[Rebeldia de L@s Inmigrant@s.] Homenajes a Ernesto Che Guevara y a Miguel Enriquez.
 En Homenaje a los Comandantes Ernesto Che Guevara y Miguel Enriquez Espinoza.Caidos en Combates el 5 y 8 de Octubre.
La Rebeldia de L@s Inmigrant@s.
 
 En Homenaje a los Comandantes Ernesto Che Guevara y Miguel Enriquez Espinoza.Caidos en Combates el 5 y 8 de Octubre.
La Rebeldia de L@s Inmigrant@s.
Actualizada Diariamente.
NewYork,Bronx,Manhattan,Brooklyn,Queens,
Staten Island. 


  30 de Septiembre - 2012  
http://www.myspace.com/boletinmiguelenriquez
COLECTIVO PODER POPULAR 
Organización territorial de base
 
                                                                            
 
 http://www.elmaestroinc.org
 
- Colectivo Amauta
- Jorge Beinstein
- CORREPI
- Encuentro Conosur
- Claudio Katz
- Georges Labica
- James Petras
- Liberación Total 
  Septiembre de 2012
De Casa Memoria José Domingo Cañas 
A la comunidad en general: 
La
 Fundación 1367, el Consejo Consultivo y los Observadores de Derechos 
Humanos de la Casa Memoria José Domingo Cañas expresamos nuestro 
profundo pesar y las condolencias a la familia y a los pobladores de la 
Población La Victoria, ante la muerte del sacerdote y ex párroco Pierre 
Dubois. 
Pierre
 Dubois con su ejemplo se preocupó de la Defensa de los Derechos Humanos
 de los pobladores en la Población la Victoria. Lo recordamos en esos 
años de Dictadura en los que ponía literalmente su cuerpo para proteger a
 los vecinos que eran brutalmente reprimidos y hostigados por 
carabineros. Recordamos su pesar frente al vil asesinato del sacerdote 
André Jarlan.  
Pierre,
 a pesar de ser francés, fue un exiliado más como tantos otros chilenos.
 Fue expulsado del país el 11 de septiembre de 1986 por la Dictadura, 
siendo alejado de su comunidad y de la población que él escogió como 
hogar. Tras esto organizó la pastoral del exilio en Bélgica, Francia y 
Suiza, probando su compromiso con quienes más lo necesitaban en nuestro 
país. Pierre retorna y solicita la nacionalidad chilena, la que 
finalmente es negada  por el 
Senado (por petición de la derecha que hoy gobierna). Hoy, 28 de 
septiembre, muere en la población La Victoria, lugar que tanto amó y 
cuidó.  
 Publicado por Equipo de prensa de Radio 1 º de Mayo 102.9 FM  
 
Documental sobre Miguel Enríquez 
    Viernes, 28 de Septiembre de 2012 11:01            Colaboradores                        
 
     
    
 Al
  cumplirse 38 años de la muerte en combate de Miguel Enríquez Espinosa,
  dirigente político, intelectual y conductor-fundador del mir, mapocho 
 press tiene el agrado de invitar a la exhibición del documental que  
contiene su discurso de proclamación del ftr a la cut, pronunciado en el
  teatro caupolicán, el 24 de mayo de 1972, con un certero análisis de 
la  coyuntura política que atravesaba el país a más de un año del golpe 
 militar del 11 de septiembre 1973 y cuya preparación ya era más que  
notoria en las filas de la derecha dispuesta a derribarlo.
Al
  cumplirse 38 años de la muerte en combate de Miguel Enríquez Espinosa,
  dirigente político, intelectual y conductor-fundador del mir, mapocho 
 press tiene el agrado de invitar a la exhibición del documental que  
contiene su discurso de proclamación del ftr a la cut, pronunciado en el
  teatro caupolicán, el 24 de mayo de 1972, con un certero análisis de 
la  coyuntura política que atravesaba el país a más de un año del golpe 
 militar del 11 de septiembre 1973 y cuya preparación ya era más que  
notoria en las filas de la derecha dispuesta a derribarlo. 
 
El documental MIGUEL ENRÍQUEZ: Proclamación del FTR a la CUT, del
  director argentino Jorge Trípodi Falco, se exhibirá el viernes 5 de  
octubre, a las 18:30 horas, en el Salón del Piso 8°, del Círculo de  
Periodistas de Santiago, Amunátegui 31 (Metro La Moneda). Entrada libre.
El 
documental rescata  una filmación de 1972, en 16 mm y sin sonido, blanco
 y negro, obtenida  en 2010 por Héctor Lamur, del Partido Comunista. 
Contiene el discurso de  Miguel Enríquez Espinosa, Secretario General 
del Movimiento de  Izquierda Revolucionaria (MIR), del 24 de mayo de 
1972, en el Teatro  Caupolicán de Santiago.
Fue el 
acto de cierre  de la campaña del Frente de Trabajadores Revolucionarios
 (FTR) a la  Central Única de Trabajadores (CUT). El FTR era un “frente 
de masas” del  MIR, intermediario entre la organización política y la 
clase  trabajadora, similar al FER, que agrupaba a estudiantes; el MCR 
de  campesinos y el MPR de pobladores y pobres urbanos.
En esta
 filmación de  1972 se observan dirigentes, militantes y amigos del MIR 
–muchos  fallecidos o asesinados y/o desaparecidos–, así como  pueblo 
trabajador,  juventud, estudiantes, amas de casa, niños, pobres del 
campo y la  ciudad organizados para su legítima lucha por mejorar sus 
condiciones de  vida. No todos quienes aparecen pudieron ser 
identificados. Un panel de  amigos comenta la coyuntura de la época, las
 características del  trabajo político del MIR y reconoce a algunos de 
los compañeros que  asistieron al Caupolicán y posteriormente, en su 
mayoría, fueron  asesinados.
Ficha técnica:
Duración: 59 minutos
Cámara: Carlos Vidal Herrera
Fotografía y Cámara: Juan Carlos Campos Solario
Equipo: Juan José Neira
Montaje: Álvaro Pavez Esbry
Dirección: Jorge Tripodi Falco
A 39 AÑOS DEL GOLPE DE ESTADO EN CHILE 
  Este
 ensayo examina la emergencia de la contrarrevolución capitalista que 
requería de un nuevo modelo de acumulación para el país y de cómo este 
proceso se comenzó a gestar mucho antes que Salvador Allende accediera 
democráticamente al gobierno. Asimismo, pasa revista a las dos 
principales estrategias presentes en el campo popular de la época 
(izquierda tradicional-reformista y la revolucionaria), escisión que en 
el período 1970-1973 impidió en los hechos que se enfrentara 
unificadamente a los sectores económicos y políticos que se habían 
propuesto vencer definitivamente a las ideas de transformación 
socialista de la sociedad chilena. 
Las
 siguientes líneas expresarán una combinación de testimonio personal y 
de apuntes históricos sobre la experiencia de la Unidad Popular y la 
posterior e impactante derrota sufrida por el movimiento de masas 
después del Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, enmarcándose 
la descripción y el análisis en el particular desenvolvimiento político y
 social del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, MIR.
Asimismo,
 apreciaremos el entrecruzamiento que se produjo entre los dos líderes 
principales del período, en una suerte de colaboración y enfrentamiento 
que acercó y alejó a las dos posturas políticas que enarboló la 
izquierda chilena durante el período de la Unidad Popular, representadas
 en las figuras de los dirigentes más connotados del momento: Salvador 
Allende y Miguel Enríquez.
  En
 efecto, el ascenso de la Unidad Popular al gobierno no sólo evidenció 
el avance electoral y organizacional de las fuerzas progresistas, sino 
que demostró además las fisuras del modelo de acumulación y dominación 
capitalistas imperante en Chile. Así las cosas, desde el control del 
Ejecutivo, la coalición gobernante maniobró sinceramente para introducir
 cambios estructurales que favorecieran a los sectores más desposeídos. 
Sin embargo, tarde o temprano, como inexorablemente sucedió, la crisis 
general del sistema tendría que dirimirse frontalmente, ya sea en favor 
de las clases populares o de los sectores hegemónicos de la burguesía. 
En otros términos, triunfaba definitivamente la revolución o se imponía 
la contrarrevolución en todos los ámbitos y esferas de la sociedad.    
   
