[Rebeldia de L@s Inmigrant@s.] Homenajes a Ernesto Che Guevara y a Miguel Enriquez.

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Rosario Campos

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Sep 30, 2012, 3:28:55 PM9/30/12
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 [Rebeldia de L@s Inmigrant@s.] Homenajes a Ernesto Che Guevara y a Miguel Enriquez.

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      Septiembre de 2012


    Gracias Pierre Dubois

    De Casa Memoria José Domingo Cañas
    A la comunidad en general:
    La Fundación 1367, el Consejo Consultivo y los Observadores de Derechos Humanos de la Casa Memoria José Domingo Cañas expresamos nuestro profundo pesar y las condolencias a la familia y a los pobladores de la Población La Victoria, ante la muerte del sacerdote y ex párroco Pierre Dubois.
    Pierre Dubois con su ejemplo se preocupó de la Defensa de los Derechos Humanos de los pobladores en la Población la Victoria. Lo recordamos en esos años de Dictadura en los que ponía literalmente su cuerpo para proteger a los vecinos que eran brutalmente reprimidos y hostigados por carabineros. Recordamos su pesar frente al vil asesinato del sacerdote André Jarlan.
    Pierre, a pesar de ser francés, fue un exiliado más como tantos otros chilenos. Fue expulsado del país el 11 de septiembre de 1986 por la Dictadura, siendo alejado de su comunidad y de la población que él escogió como hogar. Tras esto organizó la pastoral del exilio en Bélgica, Francia y Suiza, probando su compromiso con quienes más lo necesitaban en nuestro país. Pierre retorna y solicita la nacionalidad chilena, la que finalmente es negada  por el Senado (por petición de la derecha que hoy gobierna). Hoy, 28 de septiembre, muere en la población La Victoria, lugar que tanto amó y cuidó.
    Publicado por Equipo de prensa de Radio 1 º de Mayo 102.9 FMRadio Bilingüe 

Documental sobre Miguel Enríquez

Viernes, 28 de Septiembre de 2012 11:01 Colaboradores
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enriquez_miguel_mirAl cumplirse 38 años de la muerte en combate de Miguel Enríquez Espinosa, dirigente político, intelectual y conductor-fundador del mir, mapocho press tiene el agrado de invitar a la exhibición del documental que contiene su discurso de proclamación del ftr a la cut, pronunciado en el teatro caupolicán, el 24 de mayo de 1972, con un certero análisis de la coyuntura política que atravesaba el país a más de un año del golpe militar del 11 de septiembre 1973 y cuya preparación ya era más que notoria en las filas de la derecha dispuesta a derribarlo.


El documental MIGUEL ENRÍQUEZ: Proclamación del FTR a la CUT, del director argentino Jorge Trípodi Falco, se exhibirá el viernes 5 de octubre, a las 18:30 horas, en el Salón del Piso 8°, del Círculo de Periodistas de Santiago, Amunátegui 31 (Metro La Moneda). Entrada libre.

El documental rescata una filmación de 1972, en 16 mm y sin sonido, blanco y negro, obtenida en 2010 por Héctor Lamur, del Partido Comunista. Contiene el discurso de Miguel Enríquez Espinosa, Secretario General del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), del 24 de mayo de 1972, en el Teatro Caupolicán de Santiago.

Fue el acto de cierre de la campaña del Frente de Trabajadores Revolucionarios (FTR) a la Central Única de Trabajadores (CUT). El FTR era un “frente de masas” del MIR, intermediario entre la organización política y la clase trabajadora, similar al FER, que agrupaba a estudiantes; el MCR de campesinos y el MPR de pobladores y pobres urbanos.

En esta filmación de 1972 se observan dirigentes, militantes y amigos del MIR –muchos fallecidos o asesinados y/o desaparecidos–, así como  pueblo trabajador, juventud, estudiantes, amas de casa, niños, pobres del campo y la ciudad organizados para su legítima lucha por mejorar sus condiciones de vida. No todos quienes aparecen pudieron ser identificados. Un panel de amigos comenta la coyuntura de la época, las características del trabajo político del MIR y reconoce a algunos de los compañeros que asistieron al Caupolicán y posteriormente, en su mayoría, fueron asesinados.


Ficha técnica:
Duración: 59 minutos
Cámara: Carlos Vidal Herrera
Fotografía y Cámara: Juan Carlos Campos Solario
Equipo: Juan José Neira
Montaje: Álvaro Pavez Esbry
Dirección: Jorge Tripodi Falco

A 39 AÑOS DEL GOLPE DE ESTADO EN CHILE

  Este ensayo examina la emergencia de la contrarrevolución capitalista que requería de un nuevo modelo de acumulación para el país y de cómo este proceso se comenzó a gestar mucho antes que Salvador Allende accediera democráticamente al gobierno. Asimismo, pasa revista a las dos principales estrategias presentes en el campo popular de la época (izquierda tradicional-reformista y la revolucionaria), escisión que en el período 1970-1973 impidió en los hechos que se enfrentara unificadamente a los sectores económicos y políticos que se habían propuesto vencer definitivamente a las ideas de transformación socialista de la sociedad chilena.

Las siguientes líneas expresarán una combinación de testimonio personal y de apuntes históricos sobre la experiencia de la Unidad Popular y la posterior e impactante derrota sufrida por el movimiento de masas después del Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, enmarcándose la descripción y el análisis en el particular desenvolvimiento político y social del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, MIR.

Asimismo, apreciaremos el entrecruzamiento que se produjo entre los dos líderes principales del período, en una suerte de colaboración y enfrentamiento que acercó y alejó a las dos posturas políticas que enarboló la izquierda chilena durante el período de la Unidad Popular, representadas en las figuras de los dirigentes más connotados del momento: Salvador Allende y Miguel Enríquez.

  En efecto, el ascenso de la Unidad Popular al gobierno no sólo evidenció el avance electoral y organizacional de las fuerzas progresistas, sino que demostró además las fisuras del modelo de acumulación y dominación capitalistas imperante en Chile. Así las cosas, desde el control del Ejecutivo, la coalición gobernante maniobró sinceramente para introducir cambios estructurales que favorecieran a los sectores más desposeídos. Sin embargo, tarde o temprano, como inexorablemente sucedió, la crisis general del sistema tendría que dirimirse frontalmente, ya sea en favor de las clases populares o de los sectores hegemónicos de la burguesía. En otros términos, triunfaba definitivamente la revolución o se imponía la contrarrevolución en todos los ámbitos y esferas de la sociedad.   

  Por otro lado, los antecedentes contextuales confirman que el Movimiento de Izquierda Revolucionaria fue perseguido sistemáticamente durante los 17 años que duró la dictadura militar, pero a la vez dejan en evidencia que desde el día 11 de septiembre de 1973 hasta el año 1975 se concentraron los mayores esfuerzos represivos del Estado en su contra.

  En consecuencia, no es exagerado afirmar que el MIR padeció en sus filas un auténtico genocidio, y ello es así porque el objetivo inmediato que se propuso el régimen autoritario no fue otro que derrotarlo globalmente en términos ideológicos, políticos y morales, para que nunca más pudiera levantarse y reponerse del prolongado holocausto que lo consumió.

  Este afán se demuestra palmariamente en las múltiples acciones de acoso y extermino que abarcaron a su dirección nacional, a las instancias intermedias y que alcanzó también a la militancia en general.

  No sólo se hizo desaparecer a muchos de sus cuadros, se les ajustició o fusiló, sino que además un número altísimo de sus miembros debió enfrentar la durísima prueba del secuestro, la privación de libertad y experimentar las más diversas y crueles formas de tortura física y psicológica.

  Asimismo, no se puede dejar de señalar que todo este odio institucionalizado, dirigido específica y prioritariamente hacia el MIR, tuvo como víctimas principales a una mayoría de cientos de jóvenes que no poseyeron jamás los medios suficientes para eludir a tan despiadada y sofisticada maquinaria de destrucción, que no escatimó en gastos (y recursos) para borrar de la faz del país a quienes tuvieron la audacia y valentía, francamente excepcionales, de resistir, en condiciones muy desiguales, el proceso contrarrevolucionario en curso.

  El heroísmo demostrado por esta generación en circunstancias tan desfavorables para imaginar siquiera un resultado menos doloroso, ¿no habrá sido más bien el testimonio de un sacrificio que quedará grabado para siempre en la memoria de los luchadores sociales de todos los tiempos?

  En el caso del MIR, se buscó también alterar la realidad de los hechos, y se construyó una distorsionada imagen de la organización, a lo que se sumó gustoso el poder de la prensa que, faltando a la ética periodística más elemental, lo presentó como un grupo violento y se prestó asimismo para legitimar los montajes de falsos enfrentamientos y otras situaciones similares.

  Si bien se debe reconocer que para ciertos sectores el MIR podría haber aparecido como enarbolando una opción política demasiado radical, ello no significa –bajo ningún concepto- que desde tal apreciación se justificara la escalada represiva que se abatió en contra de los adherentes del mencionado movimiento.

  A fines de los 80, el MIR se disolvió como instancia orgánica única. Muchos de sus miembros lograron sobrevivir a los años de exterminio y hoy, lo quieran o no, son representativos de una historia y de las distintas sensibilidades que en el pasado integraron un proyecto común.

  Pero lo más importante es que la derrota no pudo acabar con lo que se ha denominado como “cultura mirista”, la que en esencia no es otra cosa que el compartir y comprometerse rebeldemente con la visión (y misión) de una sociedad sin explotación y sin exclusión.

  En suma, el sueño continúa incólume y quizá algún día, esperamos que no muy lejano, y bajo las formas y estrategias que los movimientos sociales reclamen, se haga realidad un mundo más feliz y mejor para todos los seres humanos.       

  Realizo arqueología en mi memoria, y trato de recordar lo que hice durante aquel funesto día martes 11 de septiembre de 1973.

  También hago un esfuerzo por armar las piezas de los siguientes momentos.

  Yo tenía entonces 16  años de edad, y cursaba el tercero de enseñanza media.

  Mi formación política inicial reconocía los ecos del humanismo y del laicismo, fundidos en una perspectiva libertaria y revolucionaria del cambio social. Por lo mismo, creía mucho más en los movimientos que en los partidos y jamás acepté ningún “Vaticano” ideológico como poseedor de la verdad absoluta.

  El mismo día “11” correspondía desarrollar la presentación de las listas que postulaban al centro de alumnos en el liceo donde yo estudiaba. Previamente, se me había solicitado sumar mi nombre (me parece mucho que para algo así como Vocal de Cultura) a la lista más de ruptura de la izquierda secundaria, petición que obviamente acepté.

  Pero bueno, todo quedó hasta ahí, y como mudos testigos del acto, que fue sólo en potencia, se podían ver los numerosos panfletos o volantes llevados por el viento en el patio del establecimiento.

  Recuerdo haberme retirado temprano del colegio y caminado las 4 cuadras que lo separaban de la Plaza Independencia de la ciudad de Concepción, comprobando que todo parecía “estar controlado allí”.

  Más tarde, sabríamos del bombardeo a La Moneda y de la muerte de Salvador Allende.

  De pronto, todo se oscurecía. ¿Dónde estaban las fuerzas leales al gobierno y a la Constitución?

  El Golpe de Estado se imponía en todas las ciudades.

  El dial de las radios se plagó de bandos y marchas militares.

  Cuando mi abuelo supo lo ocurrido con el presidente democrático de Chile, se colocó una señal de duelo en la solapa de su terno. Era su sentido homenaje a quien admiraba desde siempre.

  Por la tarde, disparos provenientes del centro de la urbe estremecieron el silencio de la agonía.

  A lo mejor todavía no lo percibíamos en toda su magnitud, pero en lo más íntimo de nuestro ser intuíamos que lo que estaba sucediendo en el país afectaría para siempre nuestras vidas individuales.

