DECLARACION DE LOS QUE ESTÁN EN ESPERA

ESTOY EN ESPERA POR LA SANIDAD DE MI MATRIMONIO... no me rendiré, no me daré por vencido(a), no me agotaré, no me abandonaré hasta que esta sanidad ocurra. Yo hice un voto, dije las palabras, hice un juramento, di un anillo y tomé un anillo, me di yo mismo(a), confié en Dios y dije las palabras, y teniendo la intención de estas palabras...en la enfermedad y en la salud, en la tristeza y en la alegría, en las buenas y en las malas, en la riqueza y en la pobreza, en los buenos tiempo y en los malos... entonces estoy de pie firme AHORA, y no me sentaré, no bajaré, no me detendré, no me calmaré, no me caeré, no menospreciaré o me agobiaré hasta el ver el derrumbamiento.

Me rehúso a poner mis ojos en circunstancias externas o a escuchar profetas que predestinan la ruina, o a caer en lo que es inmoral, del mundo, popular, conveniente, fácil, rápido, frugal y ventajoso. Tampoco aceptare una imitación de las cosas reales de Dios, tampoco buscaré rebajas en las normas de Dios, tergiversar la voluntad de Dios, violar el pacto con Dios, o aceptar lo que Dios aborrece, ¡En este caso, el divorcio!

En un mundo de inmundicia, estaré puro(a), rodeado de mentiras, hablaré la verdad; donde la desesperación abunda, esperaré en Dios; dónde la venganza es fácil, bendeciré en vez de maldecir, y donde las posibilidades están en contra mío(a), confiaré en Dios con mucha fe.

Soy una persona que se para firme en su convicción y no accederé, no me comprometeré, pelearé no me rendiré... He tomado una decisión, se adonde me dirijo, he entrado a en la carrera, creído en la Palabra, y confiado a Dios en todo lo que suceda.

No permitiré que la reacción de mi cónyuge, o las exigencias de los amigos, ni el consejo de los familiares, ni las dificultades económicas, ni las tentaciones del diablo me hagan reventar, ni atrasar ni darme por vencido(a) hasta que mi matrimonio se sane.

Autor anónimo

Dios sana los matrimonios heridos

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