  Por
 otro lado, los antecedentes contextuales confirman que el Movimiento de
 Izquierda Revolucionaria fue perseguido sistemáticamente durante los 17
 años que duró la dictadura militar, pero a la vez dejan en evidencia 
que desde el día 11 de septiembre de 1973 hasta el año 1975 se 
concentraron los mayores esfuerzos represivos del Estado en su contra.
  En consecuencia, no es exagerado afirmar que el MIR padeció en sus filas un auténtico genocidio,
 y ello es así porque el objetivo inmediato que se propuso el régimen 
autoritario no fue otro que derrotarlo globalmente en términos 
ideológicos, políticos y morales, para que nunca más pudiera levantarse y
 reponerse del prolongado holocausto que lo consumió.
  Este
 afán se demuestra palmariamente en las múltiples acciones de acoso y 
extermino que abarcaron a su dirección nacional, a las instancias 
intermedias y que alcanzó también a la militancia en general. 
  No
 sólo se hizo desaparecer a muchos de sus cuadros, se les ajustició o 
fusiló, sino que además un número altísimo de sus miembros debió 
enfrentar la durísima prueba del secuestro, la privación de libertad y 
experimentar las más diversas y crueles formas de tortura física y 
psicológica.
  Asimismo,
 no se puede dejar de señalar que todo este odio institucionalizado, 
dirigido específica y prioritariamente hacia el MIR, tuvo como víctimas principales a una mayoría de cientos de jóvenes que
 no poseyeron jamás los medios suficientes para eludir a tan despiadada y
 sofisticada maquinaria de destrucción, que no escatimó en gastos (y 
recursos) para borrar de la faz del país a quienes tuvieron la audacia y
 valentía, francamente excepcionales, de resistir, en condiciones muy 
desiguales, el proceso contrarrevolucionario en curso.
  El
 heroísmo demostrado por esta generación en circunstancias tan 
desfavorables para imaginar siquiera un resultado menos doloroso, ¿no 
habrá sido más bien el testimonio de un sacrificio que quedará grabado 
para siempre en la memoria de los luchadores sociales de todos los 
tiempos?
  En
 el caso del MIR, se buscó también alterar la realidad de los hechos, y 
se construyó una distorsionada imagen de la organización, a lo que se 
sumó gustoso el poder de la prensa que, faltando a la ética periodística
 más elemental, lo presentó como un grupo violento y se prestó asimismo 
para legitimar los montajes de falsos enfrentamientos y otras 
situaciones similares.
  Si
 bien se debe reconocer que para ciertos sectores el MIR podría haber 
aparecido como enarbolando una opción política demasiado radical, ello 
no significa –bajo ningún concepto- que desde tal apreciación se 
justificara la escalada represiva que se abatió en contra de los 
adherentes del mencionado movimiento.
  A
 fines de los 80, el MIR se disolvió como instancia orgánica única. 
Muchos de sus miembros lograron sobrevivir a los años de exterminio y 
hoy, lo quieran o no, son representativos de una historia y de las 
distintas sensibilidades que en el pasado integraron un proyecto común.
  Pero
 lo más importante es que la derrota no pudo acabar con lo que se ha 
denominado como “cultura mirista”, la que en esencia no es otra cosa que
 el compartir y comprometerse rebeldemente con la visión (y misión) de 
una sociedad sin explotación y sin exclusión.
  En
 suma, el sueño continúa incólume y quizá algún día, esperamos que no 
muy lejano, y bajo las formas y estrategias que los movimientos sociales
 reclamen, se haga realidad un mundo más feliz y mejor para todos los 
seres humanos.        
  Realizo arqueología en mi memoria, y trato de recordar lo que hice durante aquel funesto día martes 11 de septiembre de 1973.
  También hago un esfuerzo por armar las piezas de los siguientes momentos.
  Yo tenía entonces 16  años de edad, y cursaba el tercero de enseñanza media.
  Mi formación política inicial reconocía los ecos del humanismo y del laicismo, fundidos en una perspectiva libertaria y revolucionaria del cambio social.
 Por lo mismo, creía mucho más en los movimientos que en los partidos y 
jamás acepté ningún “Vaticano” ideológico como poseedor de la verdad 
absoluta.
  El
 mismo día “11” correspondía desarrollar la presentación de las listas 
que postulaban al centro de alumnos en el liceo donde yo estudiaba. 
Previamente, se me había solicitado sumar mi nombre (me parece mucho que
 para algo así como Vocal de Cultura) a la lista más de ruptura de la 
izquierda secundaria, petición que obviamente acepté.
  Pero
 bueno, todo quedó hasta ahí, y como mudos testigos del acto, que fue 
sólo en potencia, se podían ver los numerosos panfletos o volantes 
llevados por el viento en el patio del establecimiento.
  Recuerdo
 haberme retirado temprano del colegio y caminado las 4 cuadras que lo 
separaban de la Plaza Independencia de la ciudad de Concepción, 
comprobando que todo parecía “estar controlado allí”.
  Más tarde, sabríamos del bombardeo a La Moneda y de la muerte de Salvador Allende.
  De pronto, todo se oscurecía. ¿Dónde estaban las fuerzas leales al gobierno y a la Constitución?
  El Golpe de Estado se imponía en todas las ciudades.
  El dial de las radios se plagó de bandos y marchas militares.
  Cuando
 mi abuelo supo lo ocurrido con el presidente democrático de Chile, se 
colocó una señal de duelo en la solapa de su terno. Era su sentido 
homenaje a quien admiraba desde siempre.
  Por la tarde, disparos provenientes del centro de la urbe estremecieron el silencio de la agonía.
  A
 lo mejor todavía no lo percibíamos en toda su magnitud, pero en lo más 
íntimo de nuestro ser intuíamos que lo que estaba sucediendo en el país 
afectaría para siempre nuestras vidas individuales.
  A
 las pocas horas, fenómeno que se extendió después por días, semanas y 
meses, emergerían las pequeñas acciones aisladas y espontáneas, como 
preocuparse de la seguridad de algún compañero; seleccionar y esconder 
rápidamente los materiales y libros que pasaron de la noche a la mañana a
 convertirse en “subversivos”; reproducir y distribuir limitadamente en 
papel el último mensaje de Allende; dirigirse a ciertos puntos 
poblacionales donde supuestamente surgirían “focos de rebelión”. Y 
saltando en el tiempo, en octubre del 74, rayando paredes con plumones 
(lo único que había a mano) para rendir un sentido homenaje a Miguel, 
luego de conocida la triste noticia de su muerte en combate en una casa 
de la calle Santa Fe. Etcétera.
  El peligro no importaba.
  La resistencia había comenzado; pero la represión se tornó implacable. 
  La derrota era incontrarrestable.
  Y un poco más adelante, se evidenciarían los largos años de repliegue casi absoluto. 
  Salí del país en la segunda mitad de los 70, regresando en la década siguiente.
  Lentamente, comenzaron a emerger en la superficie distintas demostraciones de descontento social, que a partir de 1983  se fueron haciendo cada vez más masivas con las protestas urbanas, hasta llegar en 1988 al triunfo del “No”.
  Y
 luego amanecerían los 90, con una dirigencia política que traicionó la 
transición y que abdicó de los ideales democratizadores que guiaron la 
lucha antidictatorial. 
  Nada fue fácil, como queda reflejado en las numerosas víctimas que dejó la larga dictadura militar.
  Por
 eso es penoso observar la realidad chilena actual, en la cual existe 
una ficción de libertad que reproduce impunemente las formas más 
diversas de explotación,  exclusión y dominación.
  Nosotros no luchamos para esto.
  Y
 así como además repudiamos el socialismo que devino en vertical e 
intolerante y que, lamentablemente, costó muchas vidas inocentes en 
otras latitudes del globo; con la misma energía también rechazamos las 
caricaturas individualistas de democracia en que se han transformado la 
mayoría de los países del mundo, incluyendo naturalmente el nuestro.
  Ha
 pasado demasiado tiempo histórico, pero insuficiente en términos de una
 auténtica transformación social y mental de la humanidad. 
  Entonces, la lucha continúa, y es política como ayer, pero también es ética y espiritual.
  Pero
 regresemos al período que ocupa en este instante nuestra mirada, para 
seguir recorriendo los avatares de una experiencia que concitó la 
atención de toda la comunidad internacional de la época. 
  El presidente constitucional de Chile, Salvador Allende,
 murió prácticamente aislado en el palacio de La Moneda, acompañado 
apenas por un puñado de colaboradores. Un poco más de un año después, un
 día sábado 5 de octubre de 1974, cayó en desigual combate Miguel Enríquez, secretario general del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, acribillado luego de resistir casi solo durante varias horas. 
¿Es
 éste acaso el hado de una “revolución” que en los momentos cruciales de
 acción y definición sacrifica y abandona a sus mejores hombres? Y como 
lo adelantamos al comenzar este capítulo, nuevamente se encuentran las 
historias personales que vinculan a los dos proyectos de cambio de la 
época, de la mano y del carisma de los dos más destacados dirigentes de 
la izquierda chilena: Salvador Allende y Miguel Enríquez. 
  Yo
 sumaba dieciséis años al producirse el Golpe de Estado de 1973, y ya 
poseía una incipiente preparación y experiencia políticas, las que con 
los años se harían más intensas. Y de ese tiempo hasta aquí, me he 
preguntado, innumerables veces, porqué la resistencia al alzamiento 
militar fue increíblemente nula. Al respecto, yo tenía presente en mi 
memoria las historias que se contaban de un pariente que viajó a España 
para combatir por la República,  integrándose
 a las Brigadas Internacionales que reunieron a idealistas provenientes 
de distintos países. Resulta interesante consignar aquí una precisión 
sobre el mencionado período, extraída del libro “La guerra civil española”, de Antony Beevor:
  “Se
 suele presentar a la guerra civil española como el resultado de un 
choque entre la izquierda y la derecha, pero sabemos que eso es una 
simplificación engañosa. El conflicto tenía otros dos ejes: centralismo 
estatal contra independencia regional, y autoritarismo contra libertad 
del individuo”. 
  No
 se trata en ningún caso de sostener que la condición de revolucionarios
 se mide exclusivamente por el hecho de levantar una opción militar, 
porque eso no es así ni en lo histórico ni en lo teórico. Sobre el 
particular, abundan los ejemplos. Nuestra reflexión va más bien por el 
lado de que el creciente enfrentamiento de clases producido en el 
período de la UP, caminaba inexorablemente hacia un choque de fuerzas 
que dirimiría la inevitable cuestión del poder también en la esfera 
militar, pero que de manera sorprendente -para muchos actores y 
analistas- en la práctica se consumó sólo en la rebelión total del sector dominante en desmedro del desarmado y entregado campo popular.
  