  A las pocas horas, fenómeno que se extendió después por días, semanas y meses, emergerían las pequeñas acciones aisladas y espontáneas, como preocuparse de la seguridad de algún compañero; seleccionar y esconder rápidamente los materiales y libros que pasaron de la noche a la mañana a convertirse en “subversivos”; reproducir y distribuir limitadamente en papel el último mensaje de Allende; dirigirse a ciertos puntos poblacionales donde supuestamente surgirían “focos de rebelión”. Y saltando en el tiempo, en octubre del 74, rayando paredes con plumones (lo único que había a mano) para rendir un sentido homenaje a Miguel, luego de conocida la triste noticia de su muerte en combate en una casa de la calle Santa Fe. Etcétera.

  El peligro no importaba.

  La resistencia había comenzado; pero la represión se tornó implacable. 
  La derrota era incontrarrestable.

  Y un poco más adelante, se evidenciarían los largos años de repliegue casi absoluto.

  Salí del país en la segunda mitad de los 70, regresando en la década siguiente.

  Lentamente, comenzaron a emerger en la superficie distintas demostraciones de descontento social, que a partir de 1983  se fueron haciendo cada vez más masivas con las protestas urbanas, hasta llegar en 1988 al triunfo del “No”.

  Y luego amanecerían los 90, con una dirigencia política que traicionó la transición y que abdicó de los ideales democratizadores que guiaron la lucha antidictatorial.

  Nada fue fácil, como queda reflejado en las numerosas víctimas que dejó la larga dictadura militar.

  Por eso es penoso observar la realidad chilena actual, en la cual existe una ficción de libertad que reproduce impunemente las formas más diversas de explotación,  exclusión y dominación.

  Nosotros no luchamos para esto.

  Y así como además repudiamos el socialismo que devino en vertical e intolerante y que, lamentablemente, costó muchas vidas inocentes en otras latitudes del globo; con la misma energía también rechazamos las caricaturas individualistas de democracia en que se han transformado la mayoría de los países del mundo, incluyendo naturalmente el nuestro.

  Ha pasado demasiado tiempo histórico, pero insuficiente en términos de una auténtica transformación social y mental de la humanidad.

  Entonces, la lucha continúa, y es política como ayer, pero también es ética y espiritual.

  Pero regresemos al período que ocupa en este instante nuestra mirada, para seguir recorriendo los avatares de una experiencia que concitó la atención de toda la comunidad internacional de la época.

  El presidente constitucional de Chile, Salvador Allende, murió prácticamente aislado en el palacio de La Moneda, acompañado apenas por un puñado de colaboradores. Un poco más de un año después, un día sábado 5 de octubre de 1974, cayó en desigual combate Miguel Enríquez, secretario general del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, acribillado luego de resistir casi solo durante varias horas.

¿Es éste acaso el hado de una “revolución” que en los momentos cruciales de acción y definición sacrifica y abandona a sus mejores hombres? Y como lo adelantamos al comenzar este capítulo, nuevamente se encuentran las historias personales que vinculan a los dos proyectos de cambio de la época, de la mano y del carisma de los dos más destacados dirigentes de la izquierda chilena: Salvador Allende y Miguel Enríquez.

  Yo sumaba dieciséis años al producirse el Golpe de Estado de 1973, y ya poseía una incipiente preparación y experiencia políticas, las que con los años se harían más intensas. Y de ese tiempo hasta aquí, me he preguntado, innumerables veces, porqué la resistencia al alzamiento militar fue increíblemente nula. Al respecto, yo tenía presente en mi memoria las historias que se contaban de un pariente que viajó a España para combatir por la República,  integrándose a las Brigadas Internacionales que reunieron a idealistas provenientes de distintos países. Resulta interesante consignar aquí una precisión sobre el mencionado período, extraída del libro “La guerra civil española”, de Antony Beevor:

  “Se suele presentar a la guerra civil española como el resultado de un choque entre la izquierda y la derecha, pero sabemos que eso es una simplificación engañosa. El conflicto tenía otros dos ejes: centralismo estatal contra independencia regional, y autoritarismo contra libertad del individuo”.

  No se trata en ningún caso de sostener que la condición de revolucionarios se mide exclusivamente por el hecho de levantar una opción militar, porque eso no es así ni en lo histórico ni en lo teórico. Sobre el particular, abundan los ejemplos. Nuestra reflexión va más bien por el lado de que el creciente enfrentamiento de clases producido en el período de la UP, caminaba inexorablemente hacia un choque de fuerzas que dirimiría la inevitable cuestión del poder también en la esfera militar, pero que de manera sorprendente -para muchos actores y analistas- en la práctica se consumó sólo en la rebelión total del sector dominante en desmedro del desarmado y entregado campo popular.
 
  ¿Qué pasó en Chile?

  ¿Cómo explicar a alguien que no vivió en la época lo que sucedió desde un poco antes del triunfo electoral de la Unidad Popular hasta el Golpe de Estado del martes 11 de septiembre de 1973?

  En este ensayo plantearemos 10 tesis o aproximaciones personales sobre el tema; algo semejante a una suerte de hermenéutica de las motivaciones emocionales e ideológicas que inspiraron a los actores sociales y políticos más protagónicos del período 1970-1973.

Tesis 1: La “revolución chilena” por etapas contaba con poderosos enemigos internos y externos y estaba en consecuencia condenada a ser desestabilizada en todos los frentes. 

  La Unidad Popular (integrada por socialistas, comunistas y radicales, entre otros) llegó al gobierno utilizando los mecanismos democráticos desprendidos de la Constitución Política de 1925. El Programa y las Primeras 40 Medidas de la coalición, que obtuvo el 36,3% de los votos en las elecciones presidenciales de 1970, era de carácter progresista avanzado y se planteaba un cambio gradual de las estructuras capitalistas del país. No obstante lo anterior, los sectores dominantes ni siquiera estaban dispuestos a tolerar reformas que consideraban un peligro para su hegemonía.

  Al respecto, conozcamos parte del discurso pronunciado por Salvador Allende luego de triunfar en la elección presidencial del 4 de septiembre de 1970:

  “Dije y debo repetirlo: si la victoria no era fácil, difícil será consolidar nuestro triunfo y construir la nueva sociedad, la nueva convivencia social, la nueva moral y la nueva patria.

  Pero yo sé que ustedes, que hicieron posible que el pueblo sea mañana gobierno, tendrán la responsabilidad histórica de realizar lo que Chile anhela para convertir a nuestra patria en un país señero en el progreso, en la justicia social, en los derechos de cada hombre, de cada mujer, de cada joven de nuestra tierra.

  Hemos triunfado para derrocar definitivamente la explotación imperialista, para terminar con los monopolios, para hacer una profunda reforma agraria, para controlar el comercio de exportación e importación, para nacionalizar, en fin, el crédito, pilares todos que harán factible el progreso de Chile, creando el capital social que impulsará nuestro desarrollo”.

Tesis 2: El imperio atacó desde el primer momento.

  A pesar de esta inalterable Vía Pacífica, la gran burguesía nacional e internacional (principalmente el gobierno de Richard Nixon)) se había propuesto a priori que debía abortarse o “reventarse” la llamada “Revolución chilena con vino tinto y empanadas”. Según se infiere claramente, véase información desclasificada del mismo país del norte, de las distintas acciones de presión, tanto comunicacionales, económicas y políticas emprendidas desde incluso antes de la elección del 4 de septiembre de 1970.

Tesis 3: La sedición fue la metodología principal usada por los opositores derechistas al cambio.
  Lo anterior quedó meridianamente demostrado con los sucesos terroristas y sediciosos que se produjeron en el período que media entre el triunfo electoral de Salvador Allende (4 de septiembre de 1970) a la asunción del mando (4 de noviembre de 1970).

  En otras palabras, los enemigos de la UP no necesitaban que ésta llegara al gobierno para empezar a conspirar en su contra; ni tampoco requerían de la excusa –como algunos lo sostuvieron en su tiempo- que se volvieron cada vez más beligerantes y golpistas por temor a la ultra izquierda.

Tesis 4: Todos los medios de presión resultaron válidos para la reacción.

  El hecho más elocuente al respecto fue el asesinato del Comandante en Jefe del Ejército, general René Schneider Chereau, en manos de un comando ultraderechista que, apoyado por la CIA, lo atacó el 23 de octubre de 1970. Pero la Unidad Popular logró sortear esta coyuntura, y con el voto favorable de la Democracia Cristiana en el Congreso, que previamente le exigió un Estatuto de Garantías Democráticas, Salvador Allende Gossens logró tomar posesión de su cargo el 4 de noviembre de 1970.

  No se olvide que al no haber alcanzado la mayoría absoluta en las elecciones de 1970, la UP necesitaba del voto de la DC para que Allende fuera ratificado como presidente por el Congreso Nacional (lo que ocurrió el 26 de octubre), evitándose así la maniobra que algunos quisieron implementar y que buscaba que el Parlamento terminara apoyando a la segunda mayoría relativa, o sea a Jorge Alessandri Rodríguez.

Tesis 5: El pacifismo sin conciencia y movilización es una ilusión.

  Es decir que a pesar que la Unidad Popular, y de acuerdo a su propio Programa, se había planteado utilizar sólo los medios institucionales y pacíficos para llevar adelante las reformas sociales que se proponía, al final (y casi como en una tragedia griega) la disputa de poder se iba a definir, lo quisieran o no los dirigentes gradualistas del momento, en el campo de la guerra declarada.
  En otras palabras, como se verificó posteriormente, el carácter pacífico del proceso no garantizaba que él no fuera puesto en jaque en términos violentos; como tampoco aseguraba que el pueblo indefenso (en su gran mayoría sin armas) escapara a la cruenta represión que se desencadenó sobre él.

Tesis 6: En una sociedad dividida en clases no se puede eludir una definición respecto del tema del poder político.

  Desde esta perspectiva, la izquierda revolucionaria estaba en lo correcto cuando en sus análisis colocaba el acento en la cuestión de la correlación de fuerzas, criticando también la ingenuidad de la visión UP al no contar con una política en el ámbito militar. Entonces, ¿qué sucedió que no se pudo articular una respuesta contundente?

Tesis 7: Sin hegemonía cultural sobre la sociedad civil no hay verdadera acumulación de fuerza transformadora.


  Cuando la DC viró a la derecha sin retorno, y sectores de las capas medias sucumbieron al miedo, restando unos su apoyo al gobierno y otros directamente engrosando las filas de la sedición, se generaron todas las condiciones sociales y políticas internas (porque el apoyo exterior ya estaba) para el golpe que vendría.

  Frente a una realidad que se tornaba cada vez más polarizada en todos los ámbitos, en el mes de julio de 1972 se difundió la posición oficial del MIR respecto de la coyuntura, que entre otras consideraciones hacía (desde la ciudad de Concepción) un urgente llamado a la formación de una Asamblea del Pueblo, el que contó con la adhesión del PS y del MAPU, pero no de los comunistas.

  Como antecedentes adicionales del contexto, señalemos que en octubre de 1972 se inicia la huelga de los camioneros, con aportes financieros de la CIA. Y apenas un mes antes, se había creado el CODE (Confederación Democrática), alianza que agrupaba a los partidos opositores a la UP (PDC, Nacional, etc.).

  Ni el desesperado recurso de los Gabinetes Cívico Militares logra calmar la generalizada situación de confrontación.

Tesis 8: El 29 de junio de 1973 se perdió la última oportunidad de levantar una opción nacional de masas que evitara la posterior hecatombe estratégica del campo popular.

  Quizá la única ocasión verdadera que se tuvo de orientar la situación favorablemente para la opción popular, fue la coyuntura que se abrió luego de que se derrotara el intento golpista del 29 de junio de 1973, conocido como “Tancazo o Tanquetazo” porque el coronel Roberto Souper levantó en armas o sublevó al Regimiento Blindado N° 2.

  A pesar de ciertas preocupantes señales de agotamiento, dudas e incertidumbre por el “qué hacer” que planteaba la crítica realidad de los meses de junio, julio y agosto de 1973, existía todavía una arraigada conciencia política y una moral alta a nivel de los frentes y movimientos más comprometidos con el proceso. Pero, para estructurar una sólida alternativa dual, de poder popular, había que sumar mayor fuerza social y convencer a la coalición gobernante del peligro que implicaba su camino titubeante de pérdida de iniciativa. No está demás recordar que en este mismo tiempo de definición, los militares comenzaron a aplicar la Ley de Control de Armas, aprobada el año 1972, y que curiosamente se hizo afectiva sólo con allanamientos a fábricas y sectores populares proclives a la izquierda.

