No estoy apto para hablar en representación del psicoanálisis y ninguna teoría acerca del tema que nos compete. Sin embargo voy a intentar transmitirles lo que mi marote recuerda, fragmentos acerca de la perversión y lo pervertido. Muchas veces uno se percata de que no podría definir algo, pero entonces sí se puede hablar sobre ello y abrirlo al debate. Por otro lado definir... a veces es triste.
Fer, me quedo en principio con tu última frase "más que psicoanalistas necesitamos lingüistas". Me caló hondo. Dejando por fuera el psicoanálisis, lo primero que pienso del planteo de Pacho es que "perverso" se aparece como una figura que ejerce la perversión (puede ser fulano perverso, o un acto perverso). Mientras que el pervertido se me aparece como aquél que sufrió (en sentido de afectación) el acto perverso. Ahora, esto se complejiza más, y está bueno que así sea. Fulano podría ser perverso y pervertido al mismo tiempo, de hecho, podría ser sólo uno? O mejor, abriendo unas cuestiones que estoy viendo en la facultad, en fulano podriamos pensar que habitan muchos. Es un tema que me gustaría presentarles en otra ocasión, específico para ese tema. Les dejo picando esto: hay la posibilidad de pensar que la unidad que uno se cree, es sólo imaginaria (Lacan), y el Yo no es el Sujeto. Y el Sujeto está habitado por muchos otros, extraños, voces que nos hablan, voces que nos piensan, voces que hablan en nosotros (esto ya no es tanto Lacan específicamente). No es lo mismo decir "yo pienso" que "algo piensa en mi", o "en mi se piensa...". La propiedad es una ilusión con la que nos debatimos día a día.
Por otro lado, podemos seguir complejizando las cosas. Pacho vos decís si acaso se perdería significado al decir "la perversión de Pablito". Yo creo que esa formulación abre las puertas de un pensamiento. Es decir que Pablito no se reduce a su perversión. Y es más, que lo que actúa en ese caso es la perversión de Pablito, pero podrían actuar también otras cosas. También a esto se le puede cuestionar el hecho de designar la perversión como una propiedad de Pablito.
Ese era un punto, plantear una problematización para continuar el debate.
El otro punto Fer, es que coincido en las dos cosas que dijiste sobre la perversión desde el psicoanálisis. Y les tiro mis fragmentos psicoanalíticos: todo niño (pogamosle hasta los 5 años) es un perverso polimorfo (Freud), porque sus pulsiones parciales se satisfacen anárquicamente, independientemente unas de otras, sin responder a ninguna jerarquía y se satisfacen con objetos también parciales (una teta, por ejemplo) y en zonas erógenas (boca, ano, pito, clítoris, zonas de la piel). El concepto de pulsión tiene que ver con la energía sexual que transita entre el cuerpo y la psiquis. Es sexual aquello que produce placer. No lo quiero hacer muy extenso porque nos vamos del tema de la perversión, pero pongamoslo así: el cuerpo del niño se tensiona, la madre lo interpreta y sacía su necesidad, pero pasa que en el descenso de tensión que eso provoca se produce placer, que es sexual porque es un extra a la satisfacción, es un producto sobrante. Ese placer va a ir alimentando la líbido (energia sexual) que va a ir circulando por varias partes ( y la corto acá). El punto es que en el desarrollo normal hay un punto en que todas las pulsiones parciales se sintetizan y tiene primacía lo genital. Que prime lo genital quiere decir que ahora el niño puede investir objetos no-parciales (totales).
Otro fragmento que viene a esto es que el perverso se satisface con objetos parciales (fetiche). Por ejemplo Amelie puede tener un orgasmo metiendo la mano en una bolsa de especias. Eso sería la perversión en Amelie.
Me gustaría plantear más cosas, pero me parece que ya va a resultar un poco avasallante. Tal vez en otro mail las escribo.
Un abrazo!