  ¿Qué pasó en Chile?
  ¿Cómo
 explicar a alguien que no vivió en la época lo que sucedió desde un 
poco antes del triunfo electoral de la Unidad Popular hasta el Golpe de 
Estado del martes 11 de septiembre de 1973? 
  En
 este ensayo plantearemos 10 tesis o aproximaciones personales sobre el 
tema; algo semejante a una suerte de hermenéutica de las motivaciones 
emocionales e ideológicas que inspiraron a los actores sociales y 
políticos más protagónicos del período 1970-1973.
Tesis
 1: La “revolución chilena” por etapas contaba con poderosos enemigos 
internos y externos y estaba en consecuencia condenada a ser 
desestabilizada en todos los frentes.  
  La Unidad Popular
 (integrada por socialistas, comunistas y radicales, entre otros) llegó 
al gobierno utilizando los mecanismos democráticos desprendidos de la 
Constitución Política de 1925. El Programa y las Primeras 40 Medidas de 
la coalición, que obtuvo el 36,3% de los votos en las elecciones 
presidenciales de 1970, era de carácter progresista avanzado y se 
planteaba un cambio gradual de las estructuras capitalistas del país. No
 obstante lo anterior, los sectores dominantes ni siquiera estaban 
dispuestos a tolerar reformas que consideraban un peligro para su 
hegemonía.
  Al
 respecto, conozcamos parte del discurso pronunciado por Salvador 
Allende luego de triunfar en la elección presidencial del 4 de 
septiembre de 1970:
  “Dije
 y debo repetirlo: si la victoria no era fácil, difícil será consolidar 
nuestro triunfo y construir la nueva sociedad, la nueva convivencia 
social, la nueva moral y la nueva patria.
  Pero
 yo sé que ustedes, que hicieron posible que el pueblo sea mañana 
gobierno, tendrán la responsabilidad histórica de realizar lo que Chile 
anhela para convertir a nuestra patria en un país señero en el progreso,
 en la justicia social, en los derechos de cada hombre, de cada mujer, 
de cada joven de nuestra tierra.
  Hemos
 triunfado para derrocar definitivamente la explotación imperialista, 
para terminar con los monopolios, para hacer una profunda reforma 
agraria, para controlar el comercio de exportación e importación, para 
nacionalizar, en fin, el crédito, pilares todos que harán factible el 
progreso de Chile, creando el capital social que impulsará nuestro 
desarrollo”.
Tesis 2: El imperio atacó desde el primer momento.
  A
 pesar de esta inalterable Vía Pacífica, la gran burguesía nacional e 
internacional (principalmente el gobierno de Richard Nixon)) se había 
propuesto a priori que debía abortarse o “reventarse” la llamada “Revolución chilena con vino tinto y empanadas”.
 Según se infiere claramente, véase información desclasificada del mismo
 país del norte, de las distintas acciones de presión, tanto 
comunicacionales, económicas y políticas emprendidas desde incluso antes
 de la elección del 4 de septiembre de 1970. 
Tesis 3: La sedición fue la metodología principal usada por los opositores derechistas al cambio.
  Lo
 anterior quedó meridianamente demostrado con los sucesos terroristas y 
sediciosos que se produjeron en el período que media entre el triunfo 
electoral de Salvador Allende (4 de septiembre de 1970) a la asunción 
del mando (4 de noviembre de 1970). 
  En
 otras palabras, los enemigos de la UP no necesitaban que ésta llegara 
al gobierno para empezar a conspirar en su contra; ni tampoco requerían 
de la excusa –como algunos lo sostuvieron en su tiempo- que se volvieron
 cada vez más beligerantes y golpistas por temor a la ultra izquierda.
Tesis 4: Todos los medios de presión resultaron válidos para la reacción.
  El
 hecho más elocuente al respecto fue el asesinato del Comandante en Jefe
 del Ejército, general René Schneider Chereau, en manos de un comando 
ultraderechista que, apoyado por la CIA, lo atacó el 23 de octubre de 
1970. Pero la Unidad Popular logró sortear esta coyuntura, y con el voto
 favorable de la Democracia Cristiana en el Congreso, que previamente le
 exigió un Estatuto de Garantías Democráticas, Salvador Allende Gossens logró tomar posesión de su cargo el 4 de noviembre de 1970.
  No
 se olvide que al no haber alcanzado la mayoría absoluta en las 
elecciones de 1970, la UP necesitaba del voto de la DC para que Allende 
fuera ratificado como presidente por el Congreso Nacional (lo que 
ocurrió el 26 de octubre), evitándose así la maniobra que algunos 
quisieron implementar y que buscaba que el Parlamento terminara apoyando
 a la segunda mayoría relativa, o sea a Jorge Alessandri Rodríguez. 
Tesis 5: El pacifismo sin conciencia y movilización es una ilusión.
  Es decir que a pesar que la Unidad Popular, y de acuerdo a su propio Programa, se había planteado utilizar sólo los medios institucionales y pacíficos para llevar adelante las reformas sociales que se proponía, al final (y casi como en una tragedia griega) la disputa de poder se iba a definir, lo quisieran o no los dirigentes gradualistas del momento, en el campo de la guerra declarada.
  En otras palabras, como se verificó posteriormente, el carácter pacífico del proceso no garantizaba que él no fuera puesto en jaque en términos violentos;
 como tampoco aseguraba que el pueblo indefenso (en su gran mayoría sin 
armas) escapara a la cruenta represión que se desencadenó sobre él.
Tesis 6: En una sociedad dividida en clases no se puede eludir una definición respecto del tema del poder político.
  Desde esta perspectiva, la izquierda revolucionaria estaba
 en lo correcto cuando en sus análisis colocaba el acento en la cuestión
 de la correlación de fuerzas, criticando también la ingenuidad de la 
visión UP al no contar con una política en el ámbito militar. Entonces, 
¿qué sucedió que no se pudo articular una respuesta contundente?
Tesis 7: Sin hegemonía cultural sobre la sociedad civil no hay verdadera acumulación de fuerza transformadora. 
  Cuando
 la DC viró a la derecha sin retorno, y sectores de las capas medias 
sucumbieron al miedo, restando unos su apoyo al gobierno y otros 
directamente engrosando las filas de la sedición, se generaron todas las
 condiciones sociales y políticas internas (porque el apoyo exterior ya 
estaba) para el golpe que vendría.
  Frente
 a una realidad que se tornaba cada vez más polarizada en todos los 
ámbitos, en el mes de julio de 1972 se difundió la posición oficial del 
MIR respecto de la coyuntura, que entre otras consideraciones hacía 
(desde la ciudad de Concepción) un urgente llamado a la formación de una
 Asamblea del Pueblo, el que contó con la adhesión del PS y del MAPU, pero no de los comunistas.
  Como
 antecedentes adicionales del contexto, señalemos que en octubre de 1972
 se inicia la huelga de los camioneros, con aportes financieros de la 
CIA. Y apenas un mes antes, se había creado el CODE (Confederación Democrática), alianza que agrupaba a los partidos opositores a la UP (PDC, Nacional, etc.).
  Ni el desesperado recurso de los Gabinetes Cívico Militares logra calmar la generalizada situación de confrontación. 
Tesis
 8: El 29 de junio de 1973 se perdió la última oportunidad de levantar 
una opción nacional de masas que evitara la posterior hecatombe 
estratégica del campo popular.
  Quizá
 la única ocasión verdadera que se tuvo de orientar la situación 
favorablemente para la opción popular, fue la coyuntura que se abrió 
luego de que se derrotara el intento golpista del 29 de junio de 1973, 
conocido como “Tancazo o Tanquetazo” porque el coronel Roberto Souper 
levantó en armas o sublevó al Regimiento Blindado N° 2.
  A
 pesar de ciertas preocupantes señales de agotamiento, dudas e 
incertidumbre por el “qué hacer” que planteaba la crítica realidad de 
los meses de junio, julio y agosto de 1973, existía todavía una 
arraigada conciencia política y una moral alta a nivel de los frentes y 
movimientos más comprometidos con el proceso. Pero, para 
estructurar una sólida alternativa dual, de poder popular, había que 
sumar mayor fuerza social y convencer a la coalición gobernante del 
peligro que implicaba su camino titubeante de pérdida de iniciativa. No
 está demás recordar que en este mismo tiempo de definición, los 
militares comenzaron a aplicar la Ley de Control de Armas, aprobada el 
año 1972, y que curiosamente se hizo afectiva sólo con allanamientos a 
fábricas y sectores populares proclives a la izquierda.
  No
 cabe ninguna duda de que el golpe ya estaba en marcha, considerando 
como un antecedente relevante que luego de la elección parlamentaria de 
marzo de 1973, la oposición a Allende no logró obtener los suficientes 
representantes para acusar constitucionalmente al gobierno, lo que 
inmediatamente puso en agenda la estrategia del enfrentamiento frontal. 
Los militares actuaron, en consecuencia, representando los intereses de 
los sectores dominantes, buscando así resolver en un nuevo contexto la 
crisis del sistema de dominación, que se expresaba también en el propio 
seno de la burguesía.  
  Y ahora, sólo quedan preguntas rondando en los análisis y en los testimonios.  ¿Por qué el campo popular no optó derechamente por una Huelga General con perspectiva insurreccional?  ¿Y
 qué habría pasado si las fuerzas de la UP hubieran luchado y defendido 
masivamente a su gobierno al menos el mismo día 11? ¿Se podrían haber 
ganado horas decisivas si Allende hubiera aceptado el ofrecimiento de 
Miguel de sacarlo de La Moneda para dirigir la resistencia al golpe 
desde algún bario popular de Santiago? ¿Por qué no operó la Fuerza 
Central del MIR?
  En
 términos políticos, la decisión de Allende de permanecer en el palacio 
de gobierno no es indiferente o casual. Con ella, él remarcó 
simbólicamente su opción reformista e institucional, alejándose 
notoriamente de una línea de resistencia revolucionaria, como habría 
significado su desplazamiento hacia un territorio social popular.
  Si
 con su valerosa decisión personal, orientada al martirio individual, 
pensó que podría aminorar la represión posterior en contra de sus 
partidarios, lo cierto es que su sacrificio, encerrado en el centro de 
la capital, no desalentó para nada la furia que se desataría después en 
contra de las fuerzas de izquierda y del campo popular.   
Tesis 9: La ausencia de un contra poder autónomo, unitario y revolucionario, selló la suerte de la experiencia chilena.
  Lamentablemente,
 y renovando su confianza en la aparente actitud leal del mando militar 
demostrada en la asonada del 29 de junio, en el Ejecutivo pareció 
fortalecerse aún más la tesis de la efectiva constitucionalidad y 
prescindencia política de las FF.AA. chilenas.  Esto
 es lo que algunos sectores caracterizaron alarmados como “capitulación”
 definitiva, porque en los hechos se desalentó la movilización popular 
como única contención real al golpe que llegaría en pocas semanas más. 
Así las cosas, la derrota aplastante de la experiencia chilena fue sellada mucho antes del 11-09-73,
 cuando no se tuvo la claridad y la voluntad para levantar una 
alternativa de respuesta que no desmovilizara a las masas y que 
contrarrestara a la reacción desde las bases de apoyo de la propia 
sociedad.
  Al
 respecto, nos parece muy ilustrativo citar aquí algunos extractos del 
conocido discurso de Miguel Enríquez en el Teatro Caupolicán de 
Santiago, fechado el día 17 de julio del año 1973.  Palabras pronunciadas a menos de dos meses de la ofensiva final de las clases dominantes.
  “Este
 es un momento histórico fundamental en el que las grandes tareas son 
atajar al golpismo, enfrentar al emplazamiento, neutralizar a los 
vacilantes, empujar y profundizar una vigorosa y resuelta contraofensiva
 revolucionaria y popular. No hay otra alternativa para los 
revolucionarios. Puede haberla para los reformistas más recalcitrantes, 
pero para eso la historia sabrá marcarlos de acuerdo a su conducta.
  La situación ofrece dos caminos: la capitulación reformista o la contraofensiva revolucionaria…
  Toda forma de capitulación en fin de cuentas conducirá más temprano que tarde  al aplastamiento de los trabajadores a través de una dictadura reaccionaria y represiva.
  Dos tácticas se ofrecen a la clase obrera y al pueblo.
  Una
 que establece que no es posible profundizar la ofensiva popular pues 
encendería de inmediato el enfrentamiento. Que es necesario ganar 
tiempo.
  La
 otra táctica es la revolucionaria. Es la táctica que han puesto en 
práctica la clase obrera y el pueblo en las semanas recientes. La 
táctica revolucionaria consiste en reforzar y ampliar la toma de 
posiciones en fábricas, fundos y distribuidoras, no devolver las 
empresas tomadas, incorporarlas al área social bajo dirección obrera, 
imponiendo en la pequeña y mediana industria el control obrero, 
desarrollando la fuerza de los trabajadores fuera de la 
institucionalidad burguesa, estableciendo el PODER POPULAR en los 
Comandos Comunales, en los Comités de Defensa, multiplicando y 
extendiendo la ofensiva popular, incorporando a ella a los pobladores, 
campesinos y estudiantes, extendiendo la movilización a todo el país, 
desarrollando la alianza de los trabajadores con los soldados y 
suboficiales, con los oficiales antigolpistas, rescatando la base obrera
 y popular de la Democracia Cristiana, fortaleciendo la alianza 
revolucionaria de la clase obrera y el pueblo, impulsando la 
reagrupación de los revolucionarios y la acción común de la izquierda 
por la base. La tarea inmediata de esta táctica revolucionaria es 
profundizar y ampliar la contraofensiva popular y revolucionaria en 
curso y por ello proponemos la realización de un Paro Nacional por 24 
horas.
  Proponemos
 la realización de este Paro a todas las organizaciones populares de 
este país, a la Central Única de Trabajadores, a los Comandos Comunales,
 a los Consejos Campesinos, a las federaciones campesinas y 
estudiantiles, a todos los trabajadores. Proponemos que este Paro 
notifique, de una vez por todas, a los golpistas, que la clase obrera y 
el pueblo aplastará todo intento golpista”.
  El
 recientemente citado discurso de Miguel Enríquez, que al momento de ser
 pronunciado fue transmitido inmediatamente por cadena nacional a todo 
el país, constituye un documento esencial para apreciar lo álgido de la 
situación política y de la lucha de clases, a muy pocas semanas del 
Golpe de Estado.
Tesis
 10: El modelo neoliberal impuesto a la fuerza ha marcado negativamente a
 generaciones de chilenos y aún lo continúa haciendo.
  La llamada izquierda revolucionaria no estaba errada cuando visualizó que, en el caso nacional, el agudo enfrentamiento de clases se dirimiría irremediablemente en el terreno militar. Y
 también estaba en lo correcto cuando sostenía que en este cuadro el 
campo popular no podía confiar en la “neutralidad” de las FF.AA., como 
se evidenció clara y aleccionadoramente el mismo día “11”, instante en 
que ninguna unidad o regimiento adhirió o se mantuvo leal al gobierno constitucional y democráticamente elegido.
  En
 definitiva, nada detuvo a la contrarrevolución, y la UP, con su 
legalismo iluso, ni siquiera logró evitar la masacre de un pueblo 
desarmado, al que tampoco le quedó el consuelo de haber al menos defendido con más dignidad las conquistas alcanzadas.
 Como sí lo hicieron los españoles del Frente Popular, que a partir de 
1936 no sólo tuvieron que lidiar con el alzamiento de Franco, sino 
también con el apoyo concreto que éste recibió de la Alemania nazi y de 
la Italia fascista, en una guerra civil que se extendió a los años 1937,
 1938 y parte del 1939. Y en este punto recurramos otra vez al ya citado
 libro de Antony Beevor:
  “Los
 partidarios de la autogestión argumentaban que no había ningún motivo 
para la lucha contra el fascismo si no se avanzaba en la revolución 
social. Si los anarquistas habían soportado el mayor esfuerzo de la 
batalla de Barcelona en julio, abandonados por un gobierno que se negó a
 armarlos, ¿por qué razón esperaba ese gobierno que ahora le 
restituyeran todo lo que ellos habían conquistado. Las posturas 
irreconciliables dentro de la zona controlada por la República minaron 
fatalmente la unidad de la alianza republicana”.
  “El
 fracaso del golpe militar de los rebeldes, emparejado con el fracaso 
del Gobierno y de los sindicatos en aplastarlo, significaba que España 
tenía que enfrentarse a una larga y sangrienta guerra civil. La 
necesidad de armas para esta dilatada contienda obligó a las dos partes a
 buscar ayuda en el exterior. Y eso supuso dar el paso crucial en la 
internacionalización de la guerra civil española, ya que la victoria o 
la derrota iban a depender sobremanera de cómo reaccionaran las 
principales potencias extranjeras”.  
  Pero
 volviendo al caso chileno, si bien es evidente que la izquierda 
revolucionaria supo vislumbrar mejor que nadie las características del 
período, tampoco estuvo a la altura de las circunstancias y su respuesta
 del mismo día “11” fue –por decir lo menos- elocuentemente 
insuficiente, aunque no por ello menos comprometida y decidida. 
¿Qué
 faltó o qué falló? ¿La conciencia? ¿La organización? ¿Un mando único? 
¿Una política militar alternativa? ¿La dirigencia? ¿La voluntad? ¿Los 
análisis no daban cuenta de la realidad? ¿El apoyo internacional?
  Pueden
 ser tantas cosas. Pero lo cierto es que fue inesperado lo que sucedió 
el fatídico día “11”, porque ello no se correspondió con el estado de 
conciencia del momento y hasta con los significativos resultados 
electorales (y a pesar de todas las dificultades existentes en el plano 
de la economía)) obtenidos por la UP en las municipales de abril de 1971
 (51%) y sobre todo en las legislativas de marzo de 1973 (43,4% de los 
votos). Y no se puede obviar aquí que en el mes de julio de 1971 logró 
hacer aprobar, por la unanimidad del Congreso, la nacionalización del 
cobre.
  En fin…
  Podrá
 sonar a fatalidad, pero es que en una coyuntura tan radicalizada de la 
“Guerra Fría”, y aunque pretendiera insistir –como lo hizo hasta el 
final- en su camino pacífico, la UP jamás lograría sobrevivir si es que 
no se preparaba para neutralizar a los sectores que, desde el primer 
día, conspiraban para derrotarla porque se sintieron afectados en su 
dominación económica y en la conservación de sus privilegios sociales. 
No se trata aquí de ser “más o menos” partidario de una salida de 
ruptura, sino de una mínima comprensión del proceso de cambio y de las 
posibilidades reales de mantenerlo en el tiempo.
  Efectivamente,
 la sensación es muy confusa o extraña, porque parece como si de pronto 
se hubiera esfumado todo lo aprendido y conquistado, y ya nada –ni 
nadie- pudiera detener la caída libre de la “revolución” chilena. La
 histórica acumulación de fuerza popular se desvaneció entre las 
consignas y los gritos, y las masas fragmentadas y sin conducción, 
quedaron a merced de la salvaje represión que se desató sobre ellas, y 
que quería tomarse revancha también de las luchas pasadas del mundo 
obrero y popular.
  El
 desbande fue generalizado y los más humildes los más sacrificados. En 
este contexto, y a diferencia de lo que hicieron muchos otros altos 
dirigentes de la época, sobresale el ético compromiso (aunque 
estratégicamente aislado) de aquellas mujeres y hombres que no buscaron 
su propia salvación personal y que estuvieron dispuestos a padecer y 
sufrir (junto a los pobres y excluidos del campo y de la ciudad) los 
años más duros vividos por el pueblo chileno.
  Al
 respecto, a pocas semanas de producido el Golpe de Estado, Miguel 
Enríquez entregó las siguientes precisiones a modo de balance político, 
en una entrevista realizada desde la clandestinidad.
  “No
 nos parece el momento de revivir antiguas diferencias en el seno de la 
izquierda, pero a la vez, nos parece necesario que los trabajadores y la
 izquierda obtengan todas las enseñanzas que la experiencia chilena  entrega,
 para nunca más incurrir en errores. Por ello preciso: en Chile no ha 
fracasado la izquierda, ni el socialismo, ni la revolución, ni los 
trabajadores. En Chile, ha finalizado trágicamente una ilusión 
reformista  de modificar 
estructuras socio-económicas y hacer revoluciones con la pasividad y el 
consentimiento de los afectados: las clases dominantes”.
  Y
 así se pasó trágicamente de un período prerrevolucionario, colmado de 
esperanzas y oportunidades, a otro diametralmente distinto; definido 
como contrarrevolucionario por su carácter opresivo y constituyente de 
una nueva y dictatorial dominación. 
JOSÉ MIGUEL CASANUEVA WERLINGER
![[mir3.jpg]](https://1.bp.blogspot.com/_wdWITqo056U/Ssyn6hxkGXI/AAAAAAAADNI/BenCXjmkJ7c/s400/mir3.jpg) Bolivarianos en New York con Comandante Chavez.
 