  No cabe ninguna duda de que el golpe ya estaba en marcha, considerando como un antecedente relevante que luego de la elección parlamentaria de marzo de 1973, la oposición a Allende no logró obtener los suficientes representantes para acusar constitucionalmente al gobierno, lo que inmediatamente puso en agenda la estrategia del enfrentamiento frontal. Los militares actuaron, en consecuencia, representando los intereses de los sectores dominantes, buscando así resolver en un nuevo contexto la crisis del sistema de dominación, que se expresaba también en el propio seno de la burguesía. 

  Y ahora, sólo quedan preguntas rondando en los análisis y en los testimonios.  ¿Por qué el campo popular no optó derechamente por una Huelga General con perspectiva insurreccional?  ¿Y qué habría pasado si las fuerzas de la UP hubieran luchado y defendido masivamente a su gobierno al menos el mismo día 11? ¿Se podrían haber ganado horas decisivas si Allende hubiera aceptado el ofrecimiento de Miguel de sacarlo de La Moneda para dirigir la resistencia al golpe desde algún bario popular de Santiago? ¿Por qué no operó la Fuerza Central del MIR?

  En términos políticos, la decisión de Allende de permanecer en el palacio de gobierno no es indiferente o casual. Con ella, él remarcó simbólicamente su opción reformista e institucional, alejándose notoriamente de una línea de resistencia revolucionaria, como habría significado su desplazamiento hacia un territorio social popular.

  Si con su valerosa decisión personal, orientada al martirio individual, pensó que podría aminorar la represión posterior en contra de sus partidarios, lo cierto es que su sacrificio, encerrado en el centro de la capital, no desalentó para nada la furia que se desataría después en contra de las fuerzas de izquierda y del campo popular.  

Tesis 9: La ausencia de un contra poder autónomo, unitario y revolucionario, selló la suerte de la experiencia chilena.

  Lamentablemente, y renovando su confianza en la aparente actitud leal del mando militar demostrada en la asonada del 29 de junio, en el Ejecutivo pareció fortalecerse aún más la tesis de la efectiva constitucionalidad y prescindencia política de las FF.AA. chilenas.  Esto es lo que algunos sectores caracterizaron alarmados como “capitulación” definitiva, porque en los hechos se desalentó la movilización popular como única contención real al golpe que llegaría en pocas semanas más. Así las cosas, la derrota aplastante de la experiencia chilena fue sellada mucho antes del 11-09-73, cuando no se tuvo la claridad y la voluntad para levantar una alternativa de respuesta que no desmovilizara a las masas y que contrarrestara a la reacción desde las bases de apoyo de la propia sociedad.

  Al respecto, nos parece muy ilustrativo citar aquí algunos extractos del conocido discurso de Miguel Enríquez en el Teatro Caupolicán de Santiago, fechado el día 17 de julio del año 1973.  Palabras pronunciadas a menos de dos meses de la ofensiva final de las clases dominantes.

  “Este es un momento histórico fundamental en el que las grandes tareas son atajar al golpismo, enfrentar al emplazamiento, neutralizar a los vacilantes, empujar y profundizar una vigorosa y resuelta contraofensiva revolucionaria y popular. No hay otra alternativa para los revolucionarios. Puede haberla para los reformistas más recalcitrantes, pero para eso la historia sabrá marcarlos de acuerdo a su conducta.

  La situación ofrece dos caminos: la capitulación reformista o la contraofensiva revolucionaria…

  Toda forma de capitulación en fin de cuentas conducirá más temprano que tarde  al aplastamiento de los trabajadores a través de una dictadura reaccionaria y represiva.

  Dos tácticas se ofrecen a la clase obrera y al pueblo.

  Una que establece que no es posible profundizar la ofensiva popular pues encendería de inmediato el enfrentamiento. Que es necesario ganar tiempo.

  La otra táctica es la revolucionaria. Es la táctica que han puesto en práctica la clase obrera y el pueblo en las semanas recientes. La táctica revolucionaria consiste en reforzar y ampliar la toma de posiciones en fábricas, fundos y distribuidoras, no devolver las empresas tomadas, incorporarlas al área social bajo dirección obrera, imponiendo en la pequeña y mediana industria el control obrero, desarrollando la fuerza de los trabajadores fuera de la institucionalidad burguesa, estableciendo el PODER POPULAR en los Comandos Comunales, en los Comités de Defensa, multiplicando y extendiendo la ofensiva popular, incorporando a ella a los pobladores, campesinos y estudiantes, extendiendo la movilización a todo el país, desarrollando la alianza de los trabajadores con los soldados y suboficiales, con los oficiales antigolpistas, rescatando la base obrera y popular de la Democracia Cristiana, fortaleciendo la alianza revolucionaria de la clase obrera y el pueblo, impulsando la reagrupación de los revolucionarios y la acción común de la izquierda por la base. La tarea inmediata de esta táctica revolucionaria es profundizar y ampliar la contraofensiva popular y revolucionaria en curso y por ello proponemos la realización de un Paro Nacional por 24 horas.


  Proponemos la realización de este Paro a todas las organizaciones populares de este país, a la Central Única de Trabajadores, a los Comandos Comunales, a los Consejos Campesinos, a las federaciones campesinas y estudiantiles, a todos los trabajadores. Proponemos que este Paro notifique, de una vez por todas, a los golpistas, que la clase obrera y el pueblo aplastará todo intento golpista”.

  El recientemente citado discurso de Miguel Enríquez, que al momento de ser pronunciado fue transmitido inmediatamente por cadena nacional a todo el país, constituye un documento esencial para apreciar lo álgido de la situación política y de la lucha de clases, a muy pocas semanas del Golpe de Estado.

Tesis 10: El modelo neoliberal impuesto a la fuerza ha marcado negativamente a generaciones de chilenos y aún lo continúa haciendo.

  La llamada izquierda revolucionaria no estaba errada cuando visualizó que, en el caso nacional, el agudo enfrentamiento de clases se dirimiría irremediablemente en el terreno militar. Y también estaba en lo correcto cuando sostenía que en este cuadro el campo popular no podía confiar en la “neutralidad” de las FF.AA., como se evidenció clara y aleccionadoramente el mismo día “11”, instante en que ninguna unidad o regimiento adhirió o se mantuvo leal al gobierno constitucional y democráticamente elegido.

  En definitiva, nada detuvo a la contrarrevolución, y la UP, con su legalismo iluso, ni siquiera logró evitar la masacre de un pueblo desarmado, al que tampoco le quedó el consuelo de haber al menos defendido con más dignidad las conquistas alcanzadas. Como sí lo hicieron los españoles del Frente Popular, que a partir de 1936 no sólo tuvieron que lidiar con el alzamiento de Franco, sino también con el apoyo concreto que éste recibió de la Alemania nazi y de la Italia fascista, en una guerra civil que se extendió a los años 1937, 1938 y parte del 1939. Y en este punto recurramos otra vez al ya citado libro de Antony Beevor:

  “Los partidarios de la autogestión argumentaban que no había ningún motivo para la lucha contra el fascismo si no se avanzaba en la revolución social. Si los anarquistas habían soportado el mayor esfuerzo de la batalla de Barcelona en julio, abandonados por un gobierno que se negó a armarlos, ¿por qué razón esperaba ese gobierno que ahora le restituyeran todo lo que ellos habían conquistado. Las posturas irreconciliables dentro de la zona controlada por la República minaron fatalmente la unidad de la alianza republicana”.

  “El fracaso del golpe militar de los rebeldes, emparejado con el fracaso del Gobierno y de los sindicatos en aplastarlo, significaba que España tenía que enfrentarse a una larga y sangrienta guerra civil. La necesidad de armas para esta dilatada contienda obligó a las dos partes a buscar ayuda en el exterior. Y eso supuso dar el paso crucial en la internacionalización de la guerra civil española, ya que la victoria o la derrota iban a depender sobremanera de cómo reaccionaran las principales potencias extranjeras”. 

  Pero volviendo al caso chileno, si bien es evidente que la izquierda revolucionaria supo vislumbrar mejor que nadie las características del período, tampoco estuvo a la altura de las circunstancias y su respuesta del mismo día “11” fue –por decir lo menos- elocuentemente insuficiente, aunque no por ello menos comprometida y decidida.


¿Qué faltó o qué falló? ¿La conciencia? ¿La organización? ¿Un mando único? ¿Una política militar alternativa? ¿La dirigencia? ¿La voluntad? ¿Los análisis no daban cuenta de la realidad? ¿El apoyo internacional?
  Pueden ser tantas cosas. Pero lo cierto es que fue inesperado lo que sucedió el fatídico día “11”, porque ello no se correspondió con el estado de conciencia del momento y hasta con los significativos resultados electorales (y a pesar de todas las dificultades existentes en el plano de la economía)) obtenidos por la UP en las municipales de abril de 1971 (51%) y sobre todo en las legislativas de marzo de 1973 (43,4% de los votos). Y no se puede obviar aquí que en el mes de julio de 1971 logró hacer aprobar, por la unanimidad del Congreso, la nacionalización del cobre.

  En fin…
  Podrá sonar a fatalidad, pero es que en una coyuntura tan radicalizada de la “Guerra Fría”, y aunque pretendiera insistir –como lo hizo hasta el final- en su camino pacífico, la UP jamás lograría sobrevivir si es que no se preparaba para neutralizar a los sectores que, desde el primer día, conspiraban para derrotarla porque se sintieron afectados en su dominación económica y en la conservación de sus privilegios sociales. No se trata aquí de ser “más o menos” partidario de una salida de ruptura, sino de una mínima comprensión del proceso de cambio y de las posibilidades reales de mantenerlo en el tiempo.
  Efectivamente, la sensación es muy confusa o extraña, porque parece como si de pronto se hubiera esfumado todo lo aprendido y conquistado, y ya nada –ni nadie- pudiera detener la caída libre de la “revolución” chilena. La histórica acumulación de fuerza popular se desvaneció entre las consignas y los gritos, y las masas fragmentadas y sin conducción, quedaron a merced de la salvaje represión que se desató sobre ellas, y que quería tomarse revancha también de las luchas pasadas del mundo obrero y popular.

  El desbande fue generalizado y los más humildes los más sacrificados. En este contexto, y a diferencia de lo que hicieron muchos otros altos dirigentes de la época, sobresale el ético compromiso (aunque estratégicamente aislado) de aquellas mujeres y hombres que no buscaron su propia salvación personal y que estuvieron dispuestos a padecer y sufrir (junto a los pobres y excluidos del campo y de la ciudad) los años más duros vividos por el pueblo chileno.
  Al respecto, a pocas semanas de producido el Golpe de Estado, Miguel Enríquez entregó las siguientes precisiones a modo de balance político, en una entrevista realizada desde la clandestinidad.

  “No nos parece el momento de revivir antiguas diferencias en el seno de la izquierda, pero a la vez, nos parece necesario que los trabajadores y la izquierda obtengan todas las enseñanzas que la experiencia chilena  entrega, para nunca más incurrir en errores. Por ello preciso: en Chile no ha fracasado la izquierda, ni el socialismo, ni la revolución, ni los trabajadores. En Chile, ha finalizado trágicamente una ilusión reformista  de modificar estructuras socio-económicas y hacer revoluciones con la pasividad y el consentimiento de los afectados: las clases dominantes”.
  Y así se pasó trágicamente de un período prerrevolucionario, colmado de esperanzas y oportunidades, a otro diametralmente distinto; definido como contrarrevolucionario por su carácter opresivo y constituyente de una nueva y dictatorial dominación.

