes y diferencias entre el relato del parto de Maya, al dar a luz a Buda, y el de María al nacer Jesús, y señaló que aunque existen semejanzas, como el parto virginal, hay diferencias, como que María sobrevive a Jesús después de criarlo, pero Maya muere poco después del nacimiento de Buda.
Ciertas cuestiones en todos estos casos como fechas, símbolos, personajes y otros detalles que parecerían anecdóticos adquieren un nuevo significado al analizarlos desde el punto de vista astronómico. Nessa Goodman en su investigación ¿Qué celebramos el 25 de diciembre? (basada gran parte en el documental Zeitgeist) expone precisamente esta perspectiva astronómica:
La Estrella de Oriente que anuncia el nacimiento de Jesús, o de tantas otras deidades, se corresponde con la estrella Sirio. El 24 de diciembre esta estrella se alinea con otras tres estrellas conocidas en la antigüedad como “Los Tres Reyes” en el cinturón de Orión. Estas tres estrellas siguen en línea a Sirio, que apunta directamente al emplazamiento de la salida del sol en la mañana del 25 de diciembre. Este fenómeno explica la famosa historia de los Tres Reyes Magos que llegaron los últimos al nacimiento de Jesús, el nacimiento del sol tras el solsticio de invierno.
La Virgen María, por otra parte, representa la constelación de Virgo. Durante el solsticio de invierno, la constelación de Virgo se eleva sobre el horizonte dando la sensación de que el sol, Jesús, nace de este signo zodiacal. Virgo, además, significa “virgen” en latín y en el zodiaco es representado por la letra “M” (). De ahí el nombre de María, y otras madres vírgenes como la madre de Horus, Meri, o la de Buda, Maya. Virgo también es llamado astrológicamente “La Casa de Pan”, haciendo referencia a su iconografía, una mujer portando una espiga de trigo; y a su momento del año, agosto y septiembre, el periodo de cosecha. La traducción del latín de la ciudad donde nació Jesús, Belén, es “Beth Lehem”, literalmente “La Casa de Pan”. Así, Belén no se referiría a un emplazamiento en la tierra, sino en el cielo, en la constelación de Virgo.
La fecha del nacimiento de Jesús simboliza el resurgir del sol, el principio de una nueva estación. Si nos ubicamos en el hemisferio norte da la sensación de que a partir del solsticio de verano el sol empieza a moverse hacia el sur, los días se hacen más cortos y la luz mengua. El 22 de diciembre, el sol llega al punto más bajo en el cielo y deja de moverse hacia el sur, es el solsticio de invierno. Durante tres días, 22, 23 y 24, el sol parece que se detiene en la Constelación de Sur o de la Cruz, para empezar a moverse un grado hacia el norte el día 25.
Imagen: Zeitgeist, parte 1: “El cuento más grande de todos los tiempos”
Este acontecimiento astronómico explica por qué Jesús, entre otros dioses mitológicos, fue crucificado, el sol muere en la Constelación de la Cruz; estuvo muerto tres días, el sol se mantiene quieto tres días; y nace o resucita para subir a los cielos, el sol se eleva proporcionando días más largos, luz y calor. Sin embargo, la resurrección de Jesús, o del sol, no se celebra hasta la Pascua o Semana Santa en el equinoccio de primavera. Este es el momento del año en el que el sol llega a la mitad del hemisferio y la duración de los días supera al de las noches. Es la primavera, el resurgir, la elevación del sol en el cielo.
El paso del sol por las diferentes estaciones del año fue ilustrado por nuestros ancestros paganos con la rueda zodiacal. Los 12 signos zodiacales o meses son los 12 discípulos con los que Jesús, el sol, viajaba.
Otra de las referencias que son tomadas como metáforas son las menciones a la era. Esto se explica a través del fenómeno astronómico llamado Precesión de los Equinoccios. Las antiguas culturas, como la egipcia, notaron que cada 2.150 años el nacimiento del sol en el equinoccio de primavera ocurre en diferentes signos zodiacales. Esto es debido a un cambio gradual y lento en el ángulo del eje de la rotación de la tierra que recorre una circunferencia completa cada 25.776 años. De esta manera, cada 2.150 años el sol se proyecta en diferentes signos zodiacales, lo que se considera una era: 4.300 – 2.150 A.C. Era de Tauro, 2.105 A.C.- 1 D.C. Era de Aries, 1- 2.150 D.C. Era de Piscis, 2.150 – 4.300 D.C. Era de Acuario.
