Pressenza
Santiago, 12/30/11
Como fui testigo directo de sus ideas en educación puedo decir
con mucha confianza lo que Beyer piensa en Educación, en especial a
nivel escolar.
1.- Harald Beyer es un tecnócrata brillante, maneja muy bien las
matemáticas y las estadísticas, presentando informes con numerosa
evidencia que respaldan sus dichos. Su nicho de trabajo académico es el
Centro de Estudios Públicos (CEP) ligado a la derecha liberal. Su
nomenclatura argumental se basa en la “evidencia”, no en la política o
la “ideología”.
2.- Su costumbre es abrumar a la audiencia con evidencia 'científica'
que respalde su posición. Por lo general convencimientos muy difíciles
de contradecir para alguien poco preparado en las ciencias estadísticas.
Bayer entiende que una tremenda argumentación casi irrefutable es el
uso de gráficos y tablas extraídas de bases de datos que solo él y un
grupo de investigadores pueden ubicar en la burocracia de los
ministerios.
3.- Bayer conoce claramente que las audiencias son reacias a
contraargumentar sus estudios, conclusiones y axiomas, debido a la
inhibición que genera el miedo al ridículo por no entender las tablas y
gráficos de cierta dificultad. Más que la dialéctica, la argumentación,
las frases cliché, los eslogans, la lógica, el idioma de Beyer es la
evidencia estadística en el cual entiende y se convence.
4.- El nuevo ministro de educación, es un animal neoliberal. 100%
darwiniano social. Cree religiosamente en la teoría de la selección
natural, la competencia por los recursos y la lucha por la existencia
como motor del desarrollo del sistema escolar chileno. Para el nuevo
ministro, el Estado es un ente perturbador de la libre iniciativa de los
emprendedores y/o sostenedores privados en la educación. Es ferviente
defensor del voucher (o subvención de escolaridad por alumno trasladable
de escuela a escuela).
5.- Es un adversario acérrimo del Estatuto Docente y del Colegio de
Profesores, a donde por años ha apuntado sus dardos estadísticos que,
según él, dejan en evidencia la desastrosa calidad de la educación
municipal y la defensa que denomina “grupos de interés”. Es ferviente
creyente de la libertad de elegir que deben tener los padres para
escoger los colegios donde deben estudiar sus hijos. Jamás entenderá las
argumentaciones que le señalen un sistema escolar segregado,
discriminatorio, la violencia escolar, ya que introducir políticas para
evitarlas es parte de la insostenible intervención del Estado en las
escuelas. Su argumentación es muy simple, esos problemas desaparecerán
solo producto de la efectiva selección natural, de los padres que
abandonen a las malas escuelas y éstas, por ser más débiles, morirán. El
Estado solo debe poner la lápida.
6.- Harald Beyer cree en la educación privada subvencionada por el
Estado, muy poco interventor. Casi de ninguna regulación. El critica que
el rol del Ministerio de Educación actual es de demasiada intervención,
por medio de los bonos y leyes especiales en el ámbito de
remuneraciones de los docentes. Según él, es el sostenedor (público o
privado) que debe negociar directamente con los profesores en forma
individual sus sueldos, y que el Ministerio de Educación deje de cumplir
el rol de interlocutor en las negociaciones anuales de las
remuneraciones.
7.- No cree en la educación pública, menos municipal o estatal. Según
sus estudios la educación del Estado se deterioró fuertemente cuando se
masificó desde lo años 70 en adelante. Ya que la gran calidad que
demostraba hasta los años 1960 era porque sólo estudiaba una élite de
chilenos. Para Bayer, no tiene ninguna relevancia el Golpe de Estado, la
expulsión, persecusión y asesinatos de estudiantes y profesores, tanto
en escuelas y universidades, y posterior privatización en el actual
conflicto en educación. Para Bayer la actual crisis educativa se debe a
que hay mucho Estado en el sistema escolar, ya que sólo debe abocarse a
subvencionar y no intervenir.
8.- Actualmente Bayer ha variado su discurso de libertad plena a la
iniciativa privada, para entrar a un discurso de mayor regulación por
parte del Estado a los sostenedores privados a nivel escolar o
universitario. Lo que no significa que esté de acuerdo con un mayor
control del Estado sobre la escuelas, para su visión darwininana, y por
tanto de Selección Natural, el Estado será el ente que se encargue de
excluir a aquellos actores que no estén aptos para sobrevivir a nuevos
estrés ambientales, llámese índices de calidad, ejemplo, Simces, PSU,
Acreditación, etc. Como la competencia pura y directa no dio buenos
resultados, entonces se le agrega depredación. Las escuelas que no
cumplan con los estándares serán asfixiadas y eliminadas en esta lucha
por la existencia. El Ministerio, la Superintendencia de Educación y la
Agencias de Calidad, serán los depredadores topes, el Gran Hermano de
Orwell.
Finalmente Beyer en un tecnócrata muy trabajólico, asesor de los
grupos económicos y parlamentarios de la derecha neoliberal usando sus
argumentaciones de evidencia irrefutable, voucher, libre elección,
competencia, lucro, etc. Es representante típico de una tecnocracia que
se da aires de pureza ideológica, no contaminada de ideologismo alguno.
Su poder no son las palabras, son los números y llegada directa a los
medios de comunicación como El Mercurio y La Tercera, habituales
publicadores de sus consignas estadísticas.
Con claridad irrefutable el nuevo Ministro de Educación es
absolutamente va en dirección opuesta a los que pide la ciudadanía y, en
especial, el movimiento estudiantil, Si éste pide mayor presencia del
Estado, Beyer responderá menor intromisión, más estándares, más stress,
más competencia. Si los estudiantes piden más comunidad, Bayer dirá más
individualismo (libertad de elegir para él). ¿Más solidaridad? Su
respuesta será más competencia. ¿No al lucro? Será lucro regulado.
En definitiva será un diálogo inútil. Bayer sólo sabe el idioma del
los números, no habla en sus papers de altruismo, ética, compromiso,
comunidad, colaboración, emociones, afectos, apego, arraigo. Nada que
tenga que ver con los procesos pedagógicos. En su biblioteca, no existe
Paulo Freire, Vigotsky, Freinet, Montessori, Piaguet, Cassasus,
Maturana, Varela, Naranjo, etc. Por su parte la estantería está llena de
economistas, estadísticos, ingenieros sociales y uno que otro
evolucionista neodarwioniano.