JOSÉ MIGUEL CASANUEVA WERLINGER




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Bolivarianos en New York con Comandante Chavez.
Si Fuera Venezolano Votaria por El Comandante Chavez,por el Poder Popular,por su Independencia,Autodeterminacion y por el Socialismo.
Por 
Victor Toro Ramirez





















 

 

RESUMEN LATINOAMERICANO entrevistó a las FARC en La Habana
escrito por Carlos Aznárez   
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Comandante Ricardo Téllez, del Secretariado de las FARC-EP e integrante de la delegación que participará de las negociaciones de paz. Dialogó con el director de Resumen Latinoamericano en La Habana y volvió a reiterar que las FARC están dispuestas a hablar de paz pero con justicia para todos los colombianos y colombianas. Criticó a su vez, los dichos del presidente Santos insistiendo en no declarar un cese del fuego. 
Comandante Ricardo Téllez (Rodrigo Granda):   
“Nuestros enemigos deben convencerse que no estarán dialogando con una guerrilla vencida, todo lo contrario”.
 
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A muy pocos días de las conversaciones de paz entre el gobierno colombiano y las FARC, el integrante de la dirección  de esa organización guerrillera, Comandante Ricardo Téllez (Rodrigo Granda), señaló que “el convencimiento del gobierno de Juan Manuel Santos de que no podían ganar la guerra en forma rápida los llevó a dialogar”. Téllez, al que también se lo conoce como el “Canciller de las FARC”, lleva en la insurgencia desde 1980, y mucho antes ya había pasado a la clandestinidad por su militancia en el partido Comunista de su país. Confesó que un momento muy difícil de las conversaciones exploratorias que comenzaron en 2010, se dio cuando primero fue asesinado el  comandante Jorge Briceño (Mono Jojoy), y luego lo mismo ocurrió cuando cayó en combate el máximo referente de las FARC, Alfonso Cano. “Allí nos vimos obligados a evaluar si tomábamos la decisión de seguir o pateábamos el tablero. Sin embargo, nos dimos cuenta que el objetivo era la paz, como siempre lo había definido nuestro Comandante Manuel Marulanda Vélez, y decidimos seguir intentándolo”.  Téllez, no tiene la menor duda, y así lo expresó en La Habana, que  si se dan avances en el diálogo, esta vez podrían abrirse definitivamente las puertas de la pacificación.
 
-Fue muy difícil llegar  a este momento actual? ¿Cómo fueron las primeras conversaciones exploratorias?
 
-Este camino no ha sido sencillo, porque venimos de una guerra bastante dura, de ocho años del señor Uribe y dos años de Juan Manuel Santos. Una vez que el presidente Santos asumió el mandato, envió una carta al Secretariado de las FARC, diciendo que lo que nosotros proponíamos en la agenda de la Nueva Colombia bolivariana,  podía ser discutido, pero que lo que le hacía mal al país eran las formas de lucha que nosotros utilizábamos. De todas maneras, él reconocía que en Colombia había un conflicto, que era algo que no aceptaba Uribe.
A partir de allí comenzó un intercambio epistolar, que concluyó en una reunión que se hizo en Colombia, al que le siguieron algunos encuentros en otros territorios no colombianos,  para después terminar en Cuba, en reuniones que denominamos “discretas y secretas” durante seis meses, hasta llegar al actual momento.
 
-Ustedes durante un largo tiempo, insistieron, a diferencia del ELN, que las conversaciones tenían que ser en Colombia. ¿Qué los hizo cambiar de opinión?
 
-Fíjese que desde tiempo atrás, en el gobierno de Gaviria, dialogamos en Caracas, y luego en México. Para nosotros el sitio nunca fue una cuestión de principios, sino que lo importante es tener la fundamentación y la confianza para encarar los diálogos.
 
-¿Cuánto tiempo deliberarán en Oslo?
 
-Lo de Oslo es solamente la instalación de la mesa, allá deliberaremos dos o tres días a lo sumo, y luego lo importante se discutirá en La Habana. También acordamos que también se podrán realizar reuniones en otros países (N.de R.: No se descarta que una de esas sedes pueda ser Argentina o Brasil) de acuerdo a cómo se vayan dando las discusiones.
 
-¿Cuáles son las razones que los lleva a pensar que el establishment colombiano tiene necesidad de encarar la paz precisamente en este momento?
 
-Ellos llevaron adelante con todas sus fuerzas, el Plan Colombia. La idea era exterminarnos en cuatro años, en forma física. Es decir, demostrarle al mundo que la guerrilla podía ser derrotada por esa vía militar. Esos primeros cuatro años del señor Uribe no fructificaron en lo que él pretendía. Logró otros cuatro años con su reelección, y en ese período se invirtieron más de 12.000 millones de dólares en la guerra en Colombia. Está la presencia norteamericana, hay personal israelí y del Reino Unido y de otras potencias, metidas en la guerra contra el pueblo colombiano. Ellos habían hablado del post conflicto y resulta que eso que pretendían, no se ve por ningún lado.  Tenemos una guerrilla fuerte, bien equipada, que obviamente ha sufrido algunos golpes duros pero que supo adaptarse, con mucha facilidad, a las nuevas formas que asume la guerra en Colombia.
Ese aspecto, de no poder ganar la guerra en forma rápida, llevó al convencimiento del señor Santos y a sus patrocinadores, los EEUU, de que era mejor dialogar. Nosotros somos abanderados de la paz y del diálogo. Y nos alzamos en armas precisamente porque se nos habían cerrado esos caminos. Ahora bien, el establecimiento colombiano piensa incrementar al máximo todas las políticas neoliberales, ya que tienen 52 tratados de libre comercio firmados con diferentes países del mundo, una buena cantidad de proyectos agro-industriales y mineros, más proyectos energéticos multimillonarios. No nos olvidemos que Colombia es uno de los países más ricos del continente: nosotros tenemos oro, plata, esmeraldas, a lo que hay que sumarle costas en los dos mares, y la selva amazónica. Todos estos proyectos que las trasnacionales impulsan se chocan contra una resistencia armada. A partir de allí, nuestros enemigos deducen que es mejor solucionar este conflicto por la vía dialogada. Además, en función de la crisis que vive el mundo, y especialmente Europa, temen que sus consecuencias podrían generar un caldo de cultivo, para que a partir de la experiencia que tienen las FARC, surjan otras guerrillas en el continente.
 
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-Sin embargo, Juan Manuel Santos insiste en que las FARC están contra las cuerdas, que los últimos golpes los han debilitado, y que precisamente por eso ustedes se sientan a dialogar.
 
-De ninguna manera. Uno de los principios de la guerra, es que con los derrotados nunca se dialoga. Si yo gano la guerra y someto al enemigo, para qué me voy a poner a dialogar. Eso no tiene ningún sentido.  Esas suposiciones existen en la mente de ellos mismos, pero la realidad les demuestra día a día que están equivocados. La confrontación armada hoy, y esto lo saben los altos mandos militares y lo han dicho en reuniones de Palacio, puede durar otros 20 o 30 años más. De allí es que han tenido que reflexionar sobre la necesidad de buscar otros caminos para terminar con la guerra. En función de ello, nosotros nos hemos atrevido a insinuarle al gobierno, que lo importante sería parar la mortandad que acarrea la contienda,  nuestro interés es construir la paz, pero una paz con dignidad, con justicia social, que se encaren los problemas del pueblo colombiano.
 
-¿Qué está pidiendo con urgencia la guerrilla?
 
La guerrilla no está pidiendo nada para ella, no necesitamos nada del establecimiento. A nosotros nos han movido cuestiones altruistas y que el país y el continente puedan vivir en paz.
Si estos 48 años de lucha armada permanente logran que se canalice una apertura democrática , que en Colombia se cambien las formas de hacer política y se respeten los derechos humanos y la integridad de las personas, y que nuestro país se inserte en la nueva realidad latinoamericana, y que aporte a la paz nacional y del mundo, creo que ha cumplido una misión muy importante. Hay que recordar que nosotros en un momento dado quisimos cambiar esta forma de lucha. Ahora bien, si ahora se abren las compuertas que nos cerraron en 1964 y se nos permite en pleno plan de igualdad con otras fuerzas ir a la plaza pública, estaríamos dispuestos a hacer eso, pero deben convencerse nuestros enemigos que no se va a dialogar con una guerrilla vencida. Ese fue el error de los sucesivos gobiernos colombianos, creer que cada vez que se abría la posibilidad de un diálogo, era porque la insurgencia estaba derrotada. Esa es una estupidez, y saben que en el momento actual es insostenible para ellos.
 
-No creen que pudiera haber otra manera de ver esto. Le explico: el presidente Santos enfrenta la posibilidad de una re-elección muy pronto, y él sabe que si estas conversaciones fructifican, se puede convertir en un abanderado de la paz y de esta manera revalida su idea de seguir gobernand.
 
-La paz tiene muchos amigos y es indudable que en Colombia se ha despertado un fervor extraordinario hacia ella. Se respira el fervor de un verdadero plebiscito internacional que llevará adelante estos diálogos. Tengamos en cuenta que este es el conflicto más largo del hemisferio occidental. Es indudable que quien tenga las banderas de la paz en este momento, puede aspirar no solamente a una reelección, sino a pasar a la historia como un hombre que hizo todo lo que tenía en sus manos para que su pueblo viviera mejor. Ese es un desafío que tiene el Presidente. Si él quiere hacer historia, tiene la gran oportunidad, pero el establecimiento en su conjunto tiene que estar preparado a hacer algunas de las concesiones que siempre las FARC han buscado, porque se trata de dos partes en la cual ninguna ha derrotado todavía a la otra.
 
-¿Qué diferencia hay entre estas conversaciones que van a empezar y las anteriores que se dieron en otros momentos de la confrontación?
 
-El Presidente tiene en este momento un respaldo muy grande a nivel nacional,  y un entorno latinoamericano diferente al que había en los diálogos del Caguán. A la vez, se ve que hay una apoyo mucho más grande por parte de los Estados Unidos para evitar que continúe la guerra en Colombia. No olvidemos que ellos han sido los promotores de esta guerra, y si ellos paran de echar leña al fuego, seguramente se podrá avanzar también. Otra de las situaciones que se puede ver, es que ya el señor Presidente involucra al alto mando militar, incluyendo en las conversaciones a algunos oficiales de alta categoría. Ahí hay también representantes de los gremios económicos, que saben que con un esfuerzo que se haga, y reconociendo  toda la cantidad de factores que han originado el conflicto y solucionando esas causas, se puede avanzar hacia un proceso de paz. De allí que nosotros consideramos que hay algunas variaciones que nos permiten que hagamos una experiencia mucho mayor que otras ocasiones.
En ninguno de los procesos anteriores había una real voluntad de paz por parte del gobierno colombiano. Si el señor Santos va a utilizar esa bandera para la politiquería, él deberá pagar ese costo histórico frente al país. Hoy se da una oportunidad, nosotros como FARC tenemos la voluntad política de avanzar, siempre y cuando se encare esto con seriedad,  y que se pueda ir demostrando que hay ganas de solucionar el conflicto.
En estas conversaciones de ahora, nosotros le hemos dicho al gobierno que venimos a la mesa sin arrogancia, dispuestos  a poner músculo, nervio, pensamiento, ideas, pero también somos conscientes que, tratándose de arreglar un problema tan grave, quien más tiene, más tiene que aportar.
El gobierno, el Estado, tienen mucho para darle al pueblo de Colombia. Las FARC, por nuestro lado, tenemos ideas para arrimar a la construcción de una Colombia digna, soberana y en paz, pero aquí quien tiene la plata es el gobierno…
 
-¿Cuánta influencia puede tener en este contexto el discurso que viene lanzando Alvaro Uribe, oponiéndose a estas conversaciones?
 
-Este sector es minoritario, en el momento actual, tiene alrededor de un 18 % de representación. Es un discurso exageradamente retardatario, lleno de odio, venganza y retaliación. Son fanáticos de la guerra, pero eso a nosotros no nos preocupa demasiado, porque cada día que pasa , el pueblo colombiano va tomando conciencia de quiénes han sido los promotores de esta violencia. Con Uribe están reubicándose esos sectores que son peligrosísimos.  Los Estados Unidos, al apoyar los diálogos –por lo menos eso es lo que ha dicho el Departamento de Estado-, significa que se separan un poco del señor Uribe Vélez, y quien mejor que los gringos para dar esa señal. Ellos tienen todos los expedientes de cuál ha sido el prontuario de Uribe desde que se inició en la  política colombiana. Él figura en el puesto número 82 de una lista que tiene en su poder la DEA.
 