El nacimiento de Jesús coincide con el comienzo de la era de Piscis, en la que nos encontramos. Con esto se explica las numerosas referencias a los peces que se encuentran en la tradición cristiana, entre otras: “No tenemos aquí más que 5 onzas de pan y 2 peces” Mateo, 15:17. [Los primeros cristianos usaban la palabra griega “icthys”, que significa pez, como nombre de Jesús, y representaban su fe con el símbolo místico pitagórico de la “vesica piscis” (signo del pez),] conformado por dos círculos que se intersectan, con el que se indicaba el reinado del sol durante la era de piscis. [Tanto la mitra de los obispos como la tiara de los papas tienen la forma de una cabeza de pez.]
Más allá, cuando los discípulos preguntaron a Jesús que debían hacer cuando él no estuviera, Jesús respondió: “… al entrar en la ciudad, os saldrá al encuentro un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidle a la casa.” Lucas, 20:10. El hombre con el cántaro de agua coincide con la iconografía del signo de acuario, por lo que esta cita es vista como una clara alusión del comienzo de una nueva era tras la ida de Jesús o el fin de la era de piscis.
Más allá de las coincidencias mencionadas con deidades de otras culturas y religiones existe una figura prototípica a la de Jesús en la Biblia misma: José “el soñador”, uno de los doce hijos de Jacob según el relato bíblico del libro del Génesis (Gen. 35:22). En su artículo “Similitudes de la vida de José [El Soñador] y Jesús”,Reyna Orozco Meraz presenta la siguiente tabla comparativa:
Similitudes | José | Jesús |
Hijos Primogénitos | El primogénito de Raquel | El primogénito de María |
Amados de su padre | Génesis 37:3 Israel amaba a José más que a sus otros hijos, | Lucas 3:22 Tú eres mi Hijo amado; estoy muy complacido contigo |
Soñadores | Tanto que le llamaban “el soñador” | Creo que tiene muchos sueños y los deposita en nosotros. |
Fueron a Egipto | Al ser vendido como esclavo fue llevado a Egipto. Génesis 37:28 Fue así como se llevaron a José a Egipto. | Jesús cuando era un niño, fue llevado a Egipto para evitar que Herodes lo matara (Mateo 2:14 Así que se levantó cuando todavía era de noche, tomó al niño y a su madre, y partió para Egipto |
Tenían 2 nombres | José tuvo dos nombres, uno hebreo y uno egipcio Génesis 41:45 Y le cambió el *nombre a José, y lo llamó Zafenat Panea | Jesús tuvo dos nombres, uno representaba su divinidad y el otro su humanidad. Mateo 1:23 y lo llamarán Emanuel. Lucas 2:21 lo llamaron Jesús, nombre que el ángel le había puesto antes de que fuera concebido. |
Testificaron contra el pecado y por eso los odiaron | José testifico contra el pecado de sus hermanos y estos le odiaban (Génesis 37: 2 “Y José llevaba a su padre quejas de la mala conducta de sus hermanos”) | Jesús testifico contra los hombres y lo odiaron por ello (Juan 7:7 “Los que son del mundo no pueden odiarlos a ustedes; pero a mí me odian, porque yo hago ver claramente que lo que hacen es malo”) |
Traicionados | por sus hermanos, que lo despojaron de su túnica y lo arrojaron en un pozo. | por un amigo que era más cercano que un hermano |
Vendidos | José fue vendido por Judá por 20 piezas de plata. Génesis 37:28 | por Judas por 30 piezas de plata. Mateo 26:15 |
Tentados y pasaron con éxito la prueba | Génesis 39:7-12 | Mateo 4: 1-11. |
Puestos en lugar de muerte junto con otros 2 criminales | Génesis 40:1-3 | Marcos 15:27 |
Uno de los criminales murió y otro vivió | Génesis 40:21-22 | Lucas 23:39 |
Pudiendo matar a su agresor, decidieron PERDONAR. | A sus hermanos | A todos nosotros. Romanos 5:8. Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros. |
Regalaron salvación | No aceptó pago por el trigo | Dio su sangre sin condición |
Dieron Pan | Proveyó de pan en la escasez | Es el pan de vida |
Levantados del lugar de muerte por el Rey | Envestido por el faraón con autoridad y poder Génesis 41:40 | Tenia toda el poder que su Padre la había dado. Mateo 28:18 |
Libertadores de su pueblo | Génesis 47:25 “Y ellos contestaron: Usted es muy bondadoso con nosotros, pues nos ha salvado la vida”) | (1 Tim 4:10 “Por eso mismo trabajamos y luchamos, porque hemos puesto nuestra esperanza en el Dios viviente, que es elSalvador de todos, especialmente de los que creen”). |
No descarto que algunos de los datos de las deidades paganas puedan ser erróneos o imprecisos, y las similitudes esgrimidas por los diversos eruditos puedan estar sesgadas o hasta forzadas de alguna manera, pero no deja de resultar llamativo encontrar tantas similitudes en la vida de estas figuras, centrales en algunas de las religiones más importantes a lo largo de la historia.
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