Bolivarianos en New York con Comandante Chavez. 
 
Si  Fuera Venezolano Votaria por El
 Comandante Chavez,por el Poder  Popular,por su 
Independencia,Autodeterminacion y por el Socialismo.
 Por 
Victor Toro Ramirez
 Por 
Victor Toro Ramirez
 
 
| RESUMEN LATINOAMERICANO entrevistó a las FARC en La Habana |  | 
 |  | 
    | escrito por Carlos Aznárez | 
    |   Comandante Ricardo Téllez, del Secretariado de las FARC-EP e integrante 
 de la delegación que participará de las negociaciones de paz. Dialogó  
con el director de Resumen Latinoamericano en La Habana y volvió a  
reiterar que las FARC están dispuestas a hablar de paz pero con justicia
  para todos los colombianos y colombianas. Criticó a su vez, los dichos
  del presidente Santos insistiendo en no declarar un cese del fuego.
 
 
Comandante Ricardo Téllez (Rodrigo Granda):     
“Nuestros enemigos deben convencerse que no estarán dialogando con una guerrilla vencida, todo lo contrario”.  
   
  
   
A
 muy pocos días de las conversaciones de paz entre el gobierno 
colombiano y las FARC, el integrante de la dirección  de esa 
organización guerrillera, Comandante Ricardo Téllez (Rodrigo Granda), 
señaló que “el convencimiento del gobierno de Juan Manuel Santos de que 
no podían ganar la guerra en forma rápida los llevó a dialogar”. Téllez,
 al que también se lo conoce como el “Canciller de las FARC”, lleva en 
la insurgencia desde 1980, y mucho antes ya había pasado a la 
clandestinidad por su militancia en el partido Comunista de su país. 
Confesó que un momento muy difícil de las conversaciones exploratorias 
que comenzaron en 2010, se dio cuando primero fue asesinado el  
comandante Jorge Briceño (Mono Jojoy), y luego lo mismo ocurrió cuando 
cayó en combate el máximo referente de las FARC, Alfonso Cano. “Allí nos
 vimos obligados a evaluar si tomábamos la decisión de seguir o 
pateábamos el tablero. Sin embargo, nos dimos cuenta que el objetivo era
 la paz, como siempre lo había definido nuestro Comandante Manuel 
Marulanda Vélez, y decidimos seguir intentándolo”.  Téllez, no tiene la 
menor duda, y así lo expresó en La Habana, que  si se dan avances en el 
diálogo, esta vez podrían abrirse definitivamente las puertas de la 
pacificación.  
   
-Fue muy difícil llegar  a este momento actual? ¿Cómo fueron las primeras conversaciones exploratorias?  
   
-Este
 camino no ha sido sencillo, porque venimos de una guerra bastante dura,
 de ocho años del señor Uribe y dos años de Juan Manuel Santos. Una vez 
que el presidente Santos asumió el mandato, envió una carta al 
Secretariado de las FARC, diciendo que lo que nosotros proponíamos en la
 agenda de la Nueva Colombia bolivariana,  podía ser discutido, pero que
 lo que le hacía mal al país eran las formas de lucha que nosotros 
utilizábamos. De todas maneras, él reconocía que en Colombia había un 
conflicto, que era algo que no aceptaba Uribe.   
A
 partir de allí comenzó un intercambio epistolar, que concluyó en una 
reunión que se hizo en Colombia, al que le siguieron algunos encuentros 
en otros territorios no colombianos,  para después terminar en Cuba, en 
reuniones que denominamos “discretas y secretas” durante seis meses, 
hasta llegar al actual momento.  
   
-Ustedes
 durante un largo tiempo, insistieron, a diferencia del ELN, que las 
conversaciones tenían que ser en Colombia. ¿Qué los hizo cambiar de 
opinión?  
   
-Fíjese
 que desde tiempo atrás, en el gobierno de Gaviria, dialogamos en 
Caracas, y luego en México. Para nosotros el sitio nunca fue una 
cuestión de principios, sino que lo importante es tener la 
fundamentación y la confianza para encarar los diálogos.   
   
-¿Cuánto tiempo deliberarán en Oslo?  
   
-Lo
 de Oslo es solamente la instalación de la mesa, allá deliberaremos dos o
 tres días a lo sumo, y luego lo importante se discutirá en La Habana. 
También acordamos que también se podrán realizar reuniones en otros 
países (N.de R.: No se descarta que una de esas sedes pueda ser Argentina o Brasil) de acuerdo a cómo se vayan dando las discusiones.  
   
-¿Cuáles
 son las razones que los lleva a pensar que el establishment colombiano 
tiene necesidad de encarar la paz precisamente en este momento?  
   
-Ellos
 llevaron adelante con todas sus fuerzas, el Plan Colombia. La idea era 
exterminarnos en cuatro años, en forma física. Es decir, demostrarle al 
mundo que la guerrilla podía ser derrotada por esa vía militar. Esos 
primeros cuatro años del señor Uribe no fructificaron en lo que él 
pretendía. Logró otros cuatro años con su reelección, y en ese período 
se invirtieron más de 12.000 millones de dólares en la guerra en 
Colombia. Está la presencia norteamericana, hay personal israelí y del 
Reino Unido y de otras potencias, metidas en la guerra contra el pueblo 
colombiano. Ellos habían hablado del post conflicto y resulta que eso 
que pretendían, no se ve por ningún lado.  Tenemos una guerrilla fuerte,
 bien equipada, que obviamente ha sufrido algunos golpes duros pero que 
supo adaptarse, con mucha facilidad, a las nuevas formas que asume la 
guerra en Colombia.  
Ese
 aspecto, de no poder ganar la guerra en forma rápida, llevó al 
convencimiento del señor Santos y a sus patrocinadores, los EEUU, de que
 era mejor dialogar. Nosotros somos abanderados de la paz y del diálogo.
 Y nos alzamos en armas precisamente porque se nos habían cerrado esos 
caminos. Ahora bien, el establecimiento colombiano piensa incrementar al
 máximo todas las políticas neoliberales, ya que tienen 52 tratados de 
libre comercio firmados con diferentes países del mundo, una buena 
cantidad de proyectos agro-industriales y mineros, más proyectos 
energéticos multimillonarios. No nos olvidemos que Colombia es uno de 
los países más ricos del continente: nosotros tenemos oro, plata, 
esmeraldas, a lo que hay que sumarle costas en los dos mares, y la selva
 amazónica. Todos estos proyectos que las trasnacionales impulsan se 
chocan contra una resistencia armada. A partir de allí, nuestros 
enemigos deducen que es mejor solucionar este conflicto por la vía 
dialogada. Además, en función de la crisis que vive el mundo, y 
especialmente Europa, temen que sus consecuencias podrían generar un 
caldo de cultivo, para que a partir de la experiencia que tienen las 
FARC, surjan otras guerrillas en el continente.  
   
  
   
-Sin
 embargo, Juan Manuel Santos insiste en que las FARC están contra las 
cuerdas, que los últimos golpes los han debilitado, y que precisamente 
por eso ustedes se sientan a dialogar.  
   
-De
 ninguna manera. Uno de los principios de la guerra, es que con los 
derrotados nunca se dialoga. Si yo gano la guerra y someto al enemigo, 
para qué me voy a poner a dialogar. Eso no tiene ningún sentido.  Esas 
suposiciones existen en la mente de ellos mismos, pero la realidad les 
demuestra día a día que están equivocados. La confrontación armada hoy, y
 esto lo saben los altos mandos militares y lo han dicho en reuniones de
 Palacio, puede durar otros 20 o 30 años más. De allí es que han tenido 
que reflexionar sobre la necesidad de buscar otros caminos para terminar
 con la guerra. En función de ello, nosotros nos hemos atrevido a 
insinuarle al gobierno, que lo importante sería parar la mortandad que 
acarrea la contienda,  nuestro interés es construir la paz, pero una paz
 con dignidad, con justicia social, que se encaren los problemas del 
pueblo colombiano.   
   
-¿Qué está pidiendo con urgencia la guerrilla?  
   
La
 guerrilla no está pidiendo nada para ella, no necesitamos nada del 
establecimiento. A nosotros nos han movido cuestiones altruistas y que 
el país y el continente puedan vivir en paz.   
Si
 estos 48 años de lucha armada permanente logran que se canalice una 
apertura democrática , que en Colombia se cambien las formas de hacer 
política y se respeten los derechos humanos y la integridad de las 
personas, y que nuestro país se inserte en la nueva realidad 
latinoamericana, y que aporte a la paz nacional y del mundo, creo que ha
 cumplido una misión muy importante. Hay que recordar que nosotros en un
 momento dado quisimos cambiar esta forma de lucha. Ahora bien, si ahora
 se abren las compuertas que nos cerraron en 1964 y se nos permite en 
pleno plan de igualdad con otras fuerzas ir a la plaza pública, 
estaríamos dispuestos a hacer eso, pero deben convencerse nuestros 
enemigos que no se va a dialogar con una guerrilla vencida. Ese fue el 
error de los sucesivos gobiernos colombianos, creer que cada vez que se 
abría la posibilidad de un diálogo, era porque la insurgencia estaba 
derrotada. Esa es una estupidez, y saben que en el momento actual es 
insostenible para ellos.  
   
-No
 creen que pudiera haber otra manera de ver esto. Le explico: el 
presidente Santos enfrenta la posibilidad de una re-elección muy pronto,
 y él sabe que si estas conversaciones fructifican, se puede convertir 
en un abanderado de la paz y de esta manera revalida su idea de seguir 
gobernand.  
   
-La
 paz tiene muchos amigos y es indudable que en Colombia se ha despertado
 un fervor extraordinario hacia ella. Se respira el fervor de un 
verdadero plebiscito internacional que llevará adelante estos diálogos. 
Tengamos en cuenta que este es el conflicto más largo del hemisferio 
occidental. Es indudable que quien tenga las banderas de la paz en este 
momento, puede aspirar no solamente a una reelección, sino a pasar a la 
historia como un hombre que hizo todo lo que tenía en sus manos para que
 su pueblo viviera mejor. Ese es un desafío que tiene el Presidente. Si 
él quiere hacer historia, tiene la gran oportunidad, pero el 
establecimiento en su conjunto tiene que estar preparado a hacer algunas
 de las concesiones que siempre las FARC han buscado, porque se trata de
 dos partes en la cual ninguna ha derrotado todavía a la otra.   
   
-¿Qué
 diferencia hay entre estas conversaciones que van a empezar y las 
anteriores que se dieron en otros momentos de la confrontación?  
   
-El
 Presidente tiene en este momento un respaldo muy grande a nivel 
nacional,  y un entorno latinoamericano diferente al que había en los 
diálogos del Caguán. A la vez, se ve que hay una apoyo mucho más grande 
por parte de los Estados Unidos para evitar que continúe la guerra en 
Colombia. No olvidemos que ellos han sido los promotores de esta guerra,
 y si ellos paran de echar leña al fuego, seguramente se podrá avanzar 
también. Otra de las situaciones que se puede ver, es que ya el señor 
Presidente involucra al alto mando militar, incluyendo en las 
conversaciones a algunos oficiales de alta categoría. Ahí hay también 
representantes de los gremios económicos, que saben que con un esfuerzo 
que se haga, y reconociendo  toda la cantidad de factores que han 
originado el conflicto y solucionando esas causas, se puede avanzar 
hacia un proceso de paz. De allí que nosotros consideramos que hay 
algunas variaciones que nos permiten que hagamos una experiencia mucho 
mayor que otras ocasiones.  
En
 ninguno de los procesos anteriores había una real voluntad de paz por 
parte del gobierno colombiano. Si el señor Santos va a utilizar esa 
bandera para la politiquería, él deberá pagar ese costo histórico frente
 al país. Hoy se da una oportunidad, nosotros como FARC tenemos la 
voluntad política de avanzar, siempre y cuando se encare esto con 
seriedad,  y que se pueda ir demostrando que hay ganas de solucionar el 
conflicto.  
En
 estas conversaciones de ahora, nosotros le hemos dicho al gobierno que 
venimos a la mesa sin arrogancia, dispuestos  a poner músculo, nervio, 
pensamiento, ideas, pero también somos conscientes que, tratándose de 
arreglar un problema tan grave, quien más tiene, más tiene que aportar.   
El
 gobierno, el Estado, tienen mucho para darle al pueblo de Colombia. Las
 FARC, por nuestro lado, tenemos ideas para arrimar a la construcción de
 una Colombia digna, soberana y en paz, pero aquí quien tiene la plata 
es el gobierno…  
   
-¿Cuánta
 influencia puede tener en este contexto el discurso que viene lanzando 
Alvaro Uribe, oponiéndose a estas conversaciones?  
   