-Volviendo al tema del cese del fuego: Si esto no se produjera, y se incrementan las acciones militares por parte del gobierno Santos, ¿no creen ustedes que  se ponen en serio peligro estas conversaciones?
 
-Siempre es peligroso dialogar bajo fuego.  Intentar hablar bajo las balas y los bombardeos, es un riesgo muy grande. Nosotros no estamos pidiendo en estos momentos un cese del fuego, sólo hemos sugerido que deberíamos evitarle más muertos al país. El gobierno respondió que no, que ellos van a seguir con los bombardeos y las operaciones militares. Entonces, es obligación de la guerrilla, defenderse.  Nosotros insistimos en que quisiéramos evitar más dolor, pero parece que el gobierno considera que así vamos a tener una ventaja militar. Si no fuera por la tragedia que representa para el pueblo colombiano, esto llamaría a  risa. Pero es indudable que al establecimiento parecen no importarle mucho la vida de sus propios soldados, y de la gente del pueblo, que toda guerra causa.  Ellos consideran que el alto el fuego debe producirse al final, y nosotros pensamos que la movilización permanente del pueblo y la misma presión internacional  pudiera ayudar a que las partes cesáramos el enfrentamiento armado, sin ventajismos de carácter estratégico para ninguna de las dos partes.
 
-Otro tema difícil es el de los tiempos. El Presidente Santos habla de que a más tardar, en junio o julio del 2013 el conflicto debería tener ya soluciones, mientras que Timochenko ha planteado que esto va a ser un proceso largo.
 
-Timochenko lo dijo, y no habría que ponerle a esto términos fatales. Solamente para llegar ahora a conformar una agenda nos demoramos dos años. Esta guerra lleva 60 años, por eso nos parece que es muy precipitado lo dicho por el Presidente, que considera que el conflicto se puede arreglar de la noche a la mañana. La vida es mucho más rica que cualquier cuestión que se proponga en la agenda. Los mejores planes, fallan. Entonces, vamos a ir mirando cada uno de los puntos de la agenda, vamos a ir construyéndola, sin pausas pero sin prisas, como dijo un ex presidente de la República. Aquí lo importante no son las carreras de cien metros, sino que se vayan llegando a acuerdos y que el país y el mundo vean, que vale la pena seguir dialogando. Nosotros no estamos dispuestos a trabajar contra reloj, no somos parte de las Olimpiadas que acaban de terminar.
 
-¿Qué significado le dan a la frase “dejación de armas”, que figura en el Acuerdo marco para empezar los diálogo?
 
-La frase tiene muchas interpretaciones. Nosotros hemos dicho que si se abren las puertas a la paz, si se hacen un montón de cambios, si se respiran nuevos aires, las armas, al fin y al cabo, son simples hierros, que en un momento dado se pueden silenciar. Lo que no se pueden ocultar son las ideas que cada combatiente tiene en la cabeza. Las armas, mientras no haya hombres dispuestos a dispararlas, por sí sola, no cumplen ningún papel. Ellas sirven para defender al pueblo, de la tiranía, para evitar la esclavitud. Esas armas han posibilitado que ahora el país vislumbre, por fin, la anhelada paz.
 
-Ustedes se alzaron en armas, para denunciar un orden injusto (así lo expresaban sus comunicados fundacionales). ¿Qué les hace pensar ahora que en esta mesa de negociaciones podrán obtener lo que se les negó en tantos años de insurgencia armada?
 
-Nosotros hemos dicho que no vamos al diálogo para que nos hagan la Revolución por contrato. No se trata de hacer la Revolución en una mesa de negociaciones. Sostenemos que aquí hay dos partes enfrentadas, con criterios de carácter antagónico. También decimos: ustedes nos obligaron a tomar las armas, buscaron por todos los medios eliminarnos y no lo han logrado. La esencia de la guerra es someter la voluntad de lucha del contrincante, y eso tampoco lo ha podido hacer ni lo va a lograr el Estado colombiano. Entonces le decimos al presidente Santos: si usted abre las compuertas y da pie a un nuevo país, las armas pueden ser silenciadas y buscar por otras vías que se cumplan nuestras reivindicaciones. En 1964 lo dijeron nuestros fundadores, nosotros queríamos la vía pacífica para la toma del poder, pero nos respondieron violentamente. Como somos revolucionarios, que de una u otra manera tenemos que cumplir nuestro papel, nos alzamos en armas hasta que haya cambios en el país.
Si los cambios comienzan a producirse, entonces nos insertamos en la política, porque las armas no van a cumplir allí ningún papel. Es tan estrecho este sistema colombiano, que da vergüenza, comparado con otros países del continente y del mundo. En otras partes no se asesina a una persona porque esté en contra de tal o cual posición del gobierno, o sencillamente por reclamar respeto a la dignidad humana, o defender la soberanía del país. En otros países no se asesina a la gente que hace una manifestación o una toma de tierras. En Colombia, pensar diferente al establecimiento ha causado en la primera etapa de la violencia, 300 mil muertos, y en esta parte que llevamos,  ya se pasa de 250 mil muertos. ¿Dónde se llevó una guerra más cruel y más bárbara contra un pueblo desarmado? ¿Qué no se ha empleado contra las FARC en este último tiempo? La más alta tecnología de punta, los drones, aviones super Tucano, los globos, toda la inteligencia militar del enemigo, los micro chips, bombas inteligentes, para quebrar la voluntad de gente que pelea para que en el país haya justicia social, libertad y una verdadera democracia.
 
-Uno de los puntos nodales del acuerdo marco que será discutido en las conversaciones es el tema de la tierra. ¿Cuáles son los planteos de las FARC para solucionar la situación de los campesinos colombianos?
 
-Nosotros hicimos un pacto de caballeros, hay unos puntos que se van a discutir en la mesa. Con el tema de la tierra y el desarrollo agrario vamos a comenzar la discusión. Por eso, por el momento no vamos a dar por micrófono lo que debe ser discutido en la mesa de diálogo. Tenemos una visión muy concreta y propuestas que hacer, además de recoger el sentir de las organizaciones agrarias, campesinas, indígenas, afro-descendientes. Igualmente tendrán que participar en las discusiones y darnos orientación, las organizaciones vinculadas a los problemas del campo, pero no solamente eso, sino que también hay que ver la cuestión de la salud, de la educación, de la vivienda, de la ecología y toda la cuestión de la tierra.
 
-Exigirán la reforma agraria?
-Colombia es el único país de América Latina donde no se ha producido jamás una Reforma agraria. El 87% de las mejores tierras del país están en manos del 4% de los poseedores. Las grandes haciendas de más de 500 hectáreas se han aumentado a costa de los pequeños campesinos. El problema del latifundio en Colombia dio origen a las primeras guerrillas. Ahora soportamos la embestida de las trasnacionales que quieren apoderarse de las tierras, con grandes proyectos mineros y agrario-industriales. Tengamos en cuenta que la tierra, en estos momentos y a nivel mundial, ha adquirido precios desorbitantes.
 
-¿Cómo puede participar la sociedad colombiana actual en las conversaciones de paz?
 
-En la mesa se acordaron algunos mecanismos. La gente que está en el país puede citar foros, asambleas, encuentros, mingas, donde puedan estar discutiendo, por ejemplo, el problema de la tierra. Igualmente se pueden hacer encuentros nacionales para que allí se aporten y se recojan todas las ideas. El problema de la tierra en Colombia ,no ha aparecido de ayer para hoy, es un problema histórico, y las organizaciones campesinas, indígenas y afro-descendientes, han venido teniendo una trayectoria de combate, lo mismo ocurre con las FARC. El 20 de julio de 1974 las FARC expidieron el programa agrario de los guerrilleros. Ahora actualizamos todo eso, y lo llevamos a la mesa  para discutirlo.
 
-Pero el gobierno Santos afirma que ya está encarando el problema de la tierra.
 
El gobierno está interesado en hacer algunos cambios a nivel de la tierra, porque tienen el interés de meter toda la cuestión del capitalismo en el campo. El problema es que necesitan integrar esas dos terceras partes de Colombia que representan al país olvidado. Allí, en ese territorio se encuentra la guerrilla  y no se registra presencia del Estado. Por lo cual todo ello tendremos que discutirlo cuando toquemos el punto del desarrollo agrario.
 
-Además, está el tema de las áreas con plantaciones de coca, y lo que significa a nivel de monocultivo.
 
-Las plantaciones de coca no sólo están en áreas de la guerrilla sino en casi todo el país. Dentro del acuerdo marco, hay un punto para discutir el tema de los monocultivos.  Fíjese que ahora, en la Cumbre de Cartagena y en la Iberoamericana que se va a hacer en España, uno de los problemas que se discute es la lucha contra el narcotráfico. En marzo de 1999, nuestro comandante Manuel Marulanda Vélez hizo un estudio sobre el Municipio de Cartagena del Chairá. Ese estudio lo presentó a la primera reunión que se hizo sobre cultivos ilícitos y defensa del medio ambiente en el Caguán. Este es un plan totalizador y tiene plena vigencia, para toda Latinoamérica,  para que se discuta en la OEA y también en la ONU. Es hora que el Departamento de Estado norteamericano vea que hay una forma diferente de atacar el tema de la producción y comercialización de narcóticos en el mundo. Para eso no se necesita solamente la cuestión represiva, ya que este es un fenómeno económico, político,  militar y social. Millonarias fortunas se mueven allí. En este momento lo que circula en el mundo por narcóticos son 670 mil millones de dólares. Todo ese torrente de billetes está irrigando la cuestión financiera de los EEUU. Para América Latina revierten 20 mil millones, y Colombia, que se dice que exporta el 80 % de la cocaína, recibe 4.500 millones de dólares. ¿Quién está haciendo el gran negocio?  Pero además de ello, la coca está ligada al tema de los precursores químicos, producidos por el primer mundo. Está ligado al tema de los armamentos. ¿Quién los fabrica? Ellos también, Occidente, el primer mundo.
Como se ve, son temas demasiado serios, y el Estado se ha dado cuenta que esa guerra, ya la perdió. Por eso, los otros países están viendo  como atacan este fenómeno, y en ese punto también las FARC tienen propuestas para encarar soluciones. Es contradictorio, pero en ese aspecto podemos ser aliados de los Estados Unidos. Y con Europa también, ya que ellos están perjudicados en su juventud, y nosotros pagando los costos de una guerra que no es la nuestra.
 
-Imaginemos que las conversaciones de paz funcionan, a base de cambios y algunas concesiones. ¿Qué se hace con las bases norteamericanas?
 
-Ese es un problema de soberanía nacional y nosotros nos hemos opuesto por principio a que haya bases militares, con tropas extranjeras en Colombia. Allí se metieron con el pretexto de la lucha contra el narcotráfico, haciendo luego la guerra contrainsurgente más devastadora. Nosotros hemos recibido las bombas. Ningún narcotraficante ha muerto por culpa de ellas, cuando supuestamente eran el objetivo de estas bases. Todo lo que hay en Colombia en función de las bases es para controlar el continente sudamericano, sino que también apuntar hacia el África. Nosotros estamos firmemente convencidos que esas bases, asesores y tropas norteamericanas , le harían un gran favor a la paz, abandonando el territorio colombiano.
 
-¿Cuánto puede influir en estas negociaciones el resultado de las elecciones norteamericanas?
 
-Con eso se especula mucho, a pesar que la política exterior norteamericana es compaginada por los dos partidos. Sugieren que el candidato republicano es mucho más duro que Obama, o que éste va a cambiar de posición, pero la realidad es que en política exterior marchan como un solo hombre. Uno quisiera, pero son deseos, que el señor Obama tuviera una diferente forma de observar América Latina. Que viera que ese bloqueo sobre Cuba es obsoleto y que él como un demócrata debería ayudar a levantar esto. O esa cárcel de Guantánamo que aún mantienen, y que debería desaparecer. Lo real es que en política exterior, los EEUU han venido apretando cada vez más el cuello a América Latina, por eso se están quedando solos en el continente.
 
-Valoran los cambios que se vienen produciendo en el continente a nivel de integración de los países?
 
-Claro, ha surgido una nueva forma de hacer diplomacia, de los países latinoamericanos. El hecho de que la OEA esté tan desprestigiada, y que organismos como la CELAC y Unasur, hayan tomado impulso y no estén allí representados ni gringos ni canadienses, significa que su política exterior hacia Latinoamérica ha fracasado. Para los pueblos ellos son un peligro, un monstruo sediento de nuestros recursos naturales.
 
-¿Se imaginan participando de alguna forma en las próximas elecciones colombianas?
 
-Ese es muy pronto para hablarlo. No hemos instalado aún la mesa de conversaciones.  Nosotros estamos las 24 horas pensando en cómo vamos a asumir el reto de tratar de llegar a un acuerdo final y comenzar la construcción de una paz para Colombia. No somos politiqueros de oficio, hay mucha gente a la que le gusta eso, nosotros tenemos otra manera de ver y entender la política. No nos seduce el sistema electorero vulgar, y menos con esa forma que se hace en Colombia, que para llegar al Parlamento, si usted no tiene mil o dos mil millones de pesos no puede llegar. Por eso, fíjese que quienes están allá, la mayoría están investigados ( o incluso presos) porque la corruptela de ese Parlamento colombiano es asombrosa. Lo mismo pasa con las gobernaciones y las alcaldías. Es que las clases gobernantes de nuestro país son todas corruptas, y han abusado de un pueblo que es bueno, sencillo y trabajador.
 
-Ustedes creen que hubiera sido mejor contar en estas mesas que se están por abrir, con la presencia del ELN?
 
-Nosotros ya hicimos una experiencia con ellos en la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar. En Tlaxcala, estuvo el ELN, el EPL y también nosotros. Desafortunadamente, eso no prosperó. Con el ELN veníamos teniendo algunas fricciones hace un tiempo atrás, esto por lo menos ya se paró, y estamos en un proceso de unidad bastante avanzada. Nosotros comenzamos este proceso con el gobierno de forma separada, pero de todas formas siempre dijimos que las puertas están abiertas para sumarse, pero el ELN es una organización soberana, y ellos pueden hacer su propia experiencia. Si en un futuro podemos coincidir, sería muy interesante compartir una mesa con ellos.
 
-¿Qué ha pasado con la idea que ustedes manifestaron, de que se incorpore a la mesa, Simón Trinidad?
 
-Ese es un punto que nosotros llevamos a la mesa de diálogo. Ya hay experiencias, Mandela estaba en la cárcel 7 años, y desde allí logró incidir mucho para derrotar el Apartheid. Simón está condenado por cosas de las que lo acusan, pero todo el mundo sabe que se trata de un montaje y una venganza por el solo hecho de pertenecer a las FARC. Nosotros consideramos que él debe estar en la mesa y vamos a pelear por ello. Sugerimos que los EEUU, para remediar en parte tanto mal causado, deben facilitar las cosas, y esta sería una forma de hacerlo, permitiendo su presencia en las negociaciones.
 
-Cuando se encaran este tipo de negociaciones, siempre aparecen  palabras claves como “reconciliación”, “reparación”, “comisión de la verdad”.  ¿Qué opinan de ello de cara al proceso que van a comenzar?
 
-Nosotros creemos que en Colombia puede haber un gobierno de reconstrucción y reconciliación nacional. Eso puede llegar en un momento dado, sin embargo no nos dejamos llevar por la palabrería vana ni tampoco necesitamos salir a copiar de otras partes. Aquí ha habido una guerra, si el gobierno tiene la disposición política de arreglarla, y nosotros la tenemos, incluso podemos crear nuevos conceptos en muchas cosas. Cada conflicto tiene sus particularidades, y el de Colombia ha sido extremadamente específico. Todos estos temas que usted plantea se irán tratando en la mesa de diálogo en su debido momento.
 
-En los últimos años, varios de sus compañeros del Secretariado han resultado muertos en combate,  producto de la ofensiva del Ejército. ¿Cómo han repercutido estas muertes en vuestra lucha?
 
-Los compañeros caídos en combate están presentes en cada actividad de los hombres y mujeres de las FARC. En cada uno de nuestros campamentos se tienen sus retratos, sino que todas las noches se les evoca en las obras culturales. Fueron nuestros guías, nuestros maestros, son hombres únicos que ofrendaron todo por la paz en Colombia. Hombres indoblegables que han trascendido más allá de lo que ahora vemos, y que con el tiempo su imagen crecerá inmensamente. Son verdaderos héroes de la Patria. En algún momento habrá que darles el reconocimiento que se merecen. En muchos países del mundo ha pasado así, a la gente se le persigue, se le encarcela, se le denigra, y después, cuando las situaciones cambian, resulta que eran los hombres que portaban la verdad histórica, que ofrecieron todo su esfuerzo para cambiar la realidad de humillaciones que vivía nuestro país.
 
-¿Cómo cree que recibirán las mujeres de Colombia estas conversaciones de paz, esas mujeres que son madres, que son hijas de guerrilleros como ustedes, o esas otras mujeres de la sociedad colombiana que han sufrido la violencia en todos estos años?
 
-Las mujeres y todo el pueblo, han recibido esta noticia con mucho alborozo. La primera encuesta muestra que el 80% del pueblo colombiano está por la paz. Cuando en febrero nos reunimos por primera vez con el gobierno, estos prácticamente decían que el país quería una guerra , que nos detestaban, y nosotros les decíamos, no señores, la paz es la que predomina en Colombia y ustedes tienen una distorsión total de las cosas. Ahora nos han tenido que dar la razón, y si las cosas funcionan esto va a ir creciendo, y nuevos actores vendrán a integrarse, no solamente en la sociedad colombiana sino también del exterior.  Usted ve que el Papa ha apoyado los diálogos de paz, igual que Naciones Unidas o la Unión Europea, la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, y la de Brasil.  Ojalá que quienes tenemos la responsabilidad de sacar este proceso adelante, podamos cumplir la misión que se nos ha dado.
 
-¿Siguen teniendo el socialismo como meta?
 
-Claro, ese es el único sistema que puede salvar al planeta Tierra. Nosotros hemos peleado por el socialismo con las armas en la mano porque no nos han dejado otra opción. Vamos, indefectiblemente, por la toma del poder para el pueblo. Eso no lo hemos escondido jamás. O se nos permitía hacer política para exponer nuestros ideales y alcanzar nuestros objetivos por la vía legal, o nos cerraban el camino violentamente como hicieron todo este tiempo. No negamos nuestras condición de socialistas. Las revoluciones las hacen los pueblos y nosotros somos parte de ese pueblo. Podemos tratar de organizar militarmente a nuestro pueblo, pero también lo podemos organizar políticamente. En el momento en que se respete la vida de esas personas que organizamos políticamente. Lo que no podemos repetir es la historia de la Unión Patriótica, el genocidio más grande de América Latina, con 5 mil muertos, cuando tratábamos de abrir un espacio político. Fue un costo extremadamente alto para un país como Colombia.

Pensamiento :: 30.09.12 
x Michael Löwy 
Es evidente que el propio movimiento obrero, en particular en los países capitalistas avanzados, está contaminado de la actitud colonial
Madrid :: 29.09.12
x La Haine / Agencias
 
Actualización 01:15 Los represores han entrado en algunos bares de Lavapiés agrediendo y sacando a gente

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COLECTIVO PODER POPULAR

Organización territorial de base

El Paro Patronal de Octubre y la irrupción del Poder Popular: Cordones Industriales y Comandos Comunales