-Este
 sector es minoritario, en el momento actual, tiene alrededor de un 18 %
 de representación. Es un discurso exageradamente retardatario, lleno de
 odio, venganza y retaliación. Son fanáticos de la guerra, pero eso a 
nosotros no nos preocupa demasiado, porque cada día que pasa , el pueblo
 colombiano va tomando conciencia de quiénes han sido los promotores de 
esta violencia. Con Uribe están reubicándose esos sectores que son 
peligrosísimos.  Los Estados Unidos, al apoyar los diálogos –por lo 
menos eso es lo que ha dicho el Departamento de Estado-, significa que 
se separan un poco del señor Uribe Vélez, y quien mejor que los gringos 
para dar esa señal. Ellos tienen todos los expedientes de cuál ha sido 
el prontuario de Uribe desde que se inició en la  política colombiana. 
Él figura en el puesto número 82 de una lista que tiene en su poder la 
DEA.  
   
-Volviendo
 al tema del cese del fuego: Si esto no se produjera, y se incrementan 
las acciones militares por parte del gobierno Santos, ¿no creen ustedes 
que  se ponen en serio peligro estas conversaciones?  
   
-Siempre
 es peligroso dialogar bajo fuego.  Intentar hablar bajo las balas y los
 bombardeos, es un riesgo muy grande. Nosotros no estamos pidiendo en 
estos momentos un cese del fuego, sólo hemos sugerido que deberíamos 
evitarle más muertos al país. El gobierno respondió que no, que ellos 
van a seguir con los bombardeos y las operaciones militares. Entonces, 
es obligación de la guerrilla, defenderse.  Nosotros insistimos en que 
quisiéramos evitar más dolor, pero parece que el gobierno considera que 
así vamos a tener una ventaja militar. Si no fuera por la tragedia que 
representa para el pueblo colombiano, esto llamaría a  risa. Pero es 
indudable que al establecimiento parecen no importarle mucho la vida de 
sus propios soldados, y de la gente del pueblo, que toda guerra causa.  
Ellos consideran que el alto el fuego debe producirse al final, y 
nosotros pensamos que la movilización permanente del pueblo y la misma 
presión internacional  pudiera ayudar a que las partes cesáramos el 
enfrentamiento armado, sin ventajismos de carácter estratégico para 
ninguna de las dos partes.   
   
-Otro
 tema difícil es el de los tiempos. El Presidente Santos habla de que a 
más tardar, en junio o julio del 2013 el conflicto debería tener ya 
soluciones, mientras que Timochenko ha planteado que esto va a ser un 
proceso largo.   
   
-Timochenko
 lo dijo, y no habría que ponerle a esto términos fatales. Solamente 
para llegar ahora a conformar una agenda nos demoramos dos años. Esta 
guerra lleva 60 años, por eso nos parece que es muy precipitado lo dicho
 por el Presidente, que considera que el conflicto se puede arreglar de 
la noche a la mañana. La vida es mucho más rica que cualquier cuestión 
que se proponga en la agenda. Los mejores planes, fallan. Entonces, 
vamos a ir mirando cada uno de los puntos de la agenda, vamos a ir 
construyéndola, sin pausas pero sin prisas, como dijo un ex presidente 
de la República. Aquí lo importante no son las carreras de cien metros, 
sino que se vayan llegando a acuerdos y que el país y el mundo vean, que
 vale la pena seguir dialogando. Nosotros no estamos dispuestos a 
trabajar contra reloj, no somos parte de las Olimpiadas que acaban de 
terminar.  
   
-¿Qué significado le dan a la frase “dejación de armas”, que figura en el Acuerdo marco para empezar los diálogo?  
   
-La
 frase tiene muchas interpretaciones. Nosotros hemos dicho que si se 
abren las puertas a la paz, si se hacen un montón de cambios, si se 
respiran nuevos aires, las armas, al fin y al cabo, son simples hierros,
 que en un momento dado se pueden silenciar. Lo que no se pueden ocultar
 son las ideas que cada combatiente tiene en la cabeza. Las armas, 
mientras no haya hombres dispuestos a dispararlas, por sí sola, no 
cumplen ningún papel. Ellas sirven para defender al pueblo, de la 
tiranía, para evitar la esclavitud. Esas armas han posibilitado que 
ahora el país vislumbre, por fin, la anhelada paz.  
   
-Ustedes
 se alzaron en armas, para denunciar un orden injusto (así lo expresaban
 sus comunicados fundacionales). ¿Qué les hace pensar ahora que en esta 
mesa de negociaciones podrán obtener lo que se les negó en tantos años 
de insurgencia armada?  
   
-Nosotros
 hemos dicho que no vamos al diálogo para que nos hagan la Revolución 
por contrato. No se trata de hacer la Revolución en una mesa de 
negociaciones. Sostenemos que aquí hay dos partes enfrentadas, con 
criterios de carácter antagónico. También decimos: ustedes nos obligaron
 a tomar las armas, buscaron por todos los medios eliminarnos y no lo 
han logrado. La esencia de la guerra es someter la voluntad de lucha del
 contrincante, y eso tampoco lo ha podido hacer ni lo va a lograr el 
Estado colombiano. Entonces le decimos al presidente Santos: si usted 
abre las compuertas y da pie a un nuevo país, las armas pueden ser 
silenciadas y buscar por otras vías que se cumplan nuestras 
reivindicaciones. En 1964 lo dijeron nuestros fundadores, nosotros 
queríamos la vía pacífica para la toma del poder, pero nos respondieron 
violentamente. Como somos revolucionarios, que de una u otra manera 
tenemos que cumplir nuestro papel, nos alzamos en armas hasta que haya 
cambios en el país.   
Si
 los cambios comienzan a producirse, entonces nos insertamos en la 
política, porque las armas no van a cumplir allí ningún papel. Es tan 
estrecho este sistema colombiano, que da vergüenza, comparado con otros 
países del continente y del mundo. En otras partes no se asesina a una 
persona porque esté en contra de tal o cual posición del gobierno, o 
sencillamente por reclamar respeto a la dignidad humana, o defender la 
soberanía del país. En otros países no se asesina a la gente que hace 
una manifestación o una toma de tierras. En Colombia, pensar diferente 
al establecimiento ha causado en la primera etapa de la violencia, 300 
mil muertos, y en esta parte que llevamos,  ya se pasa de 250 mil 
muertos. ¿Dónde se llevó una guerra más cruel y más bárbara contra un 
pueblo desarmado? ¿Qué no se ha empleado contra las FARC en este último 
tiempo? La más alta tecnología de punta, los drones, aviones super 
Tucano, los globos, toda la inteligencia militar del enemigo, los micro 
chips, bombas inteligentes, para quebrar la voluntad de gente que pelea 
para que en el país haya justicia social, libertad y una verdadera 
democracia.  
   
-Uno
 de los puntos nodales del acuerdo marco que será discutido en las 
conversaciones es el tema de la tierra. ¿Cuáles son los planteos de las 
FARC para solucionar la situación de los campesinos colombianos?  
   
-Nosotros
 hicimos un pacto de caballeros, hay unos puntos que se van a discutir 
en la mesa. Con el tema de la tierra y el desarrollo agrario vamos a 
comenzar la discusión. Por eso, por el momento no vamos a dar por 
micrófono lo que debe ser discutido en la mesa de diálogo. Tenemos una 
visión muy concreta y propuestas que hacer, además de recoger el sentir 
de las organizaciones agrarias, campesinas, indígenas, 
afro-descendientes. Igualmente tendrán que participar en las discusiones
 y darnos orientación, las organizaciones vinculadas a los problemas del
 campo, pero no solamente eso, sino que también hay que ver la cuestión 
de la salud, de la educación, de la vivienda, de la ecología y toda la 
cuestión de la tierra.   
   
-Exigirán la reforma agraria?  
-Colombia
 es el único país de América Latina donde no se ha producido jamás una 
Reforma agraria. El 87% de las mejores tierras del país están en manos 
del 4% de los poseedores. Las grandes haciendas de más de 500 hectáreas 
se han aumentado a costa de los pequeños campesinos. El problema del 
latifundio en Colombia dio origen a las primeras guerrillas. Ahora 
soportamos la embestida de las trasnacionales que quieren apoderarse de 
las tierras, con grandes proyectos mineros y agrario-industriales. 
Tengamos en cuenta que la tierra, en estos momentos y a nivel mundial, 
ha adquirido precios desorbitantes.   
   
-¿Cómo puede participar la sociedad colombiana actual en las conversaciones de paz?  
   
-En
 la mesa se acordaron algunos mecanismos. La gente que está en el país 
puede citar foros, asambleas, encuentros, mingas, donde puedan estar 
discutiendo, por ejemplo, el problema de la tierra. Igualmente se pueden
 hacer encuentros nacionales para que allí se aporten y se recojan todas
 las ideas. El problema de la tierra en Colombia ,no ha aparecido de 
ayer para hoy, es un problema histórico, y las organizaciones 
campesinas, indígenas y afro-descendientes, han venido teniendo una 
trayectoria de combate, lo mismo ocurre con las FARC. El 20 de julio de 
1974 las FARC expidieron el programa agrario de los guerrilleros. Ahora 
actualizamos todo eso, y lo llevamos a la mesa  para discutirlo.   
   
-Pero el gobierno Santos afirma que ya está encarando el problema de la tierra.  
   
El
 gobierno está interesado en hacer algunos cambios a nivel de la tierra,
 porque tienen el interés de meter toda la cuestión del capitalismo en 
el campo. El problema es que necesitan integrar esas dos terceras partes
 de Colombia que representan al país olvidado. Allí, en ese territorio 
se encuentra la guerrilla  y no se registra presencia del Estado. Por lo
 cual todo ello tendremos que discutirlo cuando toquemos el punto del 
desarrollo agrario.  
   
-Además, está el tema de las áreas con plantaciones de coca, y lo que significa a nivel de monocultivo.  
   
-Las
 plantaciones de coca no sólo están en áreas de la guerrilla sino en 
casi todo el país. Dentro del acuerdo marco, hay un punto para discutir 
el tema de los monocultivos.  Fíjese que ahora, en la Cumbre de 
Cartagena y en la Iberoamericana que se va a hacer en España, uno de los
 problemas que se discute es la lucha contra el narcotráfico. En marzo 
de 1999, nuestro comandante Manuel Marulanda Vélez hizo un estudio sobre
 el Municipio de Cartagena del Chairá. Ese estudio lo presentó a la 
primera reunión que se hizo sobre cultivos ilícitos y defensa del medio 
ambiente en el Caguán. Este es un plan totalizador y tiene plena 
vigencia, para toda Latinoamérica,  para que se discuta en la OEA y 
también en la ONU. Es hora que el Departamento de Estado norteamericano 
vea que hay una forma diferente de atacar el tema de la producción y 
comercialización de narcóticos en el mundo. Para eso no se necesita 
solamente la cuestión represiva, ya que este es un fenómeno económico, 
político,  militar y social. Millonarias fortunas se mueven allí. En 
este momento lo que circula en el mundo por narcóticos son 670 mil 
millones de dólares. Todo ese torrente de billetes está irrigando la 
cuestión financiera de los EEUU. Para América Latina revierten 20 mil 
millones, y Colombia, que se dice que exporta el 80 % de la cocaína, 
recibe 4.500 millones de dólares. ¿Quién está haciendo el gran negocio? 
 Pero además de ello, la coca está ligada al tema de los precursores 
químicos, producidos por el primer mundo. Está ligado al tema de los 
armamentos. ¿Quién los fabrica? Ellos también, Occidente, el primer 
mundo.  
Como
 se ve, son temas demasiado serios, y el Estado se ha dado cuenta que 
esa guerra, ya la perdió. Por eso, los otros países están viendo  como 
atacan este fenómeno, y en ese punto también las FARC tienen propuestas 
para encarar soluciones. Es contradictorio, pero en ese aspecto podemos 
ser aliados de los Estados Unidos. Y con Europa también, ya que ellos 
están perjudicados en su juventud, y nosotros pagando los costos de una 
guerra que no es la nuestra.   
   
-Imaginemos
 que las conversaciones de paz funcionan, a base de cambios y algunas 
concesiones. ¿Qué se hace con las bases norteamericanas?  
   
-Ese
 es un problema de soberanía nacional y nosotros nos hemos opuesto por 
principio a que haya bases militares, con tropas extranjeras en 
Colombia. Allí se metieron con el pretexto de la lucha contra el 
narcotráfico, haciendo luego la guerra contrainsurgente más devastadora.
 Nosotros hemos recibido las bombas. Ningún narcotraficante ha muerto 
por culpa de ellas, cuando supuestamente eran el objetivo de estas 
bases. Todo lo que hay en Colombia en función de las bases es para 
controlar el continente sudamericano, sino que también apuntar hacia el 
África. Nosotros estamos firmemente convencidos que esas bases, asesores
 y tropas norteamericanas , le harían un gran favor a la paz, 
abandonando el territorio colombiano.   
   
-¿Cuánto puede influir en estas negociaciones el resultado de las elecciones norteamericanas?  
   
-Con
 eso se especula mucho, a pesar que la política exterior norteamericana 
es compaginada por los dos partidos. Sugieren que el candidato 
republicano es mucho más duro que Obama, o que éste va a cambiar de 
posición, pero la realidad es que en política exterior marchan como un 
solo hombre. Uno quisiera, pero son deseos, que el señor Obama tuviera 
una diferente forma de observar América Latina. Que viera que ese 
bloqueo sobre Cuba es obsoleto y que él como un demócrata debería ayudar
 a levantar esto. O esa cárcel de Guantánamo que aún mantienen, y que 
debería desaparecer. Lo real es que en política exterior, los EEUU han 
venido apretando cada vez más el cuello a América Latina, por eso se 
están quedando solos en el continente.   
   