On septiembre 30, 2012 by conce
El Paro Patronal de octubre, se comienza a gestar en un paro regional de transportes en la provincia de Aysén, debido al rechazo por parte de los dueños de camiones al proyecto del Gobierno de crear una empresa estatal de transportes en la zona. El día 11 de octubre, el movimiento huelguístico de los camioneros asumió carácter de huelga nacional del transporte, liderada por la Federaciónde Dueños de Camiones de Chile[1]. Entre el 12 y 16 de octubre, el conflicto de generalizó, adhiriendo las organizaciones patronales de la producción y comercio[2], luego se sumarán los Colegios de Profesionales[3] y las organizaciones estudiantiles controladas por la oposición. Todos estos sectores, gremios y partidos de la oposición van a confluir en la llamada  Confederación Democrática (CODE). Las formas de organización y coordinación creadas, superaban el particularismo y cooperativismo de los sectores gremiales y profesionales en el proceso de rebeldía en contra del gobierno[4].
 De esta forma, el 19 de octubre los gremios en conflicto se articulan organizativamente, creando el Comando Nacional de Defensa Gremial, el cual el 25 del mismo mes va a sacar una plataforma reivindicativa denominadaEl Pliego de Chile, documento considerado como base para el dialogo con el Gobierno.
 El paro patronal de octubre, se desarrolla en un contexto de multiplicación de las acciones terroristas por parte de grupos de extrema derecha, como Patria y Libertad. Además los organismos de coordinación gremial y profesional, en conjunto con la CODE, llevaron a cabo múltiples acciones de carácter directo como bloqueo de carreteras, acciones de sabotaje, barricadas, disturbios en concentraciones públicos y ocupaciones de sedes universitarias. No esta demás decir, que toda esta pruebas de fuerza a escala nacional, es directamente apoyada por el Gobierno de los Estados Unidos[5], a través dela CIA, coordinada con empresas multinacionales comola ITT y Kenecott, además de financiar el diario representante de la oligarquía El Mercurio para crear un ambiente de caos, incluso los gremios de camiones recibieron dólares diarios para mantener la huelga.
             La respuesta del movimiento popular, va a ser de dos formas, por una parte la del Gobierno dela UP impulsando medidas de requisición de algunas fábricas y de camiones que se encontraban boicoteando la producción y el abastecimiento, como también en el ámbito institucional se instauro un gobierno cívico-militar, que de alguna manera sirviera de arbitro entre los sectores reaccionarios de la burguesía y el movimiento popular de base mas radicalizado, que ya se encontraba de cierta forma asumiendo las tareas de un enfrentamiento de clases, esperando también la situación pre-revolucionaria que daría las condiciones para la toma definitiva del poder.
             Por otro lado, el movimiento popular, tanto en el campo y la ciudad, va a ser el verdadero protagonista de la llamada Crisis de Octubre, ya que en respuesta a la agresión de los patrones, dueños de camiones, fundos y fábricas, el movimiento popular chileno como nunca en su historia, supo responder a la tarea histórica de echar a andar los engranajes de la producción, con las tomas de fábricas y masificación de los Cordones Industriales, se socializó la distribución de la producción a través de la multiplicación por cientos de las Juntas de Abastecimiento y Precios, se consolidó en la base una alianza social popular, capaz de integrar a todos los sectores en lucha de un territorio local, como lo fueron los Comandos Comunales que se masificaron profundamente, uniendo en la práctica a estudiantes, campesinos, trabajadores, pobladores, dueñas de casa, etc.. Asumiendo en la cotidianidad las tareas de poder necesarias para alcanzar mayor nivel de democratización, participación y organización de las bases, masificando aquellas instancias prefigurativas de la nueva sociedad.
  Son estas prácticas a las que se les denomina Poder Popular, y es en este mes de octubre que estas organizaciones van a tomar un rol fundamental del proceso dela Vía chilena al Socialismo, ya que pasaran de la teoría (de la cual se venía ya hablando mucho antes de octubre, pero sobre todo después de la llamada “Asamblea del Pueblo de Concepción”), a la práctica real, asumiéndose ya no sólo como organizaciones  de apoyo al gobierno, si no que como una estrategia real de salida al proceso reformista por arriba, impulsando el proceso revolucionario por abajo o desde las bases.
  A) Desarrollo de los Cordones Industriales con la Crisis de Octubre.
 Los Cordones Industriales surgen directamente de las necesidades del combate de las masas contra el sabotaje burgués, contra las huelgas patronales, por la defensa y extensión de las nacionalizaciones. Es la evolución misma de la lucha de clases la que hace surgir a través de la actividad de los sectores más avanzados del movimiento obrero a organismos de movilización y lucha contra la burguesía, de agrupamiento territorial, quebrando las diferencias profesionales entre los diversos sectores del proletariado.
 Pero estos Cordones Industriales no surgieron en octubre, si no que tienen su antecedente en junio de 1972, naciendo de las movilizaciones realizadas por los trabajadores de la comuna de Maipú[6]. Denominándose embrionariamente “Comando de Coordinación de Lucha de los Trabajadores del Cordón Industrial Cerrillos-Maipú”[7], siendo este Cordón Cerrillos un ente de solidaridad de los trabajadores de la comuna de Maipú con los trabajadores de las industrias en conflicto.
 Entre los más importantes cordones creados en Santiago en ese mes, tenemos el Cordón San Joaquín, el Cordón Vicuña Mackena y el Cordón Estación Central.
 En voz de uno de los dirigentes del Cordón V. Mackena, Mario Olivares de Muebles Easton, el Cordón Vicuña Mackena surge como una necesidad y expresión de los trabajadores, yo diría que fundamentalmente a partir de la crisis de octubre. Surge como la necesidad de expresarse de los sectores revolucionarios del movimiento del sector Vicuña Mackena. Y en la medida que la CUT no daba la respuesta a los problemas apremiantes que afectaban a la clase trabajadora, surge de los sectores revolucionarios del movimiento obrero, fundamentalmente del MIR y sectores del PS, una organización distinta a lo que estaba dentro de la CUT, que en esa época era de carácter “reformista”[8].
 Este Cordón agrupaba alrededor de cuarenta sindicatos, que se organizan en un primer momento para apoyar las huelgas desarrolladas por los trabajadores de Elecmetal y Licores Mitjans. Terminando por configurar la coordinación entre varias industrias como: Textil Progreso, Fabrilana, Lucchetti, IRT, Rolitex, Muebles Easton, Textil Monarch, entre otras. Todas estas industrias aspiraban dentro de sus reivindicaciones centrales el traspaso al Área Social.
 El Cordón Estación Central también nace en octubre, en donde los grupos afines a la UP y el MIR se coordinaron en un principio para ver la capacitación profesional de los trabajadores, luego esta avanzó hacia crear un pliego de peticiones en conjunto, finalmente se le dio vida al cordón vinculándose con las JAP, comités de producción y los CUP que habían dentro de las industrias, el fuerte del cordón fue preparar gente que podía hacerse cargo de la industria en el área social (…) en ese tiempo, todo el problema interior de la UP se discutía en general, en forma global, donde iba la UP, se criticaba al gobierno que iba muy despacio que este proceso seria más revolucionario[9].
 En regiones también se constituirán los cordones, en el centro industrial de la Regióndel Bio-Bio, se desarrollaran varios cordones. Para entender mejor la conformación industrial del Gran Concepción, Héctor Sandoval militante FTR explica: en Huachipato habían varios sectores pero los más importantes eran dos: el complejo siderúrgico-petroquímico que agrupaba las industrias derivadas del petróleo, las refinerías de ENAP, la planta de etileno que está al lado de la refinería, la petroquímica Rauk un poco más allá de la ENAP, la petroquímica chilena que esta a la entrada de la petroquímica Rauk, (…) después está el complejo sidero-metalúrgico, el sector petroquímico, una industria que producía Clorinda, jabones, escobas plásticas y derivados de plástico, también había una industria de gas licuado, todos esos derivados del petróleo y la química estaba en ese sector.
 Después esta el sector de las industrias sidero-metalúrgicas, encabezadas por Huachipato, Huachipato… y INCHALAM, que trabaja los derivados de Huachipato, entonces estaba Huachipato, estaba INCHALAM, estaban las constructoras…las más grandes industrias de montaje y construcción de Chile estaban en ese sector. (…) después esta el sector pesquero, los sectores de la pesca industrial, embasadoras, plantas fabricadoras de harina de pescado que están para San Vicente[10]
 Como se puede apreciar existía un gran polo industrial y consigo una gran masa trabajadora que se había instalado a los alrededores de las industrias en tomas de terreno, como lo eran los campamentos Lenin, Esfuerzo Unido y San Miguel[11]Con la huelga de Octubre, se organizaron piquetes para abrir las tiendas, tal iniciativa tomada por el PS, y en especial por Merino, el secretario regional. Los sindicatos toman la iniciativa en la distribución. Se abren entre mil y mil quinientas tiendas. La Maestranza Cerrillos, Cemento Bio-Bío y SIGDO-KOPFERS llamaron a la constitución del “Cordón” y la Maestranza, incluso con la presencia de militantes de base del PC, contra las instrucciones de su partido. Se eligió L. Astete (PS) presidente. Otras coordinaciones aparecieron en Penco, Tomé, Talcahuano y Chiguayante[12].
             Este cordón existió en la práctica varios meses antes de su constitución, el denominado Cordón San Vicente Talcahuano en conjunto con el Cordón Centro, se creará como tal el día 27 de julio de 1973,La CUT provincial, conjuntamente con la departamental Talcahuano, a través de sus consejeros, pusieron en marcha la formación del Cordón Centro y de Servicios de Talcahuano. Se adoptó la medida acudiendo al llamado del Consejo Nacional de la Central Única de trabajadores. Este Cordón comprende todas las empresas, fábricas poblaciones, servicios, juntas vecinales, organizaciones de masas y sindicatos de la zona. La constitución de este Cordón constituye un paso adelante en la centralización, organización y movilización de los trabajadores, para impedir nuevos atentados antipopulares y sediciosos[13]
 Como decíamos, sin duda los Cordones Industriales que alcanzaron mayor desarrollo y protagonismo, fueron el Cordón Cerrillos-Maipú y el Vicuña Mackena. Pero  además existieron decenas más, algunos de ellos sólo de carácter embrionario o que representaban una instancia de coordinación sólo a nivel cupular, en Santiago encontramos el Cordón O’higgins, Macul, San Joaquín, Recoleta, Mapocho-Cordillera, Santa Rosa-Gran Avenida, Panamericana Norte y Santiago Centro. De igual manera en Arica se desarrollaron en torno a la industria electrónica, también en Antofagasta, Osorno y Valparaíso y Talca.[14].
 La formación de los Cordones Industriales fue un proceso de acumulación de fuerzas, de lucha ideológica en las asambleas de base para darle dirección al movimiento obrero hacia su recuperación de autonomía, dependiente de la correlación de fuerzas existentes al interior de la izquierda y aún de los alineamientos de las tendencias más revolucionarias o “rupturistas” al interior de la UP, en particular el PS, que fomentaba el desarrollo del Poder Popular, eran especialmente dirigentes sindicales y militantes del PS y el MIR quienes participaban y bajaban la información a su fábrica, donde a menudo encontraban el rechazo de los dirigentes sindicales comunistas[15]. Las contradicciones tanto fuera como dentro dela UP (MIR) a nivel nacional, local y sectorial se proyectaban en los Cordones y en otras organizaciones de Poder Popular, como los Comandos Comunales, Jap`s y Consejos Comunales Campesinos.
 En cuanto a la forma de funcionamiento interno de los Cordones Industriales Hugo Cancino nos presenta una especie de evolución en la forma de funcionar.
 En el transcurso del primer semestre de 1973, los Cordones Industriales comenzaron a adoptar un modelo orgánico común, el que con variantes locales, se generaba a través de las siguientes fases: a) La Asamblea de Trabajadores de cada industria o empresa comprendida en el radio geográfico del Cordón Industrial respectivo, elegía entre 2 o 3 representantes al Consejo del Cordón. B) Los delegados de cada fábrica se constituían en el Consejo de Delegados del Cordón Industrial. C) el Consejo de Delegados procedía a elegir entre sus miembros la directiva del Cordón Industrial. Esta constaba por lo general, de un presidente y una serie de encargados de las secretarias de organización, de agitación y propaganda, de defensa, de cultura y prensa[16].
 La relación de los Cordones y la CUT, en un principio no fue muy buena, presentando roces y competencia entre ambas organizaciones. Los dirigentes de la CUT, que en su mayoría lo constituía el PC, el PS y la DC, veían en los cordones las aspiraciones de los sectores más radicalizados del movimiento obrero, principalmente desconfiaban del MIR, acusándolo incluso de maniobras contrarrevolucionarias.
 La CUT por su parte, había perdido de a poco su autonomía con respecto a los partidos, como lo era en un comienzo con Clotario Blest a la cabeza, esto hacía desconfiar de su carácter clasista por el que había nacido. Durante el Gobierno de la UPla CUT se va a transformar en una trinchera de las cúpulas partidistas y de la burocracia sindical. Para los sectores más radicalizados de la clase trabajadora, la CUTy sus dirigentes aparecían como una instancia demasiado alejada de sus luchas cotidianas, incluso la CUTreacciona tarde al Paro de Octubre, votando una resolución que llama a reforzar la unidad y crear los Comités Coordinadores, pero esta fue hecha el 21 de octubre[17] cuando ya existían como tal varios Cordones Industriales, específicamente en Santiago. Según Cancino, se asociaba a la CUT a trajines ministeriales y burocráticos, pero no se le experimentaba en la base. El Subsecretario General de la CUT, Jorge Godoy, militante comunista, atribuyó en diciembre de1972, la crisis de representación de la CUT a factores de orden organizativo, por cuanto la estructura de la CUT, se ajustaba a las subdivisiones administrativas del país y no respondía a la realidad geográfico-espacial de los Cordones Industriales que traspasaban las divisiones comunales y departamentales[18]La CUT y el PC, no se oponían directamente al funcionamiento de los cordones, pero planteaban la idea de que estos se integraran como estructura ala CUT, ya que para ellos esta era la organización realmente representativa de la clase obrera según ellos, ya que estas organizaciones de Poder Popular podían ser elementos divisionistas en el seno del movimiento obrero.
 El PC mantuvo firme hasta el golpe de estado, su lógica de desconfianza hacia los movimientos populares de base que sobrepasaban su control directo y trató siempre de incluir a las organizaciones de Poder Popular a la CUT o de apoyo irrestricto al gobierno. En definitiva, para el PC el peligro de los Cordones sería llevar al movimiento sindical a la formación de organismos paralelos que debilitaban a la CUT[19].
 Si bien, existe concordancia en que los Cordones Industriales se generan al margen dela CUT y de la dirección política dela Unidad Popular, existe el mito de que estos fueron impulsados principalmente por el FTR, frente sindical del MIR. Contrariamente era el PS el principal gestor y conductor de los Cordones Industriales, gracias a su inserción histórica en el movimiento obrero y a su estrategia del Frente de Trabajadores. Al analizar la posición del MIR con respecto a los Cordones, se puede inferir que estos no estaban totalmente de acuerdo en cuanto a la función de los Cordones, ya que las verdaderas organizaciones de Poder Popular que venían levantando como estrategia eran los Comandos Comunales, puesto que estos agrupaban a todos los sectores en lucha de un territorio determinando, uniendo así a los Cordones Industriales con las juntas de vecinos, JAP´s, Campesinos, Pobladores y estudiantes, en una sola organización capaz de asumir tareas de poder, que constituirían las formas que tomaría la nueva sociedad, disputándole en todos los sentidos el poder al Estado. Además de esto, para el MIR, teniendo en cuanta que era una organización relativamente joven, no tenia una participación importante dentro del movimiento sindical, siendo su fuerte el movimiento de pobladores, el campesinado y los estudiantes.

 B) Desarrollo de los Comandos Comunales con la Crisis de Octubre.
 Luego de la crisis de octubre, como vimos, no solamente los Cordones Industriales se van a masificar, también van a tomar forma otras instancias de Poder Popular los llamados Comandos Comunales, estos tenían su antecedente en los Comités Coordinadores Comunales que se habían desarrollado en el periodo entre la Asambleadel Pueblo en Concepción y el paro patronal de octubre. Desde que se comenzó a dar la primera ofensiva de la burguesía en agosto de 1972, siguiendo la de primeros días de septiembre, el MIR a través de su órgano de propaganda, el periódico El Rebelde, señalaba a los Comités Coordinadores Comunales, como la principal tarea de poder que debían llevar a cabo los trabajadores. Los Comités Coordinadores Comunales se organizan convocando a los sindicatos industriales y campesinos, juntas de vecinos y jefaturas de campamentos de pobladores, a los asentamientos campesinos, a los profesionales y asociaciones de empleados, a los centros de alumnos y federaciones estudiantiles, a los partidos políticos de izquierda, a todos los trabajadores organizados para que en cada comuna, sector o localidad se unan para luchar en conjunto, reuniéndose en Comité Coordinador[20]Además se llamaba a luchar por que la organización de los trabajadores ejerciera el poder en la comuna, desplazando a los políticos de derecha, a los patrones y a los burócratas. Sin embargo, este esfuerzo, que por algunos meses fue solitario, en orden a señalar la importancia y necesidad de la tarea, así como de impulsarla prácticamente, había calado hondo en la conciencia de los trabajadores. La demostración la daría la respuesta espontánea de las masas frente al paro patronal de octubre[21].
 Los Comandos Comunales de Trabajadores, va a ser una forma original de organización de un territorio local, instrumento de coordinación orientación y dirección de las luchas inmediatas de los distintos sectores de la comuna. El comando Comunal de Trabajadores aspira a convertirse en un órgano de poder local[22]Según Eduardo Santa Cruz, teorizador del Poder Popular y los Comandos Comunales, dice que estos son el poder mas democrático que se ha generado en la historia de nuestro país, ya que están basados en la democracia directa de las masas, en el auto-gobierno de los trabajadores, en que los dirigentes están constantemente sujetos al poder de control y de revocación de las bases. Es este mismo personaje, el que va a crear una esquematización de cómo debiera ser y funcionar un Comando Comunal:
 Organigrama Del Comando Comunal de Trabajadores[23]
  
Como habíamos dicho, el Comando Comunal de Trabajadores no es un órgano de democracia delegada en que otros resuelven por los trabajadores, al contrario es un órgano de democracia directa de las masas. Este debe asegurar el funcionamiento permanente y sistemático de las Asambleas de Base en los frentes, del Consejo de Delegados, dela AsambleaPopulardela Comunay del Congreso Comunal.
 Las instancias más altas del Comando Comunal como el Comité Directivo, los Comités de Defensa, Abastecimientos, Salud, etc. No sustituyen a las masas ni actúan sin consultarlas.
 El Comando Comunal de Trabajadores tiene como célula básica ala Asamblea de base por frente. Este es un organismo resolutivo, el cual debe tratar los diferentes temas que discuta y resuelva el Comando, a través del Consejo de Delegados u otros organismos resolutivos. Las asambleas de base por frente deben funcionar en los sindicatos obreros (industriales, agrícolas, construcción, minería, etc.), de empleados; en los organismos de pobladores (JJVV, JAP, Campamentos, Almacenes Populares, Centros de Madres); en las organizaciones estudiantiles (federaciones, y Centros de Alumnos); en las organizaciones de la pequeña burguesía propietaria y el campesinado (federaciones de asentamientos, sociedades o asociaciones de artesanos, campesinos, pequeños propietarios).
 En cuanto a su funcionamiento,la Asamblea de base elige a sus delegados al Consejo de Delegados, los cuales están sujetos al control y revocación dela Asamblea. Además pueden existir otros órganos resolutivos como la Asamblea Comunal o el Congreso Comunal, como se aprecia en el organigrama.
 Los delegados por las asambleas de base constituyen el Consejo de Delegados que combina poderes legislativos y ejecutivos, pero siempre tomando en cuenta los mandatos de las Asambleas de base, de esta forma existe una subordinación de la minoría a la mayoría. De lo que se trata es que el pueblo a través del Comando Comunal de Trabajadores sea su propio legislador, ejerciéndolo a nivel comunal para ir desarrollando una nueva legalidad e institucionalidad.
 El Consejo de Delegados designa un Comité Directivo, que ejerce las tareas de organización y ejecución de los acuerdos del Consejo. Los miembros del Consejo de Delegados se agrupan en diversos Comités de Trabajo, que son necesarios para el funcionamiento del Comando: Comités de Defensa, Salud, Educación, Control y Dirección Obrera, Transporte, Abastecimiento, Justicia, Propaganda, etc. Cada uno de estos debe asumir el control de las tareas respectivas y desarrollan las instituciones y mecanismos necesarios.
 El Consejo de Delegados elegirá una Presidente del Consejo que será el representante oficial del Comando y a la vez, presidente del Comité Directivo. Este está integrado por el Presidente del Consejo de Delegados y por los encargados de cada Comité de Trabajo, cuyos miembros serán designados por en Consejo de Delegados.
 Se trata en definitiva, que los Comandos Comunales de Trabajadores, sean una institución política de la clase obrera y el pueblo de carácter territorial, específicamente de la comuna. A partir de los Comandos Comunales, se deben crear Comandos que abarquen un ámbito territorial, funciones y tareas de poder y gobierno más amplias. Tal es el objetivo de lograr de la formación de los Comandos Provinciales de Trabajadores.
 Esta forma de ver los Comandos Comunales fue la que propuso el MIR principalmente. El PS por su parte y el Presidente Allende, veían en el Poder Popular que se configuraba en los Comandos Comunales, permitía articular en la base, la alianza de la clase trabajadora organizada, con diversas organizaciones comunitarias, que comprendían a heterogéneas capas sociales, asociaciones y grupos culturales. El  Poder Popular  en su forma de Comando Comunal configuraría la concreción del bloque social que la vía político-institucional al socialismo requería para su éxito[24].
 Si bien los Comandos Comunales de Trabajadores eran organizaciones populares que debían involucrar a vastos sectores de la sociedad lo que significo un profundo desarrollo de la democracia desde la base. Luego del paro patronal de octubre, funcionaron alrededor de 20 Comandos Comunales en Santiago, llegando a ser alrededor de 100 anivel nacional, con distintos niveles de organización y apoyo de organizaciones de base. Los datos  de las organizaciones populares que participaron en estos son muy difíciles de precisar. Del mismo modo las informaciones son difusas y escasas acerca de los Comandos Comunales que existieron y funcionaron en grandes ciudades como Valparaíso y Concepción y en ciudades pequeñas del norte y sur de Chile[25].
 El surgimiento de los Comandos Comunales, surgieron en un primer momento para enfrentar y resolver las tareas de abastecimiento, distribución y de apoyo al gobierno. Otros se forman por decisión política del MIR, del PS o de otros grupos de la UPy algunos nacieron tras movilizaciones locales para solucionar problemas atingentes a la comuna[26].
 Entre los meses de enero y junio de 1973, se tendió a fortalecer los Cordones Industriales en desmedro de los Comandos Comunales.
 El MIR trató incansablemente de potenciar y masificar los Comandos Comunales de Trabajadores, identificándolos como los verdaderos órganos de poder del pueblo, núcleo esencial de donde debería salir el nuevo poder, no así los Cordones Industriales, ya que estos representaban solo a una parte de los sectores populares, como lo era el proletariado industrial. Hugo Cancino, identifica varias vertientes que desnudan la posición del MIR.
 En primer lugar identifica que la escasa influencia del MIR/FTR en el mundo obrero, se vio claramente demostrado en las elecciones de la CUTdel año 1972, ya que los candidatos del FTR solo lograron un 1,8% de los sufragios emitidos en votación directa, por ello el MIR no llamaba a constituir los Cordones Industriales, ya que esto sería tratar de disputarle la conducción que tenía el PS en estos organismos, el cual si tenía una gran representatividad dentro del movimiento obrero y la CUT. En segundo lugar, el control cupular ejercido por el MIR sobre fragmentos del movimiento de pobladores, estudiantes y campesinos, a través de sus frentes, como el FTR (Frente de Trabajadores Revolucionarios), MCR (Movimiento Campesino Revolucionario), MPR(Movimiento de Pobladores Revolucionarios) , FER (Frentes de Estudiantes Revolucionarios), le permitían esbozar coyunturalmente Comandos Comunales, la mayoría de precaria base social de apoyo. A pesar de la devoción y disciplina de los activistas del MIR en los distintos sectores del movimiento popular, éstos no pudieron ampliar la reducida convocatoria social del MIR. Ello no le permitió a esta organización plasmar en la práctica en la base social a los Consejos Comunales, ni tampoco generalizar los Comandos Comunales[27].
 Estos elementos fueron los que no permitieron un desarrollo masivo de los Comandos Comunales, lo que no quiere decir, que los que se desarrollaron no hayan alcanzado un alto nivel de organización de varios sectores con un gran nivel de combatividad, y en donde se podían encontrar los trabajadores más conscientes de la clase obrera.
Concepción, Octubre 2012.
poderpop...@gmail.com
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[1] Ver: Gaudichaud, Franck: “Poder Popular y Cordones Industriales”. Óp. Cit. Cronología dela Unidad Popular y del Poder Popular entre las páginas 73 y 87.
[2] SNA, SOFOFA, Cámara chilena dela Construcción, Cámara Nacional de Comercio, etc.
[3] Colegio de Médicos, Colegio de Abogados, etc.
[4] Cancino, Hugo: Óp. Cit., p 293
[5] Ver: Senado de los Estados Unidos (Informe Church), “Acción encubierta en Chile 1963-1973: Informe de la comisión designada para estudiar las operaciones gubernamentales concernientes a actividades de inteligencia”, Washington, 18 de diciembre de 1975 en:
http://www.derechos.org/nizkor/chile/doc/encubierta.html
[6] Ver más arriba.
[7] Pasando luego a denominarse simplemente Cordón Cerrillos.
[8] Conversaciones con Mario Olivares, Santiago 1995, en: Silva, Miguel: Óp. Cit.
[9] Conversación con Ibador Castro, en: Silva, Miguel: “Los Cordones Industriales y el Socialismo desde Abajo”. Imprenta Lizor, Santiago 1998, p 221.
[10] Salinas, Juan José: Óp Cit., p. 160.
[11] Para profundizar en la experiencia del movimiento poblacional del Gran Concepción ver: Cabrera, Cesar: “Una Aproximación Histórica al estudio de los pobladores en Concepción”, Tesis para Optar al Titulo de Profesor de Estado en Historia y Geografía, Universidad de Concepción, Concepción, 1995.
[12] Silva, Miguel: “Los Cordones Industriales y el Socialismo desde Abajo”. Imprenta Lizor, Santiago 1998 P 228.
[13] Diario Color, 28 julio de 1973, p 16.
[14] Ver: Gaudichaud, Franck: “Poder Popular y Cordones Industriales. Testimonios sobre el movimiento popular urbano 1970-1973”, LOM Ediciones, Santiago, 2004.
[15] Ibídem, p. 36.
[16] Cancino, Hugo: Óp. Cit., p. 336.
[17] Revista Chile Hoy, Santiago 27 de octubre de 1972.
[18] Cancino, Hugo: Óp. Cit.,  p. 339.
[19] Gaudichaud, Franck: “Construyendo Poder Popular. El Movimiento Sindical,la CUT y las luchas obreras en el periodo dela Unidad Popular”. En: “Cuando Hicimos Historia” LOM Ediciones, Santiago, 2005, p 95.
[20] El Rebelde, Nº47,  12 de septiembre de 1973, p 7.
[21] Punto Final, Suplemento de la edición Nº 189, “Comandos Comunales: Órganos de Poder del Pueblo”, martes 31 de julio de 1973, Santiago. P 2.
[22] Punto Final, Suplemento dela Edición Nº189, Santiago-Chile, Martes 31 de Julio de 1973, p 6.
[23] Ibídem,
[24] Cancino, Hugo: Óp. Cit.,  p. 340.
[25] Ibídem, p. 344.
[26] En este caso se inscribe los hechos ocurridos entre los días 10 y 12 de abril  de 1973 enla Comuna de Constitución Región del Maule, en la cualla Asamblea del Pueblo de Constitución y su respectivo Comando Comunal de Trabajadores, mantuvieron tomada la comuna por estos días, haciéndose cargo los Comités populares de todas las funciones del Estado.  Este hecho es estudiado en profundidad en el capitulo IV.
[27] Cancino, Hugo: Óp. Cit., p. 341.
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