-Valoran los cambios que se vienen produciendo en el continente a nivel de integración de los países?  
   
-Claro,
 ha surgido una nueva forma de hacer diplomacia, de los países 
latinoamericanos. El hecho de que la OEA esté tan desprestigiada, y que 
organismos como la CELAC y Unasur, hayan tomado impulso y no estén allí 
representados ni gringos ni canadienses, significa que su política 
exterior hacia Latinoamérica ha fracasado. Para los pueblos ellos son un
 peligro, un monstruo sediento de nuestros recursos naturales.  
   
-¿Se imaginan participando de alguna forma en las próximas elecciones colombianas?  
   
-Ese
 es muy pronto para hablarlo. No hemos instalado aún la mesa de 
conversaciones.  Nosotros estamos las 24 horas pensando en cómo vamos a 
asumir el reto de tratar de llegar a un acuerdo final y comenzar la 
construcción de una paz para Colombia. No somos politiqueros de oficio, 
hay mucha gente a la que le gusta eso, nosotros tenemos otra manera de 
ver y entender la política. No nos seduce el sistema electorero vulgar, y
 menos con esa forma que se hace en Colombia, que para llegar al 
Parlamento, si usted no tiene mil o dos mil millones de pesos no puede 
llegar. Por eso, fíjese que quienes están allá, la mayoría están 
investigados ( o incluso presos) porque la corruptela de ese Parlamento 
colombiano es asombrosa. Lo mismo pasa con las gobernaciones y las 
alcaldías. Es que las clases gobernantes de nuestro país son todas 
corruptas, y han abusado de un pueblo que es bueno, sencillo y 
trabajador.   
   
-Ustedes creen que hubiera sido mejor contar en estas mesas que se están por abrir, con la presencia del ELN?  
   
-Nosotros
 ya hicimos una experiencia con ellos en la Coordinadora Guerrillera 
Simón Bolívar. En Tlaxcala, estuvo el ELN, el EPL y también nosotros. 
Desafortunadamente, eso no prosperó. Con el ELN veníamos teniendo 
algunas fricciones hace un tiempo atrás, esto por lo menos ya se paró, y
 estamos en un proceso de unidad bastante avanzada. Nosotros comenzamos 
este proceso con el gobierno de forma separada, pero de todas formas 
siempre dijimos que las puertas están abiertas para sumarse, pero el ELN
 es una organización soberana, y ellos pueden hacer su propia 
experiencia. Si en un futuro podemos coincidir, sería muy interesante 
compartir una mesa con ellos.   
   
-¿Qué ha pasado con la idea que ustedes manifestaron, de que se incorpore a la mesa, Simón Trinidad?  
   
-Ese
 es un punto que nosotros llevamos a la mesa de diálogo. Ya hay 
experiencias, Mandela estaba en la cárcel 7 años, y desde allí logró 
incidir mucho para derrotar el Apartheid. Simón está condenado por cosas
 de las que lo acusan, pero todo el mundo sabe que se trata de un 
montaje y una venganza por el solo hecho de pertenecer a las FARC. 
Nosotros consideramos que él debe estar en la mesa y vamos a pelear por 
ello. Sugerimos que los EEUU, para remediar en parte tanto mal causado, 
deben facilitar las cosas, y esta sería una forma de hacerlo, 
permitiendo su presencia en las negociaciones.   
   
-Cuando
 se encaran este tipo de negociaciones, siempre aparecen  palabras 
claves como “reconciliación”, “reparación”, “comisión de la verdad”.  
¿Qué opinan de ello de cara al proceso que van a comenzar?  
   
-Nosotros
 creemos que en Colombia puede haber un gobierno de reconstrucción y 
reconciliación nacional. Eso puede llegar en un momento dado, sin 
embargo no nos dejamos llevar por la palabrería vana ni tampoco 
necesitamos salir a copiar de otras partes. Aquí ha habido una guerra, 
si el gobierno tiene la disposición política de arreglarla, y nosotros 
la tenemos, incluso podemos crear nuevos conceptos en muchas cosas. Cada
 conflicto tiene sus particularidades, y el de Colombia ha sido 
extremadamente específico. Todos estos temas que usted plantea se irán 
tratando en la mesa de diálogo en su debido momento.  
   
-En
 los últimos años, varios de sus compañeros del Secretariado han 
resultado muertos en combate,  producto de la ofensiva del Ejército. 
¿Cómo han repercutido estas muertes en vuestra lucha?  
   
-Los
 compañeros caídos en combate están presentes en cada actividad de los 
hombres y mujeres de las FARC. En cada uno de nuestros campamentos se 
tienen sus retratos, sino que todas las noches se les evoca en las obras
 culturales. Fueron nuestros guías, nuestros maestros, son hombres 
únicos que ofrendaron todo por la paz en Colombia. Hombres indoblegables
 que han trascendido más allá de lo que ahora vemos, y que con el tiempo
 su imagen crecerá inmensamente. Son verdaderos héroes de la Patria. En 
algún momento habrá que darles el reconocimiento que se merecen. En 
muchos países del mundo ha pasado así, a la gente se le persigue, se le 
encarcela, se le denigra, y después, cuando las situaciones cambian, 
resulta que eran los hombres que portaban la verdad histórica, que 
ofrecieron todo su esfuerzo para cambiar la realidad de humillaciones 
que vivía nuestro país.  
   
-¿Cómo
 cree que recibirán las mujeres de Colombia estas conversaciones de paz,
 esas mujeres que son madres, que son hijas de guerrilleros como 
ustedes, o esas otras mujeres de la sociedad colombiana que han sufrido 
la violencia en todos estos años?  
   
-Las
 mujeres y todo el pueblo, han recibido esta noticia con mucho alborozo.
 La primera encuesta muestra que el 80% del pueblo colombiano está por 
la paz. Cuando en febrero nos reunimos por primera vez con el gobierno, 
estos prácticamente decían que el país quería una guerra , que nos 
detestaban, y nosotros les decíamos, no señores, la paz es la que 
predomina en Colombia y ustedes tienen una distorsión total de las 
cosas. Ahora nos han tenido que dar la razón, y si las cosas funcionan 
esto va a ir creciendo, y nuevos actores vendrán a integrarse, no 
solamente en la sociedad colombiana sino también del exterior.  Usted ve
 que el Papa ha apoyado los diálogos de paz, igual que Naciones Unidas o
 la Unión Europea, la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, y la 
de Brasil.  Ojalá que quienes tenemos la responsabilidad de sacar este 
proceso adelante, podamos cumplir la misión que se nos ha dado.  
   
-¿Siguen teniendo el socialismo como meta?  
   
-Claro,
 ese es el único sistema que puede salvar al planeta Tierra. Nosotros 
hemos peleado por el socialismo con las armas en la mano porque no nos 
han dejado otra opción. Vamos, indefectiblemente, por la toma del poder 
para el pueblo. Eso no lo hemos escondido jamás. O se nos permitía hacer
 política para exponer nuestros ideales y alcanzar nuestros objetivos 
por la vía legal, o nos cerraban el camino violentamente como hicieron 
todo este tiempo. No negamos nuestras condición de socialistas. Las 
revoluciones las hacen los pueblos y nosotros somos parte de ese pueblo.
 Podemos tratar de organizar militarmente a nuestro pueblo, pero también
 lo podemos organizar políticamente. En el momento en que se respete la 
vida de esas personas que organizamos políticamente. Lo que no podemos 
repetir es la historia de la Unión Patriótica, el genocidio más grande 
de América Latina, con 5 mil muertos, cuando tratábamos de abrir un 
espacio político. Fue un costo extremadamente alto para un país como 
Colombia.
Pensamiento :: 30.09.12  
x Michael Löwy  
Es
 evidente que el propio movimiento obrero, en particular en los países 
capitalistas avanzados, está contaminado de la actitud colonial 
Madrid :: 29.09.12 
x La Haine / Agencias 
 
  Actualización 01:15 Los represores han entrado en algunos bares de Lavapiés agrediendo y sacando a gente
 
 00:51 Los antidisturbios se retiran de la zona de Huertas en dirección hacia Neptuno
 
 00:44 Han cargado en la calle Lope de Vega, alguna gente se ha 
refugiado en un bar y los antidisturbios han entrado y han sacado de él a
 dos chicas, que salían sangrando.
 
 00:31 Los antidisturbios están cargando en las calles aledañas a 
Neptuno en las calles Medinacelli y Cervantes, están cargando en las 
calles donde no hay medios de comunicación. Varias cadenas de televisión
 emiten imágenes de Neptuno, que a estas horas esta prácticamente vacía.
 | 
Organización territorial de base
 
On septiembre 30, 2012 by conce
El Paro Patronal
 de octubre, se comienza a gestar en un paro regional de transportes en 
la provincia de Aysén, debido al rechazo por parte de los dueños de 
camiones al proyecto del Gobierno de crear una empresa estatal de 
transportes en la zona. El día 11 de octubre, el movimiento huelguístico
 de los camioneros asumió carácter de huelga nacional del transporte, 
liderada por la Federaciónde Dueños de Camiones de Chile
[1]. Entre el 12 y 16 de octubre, el conflicto de generalizó, adhiriendo las organizaciones patronales de la producción y comercio
[2], luego se sumarán los Colegios de Profesionales
[3] y
 las organizaciones estudiantiles controladas por la oposición. Todos 
estos sectores, gremios y partidos de la oposición van a confluir en la 
llamada  
Confederación Democrática (CODE). 
Las formas de 
organización y coordinación creadas, superaban el particularismo y 
cooperativismo de los sectores gremiales y profesionales en el proceso 
de rebeldía en contra del gobierno[4].

 
 De esta forma, el 19 de 
octubre los gremios en conflicto se articulan organizativamente, creando
 el Comando Nacional de Defensa Gremial, el cual el 25 del mismo mes va a
 sacar una plataforma reivindicativa denominadaEl Pliego de Chile, documento considerado como base para el dialogo con el Gobierno.
 El paro patronal de octubre, se 
desarrolla en un contexto de multiplicación de las acciones terroristas 
por parte de grupos de extrema derecha, como Patria y Libertad. Además 
los organismos de coordinación gremial y profesional, en conjunto con la
 CODE, llevaron a cabo múltiples acciones de carácter directo como 
bloqueo de carreteras, acciones de sabotaje, barricadas, disturbios en 
concentraciones públicos y ocupaciones de sedes universitarias. No esta 
demás decir, que toda esta pruebas de fuerza a escala nacional, es 
directamente apoyada por el Gobierno de los Estados Unidos
[5],
 a través dela CIA, coordinada con empresas multinacionales comola ITT y
 Kenecott, además de financiar el diario representante de la oligarquía 
El Mercurio para crear un ambiente de caos, incluso los gremios de 
camiones recibieron dólares diarios para mantener la huelga.
             La respuesta del movimiento
 popular, va a ser de dos formas, por una parte la del Gobierno dela UP 
impulsando medidas de requisición de algunas fábricas y de camiones que 
se encontraban boicoteando la producción y el abastecimiento, como 
también en el ámbito institucional se instauro un gobierno 
cívico-militar, que de alguna manera sirviera de arbitro entre los 
sectores reaccionarios de la burguesía y el movimiento popular de base 
mas radicalizado, que ya se encontraba de cierta forma asumiendo las 
tareas de un enfrentamiento de clases, esperando también la situación 
pre-revolucionaria que daría las condiciones para la toma definitiva del
 poder.
             Por otro lado, el 
movimiento popular, tanto en el campo y la ciudad, va a ser el verdadero
 protagonista de la llamada Crisis de Octubre, ya que en 
respuesta a la agresión de los patrones, dueños de camiones, fundos y 
fábricas, el movimiento popular chileno como nunca en su historia, supo 
responder a la tarea histórica de echar a andar los engranajes de la 
producción, con las tomas de fábricas y masificación de los Cordones 
Industriales, se socializó la distribución de la producción a través de 
la multiplicación por cientos de las Juntas de Abastecimiento y Precios,
 se consolidó en la base una alianza social popular, capaz de integrar a
 todos los sectores en lucha de un territorio local, como lo fueron los 
Comandos Comunales que se masificaron profundamente, uniendo en la 
práctica a estudiantes, campesinos, trabajadores, pobladores, dueñas de 
casa, etc.. Asumiendo en la cotidianidad las tareas de poder necesarias 
para alcanzar mayor nivel de democratización, participación y 
organización de las bases, masificando aquellas instancias prefigurativas de la nueva sociedad.
  Son estas prácticas a las que se les 
denomina Poder Popular, y es en este mes de octubre que estas 
organizaciones van a tomar un rol fundamental del proceso dela Vía 
chilena al Socialismo, ya que pasaran de la teoría (de la cual se venía 
ya hablando mucho antes de octubre, pero sobre todo después de la 
llamada “Asamblea del Pueblo de Concepción”), a la práctica real, 
asumiéndose ya no sólo como organizaciones  de apoyo al gobierno, si no 
que como una estrategia real de salida al proceso reformista por arriba,
 impulsando el proceso revolucionario por abajo o desde las bases.
  A) Desarrollo de los Cordones Industriales con la Crisis de Octubre.
 
Los
 Cordones Industriales surgen directamente de las necesidades del 
combate de las masas contra el sabotaje burgués, contra las huelgas 
patronales, por la defensa y extensión de las nacionalizaciones. Es la 
evolución misma de la lucha de clases la que hace surgir a través de la 
actividad de los sectores más avanzados del movimiento obrero a 
organismos de movilización y lucha contra la burguesía, de agrupamiento 
territorial, quebrando las diferencias profesionales entre los diversos 
sectores del proletariado.
 
 Pero estos Cordones Industriales no 
surgieron en octubre, si no que tienen su antecedente en junio de 1972, 
naciendo de las movilizaciones realizadas por los trabajadores de la 
comuna de Maipú
[6]. Denominándose embrionariamente “Comando de Coordinación de Lucha de los Trabajadores del Cordón Industrial Cerrillos-Maipú”
[7],
 siendo este Cordón Cerrillos un ente de solidaridad de los trabajadores
 de la comuna de Maipú con los trabajadores de las industrias en 
conflicto.
 Entre los más importantes cordones 
creados en Santiago en ese mes, tenemos el Cordón San Joaquín, el Cordón
 Vicuña Mackena y el Cordón Estación Central.
 En voz de uno de los dirigentes del Cordón V. Mackena, Mario Olivares de Muebles Easton, 
el
 Cordón Vicuña Mackena surge como una necesidad y expresión de los 
trabajadores, yo diría que fundamentalmente a partir de la crisis de 
octubre. Surge como la necesidad de expresarse de los sectores 
revolucionarios del movimiento del sector Vicuña Mackena. Y en la medida
 que la CUT no daba la respuesta a los problemas apremiantes que 
afectaban a la clase trabajadora, surge de los sectores revolucionarios 
del movimiento obrero, fundamentalmente del MIR y sectores del PS, una 
organización distinta a lo que estaba dentro de la CUT, que en esa época
 era de carácter “reformista”[8].
 Este Cordón agrupaba alrededor de 
cuarenta sindicatos, que se organizan en un primer momento para apoyar 
las huelgas desarrolladas por los trabajadores de Elecmetal y Licores 
Mitjans. Terminando por configurar la coordinación entre varias 
industrias como: Textil Progreso, Fabrilana, Lucchetti, IRT, Rolitex, 
Muebles Easton, Textil Monarch, entre otras. Todas estas industrias 
aspiraban dentro de sus reivindicaciones centrales el traspaso al Área 
Social.
 El Cordón Estación Central también nace
 en octubre, en donde los grupos afines a la UP y el MIR se coordinaron 
en un principio para ver la capacitación profesional de los 
trabajadores, luego esta avanzó hacia crear un pliego de peticiones en 
conjunto, finalmente se le dio vida al cordón vinculándose con las JAP, 
comités de producción y los CUP que habían dentro de las industrias, 
el
 fuerte del cordón fue preparar gente que podía hacerse cargo de la 
industria en el área social (…) en ese tiempo, todo el problema interior
 de la UP se discutía en general, en forma global, donde iba la UP, se 
criticaba al gobierno que iba muy despacio que este proceso seria más 
revolucionario[9].
 
 En
 regiones también se constituirán los cordones, en el centro industrial 
de la Regióndel Bio-Bio, se desarrollaran varios cordones. Para entender
 mejor la conformación industrial del Gran Concepción, Héctor Sandoval 
militante FTR explica: 
en Huachipato habían varios sectores pero los
 más importantes eran dos: el complejo siderúrgico-petroquímico que 
agrupaba las industrias derivadas del petróleo, las refinerías de ENAP, 
la planta de etileno que está al lado de la refinería, la petroquímica 
Rauk un poco más allá de la ENAP, la petroquímica chilena que esta a la 
entrada de la petroquímica Rauk, (…) después está el complejo 
sidero-metalúrgico, el sector petroquímico, una industria que producía 
Clorinda, jabones, escobas plásticas y derivados de plástico, también 
había una industria de gas licuado, todos esos derivados del petróleo y 
la química estaba en ese sector. 
 Después esta el sector de 
las industrias sidero-metalúrgicas, encabezadas por Huachipato, 
Huachipato… y INCHALAM, que trabaja los derivados de Huachipato, 
entonces estaba Huachipato, estaba INCHALAM, estaban las 
constructoras…las más grandes industrias de montaje y construcción de 
Chile estaban en ese sector. (…) después esta el sector pesquero, los 
sectores de la pesca industrial, embasadoras, plantas fabricadoras de 
harina de pescado que están para San Vicente[10] 
 Como se puede apreciar existía
 un gran polo industrial y consigo una gran masa trabajadora que se 
había instalado a los alrededores de las industrias en tomas de terreno,
 como lo eran los campamentos Lenin, Esfuerzo Unido y San Miguel
[11]. 
Con
 la huelga de Octubre, se organizaron piquetes para abrir las tiendas, 
tal iniciativa tomada por el PS, y en especial por Merino, el secretario
 regional. Los sindicatos toman la iniciativa en la distribución. Se 
abren entre mil y mil quinientas tiendas. La Maestranza Cerrillos, 
Cemento Bio-Bío y SIGDO-KOPFERS llamaron a la constitución del “Cordón” y
 la Maestranza, incluso con la presencia de militantes de base del PC, 
contra las instrucciones de su partido. Se eligió L. Astete (PS) 
presidente. Otras coordinaciones aparecieron en Penco, Tomé, Talcahuano y
 Chiguayante[12]. 
             Este 
cordón existió en la práctica varios meses antes de su constitución, el 
denominado Cordón San Vicente Talcahuano en conjunto con el Cordón 
Centro, se creará como tal el día 27 de julio de 1973,
La CUT provincial,
 conjuntamente con la departamental Talcahuano, a través de sus 
consejeros, pusieron en marcha la formación del Cordón Centro y de 
Servicios de Talcahuano. Se adoptó la medida acudiendo al llamado del 
Consejo Nacional de la Central Única de trabajadores. Este Cordón 
comprende todas las empresas, fábricas poblaciones, servicios, juntas 
vecinales, organizaciones de masas y sindicatos de la zona. La 
constitución de este Cordón constituye un paso adelante en la 
centralización, organización y movilización de los trabajadores, para 
impedir nuevos atentados antipopulares y sediciosos[13] 
 Como decíamos, sin duda los Cordones 
Industriales que alcanzaron mayor desarrollo y protagonismo, fueron el 
Cordón Cerrillos-Maipú y el Vicuña Mackena. Pero  además existieron 
decenas más, algunos de ellos sólo de carácter embrionario o que 
representaban una instancia de coordinación sólo a nivel cupular, en 
Santiago encontramos el Cordón O’higgins, Macul, San Joaquín, Recoleta, 
Mapocho-Cordillera, Santa Rosa-Gran Avenida, Panamericana Norte y 
Santiago Centro. De igual manera en Arica se desarrollaron en torno a la
 industria electrónica, también en Antofagasta, Osorno y Valparaíso y 
Talca.
[14].
 La formación de los Cordones 
Industriales fue un proceso de acumulación de fuerzas, de lucha 
ideológica en las asambleas de base para darle dirección al movimiento 
obrero hacia su recuperación de autonomía, dependiente de la correlación
 de fuerzas existentes al interior de la izquierda y aún de los 
alineamientos de las tendencias más revolucionarias o “rupturistas” al 
interior de la UP, en particular el PS, que fomentaba el desarrollo del 
Poder Popular, 
eran especialmente dirigentes sindicales y militantes
 del PS y el MIR quienes participaban y bajaban la información a su 
fábrica, donde a menudo encontraban el rechazo de los dirigentes 
sindicales comunistas[15].
 Las contradicciones tanto fuera como dentro dela UP (MIR) a nivel 
nacional, local y sectorial se proyectaban en los Cordones y en otras 
organizaciones de Poder Popular, como los Comandos Comunales, Jap`s y 
Consejos Comunales Campesinos.
 En cuanto a la forma de funcionamiento 
interno de los Cordones Industriales Hugo Cancino nos presenta una 
especie de evolución en la forma de funcionar.
 En el transcurso del 
primer semestre de 1973, los Cordones Industriales comenzaron a adoptar 
un modelo orgánico común, el que con variantes locales, se generaba a 
través de las siguientes fases: a) La Asamblea de Trabajadores de cada 
industria o empresa comprendida en el radio geográfico del Cordón 
Industrial respectivo, elegía entre 2 o 3 representantes al Consejo del 
Cordón. B) Los delegados de cada fábrica se constituían en el Consejo de
 Delegados del Cordón Industrial. C) el Consejo de Delegados procedía a 
elegir entre sus miembros la directiva del Cordón Industrial. Esta 
constaba por lo general, de un presidente y una serie de encargados de 
las secretarias de organización, de agitación y propaganda, de defensa, 
de cultura y prensa[16]. 
 La relación de los Cordones y la CUT, 
en un principio no fue muy buena, presentando roces y competencia entre 
ambas organizaciones. Los dirigentes de la CUT, que en su mayoría lo 
constituía el PC, el PS y la DC, veían en los cordones las aspiraciones 
de los sectores más radicalizados del movimiento obrero, principalmente 
desconfiaban del MIR, acusándolo incluso de maniobras contrarrevolucionarias.
 La CUT por su parte, había perdido de a
 poco su autonomía con respecto a los partidos, como lo era en un 
comienzo con Clotario Blest a la cabeza, esto hacía desconfiar de su 
carácter clasista por el que había nacido. Durante el Gobierno de la 
UPla CUT se va a transformar en una trinchera de las cúpulas partidistas
 y de la burocracia sindical. Para los sectores más radicalizados de la 
clase trabajadora, la CUTy sus dirigentes aparecían como una instancia 
demasiado alejada de sus luchas cotidianas, incluso la CUTreacciona 
tarde al Paro de Octubre, votando una resolución que llama a reforzar la
 unidad y crear los Comités Coordinadores, pero esta fue hecha el 21 de 
octubre
[17] cuando ya existían como tal varios Cordones Industriales, específicamente en Santiago. Según Cancino, 
se
 asociaba a la CUT a trajines ministeriales y burocráticos, pero no se 
le experimentaba en la base. El Subsecretario General de la CUT, Jorge 
Godoy, militante comunista, atribuyó en diciembre de1972, la crisis de 
representación de la CUT a factores de orden organizativo, por cuanto la
 estructura de la CUT, se ajustaba a las subdivisiones administrativas 
del país y no respondía a la realidad geográfico-espacial de los 
Cordones Industriales que traspasaban las divisiones comunales y 
departamentales[18]. La
 CUT y el PC, no se oponían directamente al funcionamiento de los 
cordones, pero planteaban la idea de que estos se integraran como 
estructura ala CUT, ya que para ellos esta era la organización realmente
 representativa de la clase obrera según ellos, ya que estas 
organizaciones de Poder Popular podían ser elementos divisionistas en el
 seno del movimiento obrero.
 El PC mantuvo firme hasta el golpe de 
estado, su lógica de desconfianza hacia los movimientos populares de 
base que sobrepasaban su control directo y trató siempre de incluir a 
las organizaciones de Poder Popular a la CUT o de apoyo irrestricto al 
gobierno. 
En definitiva, para el PC el peligro de los Cordones sería
 llevar al movimiento sindical a la formación de organismos paralelos 
que debilitaban a la CUT[19].
 
 Si
 bien, existe concordancia en que los Cordones Industriales se generan 
al margen dela CUT y de la dirección política dela Unidad Popular, 
existe el mito de que estos fueron impulsados principalmente por el FTR,
 frente sindical del MIR. Contrariamente era el PS el principal gestor y
 conductor de los Cordones Industriales, gracias a su inserción 
histórica en el movimiento obrero y a su estrategia del Frente de 
Trabajadores. Al analizar la posición del MIR con respecto a los 
Cordones, se puede inferir que estos no estaban totalmente de acuerdo en
 cuanto a la función de los Cordones, ya que las verdaderas 
organizaciones de Poder Popular que venían levantando como estrategia 
eran los Comandos Comunales, puesto que estos agrupaban a todos los 
sectores en lucha de un territorio determinando, uniendo así a los 
Cordones Industriales con las juntas de vecinos, JAP´s, Campesinos, 
Pobladores y estudiantes, en una sola organización capaz de asumir 
tareas de poder, que constituirían las formas que tomaría la nueva 
sociedad, disputándole en todos los sentidos el poder al Estado. Además 
de esto, para el MIR, teniendo en cuanta que era una organización 
relativamente joven, no tenia una participación importante dentro del 
movimiento sindical, siendo su fuerte el movimiento de pobladores, el 
campesinado y los estudiantes.
 
 B) Desarrollo de los Comandos Comunales con la Crisis de Octubre.

 Luego
 de la crisis de octubre, como vimos, no solamente los Cordones 
Industriales se van a masificar, también van a tomar forma otras 
instancias de Poder Popular los llamados Comandos Comunales, estos 
tenían su antecedente en los Comités Coordinadores Comunales que se 
habían desarrollado en el periodo entre la Asambleadel Pueblo en 
Concepción y el paro patronal de octubre. Desde que se comenzó a dar la 
primera ofensiva de la burguesía en agosto de 1972, siguiendo la de 
primeros días de septiembre, el MIR a través de su órgano de propaganda,
 el periódico 
El Rebelde, señalaba a los Comités Coordinadores Comunales, como la principal tarea de poder que debían llevar a cabo los trabajadores. 
Los
 Comités Coordinadores Comunales se organizan convocando a los 
sindicatos industriales y campesinos, juntas de vecinos y jefaturas de 
campamentos de pobladores, a los asentamientos campesinos, a los 
profesionales y asociaciones de empleados, a los centros de alumnos y 
federaciones estudiantiles, a los partidos políticos de izquierda, a 
todos los trabajadores organizados para que en cada comuna, sector o 
localidad se unan para luchar en conjunto, reuniéndose en Comité 
Coordinador[20]. Además
 se llamaba a luchar por que la organización de los trabajadores 
ejerciera el poder en la comuna, desplazando a los políticos de derecha,
 a los patrones y a los burócratas. 
Sin embargo, este esfuerzo, que 
por algunos meses fue solitario, en orden a señalar la importancia y 
necesidad de la tarea, así como de impulsarla prácticamente, había 
calado hondo en la conciencia de los trabajadores. La demostración la 
daría la respuesta espontánea de las masas frente al paro patronal de 
octubre[21]. 
 Los Comandos Comunales de 
Trabajadores, va a ser una forma original de organización de un 
territorio local, instrumento de coordinación orientación y dirección de
 las luchas inmediatas de los distintos sectores de la comuna. 
El comando Comunal de Trabajadores aspira a convertirse en un órgano de poder local[22]. Según
 Eduardo Santa Cruz, teorizador del Poder Popular y los Comandos 
Comunales, dice que estos son el poder mas democrático que se ha 
generado en la historia de nuestro país, ya que están basados en la 
democracia directa de las masas, en el auto-gobierno de los 
trabajadores, en que los dirigentes están constantemente sujetos al 
poder de control y de revocación de las bases. Es este mismo personaje, 
el que va a crear una esquematización de cómo debiera ser y funcionar un
 Comando Comunal:
 
 Organigrama Del Comando Comunal de Trabajadores[23] 
Como habíamos dicho, el Comando Comunal 
de Trabajadores no es un órgano de democracia delegada en que otros 
resuelven por los trabajadores, al contrario es un órgano de democracia 
directa de las masas. Este debe asegurar el funcionamiento permanente y 
sistemático de las Asambleas de Base en los frentes, del Consejo de 
Delegados, dela AsambleaPopulardela Comunay del Congreso Comunal.
 Las instancias más altas del Comando 
Comunal como el Comité Directivo, los Comités de Defensa, 
Abastecimientos, Salud, etc. No sustituyen a las masas ni actúan sin 
consultarlas.
 El Comando Comunal de Trabajadores 
tiene como célula básica ala Asamblea de base por frente. Este es un 
organismo resolutivo, el cual debe tratar los diferentes temas que 
discuta y resuelva el Comando, a través del Consejo de Delegados u otros
 organismos resolutivos. Las asambleas de base por frente deben 
funcionar en los sindicatos obreros (industriales, agrícolas, 
construcción, minería, etc.), de empleados; en los organismos de 
pobladores (JJVV, JAP, Campamentos, Almacenes Populares, Centros de 
Madres); en las organizaciones estudiantiles (federaciones, y Centros de
 Alumnos); en las organizaciones de la pequeña burguesía propietaria y 
el campesinado (federaciones de asentamientos, sociedades o asociaciones
 de artesanos, campesinos, pequeños propietarios).
 En cuanto a su funcionamiento,la 
Asamblea de base elige a sus delegados al Consejo de Delegados, los 
cuales están sujetos al control y revocación dela Asamblea. Además 
pueden existir otros órganos resolutivos como la Asamblea Comunal o el 
Congreso Comunal, como se aprecia en el organigrama.
 Los delegados por las asambleas de base
 constituyen el Consejo de Delegados que combina poderes legislativos y 
ejecutivos, pero siempre tomando en cuenta los mandatos de las Asambleas
 de base, de esta forma existe una subordinación de la minoría a la 
mayoría. De lo que se trata es que el pueblo a través del Comando 
Comunal de Trabajadores sea su propio legislador, ejerciéndolo a nivel 
comunal para ir desarrollando una nueva legalidad e institucionalidad.
 El Consejo de Delegados designa un 
Comité Directivo, que ejerce las tareas de organización y ejecución de 
los acuerdos del Consejo. Los miembros del Consejo de Delegados se 
agrupan en diversos Comités de Trabajo, que son necesarios para el 
funcionamiento del Comando: Comités de Defensa, Salud, Educación, 
Control y Dirección Obrera, Transporte, Abastecimiento, Justicia, 
Propaganda, etc. Cada uno de estos debe asumir el control de las tareas 
respectivas y desarrollan las instituciones y mecanismos necesarios.
 El Consejo de Delegados elegirá una 
Presidente del Consejo que será el representante oficial del Comando y a
 la vez, presidente del Comité Directivo. Este está integrado por el 
Presidente del Consejo de Delegados y por los encargados de cada Comité 
de Trabajo, cuyos miembros serán designados por en Consejo de Delegados.
 Se trata en definitiva, que los 
Comandos Comunales de Trabajadores, sean una institución política de la 
clase obrera y el pueblo de carácter territorial, específicamente de la 
comuna. A partir de los Comandos Comunales, se deben crear Comandos que 
abarquen un ámbito territorial, funciones y tareas de poder y gobierno 
más amplias. Tal es el objetivo de lograr de la formación de los 
Comandos Provinciales de Trabajadores.
 
Esta
 forma de ver los Comandos Comunales fue la que propuso el MIR 
principalmente. El PS por su parte y el Presidente Allende, veían en el 
Poder Popular que se configuraba en los Comandos Comunales, permitía 
articular en la base, la alianza de la clase trabajadora organizada, con
 diversas organizaciones comunitarias, que comprendían a heterogéneas 
capas sociales, asociaciones y grupos culturales. 
El  Poder Popular  en
 su forma de Comando Comunal configuraría la concreción del bloque 
social que la vía político-institucional al socialismo requería para su 
éxito[24]. 
 Si bien los 
Comandos Comunales de Trabajadores eran organizaciones populares que 
debían involucrar a vastos sectores de la sociedad lo que significo un 
profundo desarrollo de la democracia desde la base. Luego del paro 
patronal de octubre, funcionaron alrededor de 20 Comandos Comunales en 
Santiago, llegando a ser alrededor de 100 anivel nacional, con distintos
 niveles de organización y apoyo de organizaciones de base. Los datos  
de las organizaciones populares que participaron en estos son muy 
difíciles de precisar. 
Del mismo modo las informaciones son difusas y
 escasas acerca de los Comandos Comunales que existieron y funcionaron 
en grandes ciudades como Valparaíso y Concepción y en ciudades pequeñas 
del norte y sur de Chile[25]. 
 El surgimiento de los Comandos 
Comunales, surgieron en un primer momento para enfrentar y resolver las 
tareas de abastecimiento, distribución y de apoyo al gobierno. Otros se 
forman por decisión política del MIR, del PS o de otros grupos de la UPy
 algunos nacieron tras movilizaciones locales para solucionar problemas 
atingentes a la comuna
[26].
 Entre los meses de enero y junio de 
1973, se tendió a fortalecer los Cordones Industriales en desmedro de 
los Comandos Comunales.
 El MIR trató incansablemente de 
potenciar y masificar los Comandos Comunales de Trabajadores, 
identificándolos como los verdaderos órganos de poder del pueblo, núcleo
 esencial de donde debería salir el nuevo poder, no así los Cordones 
Industriales, ya que estos representaban solo a una parte de los 
sectores populares, como lo era el proletariado industrial. Hugo 
Cancino, identifica varias vertientes que desnudan la posición del MIR.
 En primer lugar identifica que la 
escasa influencia del MIR/FTR en el mundo obrero, se vio claramente 
demostrado en las elecciones de la CUTdel año 1972, ya que los 
candidatos del FTR solo lograron un 1,8% de los sufragios emitidos en 
votación directa, por ello el MIR no llamaba a constituir los Cordones 
Industriales, ya que esto sería tratar de disputarle la conducción que 
tenía el PS en estos organismos, el cual si tenía una gran 
representatividad dentro del movimiento obrero y la CUT. En segundo 
lugar, el control cupular ejercido por el MIR sobre fragmentos del 
movimiento de pobladores, estudiantes y campesinos, a través de sus 
frentes, como el FTR (Frente de Trabajadores Revolucionarios), MCR 
(Movimiento Campesino Revolucionario), MPR(Movimiento de Pobladores 
Revolucionarios) , FER (Frentes de Estudiantes Revolucionarios), le 
permitían esbozar coyunturalmente Comandos Comunales, la mayoría de 
precaria base social de apoyo. 
A pesar de la devoción y disciplina 
de los activistas del MIR en los distintos sectores del movimiento 
popular, éstos no pudieron ampliar la reducida convocatoria social del 
MIR. Ello no le permitió a esta organización plasmar en la práctica en 
la base social a los Consejos Comunales, ni tampoco generalizar los 
Comandos Comunales[27].
 Estos elementos fueron los que no 
permitieron un desarrollo masivo de los Comandos Comunales, lo que no 
quiere decir, que los que se desarrollaron no hayan alcanzado un alto 
nivel de organización de varios sectores con un gran nivel de 
combatividad, y en donde se podían encontrar los trabajadores 
más conscientes de la clase obrera.
Concepción, Octubre 2012.
poderpop...@gmail.com
poderpop...@gmail.com
[1] Ver:
 Gaudichaud, Franck: “Poder Popular y Cordones Industriales”. Óp. Cit. 
Cronología dela Unidad Popular y del Poder Popular entre las páginas 73 y
 87.
 
[2] SNA, SOFOFA, Cámara chilena dela Construcción, Cámara Nacional de Comercio, etc.
 
[3] Colegio de Médicos, Colegio de Abogados, etc.
 
[4] Cancino, Hugo: Óp. Cit., p 293
 
[5] Ver:
 Senado de los Estados Unidos (Informe Church), “Acción encubierta en 
Chile 1963-1973: Informe de la comisión designada para estudiar las 
operaciones gubernamentales concernientes a actividades de 
inteligencia”, Washington, 18 de diciembre de 1975 en:
http://www.derechos.org/nizkor/chile/doc/encubierta.html 
[7] Pasando luego a denominarse simplemente Cordón Cerrillos.
 
[8] Conversaciones con Mario Olivares, Santiago 1995, en: Silva, Miguel: Óp. Cit.
 
[9] Conversación
 con Ibador Castro, en: Silva, Miguel: “Los Cordones Industriales y el 
Socialismo desde Abajo”. Imprenta Lizor, Santiago 1998, p 221.
 
[10] Salinas, Juan José: Óp Cit., p. 160.
 
[11] Para
 profundizar en la experiencia del movimiento poblacional del Gran 
Concepción ver: Cabrera, Cesar: “Una Aproximación Histórica al estudio 
de los pobladores en Concepción”, Tesis para Optar al Titulo de Profesor
 de Estado en Historia y Geografía, Universidad de Concepción, 
Concepción, 1995.
 
[12] Silva, Miguel: “Los Cordones Industriales y el Socialismo desde Abajo”. Imprenta Lizor, Santiago 1998 P 228.
 
[13] Diario Color, 28 julio de 1973, p 16.
 
[14] Ver:
 Gaudichaud, Franck: “Poder Popular y Cordones Industriales. Testimonios
 sobre el movimiento popular urbano 1970-1973”, LOM Ediciones, Santiago,
 2004.
 
[16] Cancino, Hugo: Óp. Cit., p. 336.
 
[17] Revista Chile Hoy, Santiago 27 de octubre de 1972.
 
[18] Cancino, Hugo: Óp. Cit.,  p. 339.
 
[19] Gaudichaud,
 Franck: “Construyendo Poder Popular. El Movimiento Sindical,la CUT y 
las luchas obreras en el periodo dela Unidad Popular”. En: “Cuando 
Hicimos Historia” LOM Ediciones, Santiago, 2005, p 95.
 
[20] El Rebelde, Nº47,  12 de septiembre de 1973, p 7.
 
[21] Punto
 Final, Suplemento de la edición Nº 189, “Comandos Comunales: Órganos de
 Poder del Pueblo”, martes 31 de julio de 1973, Santiago. P 2.
 
[22] Punto Final, Suplemento dela Edición Nº189, Santiago-Chile, Martes 31 de Julio de 1973, p 6.
 
[24] Cancino, Hugo: Óp. Cit.,  p. 340.
 
[26] En
 este caso se inscribe los hechos ocurridos entre los días 10 y 12 de 
abril  de 1973 enla Comuna de Constitución Región del Maule, en la 
cualla Asamblea del Pueblo de Constitución y su respectivo Comando 
Comunal de Trabajadores, mantuvieron tomada la comuna por estos días, 
haciéndose cargo los Comités populares de todas las funciones del 
Estado.  Este hecho es estudiado en profundidad en el capitulo IV.
 
[27] Cancino, Hugo: Óp. Cit., p. 341.
Guerrillas pero de Masas Campesinas y Mapuche.Chile 1970-1973

 

 
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